Aunque su origen ha sido objeto de las mas diversas especulaciones,
parece existir un mayor acuerdo en considerar que nació en Génova
en una fecha indeterminada entre el 25 de agosto y el 31 de octubre de 1451,
hijo de Domeneghino Colombo y Susanna Fontanarossa. Es
posible también que no fuera el primogénito, falleciendo sus
hermanos mayores. Tenía ademas dos
hermanos pequeños, Bartolomé, uno o dos años mas
joven, y Diego. Su familia, sin ser rica, poseía cierto acomodo,
debido al negocio de telares que el padre ostentaba y a los ingresos
complementarios que procuraba un pequeño
comercio de quesos.
La infancia de Colón, como su fecha y lugar de
nacimiento, también aparece envuelta en nebulosa. El mismo Almirante
señala que desde muy joven aprendió el oficio de la mar, sin duda
alentado por el caracter marinero de la ciudad de Génova y la
ebullición del
comercio mediterraneo que inundaba la ciudad. Parece ser que a los
dieciocho años estuvo al servicio del corsario francés
Guillaume de Casenove, quien asediaba las naves venecianas que comerciaban con
Flandes por el Atlantico, hacia 1470. Un episodio mejor documentado
refiere que Colón formó parte de la tropa que, al mando de Renato
de Anjou, nombrado heredero de la reina Juana de Napoles, se
enfrentó a Alfonso V de Aragón y posteriormente a Juan II. Una
tercera referencia, algo mas dudosa, aparece en un
documento que habla de un corsario que en 1473 asoló lascostas
valencianas y catalanas. Por último, se sabe que
Colón participó en una flota genovesa que hacia 1474-75
salió en defensa de la isla de Quíos, asediada por los turcos, en
donde los genoveses adquirían la goma. Un
año mas tarde Colón aparece formando parte de una flota
genovesa que se dirige a vender la goma de Quíos en los puertos de Inglaterra, Portugal y Francia. Siendo atacada
por el corsario Casenove, el barco en el que Colón viaja naufraga y
éste puede alcanzar a nado la costa de Portugal, asentandose en
Lisboa, donde existe una amplia colonia genovesa. Es en
Lisboa donde Colón conocera a su mujer, Felipa Moniz de
Perestrello, de familia noble y afamada. Durante estos años,
Cristóbal Colón se dedicó al comercio y hubo de tratar con
gentes marineras, que a buen seguro contarían historias sobre la
existencia de tierras mas alla del mar, sobre
extraños objetos o troncos encontrados flotando y sobre naufragios en
costas alejadas y desconocidas hasta entonces.
En esta misma época (1481), Colón viaja a la costa oeste africana
como
miembro de la expedición de Diego d´Azambuja y a Inglaterra,
portando productos desde Génova. El mismo Almirante declara, aunque
algunos autores lo ponen en duda, que pudo haber
tocado las costas de Islandia. No cabe duda de que todos estos viajes
otorgaran a Colón una acreditada experiencia en las artes de
navegación, así como un vasto conocimiento de la
geografía de la época.
En la mentalidad decientíficos y navegantes de finales del siglo XV
existen ya diversas ideas y concepciones que dan pie a la creencia de
Colón en una ruta occidental hacia las Indias de la especiería
-el oriente asiatico- mas corta y ajena al peligro que suponen la
piratería y los turcos. El Mediterraneo es por aquel entonces un mar demasiado estrecho y peligroso, donde naciones
enemigas y piratas de toda clase dificultan o impiden la ruta que lleva hacia
los ricos países orientales productores de especias y productos
exóticos. Unos siglos antes, Marco Polo, entre otros, abrió el camino
de la larga travesía hacia Catay, demostrando ademas el beneficio
económico que, no obstante el largo y peligroso viaje, puede deparar una
carga de mercaderías traída desde Oriente. La ruta occidental por
mar, mas segura que la travesía terrestre y mas
rapida que la marítima bordeando el sur de Africa, ya
explotada por los portugueses, se convierte a mediados del siglo XV en un foco
de especulaciones, configurandose paulatinamente en una creencia cierta
sobre la que cada vez se acumulan mas datos. Toscanelli, en cuyas
afirmaciones creera Colón, no sólo piensa que debe existir
una ruta occidental que libre del peligro de los turcos, sino ademas
fija la distancia de la ignota isla Antilla del Atlantico con la isla de
Cipango (Japón) en 2500 millas. El mismo
científico transmite a Colón por carta sus impresiones.
El viaje de Colón a los nuevos territorios no debe
explicarse comoun hecho aislado o fruto de la mera casualidad. Desde
algunos siglos antes se vienen produciendo diversos antecedentes que preparan
el camino para la gran navegación transatlantica. Un antecedente claro sitúa a los vikingos tocando la
costa americana
hacia el año 1000.
En el mundo ibérico, las navegaciones exploratorias cada vez son
mas frecuentes, contribuyendo a crear un corpus
de información geografica y astronómica e incorporando
nuevos territorios a los ya conocidos. Las innovaciones y mejoras
técnicas o las incorporaciones de adelantos procedentes de otras
culturas, como
el astrolabio, facultan a las naves de los reinos ibéricos para realizar
grandes travesías.
Desde el siglo XIII la acumulación de conocimientos, ademas del empuje demografico y
el dinamismo económico, parecen actuar a favor del descubrimiento de nuevas tierras. En
1415 Enrique el Navegante fundó en Sagres un centro
de estudios cartograficos y nauticos, que recogía las
noticias y hallazgos procedentes de las exploraciones del litoral africano. Unos
años mas tarde, Juan II de Portugal instauró la Junta dos
Matematicos, encargada de elaborar tablas de navegación basadas
en los conocimientos mallorquines y catalanes sobre el Mediterraneo.
El convencimiento de Colón en la posibilidad de establecer una ruta
oceanica occidental pudo basarse, también, en las conversaciones
que supuestamente mantendría con marineros tanto en el Puerto de Santa
María como en Murcia,que asegurarían haber conocido costas
lejanas tras ser arrastrados por el temporal.
El dinamismo portugués en cuanto a sus exploraciones
por Africa, fomentadas desde la corona, es una cuestión conocida
en la época. En 1484 Diego Cao es premiado por el rey Juan II por
sus exploraciones africanas, lo que sin dudad anima a Colón a presentar
su proyecto a la corte portuguesa. Solicita al rey la equipación de tres
carabelas con vituallas y mercaderías para comerciar, ser armado
caballero y Almirante y Gobernador de los territorios descubiertos y
adjudicarse un diez por ciento del beneficio económico que se obtenga de
las nuevas tierras y participar con un octavo en cada barco que comerciase con
los países hallados. La negativa del monarca a secundar la
operación parece provocada por estar inmerso en las exploraciones
africanas, convencido de estar ya en la mejor ruta hacia oriente -la africana-,
y comprometidas las arcas reales en la empresa. Posiblemente,
una vez rechazado el proyecto, pudo enviar una carabela que, tras seguir las
indicaciones dadas por Colón, debió de volver de vacío.
En los inicios de 1485 Colón pierde a su esposa y
abandona Portugal,
quién sabe si por deudas o acusado de conspirar contra el rey. Lo
cierto es que su hermano Bartolomé ofrece el proyecto a
Enrique VIII de Inglaterra, quien también lo rechaza. Parte entonces
Cristóbal Colón hacia Palos, para ofrecer su plan a los reyes de Castilla y Aragón. Eldesembarco en Palos
hubo de hacerse a causa de las noticias que circulaban en la localidad,
conocidas de Colón, acerca de un viaje del piloto Alonso
Sanchez de Huelva hacia el occidente atlantico. Se supone que el
prior de La Rabida, fray Juan Pérez, y el cosmógrafo fray
Antonio de Marchena pudieron entregar el diario y una carta de ruta del piloto,
que pudo usar Colón en su primer viaje.
A través de diversos personajes interpuestos tienen
noticia los Reyes Católicos del proyecto de Colón, siendo
recibido por estos en Alcala de Henares
el 20 de enero de 1486. Aparte de las ganancias económicas, la
idea de Colón reunía en sí misma grandes aspiraciones del
mundo cristiano de la época, como el comercio directo con Oriente, el
contacto con los misteriosos reinos cristianos del Preste Juan y el remate al
ideal de Cruzada con la toma definitiva de Jerusalén. Valedores de
Colón fueron fray Juan Pérez y el contador mayor, Alonso de
Quintanilla, quines consiguieron que una junta consultiva se reuniese en
Córdoba para examinar sus ideas. Posiblemente fue el
confesor de la reina Isabel, Hernando de Talavera, quien, contrario al
proyecto, fomentó la negativa de la junta. Parece, ademas,
que otras razones incidieron en el rechazo a apoyarlo, fundamentalmente la
guerra establecida con el reino nazarí de Granada y las desmesuradas
peticiones de Colón, ciertamente inéditas en la época.
Entre tanto se delibera en la corte de Isabel y Fernando,
BartoloméColón ha pasado a Francia, donde ofrece el plan de su
hermano a Ana de Beaujeu, regente durante la
minoría de edad de Carlos VIII. En Francia tampoco se
prestara demasiado crédito al proyecto.
Las deliberaciones en la corte castellana duraron varios años, durante los cuales Colón no obstante fue mantenido
por indicación de la Corona.
Son años en los que Colón va ganando
adeptos en la corte, como
fray Diego de Deza, o Medinaceli, en cuya casa se alojó por dos
años.
Una nueva negativa de la corte le empujó a marchar de España,
pasando antes por La Rabida. Desde aquí fray Juan Pérez
hace un último intento, escribiendo una carta a
la reina Isabel, como resultado de la cual
Colón es llamado a Santa Fe (Granada) para empezar a
negociar. En este punto la intervención de Luis
de Santangel, escribano de ración de la corona de Aragón,
resulta crucial, pues persuade a la reina de la viabilidad y conveniencia del proyecto. La
negociación finaliza el 17 de abril de 1492, dando lugar a las
Capitulaciones de Santa Fe.
En ellas se determina que Colón y sus herederos ostentaran el
cargo de Almirante en todos los territorios que pudiera descubrir, cobrando el
quinto de las mercancías; se le nombra también virrey y
gobernador de las tierras descubiertas, con poder para nombrar funcionarios;
recibira la décima parte de los tesoros conquistados o adquiridos
y ejercera de juez en cuantas cuestiones comerciales se pudieran
suscitar; podra participar con unoctavo en cualquier expedición
comercial que se emprendiese, obteniendo así un octavo de los
beneficios. Se equipara así a Colón en rango con el Almirante de
Castilla, con los mismos privilegios y mercedes, y su hijo Diego es nombrado
paje del
príncipe don Juan. Las pretensiones de Colón son inusitadas para
la época, pues aparte de exigir un alto porcentaje sobre los beneficios
de la empresa, sus aspiraciones políticas le convertirían de
hecho en el segundo dignatario de Castilla tras la reina. Sus pretensiones son
mas desmesuradas aun considerando que se trata de un
advenedizo, un extranjero apenas llegado que presenta un plan supuestamente
inconcebible. El acuerdo con los reyes de Castilla y
Aragón indica, por tanto, que en la mentalidad y conocimientos de la
época ya estaba la posibilidad de realizar un viaje así. Ademas, juega a favor de Colón el hecho de que la
toma de Granada
ha acabado, lo que permite a los Reyes distraer su atención hacia otros
asuntos y dedicar recursos al nuevo proyecto.
El 30 de abril de 1492 los reyes envían una
misiva a Palos en la que ordenan la construcción de dos carabelas que
pondran al servicio de Colón, como pago o castigo contraído con
anterioridad. El mismo Colón se desplaza a la localidad para formar la
tripulación, encontrando reticencias hasta que interviene fray Juan
Pérez y se enrola el afamado marino
Martín Alonso Pinzón, ofreciendo una carabela propia. Con él se enrolan también sushermanos Francisco
Martínez y Vicente Yañez Pinzón y el piloto Juan de
la Cosa. Armadas las carabelas Pinta, Niña y la nao
Santamaría, salen del puerto la madrugada del 3 de agosto de 1492,
dirigiéndose a Canarias, donde arribaran mas tarde.
Aquí repostan y hacen las oportunas reparaciones, tras lo que parten en
dirección oeste. La duración de la travesía comienza a
impacientar a la tripulación, surgiendo amagos de sublevación que
son atajados por Colón mintiendo sobre la distancia recorrida y
prometiendo regalos. La situación comienza a ser desesperada cuando
Rodrigo de Triana avistó tierra el 12 de octubre, habiendo llegado a la
isla Guanahaní (San Salvador, Watling). Durante este
viaje realizó ademas exploraciones durante tres meses por otras
islas cercanas, a las que bautizó como
Juana (Cuba)
y La Española (Haití). En ésta parece ser que tuvo el
primer contacto con un jefe nativo, Guacanagari, quien
le regaló objetos de oro. En la Nochebuena de 1492 la Santa María
embarrancó, lo que persuadió a Colón de aprovechar sus
restos para construir un fuerte ('Navidad')
donde quedarían algunos miembros de la expedición, para amistarse
con los indios y establecer una colonia. Separada la Pinta tras la
insubordinación de Martín Alonso Pinzón, quien se había
ido a explorar la mítica isla de Babeque, Colón parte con la
Niña hacia España el 2 de enero de 1493, llevandole las corrientes
a Lisboa. En esta ciudad, Juan II alega que las nuevas tierras sonsuyas, en
función del
tratado de Alcaçobas, lo que generara una polémica que no
quedara saldada hasta la intervención del papa Alejandro VI y el acuerdo
establecido por el Tratado de Tordesillas.
Vuelto a España, los reyes le reciben en Barcelona. Colón les trae presentes y lleva consigo a seis indios.
Son los primeros indígenas bautizados, encargando los reyes
a Colón emprender un nuevo viaje en el que llevara consigo a fray
Bernardo Boyl y otros religiosos para convertir a la población. El
segundo viaje cuenta ya con un ingente despliegue de
medios, lo que indica un interés colonizador. Se preparan mil quinientos
hombres y diecisiete barcos cargados con vituallas y provisiones tanto para
mantenerse como
para fundar establecimientos permanentes. Entre los viajeros figuran el hermano
de Colón, Diego, Ponce de León, fray Antonio de Marchena, Alonso
de Ojeda, Juan de la Cosa, Pedro Margarit, etc. El regreso al fuerte Navidad es
desolador, encontrando sólo restos que indican un
ataque indígena y disensiones de los españoles, algunos de los
cuales habrían partido a la región del cacique Caonabo con la esperanza de
encontrar oro.
El 6 de enero de 1494 se fundó la primera ciudad, La Isabela, en un
lugar malsano que provocó que fuera abandonada dos años
mas tarde, fundando Santo Domingo a instancias de Bartolomé
Colón.
Entre tanto, continuó Colón realizando exploraciones, convencido
de estar ante las puertas de los reinos del GranKhan. Así, reconoce por completo La Española y explora Cuba, Jamaica y algunas islas menores.
Tras dejar a Francisco Roldan como Alcalde Mayor de la Isabela,
emprendió el viaje de regreso a España. Surgió
entonces el conflicto entre Roldan y Diego Colón, que
provocara la primera sublevación. Los desórdenes
producidos llegan a oídos de la corona, quien envía un visitador para investigar. Como resultado, se presentan acusaciones contra Colón, que son
ignoradas por los Reyes.
El 30 de mayo de 1498 parte Colón por tercera vez, con una flota de seis
barcos y seiscientos hombres. Durante esta expedición realizó
nuevas exploraciones, como
las de la isla Trinidad, el golfo de Paria, en el continente americano,
Asunción (Tobago) y Concepción (Granada), Margarita y Cubagua. A su regreso a
La Española siguen los problemas generados por Roldan y otros
españoles, contestadas por Colón con actuaciones soberbias y
despóticas. Como
resultado, la corona envió a un nuevo
investigador, Francisco de Bobadilla, cuya autoridad negó Colón,
por lo que fue encadenado y enviado preso a la Península. La
protección real, aunque con algunas reservas, le procuró ser
absuelto y que se nombrara un nuevo investigador en
sustitución de Bobadilla, esta vez Nicolas de Ovando.
Para evitar conflictos, los Reyes prohibieron a Colón tocar La
Española en su cuarto viaje, emprendido el 11 de mayo de 1502 junto con
su hermano Bartolomé y su hijo Hernando, tocando las islasCaribes, Santa
Lucía o Martinica, Santa Cruz, Puerto Rico, Honduras. El viaje
resultó descorazonador, pues el paso hacia las Indias, en el que
Colón aun creía firmemente, no aparecía por ninguna parte.
Parece ser que las penalidades y el caracter altivo de Colón
empujaron a la tripulación a rebelarse, a lo
que se sumó una fuerte tormenta y el mal estado de las naves. De vuelta a España, Colón ha de ocuparse de hacer valer
sus derechos, pleiteando con la Corona.
A pesar de habérsele reconocido algunas mercedes, la
situación interna de los reinos ha cambiado profundamente, tras fallecer
la reina Isabel. Las reclamaciones al rey Fernando no son atendidas como
quisiera, encontrandose éste en una difícil coyuntura
política por la posible llegada al trono de Felipe el Hermoso. No
obstante, Colón aun conserva algunas amistades entre los personajes
influyentes de la corte, como Diego Hurtado de Mendoza o
Cisneros.
Entristecido y melancólico, Colón ve
próxima su muerte, dictando testamento a favor de sus hijos, hermanos y
de Beatriz Enríquez de Harana, mujer con la que compartió parte
de su vida y madre de su hijo Hernando. El 20 de mayo de 1506 muere
aquejado de gota y otras enfermedades en la ciudad de Valladolid, sin conocer
que en su exploración había dado con un continente desconocido
hasta entonces por los europeos de su época y al que se dara el
nombre de América, fruto de un equívoco al asignar su
descubrimiento a Américo Vespuccio