Uno de los motivos
fundamentales que nos impulsó a tomar parte en el certamen decembrino,
fue el deseo de ahondar en el estudio de la historia patria. Ese
estudio ha sido objeto de nuestra preferencia, desde los años de la
primaria hasta el presente. Aparte de que los relatos
históricos, a semejanza de la novela, tienen -sobre todo cuando es
bastante su hondura- el sabor de lo maravilloso, la razón de esa
preferencia es sencilla. Nosotros estimamos que para obtener una
orientación suficiente dentro del intrincado vivir moderno, se
necesita de la luz de la ciencia histórica.
Pero para el intelectual de Centroamérica, ese estudio no sólo es
útil de urgencia notoria, de imperativo patriótico, en virtud del
atraso en que se encuentra, pues es algo aceptado por la mayoría de
nuestros investigadores modernos que la historia de Centroamérica no
esta escrita, que la mayoría de los relatos de nuestro ayer
precisan de una severa revisión, por no haber sido facturados conforme a
las reglas del método científico, principalmente desde el punto
de vista de la interpretación y la causalidad de los hechos. Se
refiere al Segundo Certamen Regional de los Juegos Florales de Zacatecoluca, El
Salvador, celebrados en 1962, en los cuales esta obra obtuvo el Primer Premio.
N. del E.
Esa utilidad y urgencia son mayores para aquellos sucesos que tienen estrecha
relación con las grandes cuestiones ideológicas antiguas y
modernas.De ahí el interés de temas como el de la independencia
de España, la defensa de nuestra soberanía de los ataques de las
grandes potencias, las luchas de liberales y conservadores, nuestra
evolución económica y cultural, y otros semejantes. Así
pues, facil es comprender la trascendencia del tema sometido a
concurso por el Comité de los Juegos Florales de Zacatecoluca.
No desconocemos que una de las razones del interés que despierta ese
tema, es la circunstancia de que la vida y obras del héroe nonualco,
pueden ser objeto tanto de las realistas narraciones de la historia como de las
construcciones maravillosas de la novela y la leyenda. En
verdad, la mayoría de los pretensos relatos históricos sobre
Aquino, son en gran parte novela y leyenda.
Una causa de ello, es la pobreza testimonial, de la que nos
ocuparemos. La otra, es la de que la rebeldía nonualca -sobre
todo para el criterio burgués europeizante, de notoria influencia en el
medio social centroamericano-, constituye un suceso
extraordinario, inusitado, dentro de nuestro acontecer. Pero ademas de
su caracter legendario, la gesta de Aquino, como la de Rafael
Carrera, tiene un hondo significado y una gran proyección dentro del
marco de la historia ístmica. Como
veremos en el curso del
ensayo, las rebeliones de Aquino y de Carrera, se salen del
mero plano político dentro del que se pueden
colocar las otras contiendas bélicas ocurridas durante la época
dela Federación. Sin lugar a dudas, esas rebeliones figuran dentro del
grupo de las luchas sociales. Puede afirmarse que los posteriores conflictos
armados de esa índole, han tenido parecida
causalidad y propósitos.
Aún mas, la actual actitud rebelde de las masas centroamericanas,
tiene semejanza con la de las tribus nonualcas de 1833. En virtud de lo
anterior, el plan que nos proponemos desarrollar abarcara los aspectos
de la personalidad y luchas del caudillo indígena. Los
lineamientos de ese plan, son los que en
parrafos aparte pasamos a exponer.
Considerando que Anastasio' Aquino nació y creció entre los
indios de Santiago Nonualco, hemos procedido a estudiar la situación de
los indígenas americanos en los tiempos de la Colonia española, y lo relativo a las tribus nonualcas,
particularmente a las de Santiago Nonualco. Dentro de este
orden de cosas, también nos ocupamos de la participación de esas
comunidades indígenas en las luchas de nuestra independencia.
En vista de que la rebelión del caudillo santiagueño
tiene lugar dentro de la crisis política que sacude a
Centroamérica después de obtener la independencia, sobre todo
durante los días de la Federación, dedicamos sendos
capítulos a examinar esa crisis y la parte final tenía
que ser dedicada a la rebelión santiagueña. Con el objeto de
obtener conclusiones sólidas y claras en el
desarrollo del plan expuesto, llevamos a
efecto una investigación tanintensa yextensa como nos lo permitieron nuestras capacidades.
En lo relativo a los temas generales, o sea la situación del indio durante la Colonia y lo ocurrido
durante la Independencia y Federación, no tuvimos mayor dificultad para
obtener los datos necesarios. Es cierto que no hemos tenido a mano documentos
originales sobre esos temas, fuera de unas pocas consultas que realizamos en el
Archivo de Guatemala durante los días del exilio.
El autor emplea la letra 's' en el nombre de Anastasio, sin
embargo, en la partida de nacimiento del caudillo, se escribe con
'e' Anastacio. N. del E. No negaremos
que eso sea una deficiencia en nuestra tarea; pero ello es una circunstancia
común para todos los que nos ocupamos de escribir sobre nuestra historia
sin salir del
territorio nacional, por lo menos hasta el presente. De sobra es sabido que la
causa de este obstaculo, es que aún no
se ha terminado de organizar como
es debido el Archivo Nacional.
No vamos a negar tampoco la utilidad de esa documentación. Sin
embargo, estimamos que -en virtud del auge que ha tomado la
investigación histórica centroamericana en estos últimos tiempos-
dichos documentos mas que todo servirían para reforzar o
confirmar la verdad de las conclusiones a que ha llegado el pensamiento
histórico moderno. Si acaso puede haber
equivocación es en la interpretación de los datos, no en lo
tocante a su estricta realidad. Efectivamente, en
laactualidad casi todos los investigadores coinciden acerca de esos datos.
Para una mayor garantía de nuestras afirmaciones, por lo general nos
fundamentamos en aquellos autores de cuyos asertos no es posible dudar, tanto
por su solvencia intelectual como por su ubicación
ideológica. No se crea por lo dicho que no hemos consultado documento
alguno, que nos apoyamos únicamente en el dicho de los expositores; pues
la verdad es que sí lo hemos hecho, consultando la mayoría -por no
decir todos- de los documentos que aparecen reproducidos en revistas y otras
obras históricas publicadas en toda el area centroamericana. No
tenemos razones suficientes para dudar de la autenticidad, integridad y
fidelidad de esos testimonios. Cosa distinta nos ocurrió cuando nos
ocupamos de lo relativo a Anastasio Aquino y las
tribus nonualcas.
Respecto de los nonualcos contamos, por lo menos, con alguna regular
documentación, aunque sea de segunda mano y deficiente, mejor dicho, de
escasa amplitud. Ademas, tampoco tenemos dudas serias
sobre la veracidad de esos testimonios.
No sucede lo mismo en lo atinente al héroe nonualco. En
primer lugar, la documentación respectiva es sumamente escasa; en
segundo término, esos testimonios son de segunda y tercera mano; y, por
último, existen fundadas razones para dudar de la completa veracidad de
dichos testimonios. Los testimonios dichos podemos dividirlos en dos
grupos; el primero comprendelos documentos emitidos con ocasión de los
sucesos a que se refieren; y el segundo, los relatos que con posterioridad han efectuado los autores.
Mientras no contemos con los documentos originales, es imposible que podamos
valuar la autenticidad, integridad y grado de veracidad de los testimonios del
primer grupo. La razón de esto es la misma que daremos para justificar
nuestras dudas acerca de los testimonios del otro grupo, por
habérnoslos transmitido los mismos autores.
Por otra parte, para efectuar esa valuación, necesitamos confrontar esos
testimonios con otros de indudable autenticidad, que no procedan de fuentes enemigas, en las que tienen su origen la mayor parte
de dichos documentos, pues emanan del Gobierno salvadoreño o de sus
agentes.
Para apreciar los relatos de que hemos hecho alusión, tenemos
que atender a dos circunstancias. En primer lugar, a
su mayor o menor antigüedad. En segundo
término, a la base documental en que posiblemente se haya apoyado.
En virtud de lo anterior, el relato mas apreciable con
que contamos acerca de la rebelión santiagueña, es el del Dr. José
Antonio Cevallos, que expone en sus famosos 'Recuerdos
Salvadoreños'. Esta relación, no sólo es la
mas antigua, pues data de 1891, sino que su
autor cita, y hasta transcribe, mucho documentos oficiales. Es
muy posible que la mayoría de los otros expositores se hayan informado,
en gran parte, en el dicho del Dr. Cevallos. Sinembargo, no podemos
establecer con precisión si las otras fuentes
documentales en que abrevaron esos autores son de mayor riqueza que las
consultadas por dicho doctor, pues no nos dan una información suficiente
sobre ello. A pesar de las consideraciones precedentes, no podemos darle entera
fe ni al testimonio del Dr. Cevallos ni al de los
otros historiadores.
Lo primero con que tropezamos es que de sus mismas palabras se desprende que su
investigación no ha sido suficiente y adecuada. El Dr. Cevallos es
categórico a este respecto. 'Debemos
representar -nos dice-, que si recordamos CON EQUIVOCACIÓN, pero
fundados en el testimonio de algunos hombres, A QUIENES HEMOS JUZGADO
VERDADEROS AL COMUNICARNOS AQUELLOS SUCESOS'. (Introducción
de su citada obra, pag. IV, Tomo 1).
Pero la razón principal para dudar de esos
testimonios, es la de que no podemos aceptar la completa imparcialidad de sus
autores. Nos apoyamos para esto en lo siguiente: La rebelión de
que nos ocupamos, es la de un grupo del estamento indígena, que formaba,
en esos días, la mayor parte de la clase trabajadora, explotada y vejada
por el patrono blanco y mestizo; dicha subversión es un intento de
modificar radicalmente esa injusta relación económico-social; y
la mayor parte de los expositores pertenecen a ese grupo patronal.
Esa falta de imparcialidad se manifiesta en el lenguaje de
los escritores aludidos, plagado de inventivas e injuriaspara el movimiento
sedicioso, las tribus nonualcas y su caudillo Anastasio Aquino. Ellos se
expresan como
los historiadores católicos cuando se refieren a los sucesos que han
afectado los intereses de la Iglesia de Roma. Sus exposiciones han sido dictadas, pues, bajo el impulso de la pasión
y no de la crítica serena. Sin embargo, entre los autores de este siglo, encontramos algunos cuyos juicios no adolecen de
ese defecto pasional. Tales son el profesor José Flores Figeac, don
Joaquín García, el doctor Manuel Vidal y el doctor Jorge
Arias Gómez. Por eso las aseveraciones de
estos investigadores, son de mucha utilidad para ponderar las de quienes les
precedieron.
Las observaciones expuestas no quieren decir que los relatos de los
investigadores antiguos no nos presten un gran
servicio, pues, por lo menos, constituyen una transmisión de la
tradición oral, aunque sea la de los grupos sociales adversos a la
rebelión indígena.
Para obtener aquellos libros y documentos que no teníamos en
nuestra biblioteca, recurrimos a la Biblioteca Nacional. Aprovechamos la
ocasión para expresar nuestra gratitud para con los señores
directores de esa Biblioteca, que hacemos extensiva a todo su personal, pues
nos han prestado, para el desarrollo de la investigación, una gentil y
eficiente ayuda. La lealtad intelectual nos obliga a manifestar que, para la
factura de este ensayo, nos fue imposible tener a la vista el aludido
estudiosobre la gesta aquiniana de don Joaquín Carda, que leímos
en nuestras mocedades, ocasión en la que pudimos apreciar, a pesar de la
ingenuidad de entonces, el gran valor de ese trabajo. Tal vez podríamos
modificar en algo las conclusiones a que hemos llegado, si estudiaramos
de nuevo los valiosos juicios de ese escritor, quien,
por cierto, es descendiente de nuestro gran recopilador, don Miguel
Angel Carda. Elacopio documental que logramos recoger lo
transcribimos, en su mayor parte, en la 'Sección Documental'
de este ensayo. También, al
final de la obra, aparece la lista de la mayor parte de los libros consultados.
Para subsanar -aunque sea en lo mínimo
posible- las deficiencias apuntadas de libros y documentos, procedimos a efectuar una ligera investigación en el area
nonualca, sobre todo en Santiago Nonualco. Parte de esa investigación,
es el remedo de encuesta que exponemos en paginas posteriores del
ensayo.
Lamentamos que esa encuesta no la pudimos efectuar como es debido, a
causa de la escasez de personal, recursos monetarios y tiempo. Por ello, la
consideramos -y así lo exponemos- como un inicio, un principio, de
una verdadera encuesta por hacer. No obstante su insipiencia, estimamos que no
carece de valor la información que nos suministra. Por una parte, nos
enseña que la tradición oral del vivir nonualco y la rebelión del año 1833 se
ha conservado hasta estos días, aun cuando sean dudosas laintegridad y
fidelidad de los datos contenidos en ella. Probablemente esto sea debido al
aislamiento social en que han vivido, hasta hace poco
tiempo, esas comunidades. Pero lo mas importante, es que de ella se
infiere que la visión que han tenido y tienen esas comunidades de la
personalidad física y moral -sobre todo moral- del caudillo rebelde, y
de su alzamiento en armas, no concuerda del todo con las concepciones de los
autores antiguos.
Fuera de eso, aun cuando no sean del todo armónicas las contestaciones,
hemos podido obtener a través de ella una serie de datos de innegable
valor. Uno de los mejores frutos de esa investigación,
ha sido la localización en los archivos parroquiales de Santiago
Nonualco de la partida de bautismo de Anastasio Aquino, que entonces
tenía el valor legal de partida de nacimiento.
Hay razón fundada para considerar ese hallazgo como una gran
adquisición, en virtud de que no tenemos noticias de que ese documento
haya sido dado a luz hasta el presente.
Esa partida confirma lo aseverado por la tradición y los autores, o sea
el origen indígena del martir santiagueño, y su
nacimiento y residencia en Santiago Nonualco. Decimos lo de la residencia,
porque en uno de sus margenes, como
se puede ver en la sección respectiva, aparece una nota de la que se
deduce que esa partida fue asentada con ocasión del casamiento de Anastasio.
También de esa partida se infiere que Anastasio viene
aeste pícaro mundo en vísperas de iniciarse el proceso de nuestra
independencia. Tal acontecimiento ocurre en el año 1792, cuando
los resplandores de la Revolución Francesa alumbran el carcomido
edificio del
imperio español.
En esto del
tiempo de ese suceso se nos presentó la cuestión de determinar
cual fue el mes en que ocurrió, debido a que esa circunstancia no
se expresa de una manera clara, sino por una abreviatura que podía
interpretarse como
'dho' o 'No'. Si dicha abreviatura tuviera el primer
significado, que equivale a 'dicho', ese mes sería el de
abril, por ser ese el mes del acta de asiento; si tuviera el otro significado,
tal mes podría ser el de noviembre. Nosotros nos inclinamos por la
primera conclusión, por las razones que en parrafos aparte
pasamos a exponer. Confesamos que
nosotros no dominamos el arte caligrafico; pero estimamos que en el caso
en estudio nos son necesarios esos conocimientos. Ciertamente la
ejecución caligrafica de la abreviatura es defectuosa, lo que da
lugar a duda; pero esa duda se disipa, en el aspecto que consideramos, al
revisar los asientos anteriores y posteriores de otras partidas, en
las que la correspondiente abreviatura se lee claramente que es 'dho'
o sea 'dicho'. Ademas, al examinar detenidamente la
abreviatura se llega a la conclusión de que esa es la lectura correcta
de ella. Fuera de lo anterior, la circunstancia del
nombre con que fue bautizado el caudillononualco, reafirma nuestra tesis. Es de
sobra sabido que en la época del
bautismo de Anastasio, debido al predominio espiritual de la religión
católica sobre la sociedad de entonces, era de rigor ponerle al que
recibía las aguas bautismales el nombre del
santo que correspondía al día del nacimiento. Ahora bien, el nombre que
recibió nuestro héroe en ese instante supremo, fue el de
Anastasio Martir; yel15 de abril la Iglesia Católica
conmemora, entre varios santos, a Anastasia Martir, mientras que el 15
de noviembre esa Iglesia lo dedica a la celebración de otros santos.
Aparte de lo dicho, lo que enseña la
Paleografía, da mas solidez a nuestra inferencia.
Efectivamente, los textos que hemos consultado de esa ciencia, nos indican que
conforme a la practica de esos tiempos, para escribir la palabra
'dicho', se usaba la citada abreviatura 'dho', mientras que
para la del vocablo 'Noviembre', no se usaba esa abreviatura de
'No', sino la de 'Noum'.
Para terminar sólo nos resta manifestar que, aun cuando ese era nuestro natural deseo, el ensayo elaborado no es una
obra perfecta y acabada, como
hijo que es de nuestras deficientes capacidades. Por eso nos atrevemos a
solicitar un poco de generosa benevolencia a aquellos
que posen su mirada crítica sobre sus paginas.
Fuente: Domínguez Sosa, Julio Alberto. (2007). Anastasio Aquino:
caudillo de las tribus nonualcas. San
Salvador: Ediciones Venado del
Bosque