1. Planteando el problema:
Las repercusiones sociales, en particular la violencia y deterioro de la
sociedad, se hacen mucho mas evidentes en el presente siglo cuando los
estudios epidemiológicos encuentran asociación entre el consumo
de drogas y violencia doméstica, conductas homicidas y suicidas
(Saavedra, 1997; Sternberg, 1991). En la actualidad, la
nicotina es la droga que genera mas muerte por problemas
cardiovasculares, cerebro vasculares y pulmonares, siguiendo en orden de
frecuencia el alcohol y en menor grado el resto de sustancias (Miller, 1999).
Los estudios epidemiológicos nacionales demuestran que
el consumo de drogas ha aumentado notablemente en los últimos tiempos
(Contradrogas, 1999). Como prueba de
ello, en el siguiente grafico, se presenta la prevalencia del consumo de sustancias
psicoactivas en la población urbana
de 12 a 50 años de edad, para 1992, 1995 y 1998.
Grafico 01: Prevalencia del consumo de sustancias psicoactivas según
año
De la inferencia estadística, se concluye que cada año se
incorporan 5 nuevos consumidores de tabaco y 6 de alcohol por cada 100
personas.
Cuando se indaga por las características de los consumidores de drogas,
es probable que las primeras hipótesis se conjuguen sobre jóvenes
con escasas posibilidades educativas, sociales y económicas. Sin
embargo, según el último estudio de Contradrogas (1999), los
jóvenes que mas conocen sobre prevención del abuso de
drogas, son los que mas la consumen. Dicho estudio
muestra también que cuanto mayor es el niveleducativo, el consumo de
alcohol, tabaco, marihuana y tranquilizantes es mayor. La misma
tendencia se observa para el estrato socioeconomico, donde el consumo de
tabaco, alcohol, marihuana, cocaina y tranquilizantes es mayor en los niveles
sociales altos.
Hasta hace poco, se creía que un alto nivel
educativo y acomodada condición social de los padres sería un
predictor del
buen desarrollo social y emocional de los hijos. Sin embargo, teniendo en
cuenta los datos anteriores, parece que este
planteamiento es inexacto.
2. Los motivos para el consumo de drogas
El consumo de drogas ha existido siempre y en todas las sociedades y su
utilización ha respondido a diversas y muy concretas finalidades: se ha
empleado en ritos de iniciación de jóvenes, para facilitar la
oración, para garantizar la cohesión de un grupo con
ocasión de determinadas fiestas, para preparar a los guerreros para la
lucha. Sin embargo, en la actualidad, el consumo de drogas
suele despertar la curiosidad de los jóvenes (Anatrella, 1994).
Las investigaciones epidemiológicas demuestran que cada vez mas
personas consumen sustancias psicoactivas legales (alcohol y cigarros) a edades cada vez mas precoces. No debe sorprender
encontrar personas con una edad de inicio de consumo cada vez mas
temprana, sobre todo si en el medio social que les rodea, estos productos
estan presentes en cualquier lugar, apareciendo a través de
anuncios seductores y gozando de una alta aceptación social (Mendoza,
1994). Diversas investigaciones han estudiado los
efectos poderosos de la publicidad para predisponer yreforzar el consumo de
sustancias legales (Chapman y White, 1988). Sin embargo, los efectos de la publicidad
disminuyen cuando los padres establecen reglas claras
o sanciones para los hijos fumadores (Vara, 1998, 2000).
En un estudio realizado con escolares limeños
(Vara, 1998), se encontró que “los principales motivos para probar
el cigarrillo son: la curiosidad, el mejor amigo fuma, todos sus amigos lo
hacen, [ellos] quieren sentirse mayores y, finalmente, los presionaron para que
fumen. En relación con los motivos para continuar
fumando, señalan que lo hacen porque todos sus amigos fuman, porque sus padres
también fuman, en casa no les dicen nada y quieren olvidar los
problemas”.
Según este estudio, la actitud de permisividad
en los padres (“no me dirían nada”) se convierte en un
predictor importante para que los hijos se conviertan o no en fumadores.
Según Vara (1998), “el 89% de escolares que probó alguna
vez el cigarrillo, afirmó que sus padres les reprocharían por
ello, mientras que sólo el 6% de los escolares fumadores lo
dijeron”. En ese sentido, se entiende por
qué la ausencia de reglas claras en el hogar esta asociada al
consumo de cigarrillos en los hijos. Sobre este tema
se han realizado numerosos estudios, los cuales han demostrado que los hijos de
padres violentos y consumidores de sustancias tienen mayor probabilidad de
convertirse en fumadores o bebedores (Charlton, 1991; Charlton y Blain, 1989;
Rooney y Villahoz, 1994, 1995; UICC, 1990).
Quiza una de las variables que mas predice el consumo de
sustancias psicoactivas en los hijos sea elque los padres
también consuman sustancias. Según Vara (2000) los escolares que
consumen alcohol y tabaco en mayor proporción e incidencia son hijos de padres que beben y fuman. El mismo autor (Vara, 1998),
encontró que: “al comparar las puntuaciones, se observa que los
fumadores son los que mayores niveles de conflictos familiares tienen, seguidos
de los escolares que han fumado alguna vez y, por último, los que nunca
lo han hecho () Las variables que mas predispone a los jóvenes
para fumar son: padres que fuman, ausencia de reglas en el hogar, desintegración
familiar, ausentismo materno por trabajo
Hasta aquí, queda claro que la actitud de control de los padres es un agente protector para que los hijos no consuman drogas.
Se supone que cuando los padres son mas
educados y acomodados socialmente, la actitud de control hacia los hijos es
mayor. Lamentablemente, no siempre sucede así,
sobretodo cuando padre y madre no se ponen de acuerdo de cómo educar a
los hijos. En un estudio realizado con 2934
familias de la ciudad de Huancayo, Vara (2000c) demuestra que cuando el modelo
familiar es patriarcal -es decir, el padre es la figura de autoridad- la
familia es menos violenta y menos propensa a consumir drogas. La
situación se invierte cuando la familia es “moderna”, es
decir, la madre trabaja fuera de casa o discute frecuentemente con el padre.
Existen diversos estudios donde se ha encontrado una tasa de
delincuencia y consumo de drogas mucho mayor en los hijos de padres divorciados
o separados. Sin embargo, es importante señalar
que los niveles dedelincuencia y drogadicción son mayores en los
niños que estan bajo la custodia materna (Hathaway &
Monachesi, 1992). Aún cuando la idea
podría resultar sorprendente para algunos, la mejor fuerza policiaca
para prevenir la adicción de los hijos es la autoridad íntegra de
millones de padres. A pesar que las cualidades maternas son importantes
para los hijos mas jóvenes, las cualidades paternas son
mas importantes para los mayores, especialmente en lo referido al
respeto de las normas y el cumplimiento del deber. Los resultados
de un estudio realizado por Ramsay (1992) revelaron que el 75% de los presos
recluidos en las carceles norteamericanas provienen de familias
desintegradas o cuyo jefe de hogar es una mujer.
Los predictores de la génesis adictiva no sólo
se circunscribe a la ausencia de una imagen paterna coherente, sino
también, al desarrollo de políticas sociales que minan la
autoridad de los adultos. Una de esas tendencias es el
seudo-constructivismo. Según esta política, los
niños deben erigirse autónomos y espontaneos, en otras
palabras, ser sus propios modelos. Como
consecuencia de ello, los jóvenes tienden a creerse seres inmortales y
centros del
mundo. Cada cual quiere ser su propio modelo, a costa de los
demas y de la necesidad de aprender para desarrollarse. Quieren
ser lo que desean sin esforzare. Eso, obviamente, va a
desencadenarles poca tolerancia a la frustración y depresión
constante. Creer que uno puede hacerlo todo por sí mismo es una idea
errónea que, sin embargo, obsesiona a muchos desde que, en los años
60, se abandonó la relacióneducativa en beneficio de la
relación de explicación psicológica (Anatrella, 1994,
1996). En la psicología del dependiente, haya o no consumo
de drogas, el proceso de identificación queda neutralizado, y el sujeto,
erigido en su propio modelo, se considera a si mismo en un ser excepcional
capaz de realizar proezas: pretensión, cuando menos ilusoria, que a
mas de uno arrastra a la depresión.
Pero el problema del
mayor consumo de drogas en jóvenes no sólo se inscribe en las
familias violentas o familias donde la madre es el signo de autoridad.
Psicólogos e investigadores han demostrado que
la actitud adictiva de los jóvenes también se forma en la
mas temprana edad. La probabilidad de desarrollar conductas adictivas
aumenta cuando la persona ha sido privadas afectivamente en su infancia.
Desde hace algunas décadas se observa una tendencia
creciente de la deprivación afectiva de los niños por parte de
las madres. Esta tendencia, alimentada por un
feminismo que ha descuidado el desarrollo integral de los niños,
minimiza y denigra las funciones maternas por considerarlas denigrantes para
las mujeres. Basta con revisar la historia de la política feminista para
encontrar en los inicios de los años ‘60 la maquinaria anti-ama de
casa y madre de familia. Incluso, no es raro escuchar a lideresas del
movimiento feminista en el Perú (ej. Ana María Yañez) que
se refieren a la maternidad como una “trampa
biológica a la que las mujeres deben renunciar”. El resultado de esta política es una neurosis maternal a
gran escala (Langer, 1981).
Existe evidencia irrefutable delpapel capital de la ternura y
cuidado maternal en la primera infancia (Bowly, 1961; Harlow, 1962; Langer,
1961; Lowen, 1967). La calidad de las primeras relaciones entre la madre
y el hijo es decisiva en la estructuración del funcionamiento
psíquico. Según Winnicott (1951), una madre
“suficientemente buena” tiende a sentirse fusionada con su
bebé en los primeros meses. La falta de representaciones
“cuidadoras” hace al sujeto incapaz de autoasegurarse mediante la
identificación con las funciones paternas y maternas en los momentos de
tensión afectiva. Así, McDougall (1989) sostiene que el
comportamiento adictivo es un intento de
protección y seguridad ante los estados psíquicos amenazantes. Para la autora, la dependencia patológica
o Es un mecanismo de defensa ante ansiedades neuróticas.
o Es un intento de combatir estados agudos de angustia
o depresión (sentimientos de muerte interna).
o Es una fuga ante angustias psicoticas inconscientes,
como el miedo a
la fragmentación psiquica o física, o un terror fundamental al
vacio, en el cual corre el riesgo de perder el sentimiento de identidad.
Por lo tanto, si las madres deprivan afectivamente a sus hijos por razones
laborales, estos crecen sin las bases afectivas necesarias para enfrentarse a
la vida con efectividad.
Ahora, los problemas no sólo se circunscriben a la
génesis de la actitud adictiva de los niños, sino también,
a la actitud adictiva de las mismas mujeres. Consecuencias indirectas de
la política feminista son el exponencial incremento del consumo de
cigarros en mujeres en lospaíses desarrollados (3 mujeres por cada
varón) y el consumo de drogas en mujeres a una menor edad. En nuestro
país, las mujeres, en comparación con los hombres, consumen
mas tranquilizantes. El intervalo de edad de mayor consumo se produce en
toda la vida reproductiva de la mujer, con las mayores frecuencias entre la
menarquia y la menopausia (Contradrogas, 1999). Extraña
coincidencia, que nos permite especular la presencia de una neurosis sexual
femenina a gran escala.
En resumen, esta breve introducción a la problematica del consumo de drogas, ha
permitido demostrar como
-actualmente- las personas estan sumergidas en un ambiente social que
estimula los comportamientos adictivos de todo tipo. Si bien
es cierto que la sociedad no determina -sino, todos seriamos dependientes
patológicos-, sí dispone y facilita el desarrollo de ciertos
modelos de comportamiento.
Si bien las políticas actuales enfatizan mucho en la acción del
estado, ya que es éste quien debe elaborar una severa legislación
contra el trafico ilícito de sustancias, debe quedar en claro
que, una cosa es luchar contra las redes de producción de las drogas, y
otra cosa muy diferente es combatir las circunstancias que predisponen al
individuo a drogarse. Y de eso se va a tratar
aquí
3. Definiciones
La palabra “adicción” no es una palabra española. No
existe en el lenguaje con un significado propio.
Existe la palabra adicto pero tiene un significado
totalmente distinto al que creemos correcto. Adicto es una persona delicada,
apegada que se asocia a otras para entender
algún asunto.Addiction es una palabra inglesa que significa esclavitud.
Lo que si existe en la lengua española -y tiene connotación
similar a la de addiction- es la palabra adictivo, que significa habito
que crea dependencia o la necesidad reiterada de realizarlo. Aquí, se
llamara a las personas con comportamiento adictivo “dependientes
patológicos” para no restringir el término sólo al
consumo de sustancias, sino, ampliarlas al ejercicio de actividades laborales,
deportivas y relacionales.
El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales
(DSM-IV, 1994), utiliza el término “dependiente de
sustancias” para referirse a aquellas personas que se caracterizan por
presentar:
• Tolerancia a la sustancia (se necesita cantidades cada vez mayores de
la sustancia para producir el efecto deseado en el organismo)
• Síndrome de abstinencia (las personas experimentan una
sensación de malestar psicobiológico cuando los niveles de las
sustancias ingeridos disminuyen en el organismo)
• Consumo compulsivo y recurrente de la sustancia en cantidades cada vez
mayores
• Reducción y deterioro de las actividades sociales, laborales y
recreativas
• Pensamientos y acciones que giran en torno a la obtención,
consumo y recuperación de la sustancia
• Evaluación negativa de las consecuencias del consumo y esfuerzos
infructuosos de controlar o interrumpir el consumo
De lo anteriormente dicho, no es difícil concluir que el consumo de
drogas es síntoma de una profunda neurosis , y la distinción
entre una droga y otra sólo tiene utilidad farmacológica y
noterapéutica, pues es sabido que la dependencia patológica a una
sustancia o a otra supone una misma actitud psicológica (Anatrella,
1994, 1997: Bakal, 1992).
4. Lo común de todas las drogas: el consumidor
Las características fundamentales de los trastornos adictivos son la
perdida de control y de adhesión patológica. De este modo, las dependencias no pueden limitarse exclusivamente
a las conductas generadas por sustancias químicas, como los opiacios, los
ansiolíticos, la nicotina o el alcohol. De hecho,
existen habitos de conducta aparentemente inofensivos que pueden
convertirse en adictivos e interferir en la vida cotidiana de las personas
afectadas. No se trata de conferir atributos psicopatológicos a conductas habituales en muchas personas, como comer, comprar, usar el ordenador, jugar
con las maquinas tragamonedas, etc. Simplemente, se quiere
señalar que de conductas cotidianas -incluso saludables- se pueden hacer
usos anormales en función de la intensidad, de la frecuencia o de la
cantidad de tiempo y dinero invertido, y, en último término, en
función del grado de interferencia en las relaciones familiares,
sociales y laborales de las personas implicadas.
En ese sentido, uno de los avances mas
significativos en los textos actuales sobre dependencias patológicas es
el reconocimiento de las similitudes entre las diferentes conductas adictivas
(Bakal, 1996). Independientemente de que el problema sea el exceso de ingesta,
el uso de drogas, el juego o cualquier otra conducta,
existen importantes semejanzas entre los estados fenomenológicos y
condicionescontroladoras de las adicciones implicadas. Según Donovan
(1988), estos estados son los siguientes:
o La experiencia adictiva representa una técnica inmediata y poderosa
para cambiar las sensaciones y estados de animo propio
o Los cambios en la activación asociados con el estrés, el dolor
o los estados de animo negativos (depresión, angustia) tienden a
aumentar la probabilidad de la conducta adictiva
o El condicionamiento clasico e instrumental contribuyen al proceso
adictivo
o La experiencia adictiva, aunque proporciona al individuo un grado de control
sobre su experiencia subjetiva inmediata (aumento del estado de animo positivo,
reducción del estado de animo negativo), esta asociado con las conductas
adictivas que son excesivas y se hallan fuera de control. La combinación
de estos aspectos de la dependencia patológica se conocen como la “paradoja del control”.
o La recaída que sigue al tratamiento es muy
frecuente con todas las conductas adictivas y se halla bajo el control de
factores individuales, contextuales y psicológicos.
o La dependencia patológica no esta
inherentemente relacionada con un farmaco o droga determinada;
así, la sustitución de una droga por otra puede conducir al
abandono del
empleo de la primera droga y a la dependencia a la segunda. Es la persona la
que se convierte en dependiente y la experiencia adictiva puede estar asociada
con diferentes drogas.
o A pesar de los
altos índices de recaídas, muchos
individuos superan sus comportamientos adictivos sin asistencia profesional.
Las dependenciaspatológicas sin droga, no estan incluidas como
tales en el DSM-IV (1994), ni en la CIE-10 (1992). En estas
clasificaciones, el término dependencia se reserva para los trastornos
producidos por el abuso de sustancias psicoactivas (alcohol, cocaína,
etc.). Si nos basamos en lo anteriormente dicho, se
considera que esta clasificación es muy restrictiva, ya que excluye a
las dependencias patológicas sin droga. Como
ya se mencionó, el perfil clínico y el enfoque terapéutico
requeridas para estas últimas, son muy similares a las del resto de
dependencias patológicas.
Entonces, por lógica, el comportamiento adictivo a actividades tales como
el empleo o el ejercicio revisten características similares a las
farmacodependencias. Estas características son (Echeburúa, 1998,
1999):
• Tolerancia a la actividad (se necesita cantidades cada vez mayores del
ejercicio de la actividad para producir el efecto deseado en el organismo)
• Síndrome de abstinencia (las personas experimentan una
sensación de malestar psicobiológico cuando los niveles de
actividad diminuyen o se postergan)
• Ejercicio compulsivo y recurrente de la actividad en cantidades cada
vez mayores
• Reducción y deterioro de otras areas de la vida familiar,
sexual y social.
• Pensamientos y acciones que giran en torno a la realización de
la actividad.
• Evaluación negativa de las consecuencias de la dependencia y
esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir las actividades.
5. ¿Por qué las drogas son tan poderosas en sus capacidades
dependientes?:
Los primeros intentos pararesponder a estas preguntas se centraron principalmente
en los aspectos negativos asociados con la dependencia física de una
droga, es decir, los dependientes usan drogas con el fin de evitar los
síntomas negativos de abstinencia que se producen por no haber tomado la
droga. En esta explicación se ignora el hecho de que
muchos dependientes usan drogas sólo por sus poderosas cualidades
productoras de “placer”.
Es evidente que las capacidades de las drogas para producir placer y para
reducir lo negativo deben presentar un sustrato
fisiológico. En general, se sabe que los efectos de
determinadas drogas adictivas se hallan mediados por mecanismos cerebrales
comunes (Wise, 1998). Wise ha utilizado los conceptos de refuerzo
positivo y refuerzo negativo del condicionamiento para explicar
los diferentes mecanismos subyacentes asociados con la capacidad de algunas
drogas para producir efectos positivos y la capacidad de otras drogas para
reducir efectos negativos. Tal y como lo define Wise,
“refuerzo positivo es cualquier estímulo que proporciona placer a
un sujeto que se encuentra en un estado de animo normal”. El
refuerzo negativo, por otra parte, hace referencia a la finalización de un estímulo o desaparición de la angustia y la
vuelta del
sujeto de animo normal.
Existen tres vías cerebrales relacionadas a la dependencia
patológica. Las dos primeras comprenden las
vías dopaminergicas, mientras que la ultima, corresponde a la vía
glutamatica. Las vías dopaminergicas son de dos tipos: La
primera, que comprende el fascículo procencefalico medial y la
regiónposterior de la sustancia negra, esta relacionado a las
sensaciones de euforia. Según los investigadores, la estimulación
de esta vía produce una sensación de placer bajo una
condición depresiva (refuerzo positivo). Mientras, la segunda
vía, que comprende la sustancia gris
periventricular, se asocian con los síntomas de dependencia y
abstinencia, es decir, la eliminación de una sensación
displacentera o angustiosa.
Los poderes intrínsecos de reforzamiento positivo y negativo
relacionados a las vias dopaminergicas, facilitan la comprensión del poder que adquieren estos
sistemas sobre los pensamientos, sentimientos y conducta del individuo. Segun Ludwig (1988), en tales
momentos el cerebro se convierte en un
'órgano de racionalización mas que de racionalidad'.
Pero la racionalización no tiene una base limbica, sus
raíces, se encuentran en el mismo cortex. La vía
glutamatica, es la vía que conecta las estructuras limbicas y el
neocortex. Esta vía se relaciona al aprendizaje con sustrato en la
motivación. Los investigadores sostienen que esta vía es la
responsable del
comportamiento adictivo de los dependientes. El
comportamiento adictivo comanda a las células de la amígdala y el
hipocampo para construir una intensa memoria emocional sobre los objetos o
actividades de las cuales se depende.
Los neurocientificos han demostrado que la
neuroadaptacion es reversible. Existen unos elementos
químicos que corrigen los danos producidos por las drogas. Un componente natural del
cerebro llamado BDNF (factor neurotrofico derivado del cerebro) puede restablecer lasneuronas
productoras de dopamina que han sido alteradas por el comportamiento adictivo
(Powledge, 1999).
Las implicaciones de este modelo para entender la
dependencia es como
sigue. En primer lugar, los mecanismos de la capacidad de las
drogas para producir refuerzo positivo son diferentes de los mecanismos de la
capacidad de las drogas para producir refuerzo negativo. Sólo los
efectos del
reforzamiento positivo producidos por las drogas en el núcleo ventral
son capaces de mantener el uso de la droga y los habitos de
autoadministración que definen la dependencia psicológica en
ausencia de angustia por abstinencia o fuente evidente de dolor e incomodidad.
Los poderes intrínsecos de reforzamiento positivo y negativo de las
drogas adictivas facilitan la comprensión del poder que adquieren esos sistemas sobre los
pensamientos, sentimientos y conductas del
individuo.
Las drogas tienen una notable capacidad de alterar el
equilibrio de las vias dopamienergicas. Precisamente,
estas alteraciones aumentan la segregación de dopamina en el cerebro,
provocandoles la sensación de euforia. Pero la dopamina
puede, también, aumentar con el contacto sexual, un
asalto, los excesivos ejercicios, las compras sin fin, etc. Las personas, una
vez dependientes a una sustancia o a una conducta se habitúan a altas concentraciones de dopamina.
Asi, cualquier acción es susceptible de
convertirse en un comportamiento adictivo. Pero esto sólo ocurre cuando
el sujeto muestra una pérdida habitual del control al realizarla,
continua con ella a pesar de las consecuencias negativas, nopuede
quitarsela de la cabeza, se muestra angustiado si no puede llevarla a
cabo de inmediato y, por último, pierde interés por otro de tipo
de actividades que antes le resultaban gratificantes. Desde
esta perspectiva, lo que diferencia al habito de la dependencia
patológica es que ésta última tiene efectos
contraproducentes para el sujeto.
Algunas dependencias, como la ludopatía o la
dependencia al empleo, estan fomentadas por la sociedad actual, que
prima el éxito por el éxito y el dinero rapido. Asimismo, la dependencia a las compras no es ajena a los valores
actuales, que impulsan el consumo en una sociedad en la que se es tanto
mas cuanto mas se tiene y que no se ve ningún peligro en
el consumo desmedido.
Todos los comportamientos adictivos acaban por minar la vida
de quienes los practican. Lo fundamental para determinar si una conducta
es adictiva no es la presencia de una droga, sino, una experiencia que es
buscada con ansia y pérdida de control, produciendo, una relación
de alivio/culpa. El núcleo de la dependencia
patológica es que la persona se autodestruye, pero a pesar de ello, no
puede detenerse. Las dependencias patológicas funcionan, en unos
casos, como conductas
aprendidas que traen consigo consecuencias negativas y se adquieren a fuerza de
repetir conductas que en un principio resultan agradables; en otros, como estrategias de
afrontamiento inadecuadas para hacer frente a los problemas personales. Todas
las dependencias patológicas estan asociadas con deficiencias en
el control de los impulsos y con problemas de angustia (Marks, 1990).