El
ESTudio dE Políticas PúblicAS
lAS
Luis F. AGuiLAR VilLANuEVA
(EsTudio iNTROduCTORio y EdicióN)
ANTOloGíAS ds Poltrics Pública 11
Ama rg ur a 4, San Angel , Delegación Villa Alvaro
Obregón, 01000, México, D. F.
El Estudio de las Políticas Públicas ofrece al lector un panorama
de su historia intelectual: su nacimiento y propósito original de
estudio, sus principales desarrollos, escuelas y enfoques, sus logros y tareas
incumplidas. Ademas de los textos de los autores fundadores, se publican
ensayos que reconstruyen el recorrido de la disciplina y señalan los
debates aún en curso. Conocer en qué consiste el estudio de las políticas
públicas, qué lo motiva, qué se puede esperar
razonablemente de él, hasta dónde ha llegado, qué resta
todavía por hacer, es el hilo
conductor de esta primera antología.
ANTOLoGíAS de PoLÍTicA PúbLicA 11
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Amargura 4, San Angel, Delegación Villa Alvaro
Obregón, 01000, México, D. F.
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Luis f. AGuiLAR VilLANuEvA
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EL ESTUDIO
de las
Políticas Públicas
Colección Antologías de Política Pública
Primera antología
EL ESTUDIO
de las
Políticas Públicas
HAROLO O. LASSWELL, YEHEZKEL OROR DAVID GARSON, WILLIAM ASCHER DOUGLAS
TORGERSON, ROBERT O. BEHN MARTIN LANOAU
LUIS
F.
AGUILAR VILLANUEVA
estudiointroductorio y edición
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MÉXICO MCMXCII
Primera edición, julio de 1992 © LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA Estudio
introductorio y edición
© 1992, Por características tipograficas de edición y
derechos adquiridos
MIGUEL A'GEL PORRÚA LIBRERO-EDITOR
Derechos reservados conforme a la ley
ISBN: 968-842-318-1
IMPRESO EN MÉXICO. PRINTED IN MEXICO
Amargura 4, San Angel,
01000, México,
D. F. Tels. 548-48-62 y 548-45-23
cada uno de los capítulos, que en traducción a la lengua
castellana contiene la Colección Antologías de Política
Pública, se hace mención de la ficha bibliografica de la
publicación que sirivió de fuente al texto que presentamos. En
todos los casos, se obtuvo la anuencia conducente por parte de los propietarios
de los derechos de edición. Son las editoriales quienes a su vez, por
acuerdo con los autores desde el origen de la publicación, en el caso de
los que aquí se contienen, las que conservan los mencionados derechos. A
ellas, a quienes ellas representan, y a quienes hicieron la traducción,
por hacer posible este esfuerzo, nuestro sincero reconocimiento.
AL INICIAR
Los
EDITORES
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LUIS
F.
AGUILAR VILLANUEVA
Presentación
los motivos, vitales e intelectuales, que me han impulsado a ocuparme cada vez
mas intensamente de la racionalidad de la gestión pública.
Tal vez se deba a mi primera formación filosófica, a mi
propensión weberiana o a mis insatisfactorias andanzas administrativas
de hace años. Pero mucho tiene que ver el ser ciudadano de un estado
que, por numerosisimas razones, estatodavía en proceso de configurarse
como un estado
plenamente legal, fiscal, y administrativamente eficiente. Al afecto por la
legalidad, el cuidado fiscal, la eficiencia administrativa, el servicio
público, la consensualidad política, obedece el esfuerzo por
desarrollar en nuestro medio el estudio sistematico de las políticas
públicas: su analisis, diseño, puesta en practica,
evaluación. La cultura política y administrativa dominante me ha
siempre preocupado por su enfatico historicismo y masismo, atributos que
en mucho reflejan la naturaleza y ética de la sociedad tradicional que
todavía somos, aun si en transición hacia la modernidad. En mi
opinión esta cultura terminó, acaso contra sus buenos
propósitos, en postrar una idea de la política centrada en las
libertades privadas y públicas de los ciudadanos, en la legalidad e
imparcialidad, en la representatividad y responsabilidad de los poderes del
estado, y en la racionalidad de la administración. Sólo
recientemente, después de duras lecciones, sociedad y estado han
empezado a cuestionar sus maneras de entenderse y comportarse, sus
inclinaciones y expectativas recíprocas. Creo que el rescate y la
búsqueda de Lo Público puede ayudar a enfrentar viejas
limitaciones de la decisión y gestión guU CH OS SON
[ 7]
M
8
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
bernamental: la conducción centralizada, la tentación
patrimonialista, el descuido de recursos y bienes públicos, la
burocratización de las iniciativas y) principalmente, la
fundamentación factual, narrativa y proyectual del estado (en vez de una
normativa, argumentativa y estratégicamente funcional). Obviamente
elanalisis teórico-técnico de las políticas no
pretende ser una panacea ni una buena nueva social, aunque sípropuesta,
exigencia y método de elaboración de políticas racionales:
inteligentes, eficientes y públicas. El estudio de las políticas
puede también, tal vez, reactivar a la ciencia política y a la
teoría-practica de la administración pública.
Nuestra ciencia política ha estudiado sistematicamente casi todo menos
la manera como
el gobierno construye y desarrolla sus decisiones, federales y locales.
Nuestros politólogos han prestado gran atención a la historia de
la formación del sistema
político, a los alcances y limites de su funcionamiento, a los canales
.y procesos de producción del consenso)
a las varias patologías del
sistema. Contamos con estudios extraordinarios. Pero pocas han sido
comparativamente las investigaciones especializadas acerca de la forma)
patrón y estilo de elaborar las políticas) acerca de sus
éxitos y fracasos en diversas areas de asuntos públicos) que
en mucho habrían ayudado a allegar evidencia favorable a las atrevidas
hipótesis sobre el funcionamiento y destino (casi siempre imaginado como catastrófico) del sistema político. Por otra parte)
nuestra 'teoría' de la administración pública ha
quedado atrapada entre las consideraciones jurídicas institucionales
(repertorio de leyes y reglamentos, ambitos de competencia y
jurisdicción) instancias y procedimientos formales) y las menores
consideraciones operativas para cumplir órdenes dadas y llevar a cabo
decisiones previas. Al acercar la administración pública al
proceso decisorio de las políticas y a su compleja puesta en
practica serescataría su olvidado sentido clasico de
gobierno, de buen gobierno) y se reconstruiría la visión integral
de su objeto de estudio y profesión. Abandonaría su triste imagen
burocratica de empieo subordinado) simplemente procedural, de ventanilla
PRESENTACIÓN
9
y papeleo. Entender, definir y explicar el proceso de las políticas,
así como prescribir mejores acercamientos
a su formulación y desarrollo, es innegablemente una tarea
teórica y practica tan basica y crucial como complicada. Y dicho mas divertida
que polémicamente, puede contribuir a bajarle los humos a una ciencia
política frecuentemente imaginativa y levantarle la autoestima a una
disciplina publiadministrativa demasiado [amular y hasta servil en su programa
de investigación. La 'Colección de Política
Pública', que se pretende abierta y se obliga a publicaciones
anuales, abre con cuatro antologías. Todas contienen y traducen
principalmente a autores estadounidenses, porque ellos son los pioneros y
promotores de los estudios de políticas públicas. Sus
investigaciones, enfoques y enunciados son la plataforma sobre la que hay que
construir y, puesto que se trata de ciencia y política, las referencias
fundamentales a reafirmar, discutir, criticar, desarrollar, reajustar. En
efecto, las policy sciences pertenecen a la sociedad abierta, no son piezas
intelectuales de sociedades cerradas en una visión integrista del mundo y de sí
mismas. Por ello, espero que sean pocos en nuestro medio los predispuestos a
calificar el analisis de política pública como
propaganda del
imperialismo. Sería viejo y triste. También lo sería su
apología candorosa y supresentación como
la fórmula dorada para solucionar los males del mundo. El tono profético y
redentor de la'! ciencia'! sociales, tan característico y dominante de
los años sesenta y setenta, ya no impresiona a nadie. A nadie, en sus
cinco sentidos, se le ocurre pensar que la política o las
políticas puedan ser redentoras y resolutorias. Se trata sólo de
una disciplina que pretende contribuir a la elaboración de decisiones
públicas mas eficaces que, sin cuentos y con sustancia, sean capaces
de ir abordando oportuna y sistematicamente desoladores problemas y
defectos públicos. De todos modos, en los cuatro volúmenes ahora
publicados se ofrecen textos que dan una visión realista y plural de la
disciplina, de sus logros y defectos, de sus afinidades, diferencias y
polémicas. No se ofrece al lector un panorama
10
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
uniforme, integrado y confortable de la disciplina, que pudiera despertar
falsas expectativas intelectuales y practicas. Como toda antología, la
selección es lamentablemente una exclusión. Muchos textos
interesantes fueron pensados pero no escogidos. El propósito ha sido
mostrar el mundo de la disciplina, picar la curiosidad por explorarlo, no ser
exhaustivo. Las bibliografías que acompañan los diferentes
ensayos compensaran las omisiones y abriran nuevas interrogantes
y pistas. En general, traté de seleccionar textos que ademas de
ser una referencia permanente en los desarrollos de la disciplina, rebasaran la
circunstancia norteamericana y tuvieran la fecundidad de los conceptos y
enunciados ge- I nerales, útiles para la investigación y
formulación de las políticas en otroscontextos. En el primer
volumen, 'El estudio de las políticas públicas', se
traducen textos fontales de su nacimiento y ensayos que reconstruyen su
desarrollo, orientaciones, alcances y debilidades. En el segundo volumen,
'La hechura de las políticas', se traducen textos
basicos y multicitados sobre la noción de política
pública, los modelos de analisis y decisión de políticas,
así como las polémicas ineludibles entre razón y transacción,
calculo y consenso, que son inherentes a la elaboración de las
políticas en sociedades plurales y competitivas. En el tercer volumen,
'Problemas públicos y Agenda de gobierno ', des- ' de la
premisa de que la política pública no es la gran decisión
instantanea en la cúspide del estado, sino un proceso, una serie
compleja de decisiones, en la que se entremezclan las iniciativas de las
organizaciones sociales y las de las instancias gubernamentales, se abordan las
primeras etapas y tramos de la hechura de la política: cómo los
gobiernos forman su agenda y deciden que una cierta cues- i tion o demanda es
de interés público; como definen y explican los/ problemas
públicos a atender; cómo construyen y ponderan las opciones de
acción para encararlos. En el cuarto volumen, 'La
implementación de las políticas', se traducen textos
fundamentales sobre la puesta en practica de las políticas: las
mejores decisiones públicas
I
PRESENTACIÓN
11
pueden desfigurarse en su proceso de realización y, en consecuencia,
cuales estrategias seguir para evitar desvíos e incumplimientos.
En cada volumen los textos seleccionados son precedidos por una
introducción que es un ensayo tematico mas que
uncomentario pormenorizado de los textos. En la introducción se
contextualizan y plantean las preguntas claves, se señalan las
líneas de discusión y respuesta, no sin apuntar aquí y
alla deficiencias. Por último, conviene advertir, para evitar
sesgos que perjudiquen la recepción de la disciplina, que el significado
teórico y practico de las ciencias o analisis de las
políticas se fundamenta en la exigencia de racionalidad de la
elaboración de las políticas y no en la manera como concibamos,
ustedes o yo, las relaciones entre estado y sociedad, la naturaleza de las
funciones del estado y el ambito de su intervención. Para la validez de su ejercicio intelectual, el programa
de investigación de las ciencias o analisis de políticas
no necesita comprometerse unilateralmente con alguna especifica preferencia
conceptual y valorativa sobre el estado o la acción gubernamental. Basta
el reclamo enteramente ciudadano de legalidad y eficiencia de los gobiernos en
el cumplimiento de sus funciones constitucionales. La coloración
valorativa mas especifica esta toda ella a cargo del investigador, bajo
el impulso de las polémicas y posiciones politicas de gobernantes y
ciudadanos. Los productos de la vida académica, como los de la vida política y
administrativa resultan siempre de una acción colectiva, aunque la
responsabilidad de los autores y los actores, siempre individuales, sea
ineludible. Por ello, los reconocimientos y agradecimientos a colegas y
colaboradores son merecidamente obligados. El ITAM (Instituto
Tecnológico Autónomo de México) y particularmente su
entonces rector, Lic. Javier Beristain, han brindado su simpatía
y apoyo aesta empresa intelectual. A esta institución académica
se debe la creación en 1987 de la primera Maestría en
Políticas Públicas en México. Ha sido para mí una
distinción participar en su diseño, revisión y docencia.
Varios de los textos que aquí se presentan fueron expuestos
12
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
y discutidos con las cuatro generaciones de estudiantes de la maestría.
Mención especial merecen los profesores Federico Estévez, Arturo
Fernandez, Leopoldo Gómez, Ricardo Samaniego y Félix
Vélez, a quienes debo buenas palabras e ideas en el trayecto. Tampoco
puedo dejar de mencionar al círculo de profesores de la UAM (Universidad
Autónoma Metropolitanai-Xochimilco, Fernando Bazúa, Manuel Canto,
Pedro Moreno, Francisco Suarez, Giovanna Valenti, Rodolfo Vergara, con
quienes a lo largo de dos años, los martes por la tarde, comenté
y discutí los supuestos, marcos conceptuales y recomendaciones del
analisis de políticas públicas. A este grupo pertenece el
profesor Jonathan Molinet, a quien quiero agradecer, junto con los
profesores Benjamín Chagoyan y Sergio Valadez, su
colaboración por haberme ayudado en la última fatigosa
revisión de los textos que aquí se presentan. Estas primeras
antologías son en mucho productos de una inolvidable estadía
intelectual en 1987 en el Institute of Governmental Studies de la Universidad
de California en Berkeley. Durante ese año me dediqué a
reconstruir la historia intelectual del
movimiento de ciencias y analisis de políticas públicas,
gracias al Advanced Research Award del programa Fulbright de intercambio
académico. Fue mi primera experiencia en la activa
comunidadacadémica norteamericana. Quiero recordar y agradecer a los
profesores Victor Jones, Martin Landau, Gene Lee y, muy en especial a Todd
LaPorte, todos del Instituto, sus comentarios y sugerencias a lo largo de mi
investigación. Obviamente agradecemos a las revistas especializadas:
Policy Sciences, Policy Studies Journal, Policy Studies Review, Journal of
Policy Analysis and Management, Public Policy, Policy Analysis, Journal of
Public Policy, Public Administration Review, entre otras, por habemos permitido
la traducción de los artículos seleccionados. Por último,
quiero agradecer a las profesoras Blanca Torres y Soledad Loaeza, sucesivamente
directoras del
Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México, el
interés con que respalda-
PRESENTACIÓN
13
ron mis estudios de política pública que ofrecen ya sus primeros
productos. Los estudiantes de la carrera de administración
pública, generación 1986-1990 de El Colegio de México,
leyeron y discutieron muchos de los textos que ahora se publican, examinando su
consistencia y aplicabilidad. Asimismo quedo muy agradecido a la señora
Patricia Bourdón quien con profesionalismo asumió la tarea de
transcribir y corregirmis introducciones. Ojala este esfuerzo redunde en
un mejor diseño y desarrollo de las políticas: una empresa
pública conjunta de ciudadanía y gobierno.
[El Colegio de México, mayo, 1991J
LUIS
F.
AGUILAR VILLANUEVA
Estudio introductorio
política de mi generación esta marcada por la amplia
intervención del
estado y por la desilusión de su desenlace: un gobierno fiscalmente
deficitario, administrativamente exhausto y políticamenteanquilosado.
Fue también el mismo gobierno, en mucho bajo la presión de la
sociedad yen parte anticipandose a la iniciativa social, el que en los
últimos años procedió a corregir y moderar su exceso de
gasto, regulación y control político. Todos los estudios indican
que el crecimiento desmedido del
estado termina en déficit fiscal y en déficit de consenso
político. El sistema mexicano no fue excepción. El trabajo
intelectual y político de la década ha sido saber por qué
el gran gobierno llegó tan lejos en sus errores, con el fin de saber
cómo el gobierno podría ser eficaz en sus tareas y promesas y,
mas radicalmente, para averiguar si el gobierno posee la capacidad de
ofrecer soluciones, de qué tipo y a cuales problemas. Por encima
de las preferencias ideológicas, definir cual es el ambito
de lo gubernamentalmente factible y constructivo ha sido la cuestión de
fondo. El redimensionamiento del estado, su
'adelgazamiento', ha sido la búsqueda por reencontrar y acotar
lo que deben y pueden hacer bien los poderes del estado: determinar cuales son los
fines públicos a cumplir, posibles de ser realizados, ya través
de cuales instrumentos y opciones de acción. A esta empresa de
racionalidad y publicidad política quiere contribuir el analisis,
estudio y diseño de políticas.
A EXPERIENCIA
[ 15]
L
16
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
1. Redimensionamiento, democratización, racionalidad de la
gestión pública
En la década de los ochenta el estado mexicano, como muchos otros
estados latinoamencanos, fue sacudido por la demanda social de
democratización y redimensionamiento. Los otrora poderosísimos
vientos de la Revolución y laContrarevolución, estatistas por
naturaleza e instrumentos, se han dispersado y tal vez desvanecido entre los
muchos desencantos y equivocaciones. Democratización y
redimensionamiento del estado son empresas
interdependientes y complementarias, hechas a la medida de la
impugnación al antiguo régimen, aquel que combinaba autoritarismo
e hipertrofia, donde el ambito estatal y el aparato
gubernamental-burocratico se desbordaban en paralelo con la crecida del autoritarismo. Al
abrirse los años ochenta, la insolvencia fiscal del
estado mexicano, el detonador del colapso
económico, fue socialmente interpretada como desenlace y síntoma de una
profunda patología: un gobierno interventor que llegó a imaginarse
sin límites de poder y sin límites de recursos. Por ello,
ocurrió la insurgencia social, reclamando controles democraticos
y asignación eficiente de los recursos públicos. En efecto, a
diferencia de otros dramaticos percances del
pasado, la magnitud de la crisis de los años ochenta ya no fue
interpretada pacientemente como simple torpeza
de calculo del gobierno en el
diseño de la política económica o como simple error de gestión. La
raíz de las decisiones equivocadas del gobierno y de su incapacidad para
aprender de sus errores se hallaba en la misma estructura autoritaria del
sistema político-administrativo, imponente, incontenible, sin el
contrapeso de las libertades económicas (redimensionamiento) y
políticas (democracia) de los ciudadanos. En contrapunto a toda una
historia de exuberancia estatal, hemos aprendido a lo largo de la década
que los recursos políticos
ESTUDIO INTRODUCTORIO
17
y económicos delestado son limitados y hasta escasos. Requieren el
cuidado público. Ante la pluralidad y autonomía social, el
gobierno no puede contar con todo el consenso político que necesita para
movilizar la sociedad entera hacia proyectos holísticos, colectivamente
compartidos. Y sus recursos públicos son menores a los requeridos para
atender con urgencia y eficacia los ingentes problemas sociales. Hemos
descubierto el estado limitado, el gobierno limitado. Cada una de las
decisiones de gobierno, buenas, malas o regulares, necesita y consume recursos
políticos y fiscales. Cada decisión cuesta, tiene costos de
operación y, si es equivocada, onerosos costos de oportunidad tanto en
el renglón de la política como
en el de la hacienda pública. En la euforia intervencionista no nos
planteamos con relieve y claridad la cuestión de los recursos escasos y
agotables, la limitación fiscal y la vulnerabilidad política. En
contraste, los años de la crisis nos ayudaron a descubrir que la escasez
y los costos son componente esencial de toda política y
administración. Nos han hecho entonces aprender y exigir de nuevo el olvidado
e irremplazable arte de la elección racional en la política y en
las políticas: la democracia y la eficiencia de la gestión
pública. No estan a la mano ni la unanimidad ni la abundancia.
Ahora hay que elegir sabiamente entre proyectos de gobierno rivales, así
como los
gobiernos tienen que elegir inteligentemente, bajo restricciones, cual
es la mejor opción para realizar los fines públicos. Hemos sido
expulsados del
edén de la Revolución y del Desarrollo. En efecto, ya hay lucha
entre los dioses y demonios de lapolítica, tentaciones y decisiones,
responsabilidades. Es hora también de trabajar, calcular, producir,
fatigarse, para resolver nuestros viejos y nuevos problemas. Es saludablemente
irónico que la era del Desarrollo, con su fantasía de abundancia
y prodigalidad, con su supuesta elasticidad infinita, haya terminado en el
reconocimiento de la escasez. Y que el tiempo de la Revolución, con su
imagen tradicional de transformación de la sociedad entera, vuelta toda
consenso y funcionalidad, haya
18
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
terminado en reconocer la pluralidad y autonomía, inextinguibles en las
sociedades políticas modernas, individualizadas y secularizadas. No es
aquí mi intención revisar las causas del
crecimiento del
gobierno. Es abundante la literatura sobre las causas y efectos del crecimiento del
estado.' Hay situaciones explicables e inexplicables, justificables e
injustificables, en correspondencia con el gobierno necesario y el innecesario:
con el gobierno necesario para poder articular una sociedad heterogénea,
conflictiva y rezagada; con el gobierno innecesario que jugó sus
intereses propios, privativos, aprovechandose de la autoridad y la
hacienda públicas, dilatandolas y extenuandolas. En México,
como en otros
países, no creció sólo el gobierno, su
organización, aparato, personal, recursos, propiedades y programas.
Creció el estado. De derecho o de hecho creció el ambito
de los poderes, las atribuciones y las normas generales que estrecharon el
radio de acción de las libertades políticas y económicas
de los ciudadanos. Tampoco es mi intención enlistar y evaluar los
efectos del
crecimiento estatal.Estuvieron a la vista de todos. Tal vez convenga apenas
reiterar que la magnitud cuantitativa del tamaño del estado tiene
raíces cualitativas, políticas, que entre nosotros se originan en
el estilo post revolucionario de hacer la política y las
políticas: un estilo altamente centralizado en el gobierno nacional
(federal), sin los contrapesos institucionales de los niveles del gobierno
local, los estados y municipios, y sin las contrapropuestas de la competencia
democratica y la lucha de ideas en la opinión pública. Por
lo mismo, a la inversa, resulta inexacto pensar que el redimensionamiento
cuantitativo del
estado hubiera podido ser un evento neutro, sin repercusiones políticas,
dejando inalterado el familiar sistema de antes.
~',
1 Para los estados latinoamericanos, ver la Memoria del Seminario
Internacional: 'Redimensíonamíento y Modernización de
la Administración Pública en América Latina', 13 a 15
de noviembre de 1989; Instituto Nacional de Administración
Pública (INAP), México, 1990.
ESTUDIO INTRODUCTORIO
19
La cancelación de programas, la privatización y
desincorporación de empresas públicas, la
des(re)regu1ación, la suspensión o recorte del gasto
público, la innovación en las formas de asignar los recursos
públicos, la descentralización, la corresponsabilidad ciudadana
en la gestión pública rompen con estilos consagrados de
decisión y gestión y, de golpe, con los nudos gordianos de la
tradicional interlocución entre las organizaciones sociales y los
poderes estatales. El nuevo patrón de policy making modifica reglas
(escritas o no), procedimientos (formales o no), expectativas (legales o
no),concepciones (mesuradas o desmesuradas) de la relación entre
sociedad y gobierno. En esencia, se redefinen los linderos del
ambito político y del
ambito privado; cuales asuntos alcanzan el rango de
interés público y de agenda de gobierno, y cuales asuntos
son de naturaleza privada a desahogar dentro del perímetro de las interacciones
libres particulares. Con ello, en cascada, se descartan o devalúan
ciertos asuntos e intereses (ciertos grupos de interés), se alteran los
patrones de interlocución y los canales de acceso, pierden significado
ciertas practicas de representación e integración de
intereses, ciertos discursos, ciertos liderazgos y fuerzas políticas
antes claves para el consenso. Ocurre una redistribución del poder político y un reacomodo de la cultura
política a consecuencia de la reducción, el reajuste, el
'adelgazamiento' del
estado. Al mismo tiempo, emergen nuevos actores políticos con
organizaciones, ideas, practicas y discursos alternativos, con
líderes nuevos. Lo que empezó tal vez como obligado saneamiento de las finanzas
públicas diez años después camina hacia la
dilatación de la vida política: una política mas
plural, autónoma, competitiva. Asímismo el redimensionamiento del gobierno se orienta hacia la reforma del estado. Los efectos
políticos acabaron por ir mas alla de los primeros
propósitos, sólo financieros o administrativos.'
2 He desarrollado estas ideas en: 'La reforma del estado' en Examen,
n. 7, diciembre 1989; 'Por un estado con los pies en la tierra', en
Examen, n. 12, junio 1990; 'Política pública y gobierno del
estado', en La Revista del Colegio, ano II, n. 4, octubre 1990.
I
20
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
A primera vista pareciera que la batalla por un estado limitado, 'modesto', ha sido facilmente ganada, a pesar
de algunos focos de resistencia
intelectual y política. Fue sorprendente ver la rapidez del desmantelamiento de
la visión estatista de la sociedad. Pocas, tímidas y
ambíguas fueron las voces de sus defensores. O tal vez guardaron
silencio, a la espera de retornos de la historia. En verdad, era muy
difícil encontrar buenas razones para defender el desborde del estado necesario en
autoritario, sobreinterventor, propietario, deficitario. Los formados en la
izquierda, acostumbrados a estigmatizar la naturaleza y la instrumentalidad
expoliatoria, clasista, del estado, no
supieron que partido tomar: si festejar la declinación del intervencionismo estatal o si alarmarse
por su reflujo 'privatizador'. Los acontecimientos de los
países socialistas complejizaron aún mas sus
analisis y desordenaron sus mecanismos explicativos y políticos.
Los nacionalistas (revolucionarios o no), sustentadores de la idea del estado
fuerte y activo como condición para la unidad nacional, la
integración, la justicia social, el desarrollo económico - hay
que construir y defender un, gobierno con amplia autonomía frente a las
fuerzas disolventes del interés nacional, que en su axiomatica
suelen ser el sector pri-, vado, las fuerzas locales, los movimientos con la
causa de las libertades individuales -, tampoco supieron precisar su
posición. La impresionante ecuación entre estado, política
y nación comenzó a borrarse ante la inestabilidad y desesperanza
nacional que el gobierno autónomo y el estadosin contrabalanza social
habían provocado. La emergencia y apogeo de la 'sociedad
civil' en los años ochenta, en distancia y polémica con los
poderes estatales, fue el argumento de jaque a esta idea hiperestatizada de
nación. La cohesión y prosperidad nacional podía ser
también alimentada por las libertades individuales en competencia y por
los grupos sociales en cooperación. De todos modos, dejando atras
el animo irritado y desencantado de la década apenas pasada, hay
grandes cuestiones pendien-
ESTUDIO INTRODUCTORIO
21
tes. Privatización, desincorporación, desregulación,
liberalización, apertura, no son procesos para desmantelar y extinguir
el estado. Son para devolverlo a sus funciones originales, a su razón de
ser. En la tradición liberal para fines de garantía,
regulación y promoción de las libertades. Dicho en lenguaje de
economía neoclasica, para hacerse cargo de bienes
públicos, externalidades, monopolios naturales y asimetrías de
información, puntos donde falla el mercado en la asignación
eficiente de recursos. Y, mas alla de las muy buenas razones de
eficiencia, para intervenir no sustitutiva sino complementariamente,
solidariamente, en la solución de los problemas sociales y en la
provisión gubernamental de los bienes y servicios que las poblaciones
atrapadas por la pobreza y la marginación merecen en razón de su
dignidad humana y/o de su ciudadanía nacional ('bienes
meritorios'). Fuertes razones de equidad pueden fundamentar la
intervención social del estado, pero no
el desbordado y unilateral ímpetu estatizante que ha caracterizado la
persecución de la justicia, a la manera del viejo socialismoy masismo. Este estado
devuelto a sí mismo tiene funciones basicas, numerosísimas
y cruciales a desempeñar. Resurge entonces el problema de la
racionalidad de sus decisiones. del
tino, inteligencia y responsabilidad de las elecciones públicas de los gobernantes.
El redimensionamiento del
estado ha sido, en el fondo, tirar el lastre y crear las condiciones para
atender con eficiencia los muchos males, necesidades y problemas
públicos. Pero el simple hecho institucional de un estado reducido no
significa la solución de males y problemas públicos. Mas
alla del redímensíonamiento, estan las
políticas a imaginar, a construir cerebralmente, a seleccionar
rigurosamente, estimando costos, consecuencias, efectividad, para hacer frente
en circunstancias de escasez a los ingentes problemas públicos y a los
dramaticos problemas sociales de grandes números de
población. El estado grande, entre otras cosas, fue la estrategia
fallida de solución de problemas pú-
22
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
blicos y sociales. A consecuencia de la intervención fallida, los
problemas siguen ahí, agravados, mas difíciles y
complejos, tal vez con mayor carga de resentimiento y con explicaciones
mas enfrentadas, polémicas. Aun con un gobierno pequeño,
los problemas públicos siguen siendo grandes. Por ello, lo que cuenta es
la calidad de las políticas públicas que se analizan,
diseñan, deciden y desarrollan: la calidad de la formulación y
gestión de las políticas. - El esfuerzo intelectual y practico
ha de centrarse en el proceso dela política, en sus condiciones de
consenso, corrección y factibilidad, en su formación,
implementación, impactoy evaluación. En averiguar y depurar la
manera como ciertos problemas sociales o grupales devienen públicos y
agenda de gobierno, la manera como se obtiene y depura la información
acerca de los problemas, se les define y explica; las teorías causales
que sustentan la construcción y evaluación de las opciones de
acción gubernamental, la confiabilidad de los calculos de costos,
beneficios y consecuencias; los mecanismos gubernamentales de
comunicación y persuasión para obtener el apoyo de los ciudadanos
en torno de una política; los defectos y emergencias a lo largo del
proceso de implementación, la evaluación de las políticas,
los criterios para terminarlas o continuarlas, la opinión pública
que juzga su efectividad y propone opciones diferentes de abordaje Por otro
lado, el reclamo de democratización mucho tuvo que ver con la necesidad
de poner frenos y controles a gobiernos que, dejados a su libre iniciativa,
comenzaron a ser preocupantemente considerados entre numerosos sectores
sociales como una amenaza real a esfuerzos, patrimonios, proyectos y
expectativas, a causa de la magnitud de sus errores y oportunismos
decisionales. Muchas interpretaciones de la crisis destacaron el hecho de que
la 'sobrecarga', el déficit y las equivocaciones del aparato
gubernamental no se debían a razones de excesiva vitalidad
democratica, incitada por una competencia partidaria de promesas
faciles y desmesuradas. A la inversa, su causa era la
centralización autoritaria
ESTUDIO INTRODUCTORIO
23
que, con tal de obtener el consenso político sin someterse a la prueba y
sanción de elecciones competitivas, había hechodescansar su
legitimidad en los beneficios particulares, exclusivos, que sus decisiones
vía gasto público dispensaban a los diversos grupos de
interés. En ausencia de democracia pluralista y competitiva, el estilo
casuístico y monetario de gobernar no sólo terminó por
agotar la hacienda pública y desordenar la administración
pública. Cosa mas grave, distorsionó las razones de la
legitimidad y del
consenso político, al tener que confeccionar sus leyes y
políticas a la medida de las utilidades particulares de los diversos
demandantes, quienes erigieron en pauta de relación exitosa con el
gobierno la presión o la amenaza, sin sensibilidad alguna por el
equilibrio mayor de la república. La democratización ha sido
determinante para reconstruir la naturaleza pública del gobierno, para liberarlo de los grupos
de interés que lo han tenido en cautiverio y para disuadirlo de
aventuras, fantasías e improvisaciones, ante la expectativa de sanciones
electorales de desalojo y alternancia. La democratización ha sido
también tirar lastre y crear las condiciones para atender con eficiencia
los muchos males, necesidades y problemas públicos. La democracia no es
de suyo garantía contra el error y la ineficiencia decisional, pero
desalienta el atropello a las libertades y desaconseja frivolidades legales,
laxitudes financieras, decisiones alegres. Impone pesadísimos costos a
los representantes que, mediante regulaciones y asignaciones desatinadas,
impusieron a su vez costos desproporcionados a los ciudadanos. Resuelve bien la
cuestión de elegir quiénes seran los pocos decisores que
en representación de millones tomaran las decisionescolectivas,
pero, en positivo, como guía operativa, norma técnica, principio
económico, poco dice sobre la corrección, pertinencia, eficiencia
de la decisión pública. Nada malo y ningún pretexto para
el deslíz en pro del
autoritarismo burocratico. La democracia es condición de entrada,
necesaria, pero no suficiente para la co-
24
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
rrección de las políticas públicas. Exige e inspira el
trabajo de analisis y diseño de políticas, no lo
sustituye. Pide ademas rendimiento de cuentas, sin dejar impunes las
decisiones erróneas y nocivas. y sustituye a legisladores y gobernantes
ineptos. Sobre todo, por su dinamica de discusión,
elección y revisión de las decisiones públicas, es un
proceso de aprendizaje colectivo permanente. Aumenta la probabilidad del buen gobierno, de
políticas idóneas y gestión eficiente, en la medida en
que, por la pluralidad y debate de sus enfoques y propuestas, despierta nuevas
ideas y empresas.
II: Gobernar por políticas públicas
La expansión de las libertades políticas y económicas de
la sociedad mexicana y latinoamericana, junto con la magnitud de sus problemas
de atraso y justicia social, en medio de una transformación mundial de
corte histórico, plantean al estado y a la sociedad problemas cruciales
de organización política, de organización gubernamental y
de gestión pública: de política y de políticas.
¿Cómo realizar las funciones del estado, en particular sus
funciones económicas y sociales, en el nuevo contexto de una 'Sociedad
mas democratica, plural, abierta, informada y participativa, en
la que el gobierno queda sujeto al control del voto, de la
opinióncrítica y de la exigencia de rendir públicamente
cuenta de sus actos, y donde las decisiones de gobierno estan
ademas restringidas por los contrapesos de otros poderes del estado, por
las libertades individuales constitucionalmente garantizadas, por la capacidad
de organización e iniciativa de los grupos sociales para promover
autónomamente sus intereses, por el buen conocimiento que ciudadanos y
organizaciones poseen de sus problemas particulares y de los asuntos
públicos? ¿Cómo puede (y debe) jugar el gobierno su
papel directivo global de cara a una sociedad cada vez mas autónoma,
compleja y controversial, estremecida ademas por rapidas
innovaciones tecnológicas, globa-
ESTUDIO INTRODUCTORIO
25
lización económica, cambios demograficos y significados de
vida en transformación y, en nuestro caso, atrapada aún por
problemas de desigualdad, pobreza, atraso ? ¿Es posible
todavía armar un proyecto nacional unitario, concretarlo en un plan
nacional, y orientar toda la acción del conjunto social de acuerdo a un mismo
ordenamiento de preferencias colectivas y el empleo de un mismo instrumental de
acción? ¿No es hora de explorar, de pasar a otro estilo y
patrón de gobierno que, sin abandonar la búsqueda de coherencia y
eficiencia que la planeación para el desarrollo (nacional o regional)
perseguía real o simbólicamente, incorpore las nuevas libertades,
condiciones, turbulencias y tendencias de la sociedad? Oué puede ofrecer
el analisis de políticas públicas al nuevo y quiza
obligado estilo de conducción gubernamental? Es conocido que el estilo
de gobernar en México, y tal vez en otros países, cuando ha
buscadosuperar el estilo personal en su sentido mas peyorativo de
arbitrio, ha intentado proceder de acuerdo a plan y a plan nacional. El plan
pretendía significar racionalidad de gestión y universalidad del consenso. Por ello
se inspiraba en un conjunto de valoraciones mas o menos coherentemente
ordenado, cuyo fundamento quería encontrarse en una (La)
interpretación de la historia-cultura nacional. El plan nacional
actualizaba, concretizaba, en un específico tiempo político del país, un
proyecto nacional cuyo sentido, meta y herramental se consideraba claro,
manifiesto y, sobre todo, colectivamente compartido. Obviamente el emisor y
destinatario del
proyecto era la nación, un colectivo social unitario, cuyos fines
trascendían los diferentes intereses e iniciativas de individuos y
grupos, a la vez que los subordinaban. Frecuentemente el nacionalismo, en el
sentido restringido de visión unilateral de la historia colectiva o
eficacia decisional de un plan global, fue el principio de legitimidad de los
gobiernos, quedando en la penumbra la universalidad e imparcialidad del derecho
público y privado. Freé
26
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
cuentemente el Estado Nacional se sobrepuso al Estado de Derecho, en lugar de
enlazarse con él. Mas que argumentar exhaustivamente contra la
viabilidad e implicaciones del plan como estrategia de
gobierno, -existe una fina literatura-, quisiera solo recordar someramente que
gobernar de acuerdo a plan exige grandes dosis de control autoritario o bien
masivo consenso y apoyo político. En el fondo, supone o exige una
homogeneidad inducida o convencida en el nivel
político-ideológico. Yacaso un mundo económico simple,
estable y cerrado. Apenas sucede una complejización de las
organizaciones sociales y de las actividades productivas, en contextos culturales
y económicos libres y abiertos, las tareas de información,
coordinación y conducción de las mismas desde un punto superior y
central, conforme a una traza unitaria de acción colectiva, se vuelven
extremadamente difíciles. Las cadenas medios-fines, insumos-productos,
se multiplican y se sobreponen, impidiendo la claridad de los calculos
sobre las consecuencias probables de la acción colectiva planificada.
Pero, por encima de todo, el plan (incluido el proceso de planeación) requiere
un consenso tan global e intenso que las democracias plurales no le pueden dar.
Es mas probable simular que alcanzar efectivamente un acuerdo con los
ciudadanos sobre la jerarquía de valores, el orden de las preferencias,
las metas prioritarias, los instrumentos y procedimientos de las diferentes
políticas, la asignación de recursos, los operadores, los
indicadores de rendimiento, los procedimientos de interdependencia y
coordinación, los irremediables ganadores y perdedores. El pluralismo
político, las libertades económicas y las perspectivas culturales
diferentes terminan por volver imposible la gigantesca capacidad de
computación y de consenso que el gobierno necesita para gobernar de
acuerdo al plan nacional global. En estas circunstancias, y en el mejor de los
casos, el plan defiJ:i.!rael parametro de la acción
colectiva, marcando los límites
ESTUDIO INTRODUCTORIO
27
dentro de los cuales se pueden mover las libres iniciativas de los ciudadanos y
tomara laforma de regulaciones generales, incentivos selectivos y políticas
macroeconómicas, reglas de juego, apuestas atractivas por entrar a jugar
y sanciones por infracciones de juego sucio o de abandono. Este plan marco,
mas que plan maestro, se ubica felizmente lejos de los estados
planificadores centrales. Obviamente esto no significa que el gobierno no tenga
su propio plan de acción, claro y distinto. Así debería
ser. Pero pensar que el plan de acción del gobierno sea el de la nación es
'.;t; algo muy difícil de probar en condiciones de creciente
autonomía) y pluralidad social. Es su plan para gobernar la
nación pero no el plan de acción de la nación. La
identidad entre estado y nación, mas alla de la soberanía
y la cohesión nacional, parece no poder cubrir todos los variados
ambitos de la vida social y de las decisiones individuales. La
acción de la sociedad tiene tal extensión, diversidad y libertad
de iniciativas que desborda los objetivos y los instrumentos que un
específico gobierno juzga son los mejores (en términos
valorativos y económico-administrativos) para el conjunto nacional. La
acción social desborda la planificación gubernamental, sin que
ello signifique absolutamente desbordar las normas del estado. El gobierno de leyes generales
es mas solido y flexible que el gobierno de planes omicomprehensivos. No
todos los gobiernos han suscitado y dirigido la acción colectiva
conforme a plan nacional. Ni todas las sociedades han estructurado
primordialmente la política con base en la nación
(caracter, identidad, historia nacional). La idea y valor de lo
Público ha sido central en aquellas sociedades donde lacultura de
libertades civiles y políticas individuales acompañó el
proceso de formación del estado nacíonal> En ellas, la
distinción entre lo privado y lo público ha / sido fundamental
para entender el sentido de la política y la natu3 Conviene aquí
recordar que varios procesos de magnitud histórica ocurren y concurren
en la formación del estado moderno. Ademas del proceso de
monopolización de la coacción en un territorio, tienen lugar el
proceso de juridificación (cíudadanízacíon) de la
autoridad y el proceso de nacionalización. La confluencia de estos
procesos no es ni
26
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
cuentemente el Estado Nacional se sobrepuso al Estado de Derecho, en lugar de
enlazarse con él. Mas que argumentar exhaustivamente contra la
viabilidad e implicaciones del plan como estrategia de
gobierno, -existe una fina literatura-, quisiera solo recordar someramente que
gobernar de acuerdo a plan exige grandes dosis de control autoritario o bien
masivo consenso y apoyo político. En el fondo, supone o exige una
homogeneidad inducida o convencida en el nivel
político-ideológico. Y acaso un mundo económico simple,
estable y cerrado. Apenas sucede una complejización de las organizaciones
sociales y de las actividades productivas, en contextos culturales y
económicos libres y abiertos, las tareas de información,
coordinación y conducción de las mismas desde un punto superior y
central, conforme a una traza unitaria de acción colectiva, se vuelven
extremadamente difíciles. Las cadenas medios-fines, insumas-productos,
se multiplican y se sobreponen, impidiendo la claridad de los calculos
sobre las consecuenciasprobables de la acción colectiva planificada.
Pero, por encima de todo, el plan (incluido el proceso de planeación)
requiere un consenso tan global e intenso que las democracias plurales no le
pueden dar. Es mas probable simular que alcanzar efectivamente un
acuerdo con los ciudadanos sobre la jerarquía de valores, el orden de
las preferencias, las metas prioritarias, los instrumentos y procedimientos de
las diferentes políticas, la asignación de recursos, los
operadores, los indicadores de rendimiento, los procedimientos de
interdependencia y coordinación, los irremediables ganadores y
perdedores. El pluralismo político, las libertades económicas y
las perspectivas culturales diferentes terminan por volver imposible la
gigantesca capacidad de computación y de consenso que el gobierno
necesita para gobernar de acuerdo al plan nacional global. En estas circunstancias,
y en el mejor de los casos, el plan definira el parametro de la
acción colectiva, marcando los límites
ESTUDIO INTRODUCTORIO
27
dentro de los cuales se pueden mover las libres iniciativas de los ciudadanos y
tomara la forma de regulaciones generales, incentivos selectivos y
políticas macro económicas, reglas de juego, apuestas atractivas
por entrar a jugar y sanciones por infracciones de juego sucio o de abandono.
Este plan marco, mas que plan maestro, se ubica felizmente lejos de los
estados planificadores centrales. Obviamente esto no significa que el gobierno
no tenga su propio plan de acción, claro y distinto. Así
debería ser. Pero pensar que el plan de acción del gobierno sea el de la nación es
algo muy difícil de probar en condiciones decreciente autonomía y
pluralidad social. Es su plan para gobernar la nación pero no el plan de
acción de la nación. La identidad entre estado y nación,
mas alla de la soberanía y la cohesión nacional, parece no
poder cubrir todos los variados ambitos de la vida social y de las
decisiones individuales. La acción de la sociedad tiene tal
extensión, diversidad y libertad de iniciativas que desborda los
objetivos y los instrumentos que un específico gobierno juzga son los
mejores (en términos valorativos y económico-administrativos)
para el conjunto nacional. La acción social desborda la
planificación gubernamental, sin que ello signifique absolutamente
desbordar las normas del
estado. El gobierno de leyes generales es mas solido y flexible que el
gobierno de planes omicomprehensivos. No todos los gobiernos han suscitado y
dirigido la acción colectiva conforme a plan nacional. Ni todas las
sociedades han estructurado primordialmente la política con base en la
nación (caracter, identidad, historia nacional). La idea y valor
de lo Público ha sido central en aquellas sociedades donde la cultura de
libertades civiles y políticas individuales acompañó el
proceso de formación del
estado nacional.' En ellas, la distinción entre lo privado y lo
público ha sido fundamental para entender el sentido de la
política y la natu3 Conviene aquí recordar que varios procesos de
magnitud histórica ocurren y concurren en la formación del estado moderno.
Ademas del proceso de monopolización de la coacción en un
territorio, tienen lugar el proceso de juridiñcación
(ciudadanízación) de la autoridad y el proceso de
nacionalización. La confluencia deestos procesos no es ni
,/
28
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
raleza, función, ambito y responsabilidad del estado (nacional). En esta perspectiva
el estado se hace cargo sólo de lo público. La integración
y la coordinación social ocurre por la Constitución mas
que por la nacionalidad. El ambito de lo privado es el relativo a los
diversos intercambios libres (competitivos o cooperativos) entre individuos
para la obtención de utilidades reservadas y exclusivas. El
ambito de lo público rebasa, en cambio, la restricción
individual, privativa, y concierne a lo que es accesible y disponible sin
excepción para todos los individuos de la asociación
política, y lo que puede ser argumentado como algo que es de interés y utilidad
para todos los individuos de la asociación política. Lo
público es diverso de los individuos pero no adverso a ellos; en vez de
mortificar sus libertades, calculos y beneficios, se constituye para su
garantía, respaldo y extensión general. Mas aún, el
ambito público es el campo de interacciones e interpelaciones en
el que los ciudadanos individuales, por sí mismos o por los voceros de
sus organizaciones, hacen política y hacen las políticas: definen
las normas generales, dan forma a sus problemas y esquemas de solución,
perfilan y eligen a los líderes del
estado. A decir verdad, constituyen el estado y ponen a la obra a los
gobiernos.
sincrónica ni pacífica y va a dejar marcas de su tensión
en la configuración del
estado. En efecto, el estado moderno se establece y articula sobre la comunidad
social preexistente (singular o plural) que posee una identidad y sentido de
pertenencia colectiva:la(s) nacióntes), Pero, las normas y redes de la
organización del estado, que van a determinar universalmente lo
prohibido y lo permitido, lo opcional y lo obligado, se inspiran y justifican
con referencia a libertades y derechos individuales, donde el elemento
común es la calidad humana, el 'ser hombre', mas que la
comunidad-historia social, el 'ser mexicano', español,
aleman o chileno En la dimensión estricta de la(s)
política(s), lo Nacional se regula de acuerdo a lo Humano (derechos y
libertades) y a lo Público. El estado esta nacionalmente
sustanciado, pero estructurado humanistamente, en sentido liberal o social. La
forma político-jurídica (no cultural) de la nación es
primeramente la libertad personal, pública y privada, y posteriormente,
a resultas de los movimientos democraticos y socialistas, se complementa
con los derechos sociales de los individuos. El colectivo nacional recibe la
forma y validez jurídico-política del individuo libre: ciudadano, productor y
consumidor. Esta solución despertó la tensión entre
Kulturnation, posición tan querida a los romanticos y
conservadores de la Restauración (ahora, de nuevo, tan en boga), y
Droits de l'Homme, en sentido ilustrado universalista y emanicipador. Una
tensión que ha sido la cuestión primera, teórica y
practica, en toda referencia al estado moderno y a la política
moderna, y cuyo balance es una búsqueda permanente.
,; !
ESTIlDIO INTRODUCTORIO
29
El énfasis en la libertad, deber y utilidad individual de todos los
ciudadanos es lo propio de la definición de lo público: su
normatividad y su utopía. En este sentido normativo, lo público
tieneque ver con necesidades, intereses y proyectos de alcance general, y
objeta (a la vez que busca modificar) la convencional visión
'realista' de la política, según la cual las leyes,
asignaciones y programas se rigen por el criterio de la conciliación de
los conflictos de interés e implican necesariamente un desenlace
desigual con ganadores y perdedores. Pero, sobretodo se opone a toda tentativa
(teórica o practica) de depositar la dimensión
metaindividual de la política y del estado en alguna entidad colectiva
ideal, hipostasíada, que busque o logre desprenderse de toda referencia
a la libertad, al consenso y a la utilidad de los individuos en su conjunto. Lo
público significa lo metaindividual pero no la desaparición de los
individuos en alguna entelequia colectivista, como 'nación',
'pueblo', 'clase', 'masa', a la manera de la
visión rousseauiana y de las viejas teorizaciones romanticas o a
la manera reciente del socialismo antes de 1989. Lo público se nutre de
la tradición política occidental, clasica y moderna
(ilustrada), es la memoria del valor de la política ciudadana de
individuos libres e informados y la advertencia contra todo tipo de
política que se erija y cosifique por encima de las libertades
personales, funcionalizandolas como recurso productivo de un proyecto
social globalizador, anónimo y coactivo. En este sentido, 'lo
público' puede y debe diferir de 'lo nacional', cuando la
categoría del nacionalismo es usada como soporte de
totalitarismos o autoritarismos.'
4 Para la idea de lo Público, entre la vasta literatura, me parecen
importantes: JUrgen Habermas (1969): Strukturwandel derOeffentlichkeit, Luchterhand, Berlin
(trad. español: Historia y Crítica de la Opinión
Pública, G. Gili, Barcelona,
1981). Albert O. Hirschman (1982): Shifting lnvolvements: Private lnterest and
Public Action, Princeton University Press, Princeton.
(trad. esp: Interés Privado y Acción Pública, Fondo de
Cultura Económica, México, 1986). James M. Buchanan (1978): From
Privare Preferences lo Public Philosophy. The Development of Public Choice,
lEA, London. Para el caso de México, ver mi artículo:
'Rasgos de la vida pública mexicana', en Sociológica,
afio 4, n. 11, sept. dic. 1989, México.
30
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
Gobernar en contextos políticos plurales y autónomos, de alta
intensidad ciudadana y con graves problemas sociales irresueltos, parece exigir
dos requisitos fundamentales: gobernar por políticas y gobernar con
sentido público. Las estrategias de gobierno homogéneas y globales,
así como los estilos de gobierno secretos, excluyentes y clientelares,
estan previsiblemente condenadas en el futuro inmediato a la
ineficiencia administrativa, al castigo electoral y a la hostilidad
política. Los viejos patrones de gobierno tendían a uniformar los
problemas y a homologar las políticas para resolverlos. El gobierno
mexicano, como muchos otros gobiernos, pudo operar de esa manera porque contaba
entonces con una red de organizaciones sociales y políticas obligatorias
que tenían los medios para controlar el flujo de las diversas demandas y
compatibilizarlas selectivamente en un mismo formato, de acuerdo al
interés de los gobernantes. Dar un formato general a las demandas
sociales diversas fue el objetivo que perseguían losgrandes cuerpos
colectivos del
sistema. Tal 'vez porque así se facilitaba su tratamiento
administrativo, tal vez porque así se consideraba equitativo, pero
particularmente porque aseguraba el control político de los demandantes,
que integraban y legitimaban sus reivindicaciones en la medida en que
recorrían dócilmente los diversos escalones de la
jerarquía política. Fue así que todos los asuntos y
prioridades de las comunidades políticas locales se volvieron agenda del gobierno federal,
asuntos nacionales. Y las necesidades de los diversos grupos y movimientos
sociales, para ser atendidas, tuvieron que encuadrarse en el marco de las
grandes confederaciones, los sectores del partido político dominante, y
a la postre en el formato establecido por el gobierno mismo que determinaba el
tipo de problema a tratar y la fórmula general de solución en
función de sus intereses. Obviamente muchos formatos generales de
política fueron particularistas, clientelares, en el sentido que
atacaban los problemas de muchos en maneras que terminaban por
ESTUDIO INTRODUCTORIO
31
privilegiar inmerecidamente a algunos, concentrando en ellos los beneficios y
dispersando los costos en el conjunto. Ahora bien, en los años ochenta,
a contrapunto de la progresiva ineficiencia de los aparatos compulsivos de
representación de intereses, ha ido tomando forma un nuevo orden
político-administrativo que insiste en la libertad de la
representación y en la especificidad de las políticas. Los dos
reclamos son interdependientes: a mayor libertad política, mayor
independencia en definir los problemas y en seleccionar los objetivos e
instrumentos,por ende, mayor especificidad de las políticas. Y
viceversa, es mas probable reivindicar políticas
específicas mientras mas autónomos de las grandes
corporaciones y del
gobierno mismo sean los individuos y grupos en sus demandas e iniciativas. En
la medida en que se han ido levantando voces independientes y conocedoras de
sus asuntos -y que los políticos y funcionarios han comenzado a revisar
y reemplazar sus viejos patrones uniformes de acción-, se ha ido
recuperando y afianzando la idea de que los problemas públicos,
sociales, difieren los unos de los otros, poseen su propia especificidad y
circunstancia y, por tanto, que las políticas para su atención y
tratamiento deben ser también específicas en sus objetivos,
instrumentos, modos, procedimientos, agentes, tiempos. No existe en abstracto
el comercio, el campo, la contaminación, la deserción escolar, la
salud pública, la migración, el desempleo sino diversas
situaciones, modalidades, causas, oportunidades, problemas, percepciones.
Mas aún, una cosa es el problema educativo, otra el
ecológico, la cuestión agrícola no es la habitacional, ni
un asunto de comercio internacional es igual al desempleo, ni todos los
problemas tienen escala e importancia nacional. La obviedad de la diferencia
fue oscurecida cuando el protagonismo gubernamental y su intervención
innecesaria, sin el contrapeso de las libertades y las ideas alternativas,
terminó por imponer un único formato a los problemas: una misma
definición y explicación y, sobre todo, un mismo tratamiento
(gasto
32
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
masivo, sobreregulación, empresa pública,
proteccionismo,subsidios indiferenciados ) y los mismos agentes (la
burocratización de todos los programas). La actitud favorable a un
gobierno por asuntos, por temas, concreto, que capta la singularidad de los
problemas y diseña opciones de acción ajustadas, peculiares, es
el espíritu que anima el analisis y el gobierno por
política pública. Gobernar no es intervenir siempre y en todo
lugar ni dar un formato gubernamental homogéneo a todo tratamiento de
los problemas. Lo gubernamental es público, pero lo público
trasciende lo gubernamental. Una política puede ser aquí una
regulación, ahí una distribución de diversos tipos de
recursos (incentivos o subsidios, en efectivo o en especie, presentes o
futuros, libres o condicionados), alla una intervención re
distributiva directa, mas alla dejar hacer a los ciudadanos. El
analisis y diseño de políticas públicas, justamente
por su caracter público, abre todo un abanico de estrategias de
acción corresponsable entre gobierno y sociedad. No sólo
privatizaciones y des(re)regulaciones, sino administraciones conjuntas que,
según las características y la magnitud del problema, pueden englobar al sector
privado, a las organizaciones no gubernamentales, a organismos internacionales,
a las organizaciones sociales de los directamente interesados en encontrar una
solución a su problema. La administración pública es cada
vez mas público-privada, público-social, sin los tics
gubernamentalistas del
pasado frente a cualquier asunto social o público. Y, sobre todo, sin la
propensión por usar los mismos instrumentos y procedimientos frente a
los problemas. Asumir la pluralidad, la autonomía, la iniciativaprivada
y social, conlleva asumir un estilo y patrón de gobierno diferenciado,
idiosincrasico. La tradicional y ritual planificación
sinóptica sería mas idónea y productiva si diera
lugar a un. diseño y coordinación de programas singulares,
conforme a la configuración concreta de las cuestiones, demandas y
necesidades, y conforme al
ES'IüDIO INTRODUCTORIO
33
grado de organización, capacidad, autosuficiencia, conocimiento y
compromiso de los ciudadanos. El pluralismo político deviene pluralidad
de políticas. Este es el estilo administrativo de la democracia, de las
sociedades abiertas. El caracter de las demandas y la forma posible del consenso ciudadano
van recortando, vez por vez, el tipo de política, la singularizan. Es
previsible entonces que habra muchos asuntos públicos cuya
solución no sera aceptable mediante planeación de la
actividad, burocratización del
programa, centralización de la gestión. Y se descubrira
que hay muchos asuntos privados que no tienen por qué convertirse en
públicos y despertar la atención del estado y otros muchos asuntos que tienen
escala de gobierno local y otros de escala nacional. El analisis de
políticas públicas puede ayudar a desestatizar la sociedad y
reconstruir el sentido público del
estado. El estilo de gestión diferenciado, idiosincrasico, se
basa en el estilo público de decisión y se complementa con
él. Gobernar de acuerdo a política pública significa
incorporar la opinión, la participación, la corresponsabilidad,
el dinero de los ciudadanos, es decir, de contribuyentes fiscales y actores
políticos autónomos y, a causa de ello, ni pasivos ni
unanimes. PolíticaPública no es sin mas cualquier
política gubernamental. En efecto, supone gobernantes elegidos
democraticamente, elaboración de políticas que son
compatibles con el marco constitucional y se sustancian con la
participación intelectual y practica de los ciudadanos,
políticas que no mortifican arbitrariamente las libertades, las
oportunidades y las utilidades de los ciudadanos ni introducen un trato
desigual inmerecido entre ellos. Esta es su norma mas que su utopia, la
cual permite descubrir, denunciar y corregir los defectos de las
políticas gubernamentales en curso. En un primer sentido, por
público se entiende lo que los privados, a través de sus muchos
canales individuales y/o colectivos (organizaciones) de opinión,
acción, comunicación, debate, concertación, proyectan de
manera unanime y normalmente mayori-
i
L
34
LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA
taria como
asuntos de interés general. Muchas iniciativas que los gobiernos
emprendían con rapidez y protagonismo, invocando al pueblo, a la
nación, a las grandes mayorías, dejaran de ser
consideradas de interés público, de alcance general (directo e
indirecto), y seran boicoteadas apenas los costos privados de
recaudaciones y regulaciones resulten excesivamente desproporcionados respecto
de los beneficios de todos. O apenas sea comprobable que ciertos individuos o
grupos capitalizan inequitativamente los recursos públicos que los
ciudadanos aportan con su observancia de las leyes, sus contribuciones
fiscales, sus votos y opiniones. La restauración de la naturaleza
pública de las políticas del gobierno es una aspiración
permanente en contra del diseño de políticasque terminaron por
ser influidas, determinadas u Sin embargo, los costos hundidos pueden
proporcionar al analista información útil. Si se deben restar los
costos irrecuperables del
gasto totalfijo, entonces mientras mayores sean los costos hundidos, menos
recursos se necesitan para completar el proyecto y mas sentido
tendra terminarlo. Sin embargo, si unos costos hundidos muy grandes
implican un gasto total creciente, superior muy significativamente a la
estimación original, entonces los costos hundidos muy grandes son muy
importantes no sólo por lo que revelan acerca de los gastos ya
invertidos en el proyecto, sino por lo que implican en gastos futuros
necesarios para completarlo. Así, al evaluar un proyecto, el analista
compara los costos remanentes con los beneficios remanentes. Antes de que se
haya hecho nada, todos los costos Ylos beneficios son remanentes. Pero ya que
la mayor parte de los beneficios no se lograran antes de que sea
completado el proyecto, mientras que la mayor parte de los costos se han ya
comprometido, la proporción de los beneficios remanentes respecto de los
costos remanentes subira al ir avanzando el trabajo. Por lo tanto, a
causa de los costos hundidos, frecuentemente tiene sentido completar proyectos
a medio terminar, aun si en retrospectiva es obvio que el proyecto no
tenía sentido desde un principio. Ahora bien, aun en el caso de que el
analisis del
proyecto a medio terminar revele que los costos remanentes exceden a los
beneficios remanentes, el político de políticas puede muy bien
preferir que se complete el proyecto. En 1977, por ejemplo, la ad23Donald P.
Baker, 'Oiticized VisitarCenter Still Voted 39 million dallar',
Washington Post, 10 de mayo, 1979.
256
ROBERT D. BEHN
ministración Carter emprendió la reevaluación de treinta y
dos proyectos hidraulicos. Después de hacerse los estudios, se
recomendó seguir adelante con nueve proyectos 'sin
modificación', aun cuando se había calculado que la
proporción de los beneficios remanentes respecto de los costos remanentes
era menor que 1.0 en ocho de los nueve proyectos. Un proyecto (Lyman, en Wyoming) estaba completo
en dos terceras partes, pero tenía una proporción de beneficios
remanentes a costos remanentes de sólo 0.5. Entre los 'factores de
decisión', la administración Carter consideró 'el
porcentaje de terminación del proyecto
(los costos hundidos del
proyecto) y el hecho de que la compensación en términos de riego
dependía de la terminación'.' Un funcionario del Departamento del
Interior de los Estados Unidos, al preguntarsele por qué los ocho
proyectos en que la proporción de beneficios remanentes a costos
remanentes era menor que 1.0 no habían sido completados, siguió
insistiendo en que estaban 'demasiado adelantados'.' Un ayudante
de la Casa Blanca explicaba, 'Es un problema de expectativas La gente
tiene derecho a esperar que el gobierno federal termine lo que
empieza'> La presa Tellico de la Tennessee Valley Authority ofrece un
último ejemplo. Ademas del infame asunto del
snail darter (pez de agua dulce), no tenía sentido desde la perspectiva del analista terminar el
proyecto. ¿Por qué? Porque los costos excedían por mucho
los beneficios que se obtendrían, costos que incluían 35.2
millones de dólares en costos de capitalperdido y 40 millones en costos
de oportunidad por la muy valiosa tierra de siembra que se inundaría si
se terminaba la presa. La Ley de las Especies en Peligro de 1973 había
sido reformada en 1978 para crear el Comité de las Especies en Peligro
con objeto de introducir exenciones, si
24 Casa Blanca 'Statement on Water Projects', 25 Entrevista personal,
26 de enero de 1978.
p. 34.
26Entrevista personal, 20 de junio, 1978.
EL ANALISIS DE POLÍTICAS Y LA POLÍTICA
257
(entre otras cosas) los beneficios de un proyecto resultaban claramente
superiores a la alternativa que contemplaba la posibilidad de salvar una
especie animal. Como
los beneficios netos de Tellico eran negativos, claramente la opción de
continuar era inferior a la alternativa de no hacer nada, razón por la
cual el comité decidió no otorgar la exención.' Sin
embargo, con 103 millones ya invertidos en el proyecto, los políticos
presionaron para que se completara. Argumentaba el senador Howard Baker de
Tennessee. 'Yo simplemente no puedo quedarme tranquilo al ver que se
insulta al sentido común, al ver que se decide detener la
construcción de una presa que estaba virtualmente terminada antes de que
la ley (de las especies en peligro) hubiera sido aprobada y antes de que se
hubiera descubierto el famoso pescado'.' Ademas del acento en
los resultados mas que en los insumas, otro de los 'principios
guías del
analisis de sistemas' de James Schlesinger es 'evitar las
técnicas que conducen sin .pensarlo a compromisos indeseados que
resultan en enormes gastos't> Sin embargo, ¿por qué
tendrían que ser eficaces estas técnicas? Por el deseo de
justificarlos costos hundidos. El razonamiento puede parecer circular, pero
raramente es percibida la circularidad. Con su interés en la
distribución, el político busca proporcionar beneficios al mayor
número posible de sus electores. Ahora bien, dada la dificultad de poder
distribuir beneficios a todos con resultados
27para un analisis costo-beneficio de la determinación de la
presa de Tellico, véase U.S., Department of the Interior, Office of
Policy Analysis, 'Teico Dam and Renervoir, Staff Repon ro the Endangered
Species Committe', mimeografiado, Washington, D.C., 1979, esp. pp.
2.14-2.1.5. Increfblemente, la TVA arguye que, como
la tierra sembrable detras de la presa ya se compró, el valor de
esta tierra debe considerarse como
un costo hundido, aun cuando todavía hay que inundar la tierra, que
ademas podría venderse nuevamente si el proyecto no se termina.
28Se cita él Baker en 'Snail Darter Wins Another Víctory on
Senate Floor Vote', Congressional Quarterly, 24, .16 de junio, 1979, p.
1143. , 29Schlesinger, 'Systems Analysisant the Political Proeess',
p. 285.
258
ROBERT D. BEHN
tangibles (debido a que es necesario concentrar recursos para obtener tales
resultados), es mas facil distribuir rapida y extensamente
los insumos. Aun con recursos limitados, todos pueden obtener algunos pocos
pero reales beneficios de insumos. Los beneficios de resultados o productos
vienen inmediatamente después porque de otra manera los insumos
iniciales 'hundidos' se habrían desperdiciado. Para el analista el costo
hundido es una variable económica, pero es también una variable
política; indica cuanto del
prestigio del
gobierno yde sus funcionarios mas importantes esta invertido en
el proyecto. El costo hundido proporciona una medida del poder y una medida de las expectativas
de la ciudadanía que se beneficiara si se completa la empresa.
ABen Schick escribe, 'lo que la economía desecha como
costo irrecuperable, la política lo premia como interés creado'.' Si
los costos hundidos son suficientemente cuantiosos, ya sea en términos
absolutos o porcentuales, el político apoyara la
terminación del
proyecto.'
EL IMPERATIVO DEL ELECTORADO Las diferencias entre el analista y el
político pueden originarse en la indiferencia del
analista a las comunidades electorales organizadas y a la devoción del político
hacia ellas. El político busca satisfacer los 'deseos'
explícitamente expresados de la gente; el analista se ocupa de lo que la
gente 'necesita'.' El analista no cree que sea necesario que los
individuos se organicen para
30 ABen Schick, 'Systerns Politics and Systems Budgeting',
PublieAdministration Review, 29, 2, marzo/abril 1969, p. 148. 31 Por supuesto
que los individuos por su parte tampoco ignoran siempre los costos hundidos.
Richard Thaler argumenta que los consumidores, cuando toman una
decisión, sopesan el placer a ganar contra el dolor de saber que se
perdió un costo irrecuperable ('Toward a Positive Theory of
Consumer Choice', Joumal 01Economic Behavior and Organization, en prensa).
Por lo tanto, losciudadanos particulares podrían no simpatizar muchocon
el dictamen del analista de ignorar los costos hundidos; de hecho, los
políticos tratan de justificar los costos irrecuperables precisamente
porque si los ignoran apareceran comoderrochadores y haran el
ridfculo ante la ciudadanfa 32Le debo a WilIis D. Hawley esta
observación,
EL ANALISIS DE POLÍTICAS Y LA POLÍTICA
259
mostrar que una política es deseable; el político cree que eso
basta. Stokey y Zeckhauser resumen bien la visión del
mundo del analista: Una de las grandes
virtudes del
enfoque costo-beneficio es la de tomar en cuenta los intereses de los
individuos que estan mal organizados o menos involucrados. Esto
contrasta con la mayoría de los procedimientos de las decisiones
políticas. En la perspectiva analítica, los proyectos cuyos
beneficios no sobrepasen sus costos no son deseables, aun cuando los impulsen
poderosos grupos de intereses. Los beneficios y costos que se acumulan para
todos -los constructores de la carretera, los ecologistas, la 'gente menor',
los usuarios y los prestadores de servicios, los contribuyentes- seran
contados sobre una base de dólar por cabeza. El analisis de
costo-beneficio es una metodología con la cual buscamos obtener
eficiencia y tiene como resultado limitar los
desvaríos del proceso político Y
La virtud del
analisis es que ignora la influencia distorsionadora de los grupos
organizados. Pero esto es una responsabilidad. La indiferencia del analista ante las comunidades de electores
parecería suponer que no existen intereses organizados capaces de
ampararse frente a las conclusiones del
analisis y de conseguir el apoyo en la arena política donde se
toman las decisiones de políticas. Con regularidad inquietante lee uno
en la literatura del analisis
político enunciados como 'la resistencia
política a la propuesta fue subestimada,desafortunadamente'.'
La indiferencia del
analista a las comunidades electorales -y a los
33Stokey y Zeckauser, Primer, p. 151. 34Por ejemplo, 'aunque la
oposición de la mayoría de los agentes de trabajo al plan de los
incentivos era conocida, el poder político que podrían ejercer no
se hizo del
todo evidente sino hasta despuésde haberseformulado el sistema '.
DavidGreenberg,Al Lipson y Bernard Rostker, 'TedlOical Success, Political
Failfure: The Incentive Pay Plan for California
Job Agents', Polie}( Analysis, 2, Otoño 1976, p. 568.
260
ROBERT Do BEHN
arreglos existentes que las crearon y las apoyan- ayuda a explicar por
qué los analistas a menudo no ven la magnitud de la oposición
que, muy predeciblemente, desafiara cualquier intento de cambiar estos
arreglos y por qué a menudo no saben qué hacer para vencer o
aplacar a los opositares.
n. La política,
el analisis y la influencia
Los analistas, aun si no les gusta o no lo aceptan, son jugadores
políticos en el juego de las políticas. Los políticos
usaran sus analisis para apoyar u oponerse a determinadas
propuestas políticas. Es mas, si los políticos no usan los
analisis de alguna manera -ya sea para tomar o para justificar
decisiones-, las labores del
analista seran intrascendentes. En realidad, los políticos tienen
varios incentivos para acercarse al analisis de políticas. Pueden
usar el analisis para adoptar mejores decisiones políticas,
pueden temer quedar a merced
de un analista cuyo estudio no comprendan, o pueden tener la esperanza de
emplear el analisis para reforzar sus propias opiniones. Así, los
políticos contrataran personal analítico y buscaran
laasesoría de analistas externos. Y algunos trataran de usar el
analisis para legitimar sus programas favoritos manipulando sutilmente
los métodos del analisis (por
ejemplo establecer una tasa de descuento absurdamente baja) para inclinar en su
favor las conclusiones del
analisis. De manera similar, los analistas necesitan acercarse
mas al trabajo de los políticos. Como dice un ayudante del Congreso, 'los
analistas no saben realmente qué presiones tenemos los políticos.
y no les importa'.» Otro escribe:
35 Entrevista,
6 de noviembre de 1978.
EL ANALISIS DE POLÍTICAS Y LA POLÍTICA
261
con frecuencia, el analisis de sistemas no tiene importancia en la
toma de decisiones políticas porque los analistas de sistemas no saben
qué es lo que cuenta para los decisores. El analisis sera
mas útil en la medida en que los analistas entiendan mejor los
contextos de la toma de decisiones y realicen su trabajo con este
entendimiento 36 Los analistas políticos van a requerir un mejor
conocimiento de la política, a menos que quieran ser mercenarios de los
patrocinadores políticos, sin importarles apoyar la política de
quién sea, y a menos que deseen que sus principios analíticos
sean manipulados sin el menor escrúpulo. El motivo puede ser defensivo u
ofensivo -evitar que se haga un mal uso de su analisis, o lograr que sus
voces' analíticas sean mas influyentes- pero los analistas
tendran que volverse mas capaces políticamente. ¿No
SE CABILDEA EN PRO DE LA EFICIENCIA? Frecuentemente los economistas que se
adentran en el mundo político se quejan de que no existe un cabildeo en
pro de la eficiencia.' El propósito decualquier grupo de
interés es asegurar beneficios amplios y directos para sus miembros. Y
los beneficios de la eficiencia, aunque amplios en conjunto, los perciben los
miembros de la sociedad como
pequeños e indirectos. Que no exista una organización para cabildear
en los palacios de gobierno de los estados y en los ayuntamientos de las
ciudades en favor de los beneficios de la eficiencia económica general
no es sorprendente. Sólo el analista mas ingenuo puede esperar
que la alternativa que él ha demostrado como la mas eficiente sea la
36Laurence E. Lynn, Jr., 'Systems Analysis: Pítfalls from the
User's Perspective', en Handbook 01Applied Systems Analysis, edil.
E.S.Quade, Laxenburg, Austria: Institute tor Applied
Systems Analysis. 37Por ejemplo, escribe Havenman, 'conexcepción de
unos pocos esfuerzosrecientes, no existe un grupo operativo que cabildee en pro
de la eficiencia económica', Policy Analysis and the Congress, p.
247.
262
ROBERT D. BEHN
que va a ser defendida automatica y entusiastamente en la arena
política. Aun así, hay esperanza. Aunque sea imposible construir
una organización permanente para apoyar la eficiencia económica
general, puede ser posible movilizar una coalición temporal para
oponerse a la ineficiencia especlfica. Cuando hay algún programa
ineficiente, seguramente hay algún grupo que debe estar obteniendo
beneficios que exceden sus propios costos (de otra manera no habría
apoyo político para la ineficiencia) y, en consecuencia, el exceso neto
de costos para el resto de la sociedad debe ser aún mayor que el
calculado para el programa en particular. Algunos (seguramente la
mayoría) estanpagando las cuentas y recibiendo pocos (o ningunos)
beneficios. La tarea política es identificar quiénes pagan los
costos netos, despertar su enojo, motivarlos a la acción y entonces
proporcionarles un medio para manifestar su inconformidad. La dificultad
esta, como
ha observado Mancur Olson, en que para cualquier individuo o grupo, los costos
de oponerse a la ineficiencia pueden exceder a los.costos que les impone el
programa ineficiente.> Sopesar tales costos y la incertidumbre de ganar la
lucha política, puede convencer a la gente de que la ineficiencia
simplemente no merece una batalla. Pero la acción política puede
estar motivada por la pasión tanto como
por el calculo racional -especialmente cuando los números para
hacer el calculo no son claros- y podría no ser difícil estimular
la oposición emocional. De cualquier modo, es mejor identificar
algún grupo afín también afectad u, un aliado natural,
para el que los costos son evidentes (aun si no necesariamente grandes) y que
cuenta ademas con un historial de acción política o tiene
potencial para ella. Tal grupo no sera motivado por un interés
altruista en la eficiencia económica, sino por un interés personal
en sus propios costos. Sin em. 38 Mancur Olson, Jr., The Logic ojCollective
Action, Cambridge:
Harvard University Press, 1965. .
EL ANALISIS DE POLÍTICAS Y LA POLÍTICA
263
bargo, el llamado debería ser patriótico, no particularista.
Todos queremos creer que estamos trabajando en pro del
beneficio de la sociedad en su conjunto y no sólo del propio interés (aun quienes
buscan la ganancia personal al imponer a la sociedad un programa
ineficienteharan hincapié en los beneficios sociales.) La cosa es
identificar al grupo adecuado, capaz de sentirse timado después de
descubrir la ineficiencia de la política. La tarea no consiste tanto en
explicar al grupo sus costos y pérdidas, sino en hacerlo reflexionar
sobre una medida política que antes no había cuestionado. El
esfuerzo de la administración Carter en 1977 por terminar varios
proyectos de recursos hidraulicos brindaba una ocasión excelente
para usar este enfoque. Muchos de los proyectos por terminar eran muy
ineficientes, ademas de ecológicamente destructivos, aunque cada
uno proporcionaba beneficios netos a alguna región en el sur o el oeste.
Al presidente Carter le habría sido suficiente explicar las
ineficiencias de algunos pocos proyectos específicos. No tenía
por qué mencionar que el noreste y el cercano oeste estaban pagando
costos que excedían sustancialmente sus beneficios. El ataque
público y deliberado a la ineficiencia económica de los proyectos
(que ignoraban por completo los efectos ecológicos negativos) habría
bastado para generar la oposición de los ejecutivos de las grandes
empresas del
noreste y el cercano oeste, que seguramente habrían sido los mas
receptivos al ataque presidencial sobre la ineficiencia económica.
Ciertamente esta posición habría tenido un efecto mayor que
imprimir las ponderaciones de costo-beneficio en los anexos de los boletines de
prensa. Si los analistas políticos son, como los concebía Charles
Schultze, 'partidarios de la eficiencia', necesitan amparar su causa
en el público mas receptivo.' Reconocer que la eficiencia económica
no tiene en sí una ciudadanía paraapoyarla y que en cada
39 Schultze,
Public Spending, p. %.
264
ROBERT D. BEHN
situación es necesario identificar a los individuos y grupos que tienen
interés en apoyar la alternativa política mas eficaz es el
primer paso del
analista para obtener una superior influencia política.
LA NECESIDAD DE HACER EL ANALISIS MAS CONVINCENTE Para crear
coaliciones que apoyen políticas eficaces se requiere comunicar el
razonamiento del
analista. Ahora bien, no se trata solamente de traducir el lenguaje
analítico al lenguaje político, aunque esto desde luego
ayudaría (después de todo, aunque la jerga de analista pueda
seducir, rara vez convence). Tampoco se trata de educar a los jugadores políticos
en las actitudes y las técnicas de analisis. Lo que se necesita
es transformar completamente el razonamiento del analista, pasar de las
coordenadas de una mente analítica al sistema de referencia en el que
piensa el público. Cualquier persona habituada a entender el espacio
físico en coordenadas lineales, cartesianas (x,y,z), y que encuentre
difícil 10calizar un punto expresado en coordenadas polares (* ** **),
excepto al transformar las coordenadas polares otra vez en lineales,
comprendera la importancia de traducir el razonamiento analítico
en el marco de referencia del público, en lugar de intentar
enseñar al público a pensar en el sistema de coordenadas del
analista. Cuando escribe acerca de los problemas de comunicación del
analisis, Arnold Meltsner enfatiza la necesidad que tiene el
analisis de 'aumentar el grado de parecido entre él mismo y
su público'. Los analistas experimentados, escribe, 'tratan
habilmente deexpresar sus argumentos en términos que aumenten su
similitud con los valores compartidos'.' Aunque el analista crea que
sus propios principios de razonamiento, el paradigma analítico, son el
único enfoque racional de
40 Arnold J. Meltsner, 'Dont't Slight Communíeatíons: Sorne
Problems of Analytical Practice', PolicyAnalysis, 5, surnrner 1979, p.
379.
EL ANALISIS DE pOLíTICAS Y LA pOLíTICA
265
la toma de decisiones en la política pública, es preciso que
reconozca que esta visión de las cosas no es universal. Mas
aún, algunos conceptos analíticos fundamentales, como usar costos
de oportunidad en lugar de costos perdidos, le son ajenos a la mayoría
de la gente; la gente simplemente no piensa en términos de oportunidades
perdidas.' En consecuencia, cualquier argumento analítico que se
base en ejemplos simplificados del principio del costo de oportunidad no
resultara persuasivo para establecer la validez de una
proposición política compleja. Consideremos la tarea de explicar
ante una asociación de ejecutivos por qué un proyecto
hidraulico determinado es ineficiente económicamente. La
tentación es empezar con una explicación simple y superficial del
analisis de costo-beneficio. Después de todo, estamos hablando
con ejecutivos de corporaciones, gente que a diario trata con analisis
de costos y ganancias y que entiende muy bien que si invierte los recursos de
su compañía en un proyecto tendra que renunciar a otras
oportunidades de inversión. Pero no importa qué tan inteligentes
sean estos ejecutivos y qué tan brillante sea la explicación del
analisis de costo-beneficio, la enumeración final de los
calculos decosto-beneficio para cada uno de los proyectos no
tendra el menor significado. Este público piensa con el sistema
de referencia de los negocios, no con el de analisis de
políticas. Por lo tanto es preciso explicar las ineficiencias de los
proyectos no en términos analíticos, sino de acuerdo con el
esquema de los negocios. Afortunadamente, al menos en este caso, esto es muy
posible ya que muchos de los proyectos de recursos hidraulicos proveen
bienes privados, no públicos. El analisis de costo-beneficio es
necesario para poder asegurarse de que todos los beneficios de los bienes
públicos (evaluados en términos de la disposición de cada
individuo a pagarlos) estanincluidos al evaluar un proyecto de
inversión pública. Para muchos proyectos, sin embargo, la
mayoría
41 Véase
Thaler, 'Toward a Positive Theory'.
266
ROBERT D. BEHN
de los bienes son privados; los individuos y las compañías que se
benefician pueden ser facilmente identificados y se les puede cobrar,
así que la evaluación de estos beneficios puede basarse no en un
calculo misterioso de la voluntad de los ciudadanos de pagarlos, sino en
pagos efectivos. De esta manera el gobierno podría contratar con alguna
empresa la construcción de una presa y de los acueductos para conectarla
con las ciudades, ranchos e industrias que compran el agua. Una empresa
constructora podría calcular qué tarifa anual le pagaría
al gobierno por la concesión de construir la presa, llenarla con la
cantidad de agua convenida y venderla en la región. O si la compañía
concluye que no podría pagar al gobierno y obtener a la vez un
rendimiento razonable por su inversión, podríaentonces hacer una
oferta negativa: el subsidio que necesitaría para poder cubrir los
beneficios no vendibles, tales como la recreación y el control de
inundaciones. En principio, un analisis empresarial semejante es
equivalente a un analisis de inversión pública
(costo-beneficio), aunque el marco de referencia es muy distinto. De cualquier
manera, si se analizara el problema desde el punto de vista de la
inversión empresarial, el gobernante podría explicar con
exactitud qué tan ineficiente económicamente resulta un proyecto
hidraulico. Por ejemplo, si una compañía privada quisiera
construir el Central Arizona Project y recibiera un subsidio federal anual de
30.7 millones de dólares (para cubrir beneficios de control de
inundaciones, de recración, de protección de la vida animal y
otros beneficios públicos), tendría que cobrar 106 dólares
por pie cúbico de agua para ganar un rendimiento de 6.375 por ciento
sobre su inversión a amortizar por mas de cien años.
¿Qué corporación estaría dispuesta a invertir dos
billones de dólares para obtener sólo un rendimiento de 6.375 por
ciento -y eso sólo en un periodo de mas de 100 años?
Ninguna. De cualquier manera, nadie podría realmente intentarlo, ya que
actualmente el agua se vende en Ari-
EL ANALISIS DE POLÍTICAS Y LA POLÍTICA
267
zona central entre 19 y 50 dólares el pie cúbico. Para un
ejecutivo empresarial este tipo de explicación dramatiza mucho mejor la
ineficiencia del proyecto que decir que la proporción de costo-beneficio
es sólo del 0.5842 Para hacer hincapié en la importancia de un
analisis persuasivo, Giandomenico Majone asegura que 'los decisores
necesitande un analisis retrospectivo (posterior a la decisión)
como necesitan del prospectivo (previo a la decisión), y probablemente
mas'.' A menudo, por supuesto, se les pide a losanalistas
realizar tales analisis retrospectivos, aunque usualmente les parezca un
trabajo poco honorable (sobre todo si no estan de acuerdo con la decisión).
Sin embargo, la función del analisis de políticas no es
sólo ayudar a determinar cual es la mejor alternativa sino
también asegurarse de que el gobierno adopte e implante esta
alternativa. Una vez que un decisor político ha aceptado la
recomendación del analista (aunque fuera por razones distintas), el
analista tiene la obligación de asegurarse de que la sabiduría de
su recomendación sea reconocida por todos los que tienen el poder para
apoyarla. Para que el analista político tenga influencia no sólo
debe estar técnicamente en lo correcto. Debe también ser
convincente, persuadir a sus compañeros analistas y a los grupos
electorales influyentes.
42 Departamento del Interior, EU. 'Water Projects Review: Central Arizona
Project', mimeografiado, Washington, D.C., 1977. pp. 6-9. 43 Giandomenico
Majone, 'The Uses of Policy Analysis',en The Future and the Past:
Essays on Programs (//1(1 the Annual Repon 1976-1977, N.Y.: Russel Sage
Foundation, 1978, p. 207. Majone considera importante el papel del analista como
'un productor de argumentos polúicos mas que solucionador
de problemas', p. 213. [Ver su artículo en el vol. 111. Sin
embargo, convertir al analista de políticas en abogado político
amenazaría tanto la credibilidad del analista como la del analista. Asímismo
usar el analisis decostobeneficio, no como una herramienta prospectiva
para tomar mejores decisiones con respecto a los recursos hidraúticos,
sino estrictamente como una herramienta retrospectiva para justificarlas, ha
hecho inevitable la manipulación poco escrupulosa de tales
analisis y ha provocado la desconfianza general en la validez de
cualquier analisis semejante y en la moral del analista.
268
RüBERT O. BEHN
LA NECESIDAD DE ESTRATEGIA POLÍTICA Una definición demasiado
estrecha de la responsabilidad y competencia del .analista puede aislarlo de la
realidad política e inhibir su influencia política. Si un
analista es reconocido por la excelencia de su lógica económica,
por la confiabilidad de sus inferencias estadísticas, pero
también por la vacuidad de sus supuestos políticos
(implícitos), el decisor político rechazara su trabajo por
intrascendente. Sin embargo, una vez que ha presentado la propuesta de
política que puede generar beneficios considerables, el analista debe
interesarse en que se logren estos beneficios. Es mas, si el
analisis neutral y honesto revela que una o varias alternativas son
preferibles (o que una o varias alternativas son indeseables en sumo grado), el
analista político tiene la obligación clara de maximizar las
posibilidades que favorecen su adopción. ¿Cómo puede
cumplir el analista su responsabilidad política? El analista puede
empezar por evaluar la factibilidad política de cada alternativa. La
factibilidad política de una alternativa no es una característica
inherente, fija, como si fuera uno de los muchos genes de la decisión
política que sólo esta esperando ser localizado, descifrado
yreportado. La factibilidad política de una alternativa depende
claramente de la inteligencia con que se diseñó la estrategia
política para obtener su adopción, así como de la
dedicación y habilidad de los encargados de poner en practica la
estrategia. En consecuencia, la responsabilidad del analista va mas
alla de la mera determinación pasiva de una estrategia
política. El analista cabal no sólo recomendara la mejor
alternativa sino también la mejor estrategia política para que el
cliente pueda lograr la adopción e implementación de la
alternativa. Después de todo, ¿cómo puede ser la
'mejor' una alternativa política que no sea escogida ni
implementada? El analisis de suyo es políticamente impotente. Se
convierte en un instrumento político eficaz sólo cuando se le
incorpora a una estrategia política diseñada para 10-
EL ANALISIS DE POLÍTICAS Y LA POLÍTICA
269
grar que se adopten sus recomendaciones. Y desarrollar una estrategia semejante
es, desde luego, parte de la responsabilidad del analista. Un analista
tradicional podría objetar, diciendo que un compromiso político
tan manifiesto esta mas alla de su campo de acción.
Puede ser cierto, pero no debería serlo. El analista que ha estudiado a
fondo un problema político debería conocer tan bien sus
complicaciones políticas como las económicas, pues las dos
cuestiones no son independientes. Un analista que ha prestado atención a
las cuestiones distributivas debería estar bien consciente tanto de los
evidentes adversarios como de los aliados potenciales. En consecuencia, no
sería inteligente -es mas, sería poco ético- que el
analista presentara a su cliente unarecomendación política que va
a levantar mucha oposición y poco apoyo, sin ofrecer también una
recomendación política acerca de cómo podría 1)
evitar una batalla inútil y desgastante, y 2) lograr la meta
política. ¿En verdad, puede el analista mandar a su cliente a la
arena política sin explicarle qué peligros le esperan y
qué armas le seran mas útiles?
LA NECESIDAD DE IR Y VENIR ENTRE EL ANALISIS Y LA POLÍTICA Es
demasiado facil reconocer, mas aún sobrevalorar, las
opciones políticamente imposibles, inviables. Cualquier examen pasivo y
poco crítico de las posibilidades de que una propuesta sea aceptada y
escogida, revelara desalentadoramente que no son muchas. En realidad, es
muy probable que la propuesta no sea nada nueva y que ya se haya intentado
antes, pero sin poder avanzar por la oposición de intereses influyentes
y poderosos. Sin.embargo, con demasiada frecuencia, es la mitología del
poder la que confiere a una propuesta política el estatus de
'políticamente inviable'. Los intentos anteriores para
llevarla adelante pueden haber sido imaginarios, eventuales o incompetentes. La
influencia, prestigio y autoridad de los grupos de interés a menudo
270
ROBERT D. BEHN
se debe al hecho de que se evita cuestionar su reputación y no a que no
se cuente con analisis serios y consistentes. Por ejemplo, todos los
presidentes a partir de Franklin D. Roosevelt se opusieron abiertamente a la
política del uso libre de las vías fluviales del interior,
vigente durante 200 años. Sin embargo nada cambió. De esta
manera, la posición de que no era políticamente factible cobrar
por el uso comercial de canales, compuertas y ríosdragados que construye
y mantiene el cuerpo de ingenieros de los Estados Unidos, llegó a ser
una leyenda en Washington D.e. y el operador de la barcaza adquirió los
poderes míticos de un Neptuno motorizado que podía sin mas
hacer desaparecer con un dentellazo de su tridente todopoderoso a cualquiera
que sugiriera cobrar algún impuesto, cuota o peaje. Entonces,
asombrosamente, el Congreso aprobó un impuesto, si bien modesto, en
1978. ¿Qué pasó?, ¿luchó un nuevo presidente
para cambiar la medida política?, ¿decidieron valientemente los
dirigentes del Congreso que había llegado el momento de cambiar?,
Zexigió el público la medida?, ¿se retiraron los
operadores de barcazas del combate político? No. El Congreso
actuó principalmente en respuesta a los esfuerzos de un senador joven y
aislado del partido minoritario, Pete V. Domenici, de Nuevo México.
¿Cual era el secreto de Domenici? Que hizo el intento. Realizó
un esfuerzo inteligente y dedicado para que se adoptara su propuesta. Mencionar
una propuesta política en un informe presupuestal o en un mensaje
televisado no implica una acción presidencial mayor, Todos los
presidentes desde Franklin D. Roosevelt bien pueden haberse opuesto al uso libre
de la vías fluviales del interior, pero ninguno había hecho un
intento verdaderamente serio para cambiar la medida política, ya que
todos sabían que lograr ese cambio no era 'factible
políticamente', todos, menos Domenici. Él y su equipo
emprendieron no un examen pasivo de la factibilidad, sino una búsqueda
activa y perseverante de estrate-
EL ANALISIS DE !>OLÍTICAS y LA POLÍTICA
271
gias. De esta manera, con un poco deapoyo inseguro de la Casa Blanca, una
excelente relación con sus compañeros legisladores y algo de
suerte, Domenici fue capaz de echar a pique a los operadores de las
barcazas.' Si los mejores políticos pueden caer en la 'trampa
de la no factibilidad', el analista por supuesto que debe ser cauteloso.
Así como la habilidad de un analista para influir las políticas
puede paradójicamente reducirse si es demasiado político, o al
menos si lo es demasiado pronto, así también el analista,
preocupado porque el cliente pudiera rechazar sus recomendaciones por no
considerarlas factibles, puede prematuramente no tomar en consideración
aquellas alternativas que previsiblemente provocaran la mayor y la
mas obvia oposición. Sin embargo, la no factibilidad
política no es una variable intrínseca, binaria; no es una
cualidad que una alternativa política de alguna manera posee o deja de
poseer. Como cualquier otra característica de una propuesta
política, es posible cambiarla modificando la propuesta misma o
influyendo en otras variables, externas pero relacionadas. El analista necesita
identificar los impedimentos existentes para que se adopte, y determinar los
costos de eliminarlos: tanto los costos de oportunidad económicos de
otros objetivos políticos a los que hay que renunciar para obtener los
recursos económicos necesarios para modificar la propuesta y hacerla
políticamente aceptable, como los costos de oportunidad políticos
de los objetivos que deben sacrificarse a cambio del apoyo político
necesario para esta iniciativa. Decir cual es la manera menos costosa de
deshacerse de los impedimentos políticos para la adopción de
unapropuesta política -y si vale la pena pagar este precio- es una
responsabilidad tanto analítica como política. El juego de las
políticas no es una carrera de relevos en que el analista corre el
primer turno (analí44 Para un resumen de esta legislación
véase 'Waterways Use Tax Cleared in Final Days', Congressiomit
Q/u1I1erly Aktmnae, 24, 1978, pp. 5 n·515.
272
RüBERT D. BEHN
tico) y luego le pasa la posta al político para que corra el
último tramo (político) mientras el analista se hace a un lado y
observa pasivamente, tal vez.con frustración y dolor. Si el analista se
retira después de correr el primer tramo, descubrira que poco a
poco se introducen modificaciones en sus recomendaciones, se hacen concesiones
y se abandonan, de tal manera que, al final, la medida política adoptada
casi no se parece a su propuesta. Esto es lo que pasó con la
revisión de los proyectos de recursos hidraulicos en 1977
propuestos por el presidente Carter. Se instaló una comisión para
que se revisaran los proyectos y se asignaron analistas a varios equipos que
revisarían diferentes proyectos. Una vez que se terminaron los
analisis, éstos se pasaron a los políticos, que decidieron
qué proyectos continuarían adelante, cuales se
modificarían y cuales se borrarían del presupuesto. En
esta etapa de la toma de decisiones, se ignoró a los analistas
-curnplida ya su 'labor' de preparar los informes con la
información necesaria- y las decisiones se basaron solamente en
consideraciones políticas. Si un proyecto tenía mayores o menores
beneficios que costos no tenía importancia. Incluso cuando un
analisis proporcionaba una descripciónparticularmente
esclarecedora y dramatica de la ineficiencia económica de un
proyecto -como la explicación anterior del Central Arizona Project- la
información ni fue usada para tomar la decisión en privado ni
para defenderla en público. En este caso, no era que los analistas se
rehusaran a participar en la toma de decisiones políticas, sino que los
políticos simplemente los ignoraron. Y los ignoraron porque las
experiencias anteriores con otros analistas los habían convencido de que
los analistas podían contribuir en poco a la toma de decisiones de las
políticas. A fin de superar su reputación profesional de
ingenuidad política, los analistas de políticas
necesitaran dedicarle mas atención a la ciudadanía
para identificar los grupos electorales que van a perder (sustancial o
simból icamente) con cada alternativa, deter-
EL ANALISIS DE !'OLÍTIC/S y LA POLÍTICA
273
minar la magnitud de su interés y evaluar sus fuerzas (tanto reales como
mitológicas). Al mismo tiempo, los analistas tienen que identificar a
los grupos electorales, incluso latentes, que podrían beneficiarse con
cada propuesta. Las comunidades electorales no son rasgos permanentes del
paisaje político tallados en la roca desde tiempos inmemorables por
alguna misteriosa fuerza que aún no ha podido identificar la
arqueología política. Es preciso crear, organizar, motivar y
movilizar a las comunidades electorales. También se les puede
desordenar, confundir, desmoralizar y frustrar. Construir comunidades
electorales, podría discutir el analista tradicional, es responsabilidad
de los políticos. Sí, lo es. Pero el analista político
tiene laresponsabilidad de indicar cómo se puede llegar a construirlas
mejor. Después de todo, lograr que los decisores con autoridad,
ejecutivos y legislativos, adopten una medida política no sólo
exige generar apoyo político para la alternativa considerada superior
desde el punto de vista analítico, también exige modificar
alternativas para atraer partidarios y calmar a los oponentes. Si esto lo hace
el político por su cuenta, s610 la política, y no el balance
entre las consideraciones políticas y las sustantivas, dictara
cuales son los elementos sustantivos a sacrificar en la medida
política. John Mendeloff ha escrito que las mejores ideas del
analisis de políticas 'pueden surgir si acerca uno las dos
perspectivas (económica y política), por lo que se precisa ya sea
de un equipo multidisciplinario o de una cabeza multidisciplinaria'.'
Yo creo que el analista político cabal necesita una cabeza
rnultidisciplinaria. Para elegir políticas públicas y lograr que
se adopten y se implanten es preciso pasar una y otra vez de lo analítico
a 10 político y viceversa. A menos que los analistas se resignen a
observar cómo componentes esenciales de las opciones de política
4SJohn Mendcloff, Reglllnting Saje/y, Cambridge: MIl' Press, 1979. p. x.
274
ROBERT D. BEHN
cuidadosamente diseñadas se abandonan para apaciguar a diferentes grupos
electorales, deben profundizar su entendimiento de la parte política del
juego. Sólo el analista políticas completo, que sabe qué
compromisos puede contraer para lograr el apoyo o neutralizar a la oposición
y qué sacrificios no debe aceptar a cambio de ganancias políticas
insuficientes, ganara la confianzade los jugadores políticos
clave y se convertira en un miembro verdadero de: equipo que elabora las
políticas.
MARTIN LANDAU
8. El ambito propio del analisis de políticas*
la pregunta Zqué es analisis de políticas?, se nos ha
planteado porque, en estos días, el analisis de políticas
es en verdad una empresa sumamente popular. El analisis es
'relevante', se alimenta del gobierno y también de las
fundaciones y, ademas, al incorporar alta tecnología resulta muy
atractivo si no es que fascinante. La literatura algo voluminosa de los
años recientes indica la popularidad que tiene esta manera de hacer las
cosas. Es ciertamente algo.que hoy importa mucho, razón por la cual
merece algún comentario. 1. Cualquier lectura del material escrito sobre
'políticas' (policy) enseña claramente que no es
un.concepto bien definido y que su denotación no manifiesta la clase de
definición extensional que indica conductas facilmente
reconocibles por los conocedores del area. Como diría Max Born,
el concepto no es decidible. Si, para definir el término, recurrimos
entonces a los colegas especialistas del analisis de políticas,
la variedad de respuestas nos hara descubrir que no hay una regla de uso
común que pueda ayudarnos a identificar un ejemplo de política.
En ausencia de tal regla, es posible usar el término en un sentido
mas lato. El analisis de políticas es entonces visto como
un subconjunto del concepto de lo político, o como idéntico sin
mas a lo político, como inclusivo de otras dimensiones
(interdisciplinario) o. como medio para atacar
UPONGO QUE American Jouma/ 01 Poliücal scienc« vol.
S
• Publicadooriginalmente con el título 'TheProper Domain of
Policy Analysis' en XXI, numo 2, 1977. pp, 423-427.Traducción al
español de Jonathan Molinet.
[275. )
276
MARTIN LANDAU
de manera integrada los problemas sociales. Para algunos la política es
un asunto de valor -un~ declaración de principios basicos, otros
restringen su significado a estrategia, diseño o programa, y para otros
el término abarca valores, objetivos y medios. Con frecuencia, los
debates sobre políticas parecen discusiones sustantivas, pero con mayor
frecuencia sólo se trata de discrepancias semanticas. Si ésta
es una lectura correcta de la literatura, entonces la política misma
denota un 'conjunto borroso' y el analisis de políticas
es mas científico en sus atavíos que en la sustancia. 2.
Hay quienes proclaman al analisis de políticas como una nueva
especialización, un nuevo subcampo de la ciencia política. Esto
es toda una curiosidad. La meta del analisis de políticas es
resolver problemas practicos. No puede, por esta razón, reconocer
los límites de algún campo establecido para propósitos
analíticos. Su naturaleza le obliga a seguir los problemas a donde
quiera que vayan. No puede ignorar nada que pueda ser relevante con tal de
llegar a una solución. Para el analista de políticas, entonces,
el ambito cognoscitivo y todo el dominio operativo de la ciencia
política son sólo el comienzo de su tarea. La política
pública, vasta y complicada como ha llegado a ser, se extiende a
cualquier area de la vida. En consecuencia, para ser fiel a su objetivo,
el analista de políticas pronto tendría que incluir todas las ciencias
sociales e incorporar, por añadidura,todo un montón de
tecnología dura. Llevar a unidad un dominio de indagación tan
amplio es una empresa destinada al desorden. En el periodo anterior a la
Segunda Guerra Mundial, la entonces nueva administración pública
asumió todo el ambito de la política gubernamental como su
dominio de estudio . La operación fue racionalizada como un correctivo a
la 'inicua' dicotomía entre administración y
política que estaba en la base teórica de la conducta administrativa,
entonces en desarrollo. Se le consideraba abstracta, distante de los problemas
humanos reales y, en algunos casos, simplemente se consideró que rondaba
tras las ciencias na-
EL AMBITO PROPIO DEL ANALISIS DE POLíTICAS
277
turales. El lema de esta campaña, no del todo desconocido hoy entre nosotros,
fue: 'la ciencia mas pura es la menos relevante'. El debate,
como podía esperarse, fue acre y se centró en los conceptos
complementarios de disciplina y campo. Por desgracia, la que hoy
tendríamos que llamar vieja política pública sencillamente
no se pudo sostener como un campo distinto. Incapaz de mantener cualquier grado
apreciable de esfuerzo sistematico y disciplinado, pronto cayó
presa de ese tipo obsesivo de analisis introspectivo que es siempre
síntoma de una crisis de identidad. Con frecuencia cada vez mayor, se
escribieron y publicaron numerosos artículos de buena fe para lamentar
la falta de un foco controlado, la ausencia de poder teórico, lo azaroso
y fragmentado de la investigación y la existencia de un dominio de indagación
tan amplio que desafiaba toda clasificación. En suma, lamentaban el
desorden intelectual de la empresa. Hoy en día, lapolítica
pública ya no es tan exitosa. No es posible construir ningún
campo de indagación ni de especialización sobre un dominio mal
definido y no restringido. Y, en el caso del analisis de
políticas públicas, la probabilidad de lograrlo es aún
menor, porque el analisis de políticas no puede ser
autónomo en la selección de sus problemas de investigación.
De muchos de ellos se puede decir que son, según la expresión de
Alvin Weinberg, problemas 'transcientíficos', necesaria y
legítimamente sujetos a restricciones políticas y sociales que en
cualquier otra disciplina académica o ciencia teórica serían
consideradas como intervenciones ultrajantes. Si se quiere que el
analisis de políticas tenga sentido, sería bueno
concebirlo como ciencia social aplicada. Y sería todavía mucho
mejor recordar que se van a aplicar los resultados de una ciencia
teórica. 3. Al considerar las políticas en sí mismas, la
ambigüedad general de este concepto no oscurece una propiedad cardinal
común a todos los variables usos del término, a saber, que toda
propuesta
278
MARTIN LANDAU
de política esta acompañada de riesgo e incertidumbre.
Esto es, todas las políticas pertenecen a la clase de las proposiciones
inverificadas. Las políticas son hipótesis. Una política
propone una intervención para alterar alguna circunstancia o un modo de
conducta. Si esta bien formulada contendra una descripción
de la condición de estado deseada y del conjunto de los medios que
prometen realizar esa condición (es decir, alcanzar sus metas).
Debería quedar claro que las proposiciones de política
estan en tiempo futuro, pertenecen a ese tiempo. El objeto decualquier
propuesta de política es controlar y dirigir cursos futuros de
acción, que es la única acción sujeta a control.
Consecuentemente, son asertos de la forma 'si-entonces', y la
única cosa que sabemos acerca de ellos es que su valor de verdad no ha
sido determinado. Todas las políticas, por tanto, contienen alguna
probabilidad de error y no pueden aceptarse a priori como correctas. Si una
propuesta de política es un oroceso de tipo ingenieril, el producto de
una negociación, el resultado de un conflicto o el producto de fuerzas
históricas o lo que sea, no cambia su estatuto epistemológico.
Mantiene su caracter hipotético. Puedo ampliar esto al sugerir
que cuando una propuesta de política se formula cuidadosa y
completamente, puede tomarse como una teoría. Del mismo modo,
precisamente, que una teoría sirve para reducir el valor de la sorpresa
en su dominio empírico, una política sirve para ordenar el
dominio de su tarea. Si tiene éxito (es decir, si es correcta) no
producira sorpresas -todo ocurrira como fue planeado-; por
supuesto sería una singular rareza. Todas las teorías e
hipótesis en la propia ciencia son consideradas como actores
arriesgados, se juzga que todas son propensas al error. El aparato que llamamos
metodología científica tiene la única función de
prevenir y eliminar el error. En mi opinión, esta es la tarea primaria
del analisis de políticas.
EL AMBITO PROPIO DEL ANALISIS DE POLÍTICAS
279
En otro lado,' traté extensamente este problema. No aporta nada real
repetir ahora toda mi discusión de la manera en que es posible
considerar las políticas y programas como proposiciones
explicables,susceptibles de dar razones por sus actos. Basta aquí decir
que la noción de explicabilidad y responsabilidad que deriva de esta
concepción de política es empírica, no ideológica o
normativa. Nuestra tendencia es tratar las políticas como asuntos de
valor y no como pretensiones empíricas. Esto se nota especialmente
cuando una política es mas bien compleja. En efecto, entre
mas compleja es una política mas difícil es evaluar su
valor de verdad. En tales circunstancias, tendemos a formular nuestros juicios
sobre la base de factores ideológicos, ya que no resulta facil
suspender el juicio cuando urge tomar una decisión. Pero descansar en
factores ideológicos ocasiona que la racionalización desplace la
validación, una forma de desplazamiento tan completamente ubicua como el
desplazamiento de metas. Comprometerse a priori con una política
particular comporta un compromiso con su corrección y efectividad,
previo al conocimiento. Aquí,como en la ciencia, el enemigo es el dogma.
La certeza subjetiva enmascara la incertidumbre objetiva y hace olvidar que
toda la política tiene un contenido objetivo, que sólo es una
elección entre muchas. Es la clase de actitud, tan común y tan
entendible, que 'absuelve una política por el mérito de sus
motivos'. Sin embargo, es necesario considerar el error potencial de
cualquier política. En primer lugar, se requiere una descripción
de las condiciones sobre las que se va a actuar. Cualquiera de las descripciones
contiene supuestos causales y, por tanto, presupone una explicación. Es
una serie de operaciones claramente problematicas. Después sigue
la solución del problema, la cual incorporauna explicación que se
presume y una declaración relativa a la meta. Aquí es conveniente
notar que los estudios de factibilidad que
1 'On
the Concept of a Self-Correcting Organization', PublicAdministration
Review,
n. 33, 533-552, 1973.
280
MARTIN LANDAU
se limitan exclusivamente a la consideración de la meta son obviamente
incompletos, puesto que su obtención podría no suprimir
necesariamente la condición indeseada, volverse casualmente irrelevante
y arrojar efectos secundarios indeseados. Tercero, existe el problema de
instrumentación: la selección de la metodología apropiada.
La selección de un curso de acción es función del
conocimiento, conocimiento de causalidad, y es algo similar a la
selección de una terapia. El diagnóstico puede ser correcto, la
cura puede ser reconocible, pero la terapia puede estar equivocada, ser
arriesgada o 'fallar la meta', Aun si es correcta, existe la
cuestión de la administración, lo que ahora llamamos
implementación, porque la forma en que se ejecuta un programa puede dar
al traste con él aun cuando todos los demas factores se hayan
anticipado correctamente. Éste es el fundamento de mi concepción
del analisis depolíticas. El analisis de políticas
es la búsqueda del error a lo largo de todo el camino. No es un campo en
el sentido académico acostumbrado, a menos que queramos decir que el
estudio del error es una especialidad. No es mi caso. Su tarea es poner a
prueba cualquier política a fin de prevenir el error y aprender a
corregirlo. Kenneth Boulding llama a esto la 'institucionalización
de la desilusión', un sistema de crítica que permite probar
las políticas yfacilitar la capacidad de autocorrección.
Deberían preservarse y extenderse aquellos aspectos del analisis
de política que tengan este espíritu, los restantes
deberían abandonarse.
' Indice
Presentación
Luis F. Aguilar Villanueva . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 7 15 77 79 105
119
Estudio introductorio
Luis F. Aguilar ViIlanueva . . . . . . . . . . . . ..
Advertencia de los editores l. La orientación hacia las políticas
Harold D. Lasswell . . . . . . . . . . . . . .
2. La concepción emergente de las ciencias de políticas
Harold D. Lasswell . . . . . . . . . . . . .
3. Prolegómenos para las ciencias de políticas y ehezkel Dror . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. De la ciencia de políticas al
analisis de políticas: Veinticinco años de progreso
G. David Garson
149 181
5. La evolución de las ciencias de políticas
Willliam Ascher
6. Entre el conocimiento y la política: Tres caras del analisis
de políticas
Douglas -Torgcrson 197
7. El analisis de políticas y la política Robert D. Behn .
. . . . . . . . . . . . . . 8. El ambito propio del analisis de
políticas
Martin D. Landau . . .
( 2811
.239
275
. . . ..
El estudio de las políticas públicas, terminó de
imprimirse en la ciudad de México durante el mes de julio de 1992. La
edición en papel de 72 g consta de 2,000 ejemplares mas sobrantes
para reposición y estuvo al cuidado de la oficina
lito-tipografica de
GRUPO EDITORIAL
MAP: 270012-01 ISBN: 968·842·318·1
Comentarios y notas
Comentarios y notas
RED NACIONAL DE BIBLIOTECAS PUBLICAS FECHA DE DEVOLUCION
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