1.
características
Bajo el término de industrias postglaciares estudiamos una gran variedad de
industrias y modelos de comportamiento cultural que se desarrollan desde el
Paleolítico Superior hasta la Neolitización.
Considerando las industrias postglaciares como escalón intermedio entre los
sistemas de vida recolector y productor, podemos diferenciar entre ellas dos grandes
grupos o modelos de cultura: Epipaleolítico y Mesolítico.
Las poblaciones epipaleolíticas son cazadores-recolectores que continúan con el
mismo sistema de vida del Paleolítico Superior Final.
Por el contrario, las comunidades mesolíticas se encuentran en vías de
transformación hacia la economía productora, van a llegar a la domesticación de
animales y al cultivo de la tierra a través de su propia evolución interna.
Los profundos cambios que se producen al final del Pleistoceno y durante el
Holoceno (final del cuaternario) significan para la Península el fin del
Glaciarismo y la alternancia entre largos períodos húmedos ytemplados con otros
secos y cálidos.
En relación con la abundancia de humedad, la Península se presenta dividida en
dos grandes áreas
La Atlántico-Pirenaica: de lluvias más copiosas y abundantes.
La Mediterránea: junto con las regiones interiores, condiciones más secas y
mayores contrastes estacionales.
Todo ello origina un variado y extenso tapiz vegetal y
la desaparicón de la fauna fría. Estos cambios climáticos, junto con los de
flora y fauna, permitieron a las gentes del
Epipaleolítico mejorar e incluso transformar sus condiciones de vida.
Desaparece el gran arte paleolítico y con él los santuarios rupestres con sus
representaciones de animales. Tan sólo quedan escasas obras de arte mueble.
Se organizan nuevos modelos de habitación al aire libre merced a las nuevas
condiciones climáticas.
El hombre sigue siendo cazador y recolector. Recolección más variada y selectiva que mejora la alimentación.
En yacimientos costeros cobran importancia la pesca y el
marisqueo.
Los restos industriales epipaleolíticos aparecen repartidos desigualmente por
toda la Península, aunque se concentran en tres áreas:
Cornisa Cantábrica
– Cultura Azilense
– Cultura Asturiense (Cultura de los concheros)
Área Mediterránea
– Complejo Microlaminar
– San Gregori de Falset
– Mallaetes
– Complejo Geométrico
– Filador
– Cocina
Área Atlántico-portuguesa
– Concheros del Muge
2. CONJUNTOS EPIPALEOLÍTICOS EN LA CORNISA CANTÁBRICA
Dos son los conjuntos industriales encontrados en los yacimientos
epipaleolíticos cantábricos
La cultura Azilense, es el más importante y numeroso. Series
instrumentalesmicrolaminares, talladas en sílex y de borde rebajado, derivados del
Magdaleniense Superior Final.
La cultura Asturiense, de tipos macrolíticos, caracterizada por el 'pico
asturiense', instrumento tallado sobre nódulo de cuarcita, con técnica de
grandes lascas que recuerdan el Paleolítico Inferior.
2.1. La Cultura Azilense
Materiales microlíticos que continúan con los mismos tipos fundamentales del
Magdaleniense Superior Final.
En el País Vasco son abundantes los yacimientos, aunque muy pocos han permitido reconstruir una secuencia cultural.
En la cueva de Zatoya (Navarra), su nivel III proporcionó una industria difícil
de separar los elementos de un Azilense inicial de los
Magdalenenses Finales.
En su nivel II, se encuentra una industria Azilense en la que
dominan los raspadores sobre los buriles, siendo muy abundantes los de borde
rebajado. Destacan también las puntas azilenses, fechadas en el 8150 BP.
En su nivel Ib, aparecen los elementos geométricos, triángulos y trapecios, que
se prolonga en el Ia con la aparición de cerámica.
La sucesión de Zatoya -Azilense microlaminar/Epipaleolítico geométrico- se
observa también en el Montico de Charratu (Álava), que parece contener la
evolución in situ del Azilense costero.
Al Azilense costero vasco pertenece el nivel de Urtiaga (Guipúzcoa), en el que
se observa la transición Magdalenense Final-Azilense con un aumento del índice
laminar de borde rebajado y una disminución de los buriles, diedros y sobre
truncadura, que dominan sobre los raspadores de tipo unguiforme y sobre lasca.
En Santimamiñe (Cortézubi, Vizcaya) se señaló la presencia de cuatro
nivelesepipaleolíticos, siendo el inferior Azilense con dominio de raspadores
sobre buriles y abundantes tipos de borde rebajado, elementos que tienden a
disminuir en los siguientes niveles postazilenses, que contienen algunos
elementos geométricos.
Otros yacimientos donde se superponen niveles azilenses con distintos elementos
líticos son las cuevas de Valle (Rasines), Rascaño (Mirones), Salitre
(Ajanedo), el Pendo y la cueva de Morín (Villanueva de Villaescusa), de donde
procede un conjunto azilense con una interesante industria lítica, donde faltan
las puntas azilenses que se sustituyen por microgravettes a los que se unen
raederas, cantos tallados además de un arpón y azagayas de secciones variadas.
Los hallazgos de la cueva de los Azules I (Cangas de Onís) tienen gran interés;
se trata de tres series de niveles azilenses, con dominio del raspador sobre
el buril y abundancia de elementos de borde rebajado y puntas azilenses.
Numerosos restos de industria ósea: arpones y punzones. Además, se recogieron
los restos de un enterramiento individual con
abundantes ofrendas y restos de ajuar. La tumba ha sido datada por dos fechas
de C-14 obtenidas en los niveles inferior (7590 aC) y superior (7480 aC) a la
fosa. Durante este período de tiempo, las alternancias
climáticas determinaron cambios en la flora y la fauna. Predominan
las plantas termófilas y en fauna el ciervo, desapareciendo el bisonte
2.2. LA CULTURA ASTURIENSE
Denominado también 'cultura de los concheros', se extiende casi
exclusivamente por las zonas costeras de Asturias y Cantabria y se desarrolla
preferentemente en cuevas.
El conjuntoindustrial asturiense es de tipo macrolítico con casi exclusiva
representación del 'pico asturiense', tallado unifacialmente sobre
canto rodado de cuarcita y tal vez relacionado con el desprendimiento de
moluscos.
Los útiles asturienses se encuentran formando parte de grandes amontonamientos
con restos de conchas y huesos, llamados 'concheros'.
Entre los concheros más conocidos destacan los de Mazaculos II (La Franca), con
fecha C-14 del 7340 aC, La Riera (6700 aC), Coberizas (5050 aC) y Penicial
(5700 aC).
Los orígenes del Asturiense son imprecisos, ya que por
sus características industriales -instrumentos macrolíticos de talla unifacial
representan un modelo cultural opuesto totalmente al microlitismo
epipaleolítico. Seguramente han de considerarse como propios de una cultura arcaizante, cuyo origen hay
que suponer en el área atlántica, en las que perduraron largo tiempo las
culturas del
Paleolítico Inferior.
3. EL EPIPALEOLÍTICO MEDITERRÁNEO (REGIÓN LEVANTINA
Ofrece numerosos yacimientos, repartidos por toda la costa mediterránea, dando
origen a dos grandes complejos industriales, el microlaminar y el geométrico.
Complejo Microlaminar
Sistematizado en dos facies o tipos: San Gregori y Mallaetes.
La facies de San Gregori de Falset (Tarragona)
se caracteriza por la abundancia de raspadores y hojitas de borde rebajado,
alguna microgravette y escasos buriles. En esta facies se
incluyen los yacimientos de L'Areny y el Pinar de Torruella (Villena).
La facies Microlaminar de Mallaetes presenta menos raspadores, mayor número de
buriles y hojitas de borde rebajado. Este yacimiento persiste
hasta lallegada de las primeras cerámicas cardiales.
Con estas características están también los materiales de yacimientos como
Barranc Blanc, Rates Penaes, Meravelles, que son cuevas situadas próximas a
Mallaetes.
Complejo Geométrico
Comprende dos variedades, el tipo Filador y el tipo Cocina.
El tipo Filador presenta un equilibrio entre
raspadores, hojitas y piezas con escotadura, que a veces alcanza el 65% de las
series. Abundan las hojitas de borde rebajado y los
geométricos, pero faltan los trapecios.
El Filador constituye una facies relacionada con el Sauveterrense.
El complejo geométrico tipo Cocina distingue cuatro horizontes, siendo los dos
inferiores epipaleolíticos, con triángulos, semicírculos, segmentos y empleo
del retoque a doble bisel,
Relacionados con el complejo tipo Cocina se encuentran los materiales de la
cueva Pequeña de la Huesa Tacaña (Villena) y de Sol de la Piñera.
4. EPIPALEOLÍTICO EN EL ÁREA ATLANTICO-PORTUGUESA
La mayoría son de carácter fluvial, situados cerca de las orillas de los ríos
que forman parte de los valles bajos del Sado, Tajo y
Mondeso. Caracterizados por grandes acumulaciones de conchas, espinas y huesos
que forman los 'concheros' (los concheros del
Muge).
Relacionados con ellos se han encontrado enterramientos y restos de posibles
chozas o 'toldos' hechos con postes clavados en el suelo y recubiertos
de restos vegetales o pieles.
Área de actividad especializada en la que el testimonio arqueológico documentó
la importancia del
marisqueo, aunque no presenta ningún contacto con el Asturiense Cantábrico ni
con otros concheros de la Costa Atlántica. Hábitat al
airelibre. En Cabeyo de Arruda aparecen inhumaciones
infantiles junto a las viviendas.
Industria Microlítica de tipo geométrico, con etapas
referidas a los dos períodos de Cocina.
En Moita do Sebastiao se recogieron una serie de tipos geométricos con
predominio de los trapecios alargados con una especie de pedúnculo rectangular.
Escasas formas triangulares. Estos elementos
representan los tipos propios de Cocina I fechados en el 7350 BP.
En Cabeço de Amoreira se aprecia una segunda etapa relacionada con Cocina II,
con escasos trapecios y segmentos circulares y abundantes triángulos. Ausencia de buriles. En la parte superior
de Amoreira aparecen algunos fragmentos de cerámica grosera que señalan la
presencia de elementos neolíticos.
Los evidentes paralelos de estas industrias con las de Cocina han planteado la
hipótesis de una penetración cultural desde Levante, a través del Valle del
Tajo, del mundo microlítico al área portuguesa, aunque no hay que descartar un
camino costero, con puntos de apoyo en los yacimientos andaluces de Nerja y La
Caleta (Cádiz).
5. MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS Y RELIGIOSAS EPIPALEOLÍTICAS
Como en los tiempos paleolíticos, el arte y la religión siguen en estrecha
relación, aunque en las representaciones epipaleolíticas sean
mucho más escasas y se limiten al arte mueble.
Desaparece la cueva como
santuario y el animal como
representación más importante. Las escasas obras suponen un
arte conceptual y racionalista, basado en lo geométrico, abstracto y anicónico.
Desaparece también el antropomorfo quedando sólo el ideomorfo lineal como
representación simbólica.
En el áreacantábrica aparece este arte sobre guijarros
como el del
Pindal, con una franja roja pintada y en los Azules aparecen cantos rotos y con
series de puntos junto a un enterramiento.
En el área mediterránea, el escaso arte mueble presenta restos de
representaciones grabadas, con tendencia rectilínea y geométrica, como
la placa de forma semilunar de Rates Penaes. El conjunto mueble más interesante
procede del
nivel segundo de la Cocina con placas de caliza grabadas con líneas paralelas
dispuestas a los lados de un eje.
El culto funerario sólo se localiza en las áreas cantábrica y
portuguesa, dominando los ritos de inhumación. En el
nivel azilense destacan los enterramientos de Urtiaga y los Azules.
Del Asturiense son los enterramientos de Molino de Gasparín y
Cuartamentero, en Asturias.
En Portugal
son numerosos los enterramientos en los Concheros del
Muge, exclusivamente con rito de inhumación en fosas de escasa profundidad.
La presencia de conchas, salvo en Urtiaga, concede a
éstas un valor ritual incuestionable.