Nació
en Granada el 1 de diciembre de 1922 en pleno
corazón del barrio
del Albayzín, en la placeta del Salvador a la que tantas
veces recitará y en el seno de una familia muy religiosa.
Pasó
los primeros años de su infancia entre la colegiata albaicineradonde su tío
Manuel Benítez Martínez era el coadjutor, la ermita de San Miguel Alto donde su
padre ejercía de carpintero y vivía con su familia y las escuelas del Ave
María, donde, como él mismo decía, aprendió las primeras letras. Así, dada la
ubicación de su cuna no es de extrañar que el poeta haya traducido desde sus
primeros escritos la belleza de Granada que sus
ojos contemplaban desde los altos del
cerro del Aceituno y por los requiebros de las callejuelas de su Albayzín
natal. Manuel Benítez Carrasco inició su carrera literaria colaborando en la
revista poética 'Colección Vientos del Sur'.
Muy
joven, en 1943, obtuvo su primer premio de relevancia, el Premio Nacional de
Teatro de Escuadra con la obra 'Luz de Amanecer', comenzando desde este momento una trayectoria literaria jalonada de
galardones. En 1947 marcha a Madrid. Donde despliega una gran
actividad literaria y escénica y desde 1955 su figura es totalmente inseparable
de Hispanoamérica: viaja a Cuba
y en la isla caribeña permanece durante todo un año.
A
partir de este momento la figura de Manuel Benítez
Carrasco es totalmente inseparable de hispano América. Argentina, Chile,
Uruguay, Perú, Colombia, Ecuador, Puerto Rico, Estados Unidos y muy
especialmente con México, donde pasa gran parte de su vida.
En
1998 fue nombrado hijo predilecto de la ciudad de Granada, año en que también
se le dedicó una importante avenida en el barrio de la Oliva en Sevilla. Falleció el día 26 de noviembre de 1999.
En su rol de primera dama, Eva Perón desarrolló un trabajo intenso, tanto en el aspecto político como en el social. En
cuanto a la política, trabajó intensamente para obtener el voto
femenino y fue organizadora y fundadora de la rama
femenina del
peronismo. Esta organización se formó reclutando
mujeres de distintas extracciones sociales por todo el país. Las dirigentes de la nueva agrupación recibieron el nombre
de 'delegadas censistas'.
En el aspecto social su trabajo se desarrolló en la
Fundación Eva Perón, mantenida por contribuciones de empresarios
y por donaciones que lostrabajadores hacían cuando tenían una
mejora en sus sueldos. Creó hospitales, hogares
para ancianos y madres solteras, dos policlínicos, escuelas, una Ciudad
Infantil. Durante las fiestas distribuía sidra y pan dulce,
socorría a los necesitados y organizaba torneos deportivos infantiles y
juveniles.
El otro bastón y tal vez eje principal de su
popularidad fue constituido en torno a los sindicalistas y a su facilidad y
carisma para conectarse con las masas trabajadoras, a quienes ella llamaba sus
'descamisados'.
Eva Perón enfermó de un cancer de
cuello uterino. Su primera manifestación sucedió el 9 de enero de
1950 cuando sufrió un desmayo en el acto de
fundación del
Sindicato de Taxistas. El 18 de julio de 1952
entró en coma por primera vez. Recibió
tratamiento de rayos en varias ocasiones. Murió a la edad de 33
años, el 26 de julio de 1952, a las 20:25. El
dolor popular no la abandonó en un velatorio
que duró 14 días y a partir de entonces no la abandonaría
jamas. Con respecto a su nombre ella misma dice en La Razón De Mi
Vida
Cuando elegí ser 'Evita' sé que elegí el camino
de mi pueblo. Ahora, a cuatro años de aquella
elección, me resulta facil demostrar que efectivamente fue
así. Nadie sino el pueblo me llama
'Evita'. Solamente aprendieron a llamarme
así los'descamisados'. Los hombres de
gobierno, los dirigentes políticos, los embajadores, los hombres de
empresa, profesionales, intelectuales, etc., que me visitan suelen llamarme
'Señora'; y algunos incluso me dicen públicamente
'Excelentísima o Dignísima Señora' y aún,
a veces, 'Señora Presidenta'. Ellos no ven en mí
mas que a Eva Perón.
Los descamisados, en cambio, no me conocen sino como
'Evita'. Yo me les presenté así, por otra parte, el
día que salí al encuentro de los humildes de mi tierra
diciéndoles 'que prefería ser 'Evita' a ser la
esposa del Presidente si ese 'Evita'
servía para mitigar algún dolor o enjugar una lagrima.
Y, cosa rara, si los hombres de gobierno, los dirigentes, los políticos,
los embajadores, los que me llaman 'Señora' me llamasen
'Evita' me resultaría tal vez tan raro y fuera de lugar como
que un 'pibe', un obrero o una persona humilde del pueblo me llamase
'Señora'. Pero creo que aún mas raro e ineficaz
habría de parecerles a ellos mismos.
Ahora si me preguntasen qué prefiero, mi respuesta no tardaría en
salir de mí: me gusta mas mi nombre de pueblo. Cuando un pibe me nombra 'Evita' me siento madre de todos
los pibes y de todos los débiles y humildes de mi tierra. Cuando un obrero me llama 'Evita' me siento con gusto
'compañera' de todos los hombres.