El Año Internacional de la Mujer en
España: 1975
Elena DÍAZ SILVA
(Doctoranda en el Departamento de Historia Contemporanea de la
Universidad Autónoma de Madrid) elena.diazs@estudiante.uam.es Recibido:
11 diciembre 2008 Aceptado: 22 marzo 2008
RESUMEN Este trabajo tiene por objeto analizar la celebración del
Año Internacional de la Mujer, tomando como referencia a la
Sección Femenina de la Falange que fue la encargada, por el gobierno, de
organizar este evento en España, relacionandolo con el resurgir
del movimiento feminista en la década de los 70. Este trabajo
también pone de relieve el cambio en el discurso de género de la
Sección Femenina en vísperas de la muerte de Franco, un
maquillado discurso que tenía como eje central la defensa de la
incorporación de la mujer a la vida pública en todos sus
ambitos, con el objetivo de recuperar la influencia perdida y de sobrevivir
al franquismo. Palabras clave: El Año Internacional de la Mujer.
Naciones Unidas. La Sección Femenina. Dictadura.
Oposición. Mujeres. Feminismo. Represión.
The International Women’s Year in Spain: 1975
ABSTRACT The aim of this project is to analyze the celebration of The International
Women’s Year, taking as a reference the feminine section of the Falange
that had taken charge of this event in Spain and it was connected with the
feminist movement on the 70s. This project also shows signs of the changes of
the gender speech of the feminine section before Franco´s death, that had as a main point the defense of
theincorporation of women to the public life in all areas. The objective was to
retake the lost influence and to survive to the Franco´s regime.
Keywords: The International Women’s Year. United
Nations. The feminine Section of
“Falange”. Dictatorship. Resistance. Women. Feminism. Repression. Sumario: 1.
Introducción. 2. Antecedentes: El Congreso Internacional de la Mujer
organizado por la Sección Femenina: Madrid, 1970. 3. La Sección Femenina
y el Año Internacional de la Mujer: Renovarse o morir. 4. La
situación de la mujer en España. 5. Las actividades realizadas
con motivo del
Año Internacional de la Mujer en España. 6. La prensa y el
1. Introducción El Año Internacional de la Mujer1 es un acontecimiento que hoy día pocos recuerdan2. Otros
hechos eclipsan a éste, sobre todo el de la
muerte de Franco que marca el inicio de uno de los periodos mas
importante en la historia de España: la Transición. Es por ello
que el Año Internacional de la Mujer ha permanecido practicamente
silenciado en la historia que describe los últimos años de la
dictadura y los acontecimientos que marcaron la Transición, a pesar de
la proliferación de investigaciones que tienen a la mujer y al feminismo
como sujeto de estudio3. Este acontecimiento, sin embargo, puede ydebe
enmarcarse dentro de toda una serie de hechos que marcaron este
cambio irreversible, y que protagonizaron también las mujeres
españolas. Los últimos años de la Sección Femenina
forman parte, igualmente, de este olvido
historiografico. Esta ausencia4, derivada del escaso interés de
los historiadores por el devenir de una institución formada por mujeres
representantes del falangismo, cuya suerte se subordinó a la del
Movimiento, y a la que se negó toda autonomía, evolución
propia, e incluso su responsabilidad en la imposición de esa
ideología única, decimonónica, nacional-católica,
que hizo del periodo que comprende de 1939 a 1975, uno de los periodos
mas onerosos de la historia de España. El tema central de este
artículo es el de rescatar del olvido este último intento de la
Sección Femenina de sobrevivir a la muerte de Franco y a la
desaparición de la dictadura, llevando a cabo la
instrumentalización del denominado “problema de la mujer”,
que era sinónimo de discriminación, de desigualdad, y de falta
dederechos en Europa, y organizando el Año Internacional de la Mujer en
España con el objetivo de cambiar algo para que no cambiase nada. La
mujer y su situación en el mundo llevaban siendo desde hacía
años, objeto de estudio de las organizaciones internacionales, entre ellas, Naciones Unidas. La década de los setenta vive
el resurgir mundial del último asociacionismo
femenino, previo a la inclusión de las políticas de igualdad en
la mayoría de los gobiernos democraticos. Por eso, no se explica
cómo es posible que las representantes españolas de la
Comisión de Condición Jurídica y Social de la Mujer,
fuesen mujeres de la Sección Femenina, a pesar de que su influencia
entre las mujeres y sobre todo entre las jóvenes y su credibilidad, el
discurso repetido y sobado de la abnegación y del sometimiento al
hombre, que había patrocinado la Sección Femenina y el
régimen y que había condenado a la mujer al ostracismo
encerrandola en las cuatro paredes de una casa, fueran ambas nulas. 2.
Antecedentes: El Congreso Internacional de la Mujer organizado por la
Sección Femenina: Madrid, 1970 En 1970 la Sección Femenina
organizó un congreso internacional con el objetivo de estudiar la
situación de la mujer en España tratando de definir su nuevo
papel en el seno de la sociedad. La “problematica de la
mujer” abarcaba aspectos de muy diferentes ambitos como el
educativo, laboral, social, económico y político, y trataba de
conciliar el aferrado tradicionalismo español impuesto, con la
progresiva incorporación de la mujer atodos los ambitos de la
vida pública, objetivo que se convirtió en el eje del renovado
discurso de género de la Sección Femenina, que asumía o
parecía asumir algunos de los cambios sociales que se habían
producido en la España de los sesenta, que se acentuarían durante
los setenta, y que tendra su primera expresión practica
durante este congreso. El régimen llevó a cabo también una
actualización de su discurso en estos años apoyando a la
Sección Femenina en sus iniciativas, alabando su gestión, y
convirtiéndola de la noche a la mañana en el adalid del cambio y
de la lucha por la igualdad de sexos en España, con el objetivo
político de dotar de mayor credibilidad al cambio o evolución en
la dictadura. Por varios motivos, que van desde problemas presupuestarios a las
condiciones creadas por el Estado de Excepción impuesto en 1969, el
Congreso que se había anunciado en 1967, se retrasó unos
años, y finalmente se celebró en Madrid entre el 7 y el 14 de
junio de 19705. La presidencia honorífica del Congreso se le
otorgó a Carmen Polo y la presidencia “efectiva”
recayó sobre Pilar Primo de Rivera, a la que su completa
dedicación a la Sección Femenina le valió muchos halagos
en la ceremonia inaugural celebrada en el Palacio de Congresos y Exposiciones
de Madrid.
Por haber llevado, según el Ministro
Secretario General del Movimiento, Torcuato Fernandez Miranda,
“unavida dedicada a la lealtad, al sacrificio y a la mujer”6, las
alabanzas a Pilar Primo de Rivera, sin embargo, parecían agradecimientos
a una labor que tenía los días contados. Al congreso asistieron,
según fuentes de la Sección Femenina y según la prensa,
mas de 900 personas representantes de hasta 44 países7, aunque
hay que señalar que la gran mayoría de los asistentes
acudió a título individual y no como parte integrante de una
delegación oficial8. La actitud de las mujeres españolas con
respecto a este acontecimiento fue variada, desde la hostilidad y la
oposición de algunas, que se atrevieron a criticar públicamente
el Congreso, publicando cartas de protesta, la mayoría de ellas
anónimas, en los periódicos progresistas y críticos con el
régimen9, a la colaboración de varias mujeres españolas
que o bien tenían conexión con el movimiento feminista, o bien
formaban parte de él, como presidentas y fundadoras de colectivos y
asociaciones de mujeres que tuvieron un especial protagonismo durante la
década de los setenta. Entre otras: María Telo perteneciente a la
Federation Internationale des Femmes des Carrières Juridiques,
fundadora, con posterioridad, de la Asociación Española de
Mujeres Juristas, Mª Angeles Duran, socióloga y
profesora de la Universidad de Madrid, María Moliner y María del
Campo Alange (María Laffitte), escritora y fundadora del Seminario de
Estudios Sociológicos de la Mujer (SESM)10, que junto con las
Asociaciones de Amas de casa, participaron en los grupos de trabajo creados
parael estudio de la situación de la mujer española, y en ocasiones
tuvieron que lidiar con las opiniones retrógradas de algunos
“especialistas en los temas de la mujer” que participaron como
ponentes en el Congreso. Tuvieron que luchar también
contra las mujeres de la Sección Femenina que establecieron los temas de
los que se podía hablar y de los que no. Las declaraciones de
Mary Salas, miembro destacado del Seminario de Estudios Sociológicos de
la Mujer, en una entrevista realizada años después por la
historiadora italiana Giulia Gadaleta, a cerca de las dificultades para
expresarse libremente en el Congreso, son bastante representativas:
Dudabamos mucho si participar o no, y al final participamos, en forma
individual, nos reunimos en diferentes seminarios y tuvimos como un grupo de
presión. Yo estuve en educación y fue una pelea tonta. Se quería introducir la coeducación y al final
entró educación para niños y niñas, mixta, porque
la palabra coeducación no se podía decir entonces. Cada
una en su seminario y grupo de trabajo todas tuvieron sus encontronazos en el
debate, pero claro allí había gente de otros países y no
tenían [la organización del Congreso, es
decir, la Sección Femenina] mas remedio que hacer una cierta
tolerancia hacia grupos discrepantes 11.
En los grupos de trabajo establecidos apenas hubo alusiones a temas como al
aborto, el divorcio y los anticonceptivos, a pesar de que se trataban
cuestiones muy importantes si el objetivo era el deevaluar la situación
de la mujer española de forma objetiva. El aborto, se declaró
inmoral y “atentatorio contra la vida humana”12, y ni siquiera se ofreció la posibilidad de debatirlo.
Así mismo, se planteó la profesionalización del trabajo doméstico y
la revitalización del Servicio Social,
que fue expuesto ante las extranjeras como
la mejor forma de incorporar a las mujeres a la sociedad. La Sección
Femenina, creadora y defensora a ultranza del Servicio Social, se propuso por
esos años su reforma actualizando la parte formativa, teniendo en cuenta
que la formación en puericultura, cocina y demas materias
consideradas tradicionalmente y exclusivamente femeninas, no apoyaban su
discurso, que tenía como eje central la incorporación de la mujer
en la vida pública. Por otro lado, me gustaría señalar el
protagonismo y la participación de las mujeres como parte
integrante de los grupos de oposición a la dictadura durante este
periodo. Un movimiento político y clandestino,
bastante peligroso que suponía, para el régimen, un “ataque
subversivo al mundo femenino” ya que a través de publicaciones,
pretendía directa o indirectamente infiltrarse entre las mujeres.13
Es imprescindible referir la celebración
de este peculiar Congreso Internacional de la Mujer celebrado en España
como un antecedente a la conmemoración del Año Internacional de
la Mujer en España porque, en primer lugar, ambos acontecimientos fueron
organizados oficialmente por la Sección Femenina, y porque, en segundo
lugar, y como veremos, este congreso sirvió de modelo a la
Sección Femenina para organizar el Año Internacional de la Mujer
en España. La creación de las comisiones de trabajo que
estudiaron la situación de la mujer en los diferentes ambitos, la
participación y colaboración de ciertas asociaciones de mujeres,
e incluso las críticas y la oposición, se reproducen, aunque a
mayor escala en 1975. Las posibilidades de desarrollo y de cambio real de la
situación de las mujeres españolas, fueron también, como
veremos, las mismas, limitadas a unos cambios formales que dejaban intactos la
estructura de una sociedad machista fabricada a imagen y semejanza del
régimen franquista. 3. La Sección Femenina y el Año
Internacional de la Mujer: Renovarse o morir La Sección Femenina se
planteó la conmemoración y la organización del
AñoInternacional de la Mujer en España como un medio para
mostrarse de cara a la sociedad española e internacional como una
institución renovada, que luchaba por la integración de la mujer
en la sociedad, con la firme intención de sobrevivir a la
desaparición de la dictadura pese a haber perdido la influencia sobre
gran parte de la población femenina española. Es entonces cuando
la Sección Femenina anuncia un cambio de rumbo en su política
advirtiendo una posible reforma o renovación de las bases
ideológicas que habían sustentado 40 años de
discriminación y desigualdad en nuestro país. La veterana Pilar
Primo de Rivera anunció a sus compañeras, por medio de una
circular, los cambios que se avecinaban con la muerte del dictador, exponiendo
la postura de la Sección Femenina ante este hecho inevitable, que queda
reflejada en esta frase: “Hay que hacer algunos reajustes de
organización y prescindir de algunas posturas, porque cuarenta
años no pasan en balde en la historia de los pueblos […]”.14
Cuando Naciones Unidas anunció la convocatoria del Año
Internacional de la Mujer en 1972, la Sección Femenina puso en marcha
una campaña política con el objetivo de que el gobierno le
nombrase órgano coordinador de las actividades que se realizasen en
España con motivo de esta conmemoración. El decreto 950/1974 de
la Presidencia del Gobierno15, asumió los compromisos adquiridos con
Naciones Unidas y se sumó a la conmemoración del Año
Internacional de la Mujer, afirmando, no obstante, que la legislación
vigente ya establecía la igualdad entre los españoles “sin
preferencias de clases ni acepción de personas”, y designando
oficialmente a la Sección Femenina como encargada de su
organización. La presidencia del Gobierno argumentó que
sólo la Sección Femenina contaba con suficiente experiencia en
“la formación, promoción e integración
política y social de la mujer española” para llevar a cabo
este cometido, obviando aquel primer discurso de Pilar Primo de Rivera como
Delegada Nacional de la Sección Femenina en 1938, en el que calificaba a
las mujeres como “verdaderos complementos del hombre” 16, y en el
que instaba a éstas a abandonar todo tipo de actividad política y
pública, en pro de asumir su rol como mujeres aceptandocon
abnegación su única función para con la sociedad: la
formación de una familia cuanto mas numerosa mejor. Como no
podía ser de otra forma, Pilar Primo de Rivera fue elegida como
presidenta de la Comisión Nacional, constituida bajo la presidencia del
gobierno, la cual tenía como objetivo (establecido por la
Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer),
el de “examinar, evaluar y recomendar medidas y prioridades para lograr
la igualdad entre los hombres y las mujeres y la plena integración de
las mujeres en todos los sectores de la vida nacional”. Ademas de
la presidencia, la Comisión estaba compuesta por un representante de
cada ministerio (Presidencia del Gobierno, Asuntos Exteriores, Justicia,
Gobernación, Educación y Ciencia, Trabajo, Información y
Turismo, Planificación del desarrollo, un representante de la
Organización Sindical, el Delegado Nacional de la Juventud, el Delegado
Nacional del la Familia y el Delegado Nacional de Cultura) y 10 mujeres
designadas a dedo por Pilar Primo de Rivera, y escogidas “entre personas
de especial significación o representatividad en el mundo
femenino”, que fueron las siguientes: Mª Angeles
Duran, socióloga; Mercedes Fórmica, abogada; María
Dolores de Asís Garrote, directora de la revista Critica; Ana
María Carbonaro, periodista; Pilar Careaga de Lequerica, Alcaldesa del
Ayuntamiento de Bilbao; Pilar Díaz Plaja como Presidenta de la Asociación
de Mujeres Empresarias; Isabel Martín como vocal nacional del Sindicato
de Transportes; Pilar Nervión comosubdirectora del diario Pueblo;
Mónica Plaza de Prado como Procuradora en Cortes, Consejera Nacional y
directora del Departamento de Promoción de la Delegación Nacional
de la Sección Femenina; y por último, Purificación
Sedeño, empleada de la compañía telefónica de
España.17 La necesidad de la progresiva integración de la mujer
en la vida comunitaria, se convirtió en el lema del régimen
durante ese año, y en el elemento central de su discurso con respecto a
la mujer y a la función de ésta en la sociedad. Un discurso
actualizado, que trataba de ir en concordancia con el aperturismo del gobierno
tecnócrata, y que iba acompañado de una serie de leyes que, o
bien reformaron, o bien eliminaron varios artículos de los
Códigos Civil, Penal y de Comercio, que incapacitaban a la mujer
española para ejercer ciertos derechos y deberes que habían
establecido unos códigos decimonónicos que en la mayoría
delos casos equiparaban la condición femenina con la incapacidad. La
última de esta serie de leyes, se votó en las Cortes
Españolas durante la celebración del Año Internacional
de la Mujer. La ley 14/1975 de 2 de mayo, sobre la reforma de determinados
artículos del Código Civil y del Código de Comercio sobre
la situación jurídica de la mujer casada y los derechos y deberes
de los cónyuges18, entre otras cosas, ponía punto y final a la
licencia marital, que era algo mas que un engorroso tramite
administrativo que obligaba a la mujer a solicitar la autorización del
marido para llevar a cabo determinados actos. La licencia marital, que
había sido establecida por el Código Civil de inspiración
napoleónica que databa de 1889, era el símbolo de la
opresión y de la institucionalización de la subordinación
y del sometimiento de la mujer al hombre. Precisamente por eso, por su origen
decimonónico, se integraba a la perfección en la ideología
nacional-católica del régimen, motivo por el cual, la
mayoría de las discriminaciones y desigualdades que establecían
sus artículos como medidas de protección a la mujer, se
mantuvieron durante gran parte de la dictadura, a pesar del lavado de cara que
llevó a cabo el gobierno en los últimos años del
franquismo. La necesidad de mostrarse de cara a la sociedad y al exterior, como
un régimen que evolucionaba y que se adaptaba a los tiempos condujo a la
instrumentalización de la “problematica de la mujer”,
que se convertiría en un objetivo político a partir de esa fecha.
LaLey 14/1975 modificó, así mismo, varios artículos del
Código Civil relativos a la nacionalidad, a la capacidad jurídica
de la mujer casada y al régimen económico-matrimonial, por ello,
también fue necesaria la modificación de determinados
artículos del Código de Comercio, que debían adaptarse a
las modificaciones realizadas en torno al régimen de bienes
matrimoniales y a la capacidad jurídica de la mujer casada.
Este discurso “renovado” se estrenó públicamente
durante la celebración de la ceremonia inaugural del Año Internacional
de la Mujer, ceremonia presidida por Carmen Polo, la Princesa Doña
Sofía, el Presidente del Gobierno Arias Navarro, el Presidente de las
Cortes Alejandro Rodríguez de Valcarcel y Pilar Primo de Rivera.
El acto contó con varias intervenciones, entre las que quiero destacar
las de los miembros delgobierno, que se deshicieron en alabanzas a la labor de
la Sección Femenina a la que de nuevo se calificaba de
“paladín del principio de igualdad de derechos de la mujer”
19. Según Arias Navarro, la solución a los problemas planteados
por esta nueva sociedad, “en rapida transformación”
en referencia a la situación de la mujer española, había
que buscarla, en “lo genuino y aprovechable del feminismo
español”, y no en ejemplos extraídos de la experiencia extranjera:
“comunidades de tradiciones bien diferenciadas a la nuestra o que se
encuentran en estado de desarrollo muy distinto”. Suponemos que “lo
genuino y aprovechable del feminismo español”, lo identificaba
Arias Navarro con la nueva faceta de la Sección Femenina, a la que se
podía calificar de muchas cosas menos de feminista, pero también
con la labor de varias mujeres que bien a título individual (Mercedes
Fórmica y Mª Angeles Duran) o bien representando a
una colectividad (Juristas, Empresarias y Amas de Casa), hicieron un gran
esfuerzo, digno de ser considerado hoy en día, colaborando, en cierta
forma, con la Sección Femenina durante el Año Internacional de la
Mujer (y como hemos visto anteriormente durante el Congreso Internacional de la
Mujer en 1970) con el objetivo de intentar mejorar la situación de las
mujeres españolas aprovechando las escasas posibilidades de cambio que
ofrecía el régimen a este respecto. 4. El estudio sobre la
situación de la mujer española Uno de los principales cometidos
de la Comisión Nacional, era el de examinar yevaluar los progresos
realizados en España en lo que se refiere a la eliminación de la
discriminación sexual a través del estudio de la situación
de la mujer española, tarea que se llevó a cabo mediante la
recopilación de datos “estadísticos y legales” que
aportaron esa información, por provincias y en diferentes
ambitos: familiar, social, laboral, educativo y cultural. El resultado
fue debatido en las ocho comisiones de trabajo establecidas, cada una de las
cuales contaba con un presidente que a su vez ostentaba algún cargo
político de importancia, y que fueron las siguientes: “El
Año Internacional de la Mujer en las Naciones Unidas y en las
organizaciones internacionales”; “Analisis de la
situación de la mujer inadaptada y marginada”; “La mujer y
el bienestar social”; “La mujer y el trabajo”; “La
mujer en la educación y en la cultura”; “La mujer en el
desarrollo económico-social”; “La mujer y la familia”
y “La mujer en la comunidad cívico-social y
política”. El estudio realizado y las conclusiones de estasocho
comisiones, fueron publicadas en dos libros titulados “La
situación de la mujer en España”20 y “Memoria del
Año Internacional de la Mujer”21, sitos ambos tanto en el Archivo
General de la Administración como en la Biblioteca Nacional. El segundo
de los libros, incluye las conclusiones a las que llegaron las diferentes
comisiones, entre las que quiero destacar, en primer lugar, aquellas que hacen
referencia a la homosexualidad, el aborto, los anticonceptivos y el divorcio,
para conocer cual era la posición del régimen ante estos
temas tan polémicos, practicamente tabúes, que muy a su
pesar estaban siendo objeto de debate en la sociedad española y por
tratarse, ademas, de las principales reivindicaciones del movimiento
feminista en España. Algunas de las conclusiones son bastantes
sorprendentes ya que, en la mayoría de los casos, reflejan la
opinión del
sector mas inmovilista y retrógrado de la sociedad. El grupo de
trabajo que analizaba a la mujer marginada e inadaptada, saco en el que el régimen
había metido a prostitutas, lesbianas y madres solteras, y que
presidía el Director de Instituciones Penitenciarias, Gustavo Lescure,
concluyó en torno al “desarrollo impropio” que había
tenido el lesbianismo en los últimos años, consecuencia,
según este grupo de trabajo, de una serie de factores que habían
provocado no sólo su incremento sino también su aparición,
señalando como principales causas: las “taras físicas o
congénitas”, los “traumas afectivos y deseos
insatisfechos”, determinadascircunstancias familiares que no
habían podido impedir el “contagio y mimetismo”, y una serie
de circunstancias sociales tales como:
“[…] la falta de relación con el varón como
consecuencia de una educación excesivamente rígida, la existencia
de instituciones que por su propio caracter eliminan esta relaciones:
prisiones, hospitales, psiquiatricos, comunidades religiosa etc…,
los medios de comunicación, el turismo, el alcohol, las drogas y el
deseo de búsqueda de nuevas sensaciones, la prostitución, y el
vicio”.22
La identificación de lafalta de relación con el varón como
una de las causas del lesbianismo, se puede interpretar como el reconocimiento
de que, en definitiva, la educación segregada por sexos había
sido contraproducente y había originado, paradójicamente, la extensión
de la homosexualidad. Es sorprendente comprobar cómo la
separación de niños y niñas en las aulas, pasa de ser
considerada una medida de moralidad, a una de las causas sociales del incremento del lesbianismo. Por otro
lado, la inclusión de las instituciones religiosas entre los centros susceptibles
de formar homosexuales y lesbianas resulta igualmente paradójica.
Para atajar el lesbianismo, considerado como una patología, el informe
proponía medidas de caracter médico como
“diagnósticos precoces y tratamientos médicos y
psicoterapéuticos que [corrigiesen] los posibles defectos
somaticos”23 y la puesta en practica de la educación
sexual, que por otro lado, no sería una realidad en nuestro país,
hasta mucho tiempo después. Las medidas sociales se centraban en el
fomento de la normal convivencia entre los sexos, y las de caracter
legal en la aplicación de las medidas de seguridad establecidas en la
Ley de peligrosidad y rehabilitación social y aquélla que da
origen a la creación del
Patronato de Protección a la Mujer24. Las “desviaciones” eran
duramente reprimidas por la primera de estas leyes, la Ley de peligrosidad y
rehabilitación social, que declaraba en “estado peligroso” a
aquellas personas mayores de 16 años que cometieran actos de
homosexualidad (artículo2). Las medidas de seguridad que planteaba la
ley comprendían el “internamiento en un establecimiento de
reeducación” y la “prohibición de residir en el lugar
o territorio que se designa o de visitar ciertos lugares o establecimientos
públicos -así como- la sumisión a la vigilancia de los
delegados” (artículo 5). Ademas del aumento del
lesbianismo, el grupo de trabajo que analizó la situación de la
mujer inadaptada y marginada, señalaba una novedad en referencia a la
prostitución. Las conclusiones recogen la siguiente afirmación:
“Parece haberse modificado el estilo clasico de la
prostitución apareciendo ésta con nuevas formas que suponen para
quien la ejerce una forma de pluriempleo”25. Según el informe,
estas nuevas prostitutas “pluriempleadas” tenían un empleo “digno” de cara a la sociedad, a la
vez que ejercían la prostitución como complemento, por lo que no tenían
el perfil de mujeres marginadas e inadaptadas, lo cual para el régimen
resultaba aún si cabe mas despreciable. Según el informe,
el aumento de este nuevo tipo de prostitución, era consecuencia, tanto
de la proliferación de los lugares de ocio nocturno en los
núcleos urbanos españoles, como de las “deficiencias en la
transmisión de los valores éticos” en el ambito
familiar, “los medios de comunicación y el Ibidem, pag.
200. Ley 16/1970, de 1 de agosto, sobre peligrosidad y rehabilitación
social. Boletín Oficial del Estado, 6 de agosto
de 1970. Decreto del 6 de noviembre de 1941, del Ministerio de
Justicia, porel que se organiza el Patronato de Protección a la Mujer.
Boletín Oficial del Estado de 20 de noviembre
de 1941. 25 COMISIÓN NACIONAL DEL AÑO INTERNACIONAL DE LA MUJER.
El Año Internacional de la MujerOp.Cit.,
pag. 209
clima de relajación de costumbres [] el impacto de la publicidad que
favorece el deseo de consumir y, por consiguiente, el afan de conseguir
dinero por los medios que sean”, el turismo, “[] por el impacto
de nuevas costumbres en zonas que hasta hace poco eran de caracter rural
y la afluencia de población pasajera y flotante que busca placeres y
diversiones”, la falta de cultura y por último, una deficiente
formación religiosa. Las medidas que propuso esta comisión para
solucionar el problema de la prostitución fueron las siguientes: el
cierre de los centros de diversión, pubs, salas de fiesta etc…,
una mayor vigilancia de la policía y la aplicación de la Ley de
peligrosidad y rehabilitación social, que para el ejercicio de la
prostitución establecía las mismas directrices que en el caso de
la persecución a homosexuales y lesbianas. De la
rehabilitación de las mujeres que habían ejercido la
prostitución se encargaba también el Patronato de
Protección a la Mujer. Las madres solteras, también fueron
sujetos de preocupación de este grupo de
trabajo, que consideraba injusta la marginalidad a la que estaban sometidos
tanto la madre solteracomo los hijos nacidos fuera del matrimonio. No obstante, el informe advirtió
la disminución considerable del número de las madres solteras lo
que atribuía sorprendentemente a “una mayor cultura e
información, pero sobre todo, al uso de la píldora y otros
anticonceptivos, así como practicas abortivas que se dan en
nuestro país al igual que en otros donde estos medios son legales”
26. Para evitar el “problema social” de la madre soltera, se
establecieron las mismas que para los casos anteriores, una mayor observancia
de la moralidad en las costumbres y medidas legales referentes a la
limitación de acceso a los centros y establecimientos de
diversión nocturnos. Con respecto a los demas grupos de trabajo
formados, el que estudiaba la situación de la Mujer en el Trabajo,
presidido por Rafael Martínez Emperador, Director General del Trabajo,
concluyó con la necesidad de eliminar la discriminación sexual
existente en este ambito, fomentando a su vez la asistencia a la familia
a través de la creación de guarderías y jardines de
infancia. Las recomendaciones que hizo el grupo de trabajo que analizó
la Mujer en la Educación y la Cultura, presidida por Carmen Llorca,
Presidenta del Ateneo de Madrid, se centraron en la necesidad del cambio de
valoración de los roles que la sociedad tenía asignados a ambos
sexos, para que se aceptase el principio de no-discriminación entre los
sexos. A pesar de ello, aclaraba: “las funciones que por esencia tiene
asignadas la mujer, maternidad y cuidado de hijos, no debe sermotivo de
discriminación”27. Las conclusiones del grupo de
trabajo que estudió a la Mujer en la Familia, comisión presidida
por Agustín de Asís Garrote, Delegado Nacional de Familia,
reconocían la existencia de métodos anticonceptivos y su uso por
las españolas, aunque éste estuviese legalmente prohibido y
penado, en nuestro país. En el mismo ambito, el familiar, el
informe concluía con la alusión a las separaciones matrimoniales
y a las causas mas frecuentes de las mismas: la falta de madurez de los
cónyuges, las dificultades económicas, las
separaciones impuestas por el trabajo y los conflictos con otros familiares. Y
concluía que, mientras que “la tradición, la presión
social y el sentido religioso hacían indisoluble el matrimonio
antes”, en 1975, se configuraban como las fórmulas que
definían la continuidad de la pareja: “la voluntad y el sentido
personal de los cónyuges”28. El cambio sociológico de la
población española en los últimos años de la
dictadura y los primeros de la democracia era evidente y así lo
atestiguó el Informe Foessa 1975-198329, sobre todo en lo que se refiere
a la actitud de los españoles yespañolas ante el uso de los
anticonceptivos, ante el aborto y el divorcio. 5. Las actividades realizadas
con motivo del
Año Internacional de la Mujer en España La Comisión
Nacional programó numerosas actividades para realizar durante el
Año Internacional de la Mujer30. El balance, según la
Comisión, fue bastante positivo si tenemos en cuenta las siguientes
cifras: ademas de las 504 conferencias, que versaban “sobre temas
de interés para la mujer”, y de las cuales destacan las celebradas
en la Fundación Ruiz Mateos, Fundación March, Ateneo de Madrid y
Círculo Medina, se celebraron 47 concursos de pintura, literatura,
periodismo y artesanía, de los que se concedieron diversos premios, 90
exposiciones, 4 representaciones teatrales, 3 conciertos, 2 competiciones
deportivas, 1202 reuniones provinciales, 85 cursillos, 74 jornadas entre las
que destacan las Jornadas Sindicales convocadas por el Consejo Nacional de
Trabajadores con el lema: “Mujer y Trabajo” y 14 mesas redondas
siendo las de mayor importancia la del Instituto de la Juventud sobre
“problematica de la mujer joven” y la del Ministerio de
Trabajo sobre “la mujer trabajadora con responsabilidades
familiares”.31 Ademas de todas estas actividades realizadas a
escala nacional, hay que señalar también como parte del programa
de la Sección Femenina, la presencia española en las diversas
conferencias internacionales que se convocaron con motivo del Año Internacional
de la Mujer, entre las que hay que destacar: las Jornadas Internacionales de
París celebradas en marzo y organizadas por el gobierno Francés,
a la que asistió como invitada y cabeza de la delegación
española, Pilar Primo de Rivera; el Seminario Europeo sobre “la
independencia económica de la mujer en el amanecer del S.XXI”
celebrado en Bruselas en abril de 1975, y el mas importante de ellos, la
Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer organizada por
Naciones Unidas celebrada en México durante el verano de 1975. A estas conferencias asistió una delegación
española, compuesta de diferentes miembros en cada ocasión,
elegidos a dedo por la Delegada Nacional de la Sección Femenina.32 6. La
prensa y el Año Internacional de la Mujer en España La prensa
española se hizo eco de todas estas actividades realizadas conmotivo del
Año Internacional de la Mujer en España33. Según datos
oficiales, se publicaron 1827 artículos de prensa, 699 entrevistas que
fueron concedidas a los distintos medios de comunicación (radio, prensa
y televisión), cuatro ruedas de prensa, y se editaron los dos libros
conmemorativos que he mencionado con anterioridad. Se realizaron tantas
actividades que, según las declaraciones de una de las muchas
periodistas que cubrió el acontecimiento, “antes de haberse
conseguido nada practico o concreto en cuanto a mejoras reales, ya
todos, incluidas las propias mujeres, estabamos hartos del
problema como
tema”34.
La labor de muchas y muchos periodistas críticos con el régimen
fue la de poner en relieve aquellas declaraciones escandalosas y
polémicas que revelaban el verdadero caracter bastante
conservador, y en ocasiones misógino, de algunos de los miembros del
gobierno que se atrevieron a dar una charla o conferencia durante este
año, con la mujer como tema central. Por poner un ejemplo,la periodista
Gloria Otero hizo referencia, en ese mismo artículo, a una de esas
charlas en la que se encontraba como ponente Manuel Fraga Iribarne:
“El tema a desarrollar era la mujer y la política, y el contenido
desarrollado puso en evidencia lo molesta que puede ser la cuestión
femenina para algunos profesionales de la política; lo mal que
concuerdan las aspiraciones seudoliberales con las reivindicaciones de las
mujeres conscientes de su falta de derechos y cómo todo lo mejor que
éstas pueden esperar de ciertos sectores es el ‘olé a la
mujer española’ con que el ministro acertó a terminar su
disertación”.
A pesar de no conocer el contenido de su charla, es probable que ésta
fuera en la misma sintonía que las declaraciones que hizo a
propósito de la proliferación de las asociaciones y del aumento
en número de los miembros de las mismas, el ministro Secretario General
del Movimiento en 1975, José Solís: “Las asociaciones son
como las mujeres, cuanto mas se usan, mas se ensanchan”35. En ocasiones la prensa, sobre todo la mas reaccionaria,
convirtió en objeto de burla toda alusión a la convocatoria de
Naciones Unidas. Tras el seudónimo de Sísifo, un periodista del diario Pueblo tituló
así una de sus crónicas: “A las mujeres hay que pararles
los pies”. El artículo continuaba de este modo
“Yo, la verdad, es que había creído que lo del año de la
mujer era otra cosa. Que se levantaba la veda de las mamas
políticas (sic), que el código penal iba a tipificar delito
familiar de las cuñadas, que eldestape crecería hasta el
infinito que se liberalizaría generosamente la importación de
suecas, que la dirección general del tesoro artístico declararía
monumento nacional a Amparo Muñoz. Pero ahora resulta que no es nada de
eso, y que se pretende rectificar nuestra mejor tradición, encarnada en
opiniones juiciosas como las de Aristóteles de que ‘la hembra es
hembra en virtud de cierta carencia de cualidades’ o la de Santo
Tomas de Aquino de que ‘la mujer es un hombre frustrado’
si vamos a olvidar nuestra tradición no sé donde vamos a ir a
parar. Si las mujeres, ademas de creerse que tienen razón, se la
vamos a dar, no va a haber quien las aguante.
Llegara el día en que haya que recoger firmas para acceder al
lecho conyugal […].”36
Las mujeres de la Sección Femenina entrevistadas se negaban a contestar
o contestaban con evasivas a las preguntas formuladas por los periodistas sobre
los anticonceptivos y el aborto, lo que demuestra la imposibilidad de debatir
ciertos temas. En el desarrollo de una mesa redonda, una representante de la
Sección Femenina en Palma de Mallorca, se atrevió a decir ante el
estupor delos allí presentes y en referencia a la escasa presencia de
las mujeres en el ambito público, que era la propia mujer la que
se había desatendido de ese tipo de asuntos, por desgana y porque no era
consciente de su responsabilidad para con la sociedad.37 Para terminar
quería citar las palabras del periodista Vicente Verdú al
respecto del bombardeo mediatico y “de tanta soflama
feminista” durante la conmemoración del Año Internacional
de la Mujer en España, que desgraciadamente, había acabado siendo
objeto de burla para muchos, dice así:
“[…] Triste situación, en definitiva la de la mujer, que ni
siquiera se la soporta como emblema temporal, y que si el milagro no lo impide,
abandonara su barracón de feria 1975 y no es seguro que no haya de
volver al día siguiente para recoger y limpiar los
desperdicios”.38
7. El Año Internacional de la Mujer y las asociaciones de mujeres Como
parte de las amplias movilizaciones sociales que se desarrollaron durante los
últimos años de la dictadura, hay que señalar el
protagonismo que adquieren las asociaciones creadas al amparo de una ley que
dio pie a la movilización en los barrios y al resurgir del
asociacionismo femenino y feminista: la ley 191/1964.39 Durante 1975, las asociaciones
se encargaron tanto de reivindicar la libertad y la democracia, como de
denunciar los efectos de la crisis económica en los hogares
españoles, la subida de los precios, la insuficiencia de servicios
sociales etc Las manifestaciones y movilizaciones, lideradas por
lasAsociaciones de Amas de Casa y por las Asociaciones de Vecinos de los
barrios de Madrid, se convirtieron en todo un quebradero de cabeza para el
régimen hasta tal punto que, durante el Año Internacional de la Declaraciones
de Antonia Llinas, Delegada Provincial de la Sección Femenina en Palma
de Mallorca. En Última Hora. 10
de enero de 1975. Mesa redonda
moderada por el periodista José Jaume. Archivo
General de la Administración, fondo de la Sección Femenina
(Cultura) (3)51.45. Caja 9. 38 VERDÚ,
Vicente. “Mil Novecientas setenta y cinca”
Cuadernos para el Dialogo. Marzo de 1975.
39 Ley 191/ de 24 de diciembre, de Asociaciones.
Boletín Oficial del Estado de 28 de diciembre
de 1864, núm. 311. 40 Las asociaciones ilegalizadas en febrero de 1975
fueron las siguientes: Asociación de Mujeres Universitarias;
Asociación de propietarios y vecinos de Moratalaz; Asociación de
Mujeres Separadas; Asociación Castellana de Amas de Casa y Consumidoras
y sus delegaciones de Vicalvaro, Alcala de vidades fueron
suspendidas durante un periodo de tres meses, por llevar a cabo actos de
“subversión” y por incumplir, según el gobierno, los
fines señalados en los estatutos que habían permitido su
legalización. El motivo de la sanción fue el boicot que organizaron
varias asociaciones de Madrid, entre ellas lasde las Amas de casa, que
propusieron a los ciudadanos y ciudadanas españolas, en febrero de 1975,
abstenerse de comprar y de utilizar la electricidad, como medida de protesta
por el encarecimiento de la vida.41 Este boicot que, por otro lado, era una
tactica que había sido copiada de las feministas estadounidenses,
Betty Friedan a la cabeza, fue la excusa perfecta para el gobierno que
pretendía amordazar a este movimiento compuesto por los vecinos y amas
de casa de los barrios madrileños que se atrevían de esa forma a
desafiar públicamente al régimen. La sanción fue criticada
por muchos medios de comunicación, que se posicionaron a favor de las
asociaciones represaliadas42, y por otras muchas asociaciones43. Como parte de este movimiento de
bases, hay que señalar el resurgir del movimiento feminista en España.
La conmemoración del Año Internacional de la Mujer en nuestro
país dio cobertura al reagrupamiento y la coordinación de todas
las asociaciones feministas que se habían creado desde finales de los
sesenta, y durante los primeros años setenta, en una plataforma
única de lucha que dedicó sus esfuerzos a mejorar la
situación de la mujer a pesar de la dictadura, sin renunciar a llevar a
cabo una actividad política de oposición. Tal es el caso del
Movimiento Democratico de Mujeres, una asociación clandestina y
ligada al PCE, que había conseguido introducir a algunas de sus
activistas en las Asociaciones de Amas de casa. Durante una rueda de prensa
clandestina que tuvo lugar en Madrid, en febrero de1975, varias asociaciones,
lideradas por el Seminario de Estudios Sociológicos de la Mujer y el
Movimiento Democratico de Mujeres, dieron a conocer el
“Programamanifiesto de la plataforma de organizaciones de mujeres de
Madrid, con motivo del Año Internacional de la Mujer”44, un
programa alternativo al que había impuesto la Sección Femenina,
suscrito por varias asociaciones45, y en el que ademas, entre otras
cosas, se criticaba el nombramiento de la Sección Femenina como
órgano coordinador por ser una institución que, denunciaban las
asociaciones, había manifestado públicamente que la igualdad
entre hombres y mujeres era, en esencia, imposible. El
“Programa-Manifiesto” denunció la realidad de las
dificultades con las que tropezaba la liberación de la mujer en
España, debido a la peculiaridad del desarrollo político en
España, es decir, la dictadura, que había impedido y frenado el
proceso de participación social y política de la mujer. En el
manifiesto, las asociaciones reconocían que la discriminación de
la mujer no era un problema exclusivamente
español y que atañía a numerosos frentes (educativo,
legislativo, laboral etc), pero que en España pasaba por la
“necesidad de conseguir la democracia”. Según éstas,
la maniobra del régimen de autoproclamarse como defensor de la mujer y
del cambio, de la promoción y de la igualdad era la prueba de que, para
el gobierno, no era un “ser humano promocionable”, sino “un
instrumento del cual se valen para frenar toda posibilidad de cambio
ideológico y asegurarse así su supremacía en el
poder”.Después de la sanción a las amas de casa, el
Movimiento Democratico de Mujeres hizo público otro manifiesto46,
en el que, ademas de expresar su apoyo a las asociaciones que
habían sido sancionadas, criticaba la conmemoración
“oficial” del Año Internacional de la Mujer en los
siguientes términos:
Mientras la celebración oficial es hecha por la mujer de Franco y la
Princesa Sofía, con mucho ramo de flores y mucha policía, la
celebración REAL la hacen varios cientos de miles de amas de casa
madrileñas con una rotunda huelga de mercados exteriorizando así
su protesta contra la política económica del Régimen del
Pardo que sólo defiende los intereses de una minoría y de la
propia familia del Caudillo. [] En el marco del año
internacional de la mujer, queda claro que, entre la ‘primera dama’
y las amas de casa no hay nada en común. Doña Carmen ha pasado de
provinciana casi de ‘quiero y no puedo’, a ser una de las mayores
fortunas del mundo en
los años de dictadura de su marido y aprovecha hasta el último
momento para colocar su inmenso capital en Suiza, Filipinas, Venezuela,
etc.
Ademas de acusar de expolio a Carmen Polo, el manifiesto denunciaba la situación
precaria que vivían las familias españolas en 1975. Ante la
subida de precios, el Movimiento Democratico de Mujeres reclamaba tanto
la subida de los salarios como la libertad sindical, el derecho a huelga,
reunión, expresión y asociación, dando a conocer su principal
objetivo de lucha: el derrocamiento de la dictadura, llamando a todas las
asociaciones de mujeres a apoyarla, ya que consideraban la lucha feminista como
una parte de la lucha contra la dictadura.47 A pesar de la sanción
impuesta a la mayoría de las asociaciones que componían la
“Plataforma de Organizaciones de Mujeres de Madrid”, el programa
alternativo creado continuó adelante, y se consolidó con la
adhesiónde multitud de asociaciones y sobre todo a través de los
contactos establecidos con las asociaciones de otras regiones, como por ejemplo
el “Moviment de Dones de Barcelona”, que se encargó de la
coordinación de las actividades de conmemoración del Año
Internacional de la Mujer (extraoficialmente) en Cataluña. La
“Plataforma” devino en la primavera de 1975 en la
“Comisión de Madrid del Año Internacional de la
Mujer”, aunque posteriormente cambiara su nombre por el de
“Secretariado de Organizaciones No Gubernamentales de Madrid”. Los
contactos con asociaciones de mujeres de toda España dieron sus frutos
en verano con la aprobación de un nuevo
programa que llevaba por título: “Por la liberación de la
Mujer. Programa de las ONGs del Estado Español” y con la
formación de una nueva plataforma que coordinaba los esfuerzos de todas
las asociaciones a nivel nacional, el “Secretariado de Organizaciones No
Gubernamentales para todo el Estado”.48 El objetivo de crear una
organización unitaria de las ONGs de mujeres españolas era el de
asistir como una organización unida al Congreso Mundial de Mujeres, que
se celebraría en Berlín Oriental del 20 al 24 de octubre de 1975.
Organizado, al igual que la Conferencia de la Mujer, por Naciones Unidas, este congreso iba dirigido exclusivamente a las
Organizaciones No Gubernamentales. La asistencia de una delegación española
a este congreso, que, por otro lado, no estaba incluida dentro del programa de
actividades de la Sección Femenina, estuvo compuesta por trece
mujeresespañolas de las cuales dos se encontraban en el exilio, fue
posible, en parte, gracias a la ayuda económica de la Plata-Junta.
8. Conclusión A pesar de los esfuerzos de la Sección Femenina,
según las encuestas de opinión que se realizaron a finales de
1975 en varias ciudades españolas, el Año Internacional de la
Mujer, paso practicamente desapercibido para el común de los españoles50.
Aunque en un año no podía cambiarse la situación de la
mujer española, el Año Internacional de la Mujer, y la
formación de las plataformas unitarias que se crearon, si que sirvieron,
al menos, para dar cobertura a la organización de las primeras Jornadas
de Liberación de la Mujer, que se celebraron en diciembre de 1975, hecho
que se convirtió en un hito muy importante en la historia del feminismo
español, al que todavía le quedaba mucho camino por recorrer. A
nivel mundial, el Año Internacional de la Mujer, inauguró una
época en la que los gobiernos occidentales, por primera vez,
reconocieron la necesidad de poner en marcha políticas de igualdad
dirigidas a poner fin a ladiscriminación sexual. El Plan de
Acción, aprobado durante la celebración de la primera Conferencia
Mundial de la Mujer51 celebrada en México, materializa la
asunción de este compromiso por parte de los Estados Miembros de
Naciones Unidas, en su la lucha contra la desigualdad, a pesar del debate
generado y la falta de consenso entre los representantes de los Estados Miembros
por posturas adoptadas que difícilmente podían reconciliarse52.
La institucionalización de la agenda del feminismo, del que renegaba una
parte del mismo, que se negaba a colaborar con las instituciones
políticas, no tuvo cabida en nuestro país hasta la
desaparición del régimen, de la Sección Femenina en 1977 y
por último, hasta la aprobación de la constitución de
1978. Después del intenso año 1975, la Sección Femenina
siguió desempeñando su labor hasta la aprobación del Decreto-Ley que comenzó a desmontar el
régimen, suprimiendo todas las organizaciones dependientes del
Movimiento, y el Movimiento mismo en sí53. La Sección Femenina,
no cambió nada, tampoco convenció a nadie con la
renovación de su discurso, y se extinguió en sí misma,
desapareciendo de la vida de las españolas, que por fin alcanzaron la
mayoría de edad.