La radiación ionizante consiste en partículas subatómicas
(es decir, partículas que son mas pequeñas que un atomo, como
los protones, neutrones y electrones) y en ondas electromagnéticas.
Estas partículas y ondas tienen suficiente energía como
para extraer electrones de los atomos—ionizar—en las
moléculas con las que tienen contacto.
Los accidentes que causan daños graves a las plantas nucleares de
electricidad pueden dar como resultado que se liberen al
medio ambiente materiales radiactivos y la consecuente exposición a
radiación ionizante.
En altas dosis, la radiación ionizante puede
causar daño inmediato al cuerpo de una persona, incluso lesiones por
radiación y muerte. Dosis bajas pueden causar
cancer, por lo general muchos años después de la
exposición. El riesgo de cancer depende de la cantidad de
radiación, del
tipo de radiación y de las partes del
cuerpo expuestas.
En las plantas nucleares de electricidad, varas de
combustible y estructuras de contención diseñadas especialmente
encierran los materiales radiactivos para evitar que esos materiales y la
radiación ionizante que producen contaminen el medio ambiente. Si
el combustible y las estructuras de contención que lo rodean sufren
daños graves, los materiales radiactivos y la radiación ionizante
pueden liberarse al medio ambiente, lo que presenta un
posible riesgo de salud para la gente. El riesgo real depende de
• Los materiales radiactivos específicos, o isótopos,
liberados y las cantidades liberadas.
• Forma en que la persona entra en contacto con los materialesradiactivos
liberados (tal como
por alimentos, por agua o aire contaminados, o por la piel).
• La edad de la persona (por lo general, quienes se exponen en edades
mas jóvenes corren mayor riesgo).
• La duración y la cantidad de la exposición.
Las radiaciones nucleares pueden provocar enfermedades de gravedad como cataratas, hemorragias,
cancer y problemas cardiovasculares e inmunitarios, según el
grado de exposición del
ser humano.
A mayores dosis de radiación, mayores repercusiones en
la salud, pues estas destruyen el sistema nervioso central y los
glóbulos blancos y rojos, comprometiendo el sistema inmunológico
y dejando a la víctima vulnerable ante las infecciones.
La población mas vulnerable son los niños, pues cuanto
mas jóvenes, mayor es la sensibilidad a las radiaciones, las
cuales pueden provocar incluso algún tipo de retraso en el desarrollo
cerebral de los bebés.
La exposición puntual a altas dosis de
radiación (muy por encima de 100 milisieverts), puede provocar el
denominado Síndrome de Radiación Aguda, es decir ciertos efectos
agudos en poco tiempo que incluyen: malestar, quemaduras en la piel, problemas
respiratorios, diarreas, fiebres, nauseas o vómitos, caída
de pelo, entre otros. Mientras tanto, los daños acumulados pueden causar
problemas de salud mas graves a largo plazo, fundamentalmente cancer.
Cuando grandes cantidades de radiactividad entran en el cuerpo en muy poco
tiempo, afecta a todos los órganos y cualquiera de ellos puede tener un fallo fulminante. Una única
dosis de 5.000 milisieverts, por ejemplo, mataría aproximadamente a la
mitad de las personas expuestas enun mes.
Uno de los componentes mas peligrosos para la salud que puede
encontrarse en un reactor nuclear, es el yodo radiactivo, el cual es absorbido
por el organismo durante un accidente nuclear y tiende a acumularse en uno de
los órganos del cuerpo mas sensibles a la radiación: la
glandula tiroides, ocasionando casos de cancer y otros problemas
de salud mas adelante.
Medicamentos contra la radiación
En caso de haber estado expuesto a una alta
radiación, se administran pastillas de yodo (yoduro de postasio), las cuales
tienen como
objetivo evitar los daños en la tiroides. A pesar de su elevada eficacia
para proteger esta glandula, si se administra en las primeras horas de
la exposición, las pastillas de yodo no protegen otras partes del
organismo.
Cuando una persona ha estado expuesta a niveles excesivos de radiación,
se habla de un envenenamiento o radiación
ionizante. Este tipo de radiación causa problemas graves que,
después de la primera ronda de síntomas,
puede provocar un período breve sin enfermedad aparente, sin embargo, en
ese lapso hay lesiones potencialmente fatales en los órganos internos.
Actualmente existen medicamentos que pueden incrementar la
producción de glóbulos blancos para contrarrestar los
daños que la radiación puede provocar en la médula ósea,
y reducir el riesgo de lesiones en el sistema inmunológico.
También existen farmacos específicos para ayudar a reducir
los daños a órganos internos causados
por las partículas radiactivas. No obstante, la radiación
ionizante tiene la capacidad de causar daños importantes en los procesos
químicos internos del organismo.