La mujer a través de la historia
Siglos enteros de civilización, guerras, hambrunas y epidemias, el
nacimiento de las ciudades o la vida campesina bajo el feudalismo se han
contado sin incluir a las mujeres: la historia de los varones era extensiva a
la historia de la humanidad. Las mujeres podrían considerarse como las grandes
olvidadas de la historia
Las mujeres han estado aparentemente ausentes en muchos ambitos de la
ciencia y de la cultura a lo largo de la Historia. Aparecen escasamente en la
Historia, en la Literatura, en el Arte, en la Ciencia Por un lado, porque
han tenido muchos obstaculos para poder desarrollar sus intereses y
capacidades, y por otro lado, porque a las que han conseguido hacerlo no se les
ha reconocido y ni siquiera han sido nombradas en los libros o en las
enciclopedias.
La invisibilidad histórica que han sufrido las mujeres, a menudo
apartadas de la 'historia oficial', hace que desconozcamos a muchas
que utilizaron su imaginación, su voluntad, sus fuerzas y a veces su
vida para contribuir en la construcción de una sociedad mas justa
para mujeres y hombres. En contra de múltiples barreras las mujeres en
todas partes del
mundo han participado en nuestro desarrollo social desde el amanecer de la
civilización hasta nuestros días. Muchas mujeres sobre todo las
que osaron a salirse de la norma tuvieron que luchar contra la
incomprensión de la sociedad de su tiempo, o contra el fascismo o el
racismo, o simplemente contra unaabsurda discriminación basada en el
sexo, la clase social o la identidad étnica. Algunas como Marie Curie con sus dos premios Nobel
han pasado a la posteridad pero muchas otras han caído en el olvido
convirtiéndose en las grandes olvidadas de nuestra historia.
La consecución de los derechos de que disfrutan en la actualidad las
mujeres del
mundo occidental se ha debido a los esfuerzos de muchas de ellas que a lo largo
de los siglos han trabajado para conseguirlos. A lo largo de la historia han
sido muchas las mujeres que se han intentado hacer un hueco en un mundo de
hombres. Las costumbres con el paso de los años fueron cambiadas gracias
a muchas de ellas (también gracias a algún hombre), para poco a
poco irse acercando a la sociedad que conocemos a día de hoy, que si
bien es cierto que aún hay mucho que avanzar, se ha ganado mucho
terreno.
La mujer en el Siglo XX
El siglo XX se caracteriza por la incorporación masiva de las mujeres al
mundo laboral. Las dos guerras mundiales fueron un factor desencadenante: al
marchar los hombres al combate (65 millones de soldados entre todos los
contendientes) las mujeres tuvieron que hacerse cargo del trabajo, hubo que
recurrir a la mujer para mantener la producción, 430.000 mujeres
francesas y 800.000 britanicas pasaron de ser doncellas y amas de casa a
obreras asalariadas. Las estructuras sociales comenzaron a cambiar. Las modas
impusieron faldas y cabellos mas cortos, aparecieron las
guarderías para los hijosde las trabajadoras y la participación
femenina en los sindicatos obreros. Tras la Segunda Guerra Mundial en los
países capitalistas la mano de obra femenina representaba un tercio de
los trabajadores, mientras que en el mundo socialista era de un 50 por ciento,
ya que la Revolución Rusa de 1917 fue la primera en legislar que el
salario femenino debía ser igual al masculino: a igual trabajo, igual
salario. Las mujeres de la Unión Soviética se instalaron en todos
los sectores de la producción. La Europa de la posguerra vio cómo
las mujeres se resistían a abandonar sus trabajos para volver a
encerrarse en el hogar o trabajar en el servicio doméstico.
En general, hasta la víspera de la Segunda Guerra Mundial (y hasta 1965
en Francia y años mas tarde en España) la mujer debe
solicitar el permiso del marido para ejercer una profesión. La esposa no
puede presentarse a un examen, matricularse en una universidad, abrir una
cuenta bancaria, solicitar un pasaporte o un permiso de conducir. Tampoco puede
actuar ante la justicia. Para iniciar una acción procesal ha de
solicitar una autorización especial, excepto en el caso de que ejerza un
comercio separado y autorizado.
Los nuevos tiempos suponen un cambio significativo en la concepción del
trabajo femenino: se empieza a considerar que es necesario y que,
ademas, dignifica a la mujer. Las mujeres de clase media, acceden cada
vez mas a un trabajo mas cualificado y mejor retribuido. El
aumento fue tan importanteque, a finales de los años sesenta,
había en Europa occidental, mas mujeres oficinistas que hombres.
También fue mayoritaria la participación de la mujer en trabajos
como el de enfermera, telefonista, comercio, limpieza, peluquerías,
etcétera. Actualmente las mujeres copan las universidades y son
fuertemente competitivas en todo tipo de trabajos, incluidos los
técnicos. Pese a todo en el tercer Mundo continúan marginadas y
esclavizadas.
¿La discriminación femenina ha sido una constante en todas las civilizaciones?
Han existido a lo largo de la Historia, pueblos que se condujeron por caminos
diferentes al resto. Algunos son muy llamativos y rompen con el molde
típico que expresa que la mujer jamas tuvo libertad ni poder,
sino que por el contrario, tuvieron mucho mas que el mismo hombre.
Puede parecer sorprendente, pero no lo es. Las sociedades que giran en torno a
la naturaleza y viven en contacto directo con ella actúan de manera
mas igualitaria. Y no hace falta remontarse en el tiempo para
comprobarlo. Las comunidades amazónicas que subsisten aún,
inmersas en la naturaleza, atestiguan estas pautas de comportamiento.
Tenemos otro ejemplo en la historia, el pueblo celta, en el que antes y en los
comienzos de la era cristiana, la mujer no conoció de feminismo, ni
machismo, ni matriarcado/patriarcado, y por supuesto, menos de tener la
necesidad de luchar por sus derechos, sus espacios.
Comenzaron a habitar en el centro y el norte de Europa 2.000 añosantes
de Cristo. Extendiéndose entre el 1.500 y el 900 a.C. por las Islas
Britanicas, norte de Francia, y llegando al norte de España en el
800 a.C. Desde el nacimiento ambos sexos eran criados juntos, recibiendo la
misma educación, así como el aprendizaje de oficios.
Tenían el derecho a elegir a su pareja y nadie podía imponerle un
casamiento. Las leyes celtas incluían renovación del contrato
matrimonial, al año de haberse casado, igualmente existía el
“divorcio” con repartición de bienes equitativos. Manteniendo
cada uno sus bienes propios y repartiendo los que hubiesen incrementado durante
el matrimonio.
Luego del matrimonio ella no era propiedad de su marido, eran compañeros
en una aventura matrimonial. La esposa permanecía como dueña
exclusiva de sus propiedades, tampoco las propiedades habidas juntamente o poseídas
por ambos podían ser vendidas o cedidas por el marido, sus derechos
sobre los bienes comunes eran iguales y para disponer de ellos era necesario el
voluntario consentimiento de ambos.
La mujer en la vieja Irlanda- único lugar del mundo celta que nunca fue
visitado por las legiones romanas, mantiene su independencia hasta el siglo
XII, y a los fines practicos unos tres siglos mas- estaba casi en
un plano de igualdad con el hombre. En particular las mujeres importantes que
no sólo imponían esta igualdad, sino también en algunos
casos su superioridad. La mujer permaneció emancipada y fue a menudo
elegida por su profesión, rango y fama.