¡Dios te esta
llamando Respóndele!
Es vocación el mundo que Dios creo de la nada, es vocación el
aliento vital que Dios soplo en Adan y Eva, es vocación el
llamado de Abraham, Padre de la Fe, es vocación la misión de los
profetas, mensajeros de Dios, es vocación la misión liberadora de
Moisés, Dios dio una vocación especial al pueblo hebreo; Juan el
Bautista preparo la venida del que seria el Gran Salvador. Vocación es
la de María, Virgen y madre, vocación la de José, hombre
justo, vocación es la de los apóstoles, pescadores
de hombres. La vocación de la iglesia a la santidad, vocación a
la vida familiar cristiana, vocación al
servicio de Cristo. Un niño, un joven, un anciano, un hombre, una mujer,
un papa, una mama, un adolescente, un catequista, un asesor, una
religiosa, un sacerdote, todos reciben un llamado único y propiamente de
Dios……..¡Dios te esta llamando Respóndele!
Dios nos llama de muchas maneras. Y hay muchas formas
de servirle a Dios. Por tanto el nos ha dado una vida llena de vocaciones para
poder descubrir y servirle con amor.
La vocación es grande y de gran manera un
servicio vivo, mas aun cuando el centro
de toda vida sera Cristo Jesús como
salvador,
maestro y amigo.
La vida entendidacomo vocación es por ello, la única
concepción que hay de la vida como algo vivo. Fuera
del amor no hay vida humana. Cualquier otra concepción de la vida
reduce esta a algo mecanico, rutinario. Desde el llamado que Dios hace, la vida se convierte por el
contrario en una gran aventura. La conciencia de que la vida es un don, El amor es por tanto la vocación fundamental
e innata de todo ser humano.
La Vocación
¿Qué seré en esta vida?
Hay una experiencia que compartimos todos los seres humanos,
todos nos hacemos preguntas. A todos nos inquieta el
futuro, nuestro futuro, mi futuro. Me gustaría
tenerlo todo claro, todo decidido, todo conseguido, pero la verdad es que no es
así. En nuestra vida hay innumerables dudas. Pero entre todas
ellas, hay una que posiblemente sea la que mas nos aprieta:
¿Qué seré?
¿A qué me dedicaré en la vida para
conseguir mi mayor objetivo, que es ser feliz?
¿Qué tengo que hacer para llevar a cabo los deseos y anhelos
mas íntimos de mi corazón, incluso aquellos que
seguramente no me he atrevido a contar a nadie?
Todos necesitamos encontrar el sentido de nuestra vida, es
decir, aquellos ideales por los que yo me decido libremente, y los convierto en
mi razón fundamental paravivir y para actuar. La
consecución de esos ideales se convierte para mí en apasionante
motivo para luchar, esforzarme y superar las dificultades. Conseguirlo
me hace feliz, da sentido a mi vida.
Pero esta búsqueda no siempre es facil.
Hay momentos en los que lo tenemos todo muy claro, pero en otros la
confusión nos invade. Muchas personas se rinden en el camino y se
conforman con encontrar pequeñas satisfacciones al momento actual y
renuncian a construir un proyecto de felicidad, pero también es cierto
que otros muchos, con tenacidad y constancia intentan caminar entre las dudas,
y encuentran la luz.
Y en esta búsqueda los cristianos sabemos que no estamos solos. Dios,
que no es una idea, ni un concepto, ni un mito; sino que, como dice el
Catecismo, es nuestro Padre, vivo real y presente en la historia de los
hombres, es quien nos ha llamado a la vida, y quien en el fondo ha puesto en
nuestro corazón esas semillas de inquietud por conseguir unos ideales.
Por eso, caminar con ese empeño nos hace
felices, porque en el fondo es hacer fructificar las semillas depositadas por
nuestro Padre en nosotros. Es responder a vocación a
la que Dios nos llama.
Porque la vocación es eso, la llamada que Dios, que es Padre,nos hace a
cada uno de nosotros a vivir nuestra vida según el proyecto que nos
ofrece a cada uno de sus hijos
Lo que yo haga en esta vida ¿no es sólo asunto mío?
Cada uno de nosotros no estamos en el mundo por casualidad.
Dios nos llama personalmente a cada uno a vivir en este
mundo, con un proyecto mas grande, llegar a vivir la plenitud junto a
Él.
Por el Sacramento del Bautismo somos hijos amados de
Dios. Por tanto podemos llamar a Dios, Padre; y a todos los demas
hombres y mujeres, les reconocemos como hermanos. El bautismo es una
llamada a formar parte de un Pueblo,
el Pueblo de Dios; a vivir como
Comunidad, no vamos por libre y en solitario; a formar parte de la Iglesia,
cuya cabeza es el mismo Cristo, el primer llamado y el que ha vivido la
vocación de una forma mas perfecta.
Si somos capaces de valorar nuestra vida como regalo de Dios, regalo
único e irrepetible, seremos capaces de reconocer que la fe es un nuevo
regalo que nos ofrece nuestro Padre. Entonces seremos capaces de salir al
encuentro de Cristo, que se ha hecho hombre para encontrarse con nosotros y
manifestarnos el amor de Dios a sus criaturas. Este encuentro nos hara
descubrir que a cada uno de nosotros Cristo nos llama a una misión,llevar a mis hermanos la Buena Nueva de la
salvación. Como
en otro tiempo hizo con los Apóstoles, hoy nos dice a nosotros, 'Id
por todo el mundoAnunciad el Evangelio de la salvación a vuestros
hermanos.Sed mis testigos'.
La vocación cristiana es la llamada de Cristo a
seguir su misión, esto es, a ser Sal de la tierra y Luz del mundo
El Papa Juan Pablo II ha dicho que 'toda vocación cristiana
encuentra su fundamento en la elección gratuita y precedente de parte del Padre. Él,
como podemos leer en la Carta a los Efesios, nos eligió en Cristo para
que fuéramos su pueblo él nos destinó a ser adoptados
como hijos suyos, por medio de Jesucristo. La historia de toda vocación cristiana es la historia de un inefable dialogo entre
Dios y el hombre, entre el amor de Dios que llama y la libertad del hombre que responde
a Dios en el amor'.
¿Cómo puedo saber qué quiere Dios de mí?
Para ser 'sensibles' a la
vocación es necesario 'estar en la onda de quien nos llama',
esto es:
Descubrir que Dios es nuestro Padre. Dios no es un
concepto, una idea, una fuerza anónima o un elemento de la
mitología mas o menos fantastico. Dios, así nos lo vemos
en el Antiguo Testamento y así nos lo presenta Jesús, es un ser
personal,vivo, que ama y dialoga con sus criaturas. Y a quien en presente le presentamos nuestras súplicas, le
damos gracias y le sentimos cerca.
Profundizar en el conocimiento de Jesucristo; tomar la determinación de
seguir sus huellas, abriendo nuestra vida a la salvación y vivir la fe cristiana, es decir, vivir comprometidos con Cristo
Jesús y fiandonos plena y gozosamente en él.
Es necesario ser sensibles a los problemas de nuestros semejantes, problemas
materiales como la pobreza, la marginación o la injusticia, pero
también problemas espirituales como pueden ser el hambre de Dios o la
falta de valores, con la seguridad de que en nombre de Jesús
también nosotros podemos tener una palabra o un gesto eficaz de
salvación para nuestro mundo. Con todo lo que hemos dicho resulta
facil afirmar que todo proyecto de vocación cristiana
pasa por pertenecer a la iglesia, es decir, formar parte de una comunidad de
hombres bautizados, hombres y mujeres que han aceptado el proyecto de
Jesús en sus vidas y se esfuerzan por vivirlo cada día de forma
mas plena.
En nuestra Iglesia, ademas, cada uno tenemos un
puesto único. Dios acostumbra a llamar por nuestros
propios nombres. Cada uno tenemos una responsabilidad.
Cada uno debemospreguntarnos:
Señor, ¿qué quieres que haga?
La Iglesia tiene una misión de salvación en el mundo. Pero cada cristiano vive esa misión de una forma concreta
según la llamada de Dios. Así lo dijo san Pablo en su carta a los Efesios (Ef. 4,11-13).
De acuerdo, yo quiero seguirte; pero ¿por
dónde? En la Iglesia existen tres caminos de realización
de la gracia del Bautismo. Tres
vocaciones necesarias para la vida de la misma. Tres caminos de
realización cristiana:
¿Cual es mi vocación?
¿Dónde y cómo podré servirte a ti
y a los demas mas y mejor?
La vocación es llamada de Dios. Pero hemos de tener la valentía
de ponernos ante Él y preguntarle cual es su voluntad.
La mayor alegría de un cristiano es poder decir
un día: 'Gracias, Señor, por encontrar mi
vocación', pues en definitiva ha encontrado su forma concreta de
realización.
¿Qué vocación? Eso es cosa tuya y
de Dios, pero no olvides que ya hay muchos jóvenes (y algunos no tan
jóvenes) que te estan diciendo:
¡SOY FELIZ!
¿Y tú?, ¿has empezado a buscar?,
¿has encontrado tu vocación?, ¿TE HAS DECIDIDO?
Pero, sobre todo, no lo olvides, ANIMO, pues el resultado de tu
búsqueda es tu camino para alcanzar la felicidad, y seguramente la de
muchos mas!