El presente trabajo de investigación-análisis, girará en base al estudio de la
neurosis sobre la que el psicoanálisis vio nacer sus primeros retoños teóricos,
y sobre la que Freud vio crecer la teoría que inmortalizaría su nombre.
Evidentemente hablamos de la neurosis histérica o simplemente la bien
renombrada “Histeria”.
Este trabajo está basado en la obra “El Dolor de la Histeria” de J.D. Nasio
(1992), quien inicialmente propone que la histeria tiene “dos rostros”, uno que
se puede determinar a partir de síntomas observables, es decir un ángulo
descriptivo en el que ésta se conforma como una entidad clínica caracterizada
por la aparición de síntomas somáticos, producidos en ausencia de daño orgánico
y que se pueden exteriorizar ya sea en forma de perturbaciones motoras,
sensitivas, sensoriales; o bien en forma de lo que Coderch llama síntomas
paroxísticos que comprenden alteraciones de conciencia, desmayos, etc. Así como también alteraciones
de la memoria o incluso estados de seudocoma. (Recordando la división que
Coderch hace de histeria: Histeria de conversión [que se caracteriza por una
manera de escribir en el cuerpo], e histeria de disociación [en la que se
produce una separación inconsciente de algo, del resto del conjunto de la vida
psíquica, rompiéndose así la integridad y la síntesis] Nasio no retoma en su
obra la histeria de tipo disociativa).
Regresando alos rostros de esta neurosis, propuestos por Nasio, la otra
perspectiva es desde un punto de vista que él llama relacional, y sería
concebir a la histeria como “un vínculo enfermo del neurótico con el otro”,
tomando en este caso a ese otro como el analista que en su función de escucha
ya se ha formado un cúmulo de experiencias gracias a la neurosis de
transferencia que se da en cada espacio de análisis, donde se da una fase de
histerización (este término se definirá con posteridad).
Entonces gracias a ese monto de experiencias del
psicoanalista se puede verificar, según Nasio, el rostro que adopta la histeria
en el análisis, que se encuentra matizado por la presencia de 3 posiciones del yo histérico. El
primer estado es el de un Yo Insatisfecho. Primero es importante resaltar que
la histeria es “el estado enfermo de una relación humana en la que una persona
es, en su fantasma, sometida a otra”, es decir, histeria es el nombre que se da
a estos lazos que el neurótico crea en su relación con otro sobre la base de
sus fantasmas. Estos denominados fantasmas, provienen de la invención de un
“libreto fantasmático” cuya función es la de probarse a sí mismo y a los demás
que no hay más goce que el goce insatisfecho. Los seres cercanos a los que ama
u odia desempeñan para él el papel de un Otro insatisfactorio. sCómo esta eso?,
pues estas personas se caracterizan por cierto miedo, y para disminuirsu
angustia sostienen un estado de insatisfacción; el histérico teme al “peligro
de vivir la satisfacción de un goce máximo”, por lo tanto mientras se esté
insatisfecho se está a salvo de llegar a esa absoluta satisfacción. Así esta
negativa a gozar, se ve influida en los rasgos de personalidad histérica, en
los que hay una superficialidad en las relaciones con los demás y una
incapacidad para amar profundamente, como
Coderch señaliza.
El segundo estado es el de un Yo Histerizador. Nasio dice que en esta posición
la persona “histeriza el mundo”, o sea que el neurótico no va a percibir de la
misma manera los objetos externos tal como
se les percibe comúnmente, si no que transforma esta realidad. El histérico va
a inventar y crear lo que percibe, dotando al cuerpo del
otro con un nuevo cuerpo libidinalmente intenso, tal como el suyo propio lo es. Histerizar es
dotar de un factor erótico alguna expresión humana, aun cuando ésta no posee
esa naturaleza, es “sexualizar lo que no es sexual”, pero no hablamos de una
sexualidad genital, sino de un simulacro de una eventual relación sexual, pero
recordemos que el histérico se empeña en el deseo inconsciente de la no
realización del acto para poder permanecer insatisfecho. Se va a sexualizar a
través del filtro de los fantasmas del histérico que tienen contenido sexual,
pero este contenido no es algo pornográfico, por asi definirle, no es algo
vulgar,son simples evocaciones de movimientos sexuales; son fantasmas sobre los
que cualquier estímulo por insignificante que sea puede actuar como un
detonante de orgasmo autoerótico (más adelante se explicará qué son estos
fantasmas).
Y finalmente tenemos un Yo Tristeza. Es de suponer que el yo del histérico debe ser suficientemente
maleable para poder histerizar su mundo y puesto que se encuentra en una
realidad medio fantaseada y medio real. Y se dará el momento de la
identificación, en el que puede hacerse con un hombre, una mujer o incluso
personificar la insatisfacción misma; por lo tanto si es así, ya no se es
hombre o mujer, ahora se identifica con el dolor de la insatisfacción (perdón
por las redundancias) y así se pierde la identidad de su sexo. Para esclarecer
mas, ya se sabe que en la histeria se tiende a la dramatización y creación de
situaciones conflictivas; entonces cuando después de todo este drama que se
crea, se da cuenta de que no son más que la parte excluida, la parte que da
lugar al conflicto, este tercer papel en una relación de hombre mujer; es en
este momento de tristeza, por la relegación misma, en el que se da la
identificación con el sufrimiento de la insatisfacción. Adelantándome un
poquito, la persona se vuelve el falo mismo, el falo que va a despertar ese
conflicto por su posesión (desde su narcisismo histérico, por lo tanto el
histérico se vuelve el falo que la madrecastrada no tiene, aquel que le falta,
por lo mismo no se reconocerá como mujer o como hombre, es lo que más adelante
llamamos un ser extrasexual).
Y bueno ya estamos hablando muy felices de neurosis histérica y demás, pero hay
que definir qué es neurosis para Nasio, que si bien no se aleja de la
definición freudiana y de la que Coderch da. De manera textual para Nasio “la
neurosis es una inapropiada que, sin saber, empleamos para oponernos a un goce
inconsciente y peligroso”, ese goce es esta pulsión que intenta emerger del
inconsciente, pero a la que el yo va a oponer fuerza, a la que el yo se las
arreglará para defenderse y de ahí, de estas múltiples formas de defensa, las
distintas neurosis que pueden resultar. Pero esa defensa es defectuosa, por que
solo se sustituye el goce inconsciente y peligroso, por un sufrimiento
consciente. Entonces la diferencia entre los diferentes tipos de neurosis, muy
resumidamente, consiste en que el goce intolerable en la histeria se convierte
en un sufrimiento corporal, en el TOC es desplazar ese goce hacia un
“sufrimiento del pensar”, y en la neurosis fóbica se expulsa y cristaliza en un
elemento externo.
Bien, después de haber dado esta breve apertura a los rostros de la histeria en
análisis y la diferenciación de ésta con las otras dos neurosis, Nasio pretende
dar respuesta a la siguiente pregunta, “sCómo se hace uno histérico?”, sQué es
lo que causaesta serie de manifestaciones típicas de la histeria? Para llegar a
esta respuesta, se vale en primera instancia de la explicación de la Primer
Teoría de Freud: “El origen de la histeria es la huella psíquica de un trauma”,
con posteridad habla de la histeria provocada gracias a una inadecuada defensa del yo, es decir, la
represión y a su vez por el fracaso de la misma. Finalmente hace uso de la
Segunda Teoría de Freud: “El origen de la histeria es un fantasma
inconsciente”.
Vayamos en orden, Freud retomó la senda que Charcot y Janet siguieron en cuanto
a considerar a la histeria una 'enfermedad por representación', es
decir que es provocada por la acción patógena de una representación psíquica,
una idea como parásita y fuertemente cargada de afecto; pero el señor Freud no
se conformó con seguir esta senda y la modificó dándole su toque personal, al
considerar que esta idea parásita (la generadora del síntoma histérico), goza
de un contenido básicamente sexual. Todo recae en la aseveración que Sigmund F.
defiende (y posteriormente refuta) y es que la persona histérica en su infancia
sufrió una experiencia traumática, fue víctima de seducción sexual por parte de
un adulto; y siendo el yo del niño incapaz de crear la angustia necesaria para
soportar la tensión excesiva y amortiguar esta demasía de afecto inconsciente
provocado por el incidente, se tiene como resultado un trauma. Siendo así, enel
interior del
niño, queda estancado este cúmulo de afecto que va a generar a futuro el síntoma
histérico. Pero Nasio recalca que el trauma psíquico no solo es este exceso de
tensión sino que también es “una imagen sobre-activada por la acumulación de
este exceso de energía sexual”, entonces entrevemos que la “representación
intolerable” como se le llama adecuadamente a la
huella psíquica del
trauma, se conforma por estos dos mencionados elementos. Hay que aclarar cómo
surge esta llamada “imagen sobre-activada”, Nasio nos plantea un símil,
imaginando al yo del niño como una superficie psíquica compuesta por una serie
de imágenes corporales a semejanza de una caricatura del cuerpo anatómico,
entonces imaginando a este cuerpo con un traje de arlequín lleno de rombos, y
cada rombo es la “imagen deformada” de algún órgano en particular. Entonces
viene el momento del trauma, y el impacto de éste soltará uno de estos rombos y
tocara alguna imagen corporal, y la elección del miembro del cuerpo dependerá
de la parte corporal que fue puesta en juego durante el accidente traumático,
así el excedente del que hablamos arriba se va a concentrar en este rombo, en
esta imagen que se va a desconectar, apartar del resto del cuerpo imaginario.
Por ejemplo cuando hablamos de un síntoma histérico de tipo sensitivo en el que
se pierde la sensibilidad del brazo derecho, por así suponer, el brazo sería
esta imagendesconectada de la que hablamos y que fue investida por una carga
sexual, por que tuvo que ver con el trauma infantil.
Pero es importantísimo aclarar que el trauma que el niño sufre no es en sí la
agresión que provino del exterior, sino mas
bien la huella psíquica, la señal impresa que deja sobre la superficie del yo (recordemos que
es gracias a la seducción sexual adulta a la que se fue sometido). Resumiendo
esta primera teoría la fuente de la histeria es entonces esta imagen investida
de afecto (la huella psíquica, la representación).
Ya tenemos esta representación, esta imagen sobrecargada, y ahora sQué se va a
hacer para lidiar con ella? Pues aquí entra nuestra querida represión, como un
recurso torpe por parte del yo para intentar neutralizar esa representación
sexual, pero de hecho Nasio dice que “la representación intolerable adquiere
paradójicamente su verdadero poder patógeno cuando se ve atacada por un yo
recalcitrante a ella”, es decir cuando la represión intenta aislarle una vez
más (por esfuerzos del yo), puesto que ya se encontraba desconectada, se
acentuará su poder y energía hasta llegar al paroxismo. Mientras mas se
esfuerza la represión por mantenerle fuera, más peligrosa se vuelve, más
retoños nacen de ella, y estos en algún momento lograran salir en forma de
síntoma histérico.
Ya sabemos entonces qué se hace para lidiar con esa tensión sobrecargada, pero
tenemos un nuevoproblema sCómo se va a dar solución a este conflicto
“sobrecarga-represión”? En sí no se puede enunciar una resolución efectiva,
pero si habrán soluciones de compromiso (que será el síntoma, que si recordamos
es efectivamente un contrato con el superyo y el ello, un compromiso para
satisfacer a ambos), con un simple traspaso de la energía. La representación
intolerable para deshacerse de la represión pasa de este primer estado psíquico
a un estado de sufrimiento corporal, que es lo que vagamente se denomina como conversión, escribir
en el cuerpo. Esclarezcamos esto, la sobrecarga energética se desprenderá de la
representación intolerable (conservando su energía y carga) y va a resurgir, se
va a instalar en forma de una hiper o hiposensibilidad dolorosa por ejemplo, o
en una inhibición motriz, etc. O sea que es un traslado de energía de lo
psíquico a lo somático o corporal. Cabe destacar que el exceso de energía
permanece constante, su naturaleza no cambia, solo se trasladó a otro lugar;
gracias a esta constancia Nasio dice que “podemos admitir que el sufrimiento de
un síntoma somático es una energía equivalente a la energía de excitación del
trauma inicial o, para ser más exactos, a aquel exceso de afecto sexual que
comparábamos con un orgasmo”, explico esto; tiene que ver con el significado
especial de los dolores histéricas del que Coderch habla, en el que una
sensación dolorosa (elsufrimiento somático) sustituye a una sensación
placentera (el afecto sexual que se compara con un orgasmo) y aquí se denota
claramente el compromiso del síntoma histérico. Pero hay que precisar que se
compara con un orgasmo obtenido por masturbación, pues no hay que olvidar que
la sexualidad del
histérico es esencialmente infantil. Esto es esclarecido por Nasio en el
capítulo “El sufrimiento del
síntoma de conversión es el equivalente de una satisfacción masturbatoria” y me
pareció importante mencionarlo por que al menos yo no había leído sobre esta
explicación de equivalencia con el orgasmo obtenido por masturbación.
Está por demás recordar que la elección del
órgano, el asiento de la conversión, como Nasio
le llama, es determinado por la parte del
cuerpo alcanzada por el trauma. Y él lo explica con este sencillo esquema:
parte del cuerpo percibida en la escena
traumática (por ejemplo, el brazo) —> imagen inconsciente de un brazo —>
parálisis conversiva del
brazo. En lo que quisiera poner la mira, es en destacar que no siempre ese
esquema se va a referir al cuerpo de la persona traumatizada, puede que la zona
corporal percibida en el trauma, pertenezca ya sea al adulto seductor, o a
algún testigo de la escena, puesto que lo importante es saber “qué parte del
cuerpo percibió el niño más intensamente en el momento del trauma.” Por ejemplo
si algún tercero descubriese la escena de la seducción alinfante y este testigo
gritara, puede ser que en futuro el síntoma de conversión adopte la forma de
una inhibición en la voz.
En el año 1900, Sigmund Freud introdujo una modificación a su primera teoría,
ahora, el origen de la histeria es gracias a la existencia de fantasma
inconsciente y ya no una representación, lo que se convierte es “una angustia
fantasmática, no una sobrecarga de la representación” como anteriormente se
explicaba. Esto quiere decir que ya no es necesario buscar en la historia del histérico un
acontecimiento traumático real. Solo tenemos que pensar ahora al niño como un ser con una
sexualidad desbordante y excesiva, a lo que Freud llamaría el “perverso
polimorfo”, cada experiencia vivida en la niñez en cualquier nivel de las
diferentes zonas erógenas, tiene el valor exacto al de un trauma. “El yo
infantil es el asiento…de una tensión excesiva llamada deseo”. Así daríamos por
entendido que ya no hay necesidad de un acontecimiento exterior, ahora se
designa un acontecimiento psíquico cargado de afecto, como un “microtrauma” que
se centra en una zona erógena, este acontecimiento psíquico consiste en la
“ficción de una escena traumática que el psicoanálisis llama fantasma”, es el
libreto fantasmático del que hablábamos en el primer rostro del histérico en
análisis (Yo Insatisfecho). El fantasma equivale a un trauma, el foco en el que
se inscribe el fantasma, ese lugar erógenobrota de sexualidad excesiva que debe
ser sometida a la presión de la represión. Por eso decimos que la sexualidad del niño será patógena y
traumática por ser excesiva y exorbitante. En esta segunda teoría, se enuncia
que “el propio cuerpo erógeno del niño produce
el acontecimiento psíquico, pues es foco de una sexualidad rebosante, asiento del deseo. Un deseo que
entraña la idea de que algún día podría realizarse en la satisfacción de un goce
ilimitado y absoluto.” Es justamente esto a lo que teme el histérico, el goce
para él es insoportable ya que podría poner en peligro la integridad de todo su
ser; y este surgimiento de exceso de sexualidad y la eventualidad de su
cumplimiento, es decir su goce, es tan intenso que para suavizarse, para
calmarse necesita de la creación de fantasmas que le protejan.
Estos fantasmas son producidos inconscientemente, y la tensión ahora es
fantasmatizada, o sea suavizada por el fantasma; pero aun sigue siendo una
tensión insoportable, entonces pasa a llamarse “angustia fantasmática”.
Angustia = [Deseo + Goce] FANTASMA. Esto quiere decir que el deseo y el goce
inscritos en un marco fantasma, se vuelven angustia.
Sin embargo, claro que puede haber casos en los que podamos explicar la
histeria con la primera teoría, y habrá casos con los que la explicaremos con
la segunda, pero sea cual sea, se sigue sosteniendo la idea de la actividad de
una “representaciónsobreinvestida” como causa principal de la histeria, pero aclarando
que ya no se retoma el hecho de la imagen delimitada corporal como la primera
teoría enuncia, sino que ahora se responde al libreto fantasmático. Nasio dice
que el fantasma “se desarrolla en una breve secuencia escénica que comprende
siempre los siguientes elementos: una acción principal, protagonista, y una
zona corporal excesivamente investida, fuente de angustia”. En esta segunda
teoría la angustia de la que el fantasma ahora es portador, hallará su
expresión en una somatización. Por lo tanto ahora debemos inmiscuirnos en la
búsqueda del
fantasma angustiante.
El interés del
que estudia la histeria no tarda en apartarse de los síntomas para dirigirse a
los fantasmas que los producen. S.Freud
Antes de descubrir quiénes son estos actores de los que Nasio habla, discutamos
un poco sobre la vida sexual de la persona con neurosis histérica. “El
desajuste de la sexualidad histérica se explica como la…conversión somática más inmediata de
la angustia que domina en el fantasma originario de la histeria”. Quédese por
un momento en el aire los cuestionamientos en torno a cuál es el fantasma del que hablamos y de
qué angustia se trata. Según el autor hay dos clases diferentes de conversión:
una global, que transforma la angustia en un estado general del cuerpo y una
local, en una parte definida del cuerpo. Basándonos en la conversión detipo
global, podemos explicar mejor la sexualidad histérica; la conversión global de
la angustia da lugar a un cuerpo globalmente erotizado, pero que en contraste
coexiste con una zona genital anestesiada, es por eso que Nasio dice que la
vida sexual del histérico es una paradoja. Sería incorrecto pensar que esta
inhibición de la zona genital sea provocada por una indiferencia por parte del
histérico hacia la sexualidad, lo que pasa es que se experimenta repugnancia al
contacto carnal, es repulsión. Esto se ve reflejado en síntomas tales como
vaginismo, eyaculación precoz, que expresan la angustia, del contacto, la
angustia de penetrar y ser penetrada, a pesar de la hipererotización que se
experimenta en el resto del cuerpo que no es la zona genital. Aquí entra la
insatisfacción en la que se encajonan los y las histéricas, insatisfacción no
solo en el ámbito sexual si no a la vida en general, lo que conlleva a estados
de depresión y hasta tentativas de suicidio. Pero el histérico asombrosamente
se empeña en su insatisfacción y recordando lo que primeramente dijimos, al
estar en un estado de insatisfacción se garantiza la inmunidad de su ser.
Ha llegado el momento de hablar de los renombrados fantasmas histéricos, esto
se aclara en el capítulo “El fantasma inconsciente que origina la histeria es
un fantasma visual: la amenaza de castración entra por los ojos el caso del
niño varón” de la obra deNasio. En el caso del varón, el fantasma que va a
fungir como base de la histeria está inmerso en la escena en la que el niño
varón al descubrir el cuerpo desnudo de la mujer, el cuerpo “castrado”, se
llena de espanto. Le provoca angustia el descubrir un cuerpo privado de pene,
sPor qué?, por que piensa que él también puede ser víctima de una castración
igual; esto junto con la prohibición del incesto por parte del padre,
desencadena la angustia de castración. Una amenaza (la de ver a la madre
“castrada”) entra por los ojos y la otra (la de la voz paterna prohibiendo)
entra por los oídos, según señala Nasio. El autor recalca en la importancia de
corregir el decir “angustia de castración”, y mas bien decir “angustia frente a
la amenaza de castración”, por que el temor del niño es el que le priven de su
pene, más no el temor al dolor de sufrir la castración.
La angustia de castración se da en el plano de lo inconsciente y es la fuente
de las manifestaciones no sólo histéricas, sino neuróticas en general. Entonces
lo que se va a llevar a la conversión es esta angustia, aunque no hay que
olvidar que una cosa es esta angustia ante la amenaza de castración y otra cosa
diferente es el miedo y aversión de llegar a un goce ilimitado. “O bien tengo
miedo de perder mi ser al cumplir mi deseo incestuoso, o bien me angustio
frente a la idea de arriesgar mi falo”. Claro esta escena es algo que
supondríamosque pasa con el niño que se encuentra en la fase fálica (aprox. 5
años), el histérico entonces “sería, pues, aquel niño que, no habiendo podido
remontar psíquicamente esta fase, quedaría coagulado en ella”, o sea que las
personas histéricas tienen una fijación en la etapa fálica de su desarrollo,
por lo que se quedaron estancados ahí.
Entonces se descubre a la madre desprovista del pene, pero a los ojos del niño
no es la ausencia del pene mismo, si no “del ídolo del pene”, es decir el falo,
esto que dará a quien lo posea poder y potencia; asi mismo el varón ahora
divide entre dos clases de personas: los que portan falo y los que no lo
tienen, los seres potentes y los impotentes; pero no como una distinción de
sexo, ya que el niño aun no sabe si es un varón o una niña y precisamente de
esta misma incertidumbre sexual es de la que el histérico se caracteriza.
“Señalemos que la intensidad libidinal centrada en las regiones peniana y
clitorídea, así como la necesidad de tranquilizarse en cuanto a la permanencia
e integridad de su órgano sexual, explican en el niño de la fase fálica y
posteriormente en el histérico la propensión a una actividad masturbatoria
frecuente y compulsiva”. Entiendo por esto que para asegurarse que su falo
sigue entero y sigue en su lugar, la masturbación es una actividad usual en los
niños de la fase fálica, y por consiguiente en la persona histérica que sufre
de unafijación en esta etapa. Además de que es preferible el placer de esta
actividad autoerótica al peligro de la relación sexual.
Bien, pero sCon la niña qué es lo que pasa?, según Freud el fantasma femenino
de castración (como causa de la histeria), no radica en la angustia, como en el
caso de los niños, sino en odio y resentimiento hacia la mamá. Sería inocuo
decir que la mujer se angustie por la castración como el hombre lo hace, pues
ella ya está castrada, no hay peligro alguno ya; aún así si existe el fantasma
femenino de castración, donde la castración es un hecho consumado, no una
amenaza. La niña al ver el cuerpo de la madre desnuda, se da cuenta de que ella
está castrada al igual que el cuerpo que aprecia (el de su madre), pero
suponiendo que la niña ya había visto con anterioridad el pene de algún niño,
de cierta forma creía que todos poseían ese falo potente, pero al descubrir a
la madre, confirma su propia castración; entonces sobreviene un sentimiento de
odio hacia la madre que no le otorgó un falo, dejándola desprovista. Además se
le suma a este odio el rencor que acompaña la “dolorosa separación del
destete”. Pero lo que me ha parecido innovador es la modificación que Nasio
hace a este planteamiento freudiano, ya que en base a la casuística el propone
(basándose mucho en esta inhibición sexual, y aversión por el goce de la
penetración en el caso de las mujeres histéricas) que antes deldescubrimiento
de la madre castrada, la niña experimenta “confusas sensaciones en el bajo
vientre y en la vagina, con la misma mezcla de impresiones físicas, narcisismo
y ensoñaciones que despierta el pene en el niño varón”; Freud ubicaría el falo
en última instancia en el clítoris de la niña, pero Nasio amplía esta
localización a los demás órganos genitales femeninos, particularmente al útero.
Esto significa que de la misma manera que el niño considera a su pene como un
falo que no debe perder nunca, la niña toma a sus órganos genitales por un falo
que debe preservar de cualquier ataque (por esto la repulsión y temor, a llegar
al goce abierto de la penetración). Ya cuando la niña ve el cuerpo de su madre,
éste se le presenta como algo monstruoso, algo soberbio, un falo inquietante,
en palabras de Nasio, por lo que sobreviene angustia ante ese cuerpo que ella
identifica con el falo insuperable.
Así, en el fantasma de la mujer, el pene del hombre queriendo penetrarle
equivale al cuerpo peligroso e inmenso de la madre, por lo que se cree que la
angustia que suscita el peligro de una madre con falo insuperable “es la fuente
inconsciente de la angustia que puede experimentar una mujer histérica ante la
penetración sexual, (de ahí la aversión), captada ésta como riesgo de
desgarradura y de estallido de su vagina, su útero y, más allá, todo su ser”.
Nasio dice que “la conversión histérica es unfenómeno de falización del cuerpo
no genital y de desafección del cuerpo genital”. Ya sea que hablemos de la
versión femenina o de la masculina del fantasma de castración, el histérico
queda petrificado en este fantasma, entonces presa de perder su falo se le suma
confusión de saber si es hombre o mujer. Cuanto mas indeterminado está el
histérico en su identidad sexual, más le va a importar su falo, por que aun no
está esta diferenciación de sexos, y el niño divide en seres con falo o sin
falo, con potencia o sin potencia y mas se va a acrecentar su angustia de
castración hasta transformarse en síntomas. Entonces para dar explicación a la
paradoja de la sexualidad histérica, la obsesión permanente de los peligros
fantasmáticos que acechan la integridad de su falo y de su ser, se vuelve una
angustia intolerable, que es necesario quitarse de encima. Como esta sobrecarga
no se puede liberar nadamas así, entonces se convierte y se traspasa, cambia de
estado “cesa de investir la representación inconciliable (estado primero) para
investir una parte del cuerpo (estado segundo)” pasar de lo psíquico a lo
corporal. Siendo así podemos explicar la conversión de una manera un tanto
distinta a la simple aparición de un síntoma focal, localizado; explicaríamos
también el sufrimiento en general de su cuerpo y de la paradoja en su vida
sexual.
Ya habíamos dicho antes que la conversión que se le da a la angustiade
castración va dar lugar a un efecto doble: una excitación global que afectará a
casi todo el conjunto del cuerpo, y una inhibición que afecta solo a la zona
genital. Como nos encontramos en la etapa fálica, hay una fijación aquí, lo mas
importante, lo mas libidinizado es el falo, la región genital, entonces se
deben desviar todas estas excitaciones punzantes a otro lado, se debe hallar
una salida a este exceso de energía inadmisible, sQué es lo que se hace? Se
desvía ésta del núcleo fálico. Nasio pone un ejemplo muy ilustrativo, en el que
tenemos dos vasos, en uno está contenida la libido fálica (fantasma
inconsciente de castración) y esta se vacía en el otro vaso representante del
cuerpo real del histérico; asi la libido abandona su fuente central (falo
fantasmático) y va “falizando” el cuerpo de la persona, se va a expandir por
todas las partes de este, a excepción claro de la zona genital, que se
encontrará inhibida. De tal manera en lo inconsciente el cuerpo pasa a formarse
como un inmenso falo, gracias al fenómeno de la falización. Luego entonces, la
conversión “se trata de un fenómeno de falización del cuerpo no genital y, simultáneamente,
de desafección del cuerpo genital.” Es como si el cuerpo lo representáramos por
la forma de un círculo, pero con un hueco en medio, ese hueco sería la zona
genital no investida de libido, por lo que sufre de inhibición, a diferencia de
lahipersexualidad del resto del círculo, es decir del cuerpo.
“El histérico vive su sexualidad en todas las partes de cuerpo, menos donde
tendría que vivirla”. Para preservar su falo, ya que no quiere perderlo, ante
la angustia de castración; transfiere esa angustia al cuerpo no genital,
anestesia el cuerpo genital y asi para preservar su falo, ya que se inhabilita
este, no podrá llegar a un goce abierto que pueda lastimarle o ponerle en
peligro. El histérico ha pasado a ser el falo mismo que sufrirá de un narcisismo
en demasía, ya que cualquier estímulo provocará una erotización excesiva. Mis
disculpas por que creo que estoy dándole muchas vueltas al asunto, pero me ha
costado trabajo comprender del todo esto, y cada que explico aquí con
diferentes palabras, se me aclara un poco mas el asunto y espero que a quien
lea esto también le facilite mas la comprensión toda esta redundancia.
El capítulo “El útero en la histeria: un fantasma fundamental”, para mi es algo
nuevo en cuanto al tema de neurosis histérica, aunque acabo de recordar que
histeria proviene del griego ὑστIρα que significa útero.
Y ahora que lo pienso sQué tendría que ver la histeria con el útero?, pero
habiendo leído este capítulo varias veces, y mas o menos tengo una idea, y es
que el histérico se identifica con el útero. Pero iré en orden, se supone que
de la mano del fantasma de castración está también el fantasma fundamental, en
el quela escena es la siguiente: “un hombre y una mujer con sus cuerpos
enlazados conciben un hijo sin ninguna penetración genital”. El histérico no
solo representaría a los actores de este sueño (virgen inmaculada y padre todo
poderoso) sino que sobretodo también va a ser “el lugar contenedor de este
encuentro procreador y divino”. He aquí la identificación primordial, la de
encarnar al útero como ese órgano hueco que va a contener el encuentro real en
el que se genera la vida. Luego todo se presenta “como si el histérico se
identificara con el útero según los dos estados que adopta este órgano en sus
sueños”. Puede darse la identificación en el fantasma de castración con el
órgano que se encuentra en amenaza de mutilación al producirse la penetración
sexual, ya sea la penetración del hombre o el ser penetrada en la mujer, por lo
que se pasa asi el histérico a constituirse como el falo (útero), y en el
fantasma fundamental puede identificarse siendo ese contenedor ideal, que dará
cabida al encuentro feliz y divino de un hombre y una mujer sin sexo. “El
histérico se identifica, por lo tanto, con dos clases de útero-falo”.
Además se dice que estos neuróticos son bisexuales, por que en su universo
histérico no hay oposición de sexos, la mujer se confunde con el hombre, pero
si muy bien refuta esto Nasio, aseverando que los histéricos hallándose fuera
del sexo, son extrasexuales, ya que estan encarnando“el contenedor de una unión
sexual procreadora y sin penetración” (el útero). Como ya habíamos dicho en las
primeras páginas un histérico ignora si es hombre o mujer, de hecho “El
histérico es histérico porque no ha logrado tomar para sí el sexo de su
cuerpo”. Luego entonces, para Nasio es inconcebible hablar de una histeria
femenina y una histeria masculina, como aquellos autores que le siguieron a
Charcot afirmaban; pues el problema de la histeria va a recaer en esta
“imposibilidad de asumir psíquicamente un sexo definido”. Por lo tanto si dicen
“histeria femenina”, hablaríamos de una contradicción, por que si la palabra
histeria viene representando a la imposibilidad para definir el sexo, el
adjetivo femenino ya está decidiendo aquello que no se puede decidir en la otra
palabra, histeria.
Concluyendo con esta investigación de la neurosis histérica basada en el
escrito “El dolor de la histeria” (1992), no hay que olvidar después de todo lo
dicho que el fantasma angustiante de castración no solo es el causante del
sufrimiento neurótico, es también una protección, un escudo seguro contra
cualquier eventual acercamiento al goce máximo.
Para terminar, el origen de la histeria puede resumirse así según Nasio: el
deseo conduce al goce, el goce suscita el fantasma, el fantasma contiene la
angustia y la angustia, por último, se transforma en sufrimiento.
Bety Azpe Tinoco
4/12/09