La llegada de los europeos a América fue
anticipada por presagios y profecías de origen
azteca e inca. De los aztecas han llegado hasta
nosotros fragmentos escritos. En el caso de los incas,
que no tenían escritura, las noticias provienen de la tradición
oral indígena y de los testimonios que dejaron los cronistas de la
época.
La llegada de los españoles fue precedida por presagios y
profecías. Se anunciaban fenómenos naturales: rayos, cometas y
cambios en el color del Sol y la Luna. En
Panama los españoles comenzaron a explorar la costa del Pacífico hacia el sur. El hallazgo de piezas de
oro los animó a emprender nuevas expediciones.
En noviembre de 1532, Francisco Pizarro, con 200 hombres, llegó a
Cajamarca, donde acampaban 30.000 incas al mando del emperador Atahualpa.
Pizarro convenció al jefe inca para parlamentar
y lo tomó prisionero. Al ver a su soberano cautivo,
muchos soldados se dejaron matar sin defenderse. La orden de Atahualpa
de matara Huascar, que dominaba el sur del imperio, facilitó la
alianza entre grupos incas y los españoles. Finalmente, en noviembre de
1532, Pizarro entró al Cuzco, capital del imperio, y reconoció como emperador a un
miembro de la nobleza inca. De este modo, Pizarro
obtuvo el apoyo de un sector de la sociedad conquistada.
En 1535 Pizarro fundó Lima, la Ciudad de los Reyes. La ciudad fue
establecida cerca de la costa para asegurar las comunicaciones con las otras
tierras de españoles, situadas sobre el Pacífico, y
también por temor a instalarse en una región tan aislada como la
del Cuzco.
La invasión europea produjo un tremendo impacto
entre los pueblos que habitaban América. Para estas sociedades que
habían vivido aisladas del Derrocamiento de la monarquía isabelina y educación[editar
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En 1868, siendo aún un niño, su madre fue destronada por la
Revolución de 1868 (conocida como
La Gloriosa), obligando a la Familia Real a partir hacia el exilio; los reyes
se instalaron por separado en París. La salida a Europa del joven
príncipe supuso una experiencia inestimable, al encontrarse así
con otros sistemas políticos como el francés, el
austríaco o el britanico. De hecho, Alfonso fue
el primer príncipe de Asturias
que se formó en centros educativos y militares extranjeros.
El primero de ellos fue el colegio Stanislas, en
París. El 29 de septiembre de 1869, la familia se trasladó
transitoriamente a Ginebra, donde ademas de recibir clases particulares,
el príncipe Alfonso acudió a la Academia Pública de la
ciudad cantonal. Comocontinuación de su
educación se eligió la Real e Imperial Academia Teresiana de
Viena. Por último asistió a la Academia
militar de Sandhurst, en Inglaterra. En
este país el futuro rey conoció de
primera mano el constitucionalismo inglés.
De la correspondencia de Alfonso con su madre la Reina durante
todas sus estancias en los distintos colegios y academias, se pone de
manifiesto la relativa estrechez económica en que se movía la
Familia Real en esos años.
El 25 de junio de 1870, su madre, Isabel II, abdicó sus derechos
dinasticos, en un documento firmado en París, en favor de su hijo
Alfonso, que pasaba así a ser considerado por los monarquicos
como el legítimo rey de España.
Mientras tanto, en España se sucedían distintas formas de
gobierno: el Gobierno Provisional (1868–1870), la monarquía
democratica de Amadeo I (1870–1873) y la I República
(1873–1874). Ésta fue liquidada en el mes de enero por el golpe de
estado del
general Pavía, y se abrió un segundo período de gobiernos
provisionales. Durante esta etapa histórica (el Sexenio
Democratico), la causa alfonsina estuvo representada en las Cortes por
Antonio Canovas del Castillo.
Estatua ecuestre de Alfonso XII en Madrid (Mariano Benlliure, 1909).
Acceso a la corona[editar · editar
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Monumento a Alfonso XII en el Parque
del Retiro, Madrid.
El 1 de diciembre de 1874, Alfonso hizo público el Manifiesto de Sandhurst,
presentandose a los españoles como un príncipe católico,español, constitucionalista, liberal, y deseoso de
servir a la nación.
El 29 de diciembre de 1874 se produjo la restauración de la
monarquía al pronunciarse el general segoviano Martínez-Campos en
Sagunto (Valencia) a favor del acceso al trono del príncipe Alfonso. En
aquel momento, el Jefe del Estado era el general
Serrano. El Jefe del Gobierno era Sagasta. En enero de
1875 llegó a España y fue proclamado rey
ante las Cortes Españolas.
Su reinado consistió principalmente en consolidar la monarquía y
la estabilidad institucional, reparando los daños que las luchas
internas de los años del
llamado Sexenio Revolucionario habían dejado tras de sí,
ganandose el apodo de «el Pacificador». Se aprobó la
nueva Constitución de 1876 y durante ese mismo
año finalizó la guerra carlista, dirigida por el pretendiente
Carlos VII (el propio monarca hizo acto de presencia y acudió al campo
de batalla para p
resto del
mundo, los europeos representaban algo totalmente desconocido. Toda su vida cambió a partir de la conquista. Su
organización económica, social y política, sus creencias
religiosas, su visión del mundo y las costumbres de su
vida cotidiana, se derrumbaron.