Chile
El término literatura de
Chile hace mención al
conjunto de producciones literarias creadas por escritores originarios de Chile. La literatura de Chile
es escrita habitualmente en español.
Antecedentes
La literatura en Chile se
gestó primeramente a través de la conquista y colonización que llevó a cabo el
imperioespañol durante el siglo XVI en los territorios
pertenecientes en la actualidad a Chile. Es así como los
conquistadores trajeron consigo a cronistas europeos que tuvieron la función de
describir los acontecimientos importantes acaecidos en estos procesos para
posteriormente dar cuenta frente a la corona española de la administración de
éstos. En este contexto destacó Alonso de Ercilla con su poema épico «La
Araucana», publicada en España en 1574 y que describe la lucha que llevaron a
cabo el imperio español y el pueblo mapuche en la denominada Guerra de Arauco 1] Otra obra que también describió este conflicto fue
«Arauco Domado», publicada en 1596 y escrito por Pedro de Oña; quien fue el
primer poeta nacido en Chile.[2] Aun así estas obras fueron creadas para el
público lector español.
Más tarde, durante el período colonial y hasta el siglo XIX; destacó la labor
literaria llevada a cabo por las monjas de los conventos chilenos, quienes se
caracterizaron por escribir cartas espirituales, diarios, autobiografías y
epistolarios.[3] De esta forma destacaron Sor Tadea García de San Joaquín,
Úrsula Suárez, y Sor Josefa de los Dolores.[3]
Aunque existió la práctica de la escritura desde la llegada del imperio
español, la lectura continuó siendo una práctica realizada por una minoría de
la sociedad chilena. Sin embargo esta situación comenzó a declinar desde la
década de 1840, cuando un grupo de intelectuales impulsaron la formación de una
sociedad lectora 4] [nota 1] cuyas ideas se
sustentaban en que la lectura era una herramienta eficaz para civilizar a una
nación.
Historia Romanticismo
El romanticismo en Chile,
conforme al análisis del crítico literario Cedomil
Goic, puede clasificarse en tres generaciones literarias: la de 1837, 1852 y
1867.
La generación literaria de 1837, denominada también generación costumbrista, se
caracterizó por el desarrollo de un costumbrismo con especial énfasis en lo
pintoresco y lo realista, abordándolos desde un punto de vista crítico y
satírico.[7] Destacaron en ésta generación: Mercedes Marín del Solar, Vicente
Pérez Rosales y José Joaquín Vallejo.[7]
La generación literaria de 1852, denominada también generación
romántico-social, se caracterizó por poseer una postura más radical a la visión
liberal que la generación anterior, presentando el pasado como ejemplo de
rectificación del presente.[8] Destacaron en ésta generación: José Victorino
Lastarria, Salvador Sanfuentes, Martín Palma, Eusebio Lillo, Guillermo Matta y
Guillermo Blest Gana.[8]
La generación literaria de 1867, denominada también generación realista, se
caracterizó por poseer un enfoque más cercano al realismo que las generaciones
anteriores.[9] Destacó en esta generación Alberto Blest Gana con su obra
«Martín Rivas», en el cual realizó un retrato de la sociedad chilena de finales
del siglo XIX, incorporando a la vez el romanticismo característico de sus primeras
obras.[10] [11] Destacaron también: Daniel Barros Grez, Eduardo de la Barra,
Zorobabel Rodríguez, José Antonio Soffia, y Liborio Brieba.[9]
El romanticismo en Chile evolucionó desde los ideales neoclásicos del arte,
hasta alcanzar una concepción ligada a la expresión de lasociedad, siéndole
añadida la función de orientar el desarrollo ético y moral de la vida pública y
privada.[6]
Sociedad literaria de 1842
La creación de la sociedad literaria de 1842, cuyo discurso inaugural fue leído
por José Victorino Lastarria el 3 de mayo de 1842, tenía el objetivo de
impulsar la formación literaria de la juventud, y promover una literatura con
identidad nacional, funcional al proyecto político liberal de nación, que
proponía la clase ilustrada chilena. Así también hizo hincapié en la
ilustración como factor
fundamental del
progreso, fomentó la originalidad e impulsó al rechazo de los modelos
extranjeros.
La resolución de dos polémicas intelectuales que se dieron en la prensa del año
1842 influenció en las concepciones literarias que abordó la sociedad literaria
de 1842: la primera polémica, denominada controversia filológica, tuvo relación
con una serie de términos y palabras utilizadas en Chile que fueron
consideradas repugnables por escritores como Pedro Fernández Garfias y Domingo
Faustino Sarmiento; mientras que la segunda polémica tuvo relación con diversas
posturas adoptadas por escritores como Vicente
Fidel López, Salvador Sanfuentes, José Joaquín Vallejo, Domingo Faustino
Sarmiento y Antonio García Reyes acerca del
romanticismo.
La sociedad literaria de 1842 duró hasta el 1 de agosto de 1843, registrando un
total de ochenta y seis sesiones realizadas desde el 5 de marzo de 1842. Su principal logro fue la publicación de la revista Semanario de
Santiago, revista que sería clave en la masificación de las revistas literarias
en Chile.
Entre losescritores y políticos que participaron de esta sociedad destacaron:
Salvador Sanfuentes, José Joaquín Vallejo, Francisco Bilbao, Manuel Antonio
Tocornal, Antonio Varas, Aníbal Pinto y Domingo Santa María.
Realismo
El realismo es un movimiento literario comprometido
con la observación y el análisis de la realidad. El realismo en Chile se inició
con la publicación en 1862 de la obra «Martín Rivas» de Alberto Blest Gana, y
se extendió hasta el año 1947. Según Fernando Alegría, se presentó en dos corrientes:
el realismo romántico y el realismo naturalista, representados respectivamente
por Alberto Blest Gana y Luis Orrego Luco.
Durante el desarrollo del realismo en Chile, sus dos máximos exponentes,
Alberto Blest Gana y Luis Orrego Luco, calificaron en sus obras su época como
un período de transición entre el inicio de la emancipación de la herencia
colonial y el fin de este proceso con el inicio de la sociedad capitalista.[16]
Sin embargo ambos autores respondieron antagónicamente respecto a este cambio:
Luis Orrego Luco enfatizó en las consecuencias valóricas que traería consigo el
cambio hacia la sociedad capitalista, considerando estas consecuencias
mayoritariamente negativas, miestras que Alberto Blest Gana acogía
positivamente este cambio, incluso considerando inevitable este desplazamiento
de costumbres.
Además de su obra «Martín Rivas», Alberto Blest Gana destacó
por su obra «Los Trasplantados», publicado 1904. En
esta obra Alberto Blest Gana analizó el comportamiento de los chilenos
radicados en París. Por su parte Luis Orrego Luco
destacó por sus ciclosnarrativos que describieron la sociedad chilena de
aquella época. El primer ciclo narrativo se denominó Escenas de la vida
en Chile e incluyó las obras «Playa negra», «Un idilio nuevo», «Casa grande», y
«El tronco herido»; ciclo que elaboró desde 1876 hasta 1929. El segundo ciclo
narrativo se denominó Recuerdos del tiempo viejo e incluyó las obras «En
Familia» y «A través de la tempestad», publicadas en 1912 y 1914
respectivamente; abordando la segunda mitad de la década de 1880 y principios
de la década de 1890.
Otro destacado escritor del realismo fue Baldomero Lillo,
quien publicó en 1904 una recopilación de cuentos en su obra «Subterra». A
través de esta recopilación de cuentos Baldomero Lillo describió las precarias
condiciones de trabajo en el que se desarrollaba la minería del carbón en Lota
durante el fin del siglo XIX y principios del siglo XX. «Subterra» tuvo un gran éxito, agotándose su primera edición en sólo tres
meses, y siendo favorablemente acogida por la crítica de aquella época. En 1907
Baldomero Lillo publicó «Subsole», una nueva recopilación de cuentos basados en
la vida campesina y la vida del trabajador en el mar.
Criollismo
El criollismo fue un movimiento literario nacido a
fines del siglo XIX y que perduró durante la
primera mitad del
siglo XX. El criollismo fue una extensión del realismo, y
cuyo objetivo era describir de manera objetiva la vida rural para contribuir
así a su conocimiento. El criollismo se desarrolló en medio de una tendencia
generalizada a privilegiar la ciudad como centro de desarrollo en desmedro de
la vida campesina 23] Laobra criollista interpretó
'la lucha del hombre de la tierra, del mar y de la selva por crear
civilización en territorios salvajes, lejos de las ciudades', como lo
indicó Mariano Latorre, uno de sus mentores; dotando a personajes cotidianos de
un carácter heróico, aunque su lucha siempre terminaba en derrota. Entre los
primeros escritores del criollismo destacaron: Alberto Blest Gana, Baldomero
Lillo con sus obras «Subterra» y «Subsole», y Mariano Latorre con su obra
«Zurzulita», publicada en 1920.
Poesía chilena (1900-1925
Durante el primer cuarto del siglo XX un conjunto
de poetas lograron a través de sus obras renovar la escena literaria chilena,
trayendo consigo el inicio del vanguardismo en
Chile.
La primera manifestación de éste conjunto comenzó con la publicación de la obra
«Flores de cardo» de Pedro Prado en 1908. Esta obra introdujo en Chile el culto al verso libre y la
ruptura de las sujeciones métricas. Más tarde, Pedro Prado publicaría
las obras «El llamado del mundo» y «Los pájaros errantes», en 1913 y 1915
respectivamente.[26] Posteriormente sería el fundador del grupo artístico Los
Diez en 1915.
Destacó también en este período Gabriela Mistral, gracias a su poema «Sonetos
de la muerte», ganando consigo el concurso literario de los Juegos Florales de
Santiago, realizados el 22 de diciembre de 1914. En 1919 Gabriela Mistral
publicó su libro de poesías «Desolación», obra con el cual obtuvo el Premio
Nobel de Literatura en 1945, transformándose en la primera latinoamericana en
recibir dicha distinción.
Asimismo destacó Vicente Huidobro, quien publicóen 1914 «Arte del sugerimiento»
y «Non serviam», obras que fueron la antesala del creacionismo, vanguardia
literaria fundada por él y que cuyo manifiesto fue publicado en su libro «El
espejo de agua» en 1916:
El poema creacionista se compone de imágenes creadas, de situaciones creadas,
de conceptos creados; no escatima ningún elemento de la poesía tradicional,
salvo que en él dichos elementos son íntegramente inventados, sin preocuparse,
en absoluto de la realidad ni de la veracidad anteriores al acto de realización.
Fragmento de «Creacionismo», Vicente Huidobro.
Luego de su residencia en Santiago de Chile y posteriormente Buenos Aires,
Vicente Huidobro partió a París, donde en 1918 publicó una segunda edición de
«El espejo de agua», además de sus obras «Ecuatorial» y «Poemas Árticos»; que
establecieron el creacionismo en la vanguardia europea.
Otro poeta que surgió en esta generación fue Ángel Cruchaga, quien se
caracterizó en sus obras por un énfasis permanente en
el mundo del
amor y su predisposición a la tristeza. Destacó en este
período su libro de poesías «Las manos juntas», publicado en 1915.
Por su parte Pablo de Rokha destacó por su visión anárquica y contestataria,
rupturista y polémica del mundo; plasmándose en su obra.
Entre sus obras destacaron: «El folletín del
Diablo» y «Los gemidos», publicados en 1920 y 1922
respectivamente. En 1938 Pablo de Rokha fundó y fue director
de la editorial Multitud, que circuló en Estados Unidos, Rusia y Latinoamérica.
Además Juan Guzmán Cruchaga publicó en este período sus obras poéticas «Junto
al brasero», «Lamirada inmóvil», «Lejana», «La fiesta del corazón», y la
antología poética «Agua de cielo»; en 1914, 1919, 1921, 1922 y 1925
respectivamente.
Por último, y como antesala de su éxito en el siguiente cuarto del siglo XX,
Pablo Neruda, que comenzó su carrera literaria a finales de la década de 1910;
publicó sus obras «Crepusculario» y «Veinte poemas de amor y una canción
desesperada», en 1923 y 1924 respectivamente.
Imaginismo
El imaginismo chileno se definió como una tendencia literaria nacida
en 1925, cuyos autores no tomaron en sus obras elementos directamente de la
realidad nacional, ni descripciones de la naturaleza, ni transcribieron el
lenguaje de los campesinos propiamente tal; más bien rechazaron el apego a los
elementos naturales, cotidianos y convencionales, siendo opuesto al criollismo.
De acuerdo a los historiadores Luis Muñoz González y Dieter Oelker Link, las
principales diferencias entre el criollismo y el imaginismo se resumen en el
siguiente esquema:
Uno de los mayores aportes de la generación imaginista fue la creación en 1928
de la revista Letras, cuyo objetivo era fomentar un diálogo internacional
acerca de las artes y la literatura. Entre los escritores que formaron parte del imaginismo en Chile,
destacaron: Ángel Cruchaga, Salvador Reyes Figueroa, Hernán del Solar, Luis
Enrique Délano y Manuel Eduardo Hübner.
La Mandrágora
La Mandrágora fue un grupo de poetas surrealistas chilenos fundado en 1938 por
Teófilo Cid, Enrique Gómez Correa y Braulio Arenas; aunque desde el inicio
participó también Jorge Cáceres. Este colectivo poético surgió y sedesarrolló
en medio del triunfo
del Frente Popular y la llegada de Pedro Aguirre Cerda a la presidencia de Chile.
Es por eso que la propuesta poética de este grupo
estuvo vinculada en un principio con estos fenómenos sociales, desarrollando un
proyecto radical de socialización con especial énfasis en lo político. Sin embargo pronto abandonaron su discurso inicial para dar paso a
una interlocución con el surrealismo a través de textos personales y
manifiestos conjuntos, vínculo que ya había establecido Vicente Huidobro.
Entre los principales logros de la Mandrágora para promover el surrealismo en
Chile destacaron: la publicación de la revista La Mandrágora desde diciembre de
1938 hasta octubre de 1943, la conferencia dictada en la Universidad de Chile
en 1939, una exposición surrealista en la Biblioteca Nacional en 1941, y una
exposición surrealista internacional en la Galería Dédalo de Santiago de Chile
en 1948.[42] Por su parte Braulio Arenas publicó la revista Leit-motiv desde
1942 hasta 1943, y que contó con las colaboraciones especiales de André Bretón,
Benjamin Péret y Aimé Césaire; estableciéndose una estrecha relación entre la
Mandrágora y el conjunto de surrealistas franceses.
Este conjunto de poetas se caracterizó también por sus connotadas discusiones
reprobatorias en contra de los criterios establecidos en la poesía moderna,
criticando además a varios escritores chilenos, tales como Pablo Neruda y
Vicente Huidobro.
El grupo comenzó su dispersión a partir de 1949. En
1957 Braulio Arenas, Enrique Gómez Correa y Jorge Cáceres, publicaron la
antología «El AGC dela Mandrágora», que incluía además un diccionario
surrealista y una bibliografía del surrealismo chileno.
Neocriollismo
A finales del lustro de 1935 y la primera mitad de la década de 1940 se
desarrolló la generación neocriollista de 1940. El objetivo de esta generación
fue representar el mundo popular en su dimensión social y humana,
caracterizándose por plasmar en sus obras un marcado
acento regionalista. Un factor fundamental en el
carácter ideológico de esta generación fue el turbulento paronama político
chileno en el cual se desarrolló, ocasionando como consecuencia un importante compromiso de
sus mentores al marxismo y a la militancia política de izquierda.
Uno de los escritores más destacados de esta generación fue Nicomedes Guzmán,
quién se caracterizó por tratar en sus obras aspectos sociales tales como
'la injusticia social, la explotación, la vida miserable de los suburbios,
la degradación moral en la pobreza y la corrupción en el poder'. Entre sus
obras más importantes destacaron: «Los hombres oscuros», «La sangre y la esperanza», «La luz viene del mar», y «Una moneda al río y otros
cuentos»; publicados en 1939, 1943, 1951, y 1954 respectivamente.
Otro escritor destacado en esta generación fue Gonzalo Drago, gracias a obras como: «Cobre», obra que
revela la lucha de los mineros frente a la injusticia y la naturaleza 46] publicada en 1941; «Surcos», una colección de cuentos
campesinos publicada en 1948; y «El purgatorio», novela que describió sus
experiencias durante el servicio militar y que publicó en 1951.
Destacaron Andrés Sabella y VolodiaTeitelboim por sus obras «Norte Grande» y
«Hijo del salitre» respectivamente, obras que describieron la vida de los
trabajadores salitreros en el norte de Chile.
Asimismo destacaron Nicasio Tangol y Francisco Coloane por sus obras inspiradas
en el extremo sur de Chile: Nicasio Tangol reveló en sus obras las costumbres,
creencias e historias de Chiloé y la patagonia chilena, destacando su labor de
describir la cultura de los pueblos aborígenes extremo-australes; mientras que
Francisco Coloane nos reveló la lucha constante del hombre en los mares del sur,
destacando sus obras «Cabo de Hornos» y «El último grumete de La Baquedano»;
ambas publicadas en 1941.
Destacaron también Marta Brunet y Maité Allamand por sus obras inspiradas en la
vida en el campo, destacando la obra «Montaña adentro» de Marta Brunet, debido
al retrato del
lenguaje rural realizado en él. Por su parte, Maité Allamand
se especializó en la literatura infantil.
Premio Nacional de Literatura
El Premio Nacional de Literatura de Chile es una distinción otorgada por el
Gobierno de Chile mediante el Ministerio de Educación y desde 2003 por el
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Es entregada a
quien ha consagrado su vida al ejercicio de las letras y haya recibido la
consagración por el juicio público. Esta distinción
nació a través de la preocupación de la Sociedad de Escritores por la orfandad
social en la que vivían los escritores chilenos. Fue creado por la Ley
número 7.368 durante la presidencia de Juan Antonio Ríos el 8 de noviembre de
1942 en homenaje al centenario de la sociedad literaria de1842, y consiste en
una entrega indivisible de un premio en dinero y una pensión vitalicia. Se
otorgaba anualmente hasta su modificación por la Ley número 17.595 de 1972 que
cambia su entrega a cada dos años. Forma parte de los Premios
Nacionales de Chile.
Notas
Entre el grupo de intelectuales que impulsaron la creación de una sociedad
lectora en Chile destacaron: José Victorino Lastarria, Andrés Bello y Domingo
Faustino Sarmiento 4]
El término generación neocriollista de 1940 hace referencia al primer grupo de
la generación literaria de 1938, siendo el segundo grupo de dicha generación la
Mandrágora; comprobable implícitamente en la siguiente cita:
Un sector importante de la crítica especializada afirmó que estuvo dividida en
dos grupos. El primero, de mayor sentido social, lenguaje más directo, apegado
al realismo y con un claro acento regionalista. El segundo, buscó mayor novedad en los motivos literarios, fue más
esteticista y subjetivo, formado en su mayoría por poetas impactados por el surrealismo
y el creacionismo.
Generación literaria de 1938, Memoria Chilena.
[]Estos temas de Nicomedes Guzmán pueden resumirse en la injusticia social, la
explotación, la vida miserable de los suburbios, la degradación moral en la
pobreza y la corrupción en el poder, y son tratados en su obra desde una
perspectiva de identidad nacional. () Su producción literaria indaga en la
miseria de las zonas suburbanas y se puede leer como una profunda
reflexión sociohistórica sobre las injusticias sociales de su época.
Nicómedes Guzmán (1914-1964), Memoria Chilena.
ReferenciasMinisterio de Educación de Chile
en conjunto con la Fundación Chile.
Consultado el 15 de mayo de 2009. «En el plano
de la cultura, uno de los elementos más destacados es la creación del Movimiento
Literario de 1842, impulsado en parte por dos polémicas intelectuales que se
dan a través de la prensa. La primera de ellas, entre Bello y Domingo Faustino
Sarmiento, es conocida como la 'controversia filológica', y se
manifiesta a través de misivas en los periódicos entre abril y junio del 42. La
otra, se da a partir de un artículo publicado en Valparaíso, titulado
'Clasicismo y Romanticismo', y firmado por el argentino Vicente Fidel
López, en colaboración con Juan María Gutiérrez y Juan Bautista Alberdi, el
cual es replicado por Salvador Sanfuentes. Estas dos escaramuzas, que contienen
estilos y posturas intelectuales diferentes, son el abono para la creación de
la Sociedad Literaria fundada por José Victorino Lastarria, quien se convierte
en su Presidente, y la participación de Salvador Sanfuentes, Francisco Bilbao,
Manuel Antonio Tocornal, Antonio Varas, José Joaquín Vallejo, Aníbal Pinto y
Domingo Santa María, entre otros. La sociedad tiene como propósito
impulsar la formación literaria de la juventud, leer y analizar obras clásicas
europeas o poesías y artículos de los miembros. Pero, sobre
todo, se promueve una literatura de identidad nacional, funcional al proyecto
político liberal de nación, que proponía la clase ilustrada chilena.
Archivos y Museos. Consultado el 15 de mayo de 2009. «El
criollismo en Hispanoamérica, como movimiento
asociado a las letras nacionales,surgió a fines del siglo XIX, en medio de un menosprecio generalizado
por el mundo campesino y una tendencia a privilegiar la ciudad como centro de desarrollo
de las nacientes repúblicas de la región. Sin embargo, gracias a los primeros
exponentes del Naturalismo, comenzó a variar la atención de intelectuales y
escritores hacia el universo rural, para retratarlo por medio de un registro “objetivo”
y contribuir así a su conocimiento.