Antecedentes
Era efectivamente practicado en Sudafrica durante siglos por los colonos blancos de origen
holandés (los afrikaner) contra la población negra de este
territorio, pero desde la instauración de la Colonia del Cabo en 1814
por Gran Bretaña, esta actitud racista no había sido apoyada por
las normas legales impuestas por los britanicos. Asimismo, el abierto
racismo de la mayoría de la población blanca
de origen afrikaner no era compartido por la minoría de blancos
de origen britanico ni por las autoridades coloniales designadas desde
Gran Bretaña.
A pesar de que el racismo contra la población negra no era respaldado
oficialmente por las autoridades britanicas, durante varias
décadas, y especialmente después de las dos Guerras de los
Bóeres, la población afrikaner había luchado para
evitar el 'peligro inglés' y había rechazado las
medidas liberalesde las autoridades coloniales britanicas, insistiendo
en que el racismo contra los negros era parte de la lucha por la
'preservación de la identidad nacional afrikaner'
siendo ésta la meta esencial de su actividad política.
Después que en 1910 Sudafrica logra la autonomía interna
dentro de la Commonwealth britanica, los políticos
afrikaner insistieron en mantener una política de
segregación racial de facto, aprovechando el debilitamiento del control
britanico y emitiendo normas internas para frustrar el desarrollo
político y económico de la población negra. Así, la
presión afrikaner impidió otorgar el sufragio a los negros y vetó que éstos asumieran cargos en la
administración pública. Todas estas normas
segregacionistas y racistas, impuestas de modo semioficial por la
presión afrikaner, fueron llamadas 'Pequeño
Apartheid'. Se dividieron en tres grupos:blancos,
bantúes y mestizos.