NEUROPATÍA
PERIFÉRICA
La neuropatía periférica (lesión de un nervio periférico) es un síndrome
caracterizado por una disfunción de los nervios periféricos.
La neuropatía periférica suele producir alteraciones como
pérdida de la sensibilidad, debilidad y atrofia musculares o alteración del funcionamiento de
los órganos internos.
Los síntomas pueden aparecer aislados o en combinación de algunos de ellos. Por
ejemplo, los músculos que dependen de un nervio lesionado pueden presentar
debilidad y atrofia.
Puede producirse hormigueo, hinchazón y rubor en distintas partes del cuerpo. Los efectos
pueden ser consecuencia de la afectación de un único nervio (mononeuropatía),
de 2 o más nervios (mononeuropatía múltiple) o de muchos nervios
simultáneamente por todo el cuerpo (polineuropatía).
Mononeuropatía
La mononeuropatía es consecuencia de una lesión localizada en un único nervio
periférico.
El traumatismo es la causa más frecuente de una mononeuropatía. La lesión se
produce a menudo por una prolongada compresión de los nervios superficiales en
lugares donde existen prominencias óseas como
el codo, el hombro, la muñeca o la rodilla.
La compresión que se produce durante el sueño profundo puede ser lo
suficientemente prolongada como para lesionar un nervio, especialmente en las
personas bajo los efectos de la anestesia o el alcohol, en la gente mayor
confinada en cama y en los incapacitados para moverse o darse la vuelta (por
una parálisis).
Las causas menosfrecuentes de compresión prolongada pueden deberse también a
yesos mal ajustados, muletas o posiciones forzadas prolongadas (por ejemplo,
por trabajos de jardinería o los juegos de naipes con los codos apoyados en la
mesa). Los nervios también pueden lesionarse durante actividades intensas, por
un traumatismo en un accidente, por la exposición al frío o al calor o por la
radioterapia utilizada en el tratamiento del cáncer.
Las infecciones pueden causar una mononeuropatía si ocasionan una destrucción
del nervio. En algunos países la lepra es a veces una causa de neuropatía.
Ciertos nervios periféricos están más expuestos a lesiones que otros, debido a
su localización vulnerable, como el nervio mediano en la muñeca (cuya
afectación produce el síndrome del túnel carpiano), el nervio cubital en el
codo, el radial en el brazo y el peroneo en la pantorrilla.