Historia
Desarrollo Urbano
Regresar a Historia de la Ciudad
Siguiente
Por Antonio Padilla Corona
Antecedentes
En este capítulo haremos una
descripción general del desarrollo urbano de Tijuana desde una
perspectiva histórica, abarcando el lapso comprendido entre los
años 1950 y 1984, diferenciando entre lo que había sido
desarrollo urbano espontaneo y desarrollo urbano planificado, dando
énfasis a los ordenamientos gubernamentales y disposiciones
jurídicas que lo han normado.
Como antecedentes para entrar en materia, debemos
considerar que el fundo legal de la ciudad se creó por decreto del 26 de
abril de 1940, firmado por el Presidente Lazaro Cardenas,
destinando una porción de 836 hectareas del rancho de Tijuana
para permitir el crecimiento de la población y dotarla de servicios
públicos.
La población estaba asentada basicamente
sobre la meseta en donde en la actualidad se encuentra la denominada Zona
Central de la ciudad. Los cerros que rodean al poblado en su
parte oeste, suroeste y sur, se encontraban escasamente habitados.
Las zonas y colonias que había en la
ciudad a fines de los cuarenta eran: la Zona Central, la Zona Este y las colonias
Castillo, Aleman, Altamira, Independencia, originalmente llamada Calles,
Marrón, Revolución, América, Cacho-Escobedo, en la
actualidad denominada Madero, Libertad, Cuauhtémoc y la Zona Norte.
Como se sabe,
esta última es una superficie comprendida entre la calle Primera y la
Línea Internacional, en la parte poniente en donde cruza elrío el
límite fronterizo. Anteriormente esta zona se usaba para cultivo
de hortalizas aprovechando la excelente fertilidad de su suelo, cambiando el
uso agrícola, al de zona habitacional cuando el presidente Manuel
Avila Camacho en 1946 dictó las medidas necesarias para
distribuir en lotes urbanos las superficies comprendidas en el fundo legal que
no estuvieran lotificadas. Como
consecuencia de ello, se prolongó desde la calle Primera hasta la
Línea Divisoria Internacional, el trazo de las calles
de la Zona Central que corren de sur a norte.
[pic]
Plano de Tijuana a principios de los años cincuentas.
Al oriente de la ciudad estaba deshabitada la
zona del Río, con una superficie de
aproximadamente
160 hectareas de la cual una buena parte eran terrenos federales.
Década 1950-1960
En la década de los cincuenta se advierte
en Tijuana el
inicio de los problemas urbanos que se agravaran en el futuro, con el
crecimiento desmedido de sus colonias y fraccionamientos. Ello fue
causado principalmente por las fuertes corrientes migratorias provenientes del
interior del país y provocadas por la
oferta de empleo que existía en el estado de California, Estados Unidos. A esas corrientes
hay que agregar la de los trabajadores que regresaban de Estados Unidos o eran
deportados por carecer de documentos, originandose así una gran
demanda habitacional.
El Censo General de Población correspondiente
al año de 1950 nos indica que Tijuana contaba con 59,952 habitantes, es
decir, casi cuatro veces mas que la cantidadque tenía en el
año de 1940. En el contexto del
Territorio Norte de la Baja California, esa
cantidad representaba el 26% del
total de habitantes.
Vialidades
Las principales vías de circulación
en la ciudad eran la avenida Revolución en la Zona Central continuada
por el bulevard Agua Caliente. Otra era la que conectaba la puerta
internacional fronteriza con el centro
de la población, cruzando el río Tijuana por el Puente México y que era
muy utilizada por el turismo americano. Esta misma vialidad comunicaba a la
colonia Libertad con el resto de la población.
Existían otras vías secundarias localizadas sobre el cauce seco del
río muy utilizadas por los visitantes los fines de semana pero que se
volvían intransitables en épocas de lluvias.
[pic]
Zona de la Mesa
Esa area en el siglo pasado fue
aprovechada para el pastoreo del
ganado perteneciente a las familias Argüello y Bandini. Posteriormente se
inició el cultivo de cereales, hortalizas, vides y frutales, con escasos
resultados debido a la irregularidad de las lluvias. Por tal
motivo se emprendió en marzo de 1928 la construcción de la Presa
Rodríguez. Terminada ésta en 1936, por el Presidente
Lazaro Cardenas, se repartieron las tierras en forma de parcelas,
éstas fueron 219, distribuidas a igual número de familias, con
las cuales se empezó a poblar La Mesa.
Una prolongada sequía en los inicios de la
década de los cincuentas, obligó a los poseedores de las parcelas
a dejar de cultivar, optando por venderlas en forma de
fraccionamientosindependientes.
Esto trajo corno consecuencia que entre un
fraccionamiento y otro no hubiera continuidad de calles ni manzanas. Cada
fraccionamiento estaba aislado de los demas y su única
conexión con el resto de la población era a través de la
carretera Tijuana-Mexicali, en el tramo que actualmente corresponde al bulevard
Díaz Ordaz. Así, la ciudad inició su
crecimiento hacia el oriente, en sentido longitudinal a la referida carretera.
Los primeros fraccionamientos autorizados por el
gobierno del estado en esta zona, a partir de 1955, fueron: el
“Alcala”, al señor Aureliano Alcala; el
“Prado“, a Agustín Silveyra; el “Alicia
Carrillo“, a Alicia Carrillo; el “Dimestein“, a Ricardo G.
Peñalva; el ”Juarez”, a José Luis
Juarez; el “López”, a Miguel López; el
“Leos Montoya”, a Manuel Leos Montoya; y el “Reynoso”,
a Sotero Reynoso.
[pic]
El hipódromo y a la izquierda el inicio de la zona de la Mesa. 1950
A fines de esta década, también se
formaron los siguientes fraccionamientos: “Jardines de San Carlos”,
de Carlos López; la colonia “Baja California“, de
Rosalío Vargas Guillén; “Lomas Conjunto Residencial”,
del Banco Internacional Inmobiliario: el “Ceceña”, de
José Ceceña Sotomayor; el “Villa”, de Antonio Blanco
S. y Eduardo Yagüez Jarquez; el ”Jalisco”, de Porfirio Medina;
los “Pinos de Agüero”, de Encarnación Agüero
Gonzalez; el “Luna Park”, de Juan Rodríguez
Íñiguez; las “Huertas, primera sección”, de
Antonio Gonzalez Leyva; las “Huertas, tercera
sección” de Felipe Zarate Zúñiga; el
“García”, de FranciscaValdera de García; el
“Saldaña”, de José Saldaña Arteaga; las
“Lilas”, de Jesús E. Meza Murillo y Jesús Meza Jr.;
el “Moreno, primera sección”, de Juan Manuel Moreno y
finalmente el ”Santa Fe“, de Hilarión Martínez.
Asentamientos en la zona del Río Tijuana
Simultaneamente a ese crecimiento de la zona de
La Mesa -que fue autorizado por la Secretaría de Agricultura y Fomento y
el gobierno de la entidad- se asentaron en forma irregular en el lecho del
río Tijuana, cientos de personas que levantaron sus viviendas sin
autorización ni control alguno, exponiéndose a un desastre en el
caso de aumento de los volúmenes de agua del río.
Al respecto el ingeniero Rubén Amaya
Gonzalez, residente del Gobierno del Estado en 1955,
comenta este problema.
[pic]
Lecho del Río Tijuana. 1954
En 1924 se constituyó en esta ciudad la Agencia
General de Agricultura y Fomento, concediéndose permisos anuales de
ocupación del
suelo con uso exclusivamente agrícola.
En el lapso comprendido entre 1924 y
1945, eran pocas las casas que se asentaron en esta zona sin provocar problema,
alguno. No fue hasta después de terminar el Puente México,
cuando hubo un asentamiento fuerte, precisamente
adyacente al Puente con gente que supuestamente intervino en su
construcción, constituyéndose la colonia que se denominó
México. Se instaló energía eléctrica e incluso hubo
intento de nomenclatura de calles.
El primer intento de desalojar dicha ocupación
se dio en 1947, cuando un servidor, siendo ingeniero de la ciudad,
planteó alentonces delegado de gobierno, Salvador Sierra Vera el
problema del paracaidismo en el río y la urgente necesidad de desplazar
hacia otras areas de la ciudad las casas ya construidas. Dicho
funcionario apoyó y aprobó con toda firmeza el proyecto,
trasladandose así 300 casas existentes, a la parte alta de la colonia Libertad. Para evitar la
reinstalación de casas en la misma zona, se construyeron los campos
deportivos “México” y “Camarena”.
Para 1954 de nuevo se habían asentado en forma irregular
aproximadamente 1,500 personas. El gobierno de Braulio Maldonado
ordenó se buscara un sitio donde alojar a estos
residentes, para ello se elaboró un censo que resultó ser de gran
utilidad, puesto que quedaron la mayor parte de las casas del río debidamente inventariadas.
Después de varios meses en la búsqueda de
un terreno con las características que se
requerían para el caso, se encontró el que ahora ocupa la colonia
del Río. Dicho terreno fue donado por el entonces propietario
señor Tomas Aquino, iniciandose el traslado de casas el 19
de febrero de 1955 y terminandose el 30 de junio del mismo año.
[pic]
Bajos del puente México. 1949
(*) Fuente: Historia de Tijuana, edición conmemorativa del centenario de
su fundación, capítulo XXII, Tomo I, Universidad Autónoma
de Baja California, Centro de Investigaciones Históricas UNAM UABC,
Tijuana, Baja California, 1989.
|
El crecimiento incontrolado de asentamientos humanos había sido
motivo de preocupación para el gobierno en múltiples ocasiones,
lo cual se acentuó al transformarse el Territorio Norte en Estado de
Baja California.
En ese tiempo no se
contaba con instrumentos jurídicos que permitiesen preveer las
necesidades originadas por los aumentos de habitantes en la región. En tal virtud, el gobierno de la entidad expidió la Ley
de Planeación Urbanística del Estado de Baja
California, que tenía como
fin 'crear, organizar, evolucionar técnica y estéticamente
la estructura material de las poblaciones del estado'. Estuvo a cargo de un Consejo Estatal de Urbanización, auxiliado por
consejos municipales.
Uno de los productos inmediatos de esta ley, fue
la determinación del nuevo límite de la
ciudad, decretado por el gobernador Braulio Maldonado, en 1957. Así el fundo legal abarcó una superficie de 9.476
hectareas, 53 areas, 87 centiareas, que se consideraban
suficientes para dar cabida a una población futura de 400,000 a 500,000
habitantes.
Desarrollo urbano hacia el poniente
La zona poniente, localizada frente al
Océano Pacífico, recibió un
fuerte impulso en esta década, tanto de compañías
fraccionadoras como del
gobierno del
estado.
En el año de 1957 se autorizó
oficialmente el fraccionamiento “Soler“, propiedad de Jorge D.
Soler y el fraccionamiento “Costa Azul” a
Alfonso Camacho León y licenciado Alejo Orvaños Haran. En 1959 la Compañía Urbanizadora de Tijuana S.A.,
adquirióéste llamandolo “Playas de Tijuana”.
A principios del año 1960 el mayor Salvador
López Hurtado contrató a la compañía constructora
de Raymundo Múzquiz, para la construcción de la plaza de toros
“Monumental” fomentando aun mas el desarrollo de esta zona
En el mismo año, el gobierno inició
la regularización del trazo del camino que comunicaba el centro de la
ciudad con Playas de Tijuana, continuandolo como prolongación de
la calle Segunda. Con esta comunicación se beneficiaron también
por el orden de 15,000 habitantes que residían en las colonias
“Linda Vista”, “Aleman”, “Castillo”
y “Soler“.
[pic]
Playas de Tijuana. 1959
Si hacemos un recuento de las colonias y
fraccionamientos que se formaron en la década de los cincuenta,
basandonos en el plano anexo, encontramos los siguientes: Al poniente, a
partir de la línea internacional y desplazandonos hacia el sur
tenemos las colonias:”Castillo”, ”Aleman”,
“Soler“, “Herrera”, “Santa Rosa”,
“Chula Vista”, “Roma”, “Primer
Ayuntamiento”, “Azcona”, “Ruiz Valencia“, que
posteriormente cambió su nombre a colonia “Los Altos”,
“Gran Tenochtitlan” y “Miramar”; hacia la costa,
“Playas de Tijuana” y “Costa Azul”; hacia el suroeste
las colonias “Guerrero”, “Francisco Villa”,
“Hidalgo” y “México”: hacia el sur se encuentra
la colonia “Valle del Rubí”, hacia el suroriente y siguiendo
la ruta del bulevard Agua Caliente aparecen la “Gibilondo”,
“Neidhart”, ”Calette“, “Cubillas”,
“Aviación”, “Chapultepec” y hacia el rumbo de la
Mesa de Tijuana la “20 de Noviembre“; aloriente y a un lado del
cruce fronterizo, tenemos la colonia de los “Empleados Federales“,
conocida hoy simplemente como “Federal”; hacia las lomas adyacentes
a la colonia “Libertad“ aparecen “Mesa alta de la
Libertad”, “Burócrata” hoy llamada “Ruiz
Cortines”, “Santa Anita”, “Postal”, “Del
Río”, “Buena Vista” y “Tomas
Aquino”, en la Mesa de Otay. También existe ya la “Del
Periodista” también conocida como “De los Redactores”, localizada
al lado oeste del bordo que protegía al
Centro Escolar Agua Caliente de las crecidas del
río Tijuana.
Rumbo a Ensenada,
por la carretera libre, tenemos el fraccionamiento “Internacional”,
de Juan Yat Weh; el fraccionamiento la “Joya”, de Zeferino
Gómez Sanchez; y el “Panamericano” de César
Leyva Gutiérrez. A los lados del
hipódromo aparecen, al este: el fraccionamiento
”Paraíso” propiedad de Miguel y Jorge Bujazan;
hacia el sur, la “Burócrata Hipódromo”, de Dominga
Wagner Franco; y hacia el sureste el “Montebello”, de Petra Valenzuela
Martínez, Estela Vazquez viuda de Cruz y Julia Irma
García.
Registro de fraccionamientos
Simultaneamente a los intentos de
planificación y previsión del desarrollo urbano, la ciudad
continuaba su crecimiento natural, principalmente hacia el oriente, en la zona
conocida como La Mesa, en donde se continuaba fraccionando terrenos. A
continuación se citan los fraccionamientos que se autorizaron por el Gobierno
del Estado en esa y en otras zonas de la ciudad, en la década de las
sesentas:
En la zona de La Mesa se autorizó en 1961
a NicolasJara Pérez el fraccionamiento
“Angélica“ y a Alfredo Reynoso Marquez, el
“Reynoso”.
Al año siguiente se autorizó a Rito
Rodríguez García el fraccionamiento “Sonoita”, a Elisa F. Peñasco viuda de Romero; el “Veracruz”, a Hilario Cortés Sanchez;
“Los Angeles”,
a Sixto Paramo Villanueva; “Las Huertas segunda
sección”.
En 1963 se autorizaron en La Mesa, cinco fraccionamientos
que fueron: el “Santa Cruz”, al señor Cruz Torres; El
“Moreno” a Santiago Moreno; El ”Magaña” a Emilio
Magaña Macías; El “Guillén”, a María
Concepción Baltazar Quezada viuda de Guillén y finalmente el
“Ramírez” a Socorro Ramírez Jasso.
El siguiente año solo tenemos el que
formó el señor Alvaro Mora Lara con el nombre de “La Mesa”. En 1965
el Gobierno del Estado autorizó en esa zona los
siguientes fraccionamientos: “Los Pinos de Nares”, a José
Nares Vega; el “Anahuac” a María de la Luz R. de
Rodríguez. “La Joya”, a Miguel Castro Muro; “La
Esmeralda”, a Alfonso Ayala Basurto; el “Moreno segunda
sección”, a Juan Manuel Moreno Mella: el
“Chapultepec-California” a la fraccionadora del mismo nombre;
“Las Brisas” a Lucio León Luteroth; el
”Rubio“, a Francisco Rubio Contreras; el “Santa
Elena“ a Guadalupe Arévalo Calderón y finalmente el
“Hermosillo”, a María de la Luz Rojo de Rodríguez y
Eugenio Rodríguez Izabal.
En 1966 solo se autorizó el trazo del
fraccionamiento “Floresta” a Inmuebles y Fraccionamientos de
Tijuana S.A.; en 1967 el “Fortín de las Flores”, a Rosaura
Ibarra de Rodríguez; en 1968 el “Real del Monte” propiedad
deUMAC. S.A. y finalmente en 1969, el “Santa Inés”, a
Guadalupe Marquez de Reynoso.
En otras areas de la ciudad también
fueron autorizados algunos fraccionamientos, los cuales enumeramos tomando en
cuenta su localización, partiendo del poniente en sentido contrario a las
manecillas del
reloj.
Hacia el rumbo de Playas de Tijuana: en 1965 “El Mirador” a
la compañía fraccionadora de ese nombre
y en 1968 “Los Laureles”, a la “Empresa Constructora de
Tijuana”. Por la carretera libre a Ensenada
nos encontramos en 1964 con los siguientes fraccionamientos: “La Sierra“ de Guillermina Monge de Gómez; “Monterrey” de
Consuelo Cota de Gonzalez; el “Aguaje de la Tuna”, de
Ignacio Gómez Monge; El “Gutiérrez Ovalle” y el
”Lagunitas” de Ignacio Gómez Monge y Zeferino Gómez
Sanchez.
En las cercanías del Hipódromo y en
orden cronológico tenemos en 1963 el fraccionamiento “Lomas Agua
Caliente“ conocido con anterioridad como “Vista Lomas”
propiedad de Inversiones de Baja California. S.A.; en 1965 “La
Herradura” de Luz Consuelo Nieto de León; y “Las
Palmas“, de Reymundo Múzquiz; en 1967 “Lomas
Hipódromo”, de Basilio Saucedo y Carmen Morones de Saucedo; en
1969 la ”Hacienda Remosa”, de Impulsora Remosa. S.A.
En la Mesa de Otay se autorizaron en 1964 el
“Tomas Aquino” a Tomas Aquino Pérez y en 1968
el “Lomas Taurinas” al Banco de Comercio, S.A.
Panoramica de Tijuana con San Isidro al fondo.
Obras importantes
De especial significación en el desarrollo
urbano de la zona de La Mesa, fue la construcción en1967, de la calzada
Presidente Díaz Ordaz, conocida actualmente como bulevard Díaz
Ordaz. Dicha obra se inició desde la escuela “20 de
Noviembre”, hasta la curva frente a la negociación conocida como “Luna Park”.
Comprendió cinco kilómetros de longitud, con ocho carriles de
circulación de 3.3 metros de ancho cada uno, y un camellón
central para jardinería y alumbrado público, dando una anchura
total de 40 metros.
En 1969 se declaró de utilidad
pública el mejoramiento de la avenida Revolución, en el tramo
comprendido entre la calle Primera y el bulevard Agua Caliente a la altura del
punto conocido como “La Vuelta”. Dicho tramo es
de 1630 metros, mismos que fueron reencarpetados.
Década 1970-1980
La mancha urbana en los inicios de esta
década ocupaba una superficie aproximada de 6,500 hectareas,
asentada principalmente sobre una topografía muy accidentada, siendo el principal
eje de desarrollo la avenida Revolución-bulevard Agua Caliente, que
hacia el sur-oriente se convierte en la carretera federal a Mexicali.
El desarrollo fue poco homogéneo, tanto en
densidad demografica como en lo correspondiente a edificación,
pues mientras que en el centro de la ciudad la superficie se saturaba
irracionalmente, en las colonias populares el desarrollo fue muy disperso, ya
que se ocuparon grandes extensiones, rebasando límites naturales o
asentandose en cauces de arroyos y en laderas, en algunos casos con
pendientes de mas del 40%.
Las posibilidades de crecimiento físico
eran escasas, sobre todo porlos altos costos que representa urbanizar terrenos
de topografía accidentada, estando las zonas mas factibles de
desarrollo urbano hacia el este y sureste de la
ciudad, por tener una topografía menos accidentada. Hacia el este estaba
por desarrollarse una gran zona de terrenos planos llamada ‘‘Mesa
de Otay”, en donde se ubicaron las instalaciones del Aeropuerto, de la Universidad
Autónoma de Baja California, del Instituto Tecnológico, del
fideicomiso Sanchez Taboada y de la Nueva Ciudad Industrial.
Aproximadamente el 50% de la vialidad estaba
pavimentada y el resto trazado sobre una topografía accidentada de
grandes pendientes y difícil comunicación, en muchos casos de uso exclusivamente peatonal.
Urbanización del Río Tijuana
En la década de los setentas se inicio en
pleno corazón de Tijuana la obra urbanística de mayor importancia
a nivel nacional, tanto por el monto de la inversión, como por la
rapidez con que se efectuó. Esta consistió en la
urbanización de 400 hectareas que ya desde 1960, por decreto
presidencial, habían sido adjudicadas a la Junta Federal da Mejoras
Materiales de la Secretaría del Patrimonio
Nacional.
Cabe recordar que después de los desalojos
de 1955, la zona fue nuevamente invadida con viviendas precarias de
cartón y lamina, que formaron la tristemente célebre
“Cartolandia”, en la que ademas de las deprimentes casuchas,
había todo aquello que se presenta en ese tipo de hacinamientos:
promiscuidad, delincuencia, impunidad, vicio, mezclado con pequeñas
manufacturasartesanales, viviendas de familias, etcétera.
[pic]
Vista de 'Cartolandia'. 1970
La obra se planeó en tres etapas: la
primera comprendió, una superficie de 160 hectareas, en un tramo
de 4,500 metros, partiendo de la Línea Internacional hasta el puente del
ferrocarril próximo al Centro Escolar Agua Caliente, la segunda, desde
dicho puente hasta la confluencia del río Tijuana con el arroyo del
Alamar y la tercera, desde este punto, hasta la cortina de la Presa
Rodríguez.
El 18 de julio de 1972, la Secretaría del
Patrimonio Nacional inició oficialmente la obra de canalización
del río, que consistió en la construcción de un canal de
70 metros de plantilla, 7 metros de altura y bordos en suave declive, capaces
de desfogar el maximo caudal de agua precipitada, en caso de sobrevenir
excesivas descargas de la Presa Rodríguez en territorio mexicano y de
las presas Morena y Barret del lado estadounidense.
Simultaneamente se procedió al
desalojo y limpieza de “Cartolandia“ construyéndose el
“Centro Urbano 70-76”, para dar cabida a las 633 familias
desalojadas. Asimismo se reacomodaron otras 950 familias, en
una superficie de 220 hectareas, formando para ello la colonia
“Reacomodo Sanchez Taboada”.
Paralelamente a la construcción del canal se rescataron los
terrenos del lecho del
río que abarcan una extensa superficie en la que se trazaron amplias
avenidas de concreto y se asignaron grandes espacios en los que se han
levantado importantes edificios, destinados tanto a la administración
pública, como
ala cultura, el comercio, la vivienda, etcétera.
[pic]
Etapa inicial de la urbanización de la zona del río Tijuana. 1974
Inicios de la urbanización de la costa
Tomando en cuenta el atractivo turístico
de la costa del municipio, se sentaron las bases para su desenvolvimiento,
promulgandose al efecto en abril de 1973, el Reglamento de
Ordenación para los desarrollos turísticos en el Estado de Baja
California. Ello, combinado con la legislación federal sobre
fideicomisos, propició el surgimiento de importantes fraccionamientos
turísticos, como
“San Antonio del Mar” y “Las Gaviotas”.
Disposiciones legales para regular el crecimiento urbano
En la década de los sesentas se
promulgaron una serie de ordenamientos legales, con el
propósito de controlar y orientar el crecimiento de la ciudad sobre
bases racionales, que superaran la anarquía con que ha venido creciendo
a consecuencias de la explosión demografica. Tales ordenamientos
fueron la Ley del
Plan Regulador de Tijuana, que entró en vigor en 1975 y la Ley de
Desarrollo Urbano, elaborada ese mismo año. Estas medidas estuvieron en
consonancia con las pautas generales que en esas materias señaló
a nivel nacional el gobierno federal, a través de la Ley General de
Asentamientos Humanos, decretada en 1976 y el Plan Nacional de Desarrollo
Urbano, aprobado por la Presidencia de la República en 1977. Con ello se
coordinaron acciones en los niveles federal, estatal y municipal, que han hecho posible un grado considerable de
planificación urbana en Baja Californiaen
general y en Tijuana
en particular.
El referido Plan Estatal de Desarrollo Urbano
establece las estrategias de redistribución de la población y
viene a ser el marco para la planeación
regional, así como
el instrumento de ordenación y regulación obligatoria para los
asentamientos humanos. Divide a la entidad en once regiones naturales y Tijuana
queda comprendida en la franja mediterranea (región 6) y en la
plataforma continental ( región 11 ).
Se previó en el Plan una población
en la ciudad de Tijuana de 581,200 habitantes para 1978, que representaban el
43.3% de la población estatal; le seguía Mexicali con el 26.9%,
Ensenada con el 8.7%, Tecate con el 1.9% y diversos núcleos de
población dispersos, en conjunto el 19.2%. Por otra parte se
estimó que para el año 2000 Tijuana tendra una
población de 2'467,300 habitantes que sera el 55.8% de la
población estatal; le seguiran Mexicali con el 16.9%, Ensenada
con el 11.3% y Tecate con el 3.4% y diversos núcleos de
población, en conjunto, el 12.6%.
Tomando en consideración lo anterior,
recomienda el Plan establecer las medidas necesarias para reducir la tendencia
al aumento de población en Tijuana, señalando como recomendable
1'100,000 habitantes para el año 2000, o sea la mitad de lo que se
considera que tendra, si continúa con el mismo ritmo de
incremento.
[pic]
Vista parcial de la ciudad. 1975
Para lograr eso, se recomienda estimular el
aumento de población en Mexicali y
disminuir el de Ensenada
y Tecate, a fin de lograr mayor equilibrioen la distribución de la
población en el espacio disponible. ¿Cómo se
lograra ese giro? El Plan propone en primer
lugar orientar la inversión federal y estatal a localidades cercanas a
esos centros urbanos, tomando en cuenta una red de vialidades que se sugiere
para comunicar entre sí el sistema de ciudades y, en segundo lugar,
apoyar el desarrollo de actividades productivas de elevada utilización
de mano de obra, en las localidades del interior del estado, para así
reducir la saturación de habitantes en la línea fronteriza.
Cabe señalar, en lo que se refiere a
Tijuana expresamente, que tanto los planes y programas a nivel nacional como estatal
recomiendan la disminución del ritmo de crecimiento, aunque se reconoce
que ello es difícil lograrlo -sobre todo a corto plazo- porque los
factores que influyen en ese proceso en gran medida son externos, pues se
originan tanto en el resto del país como en Estados Unidos. Por otra
parte se propone elaborar un plan de desarrollo del corredor
turístico Tijuana-Ensenada y otro de ordenamiento urbano de la
conurbación Tijuana-San Diego. Es importante destacar este
último, porque es la primera vez que oficialmente se establece la
necesidad de tomar en cuenta, en la planeación de Tijuana el area
de San Diego, del vecino estado de California, atendiendo a que las dos
ciudades estan ubicadas en una misma región ecológica, separada
sólo por una línea fronteriza establecida por circunstancias
político- administrativas.
[pic]
Panoramica de Tijuana a fines de los setentas.