El 12 de octubre se conmemora la sangre derramada
de los pobladores nativos de este territorio, que
fueron víctima de la violencia de los colonizadores españoles
hace mas de 500 años.
Hace dos años, el presidente de la República, Hugo Chavez
Frías, anunció que la efeméride S del 12 de octubre ya no
se celebraría mas como el 'Día de la Raza'. Desde entonces
se viene celebrando anualmente el 'Día de la Resistencia
Indígena' para honrar la constancia de estos pueblos en la lucha por su
dignidad. El cambio provocado en Venezuela por el Decreto 2028, de celebrar el
12 de octubre como el Día de la Resistencia Indígena en lugar del
Día de la Raza, como se acostumbraba, no siempre es entendido
enteramente. La dificultad se debe esencialmente a la visión
histórica aprendida, especialmente en las escuelas y reforzada
permanente por los medios comerciales de difusión masiva. Los herederos culturales de los conquistadores europeos, lo
consideran el inicio de la 'civilización' en estas tierras.
En cambio, para los pueblos indios fue el comienzo de una guerra de exterminio
que impuso un régimen colonial, al que se
opusieron de manera directa o soterrada. Mas de 500 años
después, muchos pueblos originarios preservaron su identidad
comunitaria, vigorizada por constantes rebeliones y la resistencia
cultural. Esta fecha recuerda hoy el nuevo ciclo de movimientosindígenas
que asumieron un papel como forjadores de su porvenir Hace tiempo el parlamento
del pueblo Aymara declaró el 12 de octubre como 'día de la
desgracia' al recordar los 'cinco siglos de vivir en la
incertidumbre, infortunio y sojuzgamiento de nuestras libertades
fundamentales'.'Puestos de pie, al cabo de mas de cinco siglos
de la funesta hazaña de Cristóbal Colón, evocamos la
grandeza de nuestros ancestros', suscribieron los representantes aymaras. Al igual que otros pueblos originarios del
continente, ratificaron que 'no han podido acabar con nuestras
aspiraciones a la libre determinación de un pueblo milenario con
civilización y cultura cósmica '.Si el Día de la Raza
celebra el mestizaje de las culturas india, negra y europea que produjo la
conquista de América, en los últimos años, esa fecha se
convirtió en el símbolo de la reconquista cultural y
política de los pueblos indígenas.
Durante siglos prevaleció 'la visión de
los vencedores' y la justificación de la ocupación y el
sojuzgamiento de las poblaciones nativas bajo el argumento de que las
'civilizaron'. En décadas recientes el movimiento
indígena logró una visibilización que puso en
cuestión esta idea y puso en el centro del debate sus
consecuencias sociales y culturales para los pueblos indios. l
cumplirse 500 años del arribo del marino
genovés a las costas del Caribe, se produjo un punto dequiebre que
significó una victoria cultural de los indígenas. Las
celebraciones oficiales del Quinto Centenario en 1992 desataron discusiones y
protestas indígenas que obligaron a cambiar la idea del
'descubrimiento' de América por el de 'encuentro de dos
mundos'. 'Encontronazo', se ironizó
entonces. El centro
del debate fue la 'narrativa de la resistencia', el
punto de vista de los pueblos originarios oprimidos y su reivindicación
cultural frente al punto de vista colonial. Las organizaciones indias
califican de 'etnocidio' la invasión europea y declaran
'no haber sido conquistados' a pesar de la brutal explotación,
robo de sus tierras, despojo de su autonomía y marginación a la
que fueron sometidos. Recordaron las estrategias de sobrevivencia y resistencia
indígenas, rebeliones abiertas o soterradas.
Aquel 12 de octubre de 1992 sigue muy presente en la memoria.
Las multitudinarias manifestaciones en todo el continente anunciaron un nuevo
ciclo de luchas indias, particularmente en Chiapas, donde se preparaba una rebelión
que marcó indeleblemente el inicio del siglo XXI.Ese día en San
Cristóbal de las Casas, vestidos con taparrabos, pintados sus cuerpos y
armados con arcos y flechas, unos diez mil indígenas tomaron la ciudad
real y derribaron la estatua del conquistador Diego de Mazariegos, y
símbolo de la opresión en la región. Fue la primera
apariciónpública de los indios que en 1994 tomaron las armas como
'medida última, pero justa'. En su Primera Declaración
de la Selva Lacandona, el Ejército Zapatista de Liberación
Nacional justificó su alzamiento apelando a la resistencia
indígena como señal de identidad: 'Somos producto de 500
años de luchas', dijeron entonces los indios rebeldes. La
rebelión indígena chiapaneca, como otros movimientos del continente, representan el rechazo
organizado contra el fatal destino que los condenó a desaparecer. El
racismo se tambalea
De norte a sur del
continente, los pueblos indios reivindican sus derechos territoriales y
agrarios, defienden sus recursos naturales, tierras, identidades culturales,
lenguas y su autodeterminación. Incluso han
derribado a varios gobiernos en la región. Este empuje obligó a
Estados y a la misma Organización de las Naciones Unidas a reconocer la
pluralidad cultural y étnica de las sociedades (declaró el
'Decenio de los Pueblos Indígenas' en 1995-2004).Ahora se
cuestiona, pero no se elimina, la humillación histórica hacia los
indios, basada en la 'convicción natural' de que son 'un
obstaculo para el progreso nacional', que 'son atrasados y
pobres por que quieren'; en fin, 'incivilizados'. Prejuicios que reafirman y justifican la opresión y
marginación que viven los indígenas. Las élites
políticas y económicas locales y globales exaltan elesplendor
indígena del
pasado mediante exposiciones que rompen récord de asistencia, pero se
menosprecia a los indios vivos y confina al folclore. Incluso entre sectores
'progresistas' y de izquierda se comparte este
racismo. Por eso la visibilización de los pueblos indios ¬manifiesta
cada 12 de octubre¬ no ha terminado con su marginación, ni con la pobreza ni la exclusión social,
económica, política y cultural que padecen. A pesar de los
discursos y cambios legales, la discriminación determina la
relación de los indios con los Estados y las sociedades mestizas. En todo el continente, los indígenas luchan por el
reconocimiento de sus identidades y formas de vida, defienden sus territorios y
recursos naturales. De Chile a Canada, pasando por Bolivia,
Ecuador, Brasil, Colombia, Centroamérica y México, los indios
levantan la voz para tomar en sus manos la historia y las decisiones que les
afectan. Por eso, el 12 de octubre ha pasado de ser el
tradicional Día de la Raza y se ha convertido en una jornada de lucha y
reivindicación de los pueblos indios. Así como
Cristóbal Colón nunca se enteró que llegó a un
nuevo continente, las elites globalizadas ignoran que sus sociedades han
cambiado para siempre y que la demanda de los pueblos indios en favor de su
inclusión en el presente y futuro de sus naciones, es también hoy
bandera de todos los excluidos delmundo.
Rafael Urdaneta-Nace: Maracaibo (Edo. Zulia) 24.10.1788.-Muere: París, 23.8.1845
Militar y político; activo en la Guerra de Independencia de Venezuela y Colombia. Hijo de
Miguel Jerónimo Urdaneta y Troconis y de María Alejandrina
Farías.
Hizo sus estudios de primaria en Maracaibo;
después pasó a Caracas donde
cursó latinidad y vuelto a Maracaibo,
en 1799, estudió filosofía en el convento de franciscanos.
Con el fin de ampliar su formación intelectual viajó a Santa Fe
de Bogota en 1804, llamado por su tío Martín de Urdaneta y
Troconis, quien desempeñaba el empleo de contador mayor del Tribunal de
Cuentas.
El 20 de julio de 1810 se incorporó al
movimiento revolucionario que estalló en Santa Fe en aquella fecha. En 1811, bajo las
órdenes del
capitan Antonio Baraya, hizo la campaña del
sur de Nueva Granada y estuvo en la batalla del
Bajo Palacé (28 marzo) contra las fuerzas del coronel Miguel Tacón. El 12 de
octubre de ese año ascendió a
capitan. En marzo de 1812 salió de Santa Fe, integrante de
una fuerza que, bajo el mando de Baraya, debía operar en Tunja.
El 24 de mayo del
mismo año, con Baraya y los oficiales de éste, firmó el
Acta de Sogamoso, por la cual desconocían la autoridad de Antonio
Nariño.
Estuvo presente en los combates de Palo Blanco (19 julio),
Charala (21 julio) y Ventaquemada (2 diciembre); acciones de la guerra
civil quesostuvieron los federalistas (mandados por Baraya) contra los
centralistas (acaudillados por Nariño). El 9 de enero de 1813
combatió en la batalla de Santa Fe de Bogota (Baraya contra
Nariño) y se contó entre los prisioneros capturados por
Nariño, el vencedor de la jornada.
Es uno de los oficiales enviados por el gobierno de la Unión a las
órdenes del brigadier Simón Bolívar, en abril o mayo de
1813, cuando éste, en Cúcuta, preparaba la invasión a
Venezuela en la llamada Campaña Admirable, en la cual tomó parte.
Combatió en Niquitao bajo las órdenes del coronel
José Félix Ribas (2 julio) y en Taguanes con Bolívar (31
julio). Terminada la campaña, marchó a Puerto Cabello y en
combinación con el teniente coronel Atanasio Girardot, peleó
contra las fuerzas realistas de aquella plaza. En
septiembre recibió el despacho de teniente coronel efectivo que le
enviaba el gobierno de Nueva Granada.
Combatió en la batalla de Barbula (30
septiembre). El 5 de octubre de dicho año fue
ascendido a coronel vivo y efectivo, con el grado de general de brigada.
Entre el 12 y el 17 de marzo de 1814, resistió el sitio que le impuso el
coronel Sebastian de la Calzada en la ciudad de San Carlos, y el de
Valencia por el brigadier José Ceballos (20 marzo-2 abril).
Con Bolívar combatió en la primera batalla de Carabobo
(28.5.1814) y obtenida la victoria, se ocupó de la persecución de
losvencidos. Cuando se produjo la batalla de La Puerta (15.6.1814), en la cual
fue derrotado Bolívar por José Tomas Boves, Urdaneta
emprendió la retirada hacia Nueva Granada, perseguido por las tropas de
Calzada.
En Tunja puso sus tropas a la orden de Bolívar quien,
desde Carúpano, había emigrado hasta allí. Con Bolívar
operó en Santa Fe de Bogota contra Manuel Bernardo Alvarez
(diciembre 1814), y como resultado de dicha acción, fue ascendido a
general de división el 5 de enero de 1815.
A comienzos de 1815, con un batallón,
marchó a la frontera de Cúcuta, amenazada por Calzada y el
teniente coronel Remigio Ramos. El 25 de noviembre de 1815 fue derrotado en el
combate de Chitaga por Sebastian de la Calzada cuando este jefe,
desde Guasdualito, marchaba con una división hacia Santa Fe de Bogota.
Como
consecuencia de este revés, Urdaneta fue
llamado a Tunja para que diera cuenta de su conducta y fue absuelto a comienzos
de 1816. Ese mismo año fue enviado a Casanare
en busca de soldados de caballería destinados a la formación de
una unidad de esta arma en Tunja. La ofensiva del general Pablo Morillo en Tunja y
areas adyacentes, dejó sin efecto esta comisión; entonces
pasó al Apure, donde se puso bajo las órdenes del general José Antonio Paez,
y con este jefe llevó a cabo algunas acciones, entre ellas, la batalla
de El Yagual (11.10.1816). A comienzos de 1817pasó a Barcelona, a las
órdenes de Bolívar, y cuando éste marchó a Guayana
en marzo de dicho año, Urdaneta quedó con el general en jefe
Santiago Mariño, hasta agosto del mismo año cuando se
incorporó nuevamente a las fuerzas de Bolívar en la Antigua
Guayana. En 1818 tomó parte en las actuaciones finales de la
campaña del Centro: incursión sobre los
valles de Aragua y batalla de Semén (16 marzo); en esta batalla,
recibió una herida leve.
En 1819 abrió operaciones en Margarita contra las costas de Barcelona y
Cumana, como parte de los planes de Bolívar para la
campaña de liberación de Nueva Granada; el 18 de julio
tomó el Morro de Barcelona y el 22 del mismo mes la ciudad de Barcelona;
de allí siguió hacia Cumana donde trató de tomar la
batería de Aguasanta los días 3 al 5 de agosto.
De regreso de Nueva Granada,
Bolívar lo nombró comandante de la Guardia de Honor, por muerte
de su titular, el general de división José Antonio
Anzoategui. En 1821 condujo desde Maracaibo su división a
través de la provincia de Coro, a la cual liberó, y de
allí siguió hacia San Carlos a la concentración que
hacía Bolívar en aquella ciudad, para llevar a cabo la ofensiva
final contra los realistas mandados por el mariscal de campo Miguel de la Torre,
en Carabobo. Desde Barquisimeto, la división fue conducida por el
coronel Antonio Rangel, pues Urdaneta se vio imposibilitadopara hacerlo, debido
a serios quebrantos de salud.
El 17 de julio del
mismo año fue ascendido a general en jefe. En 1822 ejerció el
cargo de comandante general del departamento de Cundinamarca y
presidente de la Comisión de Repartimiento de Bienes Secuestrados. Ese mismo año, el 31 de agosto, contrajo matrimonio
con la bogotana Dolores Vargas París y Ricaurte. Entre 1823 y 1824 ejerció
la presidencia del
Senado de Colombia y desde marzo de 1824 hasta julio de 1827 gobernó como intendente, el
departamento del Zulia. Desde 1828 hasta 1829 desempeñó la
cartera de Guerra y Marina y, en 1830, después del movimiento que
derrocó al presidente Joaquín Mosquera, asumió la
maxima magistratura de Colombia, hasta el 28 de abril de 1831, cuando,
por efecto del Convenio de las Juntas de Apulo, renunció en favor del
general de brigada Domingo Caicedo. Ese año
abandonó Nueva Granada y se trasladó a Curazao, donde
permaneció hasta fines de 1832. Fijó entonces residencia en la
provincia de Coro, entregado a las faenas del
campo. En 1834 se trasladó a Maracaibo, comisionado por el gobierno, para
restablecer el orden constitucional. En 1835 actuó nuevamente
contra el movimiento reformista encabezado por Pedro Carujo; en aquella
ocasión se desempeñó como segundo comandante del Ejército de la República.
En 1837 el presidente de la República lo nombró secretario de
guerra,empleo que desempeñó hasta 1839.
En 1842 ejerció el cargo de gobernador de la provincia de Guayana y a
fines de ese mismo año, hallandose ya en Caracas,
participó de un modo destacado en las ceremonias de la traída de
los restos del Libertador en su condición de presidente de la Sociedad
Bolivariana; en 1843 volvió a la cartera de Guerra y Marina, donde
permaneció hasta su muerte.
En 1845 partió para España con la investidura de enviado
extraordinario y ministro plenipotenciario ante el gobierno de aquel Estado,
con el encargo especial de canjear las ratificaciones del Tratado de
Reconocimiento, de Paz y Amistad, celebrado en Madrid el 30 de marzo de ese
año y aprobado por las camaras del Congreso de Venezuela. Durante
el viaje hizo escala en Londres y allí se sometió a un examen médico, pues sus viejas dolencias
habían hecho crisis. Los facultativos le indicaron la
necesidad de una intervención quirúrgica; pero Urdaneta, deseoso
de llevar a feliz término la comisión que le condujo a Europa,
aplazó el tratamiento y partió para París. En esta ciudad se agravó, y después de varios
días en cama falleció.Había sido distinguido con la Orden
de los Libertadores de Venezuela. Su actuación guerrera puede
resumirse así: estuvo presente en 26 batallas, 9 sitios y 2 asaltos a
fortalezas. Sus restos reposan en el Panteón Nacional
desde el 16 de mayo de 1876.