OBJETIVOS ESPECÍFICOS, INDICADORES DE
LOGRO YCOMPETENCIAS: ¿Y AHORA ESTANDARES?
Ademas de todos los problemas del país y de la profesión
docente, los dos problemas pedagógicos principales que se le presentan
actualmente a los maestros y profesores de los establecimientos educativos son
el de la evaluación interna del progreso de sus alumnos y el de la
evaluación externa por las pruebas censales y los examenes de
Estado. En una u otra forma, estas problematicas de la evaluación
han existido siempre, pero se han agudizado en los últimos años
por los cambios introducidos en 1996 por la Resolución 2343 de
indicadores de logros y por su derogación en la Ley 715 de 2001; por la
llegada de la evaluación por competencias en los examenes de
Estado y luego en las pruebas censales de algunas Secretarías de Educación;
por el Decreto 230 y sus modificaciones y por la aparición del documento
de trabajo sobre estandares en mayo de 2002, que esta a punto de
cambiarse por otro nuevo documento de estandares en el mes de marzo
de2003. Por eso se repiten en todos los congresos, talleres y cursos de
formación continuada de maestros las mismas
preguntas, con el mismo tono de frustración: ¿Al fin de cuentas,
cómo evaluaciones nosotros mismos a nuestros alumnos? ¿Al fin de
cuentas, cómo van a evaluar los organismos del
Estado a nuestros alumnos (e indirectamente a nosotros mismos)?
Un poco de historia
Recordemos algo de la historia del
siglo XX, que siempre es tan ilustrativa. Podríamos decirque hasta los
años sesenta, en los programas antiguos de 1937 para la primaria, y en
los de 1951 y 1962 para el bachillerato, se suponía que había que
evaluar por contenidos. Por ejemplo, en los programas de matematicas de
sexto grado, que antes se llamaba primero de bachillerato, figuraba entre los
contenidos el repaso de la suma, resta, multiplicación y
división. Si se aprobaba un examen oral con una pregunta de suma, una de
resta, una de multiplicación y otra de división, el profesor
suponía que esos contenidos los sabía el alumno y que
podía pasar a segundo bachillerato, al menos en cuanto dependía
de las matematicas. Esto no quiere decir que el alumno dominaba esos
contenidos: probablemente no, pero algo sabía. Hoy en día, si se
hicieran estos mismos examenes orales en sexto grado, es posible que los
alumnos supieran la suma y la multiplicación; pero restar de un minuendo
con varios ceros seguidos o dividir por un divisor de varias cifras con
lapiz y papel, lo dudo. (Claro que tenemos que reconocer que hoy en
día la mayoría de los maestros también tenemos que usar la calculadora en esos casos).
Mas tarde, ya en la década de los sesenta, comenzó la ola de la tecnología educativa y el diseño
instruccional y se resolvió que había que cambiar la
evaluación por contenidos por la evaluación por objetivos
específicos. Con la asesoría de los Cuerpos de Paz, esta
tendencia llegó a consolidarse en los programas del
Decreto 1710 de 1963 para la primaria, hace ya 40 años. Diez años
después, se consolidó estatendencia en los programas para el
bachillerato elaborados durante 1973 y promulgados por
el Decreto 080 de 1974. De esto hace casi 30 años.
En ese tiempo no hubo reacciones de los docentes ni de
los sindicatos de educadores contra esos decretos. Los programas de
renovación curricular para las nueve areas establecidas por el
Decreto 1419 de 1978 fueron experimentados durante
seis años y luego se expidieron por el Decreto 1002 de 1984, que estuvo
vigente durante 10 diez años. A pesar de esta
formalidad legal, los programas de renovación curricular apenas
modificaron ligeramente la practica de los de 1963 en basica
primaria y no hicieron mella en los de 1974 en secundaria y media. A
mas tardar, desde la Ley115 de 1994 los programas de los decretos 1710
de 1963 y 080 de 1974 ya no tienen fuerza legal. Pero en la
practica diaria de clase y en los textos escolares sí siguen
vigentes. En frase de Juan Carlos Negret, dichos
programas 'ya no existen, pero sí insisten”.
Según la tecnología educativa de corte conductista entonces
hegemónica, los que antes eran contenidos pasaron a reformularse como
objetivos generales, y cada objetivo general se desglosó en numerosos
objetivos específicos. De esta manera, cada contenido se atomizó
y se expresó en objetivos mas y mas específicos;
por ejemplo, efectuar la adición (ya decir 'suma' se
volvió poco elegante) con dos sumandos de dos cifras, luego de tres y
cuatro cifras; mas tarde con tres sumandos, y luego con cuatro o
mas sumandos. El indicador de evaluación podíaser, por
ejemplo, que cada habilidad se demostrada si en un
examen con cinco sumas de este estilo, el alumno obtenía cuatros de
ellas correctas. Así, con los programas del 1710 de 1963 para primaria y
del 080 de 1974 para secundaria, pasamos las décadas de los setenta y
los ochenta trabajando con objetivos específicos, hasta que nos
acostumbramos a ellos. Pero cuando ya estabamos empezando a manejar aceptablemente
ese tipo de evaluación, vino la crítica, muy atinada por cierto,
al analisis experimental de la conducta, y se puso de moda decir que el
conductismo era una aberración. Se empezó a
considerar que el trabajo por objetivos específicos era demasiado
atomizado y minucioso, lo cual era cierto. Ademas, a nadie le
gustaba redactar objetivos con los verbos que estaban en la lista oficial de
verbos permitidos; a mí me molestaba particularmente la
prohibición de usar los verbos entender, y
sobre todo, comprender, que es el mas hermoso de todos. Así empezó a surgir la idea de que había que
reflexionar sobre
lo que se pretendía que lograran los estudiantes, y por ello se
comenzó a hablar de la evaluación por logros. Otras
personas, sin embargo, insistieron en que no se ganaba gran cosa
cambiandolos objetivos por los logros, que les parecía casi lo
mismo. Efectivamente, ¿qué es un logro
si no es el logro de un objetivo? Por ello proponían
que mas bien la evaluación debería ser por procesos.
En la Serie Pedagogía y Currículo existe un valioso documento de
la OEA y el Ministerio de Educación Nacional sobrelos procesos, titulado
Desarrollo de procesos de pensamiento
(OEA-MEN, 1991).Pero tampoco hubo acuerdo. Los opositores a
la evaluación por procesos planteaban que la evaluación
debía ser por indicadores, ya que los procesos son inobservables en
sí mismos; lo único que se puede observar son los indicadores y,
por lo tanto, la evaluación debería ser por indicadores.
Esta discusión esta todavía vigente, puesto que en la Ley
General de Educación se decía que el Ministerio de
Educación debe proponer indicadores de logros, pero no se decía
exactamente lo que eso significa, así los logros se entiendan como
logros de contenidos, de conceptos, de habilidades o de competencias.
Después de muchas reuniones, discusiones, presiones y dificultades, dos
años después de la Ley General de Educación salió
la Resolución 2343 de 1996, en laque se fijaba una lista de indicadores
de logros par ciertos grupos de grados. Pero nadie
podía distinguir bien los objetivos específicos, los logros y los
indicadores de logros. Algunos indicadores
parecían mas bien 'logritos'. Muchos educadores
tomamos esa lista de indicadores como si fuera una lista perentoria de logros
aislados, y exigíamos -y a veces seguimos exigiendo- que los alumnos
logren todos cada uno de esos logros, so pena de recuperación. Pero entonces aparecieron por lo menos dos nuevos ingredientes en
la discusión. Por una parte, el ICFES, la
Universidad Nacional y la Secretaría de Educación de
Bogota decidieron en su sabiduría que era mejor diseñar
una evaluación porcompetencias. Por otra parte, si un lector
acucioso hubiera leído el Plan de Desarrollo del gobierno de
Andrés Pastrana Arango, se habría encontrado con que-al mismo
tiempo y en forma independiente- el Departamento Nacional de Planeación
en su sabiduría había decidido ya que la evaluación
debía ser ahora por estandares. ¿Qué diferencia hay
entre estos tipos de evaluación? ¿Al fin de cuentas, cómo
evaluamos nosotros mismos a nuestros alumnos? ¿Al fin de cuentas,
cómo van a evaluar los organismos del Estado a
nuestros alumnos (e indirectamente a nosotros mismos)?
¿Quién fija qué?
Algo se ha avanzado en esa discusión. Antes de
1984, el Ministerio de Educación fijaba los contenidos y los objetivos
generales y específicos; sobre eso no había duda. Luego vinieron
los programas del Decreto 1002 de 1984 de primero a
quinto grado; en los programas desarrollados para los grados sextos a noveno se
decía por lo menos mas cautelosamente que eran sólo
'propuestas de programa curricular”. Pero
todavía se fijaban centralmente todos los objetivos generales y
específicos para cada grado. Diez años
mas tarde todo cambió. La Ley 115 de 1994 encargó a
las instituciones educativas de elaborar su propio PEI y autónomamente
sus propios currículos, con aquellos objetivos y contenidos curriculares
que estuvieran de acuerdo con su PEI, con 'los lineamientos generales de
los procesos curriculares' y con 'los indicadores de logros para cada
grado de los niveles educativos' de la educación formal, que
serían expedidos por elMinisterio de Educación. Así lo
decía el Art.148, numeral 1, literal d (ahora derogado por la Ley 715 de
2001, que se olvidó derogar el Art. 78, que dice lo mismo).Ese literal
de los indicadores de logros causó un problema
serio, del
cual todavía no hemos salido en casi diez años. Oficialmente, el
MEN interpretó que bastaba dar un listado genérico de indicadores
de logros por grupos de grado en la Resolución 2343 de 1996; pero la
FECODE interpretó que el MEN tenía que publicar detalladamente
los logros e indicadores de logros grado por grado, reversando así toda
la autonomía curricular que se había logrado por la Ley General
de Educación. Como dice el refran popular, los expertos de FECODE' mataron
el tigre y se
asustaron con la piel”. En la elaboración de los
currículos locales, cada grupo de maestros tiene autonomía para
decidir qué procesos y subprocesos del desarrollo integral del
estudiante se van a privilegiar de acuerdo con el PEI de la institución
y para decidir si tal nivel de logro en tal subproceso lo vamos a pedir entre
4º y 6º grado, o si este otro nivel mas alto lo vamos a
proponer para llegar a él entre 9º y 11º. Pero una vez que por
nuestro PEI veamos que tal subproceso es muy importante y que nosotros vamos a
procurar lograr tales niveles, todavía queda otro problema muy
difícil:¿Cómo sabemos si los
alumnos ya llegaron a cada uno de esos niveles, o por lo menos si van avanzando
hacia ellos, o si retrocedieron temporalmente, o si ya lograron un nuevo nivel
de logro de una manera mas estable yestan listos para seguir al
próximo? Para ello es indispensable contar con una buena lista de
indicadores de nivel de logro y afinar la mirada para detectar otros
indicadores de avance o de estancamiento que puedan mejorar esa lista.
Hay que admitir que es muy difícil hacer buenos
programas curriculares, fijar contenidos, propósitos, objetivos
generales y específicos, logros, niveles de logro, indicadores de nivel
de logro, etc. Si un equipo de personas serias, trabajando de tiempo
completo, con buen apoyo de expertos y buena documentación,
necesitó 18años para elaborar los programas de la
renovación curricular para los nueve grados de la educación
basica, los docentes de cada institución necesitarían por
lo menos22 años para hacer todos los programas de los once grados, si no
es mas bien el doble del tiempo por tener que hacerlos sin tiempo, sin
apoyo y sin documentación.
Evaluación por subprocesos, logros y niveles de logro
En la manera de utilizar los indicadores de nivel de logro esta la
diferencia importante entre la evaluación por objetivos
específicos conductuales y la evaluación por subprocesos, logros
y niveles de logro. En la primera, si se logra la conducta observable
esperada, ya eso es suficiente para evaluar bien al alumno; en la segunda, la
conducta observable es apenas un indicador, un
síntoma, entre otros, de que el alumno se encuentra en cierto nivel de
logro en uno de los subprocesos que estamos impulsando y acompañando.
Puede que manifieste esa conducta, pero no otras asociadascon el nivel, y en
conjunto tendríamos que decir que no ha logrado llegar a ese nivel; o
puede que no la manifieste todavía, pero por otros indicadores que
sí manifiesta podemos saber que ya llegó a ese nivel, y que
pronto podra desempeñarse bien en los otros tipos de conductas
propias del nivel. Por ejemplo, si un niño de
seis años escribe el dos y el tres al revés, eso no quiere decir
que no haya llegado al nivel de logro numérico esperado en grado cero; yo
vi a una niña de cuatro años apuntar un teléfono, y puso
dos o tres números al revés. Esa
inversión de las cifras no indica nada respecto al nivel de logro
numérico extraordinario y no esperado que había logrado esa
niña. Pero si a los ocho años esa misma niña
todavía escribe el dos y el tres al revés, ya hay que
acompañarla en un proceso de desarrollo de la lateralidad, para ver si
en sociales va aprendiendo con cual mano se saluda; si en
religión sabe con cual mano se echa la bendición; si en
educación física sabe dar un cuarto de vuelta a la izquierda y
cuarto de vuelta a la derecha; si en lengua castellana distingue la b y la d,
la p y la q, y así el seudo problema de la inversión del dos y
del tres en matematicas se arregla solo. En este ejemplo se ve muy claro
que dentro del proceso de desarrollo psicomotriz, el subproceso de desarrollo
de la lateralidad atraviesa muchas areas curriculares y aprendizaje
obligatorios; que tiene sus niveles de logro esperados a ciertas edades y que
hay buenos indicadores para cada nivel de logro.
La tarea es,pues, la de fijar la atención en ciertos procesos del
desarrollo integral de los niños y jóvenes, desglosar algunos
-pero no demasiados- subprocesos; fijarse grandes logros como metas ambiciosas
del desarrollo de cada uno de esos subprocesos; con respecto a cada uno de esos
logros, diferenciar distintos niveles de logro, y para cada uno de ellos
determinar los indicadores para ese nivel de logro, que son los indicios o
síntomas perceptibles de que el alumno ya llegó a ese nivel, o al
menos va avanzando hacia él. Esa es una de las mas
difíciles y apremiantes tareas pedagógicas del momento actual.
Afortunadamente, en esa tarea los maestros sabemos mas por nuestra
experiencia que los así llamados 'expertos' y por ellos debemos
llevar la dirección del proceso; pero en esa tarea nos pueden colaborar
los psicólogos, los sociólogos, los antropólogos, los
médicos, las enfermeras, los lingüísticas, los
filósofos, los historiadores, los biólogos y demas
expertos en otras disciplinas. En particular, los profesores
de educación física y deportes y los de educación
artística saben mucho de subprocesos, logros, niveles de logro e
indicadores de nivel, así no utilicen esos nombres. Los
profesores de las areas académicas tradicionales a veces les
tenemos poca estima, y resulta que ellos saben mas de esto que los otros
profesores, especialmente mucho mas que los de matematicas y
física, que sabemos muy poco de este tipo de
evaluación. Piénsese por ejemplo en la dificultad de desglosar el
subproceso o dimensión deldesarrollo moral del niño y de la
niña (que pueden ser distintos, como lo propone Carol Gilligan); parece
facil fijar el gran logro de que al final de la educación media
cada estudiante se comportara en forma autónoma y responsable;
pero medítese en la dificultad de identificar niveles de logro
intermedios y de formular indicadores de que el niño o la niña
que tengo delante de mí ya haya llegado a cada uno de esos niveles o al
menos va avanzando hacia ellos. Y si pasamos al desarrollo moral del
adolescente, la cosa se complica todavía mas, pues las
oscilaciones entre niveles diferentes con frecuencia nos parecen retrocesos
lamentables, y puede que sean indicadores de avance. Ese
es un problema ya identificado por Piaget y desarrollado por Sídney
Strauss en su libro sobre los llamados 'procesos en forma de U',
porque para subir al siguiente nivel, parece que los estudiantes tuvieran que
retroceder antes de avanzar. Ese es el reto de la
evaluación por procesos, subprocesos, logros y niveles de logro.
Necesitamos ayuda de expertos para desglosar los procesos en subprocesos o
dimensiones con sus grandes logros, para proponer posibles descripciones de
niveles de logro dentro de cada dimensión, y para ayudarnos a encontrar y a formular indicadores de nivel de logro e
indicadores de avance de un nivel a otro. Pero la última palabra siempre
la tiene el maestro, con su experiencia en
Acompañar y fomentar procesos de desarrollo de sus alumnos y con su
finura en percibir los indicadores que le permitan conjeturar enqué
nivel de logro en cada subproceso o dimensión del desarrollo se
encuentra cada uno de ellos. Por eso se ha dicho con razón que los
indicadores tienen que ser perceptibles, porque si decimos que tienen que ser
observables, nos dicen que somos conductistas; tal vez
nos perdonen si decimos que tienen que ser perceptibles. Claro que tienen que
ser perceptibles: si son imperceptibles no pueden indicar nada, no son
indicadores de nada. Ese es el problema de salirse de
la camisa de fuerza de los objetivos específicos conductuales: ya no
basta comprobar que se efectúa una conducta esperada y conformarse con
eso. Esa misma conducta ahora sólo se puede interpretar como un indicador de algo mas profundo:
una señal, un índice, un síntoma de un avance en un
subproceso del
desarrollo integral de la persona. Este tipo de evaluación tiene el
problema de toda investigación seria: si se encuentra esa conducta
específica, eso no quiere decir que el estudiante avanzó; sino se
encuentra esa conducta específica, eso tampoco quiere decir que no ha
avanzado. Sin embargo, los indicadores no pueden ser arbitrarios ni subjetivos; lo que es necesariamente subjetivo -y es
bueno que lo sea- es el proceso de sopesar todos los indicadores que se
percibieron y los que no, para tomar una decisión responsable en la
evaluación.
¿Y las competencias?
Como indicamos
arriba, el ICFES, la Universidad Nacional y la Secretaría de
Educación de Bogota, decidieron a fines de los noventa no hacer
la evaluación por objetivos, ni por procesos,ni
por logros, ni por estandares, sino por competencias. Para
ellos, una competencia es un saber-hacer flexible que
puede actualizarse en distintos contextos. En otras palabras,
una competencia es una capacidad para el desempeño de tareas relativamente
nuevas, en el sentido de que son distintas a las tareas de rutina que se
hicieron en clase o que se plantean en contextos distintos de aquellos en los
que se enseñaron. Las competencias tienen una
larga historia. Se habló de ellas al
menos desde hace cien años, cuando se empezó a precisar en
Inglaterra y en Alemania qué exigencias se deberían hacer para la
certificación oficial de los jóvenes para ejercer oficios muy
específicos. Por ejemplo, se pueden fijar las competencias que debe
demostrar un habil soldador, un buen conductor
de tracto mulas, un ebanista de calidad. Si una persona quiere tener la
certificación para conducir tracto mulas, se observa cómo maneja
tracto mulas de distintas marcas, las cuadra en reversa, les engancha y desengancha
el
trailer , hace todos los cambios hacia arriba y
hacia abajo, utilizar
el freno de aire, baja, sube, pasa por un puente estrecho, etc. Si no demuestra algunas de esas competencias, el aspirante no
recibe la certificación, pero sabe exactamente qué competencias
tiene que practicar mas en la escuela de conducción. Luego vuelve y se presenta al examen de los expertos, basta que
saque la certificación. El SENA tiene buena
experiencia en la medición de competencias para certificación en
oficios específicos. Lograve es tratar de
extender esa noción de competencia de los oficios específicos a
las llamadas competencias académicas. En Colombia se ha
trabajado este tema por parte del ICFES, el CESU y el
Consejo Nacional de Acreditación para las universidades. Para los colegios,
se habla en el ICFES de competencias interpretativas, argumentativas y
propositivas en cada area. Las competencias interpretativas tal
vez sí se pueden medir con un examen de escogencia múltiple, si
se le ofrecen al estudiante distintas interpretaciones de un texto, una
fórmula, una grafica, una foto, etc. que le obliguen a analizar
cual interpretación escoge como la mejor. La mejor es la que los
que diseñan el examen de competencias piensan que es la mejor. Eso, por
supuesto, deja por fuera a la gente mas creativa, que se distingue
precisamente por interpretar las cosas en forma distinta de la que les parece
obvia a los que escriben las pruebas. También parece posible juzgar
algunos aspectos de la competencia argumentativa con un
examen de escogencia múltiple; por ejemplo, la competencia para
reconocer argumentos mas o menos buenos, mas o menos
validos, mas o menos pertinentes a la tesis que pretenden apoyar;
pero eso supone que se tiene la competencia interpretativa. Aun en ese supuesto, el examen de escogencia múltiple
sólo sirve para juzgar argumentos que ya otros encontraron con el fin de
apoyar o refutar esa tesis. Pero la competencia argumentativa mas
importante es la de encontrar argumentos buenos para una tesis, y esa competencia
nose puede juzgar por escogencia múltiple. Podríamos
decir que esa competencia ya es parte de las competencias propositivas, y
dejarla para evaluarla mas tarde. Pero precisamente no veo
cómo se pueden evaluar las competencias propositivas con un test de escogencia múltiple. Si
se ponen cuatro opciones para elegir una, ya no hay ninguna posibilidad de
medir la competencia propositiva. Y las competencias
propositivas son las mas importantes. Mas grave
todavía, si uno es constructivista como yo creo serlo, la competencia
propositiva es necesaria para la competencia interpretativa, pues las
interpretaciones se generan activamente, se construyen, se inventan; no se
sacan de los textos escritos. Por lo tanto, una buena competencia
interpretativa no se puede separar de la propositiva, y la propositiva no se
puede evaluar con los tests de
Escogencia múltiple. Por eso no me extrañó que los
jóvenes bachilleres no hayan demostrado competencias propositivas. Como no se podían evaluar así, lo raro hubiera sido que
las mostraran. Yo eliminaría de las pruebas del
ICFES el intento de medir ese tercer tipo de competencias. Sin embargo, me
gustó mucho que se cambiara el examen del ICFES
para ver si podía medir competencias en vez de objetivos y contenidos.
Me hubiera gustado mas que se hubiera cambiado a evaluar habilidades de
pensamiento cognitivas y meta cognitivas, pero ya se
había visto que ni los profesores si los profesionales del ICFES generabamos buenos
ítems que evaluaran esas habilidades; algo se había logradoen
matematicas, un poco en física, pero practicamente nada en
biología, química, historia, geografía, lengua castellana,
etc. Entonces era mejor cortar por lo sano y tratar de
evaluar competencias interpretativas y al menos parte de las argumentativas.
Así se vio que muchos colegios que nunca estaban entre
los cien primeros resultaron muy bien, y otros que siempre estaban muy arriba
desaparecieron de esas listas de excelencia. Eso me
gustó mucho. Animó el panorama educativo después de
que estabamos un poco pasmados y agotados con
los esfuerzos de formular los PEI
y las interminables discusiones sobre los manuales de convivencia. Claro que no
dejan de tener alguna fundamentación las críticas que han hecho los colegios que no salieron muy bien parados en
los examenes de competencias. Dicen que es injusto
evaluar a los alumnos en lo que no les enseñaron y pedirles competencias
para las que no los prepararon. Es como poner a hacer una soldadura en
estaño al pobre aprendiz que entrenaron para manejar tracto mulas. Pero
en el fondo no es tan injusto, porque esos colegios y sus profesores
proclamaban que ellos sí estaban formando integralmente a los alumnos y
que todos lograban comprensión, interpretación, pensamiento
lógico, etc. Así se vio que no lo lograban .Esos resultados por
lo menos sirvieron para enviar un mensaje positivo y
productivo a los directivos y profesores: convenzamonos de que
interpretar bien los distintos tipos de signos, símbolos, textos,
graficos, íconos, etc. es muy importante en todaslas areas
académicas y extra-académicas. Convenzamonos de que
argumentar apropiadamente a favor y en contra de una tesis y no dejar pasar
argumentos invalidos, sofismas y falacias es muy importante en todas las
areas académicas y extra-académicas. Si nuestros
estudiantes logran una buena competencia interpretativa y argumentativa, de
ahí en adelante pueden aprender solos, estudiar por su cuenta, cambiar
de tema, carrera o profesión y tener éxito.
De nuevo tenemos que recordar que interpretar y argumentar son subprocesos de
pensar bien, y que esos procesos no son uniformes, ni
lineales, ni iguales en los distintos campos y en los distintos contextos.
Tenemos que investigar los distintos niveles de logro en esos procesos en cada
area, pues se interpreta y se argumenta distinto en las ciencias
formales, en las ciencias naturales, en las ciencias sociales, en la historia,
en cada una de las artes, en cada uno de los deportes, en la moral, en los
negocios y en la política. Tenemos que buscar muchos indicadores de cada
nivel de logro de esas competencias interpretativas y argumentativas que sean discernibles por examenes de escogencia
múltiple y combinarlos para saber sí nuestros estudiantes van
avanzando de nivel en nivel.
¿Pero entonces, qué seran los
estandares?
Esa es otra corriente de pensamiento educativo que viene de Europa y de los
Estados Unidos, en donde existen las que antes se llamaban 'Oficina de
Pesas y Medidas', que tenían como fin vigilar que los tenderos no
lo engañaran a uno poniendopesas que pesaran menos de los que
decían y medidas con varilla de metro o yarda mas cortas de lo
estipulado. Esas oficinas tenían, pues, el cometido de
uniformar los patrones de pesas y medidas, asunto muy importante para el
comercio. Como recuerdan los lectores ya
mayores, en nuestros tiempos nos decían que el metro estandar (o
el estandar del
metro, o el metro patrón) era una varilla de platino iridiado en la
Oficina de Pesas y Medidas de Sèvres, cerca de París. El
estandar para el metro o metro patrón tenía exactamente un metro de largo; usted iba alla, lo comparaba con
la varilla que había llevado de aquí y podía certificar
que su metro de aca de Bogota sí estaba calibrado. Hoy
día todavía hay un estandar del kilogramo o kilogramo
patrón en la Oficina de Sèvres, porque no se ha podido reducir el
mol y el número de Avogadro a procesos reproducibles, como decir por
ejemplo que un kilogramo es 500 veces el número de Avogadro de
moléculas de hidrógeno puro, o sea 300 cuatrillones de
moléculas. ¿Pero quién las cuenta?
Algo queda claro: los estandares buscan uniformidad. Al
que no le guste la uniformidad, no le gustan los estandares. En
los Estados Unidos, esas oficinas de pesas y medidas fueron evolucionando
según el modelo industrial a lo que se
llamó la Oficina Nacional de Estandares, 'National Bureau of
Standards' (de Bureau
Viene 'burócrata'), que ya no solamente
hacía la calibración de pesos y medidas sino que también
producía los criterios de calidad para los productos industriales.
Aquí enColombia la oficina paralela se llama ICONTEC (Instituto Colombiano
de Normas Técnicas) y si usted ve que un
aparato tiene el sello de ICONTEC, usted dice: 'Bueno, por lo menos lo
revisaron a ver si cumplía los estandares de calidad del
ICONTEC'. Por ejemplo, si tiene que comprar un
tubo para el agua, usted va la ferretería y dice: 'Por favor un
tubo de media', y le dan un tubo. Usted confía que ese tubo de media tenga exactamente media pulgada de
diametro, si acaso con un par de milésimas de pulgada mas
o menos, pero no con un dieciseisavo mas, porque entonces no le entra el
codo. El ICONTEC revisa algunos tubos al azar, y si todos estan dentro del
estandar o normas de tolerancia maxima permitida, le da el sello
de calidad a esa marca de tubos. De allí se pasó a decir que la
calidad de la educación también se debe medir como la de los
tubos: fijando estandares. No es nada facil extender los
estandares para las pesas y medidas o para la producción de
partes a la educación. Pero también es claro
que hablar en abstracto de mejorar la calidad de la educación se suele
queda en palabrería. En la educación matematica, el
trabajo de estandares se inició a mediados de los años
ochenta por parte del
NCTM, 'National Council of Teachers of Mathematics', que es la
Asociación o Consejo Nacional de Maestros de Matematicas, con
sede en Reston, Virginia, cerca de Washington. El primer
documento de trabajo del comité de
estandares que tengo en mi archivo es de octubre de 1987. Se publicaron finalmente en marzo de 1989 losestandares de
currículo y evaluación ('Curriculum and evaluation standards').
Este documento fue traducido al castellano en Sevilla por la
sociedad andaluza de profesores de matematicas. Luego se
publicaron otros dos documentos: los estandares profesionales para la
enseñanza de las matematicas ('Profesional standards for teaching
mathematics') en 1991, y los estandares de evaluación para
las matematicas ('Assessment Standards for Mathematics') en
1995. Luego salió una segunda edición de los estandares de
matematicas en abril de 2000, que se puede consultar en la pagina
web del
NTCM. Otras asociaciones de profesores también
publicaron estandares para lengua inglesa, ciencias naturales y estudios
sociales. El NCTM define así lo que es un
estandar: 'Un estandar es una proposición que puede
ser utilizada para juzgar la calidad de un currículo de
matematicas o de unos métodos de evaluación. Por ello, los estandares son proposiciones acerca de lo que
se valora'. No es pues propiamente 'lo que se
evalúa', sino 'lo que se valora', 'lo que se tiene
por valioso'.
Indica el NCTM que hay tres razones para que un grupo
se proponga formalmente la adopción de estandares: (1) para
asegurar la calidad, (2) para indicar metas, y (3) para promover el cambio.
Respecto a lo primero, pone el ejemplo de los
estandares rígidos que tienen que cumplir los laboratorios que
producen drogas para consumo humano. Para lo segundo, el ejemplo de los tests
psicológicos, que deben cumplir estandares de confiabilidad y de
validez, como lospropuso la APA desde 1974, al menos como metas que ay que tratar
de alcanzar, así ningún test pueda ser totalmente confiable ni
perfectamente valido. Para lo tercero, pone el ejemplo de las sociedades
médicas, que van cambiando los estandares para conceder la
licencia de practica a los médicos según van avanzando las
tecnologías y la investigación en salud para que las facultades
de medicina y los hospitales universitarios vayan cambiando sus equipos y sus
maneras de enseñar. Hay un libro del ICFES del año
2001, escrito por un equipo de profesores universitarios coordinado por Mario
Díaz, sobre estandares mínimos de calidad para programas
de pregrado. En ese libro se cita una
definición de C. K. Tittle que dice que 'un estandar
codifica la practica aceptable en un campo de ejercicio
determinado'. El Consejo Nacional de Acreditación dice que un estandar de calidad es 'el
señalamiento de lo que la comunidad especializada considera que son las
condiciones basicas para que se merezca una investidura o un
título universitario'. Estos son, pues,
estandares mínimos o basicos para las instituciones
universitarias. Pero durante los años 2001 y 2002; el Ministerio
de Educación se propuso designar equipos de personas que
diseñaran estandares grado por grado para tres areas
curriculares de la educación basica y media. De estos equipos,
contratados por CORPOEDUCACION, salió el documento de trabajo de
estandares -mal llamados de excelencia- en mayo de 2002.Ante las
críticas a ese documento de trabajo, que representabaun retroceso de
treinta años para la basica secundaria y la media y de cuarenta
años para la basica primaria, actualmente el Ministerio de
Educación se ha propuesto la fijación de nuevos estandares
nacionales para cuatro areas: lengua castellana, matematicas,
ciencias naturales y ciencias sociales, de tal manera que se puedan hacer evaluaciones
por medio de pruebas censales o por muestreo en los grados tercero, quinto,
séptimo y noveno, y por medio de los examenes de Estado en grado
once. Habría que ver si los nuevos estandares se determinan de
manera que estén de acuerdo con las pruebas ya elaboradas o para
elaborar nuevas pruebas de acuerdo con los estandares. Esos
estandares se deben reducir por ahora a ciertos criterios basicos
de calidad sobre los cuales se logre un consenso
amplio. Esto no es tan difícil en algunas areas. No podemos aceptar,
por ejemplo, que nuestros alumnos de sexto grado sepan sumar, restar y
multiplicar con mas del 80% de éxito, pero que al proponerles una
situación problematica de su vida real en la que tengan que
Combinar esas tres operaciones, ya baje el porcentaje de éxito al 4%. No
podemos aceptar que un alumno de noveno grado no pueda
calcular el valor con IVA de un producto que cuesta $20.000 sin IVA, ni
siquiera con calculadora. (Otra cosa es que no podamos aceptar el IVA tal alto que rige para tantos productos). No podemos, pues,
oponernos sin mas a los estandares. Tienen una funcionalidad
propia, potencialmente muy provechosa, y pueden utilizarse adecuadamente
paraincrementar la equidad, para influir en los currículos, en la
formación de maestros, en las técnicas de evaluación y en
el diseño de nuevas pruebas, cuyos resultados permitan obtener la
información conveniente para tomar decisiones responsables en la
educación. Pero sí es necesario advertir el peligro de que las
areas que no van a tener estandares ni van a ser evaluadas por
las pruebas censales y de Estado, como la educación artística, la
educación ética y moral, la educación religiosa, la
educación en tecnología y la educación física,
desaparezcan de los currículos y de las preocupaciones de los directivos
y docentes ante la presión de obtener puntajes cada vez mas altos
en las cuatro areas que sí van a evaluarse. Aun
en esas cuatro areas, es necesario también adelantar
estandares o criterios basicos de calidad en matematicas,
en lenguaje, en ciencias naturales y sociales, en los que todos podamos estar
de acuerdo. Estos estandares pueden permitir que se hagan
evaluaciones externas de nuestros alumnos que sean un poco mas fiables;
facilitarles el paso de uno a otro colegio y de una a otra ciudad sin muchos
traumatismos, y orientar a estudiantes, maestros y padres de familia, editores
de textos y otras ayudas didacticas, formadores de docentes y
funcionarios responsables de la educación para que colaboren
mancomunadamente en los procesos de mejoramiento de la calidad de la
educación en todo el país.
Conclusión
No es necesario pues oponer los distintos tipos de evaluación. Ya vimos que la evaluaciónpor procesos se compagina muy bien
con la evaluación por subprocesos, logros y niveles de logro. En
forma parecida, se puede considerar quelas competencias interpretativas y
argumentativas son grandes logros; por lo tanto, se pueden identificar los
grandes logros con las competencias respectivas, se pueden proponer niveles de
logro de esas competencias y buscar los indicadores de cada nivel; así
queda claro que la evaluación por niveles de logro e indicadores de
nivel se compagina muy bien con la evaluación por competencias. Los
estandares pueden considerarse como la selección que hace
el Ministerio de Educación del nivel de logro que considera
basico para una calidad aceptable encada grupo de grados. Los
estandares necesitan una determinación previa de los niveles de
logro, y sólo entonces se puede fijar uno de esos niveles como
estandar
Basico para cierto grupo de grados, otro para el siguiente grupo, y
así sucesivamente. Por eso no me parece apropiado separar esfuerzos; no
estuve de acuerdo con que se hubiera contratado un grupo pequeño de
expertos o inexpertos para elaborar estandares, mientras otro grupo elaboraba
las competencias que se iban a intentar medir en las pruebas del ICFES o en las
pruebas censales de la Secretaría de Educación de Bogota;
al mismo tiempo, un tercer grupo trabajaba en revisar los lineamientos
generales de cada area curricular y otro en mejorar la lista de
indicadores de logro de la Resolución 2343, sin saber que pronto iba a
ser derogada y sin comunicación ninguna entrelos cuatro grupos. Hubiera
sido mucho mejor integrar todos estos trabajos, para que dentro de cada competencia
elegida como importante
en cada area curricular se refinaran los niveles de competencia y se
escogiera uno de esos niveles como
estandar basico para un grupo de grados de la educación
basica y media. Ya no se hizo así, y el menor de los males
sería que los grupos que estan elaborando los nuevos
estandares basicos de competencias para las cuatro areas
curriculares tradicionales tuvieran en cuenta los lineamientos curriculares de
esas areas y las pruebas que ya se estan aplicando, para ubicar
un punto de partida que permita revisar los lineamientos y las pruebas en
ciclos de tres a cinco años. Después de analizados los resultados
de las pruebas elaboradas según los estandares, se podrían
tomar decisiones para apoyar a las instituciones que no hayan salido muy bien libradas
y dar oportunidades de formación continuada a sus docentes y, si es el
caso, cambiar los estandares de acuerdo con las experiencias de los
educadores, las sugerencias de los expertos y las recomendaciones surgidas de
los analisis de los resultados. Se pueden independizar las pruebas y los
estandares de las tomas de decisión sobre promoción,
graduación o permanencia de un alumno en
particular en una institución. Por ejemplo, es posible
hacer pruebas censales o por muestreo en todo el país para que los
examenes provean información suficiente, sin que se sepa que
estudiante en particular tuvo qué puntaje en unas pruebas decompetencia.
Esos puntajes no tienen por qué influir en decisiones
de promoción al grado siguiente, graduación o exclusión
escolar. Pero sí pueden dar mucha información sobre lo que
necesitan ciertos componentes del sistema educativo y lo que no
necesitan. En ese caso, los estandares
basicos de calidad se utilizarían también para apoyar y
cualificar a los docentes y directivos de las instituciones que no alcancen
esos estandares, sin publicar el orden en el que quedaron.
Hace falta en todo el país mucho trabajo de reflexión,
discusión, experimentación y reformulación sobre la
evaluación, los objetivos, los procesos, los logros, los niveles de
logro, los indicadores, las competencias y los estandares, y sobre las
relaciones de todos ellos con los cambios curriculares, las pruebas, la
formación inicial y continuada de los docentes y los planes de
mejoramiento de las instituciones, así como los planes de apoyo a las
que mas lo necesiten. Impulsar este trabajo fue
mi principal propósito al escribir este artículo .FECODE.
Educación y Cultura
Revista trimestral del Centro de Estudios e Investigaciones de la
Federación Colombiana de Educadores. No. 62. Bogota, Abril de 2003. Paginas 33-41
HAY QUE EDUCAR EL CEREBRO, LA MANO Y EL CORAZÓN
Por primera vez en Colombia, académicos de 17 facultades de
educación y maestros de colegios de todas las regiones del país
se unieron para discutir y definir los estandares de calidad que
determinaran las competencias de los niños y jóvenes
colombianos. El periódico ALTABLERO (MEN, 2003) estuvo con el profesor
Carlos Eduardo Vasco, para abordar aspectos relevantes de la tematica de
estandares. El profesor Vasco es reconocido por su trayectoria
académica como
físico, matematico y filósofo. Fue miembro de la
Comisión de Ciencia, Educación y Desarrollo, mas conocida
como la Comisión de Sabios, conformada en 1994 y que reunió a 10
de los mejores y mas importantes intelectuales, pensadores y
científicos colombianos, cuyo fin fue formular recomendaciones sobre el
papel de la educación en el presente y el futuro del país. Al
Tablero
: ¿De dónde surge la iniciativa de formular unos
estandares de calidad sobre competencias?
Carlos Eduardo Vasco
: Cuando hice parte del equipo de la nueva reforma curricular emprendida por la
Dirección General del Ministerio de Educación en1978, la idea era
construir mejores currículos y mejores materiales para la
educación continuada de los maestros, a fin de prepararlos para los
nuevos programas curriculares que pretendían ser mas exigentes
que los anteriores. Por otra parte, la Ley General había
previsto dos mecanismos para evitar un caos total en la educación: uno,
la expedición de lineamientos para las areas y otro, un listado
de indicadores propuestos al interior de los colegios. Cuando los maestros
empezamos a trabajar con logros e indicadores de logro nos dimos cuenta de que
ya no era obligatorio seguir el currículo propuesto por el Ministerio,
porque la Ley General de Educación daba autonomía a los colegios
para desarrollar el ProyectoEducativo Institucional (PEI) y después
elaborar currículos autónomamente para que cumplieran los
propósitos del PEI. Ademas, las comparaciones internacionales con
el Tercer Estudio Internacional (TIMSS)nos dejaron
bastante preocupados, lo que generó la necesidad de introducir un nuevo
componente: los estandares.
¿Qué son los estandares de calidad?
Son una pieza mas de un complejo proceso de
crecimiento en la calidad de la educación, que contribuye a la
articulación entre los distintos componentes de los procesos de
incremento de calidad.
Específicamente, ¿cómo contribuyen a
esta articulación?
Los estandares operan como
ejes articuladores del proceso de incremento
de la calidad: en la medida en que envían mensajes a los que hacen las
pruebas, le mandan
mensajes a los maestros y a las madres y a los padres de familia. Si un niño al final de noveno grado no puede calcular el
10 por ciento o el 20 por ciento de un precio mentalmente, pues ha perdido su
tiempo en matematicas. Ademas, los estandares les mandan
mensajes a los maestros que estan trabajando en integrar su propio
currículo adecuado al PEI, diciéndoles: ojo, hay que mirar el
PEI, pero también hay que mirar el resto del país y hay que mirar
el escenario internacional en que se van a mover nuestros egresados. Yo propuse
una imagen como de un hexagono, hecho de siete piezas hexagonales, en
donde los estandares estan como arriba de la derecha jalonando el
proceso de cambios curriculares, el proceso de mejoramiento de las
instituciones, laconstrucción de las pruebas y todos los mecanismos que
tiene el Estado para apoyar a las instituciones, a las facultades de
educación y a las universidades para qué puedan hacer la
formación continuada de los maestros. Si lograramos articular
esas piezas, creo que los estandares tendran un
puesto importante en marcar las orientaciones para ese proceso de aumento de la
calidad. Por eso estamos haciendo una apuesta que queremos lanzarle a la
comunidad académica internacional: que nos digan si estamos llegando a
la meta propuesta, superar el nivel de
estandares de contenidos y de procedimientos basicos, hacia
estandares de calidad relacionados con las competencias.
¿Cual fue la participación de la
comunidad académica en la elaboración de los estandares?
Este proceso ha sido muy distinto en relación con otros que se han dado
en el país, ya que las facultades de educación contribuyeron a
que los maestros que quisieran colaborar con este proceso -mas maestros
de aula que venían del proceso anterior y otros nuevos- comenzaran a
reunirse, discutir y producir documentos que eran enviados a lectores
nacionales e internacionales; ahí si hubo mayor participación de la
comunidad académica.
La participación comienza de una manera mas amplia porque usted
tiene quien lo critique, pero con argumentos y sugiriendo alternativas. Viene
también la participación de la comunidad educativa poniendo los
estandares en practica para ver si funcionan o no y desarrollando
pruebas con el fin de saber si los niños alcanzaron
losestandares. Se generó un movimiento
participativo, de prueba, ensayo y error. Creo que todos
vamos a ganar en esto.
¿Qué aspectos de la calidad afectan estos
estandares?
He propuesto en algún foro de la UNESCO, que se
distinga por lo menos entre la calidad de los insumos de la educación y
la calidad de los productos, que generalmente es la única que se mide.
Y, ademas de esas dos, que son todavía sistemas primitivos, que
se hable de la calidad de los ambientes en los que ocurre la educación,
de la calidad de los proceso educativos y, sobre todo, de la calidad de los
agentes educativos y, sobre todo, de la calidad de los agentes educativos. Así, tendríamos que desagregar esa palabra calidad en
insumos, procesos, ambientes, agentes y productos.
De todas estas variables, ¿cuales afectan los
estandares?
Obviamente, los estandares no afectan los insumos.
Indirectamente, si las pruebas salen mas es porque los
productos son insuficientes; entonces, los planes de mejoramiento
podrían contribuir a los insumos. Creo que los estandares van a
cambiar los procesos educativos en cuanto mandan mensajes para la evaluación, la
practica diaria de la clase, elaboración de los currículos
y de los PEI.
Si el principal agente de la educación es el mismo estudiante, este
ciclo también lo va a cambiar; va a decir: 'A mí no me
interesa tanto aprenderme de memoria todos los presidentes de Colombia, a
mí me van a pedir que argumente a favor o en contra del Estado social de
derecho, etc. Los estandares cambian o no
los ambientessegún como se interpreten los primeros.
Es decir, si se toman como una limitación injusta a la autonomía
curricular de la institución, como una homogenización para todos
los niños, o como una exigencia arbitraria, evidentemente deterioran el
ambiente. Pero si yo digo, esto es una manera interesante de recoger los
intentos que se dieron con los nuevos currículos, de la
renovación curricular y de los lineamientos, por lo menos vemos que se
va a lograr una cierta coherencia y van a cambiar el ambiente y los productos,
niños y jóvenes que se van a lanzar a la vida al final del grado
once.
Ahora, la calidad de una persona va mucho mas
alla de lo que pueda saber de español, matematicas, etc.,
va a ser su calidad como
persona. El desafío actual es si los estandares contribuyen o no
a ese producto; es una profecía que nosotros
podemos ayudar a cumplir o a que no se cumpla. Si tomamos los estandares
como
una oportunidad de cambiar nuestros ambientes, nuestros procedimientos y a
nosotros mismos, esos productos de la educación van a ser mejores.
¡Cual es la relación entre
estandares de calidad y el propósito de equidad?
Ya hemos visto todos los problemas que hay con la movilidad regional en
Colombia; desafortunadamente la misma violencia, los desplazamientos forzosos y
el desempleo hacen que las familias se tengan que mover continuamente y que el
niño, por problemas económicos de la familia, tenga que pasar de
un colegio a otro. Vamos a ver si a través de unas nuevas pruebas que
midan niveles de competencia y deunos estandares que estén
relacionados con dichos niveles, logramos darle empuje a
esta delicada trama que lleva a mejorar la calidad de la educación. Es una apuesta que recoge, corrige, propone ciertos espacios y
ciertas directivas para mejorar la calidad de la educación en todas
partes. Esa es la relación que hay entre estandares y
equidad. En este sentido, hay que cuidar mucho que el estandar
contribuya a la equidad, garantizando que todas las instituciones adecuen sus
currículos, instalaciones y maestros, PEI y manuales de convivencia para
que todos los niños superen con creces los estandares, y cuidando
en qué casos estaríamos siendo injustos poniendo un
estandar que no es razonable para una región o para una etnia. En
ese caso habría que eliminarlo.
¡Cómo se definieron los estandares?
Primero se buscó qué niveles de competencias se
dan en la realidad. Miramos la literatura, lo que dicen los maestros,
los psicólogos, los padres de familia, que conocen bien el desarrollo de
los niños, para que nos dijeran si era razonable pedirle esto o aquello
a un estudiante de noveno grado, a fin de que la mayoría de los
niños del país alcancen o superen ese nivel de competencia. Si es
razonable, pues lo ponemos como estandar. Por eso, los
estandares tienen que indicar a qué nivel del desarrollo de
una competencia se ha llegado presumiblemente, en tercero, quinto y noveno
grado. Una de las razones para no poner estandares en
preescolar, primero y segundo grado es la diferencia en el nivel con que
ingresan losniños. Por ejemplo, no es lo
mismo los niños con tres años de un buen
preescolar, que han estado en grupos pequeños, comparados con los
niños que llevan apenas un año de preescolar. Cuando pasan a
primero no se les puede pedir que todos salten lo mismo de alto. En cambio, ya
en tercer grado se puede esperar que todos los niños logren por lo menos
el nivel de competencia para ese grado. Fíjese,
entonces, que uno se puede equivocar: o porque puso el estandar muy alto
o no pasa la mayoría de la gente, o porque lo puso muy bajito y es muy
facil alcanzarlo.
¿Qué competencias esperan desarrollar los
estandares?
La propuesta es tratar de lograr estandares relacionados con
competencias importantes como son: la competencia interpretativa y la
argumentativa, porque vemos que todos los niños en el futuro, aun los
que van a trabajar manualmente, seran analistas simbólicos, van a
tener que estar interpretando símbolos, íconos y analizar lo que
tienen ahí para cambiar su actividad. Esos analistas
simbólicos necesitan, ante todo, competencia interpretativa pero,
también, competencias argumentativas para no dejarse convencer demasiado
facil por los avisos de la televisión, los papelitos de
propaganda y las maravillas que le dicen a uno los vendedores. Hay que sopesar los argumentos y esa competencia es importante en
todas las areas. Podríamos decir que los
estudiantes seran capaces de argumentar la conveniencia de precisar una
ecuación lineal en una situación que varía en una forma no
lineal. Cuando los estudiantesaprenden las proporciones o la regla de
tres o las ecuaciones lineales creen que cuando uno aumenta, el otro
también aumenta y lo hace linealmente; pero argumentar si es linealmente
con respecto al tiempo o a otra variable y ver
cual es el modelo que se ajusta mejor al proceso, no se ha propuesto en
los colegios. Ahora, la competencia propositiva, en la que el estudiante
propone un modelo es muy difícil de medir. Las
competencias argumentativas –que argumenta cual es el mejor modelo- e
interpretativa –que traduce un texto a una
grafica o a una ecuación-, son competencias transferibles a
muchas areas.
El Ministerio de Educación publicara el documento sobre
estandares basicos de calidad; cuéntenos ¿con
qué se van a encontrar los lectores de esa
publicación?
En primer lugar, con una introducción que me atreví a escribir sobre este tema tan complejo; en la primera etapa
encontramos lo que llamamos las areas fundamentales, tan importantes como lenguaje y
matematicas. En la segunda, se podría pensar en las otras
areas académicas tradicionales, relacionadas con las ciencias, como
las ciencias naturales y las ciencias humanas.
No sabemos todavía si es bueno poner unos estandares sobre la
ciencia en general; también, creo yo, habría que poner
estandares sobre ciencias particulares. No es lo mismo la física
que la biología –ya una biología física-, que la
geografía o que la historia. Por lo tanto, hay que ir trabajando en lo
que tienen en común grupos de ciencias y de específico algunas
ciencias particulares.Creo que en una siguiente etapa se podrían
diseñar estos estandares de ciencias y también pensar los
de competencias ciudadanas, que son los mas difíciles de escribir
y proponer. Pero ese es precisamente uno de los retos
para la comunidad académica colombiana.
¿Cómo resulta mas conveniente trabajar los
estandares: por area o de manera interdisciplinar?
Una de las propuestas de la Ministra de Educación, Cecilia María
Vélez White, es precisamente hacer unos estandares de ciencia
integrada, ojala de ciencia y tecnología integradas, o de
ciencia, tecnología y sociedad integradas. Es mas facil
para nosotros desarrollar estandares por areas, pero precisamente
la intención es que las competencias que se escojan, propias de cada
area, sean lo mas transferibles posible; que también sean
importantes para otras areas, como para otros tipos de desempeño
ciudadano o trabajo practico o artístico, así no se vayan
a poner como estandar o no se vayan a medir nunca. Por eso la tendencia,
que quiero que juzguen ustedes cuando salgan los textos de estandares,
es si se lograron capturar esas competencias mas transferibles o nos
quedamos en una muy específicas de una asignatura o de una disciplina
científica; o si hubiésemos preferido aquellas competencias que
son mas generales y mas aplicables a otras ramas del saber y a
otras actividades de la vida cotidiana.
¿Qué parametros internacionales o
modelos se tuvieron en cuenta para su definición?
Miramos qué estan haciendo en Estados Unidos,
Europa y Latinoamérica. Y al verque no es
uniforme la concepción, pensamos que teníamos que hacer una
propuesta. Es muy facil elaborar
estandares de contenidos. Es decir, todos los niños deben
saber del
himno nacional por lo menos una estrofa, o todos los niños tienen que
saber ciertas fechas patrias, y en este sentido ya tendríamos unos
estandares de cívica o para las ciencias sociales. Si el
niño se sabe cinco estrofas del himno nacional, pues mejor.
Pero, ¿es tan importante eso? La apuesta del países
que los estandares de contenidos tematicos y de desempeño
–llamémoslos de tipo procedimental, por muy importantes que sean-,
se quedan muy por debajo delo que necesita el país.
Es decir, que con estos estandares, ¿nuestros egresados van a ser
mas competitivos internacionalmente?
Ese es el problema también delicado de la parte
política de proponer estandares de calidad que tengan que ver con
una competitividad internacional. ¿Estamos preparando a nuestros
niños para un mundo donde el trabajo es escaso,
la movilidad alta, en el que las importaciones barren con nuestras empresas?
Ahí se debe distinguir en el uso de la palabra
competencia, por ejemplo, puede significar una competencia ciclística
donde alguien gana o un ciclista es competente así no gane la carrera.
No es que vamos a meter a los niños en una competencia internacional
puesto que en esa competencia ya estamos metidos. Lo que pretendemos es
hacerlos mas competentes para que asuman esos retos. Por
eso me parece muy conveniente levantar las varillitas internacionales
cadacuatro o cinco años para ver si estamos pasando los
estandares internacionales. Así, podemos
exigir mas, pero también podemos dar mejores oportunidades para
que las pasen. Lo contrario sería no contribuir a la equidad sino
a la inequidad y echarle la culpa a los niños que no tuvieron la
oportunidad de entrenarse para saltar tan alto: se les exigiría que
salten tan alto y se les culparía de que no llegaran. Tenemos que
retarlos para que los superen y ojala ampliamente. Después ver,
si quedaron muy altos, bajarlos un poquito o si
quedaron muy bajos, subirlos. Ajustarlos cada cuatro o cinco
años. Ese es el ajuste entre
estandares, competencias, pruebas de información y
currículos que quisiéramos volviera a reactivarse en la
educación colombiana.
¿Estamos respondiendo a las demandas internacionales?
Sobre todo a las demandas internacionales que llaman
“de mano de obra calificada” y que yo diría mas bien,
cerebro de obra calificada y ¿por qué no? De
corazón de obra calificada; porque la mano de obra va
movida por unas intenciones, una ética, una inteligencia y una
comprensión que no se pueden reducir a una calificación de la
mano. Antes decíamos que era calificar la mano y el cerebro pero ya
vemos que por la corrupción y por el tipo de discusiones y pugnas que
tenemos entre nosotros mismos, ya ni la mano ni el
cerebro son suficientes para lo que necesita el país.MEN.
Periódico Al Tablero No. 19
: Hay que educar el cerebro, la mano y el corazón.
Bogota, Abril 2003. pp. 3-6