La risa es una respuesta biológica producida
por el organismo como
respuesta a determinados estímulos. La sonrisa se considera una forma suave y
silenciosa de risa. Actualmente existen diversas
interpretaciones acerca de su naturaleza. Los estudios más recientes, de
gran repercusión, son los realizados desde 1999 por Robert Provine,
neurobiólogo del comportamiento de la Universidad de Maryland, quien sostiene
que la risa es un «balbuceo lúdico, instintivo, contagioso, estereotipado y de
control subconsciente —o involuntario— que raramente se produce en soledad».1
En los seres humanos, la risa se inicia, en promedio, hacia los cuatro meses de
edad, y, según los recientes estudios científicos, constituye una forma de
comunicación innata heredada de los primates e íntimamente relacionada con el
lenguaje.2
En cambio, para otros autores, como Charles R. Gruner, de la Universidad de
Georgia (1978), la risa es una reminiscencia o sinónimo del grito de triunfo
del luchador tras ganar a su adversario. Asegura que en todas lasProbablemente,
las cosquillas son la forma más antigua y segura de
estimular la risa. Las cosquillas y la risa son unas de las
primeras formas de comunicación entre la madre y el bebé. La risa
aparece entre los tres y medio a cuatro meses de vida, es decir, mucho antes
que el habla. Por este motivo, la madre utiliza las
cosquillas para estimular la risa del
bebé y establecer así una comunicación. La risa a su vez estimula a la madre a
continuar haciendocosquillas, hasta que llega un momento en que el bebé empieza
a quejarse, momento en el que la madre se detiene.2
Por el mismo motivo que es más difícil reírse en solitario, también es difícil
que una persona se haga cosquillas a sí misma. Las cosquillas constituyen una
parte importante del
juego, de manera que, cuando se le hacen cosquillas a una persona, no sólo
intenta escaparse y se ríe, sino que intenta devolverlas. En el proceso de dar
y recibir cosquillas, se tiene una especie de programación neurológica que hace
que las personas establezcan vínculos, y sucede lo mismo con el sexo. Las
axilas, las palmas de las manos y las de los pies son zonas cuya estimulación
mediante cosquillas produce la risa con mayor facilidad.2
La risa es contagiosa
Al igual que el bostezo, la risa es un comportamiento social neurológicamente
programado, cuyo origen se encuentra en la necesidad de sincronizar el estado
de comportamiento grupal. Es, por ejemplo, el motivo por el que hay una pista
de risas en las series cómicas de televisión.n. 5 Cuando oímos a otra persona
reírse de algo, inmediatamente nos fijamos en ese algo y lo consideramos más
divertido que si esa persona no se ríe, y entonces sonreímos o incluso llegamos
a reír.2
La risa y el sexo[editar]
Tanto los hombres como
las mujeres se ríen en la misma medida. No obstante, la situación que produce
más risa es cuando un hombre habla con una mujer, o
viceversa, y en esta situación la mujer es la que lidera la risa y elhombre el
líder de producción de la risa. Al igual que ocurre con el habla, la risa de
las mujeres presenta en general un tono más agudo que
la de los hombres. Una de las características de los hombres más atractivas
para las mujeres es el sentido del humor, aunque no precisamente
la capacidad de reírse. Es decir, la mujer busca a un hombre que la haga reír y
que no se ría demasiado.2
La risa como mecanismo de control de los demás
La relación entre la risa y los sucesos del mundo está modulada por la cultura
y la sociedad.19 Actualmente, relacionamos la risa con la idea de «ser feliz y
sentirse bien». Sin embargo, Platón y Aristóteles, entre otros autores que
escribieron sobre la risa, tenían una visión más oscura sobre ella. Ellos, por ejemplo, encontraban divertidas las
ejecución|ejecuciones públicas, algo que actualmente es políticamente
incorrecto, del mismo
modo que también se reían, además de con las personas de su grupo, de personas
de otros grupos, como
por ejemplo, otras etnias o razas. En la actualidad, nuestro propio lenguaje
matiza tal diferencia: no es lo mismo reírse con
alguien, que reírse de alguien. Para Robert Provine, la risa ridiculizadora es
un mecanismo instintivo ancestral diferente de la risa de grupo que servía para
modular la conducta de los individuos que no pertenecían al grupo propio, con
la finalidad de que éstos se adaptasen y se integrasen en el mismo.2 La
antropóloga Verena Alberti utiliza los términos «risa de acogida» y «risa
deexclusión».19
Según el científico, esa es la razón por la que la gente ríe en circunstancias
embarazosas o desagradables. Afirma que la risa es un
instrumento para cambiar el comportamiento de los demás. En una situación embarazosa,
como
una disputa, la risa representa un gesto de apaciguamiento, una forma de
disminuir la ira y la tensión. Si la otra persona logra contagiarse, se disipa
el riesgo de confrontación.2
Las observaciones de Provine le sugirieron que el rango social determina los
patrones de risa, especialmente en el lugar de trabajo; los jefes provocan
fácilmente carcajadas de sus subordinados y hacen bromas a costa de ellos, lo
que sugiere que el fenómeno es generalmente una respuesta de sumisión al
dominio.17
La risa como origen del lenguaje
Según Robert Provine, los lingüistas y estudiosos del lenguaje no prestan a la
risa la debida atención, mientras que sí lo hacen respecto al papel que juega
en la producción del sonido la fisiología de la laringe y de diversas partes de
las vías vocales. En sus propias palabras
La risa forma parte del vocabulario universal humano, y si queremos comprender
cómo el cerebro produce el sonido deberíamos analizar comportamientos que todo
el mundo tiene de la misma manera; o sea, que estudiar la risa —si queremos
comprender el comportamiento humano— será como usar el E. coli, o la mosca de
la fruta, para comprender el mecanismo de la genética. En lugar de afrontar la
inmensa complejidad de la naturaleza,intentamos concentrarnos en una pequeña
molécula, que es una parte, a la que se puede acceder mejor.2
Robert Provine
Perspectiva filosófica
Albert Einstein. Figura emblemática de la ciudad de Ulm, basada en una
fotografía que le fue tomada al científico el 14 de marzo de 1951 por el
fotógrafo Arthur Sasse, quien le pidió a Einstein que posara para él a la
salida de una fiesta por su 72s cumpleaños.
Antes de aproximadamente el siglo XIX, la risa se interpretaba como un elemento
frívolo y de poca profundidad.19 Con la excepción de un puñado de pensadores
clásicos que dedicaron algo de su tiempo al estudio serio de esta materia,
prácticamente ninguno fijó su atención sobre tal cometido.20
Peter Berger apunta que posiblemente la filosofía no ha centrado su atención en
lo cómico debido a la fragilidad de su experiencia: cuando se intenta
aprehender, se disuelve.20
La frivolidad atribuida a la risa, según el sociólogo, proviene del hecho de
que lo cómico y lo serio son mutuamente excluyentes, de tal modo que una broma
en una situación seria se considera, precisamente, eso, frívola. En sus propias
palabras: «Las personas que escriben libros sobre lo cómico son blancos
legítimos de la parodia, la sátira y otras modalidades agresivas de respuesta
humorística frente a una sociedad intolerable».20
De la superficialidad, por otra parte, podemos hacer constancia con buenos
ejemplos procedentes nada menos que del Diccionario de la Real Academia
Española,vestigios de la antigua concepción de la risa
que, más que facilitar su definición, producen su aparición en el lector:21
1. Movimiento de la boca y otras partes del rostro, que demuestra alegría.
2. f. Voz o sonido que acompaña a la risa.
3. f. Lo que mueve a reír.
Otro ejemplo —quizás más preocupante—, es la ausencia de una
entrada para la expresión «sentido del
humor». Y el problema se repite en la lengua inglesa con el Oxford
English Dictionary, como muestra Berger en su libro Risa redentora.22
Actualmente, la risa tiene la capacidad de mostrarnos las distintas facetas de
la realidad, y, por lo tanto, hacernos comprender el mundo de forma más
completa.19
En nada se manifiesta más claramente una personalidad que en aquello de lo que
se ríe.19
Goethe
En palabras de Berger, «lo cómico es la visión del mundo más seria que existe».22
Berger, de inclinación religiosa y quizás influido por el pensamiento de
Kierkegaard, a quien cita numerosas veces en su libro, sostiene que lo cómico
es una promesa humana de redención, y que la fe religiosa es la intuición de
que se cumplirá dicha promesa.22
Perspectiva social
Varios estudios apuntan hacia el carácter transgresor socialmente aceptado de
la risa, que, dentro de ciertos límites, quebranta las normas sociales y
culturales para convertirse a su vez en otra norma. Asimismo, el carácter
desordenado de la risa actúa como agente liberador —casi
redentor, afirma la antropóloga Verena Alberti— frente a las presionessociales.
En cambio, Erving Goffman y Gregory Bateson postulan, más que la mera
transgresión de las normas, la existencia en la
sociedad de un nivel metacomunicativo en el que «todo vale», dentro del cual, «la vida es un juego».19
Peter Berger expresa lo mismo con otras palabras, al decir que «lo cómico está
por encima del bien y del mal». Retomando el pensamiento de Alfred
Schütz, Berger describe la realidad como compuesta por distintas parcelas
finitas de significado excluyentes entre sí, tal es el caso del humor, el
erotismo, el arte, los sueños o el juego; cuando pasamos de una parcela a otra,
lo hacemos bruscamente, mediante una especie de salto; y la lógica que impera
en cada una de ellas es incompatible con la del resto. De entre esas parcelas,
la de la vida cotidiana es la que se ha impuesto en nosotros como la principal.
Esa es la razón —argumenta—, por la que, cuando regresamos a ella, sentimos la
necesidad de aclarar a los demás, o a nosotros mismos, que «todo fue una
broma», o que «ahora vamos a hablar en serio».23 En definitiva, al hacerlo
estamos intentando recuperar el control de aquella parcela que hemos decidido
vivir como la «auténtica»
Las realidades cómica, estética y sexual son subversivas, potencialmente al
menos. Si se permite que emerjan con toda su fuerza, pueden llegar a contaminar
con su lógica «extraña» las preocupaciones serias de la vida cotidiana.22
Peter Berger
Muchos autores atribuyen a la risa un valor preventivo
frente alfracaso del
pensamiento serio. Kate Moore analiza la risa unilateral que se produce
constantemente en las conversaciones, y concluye que su naturaleza corresponde
a mensajes en situaciones en las que la comunicación no es efectiva.19
Autores como Viveka Andelswärd (1989), Robert Provine (1993) y Phillip Glenn
(2003) apoyan el carácter social de la risa.6 Según Provine y Fischer (1989),
la risa propiamente dicha depende mucho más del ambiente social que la sonrisa
y el habla.6
La risa a través de la historia
La risa —y el humor—, como tema de estudio, presenta el problema de que puede
abordarse desde muchas perspectivas y muchos campos (medicina, ciencias
biológicas, psicología, ciencias humanas). Por este
motivo, se han planteado numerosas teorías, algunas contradictorias entre sí.
Ralph Piddington (1963)24 consideraba que faltaban criterios y teorías comunes,
probablemente debido a la complejidad del fenómeno. Actualmente existen
puntos en común, pero a lo largo de la historia han
existido muchas discrepancias y concepciones diferentes25 de algo tan,
paradójicamente, íntima y genuinamente humano.
Las primeras culturas
Como demuestra la ciencia, la risa y el humor son tan antiguos como los seres
humanos, y encontramos diversos testimonios de la tradición oral que así lo
atestiguan:
Según la tradición de los Ainos, un grupo étnico del norte de Japón, «en los
orígenes de la humanidad las mujeres no menstruaban, sino los hombres». Los
bantúes de Áfricameridional, ante la inminencia de algún peligro grave,
efectúan un ritual en el que las mujeres jóvenes se visten de hombres y
realizan las tareas de los pastores para la diversión —y la distensión— de
todos. Según se cuenta que observó Knud Rasmussen, los niños esquimales
Netsilik Inuit celebraban juegos en los que imitaban a los hechiceros de la
comunidad, empleando las mismas fórmulas para alejar los malos espíritus, lo
cual desataba la risa incontrolada de los adultos.
En todos los casos, la blasfemia no produce horror entre el público, sino la
risa, bajo el sobreentendimiento de que los dioses o los espíritus saben
comprender una broma.26
Antigua Grecia[editar]
Heráclito (llorando, 1628). Óleo sobre tela de Hendrick ter
Brugghen.
Las primeras referencias a la risa en la Antigua Grecia podemos encontrarlas en
Heráclito, traducidas al latín
Non convenit ridiculum esse ita, ut ridiculus ipse videaris. No conviene ser
ridículo hasta el punto de parecerte ridículo a ti mismo.27
Heráclito
En griego antiguo existían dos palabras para la risa:
«γελI¬ω» («gelao», 'brillo', 'resplandor de alegría') y
«καταγελI¬ω» («katagelao», 'risa de
arriba hacia abajo'). Como puede intuirse, la primera hace alusión a la «risa sana», y la segunda a la
«risa despectiva». También existía una palabra equivalente a lo que hoy
conocemos como
«sonrisa», aunque no se corresponde etimológicamente con la que usamos en la
actualidad.25
Algunos autores, como George McFadden,
englobanla concepción griega de la risa dentro la conducta cómica, como un
«I®θοσ» («ethos») humano, tal cual fue usado el término por
Platón y Aristóteles. Obviando algunos antecedentes, en general prescriptivos,
la retórica clásica para los discursos y escritos cómicos apareció
fundamentalmente con estos dos filósofos.25
Aristófanes fue uno de los grandes exponentes de la comedia griega, con 48
obras de las que se conservan 11. En sus escritos, de espíritu mordaz,
realizaba críticas sociales y costumbristas de gran inventiva.25
Platón, y Sócrates a través de él, concibieron la risa como un placer mixto, es decir, que
supuestamente no debemos reírnos de la ignorancia, pero lo hacemos.25
Platón[editar]
Platón (1637). Pintura de José de Ribera.
Platón, bajo la concepción actual, no tenía sentido del humor. Para él, la
risa sólo demuestra la maldad y el disparate. Lo que hace a una persona
risueña, según el pensador, es la ignorancia sobre sí misma: la persona risueña
se cree más sana,
de mejor aspecto, más virtuosa o más sabia de lo que realmente es. John
Morreall, en cuya obra Taking laughter seriously, cita numerosas veces a
Platón, señala que, actualmente, ese tipo de pensamientos nos produce risa,
pero que en realidad nuestra risa implica cierta malicia hacia dichos pensamientos,
y la malicia es perniciosa. Platón describe la malicia como un «dolor en el
alma», y considera que, al reírnos, nuestra atención se concentra en el vicio.
No deberíamos cultivar la risa—continúa argumentando—, a no ser que aquellos de
los que nos reímos nos la contagie. Con la risa fuerte, —prosigue—, perdemos el
control de nosotros mismos, y por lo tanto nos volvemos imperfectos, menos
humanos. En este punto, coincidía con Platón
Aristóteles, quien consideraba la risa una forma de escarnio.4 19
Platón cita a Sócrates dialogando en el Filebo. En el diálogo compara la risa
(«humor inflamado», en palabras de Platón) con la experiencia de aliviar la
comezón rascándose: en ambos casos existe una sensación mixta de dolor
combinado con placer; en un caso la sensación es del cuerpo, y en el
otro, del alma. Lo ridículo aparece como
consecuencia de la negación del
precepto «γνÏŽθι σαυτÏŒν τÏŒ»
(conócete a ti mismo), es decir, de la carencia de autoconocimiento. Esta
arrogancia puede estar relacionada con la riqueza, la belleza, o el desarrollo
físico, pero, con mayor frecuencia, lo está con la virtud de la sabiduría.
Divide a los arrogantes en fuertes y débiles; el
arrogante fuerte y poderoso es odioso; el débil, simplemente ridículo. La falta
de autoconocimiento es una desgracia y la risa es un
placer; por lo tanto, reír ante la soberbia es generar deleite y al mismo
tiempo maldad ante una desgracia. La comedia, según se afirma en el propio
Filebo, es un tema de estudio importante; con ella
aparecen relacionados afectos como
la envidia, la satisfacción maliciosa ante una deformidad o minusvalía y la
sensación de superioridad. Sócrates —según Platón— define la envidiacomo una
forma de dolor que se convierte en placer cuando nuestro propio sentimiento de
seguridad nos permite reírnos; si la persona objeto de envidia es poderosa, no
nos parecerá risible, sino detestable.25
Platón se oponía asimismo a la risa convencional, como la producida en las
comedias. Y afirmaba que era pernicioso incluso mostrar a la gente riéndose en
la literatura.4 Ni siquiera Aristófanes escapó a las críticas de Platón.25
«Los hombres de valor no deberían representarse como poseídos por la risa, y
aún menos deberíamos permitir tal representación de los dioses».4
Platón
En La República, Platón señala que la risa debe estar limitada por la razón. No
deben reírse, por tanto, ni los guardianes ni las
personas de mérito. La risa es un exceso que debe
evitarse, manteniendo un estado de templanza y equilibrio sin reacciones
desmedidas.25
Aunque más tarde, en las Leyes, es algo menos riguroso. «Es
útil conocer el aspecto de la fealdad, dice el extranjero ateniense —quien
parece representar el punto de vista de Platón—, y por lo tanto la
representación de la fealdad en la comedia puede tener cierta función
educativa».4 En esta obra el filósofo plantea la necesidad de limitar la risa
por obligación moral. El virtuoso no debe reírse, y ningún poeta cómico
o actor satírico debe ridiculizar a un ciudadano.
Distingue entre bromas bien y mal intencionadas.25
Por otro lado, durante las ithyphallias griegas —fiestas agrícolas relacionadas
con la fertilidad y losritos fálicos—, los jóvenes atenienses se emborrachaban
e insultaban a los ciudadanos respetables.26
Aristóteles[editar]
Aristóteles en un fresco de Raffaello Sanzio (detalle de La escuela de Atenas,
1509).
Se sabe que Aristóteles dedicó un segundo libro de su
obra Poética a la comedia, aunque dicho libro se perdió. Del filósofo nos llegan sus ideas sobre la
risa, el humor y lo cómico fundamentalmente a través de referencias por parte
de otros. En ellas se dice que Aristóteles considera,
desde el punto de vista de la estética, que lo risible es una subdivisión de lo
feo, aunque, a diferencia de Platón, no lo relaciona con el sufrimiento. Distingue
entre la comedia injuriosa y la adecuada, así como entre la
tragedia y la comedia, dedicada esta última, según el filósofo, a caracteres de
tipo inferior. Según se cuenta que escribía en su Poética, las máscaras del
cómico son feas, deformes, pero no producen sufrimiento; las comedias
representan a los hombres peores de lo que realmente son; solo la tragedia y la
epopeya son respetables. Al igual que Platón, también admite
la posible aparición de maldad en la risa, en cuyo caso debe evitarse por
contravenir la ética. Busca en todo momento el equilibrio en las
emociones, y ello puede verse en la Ética a Nicómaco.25
En ella, Aristóteles no condena la risa despectiva
cuando esta va dirigida a una persona sin virtud. Escribe, por ejemplo
«[] veremos claramente cuán digno de risa es el varón magnánimo si no es
hombredotado de virtud, y cuán lejos está de ser digno que le hagan honra, pues
es malo».28
Aristóteles
A los hombres que no pueden contener las emociones, los llama afeminados.
Hablando de las personas virtuosas, escribe, también
«Porque no es de maravillar que uno sea vencido de deleites o pesadumbres
fuertes y excesivas, antes es de perdonar y haber compasión de él, si
resistiendo fue vencido, [] y de la misma manera los que procuran detener la
risa, de un golpe la despiden. [] Pero es de maravillar cuando lo es en
aquellas en que los más pueden resistir, y él no es bastante a resistir, no por
la naturaleza de su género ni enfermedad [] Hay, pues, una manera de
incontinencia que es una desenfrenada temeridad, y otra que es flaqueza».28
Aristóteles
Y termina hablando de los más propensos a descontrolarse
«Pero los que más incontinentes son de desenfrenada incontinencia, son los
repentinos y los melancólicos. Porque aquellos por su presteza y estotros por
la fortaleza del afecto, no escuchan
razón, por ser muy prontos en seguir sus imaginaciones».28
Aristóteles
Máscara de Dioniso (terracota), encontrada en Mirinia (siglo II - siglo I a.C.)
Considera que la diversión y las bromas producen excesivo
placer en las personas, y que esto es una forma de ofensa que los legisladores
quizás debieran prohibir. La ironía para él es a la vez despreciable y
útil —el humor y la risa tenían en la oratoria un gran valor coercitivo.25
En la Retórica, citando aGorgias, refiere que debe matarse la seriedad del
oponente con las bromas y sus bromas con la seriedad.25
Grecia Antigua tras Aristóteles
Cicerón también escribió sobre la risa.19 Con un sentido más práctico,
recomienda cautela al orador en el uso de la ridiculización, pues podría
ofender los sentimientos del público y minar el objetivo de la oratoria.
También se plantea la cuestión ética de si debe evitarse en ocasiones recurrir
a la evidenciación de lo ridículo; señala a la ambigüedad como un elemento
importante de lo cómico; y define lo que el llama «disimulo irónico» como
«decir lo contrario de lo que se piensa».29
En Pompeya se han descubierto multitud de grafitis (grabados en las paredes),
conservados debido a las erupciones del Vesubio. En algunos pueden verse
referencias cómicas populares.25
Demócrito, tradicionalmente, se recuerda como «el filósofo que ríe», por
contraposición a Heráclito, que es recordado como «el filósofo que llora».30
Antigua Roma
Escultura «Saturnalia», por Ernesto Biondi. Jardín Botánico
de Buenos Aires.
A diferencia del
griego clásico, el latín solo contiene una palabra para la risa, «rA«sÅs», de
la que deriva la que actualmente usamos. No obstante, fueron los romanos quienes además añadieron al vocabulario la palabra
«subrA«sÅs» ('risa para los adentros', 'risa secreta'). Según Jacques Le Goff
(1994), probablemente fue en el siglo XII, cuando cambiaron las costumbres y
usos, que la palabra adquirió el actualsignificado de 'sonrisa'.25
Los romanos eran asiduos a espectáculos de derroche pasional. Para horror de de
las personas del siglo XXI, las luchas de gladiadores y el sacrificio de presos
eran, entre otros, espectáculos que producían diversión en las masas; asimismo,
en los festejos romanos más o menos licenciosos, consagrados al dios Saturno en
los saturnales, se subvertían las clases sociales: los esclavos daban órdenes a
sus amos y éstos les servían a la mesa y en las
bacanales los participantes terminaban ebrios y daban rienda suelta a sus
instintos.
Quintiliano, en el siglo I, propuso una diferenciación de la
risa en risa real y risa simulada. Según este
autor, la risa simulada presentaba la característica de que la simulación se
hacía explícita con el objeto de que el interlocutor advirtiese que no se
trataba de una risa real. Actualmente aún vemos ese tipo de risa como respuesta a frases cotidianas, como «encantado de conocerle».19
Cristianismo[editar]
Adán y Eva (1528). Óleo sobre tabla de Lucas Cranach el
Viejo.
San Sebastián.
Obra de Berruguete.
En el Antiguo Testamento aparecen dos palabras para la risa, que probablemente
se correspondan con sendas palabras hebreas, «sakhaq», que significa 'risa
feliz', e «iaag», 'risa burlona'.25 En el lenguaje actual, corresponderían a
«reírse con alguien» y «reírse de alguien».
Es enriquecedor para la comprensión de determinados pasajes
de la Biblia la distinción entre ambas palabras. Por ejemplo, enGénesis
17, en que Dios promete un hijo a Abraham, encontramos
También dijo Dios a Abraham: —Tu esposa Sarai ya no se llamará así. De ahora en adelante se llamará Sara. La bendeciré, y te daré un hijo por medio de ella. Sí, yo
la bendeciré. Y será la madre de muchas naciones, y sus descendientes
serán reyes de pueblos. Abraham se inclinó hasta tocar
el suelo con la frente, y se rió, mientras pensaba: «sAcaso un hombre de cien
años puede ser padre? sY acaso Sara va a tener un hijo a los noventa años .
Génesis 17:15-17
En este caso, la palabra utilizada para la risa es «iaag».25 En Génesis 18 también
puede encontrarse el uso de dicha palabra:
Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara había dejado de tener sus periodos
de menstruación. Por eso Sara no pudo contener la risa, y pensó: «sCómo voy a
tener ese gusto, ahora que mi esposo y yo somos tan viejos .
Pero el Señor dijo a Abraham: —sPor qué se ríe Sara?
sNo cree que puede tener un hijo a pesar de su edad?
sHay acaso algo tan difícil que el Señor no pueda hacerlo? El año próximo
volveré a visitarte, y para entonces Sara tendrá un
hijo. Al escuchar esto, Sara tuvo miedo y quiso negar.
Por eso dijo: —Yo no me estaba riendo. Pero el Señor le contestó: —Yo sé que te reíste.31
Génesis 18:11-15
El asentamiento del
cristianismo modificó la concepción de lo que era oficialmente lícito y lo que
no a todos los niveles de la sociedad. El mundo pasó a ser un
lugar de sufrimiento, y tal forma de afrontar la vida perduródurante varios
siglos.26
El origen de tal severidad probablemente se remonta al Antiguo Testamento. En
él encontramos pasajes que relacionan la risa con la necedad
El tonto se ríe a carcajadas; el sabio, cuando mucho, sonríe suavemente.32
Eclesiástico 21:20
Vale más oír reprensiones de sabios que alabanzas de necios. Las risas del
necio se parecen al crujir de las zarzas en el fuego, y también son vana
ilusión.33
Eclesiastés 7:5-6
S. S. Averintsev trata de descubrir si realmente Jesucristo nunca se rio. En
palabras del
filósofo, «se libera aquel que todavía no está libre». La risa —argumenta—,
desde un punto de vista filosófico, es una liberación.
Por lo tanto, Jesucristo —que según la Biblia poseía la plenitud total de la
libertad antes de su vida terrenal— debía ser solemne en su forma de
comportarse. La investigadora literaria Graciela Cándano Fierro se pregunta «si
Adán se habría reído alguna vez», y concluye que «el rostro de Adán debió de
estar poseído por un gesto de arrobamiento, de alegría extática, característica
—en nuestro mundo de sufrimiento— de los santos o los mártires, tal como el
rostro de Juana de Arco en la hoguera o San Sebastián asaeteado: un gesto entre
el dolor y la risa, expresado principalmente por la boca y los ojos». El pecado
original convirtió a Adán en un ser mortal, y, entre
otras cosas, riente.
Del Medievo a la actualidad[editar]
Imagen de San Benito.
Intérpretes medievales de la zummara o clarinete
doble.Trovadores. Pintura anónima alemana del siglo XIV.
El bufón que ríe. Pintura anónima del siglo XV.
Erasmo de Rotterdam. Pintura del siglo XVI.
Las ideas sobre la interpretación de la risa en las Santas Escrituras fueron
recogidas por clérigos como, entre otros, Efrén de Siria (306-373), quien
escribió en contra de las risas de los monjes. Crisóstomo, según se cuenta,
declaró a su vez que las burlas y la risa no provenían de Dios, sino del
pueblo, y condenó a los arrianistas por haber incorporado al oficio religioso
el canto, la gesticulación y la risa.
La concepción de la vida en la Edad Media, absolutamente dominada por la
Iglesia católica, desde el punto de vista de la cultura oficial se reducía a un
«valle de lágrimas». En las Reglas Monásticas del siglo V, en el capítulo
«Taciturnas», dedicado al silencio, puede leerse
La forma más terrible y obscena de romper el silencio es la risa, si el
silencio es virtud existencial y fundamental de la vida monástica, la risa es
gravísima violación.25
Taciturnas
En el siglo VI, San Benito consideraba la risa como rompedora del silencio y
opuesta a la humildad y caridad cristianas. El Regula Magistri, en el capítulo
sobre el cuerpo humano, dice lo siguiente
Cuando la risa está por estallar hay que prevenir, como sea, que se exprese. O sea que, entre
todas las formas malignas de expresión, la risa es la peor.25
Regula Magistri
Gautier de Chatillon, uno de los poetas más importantes del siglo XII, escribe:26Nostri moris esse
solet,
quando festum turbas olet,
loqui lingua clerici,
ne, si forte quid dicamus,
unde risum moveamus,
cahinnentur laici.
In conventu laicorum
reor esse non decorum
proferre ridicula
ne sermone retundamus
aut exemplo pervertamus
mentes sine macula.26
Gautier de Chatillon
En estos versos, el poeta cuenta que, según los clérigos coetáneos, en las
reuniones populares, la gente —campesinos pobres e ignorantes, en su mayoría—
revelaba sus impulsos y pasiones, creando un clima de risas, de alboroto y
desorden, y que esto trastornaba la mente de los inocentes. Esto
indica que en aquella época lo risible y lo ridículo aún estaban mal vistos.
La risa, desde el punto de vista de la Iglesia, es presentada como algo
impúdico e indecoroso, un pensamiento sobre cómo debían ser las relaciones
humanas a todos los niveles que, en palabras de Cándano Fierro, por severa
rayaba en lo ridículo. Esto, junto con la represión sexual, generó lo que, en
virtud de los textos que nos han llegado, se conoce como «seriedad medieval».
Hugo de San Víctor, director del
centro de estudios del
monasterio homónimo entre 1133 y 1141, concedía al menos que lo divertido y lo
serio juntos «de vez en cuando» deleitaban más. Juan de Salisbury coincidía con
este pensamiento, y en su obra Policraticus afirmaba que para el rey, «sólo
esporádicamente», se admitía una modesta hilaridad, debiendo reservar la mayor
parte del tiempo al cumplimiento de la ley de Dios y los sacerdotes. Eloficio
de bufón se consideraba depravado, y no estaba bien visto el hacerle regalos,
ya que de ese modo se les favorecía.26
La Regla de San Benito aconsejaba la obediencia, el silencio, la humildad, la
seriedad y el trabajo agrícola, artesano y cultural.26
Sin embargo, también existían fiestas en las que el vulgo daba rienda suelta a
todo lo reprimido por la jerarquía del clero y la nobleza. En ellas se producía una orgía de ferias, procesiones,
cortejos, exhibiciones de extravagancias, bailes, burlas y parodias de los
actos oficiales serios. Esto, y la cultura cómica popular, ejemplificada en
obras como El conde Lucanor, permitían a la gente vivir la metarrealidad del
humor, que actualmente conocemos de una forma mucho menos intensa.26
Graciela Cándano opina que, con toda probabilidad, la risa no se limitaba a las
fiestas del pueblo y los actos bufonescos de la corte. La risa aparece en el
ser humano como agente liberador ante las tensiones, y en cualquier
circunstancia existe siempre la posibilidad de que la risa se desate, incluso
—o, quizás mejor, precisamente— en los actos más solemnes y hasta trágicos. Como ejemplo, la autora destaca la existencia de pasajes
en la Biblia que bien pudieron provocar la risa entre los hombres del Medievo, como el siguiente
Pero un joven le seguía, cubierto solo con una sábana. A este lo atraparon,
pero él, soltando la sábana, escapó desnudo.34
Mc 14:51-52
La concepción judeocristiana del humor —o, mejor dicho, del malhumor— continuó
a lo largo de todo el Medievo, e, incluso ya en el siglo XVI, encontramos a
personajes como Francisco de Villalobos que escribía:26
á mi parecer mas cierta propriedad del hombre es el llorar que el reir,
porque lloran en nasciendo, y algunas veces dentro del vientre, y la risa
comunmente no viene hastas los quarenta dias del parto. En las causas naturales
de esta risa no me entremeto agora []35
Francisco de Villalobos
Sin embargo, en 1509, Erasmo de Rotterdam concibió Elogio de la locura. En esta
obra aparece la Locura (entendida como
estulticia) pronunciando un largo sermón en el que se presenta como una divinidad, «el germen y la fuente de
la vida», y argumenta detalladamente que todo lo bueno de la vida depende de
ella y que gracias a ella la vida es tolerable. Además critica a los filósofos
La suya es una deliciosa forma de locura, que les lanza a crear infinitos
mundos y a medir el sol, la luna y las estrellas y el universo como con el dedo y con la guita. [] como si tuviesen acceso a los
secretos de la naturaleza, arquitecto del
mundo, o como si acabaran de bajar del consejo de los
dioses. La naturaleza, en tanto, se ríe a carcajadas de ellos y de sus
conjeturas. Lo cierto es que no saben nada con certeza, y buena prueba de ello
es la interminable contienda entre ellos sobre cualquier tema. No saben nada,
aunque proclamen que lo saben todo.23
Erasmo de Rotterdam, Elogio de la locura
En palabras de Peter Berger, «constituye laconcepción cómica del mundo en el sentido más completo de la
palabra. Es la visión del
mundo al revés, burdamente distorsionado, y precisamente por esto capaz de
revelar mejor que la visión convencional, directa, algunas verdades ocultas».
A pesar de que esta obra posteriormente se consideró como su mayor logro,
no tuvo repercusión en su época. Erasmo se defendió ante los críticos de la
época afirmando que «tan solo era una broma inocente».36
Laurent Joubert, un médico de Montpellier, escribió en 1579 una obra llamada
Traité du ris suivi d'un dialogue sur la cacographie française. En ella proponía una clasificación de la risa en especies y
epítetos. Entre las especies, distinguía entre la risa provocada por lo cómico
y la risa no relacionada con lo risible. A su vez, la risa de origen no cómico
podía ser, entre otras, de locura o delirio, convulsiva o equivocada, derivada
de las cosquillas, o bien relacionada con causas tan inusitadas como una lesión
en el diafragma o la picadura de cierta araña. Por otro lado, los epítetos eran
«las diferencias accidentales observadas en una misma risa», y, según el autor,
eran casi tantos como
los tipos de voz, por lo que no merecía la pena explorar sus diferencias. No
obstante, citaba algunos, como la «risa trémula», la «recatada», la «perruna»,
la «risita», la «parecida al sonido de las gallinas», la «parecida a un
silbido», la «parecida a un ladrido», etc.19
Thomas Hobbes (1588-1679) —y más tarde Immanuel Kant—, en la misma línea
quePlatón y Aristóteles, consideraba a la risa como exuberantemente placentera
a la vez que poderosamente maliciosa, motivo por el que temía sus potenciales
propósitos más oscuros y subversivos.17
En la primera mitad del siglo XVII, Descartes describe la risa en Les Passions
de l'ame («Pasiones del alma»), a la que califica de «fallo fisiológico»
motivado por una aceleración del flujo sanguíneo y desencadenado por el
sobresalto que se produce al encontrar un hecho sorprendente y posiblemente
peligroso, hecho que él denomina «sorpresa admirada».37
El renacer de la risa y lo cómico
Elmira desea poner en evidencia el doble juego amoroso de Tartufo, y esconde a
su marido bajo la mesa para que pueda escuchar a Tartufo haciéndole el amor. Ilustración de 1892 (Carl Hoff y J. Ballin).
Charles Baudelaire en 1855.
Charlie Chaplin.
«Escribí este libro durante las interminables horas
que empleé esperando a que mi mujer acabara de vestirse para salir. Si hubiera andado siempre desnuda, nunca habría tenido la
oportunidad de escribirlo». —Prólogo de Memorias de un
amante sarnoso.38 Groucho Marx.
Dispositivo para erradicar el mal (1997), por Dennis
Oppenheim. Vancouver (Canadá).
En los siglos XVII y XVIII, el interés por lo cómico se
acentuó en toda Europa. Molière publicó sus comedias
en Francia. Tartufo (1664) fue duramente atacada y el
escritor tuvo que defenderse argumentando que «la utilidad de la comedia reside
en que corrige los vicios de loshombres». No obstante, y quizás como
consecuencia de la aparición de la comedia como género teatral, empezó a
extenderse una defensa apasionada de la misma como reacción a la tradición
pagana y cristiana; a lo largo de los siglos XVII y XVIII se observa un aumento
de la relevancia de la perspectiva epistemológica de lo cómico, por encima de
la cuestión moral de su propia utilidad. Según Berger, el espíritu de la
modernidad consiste en la desagregación, el desenmascaramiento, la mirada más
allá de las normas sociales; esto inevitablemente daba lugar a incoherencias, y
la afinidad con la perspectiva cómica parece plausible en este contexto.39
Moses Mendelsohn (Escritos filosóficos, 1761) postulaba que lo que provoca la
risa es el contraste entre la perfección y la imperfección, no sin resaltar que
la percepción de tal contraste es subjetiva.40
Justus Möser (Arlequín o la defensa de lo cómico-grotesco, 1761) consideraba la
risa como una necesidad humana básica.40
Immanuel Kant habló de la risa en el contexto de una teoría estética. Para Kant la risa aparece cuando una tensa expectativa queda
reducida a la nada. A pesar de sus reticencias, Kant no tiene más
remedio que admitir el carácter epistemológico de la risa: además de constituir
un proceso fisiológico y psicológico, implica una percepción diferente de la
realidad.40
Según Arthur Schopenhauer, la risa nace de la incongruencia repentinamente
percibida entre un concepto y el objeto real que por él es pensado.41Jean Paul
(Estética, 1804) criticó la concepción kantiana de lo cómico. Consideraba, a
diferencia del
alemán, que lo cómico también aparecía cuando algo emergía repentinamente de la
nada. En general, subrayaba el caracter incongruente, cuya
utilidad social residía en su capacidad de desenmascaramiento. Coincidía con Mendelsohn en cuanto a la subjetividad, y no estaba
de acuerdo con la concepción epistemológica de la risa. Afirmaba que lo cómico, en última instancia, no tiene otra
finalidad más allá de lo cómico en sí mismo. Jean Paul, además de su labor
como
filósofo, creó obras literarias cómicas.42
Hegel no aportó mucho a la teoría sobre lo cómico. Su enfoque llegaba desde el marco de la estética. Para Hegel, la comedia muestra un mundo sin sustancia y sin finalidad; constituye una
especie de mundo paralelo e ingrávido donde las acciones pueden iniciarse a la
ligera e interrumpirse con la misma ligereza. Distingue entre
lo ridículo (cualquier cosa que haga reír) y lo cómico. Como origen de
lo cómico distingue varios tipos de incongruencia: entre el esfuerzo y el
resultado, entre la capacidad y la ambición y entre las decisiones y los
accidentes externos; lo cómico surge de la contradicción entre el mundo real,
«pesado», y el mundo al que aspira el espíritu humano, «ingrávido».43
Charles Baudelaire expresó claramente la contradicción de la risa en De la
esencia de la risa y en general de lo cómico en las artes plásticas, un ensayo
publicado en 1855:44
Toda vez que—la risa— es esencialmente humana, también es contradictoria, o
sea, que es a la vez una muestra de infinita grandeza y de infinita miseria: de
infinita miseria en comparación con el ser absoluto que existe como idea en la
mente del hombre; de infinita grandeza en comparación con los animales. La risa
procede del
sobresalto permanente que generan estas dos infinitudes.44
Baudelaire
Søren Kierkegaard abordó el estudio de la ironía como
precursora del
conocimiento interior de carácter religioso. Para
él, lo ironía es la fase existencial que precede a la fe,
una especie de «fe de incógnito». Sitúa el origen de
lo cómico en la incongruencia.45
A finales del siglo XIX, Henri Bergson
reconoció la risa como
fundamentalmente social.17 En 1900, publica Le rire («La risa»). Define la risa
como
un fenómeno exclusivamente humano: aunque otros animales pueden manifestar
síntomas parecidos a la risa, solo los seres humanos ríen de verdad. También la
define como
un fenómeno grupal, y por lo tanto con funciones sociales.n. 6 Un aspecto destacable de su pensamiento es que considera que
lo cómico aparece cuando se reprimen otras emociones, como el odio, o la compasión. En sus palabras
Lo cómico exige algo así como una anestesia
momentánea del
corazón. Se dirige a la inteligencia pura y simple.47
Henri Bergson
Este planteamiento es compatible con el de Alfred Schütz, acerca de las
parcelas finitas de significado (véase la sección Perspectiva social).
Es un concepto que, aplicadoa las personas, se resume en lo siguiente
Las actitudes, gestos y movimientos del cuerpo humano resultan risibles en la
medida exacta en que dicho cuerpo nos recuerda meramente a una máquina.48
Henri Bergson
Es decir, en virtud de este pensamiento, nos reímos cuando vemos a una persona
darse un golpe sin pensar en que es una persona. Su tesis afirma que la
incongruencia cómica se produce entre el cuerpo y la mente, o entre la vida y
la materia; la sexualidad es un claro ejemplo del primer caso, ya que
lo meramente físico se entromete en las pretensiones de los roles sociales.
Berger, personalmente, critica este planteamiento ya
que, según él, no cubre todos los posibles tipos de lo cómico. Don Quijote es
para Bergson un referente de la comicidad.48
Para Carl Ritter, lo cómico depende del
mundo vital concreto en el que se produce. Esto explica que, por ejemplo, no
entendamos el humor de la Antigua Grecia, que el humor británico sea diferente
del chino, o que el humor entre físicos no sea inteligible para un campesino.
No obstante, este planteamiento no contradice el
postulado universal de incongruencia: siempre es posible encontrar la esencia
de lo cómico más allá de lenguas o formas de pensar. Al final de su ensayo,
Ritter asimila el humor a una forma de juego, que se vuelve serio, peligroso,
de hecho, al convertirse en una forma de filosofía que muestra los límites de
la razón frente a la inmensidad de la realidad.49
Sigmund Freud sugiere que la risaposiblemente posea un efecto catártico
liberador de la energía nerviosa reprimida. Más adelante pasaría de centrarse
en la risa en sí misma a dirigir su atención a los epifenómenos asociados del
humor, la personalidad, la socialidad y la cognición. No obstante, ninguno de
los teorizadores de la risa anteriores a finales del siglo XX disponía de una
base empírica que soportase sus suposiciones.17
En 1950, Francis Jeanson propone un enfoque fenomenológico y existencial de la
risa.49
En 1955, Marie C. Swabey rechaza la idea de que la risa sea una mera expresión
emocional, y resalta el carácter cognoscitivo de lo cómico, es decir, su
capacidad para ayudar a la comprensión de las cosas. Distingue entre risa
cómica y los demás tipos de risa, y sitúa el sinsentido como comicidad no
cognoscitiva, a diferencia de la ironía, la sátira, el ingenio y el humor; de
estas expresiones, probablemente las más complejas son las que están basadas en
el lenguaje y las que están deliberadamente dirigidas a esclarecer la realidad.
Admite la existencia de la incongruencia más allá de toda subjetividad, y sitúa
dicha objetividad en la diferencia entre el impulso humano de ordenar la
realidad y algo que queda fuera del orden general de las cosas. La
intuición cómica de ese orden de cosas está más allá
de las funciones sociales de lo cómico, y dentro de dicha intuición la vida
humana puede adquirir sentido. Rechaza que la experiencia cómica esté
exclusivamente encaminada a la búsqueda del placer.50Helmuth Plessner aborda la
comicidad desde el punto de vista de la antropología filosófica: un enfoque
entre la filosofía y la biología.51
Peter Berger, tras hacer un repaso a los principales pensadores que han tratado
el tema de la risa y lo cómico desde la Antigua Grecia hasta su actualidad,
sentencia en el libro Risa redentora (1997) que la incongruencia desvela una
verdad central sobre la condición humana: que «el hombre se encuentra en un
estado de discrepancia cómica con respecto al orden del universo».
Llegados a este punto, spor qué Sara logró enfadar a
Dios con su risa? Más de treinta siglos después de Abraham y de veintidós
siglos después de Aristóteles, Umberto Eco escribió su novela El nombre de la rosa (1980). Hacia el final de la obra, una conversación
entre Guillermo de Baskerville y Jorge de Burgos, el monje, arroja una visión
muy particular sobre la influencia que, dentro de la propia ficción de la
novela, las ideas de Aristóteles sobre la risa contenidas en su —hipotético—
segundo libro de la Poética podrían acarrear sobre el temor a Dios del
cristianismo
—Hay muchos otros libros que hablan de la comedia, y también muchos otros que
contienen el elogio de la risa. sPor qué éste te
infundía tanto miedo? —Porque era del Filósofo. Cada
libro escrito por ese hombre ha destruido una parte del saber que la
cristiandad había acumulado a lo largo de los siglos. Antes mirábamos el cielo,
otorgando sólo una mirada de disgusto al barro de la materia; ahoramiramos la tierra,
y sólo creemos en el cielo por el testimonio de la tierra. Cada palabra del Filósofo, por la que ya juran hasta los santos
y los pontífices, ha trastocado la imagen del mundo. Pero aún no
había llegado a trastocar la imagen de Dios. Si este
libro llegara si hubiese llegado a ser objeto de pública interpretación,
habríamos dado ese último paso. —Pero, spor qué temes tanto a este discurso sobre la risa? No eliminas la risa eliminando este libro. —No, sin duda. La risa es la debilidad, la
corrupción, la insipidez de nuestra carne. Es la distracción del campesino, la licencia del borracho. Incluso la Iglesia, en su
sabiduría, ha permitido el momento de la fiesta, del carnaval, de la
feria, esa polución diurna que permite descargar los humores y evita que se
ceda a otros deseos y a otras ambiciones Pero de esta
manera la risa sigue siendo algo inferior, amparo de los simples, misterio
vaciado de sacralidad para la plebe. Ya lo decía el apóstol: en vez de
arder, casaos. En vez de rebelaros contra el orden querido por Dios, reíd y
divertíos con vuestras inmundas parodias del orden al final de la
comida, después de haber vaciado las jarras y botellas. Elegid al rey de los
tontos, perdeos en la liturgia del asno y del cerdo, jugad a representar
vuestras saturnales cabeza abajo pero aquí, aquí —y Jorge golpeaba la mesa
con el dedo, cerca del libro que Guillermo había estado hojeando—, aquí se
invierte la función de la risa, se la eleva a arte, se leabren las puertas del
mundo de los doctos, se la convierte en objeto de filosofía, y pérfida
teología. La risa libera al aldeano del miedo al diablo, porque en la
fiesta de los tontos también el diablo parece pobre y tonto, y, por tanto,
controlable. Cuando ríe el aldeano se siente amo porque ha invertido las
relaciones de dominación la risa sería el nuevo arte capaz de aniquilar el
miedo Y este libro, que presenta como milagrosa medicina a la comedia, a la
sátira y al mimo, afirmando que pueden producir la purificación de las pasiones
a través de la representación del defecto, del vicio, de la debilidad,
induciría a los falsos sabios a tratar de redimir (diabólica inversión) lo alto
a través de la aceptación de lo bajo.
Umberto Eco, El nombre de la rosa
La historia —y finalmente la ciencia— nos ha demostrado que la risa, ya sea de
origen maléfico o benigno, es inherente al ser humano, al tiempo que una
necesidad. Valga este ejemplo contemporáneo de la inevitabilidad de la risa, en
el que Erik Hartmann y otros actores flamencos representan una situación que,
si fuese real, resultaría, para quienes no reparen en el verdadero
funcionamiento del mecanismo de la risa, algo cruelmente tragicómico.n. 7
La risa y la historia oral[editar]
A pesar de que la socióloga Gail Jefferson (1985) demostraba que la risa es un
recurso interactivo, una actividad insustituible por la mera mención de su
ocurrencia, la risa siempre ha aparecido en todos los relatos de
historiadoresorales como un elemento no léxico y accesorio, señala Kate Moore,
profesora de la Universidad de Helsinki.
Puede ser ilustrativo su estudio, realizado sobre entrevistas de historia oral
hechas a inmigrantes llegados a Estados Unidos entre
1915 y 1940. En los casos estudiados, los entrevistados reían para expresar
dificultad en
Su memoria. Markku Haakana (1999) llama a este tipo de
risa «mecanismo de normalización», y sirve para hacer ver que realmente se es
consciente del
problema que representa el olvido. Solía aparecer cuando lo
que se olvidaba era realmente importante. Ejemplo ficticio: sRecuerdas a tus padres? —La verdad es que yo era muy pequeña, y apenas
me acuerdo [risa].
Sus recuerdos dolorosos, tras contar problemas, como una especie de
desahogo. Solía ocurrir más cuando los recuerdos eran más dolorosos, y
demuestra la capacidad de hablar de dichos recuerdos, así como de mostrar los
sentimientos asociados, a un desconocido. Ejemplo ficticio: sCómo fue su vida durante esos años? —Pues fíjese, mi marido murió, perdí mi
casa, sufrí una neumonía porque tenía que vivir en la calle y mi familia no
sabía dónde estaba. Como se puede imaginar, no fue una vida fácil [risa].
Las preguntas planteadas. Se producía cuando el
entrevistado percibía la pregunta como absurda o ridícula. Ejemplo
ficticio: Entonces le gustaría volver con su familia Risa]
Por supuesto; son lo que más quiero en este mundo.
Contradicciones ante los estereotipos de género percibidos. Larisa aparecía, de modo análogo al caso de pérdida de memoria, para
hacer ver que se sabía que lo que se estaba diciendo era una contradicción.
Ejemplo ficticio: —Mi madre era la que llevaba las riendas de la casa [risa].
Phillip Glenn, profesor de estudios de la comunicación en el Emerson College
(2003), apunta que «la risa resulta especialmente útil además en situaciones de
bochorno, incomodidad o ansiedad».6
En general, Moore
distingue tres tipos de situaciones
a) Risa unilateral: el entrevistado se ríe solo, casi siempre cuando le toca
hablar.
b) Risa compartida: el entrevistado ríe invitando a reír al entrevistador.
c) Risa del entrevistador, como respuesta a algo que dice el
entrevistado. Por cuestiones de profesionalidad, suele ser cuidadoso en cuanto
a de qué se ríe y se reprime cuando lo cree
conveniente.
La autora concluye que la risa no humorística podría servir en las
transcripciones de historia oral para enfatizar la seriedad que representan
determinadas declaraciones para el hablante. No sin dejar de aprovechar para
utilizar el humor dentro de su —serio— estudio
Quizás, teniendo en cuenta estos experimentos, ha llegado el momento de que el
historiador oral se tome la risa en serio.6
Kate Moore
Notas
Ir a Pero, sde qué se
ríen los simios? Los humanos nos reímos cuando algo es
gracioso, o cuando sentimos mucho agrado por alguien o algo. Los investigadores encontraron que en los orangutanes ocurre algo
muy similar. «Los animalesproducen estas expresiones
cuando están en una situación positiva, por ejemplo cuando están jugando, lo
cual revela que el contexto social también es muy importante para ellos», dice
la psicóloga Marina Davila-Ross, de la Universidad de Portsmouth.5 «Y vimos que
esta conducta de mimetismo ocurre más a menudo entre orangutanes jóvenes y
adolescentes que entre los infantes», agrega. «Pero lo que está claro
—dice la autora— es que los componentes de las emociones positivas y empatía
que conducen a movimientos faciales involuntarios en el ser humano, se
desarrollaron antes de que surgiera la especie humana». Más
información en «Los monos “inventaron” la risa».
Ir a Óigase la risa de un chimpancé.
Ir a Vídeo de un gorila con cosquillas.
Ir a En este sentido,
psicólogos de la Universidad de Middlesex realizaron un experimento sobre 20
varones y 20 mujeres que escucharon una comedia radiofónica con y sin «risas
enlatadas». Sus rostros fueron filmados en vídeo y se
anotaron sus reacciones. Las conclusiones fueron que las carcajadas de
fondo influían notablemente, de tal modo que, con
ellas, la grabación se percibía como
mucho más divertida que sin ellas (The Journal of Social Psychology 1996; 136:
221-231).
Ir a ↑ Hay
estudios adicionales que avalan la veracidad de esta teoría. Psicólogos
de la Universidad de Nevada
realizaron un estudio sobre 162 voluntarios que fueron
filmados para registrar sus expresiones faciales mientras veían una película
cómica. Se estudiaron en 3condiciones: solos, acompañados por una persona
desconocida del mismo
sexo, y acompañados de un amigo, también del
mismo sexo. Los resultados mostraron que, a pesar de que su valoración de la
comicidad de la película y de su diversión fuera la misma, la frecuencia y
duración de la risa fue significativamente mayores cuando los individuos
estaban acompañados. En opinión de los autores, es una
demostración de que la risa y la sociabilidad están emparentadas (Journal of
General Psychology 2001; 128: 227-240).
Ir a Peter Berger, en su
libro Risa redentora (1997), declara no estar de acuerdo con el pensamiento de
Bergson acerca del
carácter social de la risa. En sus propias palabras: «esto es discutible, sin
duda también existe la diversión solitaria». Obviamente, aún no se habían
publicado trabajos como
el de Robert Provine. Incluso en la risa en soledad, siempre
existe un elemento humano —o, al menos, de un ser vivo animado— directa o
indirectamente relacionado con el suceso desencadenante. Por ejemplo, un
plátano no nos produce risa, pero sí nos la producirá cuando una persona lo
pise y se resbale; una persona viendo un paisaje por la televisión no se reirá,
pero sí lo hará si lo que aparece es otra persona contando un chiste; una
persona con la mente en blanco difícilmente se reirá de cualquier cosa:
únicamente cuando su mente empiece a funcionar, y por lo tanto, a relacionar
sus percepciones con el entramado sociocultural en el que está inmersa,
aparecerá la risa.