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La continuidad del
contextualismo se manifiesta sobre todo en experiencias urbanas, que han tomado
como banco de
pruebas al tejido histórico de grandes ciudades, modernizándolas.
A lo largo de los 80 dos ciudades han destacado:
Berlín y Barcelona.
Berlín.
Con el impulso del
programa de IBA, han servido de modelo para la intervención en otras ciudades
europeas, con unas propuestas válidas tanto para remodelaciones de manzanas
semiconsolidadas, como
para la realización de importantes obras de nueva planta. Ha aportado un gran repertorio tipológico, debido al hecho de haber
invitado directamente o mediante concursos a una buena muestra de los
arquitectos de mayor prestigio internacional.
Las intervenciones han sido de muy diversos tipos.
En un extremo destacan Aldo Rossi y Rob Krier, que se
han basado en la reconstrucción perimetral de las manzanas y en la recreación
de las tipologías, morfologías y lenguajes de la ciudad histórica europea.
En otro extremo, P. Eisenman que se basó en explicitar una complicada red de
superposiciones y pretendidas pervivencias arqueológicas, y J. Hejduk que
erigió torres independientes y antropomórficas basadas
en el programático juego deformas simples que ha desarrollado en la Cooper
Union.
Barcelona.
Destaca por la política de creación de nuevos espacios públicos con soluciones
de muy diversos tipos. De esta gran variedad algunos son realmente modélicos, como
la Plaza de los Países Catalanes de Viaplana, Piñón y Miralles. Las primeras intervenciones, hacia 1982, se basaron en remodelar
plazas ya existentes en tejidos históricos consolidados. Hacia 1985 proliferaron operaciones más ambiciosas, de mayor tamaño
y en áreas periféricas o en núcleos urbanos de menor carácter.
A principios de los 90, se ha vuelto hacia un
urbanismo minimalista, basado en la perfección de los detalles de aceras,
vados, iluminación, suelos, etc.
Destaca también la definición de las cuatro áreas urbanas donde
se realizaron los Juegos Olímpicos de 1992. La intervención más
importante es la de la Villa Olímpica, que ha permitido recuperar una buena
porción de franja costera, a la vez que se crea un
nuevo barrio residencial. Sin embargo, ni
En los 50, una obra de Wright volvió a presentarse como paradigma de la arquitectura: el Museo
Solomon R. Guggenheim de Nueva York.
Esta obra debe situarse dentro de la
línea de proyectos experimentados a base de la figura del círculo y la
espiral: toda una serie de casas unifamiliares (Casa Llewelly Wright,
Friedman), tiendas y edificios públicos (Club Hungtinton Hartford). Y aunque
ésta sea una obra urbana,
su carácter antiurbano y antárquico es proclamado, expresando su pertenencia al
repertorio de las formas orgánicas.
Aquí se sintetizan dos de los aspectos esenciales de la obra de Wright,
aparentemente contradictorios y fruto de la gran diversidad de influencias
- Referencia a lo sólido, a lo tectónico, a las rocas y cavernas, plasmado en
el interior introvertido del
edificio.
- Búsqueda de la dinamicidad, de las formas puente y las plataformas, de las
formas esbeltas en movimiento, en sintonía con el neoplasticismo, expresado en
la rampa interior y en las granjas helicoidales que van creciendo en el
exterior.
Situada en Manhattan,
rechaza cualquier relación tipológica de escala y de modulado con el entorno
urbano. En forma de espiral la base del volumen es másestrecha que la
cubierta. La gran cúpula acristalada rememora el óculo del Panteón de
Roma.
Como en el “Nautilus”, la primera experiencia la
constituye el ascensor que deposita en el inicio de la suave pendiente
helicoidal que irá empujando hasta llegar a nivel del suelo.
Respecto a la pretendida antifuncionalidad que surge al utilizar el museo de
forma convencional, debe aclararse que Wright no pensó en un
museo tradicional sino en un lugar dedicado a la experimentación y a la
tradición artística.
En ciertos aspectos rememora la tradición de espacio público del
Panteón. En un reducido espacio urbano recrea la nueva
forma de volúmenes articulados sobre plataformas.
Wright también sorprende con obras como
el Centro Cívico de Marin
County en S. Rafael
(California, 1957-1964) en el que el exceso de formalismo parece anunciar
pastiches postmodernos.
La obra de Wright causó influencias directas en obras de Paul Rudolph, e
indirectas en obras de Robert Venturi y en ideas de Christopher Alexander.
FORMALISMO Y ECLECTICISMO DE EERO SAARINEN.
Nació en Finlandia, emigrando a EEUU en 1923,
estudiando arquitectura en Yale y trabajando bastantes años en el despacho de
su padre (también arquitecto). En casi sólo 10 años
desarrolla una actividad febril. Había viajado por
Europa, interesándose en especial por el sistema estructural de la arquitectura
gótica. Su obra a pesar de basarse en la arquitectura moderna, y de
difundir el Estilo Internacional en EEUU, se mueve entre dos polos muy diversos
- Obras estrictamente racionalistas a base de formas rectas y simples, de
ascendencia miesiana.
- Obrasexageradamente expresionistas, simbolistas y ornamentadas, basadas en el
alarde estructural, en las formas libres y orgánicas.
Para sus proyectos experimenta una multitud de soluciones diversas.
En el primer caso podemos encontrar obras como los cubos y primas del
Centro Técnico de la General Motors, o como
el Centro John Deere, concluido por K. Roche.
En el segundo caso encontramos las terminales de aeropuerto TWA en el
aeropuerto Kennedy de Nueva York, Terminal del Dulles Internation Airport, los
edificios colectivos y deportivos en centros universitarios