Aurora de Chile
“Una lámpara que quedó encendida”

“Los paises han gemido baxo el peso del despotismo, mientras han estado baxo el imperio de la ignorancia, y la barbarie” acusa, en su primera edición, el 13 de febrero de 1912, la Aurora de Chile, primer periódico de una República que, aunque incipiente, intentaba levantar instituciones que la sostuvieran y legaran en un imperativo categórico la misión emanada de la revolución independentista. A fines de 1811, y en el recién sumido gobierno de José Miguel Carrera, se decide disponer fondos para una importante adquisición; la compra de una imprenta, la primera en Chile. Esta llega a Valparaíso en noviembre de 1811, proveniente de los Estados Unidos y transportada a Chile en la fragata norteamericana “Galloway”, junto a un importante cargamento de armas. Se estableció un lugar para su funcionamiento en un sitio proporcionado por la Real Universidad de San Felipe, en Santiago.

Por entonces, solo circulaban periódicos impresos procedentes de España, Limay Buenos Aires, los que llegaban con excesivo retraso. Se hacía cada vez más urgente un periódico propio, que publicitara con entusiasmo el ideario independentista. José Miguel Carrera asume este hecho como una carencia para la nación y en un Decreto de Gobierno, emitido el 16 de enero de 1812, nombra a Fray Camilo Henríquez como redactor del nuevo periódico con un sueldo de 600 pesos anuales.
La Aurora de Chile cesó su publicación el … de 1813, con 58 números a cuesta en su publicación semanal, en los que se exponían con fervor las ideas de la ilustración, desafiando las dogmas instaurados en el “silencio de tres siglos”, “siglos de infamia, y de llanto”, lo que le costó acérrimos detractores y censura en dos ocasiones.

A 200 años de este advenimiento, la Aurora de Chile es símbolo de influencia ideológica en el proceso independentista, material revolucionario donde se ensayaban las libertades y significa el precursor del arte tipográfico chileno. La Aurora de Chile es una lámpara que quedó encendida