1. Proceso de paz en el Salvador.
En Octubre de 1989, el Secretario General de las Naciones Unidas Sr. Javier
Pérez de Cuellar, informó a la Asamblea General y al Consejo de
Seguridad sobre el Acuerdo suscrito el 15 de septiembre en la Ciudad de
México entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo
Martí para la Liberación Nacional (FMLN) para entablar un proceso
de dialogo con el objeto de poner fin por la vía político
al conflicto en El Salvador. En diciembre de 1989, en forma separada, el
Gobierno del Presidente Alfredo Cristiani y el FMLN pidieron al Secretario
General que les asistiera en la búsqueda de la paz. Esta idea
también quedó reflejada en la declaración de los cinco
presidentes centroamericanos en una reunión en San José, Costa Rica,
en el mismo mes.
Los esfuerzos del Secretario General y de su representante personal para
Centroamérica, Sr. Alvaro de Soto, se orientaron a buscar un
formato que permitiera impulsar el proceso que se establecía bajo sus
buenos oficios con el objeto de obtener el fin del conflicto armado en El
Salvador. Tal marco quedó establecido en el llamado Acuerdo de Ginebra
del 4 de abril de 1990, que señaló los cuatro objetivos del
proceso: Terminar el conflicto armado por la vía política;
Impulsar la democratización del país; Garantizar el irrestricto
respeto a los derechos humanos; y Reunificar a la sociedad salvadoreña.
Una vez convenido el Acuerdo de Ginebra, las partes diseñaron una Agenda
General y un calendario del proceso de negociación que fuefirmado en
Caracas el 21 de mayo de 1990. ahí se establecieron dos fases del proceso: acuerdos políticos en varios campos
que permitieran el cese del enfrentamiento
armado y luego el establecimiento de garantías y condiciones necesarias
para la reincorporación del
país. Conseguidas dichas garantías, se procedería a la
discusión de otros acuerdos políticos que hubieran quedado
pendientes.
El 26 de julio de 1990, las partes firmaron el primer Acuerdo en el proceso de
negociación relacionado con el respeto irrestricto a los derechos
humanos, que fue suscrito en San
José y que lleva su nombre. El Acuerdo de San
José fue luego la pieza fundamental para la creación de la
Misión de Observadores de las Naciones Unidas en El Salvador (ONUSAL)
por resolución 693 (1991) del Consejo de Seguridad, que la
estableció como una misión integrada para supervisar todos los
acuerdos políticos celebrados entre el FMLN y el GOES, pero cuyo
mandato, en su primera fase, quedaría circunscrito a la
verificación de dicho Acuerdo.
Tanto el Acuerdo de San José sobre
derechos humanos como
la resolución 693 (1991) que creaba a ONUSAL fueron hechos sin
precedentes en la historia de las Naciones Unidas. Es verdad que algo de la
experiencia vivida en el proceso que llevó a la independencia de Namibia
había sido incorporado en la resolución, al establecer la
Misión como un ente integrado que incluira personal civil y
militar e incluso policial, pero la realidad de Namibia era distinta a la de
Centroamérica por cuanto aquella correspondía aun país en
una situación semicolonial. Era la primera vez que Naciones Unidas
establecía una misión con un triple componente: una
División de Derechos Humanos, otra Militar y una tercera de Observadores
Policiales para verificar los acuerdos políticos a que llegaran de dos
partes en un conflicto interno, en una negociación para la
obtención de la paz bajo los auspicios del Secretario General de las
Naciones Unidas.
Durante las discusiones en el proceso de dialogo-negociación
afloró uno de los verdaderos problemas que había originado el
conflicto: la distribución de la tierra en un país pequeño
y densamente poblado. En efecto, a medida que se lograban avances en la
negociación, se hizo evidente que era menester enmendar la
Constitución para incorporar los acuerdos en el ordenamiento
jurídico salvadoreño. Se planteó entonces una alternativa:
o bien se modificaba el artículo de la Constitución que
establecía, precisamente, el mecanismo para modificarla de manera que se
pudieran incorporar las enmiendas en el futuro, o se procedía a la
modificación puntual de los artículos que se referían a
los temas bajo discusión en la Mesa y que era necesario alterar. Se
desató una fuerte polémica que dejó entrever la
aprehensión de un sector importante del país que veía en
este proceso un peligro para sus intereses económicos: la posibilidad de
que se modificara la norma constitucional que establece una extensión
mínima intocable de tierras.
La situación de la reforma constitucional ocasionó la primera
crisis en elproceso de negociación. El hechos de que las modificaciones
deberían ser aprobadas por la Asamblea Legislativa saliente, cuyo
mandato expiraba el 30 de abril, para poder ser ratificadas por lanuela
Asamblea a partir del 1° de mayo, impuso un calendario fatal que
obligó a una maratónica negociación cuando se optó
por la alternativa de las reformas puntuales a la Constitución.
El Acuerdo de México del 27 de abril de 1991 estableció reformas
constitucionales para la Fuerza Armada, para el sistema judicial y de derechos
humanos y para el sistema electoral. Creó, ademas, la llamada
para la investigación de los graves hechos de violencia ocurridos desde
1980, . La asamblea Legislativa saliente aprobó las reformas la noche
del 30 de abril, en forma dramatica, en la última noche de su
mandato. Sin embargo, la nueva Asamblea Legislativa ratificó todas las
enmiendas. A excepción de las relacionadas con la Fuerza Armada, que
dejó pendientes, a resultas de la negociación en dicho punto que
se convertiría luego en el llamado y que ocasionaba la segunda crisis en
el proceso de negociación.
El 26 de julio de 1991 se estableció formalmente ONUSAL a lo largo y a
lo ancho del territorio salvadoreño, para la verificación del
respeto irrestricto a los derechos humanos. Antes, a partir del 1° de
enero, se había establecido una Oficina Preparatoria con el objeto de
evaluar la situación en el país y apoyar los buenos oficios del
Secretario General en la negociación. El Acuerdo de San José
disponía una verificación de NacionesUnidas luego de un cese del
enfrentamiento armado, pero, con posterioridad, ambas partes solicitaron al
Secretario General el establecimiento de la Misión propiamente dicha sin
esperar el cese del fuego. El Secretario General envió una Misión
Preparatoria, y con sus recomendaciones informó al Consejo de Seguridad,
el que, por resolución 693 (1991), del 20 de mayo de 1991,
estableció la Misión, la que tenía desde su
instalación todos los elementos con que contaría en el futuro:
funcionarios de derechos humanos, abogados, educadores, observadores militares
y observadores policiales.
Aunque la División de Derechos Humanos era sólo el primer
elemento de una operación integrada, marcó, sin embargo, el
caracter predominante de la Misión, que se identificó
plenamente con el tema de la defensa de los Derechos Humanos. Vista ahora, en
perspectiva, la decisión de establecer la Misión de Verificación
de Derechos Humanos en ausencia de una cese del enfrentamiento armado, se puede
concluir, fue sabia, ya que coadyuvó precisamente a que las partes
pudiesen llegar a los acuerdos finales de Nueva York, puesto que el despliegue
de Naciones Unidas en el terreno y la vigilancia activa del respeto a los
derechos humanos constituyeron un factor disuasivo que mejoró la
situación interna del país y preparó el , como rezaba el
afiche que se confeccionó con ocasión de la inauguración
de la Misión.
Luego de los Acuerdos de México se produjeron innumerables encuentros
entre el GOES y el FMLN, sin que se pudiesen registraravances significativos en
el proceso. Se había producido la segunda crisis. El FMLN exigía,
para proceder al cese del enfrentamiento armado, el otorgamiento de
garantías que le permitieran su reinserción en la sociedad civil
en un ambiente de legalidad y seguridad. Era menester para ello comprimir la
agenda adoptada en Caracas, de manera que se pudieran atacar todos los temas
pendientes, discutiéndose en forma simultanea las especiales
características que tendría un cese del enfrentamiento armado
dentro de la realidad política y territorial de El Salvador.
Los cancilleres de los Estados Unidos de Norteamérica y de la entonces
Unión Soviética pidieron al Secretario General que se involucrara
directamente en el proceso, a efecto de romper la impasse que se había
producido. El Secretario General estimó que el problema no era de
caracter procesal, sino estructural, y que era menester encontrar una
solución que permitiera otorgar las garantías suficientes que
solicitaba el FMLN.
Coincidiendo con la participación del Presidente en la Asamblea General
de Naciones Unidas, se logró el Acuerdo de Nueva York, y se
desató el llamado nudo gordiano mediante la creación de la
Comisión Nacional para la Consolidación de la paz (COPAZ), y el
acuerdo en principio sobre determinados puntos de la Fuerza Armada, de la
Policía Nacional Civil y del tema económico y social. El Acuerdo
de Nueva York abrió el camino a la obtención de la paz
definitiva.
La comisión Nacional para la Consolidación de la Paz. (COPAZ) se
constituía en elmecanismo de supervisión de los acuerdos entre el
FMLN y el GOES, en forma paralela a la propia ONUSAL, con la diferencia de que
mientras esta era un organismo internacional, aquella era un mecanismo
interpartidario con representación de todas las tendencias
políticas representadas en la Asamblea Legislativa.
No fue suficiente, empero, el impulso a la negociación dado por el
Acuerdo de Nueva York. Surgieron fuertes corrientes de rechazo y de critica al
Presidente y al Gobierno por haber accedido a viajar a Nueva York y a dar su
visto bueno a los acuerdos. Esta oposición a la negociación vino
acompañada de una campaña intimidatoria a la prensa
internacional, a ONUSAL y a otras organizaciones acreditadas en El Salvador.
Las legaciones se encontraban en ese momento en su segundo intento de llegar a
acuerdos en San Miguel de Allende (México), cuando fueron requeridas
para trasladarse a Nueva York, donde se emprendió una jornada intensa de
negociaciones que concluyó, como es sabido con la firma del Acta de
Nueva York, en la que las partes reconocieron haber alcanzado un acuerdo sobre
todos los aspectos que se encontraban pendientes y convinieron en establecer un
cese del enfrentamiento armado del 1° de febrero al 31 de Octubre de 1992.
Se anunció que el acuerdo final de paz sería firmado en la Ciudad
de México. El 16 de enero de 1992
2. El acuerdo de paz del 16 de enero de 1992
Entre los acuerdos alcanzados en Chapultepec destacan el relativo al cese del
enfrentamiento armado, el de la nueva PolicíaNacional Civil y el tema
económico y social. En base justamente al estos nuevos elementos, el
Secretario General informó el 10 de enero al Consejo de Seguridad la
necesidad de variar el mandato original de ONUSAL, aumentandolo con dos
divisiones adicionales: una de observadores militares que verificaría,
basicamente, el cese del enfrentamiento armado y determinados acuerdos
relativos a la Fuerza Armada, y los observadores policiales, que
cooperarían con la actual Policía Nacional en el mantenimiento
del orden público durante el período de transición, en el
que se procedería a crear la nueva Policía Nacional Civil. El
Consejo de Seguridad, mediante resolución 729 (1992), del 14 de enero de
1992, decidió ampliar ONUSAL, dotandola de una nueva
División de Observadores Militares y otra de Observadores Policiales
para llevar a efecto la tarea de verificación que dicho Acuerdo le
encomendaba.
La paz en El Salvador fue posible por la voluntad política de ambas
partes en el conflicto, que pidieron la intervención del Secretario
General, quien fue el catalizador del proceso y contó para el feliz
desempeño de su papel con el apoyo de la comunidad internacional,
expresada en sendas resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de
Seguridad, y, especialmente, por la cooperación y la ayuda que le
brindaron en todo momento los Jefes de Gobierno de Colombia, España,
México y Venezuela –los - y sus representantes diplomaticos
acreditados en El Salvador y ante la Organización de las Naciones Unidas
en Nueva York.