LEONARDO BATTISTA (Leone Battista) ALBERTI
Leonardo Battista Alberti o Leone Battista Alberti, fue un arquitecto italiano
nacido en 1404; residió inicialmente en Florencia hasta el año de
1431 cuando se trasladó a Roma donde ejerció como secretario de
la cancillería pontificia.
Intentó, por medio de la arquitectura, recapturar el
clasicismo de de Roma.
Es considerado tal vez el mayor teórico del
renacimiento posiblemente uno de los mejores arquitectos, «ya que al principio
gótico, ritmo del movimiento, él
opuso el ritmo del
volumen.»
Era proverbial su flexibilidad y habilidad; sabía música sin
haber tenido maestro formal; se inició en el derecho civil y en el
derecho canónico, pero a los 24 años desertó de tales menesteres
para dedicarse a la física y a las matematicas. No contento con
esto, Leonardo Battista Alberti, aprendió a pintar y fue él quien
planificó la construcción de la iglesia de la Annunziata, en
Florencia, la portada de Santa María Novella y el palacio Rucellai.
Sobre los 20 años, LeonardoBattista Alberti publicó una comedia,
en latín, Philodoxeos fabula, bajo el seudónimo de Lepidus que
sus contemporaneos atribuían a
algún autor antiguo. Destacan sus escritos[1]
por usar la forma de dialogo, mezclando la profundidad intelectual con
el humor. Estaba su pensamiento profundamente imbuido de religiosidad y el
éxtasis en la belleza, fue un discípulo tardío del
platonismo, asociando búsqueda de conocimiento y belleza en un solo camino,
dejando entrever que la divinidad se manifiesta por medio del arte, la
filosofía y la religión.
Se caracterizó ademas por ser muy generoso con sus bienes y
conocimientos, manteniendo estrechos lazos con el banquero Cosme de
Médicis.
Fue uno de los grandes maestros teóricos de Leonardo Da Vinci.[2]
[1] Escribió tratados sobre escultura (De statua), pintura (De pictura)
y arquitectura (De edificatoria)
De este modo. El lenguaje evoluciono a partir de una
base preintelectual, a la actividad del
sistema nervioso sensomotor, alrededor del
acto del
hombre de dirigirse intencionalmente a objetos.
Su particularidad de estar sensorialmente abierto para recibir una ilimitada
variedad de percepciones, como asimismo su carencia de
instintos fuertesque exigiesen una inmediata reacción automatica
al estimulo, permitieron al hombre transformar el exceso de impulsos a que esta
sometido, en un comportamiento mínimo e imitativo. De
el emana la pantomima expresiva, la denominación lingüística
y la representación pictórica.
El cuerpo es para el hombre el medio a trabes del cual realiza su
accionar en el mundo. Le sirve de herramienta, como en el trabajo
físico. Es también para él el lugar y la materia mediante
los cuales establece un contacto comunicativo con sus
semejantes. Para esto ha desarrollado dos
actividades simbólicas: la mímica y el lenguaje. En la
mímica exterioriza por medio de ademanes un
estado anímico, una volición o un pensamiento. Desde
su interior hacia fuera.
Un ademan indicando a otro que coopere es una
acción con una determinada finalidad; un respingar la nariz, un
guiñar el ojo. En una frase superior, la actuación mímica
puede llegar a reemplazas, hasta cierto grado al mismo lenguaje, como
lo muestra el hecho de que indios de diferentes lenguas pueden sostener, con la
mera mímica, largas y detalladas conversaciones sobre sucesos y
experiencias.
El lenguaje, nacido de la representación figurativa en ademanes participa
de la función de estos; pero va mucho
mas alla en sus posibilidades de simbolización de
contenidos mentales al servir al mismo tiempo de ayuda para desarrollar una
infinita complejidad de estos actos.
Centrado alrededor del “yo”, el lenguaje es una
manifestación de estados anímicos y emociones, lo que proporciona
un alivio oun desahogo en la tensión interior; dirigido hacia el
“tu”, es un instrumentos para influir en el comportamiento de
otros, para someterlos a fines propios o superiores; y con referencia a un
“ello”, es información o indagación acerca de un
objeto o un estado de cosas. Y puesto que el hombre es objeto y problema para
si mismo, el mismo puede ser también su interlocutor, y en un estado de
vacilación, tratar de llegar a una decisión o acción
mediante la reflexión en el monologo
Vestigios de las raíces naturales del lenguaje en el movimiento
articulador que acompaña al movimiento pantomimito de
representación por figuras , se encuentra en el simbolismo
fónico, es decir, la particularidad de que ciertos sonidos y
combinaciones de sonidos sirven para la representación de determinadas
percepciones tactiles, visuales y auditivas, fenómeno que se
encuentra en mayor o menor grado en diversas lenguas de sociedades de
evolución cultural diferente, y en la creación de nombres
similares para fenómenos parecidos en lenguas distintas, lo que no
podía explicarse sino por una reacción analoga de los
hombres frente a la realidad debido a un mecanismos psico-físico
común a todos.
En general, la mímica y el lenguaje, como modos de realización
del hombre, estan al servicio de la indeterminación de este, a
quien la naturaleza ha dado, según las palabras de Schiller, su destino
dejandole a el la elección de los medio para cumplirlo,
poniéndolo siempre de nuevo la alternativa entre la sinceridad y la
verdad o la hipocresía y la mentira.
[2] BÉRENCE FRED.