La
cronología del
arte rupestre presenta un grave problema, al encontrarse sobre las paredes y
techos de las cuevas no se encuentra en relación directa con los niveles
arqueológicos. De este modo, la datación se debe basar
en datos indirectos. en algunos casos los podemos
datar por los niveles arqueológicos que cerraron las cuevas, como
en Altamira o Tito Bustillo. En otros casos
los dataremos por semejanzas estilísticas con obras del arte mueble.
Otro método será por parecidos estilísticos con pinturas datadas por los medios
anteriores. Un tipo de datación relativa se podrá
obtener mediante el estudio de las superposiciones de las representaciones.
2.
área cantábrica
Pertenecen a ella la gran mayoría de cuevas que contienen representaciones
rupestres. en ellas, por lo general, se completa un
único santuario, aunque también son frecuentes los yacimientos en los que se
hallan representadas figuras pertenecientes a distintos santuarios.
Durante las primeras etapas del Paleolítico superior
apenas si es dado rastrear la presencia de santuarios.
Al Auriñacense se atribuyen una serie de grabados en trazoalgo profundo de la
cueva del conde (Asturias),
y al Gravetense pueden pertenecer las figuras rojas de Castillo I
Durante el Solutrense, los santuarios son más numerosos y su mayor parte se
realizan mediante grabados de trazo profundo. En Asturias,
el Valle del Nalón ofrece los santuarios de Las Mestas, La Viña, etc. En
Cantabria, en la cueva de Chifin hay un santuario de
grabados de trazo profundo en los que los ciervos dominan a cabras y a bóvidos,
junto a un ideomorfo angular. En el gran techo de Altamira I aparecen la cabra y el ciervo, en otros
aparecen caballos y bisontes. Las figuras rojas están
representadas en esta etapa en Cándamo I, en el Valle del Nalón con mayoría de
toros sobre caballo y cierva, acompañados por una forma angular. Las
figuras negras aparecen en el santuario monotemático de San
Antonio (Asturias)
con un caballo. Sin embargo, en otros santuarios como
Castillo II, y Chimeneas I aparecen diversos animales, ciervos, caballos o
bisontes, dominando distintos animales según el santuario. Suelen
estar acompañados de ideomorfos.
En el Magdalenense inferior cantábrico abundan los santuarios
de figuras rojas y grabados. Aparecen en ellos los primeros
antropomorfos, especialmente los de tipo claviforme a los que se unen
representaciones de vulvas, además de líneas de trazos gruesos y series de
puntos relacionados con animales, aparecen también los tectiformes.
En una fase más antigua señalamos los santuarios de
Cullalvera Y monotemático con antropomorfos alineados y dispuestos para una
danza.
En Pindal I y Chufin II domina el caballo. En Pasiega I y Castillo III lo hace elciervo y en Tito Bustillo I
el bisonte. También excepcionalmente aparece el mamut
en Pindal I y Castillo III. El trazo de estas figuras
es irregular y de torpe expresión.
Hay en el Cantábrico otros santuarios de figuras rojas pertenecientes a este periodo en Castillo IV y Pasiega II, donde aparte de
animales hay ideomorfos. Existe otra serie de santuarios de
figuras rojas en las que son escasas las figuras de animales.
Excepcional es el santuario de Morín Y con un
antropomorfo femenino, un serpentiforme, y series de trazos. El
resto son santuarios monotemáticos de ideomorfos.
La siguiente fase supone un desplazamiento de la
pintura roja por el grabado de trazo múltiple y estriado con el que se trazan
animales en los que domina la cierva, careciendo de representaciones de
ideomorfos. Castillo V, Altamira III, Tito Bustillo II son
algunos de sus representantes. Posteriormente, una
segunda serie de grabados de trazo múltiple, en que los estriados tienden a
desaparecer y donde no aparecen ideomorfos (Altamira IV, Hornos de la Peña II,
Pasiega IV, etc.)
Una última fase del Magdalenense inferior cantábrico
lo forman las figuras rojas, pintadas al tampón, de Salitre I, Pasiega V etc. Dominando distintos animales según la cueva. Carecen de ideomorfos. Estas figuras de animales suponen un paso más hacia el realismo y el movimiento.
En el Magdalenense Medio, la expresión artística alcanza grandes cotas de realismo,
se perfeccionan los intentos anatómicos y se llega a la bicromía, que en
Altamira se une al grabado de trazo múltiple y estriado. El dominio del
bisonte es general en todos los santuarios de estafase (Ekain I, Castillo y
Altamira V). Una segunda serie de santuarios propia de esta etapa comprende las
figuras grabadas con los dedos sobre la arcilla blanda, en toda ellas aparece el toro como
animal dominante y tienen como
ideomorfo principal al meandro o serpentiforme (Hornos de la Peña III, Altamira
VI, etc.).
Los santuarios del
Magdalenense Superior Cantábrico se caracterizan por la desaparición de figuras
rojas y la desaparición de las figuras rojas y por la aparición de las negras
que prácticamente no habían sido utilizadas en las anteriores etapas magdalenenses.
Las figuras grabadas forman amplias series en los santuarios
y parece perdurar la bicromía. Los animales aparecen representados con
abundantes rasgos realistas, aunque son frecuentes los contornos incompletos. Los ideomorfos son escasos y así mismo se encuentran haces de
líneas serpentiformes, formas curvas y trazos gruesos. Reaparece el antropomorfo. La serie más antigua
en la que aparece la cabra como
dominante o complementario la forman Castillo VII, Altamira VII, y otros. Una serie de figuras negras aparecen en Castillo VIII, Peña IV etc.
Mientras que el ciervo domina en otros (Pindal III, Cándamo
III, etc. Otra serie de figuras negras comprende Altxverri II, Ekain
III, Monedas etc. en los que domina el bisonte y el caballo.
3. Resto de la Península
Su número, en relación con los del área cantábrica, es muy pequeño y se
encuentran muy desigualmente repartidos, ya que se localizan dispersos por los
valles del Duero y del Tajo, así como en la región andaluza, en tanto falta en
la zona valenciana y en el sudeste.
Los santuariosmás antiguos ofrecen series de figuras grabadas o pintadas de amarillo
de época Solutrense. A las figuras grabadas pertenecen los santuarios de
Casares I, La Griega y Trinidad I. El primero situado en el valle alto del Tajo,
se encuentra infrapuesto a otros santuarios de la misma cueva y contiene
figuras grabadas de trazo fino, en las que el caballo domina sobre toros,
ciervos y cabras que se acompañan de trazos lineales y algún angular. La Griega
(Segovia) en el valle del Duero tiene una serie de
figuras grabadas de caballos, dominando a ciervos acompañados de ideomorfos
reticulados de forma alargada.
En la región malagueña, encontramos Trinidad
I, con figuras de ciervos que dominan a caballos y otros animales unidos a ideomorfos variados. También pertenecen al Solutrense las
figuras en ocre amarillo de Trinidad II y Pileta I. En el primero hay ciervos
con manchas amarillas y en el segundo los caballos dominan sobre otros
animales.
Durante el Magdalenense inferior siguen los santuarios de
figuras grabadas de Casares II y se desarrollan las figuras rojas de Atapuerca,
Maltravieso, etc., en algunos de los cuales aparece la temática antropomorfa.
Casares II es un extraordinario santuario de
antropomorfos, que se superponen a caballos y toros del santuario anterior y forman escenas de
evidente contenido religioso. En una de ellas, dos
antropomorfos (varón y hembra) realizan la unión sexual ante un mamut. Otra
escena parece desarrollarse en un medio acuático, con
figuras de peces, el mayor de los cuales asciende hacia la superficie del agua al encuentro de
un antropomorfo asexuado, que se dirige al granpez con os brazos abiertos.
La serie de santuarios de figuras rojas se inicia en Atapuerca (Burgos) de tipo
monotemático con cabezas de caballo. En Cáceres, en Maltravieso, hay figuras
rojas a tinta plana de manos relacionadas con ideomorfos en forma de triángulo,
y en Esconral I (Portugal)
hay una cabeza de caballo y otros animales que ofrecen ideomorfos de trazos
paralelos y trazos radiados. En Málaga, Pileta II ofrece una
serie de ciervos y toros dominantes sobre cabras y caballos.
Al Magdalenense medio hay que atribuir los santuarios de figuras grabadas del área castellano -
portuguesa, como
Casares II, La Hoz, etc. donde abundan los grabados de trazo profundo donde
aparecen diversos animales asociados a menudo a ideomorfos. Niño
II y Pileta III en Málaga.
El Magdalenense superior ofrece una serie de santuarios con figuras negras como en Periches (Burgos) con cabras
grabadas donde abundan los difuminados negros. También
abundan las figuras negras en Cueva Palomera. En Pileta IV y Trinidad IV
(Málaga) aparecen respectivamente cabras y ciervas asociadas a
otros animales y diversas figuras. También hay figuras rojas como en Fuente del
Trucho (Huesca) con caballos asociados a manos, que por una proximidad a la
región pirenaica francesa se han supuesto del ciclo auriñacogravetense aunque
sus pinturas podrían ser más recientes. Una pequeña serie de manos en negro en la misma cueva, señalan la supervivencia de
santuarios dentro del Magdalenense final.