4.Los filósofos del lenguaje nos han
enseñado a distinguir entre lengua y realidad, entre lenguaje y mundo.
Lo que ha crecido, en verdad, no es el mundo, sino el conocimiento del
mundo por el hombre. Ese conocimiento no tiene otra
manera de expresarse y comunicarse que por medio de palabras, de pobres,
limitadas y aproximativas expresiones orales que corresponden imperfectamente a
la cosa que pretendemos.
1. ¿De qué tamaño era el mundo para un
hombre del Neolítico? ¿O para un habitante de Sumer, o de la Atenas de Pericles; del París de
Abelardo o de Rousseau? Sin ningún riesgo podríamos decir que era
mucho mas pequeño que el que se ofrece a la curiosidad del
hombre de hoy. El hombre del Neolítico
vivía en un espacio estrecho, en un medio natural limitado, con
relaciones fijas y casi inmutables con lo que lo rodeaba. No solamente
podía conocer todo lo que le importaba sino que, de hecho, por la sola
necesidad de vivir, tenía que conocerlo. Ese
mundo reducido e inmutable podía designarse en toda su amplitud con un
puñado de voces. El vocabulario era tan pequeño como el mundo y
suficiente para expresar todos los aspectos y relaciones que lo caracterizaban.
3. El hombre del Neolítico, seguramente,
tenía por necesidad un vocabulario del tamaño de su mundo. Nosotros los
contemporaneos del alba delTercer Milenio de la
Era Cristiana no lo tenemos. Eso significa
basicamente, que la inmensa mayoría de los seres humanos y, en
cierta forma, todos sin excepción no estamos en capacidad de conocer el
mundo en el que vivimos porque tampoco estamos en capacidad de nombrarlo por
entero.
2. El del hombre de Sumer
era mas grande tanto geografica como
intelectualmente. Conocían la Mesopotamia
y el espacio del Oriente Medio y hasta una historia
completa de su mundo. El tamaño del
mundo ha ido creciendo continuamente, hemos pasado de ser el centro del universo a
convertirnos en los marginales habitantes de un pequeño planeta de un
pequeño sol, de una pequeña galaxia entre los millones de soles y
de galaxias que forman el universo. El mas lejano objeto que han detectado nuestros telescopios esta a 20 mil
millones de años luz de la Tierra, lo que es infinitamente mas
que aquel universo que diseñó Ptolomeo, en el que una cercana
luna y unas parpadeantes estrellas giraban en esferas concéntricas en
torno al gran planeta central que era el asiento del hombre. Podríamos seguir la
ampliación continua de la extensión del mundo hasta hoy
para hallar que cada vez se ha hecho mas vasto, mas inabarcable,
mas difícil de comprender y explicar.
5. Frente a esa inmensidad creciente del
mundo del conocimiento, que con todoello
esta muy lejos de alcanzar la dimensión completa del mundo real en toda
su inagotable variedad y cambio continuo, es desproporcionadamente
pequeña la capacidad de comprensión y de expresión de los
seres humanos. La mayor fuerza empero con la que tropieza es la del
tamaño reducido e inadecuado de su propio vocabulario.
6. Una gran parte de los habitantes del planeta emplea un vocabulario
no mayor de 500 palabras. Todo lo que ignoran lo arropan con borrosas
alusiones, comodines, o simple perplejidad. Su percepción del tamaño del mundo no puede ir
mas alla de su vocabulario, en verdad, su mundo no puede ir
mas alla de lo que logran expresar esas 500 voces. Todo lo que
sobrepasa esa medida esta fuera de la posibilidad de su conocimiento,
casi como
si no existiera. Los medios de comunicación masivos de nuestros
días lanzan continuamente un torrente incontenible de información
que escapa a la comprensión de la mayoría de quienes lo reciben.
Estan condenados a darse cuenta de que existe exteriormente un mundo en el que no pueden penetrar, ni siquiera conocer,
porque carecen del
instrumento lingüístico mínimo para poderlo intentar.
9. El primer e insustituible paso para disminuir en lo posible esa
incomunicación y esa amenazante brecha que tiene consecuencias tan
graves de todo género, consiste enel estudio continuo y permanente del
lenguaje. Una enseñanza eficaz y creciente del lenguaje, de su
uso, de su enriquecimiento sin tregua, debería ser el primer y
mas importante objeto de la educación.
10. Todo lo demas depende de esto sencillamente, porque no se puede
avanzar en el conocimiento si no se dispone de las palabras necesarias para
expresarlo y adquirirlo. No aprendizaje inerte de reglas de gramatica
sino de lenguaje vivo, hablado y escrito, que con cada palabra nueva aumente el
tamaño del
mundo para cada hombre.
8. Esto plantea un inmenso problema en la
educación de hoy. Ya no hay la posibilidad de encerrarse en un mundo
limitado y suficiente como fue el caso de los campesinos hasta hace poco
tiempo, los medios de comunicación que no dejan fuera de su alcance,
practicamente, a ningún habitante de ciudad, llevan a los
millones de televidentes, radioescuchas y lectores de prensa la noticia de
todos los progresos científicos y tecnológicos, que el
vocabulario de los mas de ellos no les permite asimilar. Estan condenados a no poder conocer.
7. Nunca fue mas tragica que hoy esa desproporción, porque
jamas antes hubo una multiplicación semejante en la
extensión múltiple de los conocimientos y en su continua y
creciente tendencia a expandirse.