ANTECEDENTES HISTORICOS DE LOS ARROYOS DE BARRANQUILLA
Los arroyos de Barranquilla
han existido desde siempre y a través de la
historia, se han vinculado con el desarrollo urbanístico de la ciudad.
De acuerdo con la tradición recogida por Domingo Malabeth, se da por
sentado que para la época del nacimiento de la ciudad las barrancas en
que se estableció estaban separadas por arroyos poderosos que bajaban
las aguas de la sierra del noroeste y las de los altos areniscos del viejo
camino de Soledad, hacia una gran ciénaga espaciosa, comunicada con el
río [1].
La ciénaga, que tenía su borde occidental en lo que hoy es la
plaza de Bolívar y con anchura probable desde la carrera del Cuartel,
hasta mas alla de la plaza de la Tenería, recibía
tributo del extinguido caño de Soledad y era una especie de lago que
tenía gran caudal de aguas profundas, había sido primero parte
del mar y antes de la formación del terreno conocido hoy como La Loma,
era parte del Río Magdalena. Cuando La Loma, completó su
formación, quedó siendo un brazo del río que
recibía sus aguas en cercanías de Ponedera para arrojarlo otra
vez al río por el caño de la tablaza. [2]
Las tierras altas del occidente, y parte de
las del
suroeste vertían sus aguas a la ciénaga, a través de un
gran arroyo que bajaba por el callejón de Progreso, cruzando por la
Calle Ancha (llamada así por el arroyo que se formaba en su centro)
hasta la laguna. La existencia de la ciénaga, explica la forma irregular
de los callejones formados en la bandaoriental de la Calle del
Comercio y la banda occidental de la Calle Real.
Los arroyos también han tenido que ver con la
movilidad de sus habitantes, la comunicación con las poblaciones vecinas
y especialmente, con la creación de algunos caños. En un escrito publicado en 1872 se afirma:
' hacia el año 1687, cuando aún no se había
formado la faja de terreno conocida hoy como
Barranquillita, la ciénaga fue parte de la ribera occidental del
Río Magdalena Cuando los
depósitos de aluvión al solidificarse formaron La Loma, no
quedaron caños de comunicación con el río en frente de la
ciudad; apenas había algunas vertientes o desagües naturales,
formados por la presión de las aguas en las épocas de creciente, cuyos
nombres no ha conservado la tradición. Por consiguiente, la
acción natural de las aguas, no interrumpida o trastornada por ninguna
corriente transversal, tendía siempre a profundizar su cauce, ganando
fuerzas en cada invierno, para volver a arrojar al río los objetos
flotantes que éste introducía desde las cercanías de
Ponedera. Las necesidades del trafico hicieron sin
duda que los pueblos de la ribera occidental, aprovechando esas mismas
vertientes, establecieran una comunicación regular por el
cañón de Arriba, el de los Tramposos, el de Trupillos y el que
conducía a otros pueblos de la provincia. La desviación del río en el curso de
muchos años fue impulsada en épocas de sequía por las
enorme cantidades de arena, de escombros y de basuras que ha venido arrastrando
las aguas pluviales ensu atropellado descenso por el plano inclinado de la
población'[3].
Si bien en la época colonial 'la
comunicación entre las diferentes poblaciones no era problema, por el
buen estado en que ordinariamente se encontraban los caminos, y por la poca
distancia, que separaba cada población'[4], las inundaciones y la
formación de grandes arroyos ya impedía la movilidad de las
personas.
'El camino de Sabanilla a Soledad y Sabanalarga es provincial por su
naturaleza. Los nueve arroyos que lo cruzan
permanecen sin agua en el verano; pero en el invierno suelen crecer algunas
veces, hasta el punto de impedirse el
paso en algunos de ellos. Este obstaculo con
frecuencia desaparece al cabo de una hora y no faltan ocasiones en que han llegado a durar hasta por seis horas en los arroyos de
mas consideración. En el que existe entre esta ciudad y Sabanilla
hay un puente, el cual necesita de baranda. Los
demas no tienen puentes y es necesario que se destine una suma para
construirlos, pues es conveniente que en todo tiempo pueda transitarse, mucho
mas cuando por el expresado camino pasan diariamente mas de cien
personas'[5].
No existe información sobre los efectos de los arroyos en el periodo
republicano, pero de acuerdo con la hipótesis que promueve el
núcleo original de Barranquilla, entre el Paseo Bolívar y la
Calle del Comercio, los primeros habitantes de este sector, tuvieron muy
seguramente que enfrentar las corrientes de los arroyos Hospital, La Paz,
Bolívar, entre otros.
Probablemente en sus inicios,cuando las calles y avenidas no habían
entrado en proceso de pavimentación, la problematica de los
arroyos, no constituía un problema grave, puesto que en su recorrido,
las aguas pluviales escurrían sobre el terreno natural, siendo
“desgastados” por un proceso de infiltración que
repercutía en la disminución de su caudal y turbulencia.
A comienzos del siglo XX, cuando comenzaba la expansión urbana,
aparecieron las primeras quejas de los pobladores con dificultades para
trasladarse de un lugar a otro: 'Encontré las mismas calles que
conociera en mi niñez y en mi primera juventud, sin pavimento, a no ser
la arena blanca y gruesa que en la estación de las brisas azotaba al
transeúnte, llenando de polvo los muebles, y en el periodo de lluvia
convertíanse en ríos que era imposible atravesar a pie y
hacían peligroso el trafico de los vehículos de
rueda'.[6]
La ciudad esta plagada de nubes de arena y polvo durante cuatro a seis
meses de la estación seca, y con lodo y verdaderos ríos de agua
en las calles durante el periodo de lluvias. [7]
Aún en 1916, se escuchaban voces de protesta, un periódico de la
ciudad manifestaba que los andenes eran tan bajos, que las corrientes de agua
producida por los aguaceros se introducían en las casas, almacenes,
edificios y hoteles. Tal fue el caso del Hotel Colombia que tuvo que ser reparado en muchas
ocasiones por quedar averiado como
consecuencia de las continuas lluvias que azotaba al
país. [8]
Buscando una solución al problema, el Concejo Municipal autorizóa
la Junta de Fomento Municipal, encargada del embellecimiento de la ciudad para
que contratara los servicios de una firma extranjera que estudiara la
nivelación, desagües y pavimentación de las vías. [9]
Hacia el año 1920, cuando la ciudad contaba con 74.358 habitantes y una
area urbanizada de 300 hectareas, la Casa R.W.
Herbard&Company Inc. de Nueva York, presentó al Concejo Municipal
una propuesta de pavimentación y un programa de alcantarillado pluvial
valorado en $ 258.316[10]. La propuesta del alcantarillado pluvial, no se
desarrolló porque el municipio atravesaba por una difícil
situación económica. Años mas
tarde, comenzó el proceso de pavimentación, se incrementó
la construcción de viviendas, se fue impermeabilizando la superficie con
pavimento rígido y lo mas grave, no se conservaron los cauces
naturales de los arroyos.
En 1957, cuando la apropiación del espacio público ya era un
problema difícil para la ciudad [11], la Compañía Town
Planning Collaborative, establece el Primer Plan Regulador de la ciudad, con
base en la Ley 88 de 1947. En dicho plan recomienda la canalización de
algunos arroyos. El proyecto pretendía 'reordenar
el espacio físico y evitar en los sucesivo el caos urbano. Como todo proyecto,
estaba sujeto a los intereses políticos del momento, y encontró poca
receptividad. Aunque se aminoró el desorden, el
programa no solucionó en toda su dimensión el problema'[12].
El proyecto no se concretó por los costos de las
soluciones propuestas. A partir de aquí, ha
sidoesta la razón, para rechazar o posponer todas las soluciones
integrales o puntuales que en materia de arroyo se
presentaron.
En los años siguientes se realizaron varios estudios pero como siempre
la carencia de recursos económicos no permitió ejecutarlos, a
finales de la década del 50 y principios del 60, estudios e informes
realizados por Greeley and Hansen de Chicago, consultores de las Empresas
Públicas Municipales, se limitaron a solucionar el sistema de Acueducto
y Alcantarillado Sanitario.
Ante la imposibilidad de darle paso a soluciones integrales, comenzaron a ejecutarse trabajos puntuales, en los arroyos mas
peligrosos. En septiembre de 1962, se inaugura la primera etapa de
canalización del arroyo Rebolo Las Empresas Públicas Municipales
proponen en la década del 60 y 70 algunos estudios para solucionar la
problematica del arroyo Felicidad. En 1964, La AID, Agencia
Internacional de Desarrollo, anuncia que financiara un
estudio para el alcantarillado pluvial. [13]
El proceso de desarrollo continuó y las urbanizaciones e invasiones crecieron
aceleradamente. Se incrementó la impermeabilización y se
disminuyó la absorción de la superficie con la
construcción de viviendas y vías en concreto, se modificaron
aún mas los cauces naturales y se estableció un sistema de
drenaje superficial por las calles de la ciudad.
En 1975, se presentó un estudio técnico-económico por
parte de la firma Senior&Viana y Paternostro y Medina 'CONASTEC',
con un costo estimado en $1.789.692.000[14], parasolucionar la
problematica de los arroyos de Felicidad, La Paz, Bolívar y
Hospital. De nuevo el proyecto fue rechazado por el elevado
costo. En este mismo año, el Ministerio
de Obras Públicas, acomete la canalización del Arroyo Rebolo y el Country.
Posteriormente se proponen varios estudios de factibilidad realizados por las
Empresas Públicas Municipales y el Ministerio de Obras públicas
para un sistema de alcantarillado pluvial basado en el
enterramiento de grandes tubos de 4 a 5 metros de diametro. Este
proyecto se consideró irrealizable por los costos producidos por las
tuberías, las excavaciones, rompimiento de concreto de las calles, relocalización de redes subterraneas
de teléfono, gas, acueducto, alcantarillado, etc.
En 1982, los Ingenieros Arzuza[15], proponen cubrir en
forma completa con canales invertidos de concreto estructural prefabricado, las
calles y avenidas que sean cauces. La nueva cubierta sería la plataforma
para el trafico vehicular y simultaneamente la tapa de un canal
cerrado para aguas lluvias, que se conecta con los demas canales
cerrados de la ciudad[16].
El Ingeniero H. Heilbron presentó a la ciudad una solución que
consiste en la captación de las aguas de escorrentía que bajan
por los arroyos por medio de un túnel principal y dos auxiliares,
evitando que las aguas ingresen al Distrito central de la ciudad[17].
En 1987, se realizó el Estudio de Drenaje Urbano para Barranquilla, a cargo de
la Agencia de Cooperación Internacional de la Misión Japonesa,
JICA. 'Durantevarios meses estuvo en Barranquilla un grupo de
profesionales y técnicos japoneses que estudiaron la situación
financiera, los servicios públicos y, especialmente, el trafico
de la ciudad (los arroyos de aguas lluvias impresionaron notablemente a la
misión). Como resultado de su trabajo presentaron dos planes a
consideración del municipio y su
area metropolitana: un Plan Maestro de Transporte y un Estudio de
Factibilidad para el Distrito de Barranquilla.'[18]
El estudio de la Misión Japonesa fue uno de los mas completos
acerca de la problematica de los arroyos, y estableció que la
solución integral y definitiva, no era otra, que la construcción
de un alcantarillado pluvial. El resultado ya era conocido: la solución
integral es costosísima. La solución planteada por la
Misión, se basaba en adelantar la canalización de los arroyos que
se desarrollan por las vías de la ciudad, en tanto que para los arroyos
de la zona sur-occidental, el plan contempló otras medidas encaminadas a
controlar las inundaciones.
La Misión Japonesa, hizo algunas recomendaciones tendientes a atenuar los efectos de los arroyos. Entre las
recomendaciones, que por cierto, no han sido desarrolladas con suficiencia,
estan la de instalar cunetas a ambos lados de la vía, canalizar
las vías colectoras principales (box culverts), combinación de
los dos casos anteriores, e instalación de drenaje en futuros planes de
mejoramiento. Se sugirió también establecer soluciones en las
vías mas importantes, en lo sitios críticos de
mayorafluencia de agua, de acuerdo con la movilidad de la población, en
sentido este-oeste, o viceversa, dentro de estos 'puntos
críticos' estarían las carreras 21, 38, 46, 51B y 54; y las
calles 47, 45, 17 y 84.
También se planteó la posibilidad de construir
reservorios de agua, para disminuir los volúmenes de escorrentía
y facilitar el transito de los vehículos y peatones. Los reservorios podrían construirse en lugares cercanos a
parques, a fin de extraer esta agua mediante tuberías
subterraneas para riego de los mismos.
En 1994, el Gobierno Municipal a través del
alcalde Bernardo Hoyos, presentó una propuesta al gobierno canadiense
con el objetivo de que este país realizara en Barranquilla el alcantarillado pluvial que se
necesitaba[19]. La propuesta fue rechazada..Uno de las sugerencias mas recientes, es el Estudio
de Factibilidad
y Diseño de Soluciones al Drenaje Pluvial de la ciudad de Barranquilla,
presentada en marzo de 1997, por Fonade-Hidroestudios S.A y ConCEP Ltda. La
propuesta se basa en medidas estructurales y medidas no estructurales con las
cuales se busca prevenir el avance del problema en el futuro. La nueva
propuesta se aleja de las anteriores en el sentido que para la vertiente
oriental, la solución busca solucionar las consecuencias de las carencia
de alcantarillado pluvial, sin dar énfasis a la construcción,
parcial o total de un sistema convencional, atacando la principal consecuencia
cual es la paralisis que se genera en la ciudad.
Por lo visto en el desarrollo históricoanterior, no se ha escatimado
esfuerzos para financiar estudios tendientes a solucionar el problema de los
arroyos, sin embargo, las obras no se ejecutan. El número de arroyos
canalizados en casi 100 años de expansión urbana es irrisorio
y mientras no haya proyectos concretos, todas las iniciativas de
solución estaran sujetas al fracaso por la razón
de siempre: no hay recursos para ejecutarlas. Es lógico suponer
entonces, que en el futuro, los arroyos seguiran deteriorando la
infraestructura urbanística de la ciudad, paralizando e interrumpiendo
el trafico, provocando accidentes y
enfermedades, deteriorando la salud pública y generando daños
ambientales, paralizando las actividades portuarias, deteriorando la imagen de
la ciudad y disminuyendo la calidad de vida de sus habitantes.
Asistiremos de nuevo durante cada temporada invernal
al espectaculo de arroyos desbordados, casas destruidas, autos
arrastrados, deslizamientos en el sur-occidente y pérdida de vidas
humanas. El Comité de Atención y Prevención de Desastres
seguira movilizandose al día siguiente de la tragedia y
entregara bultos de arena para impedir que las aguas se sigan metiendo
en las casas, mercados y colchonetas para que los damnificados puedan comer y
dormir, y de
nuevo, escucharemos el discurso de la lluvia extraordinaria y la carencia de
recursos para emprender una solución integral al problema de los
arroyos.
HISTORIA E HISTERIA DE LOS ARROYOS
DESDE LOS TIEMPOS DE LA `'ARENOSA''
Aunque parezca exagerado, todos loshabitantes de esta urbe “procera
e inmortal” sabemos que los arroyos barranquilleros son
“ceñidos de
agua y madurados al sol” colosales, para alquilar balcones.
Nuestros arroyos bajan con una fuerza hidraulica diabólica.
Arrastrando cuanto encuentran a su paso, mas lo que le arrojan,
alegremente, las comadres del pueblo como si fuera el carro de
la
basura municipal.
Siempre, este fenómeno ha paralizado a la ciudad, donde llueve,
aproximadamente siete meses al año, particularmente, de abril a
noviembre, con tipos diferentes de aguaceros. Desde el monótono
“chis-chis” que llaman cuando las nubes se ponen perezosas por el
mes de junio cuando llega radiante el “Veranillo de San Juan” con
su
cortina de solaz, hasta que arreciando poco a poco en julio y
agosto, desata después las tempestades de septiembre y octubre.
Particularmente, este mes bravo, cuando antes era inmancable y se
esperaba con susto el “Cordonazo de San Francisco”, el día
4,
consagrado a la veneración del “Poverello” de Asis, cuya
procesión
se dañaba y había que llevarla a cabo dentro de la Iglesia. Rayos y
centellas espectaculares. Truenos y diluvio universal.
En los tiempos de la vieja “Arenosa”, las calles estrechas y los
sardineles altos, precisamente, para evitar que el agua se metiera
en los zaguanes de las casas, había que esperar después de la
lluvia
buen rato para poder salir, pues, se enchumbaban las calles y
callejones, y no pasaba, como se decía entonces, ni Mandrake, el
mago aquel pasado de moda.
Ni eltranvía de mulas podía arriesgarse, pues,
las bestias no
sabían nadar, y se podía descarrillar el aparato. Se
pusieron mas
tarde de moda, los autobuses “Brockway”, la última palabra
en
servicio público moderno con capacidad para veinte personas, muy
bien acomodadas, como
si estuvieran en su propia casa. Tampoco
podían vadear los arroyos.
Tenían que esperar que bajara el agua.
Ningún chofer, por mas habil
y diestro que fuera iba a hacerle frente a un arroyo de “La Paz”, o
a los de “Rebolo”, “El Sello”, “La
María” o el de la calle
“Felicidad”, los mas tremendos.
La misma calle “Ancha” se transformaba en una laguna. Pretexto
infantil para que los pelaos del pueblo, apenas pasado el chubasco,
se divertían bañandose en cueros en la vía
pública, como otros alla
en el patio de su casa gozando la regadera que la canaleta botaba,
aprovechando muchas mamas para despercudirlos que se enjabonaran con
los famosos “Mano blanca” que quitaban la mugre en un dos por tres.
La lluvia, como los
arroyos, eran todo un “Show” en Barranquilla. Y
todavía lo son. Y¡Salvese el que pueda! si se lo coge en su
carro, en el bus o a pie. Gente imprudente ha ido a templar
al Caño
de Las Compañías. y R.I.P.
En 1936, los empresarios italianos, señores Bassi, propietarios de
la empresa “Cudebus” importaron cuatro magníficos buses. La
última
palabra en transporte urbano. Causaron sensación.
Pintados de rojo y
verde, como también de azul y blanco, para distinguir las líneas
convenidas con la Dirección detransito que ya había
instalado desde
1928 los primeros “faros” que ahora llaman semaforos. Había
desaparecido el viejo Tranvía de mulas.
También las “chivas” Brockway que don Luis Pérez
Chacón importó, a
las cuales la picardía popular llamó así, por el
“claxon” o pito de
los vehículos que sonaban como el balido vulgar de estos
animalesbeebeee!
Como aquí a todo le ponen remoquete no
bien empezaron los buses
modernos a circular —“Prado-Boston”—
“Delicias-Olaya”—
“Caldas-Recreo” la gente empezó a llamarlos
“Góndolas” dizque porque
vadeaban muy bien los arroyos, navegaban sobre las olas
de las
corrientes, y como si fuera en Venecia, pues, les
endilgaron el
romantico nombrecito. Ademas, pusieron a funcionar, con permiso
de
la Alcaldía, radios en el bus, sintonizando, por supuesto los
programas selectos de las estaciones de entonces “La Voz de
Barranquilla” de Elías Pellet, la “Emisora
Atlantico” de los
Hermanos Blanco Solís y “La Voz de la Patria” de don
Clemente
Vasallo
Música selecta, y popular escogida, que los pasajeros gozaban, pues,
aquellas emisoras ofrecían siempre programas de categoría.
Mas tarde
empezó a corromperse la sintonía, y hasta en el mismo circuito de
los buses colocaron unos timbres repelentes que el mismo chofer,
alborotado, porque se lo iba a coger el tiempo que tenía señalado
por el Transito que controlaba el paseo, le zampaba la chancleta al
aparato, ponía la radio con mas volumen y los pasajeros
tenían que
gritar ¡Próxima!¡Próxima! yaquel
aparato, como
un bólido, no
paraba sino dos cuadras arriba. Empezó el relajo.
Y subió el pasaje.
De cinco centavos que costaba antes, lo subieron a diez.
La picaresca popular cuando estos chócoros empezaron a envejecer y
los ponían por alla al servicio del
Mercado, los llamaban
“Guaraperas” o “Calderetas” que, en verdad, ya lo eran.
Se varaban a
cada rato.
Para la década de los treinta la mayoría de las arterias
barranquilleras estan pavimentadas. La campaña se
inició con las
Empresas Públicas Municipales, a la cabeza de la cual figuraba Mr.
Samuel Hollopeter, un gringo dinamico que le abrió rutas a la
ciudad, la modernizó, particularmente en su nomenclatura. Ya no
había que llamar mas “Tumbacuatro” ni
“Salsipuedes” a los callejones
antiguos sino por numeración de sur a norte. También ya estas
vías,
ampliadas, disfrutaban del
transporte urbano moderno. No obstante,
tampoco debían arriesgarse, porque la corriente era fuerte y mejor
era esperar que calmara la lluvia y bajara el arroyo.
Sólo los barrios de “El Prado”, “Boston”
y “Delicias” no sufrían las
consecuencias de estas corrientes pluviales. Con el correr
de los
años y las nuevas urbanizaciones que se fueron abriendo por la parte
alta de la ciudad fueron empujando, digamoslo
así, aquellos caudales
hasta el punto de contar con un nuevo arroyo criminal como
el del
“Country”. Y por el Sur, el de
“Rebolo” que todos los años deja
saldos lamentables.
Pero, todavía es la hora que la gente no aprende.
Y, a pesar de
tantosaccidentes y tragedias, campañas de promoción y
advertencias,
conductores arriesgados se le miden a esos arroyos pavorosos, que
braman, con las consecuencias conocidas.
Hace mas de cinco lustros, la Alcaldía Municipal se le
midió al
problema y decidió construir unos puentecitos de emergencia que han
servido mucho, aunque, estéticamente sean reprochables. Pero, no
había plata para construir alcantarillado ni
tampoco para obras
maestras de la ingeniería urbana
que necesitaba la ciudad para
resolver su problema fatal.
Ahora se piensa, dentro de este dinamico
ejercicio municipal por
encontrarle solución definitiva a este problema agudo. Se propone
importar un servicio moderno llamado
“Transmetro”. También se estan
construyendo, en buena hora, Puentes que reclaman el servicio en
zonas de mucha afluencia y esperamos, conociendo la capacidad y
dinamica de quienes estan al frente de esta solución, que
las obras
no sólo resultaran redentoras, sino dignas del mismo paisaje
urbano
de la ciudad y de quienes lo proponen.
Teniendo en cuenta la fuerza de las corrientes, la velocidad y
caudal de las mismas, si los nuevos vehículos superan esta crisis,
no dudo que la picardía local, así como llamaron años
atras
“Chivas”, “Góndolas” y “Guaraperas”,
a éstos nuevos y flamantes
vehículos los llamen “Transarroyos”.
Bienvenidos, pues, y que ¡llueva, que llueva Virgen de la Cueva!
como imploraban antes
los campesinos, y ahora en plena vía pública
los honestos trabajadores del
rebusque que sesalvan en una tabla
ganandose unos pesos permitiendo a la gente pasar la emergencia de
una acera a otra, sin mojarse los botines. Manes del folclor
que
tiene en los aguaceros, también, una imagen imponente, típica y
fantastica de nuestras tradiciones vernaculas.
LOS ARROYOS, CAUDALES HISTERICOS DE LA CIUDAD
IRONICOS NOMBRES DE ALGUNOS DE LOS MAS VIOLENTOS
Los arroyos, siempre, como el carnaval, tienen su temporada y forman
Parte del folclor nativo. Y, como nuestras
fiestas típicas y
Escandalosas, hacen de las suyas, con la misma bulla cada vez que
Llegan las lluvias — pequeños “ivanes” — que
azotan sin cuartel,
Nuestra desprotegida ciudad, en tiempos pluviosos, como
Periódicamente se repiten desde julio hasta octubre. Espectaculo
Que, a muchos turistas fascina; pues, en sus tierras, no ven
Semejantes caudales paralizando calles, trafico
y asustando a la
Población con imponentes olas, como
“amazonas” desbordados.
Antiguamente, cuando la capital del Atlantico no gozaba del
Privilegio de la pavimentación, los arroyos tenaces, aparte de no
Dejar pasar a nadie de una acera a otra mientras corrían, tampoco la
Dejaban transitar, pues, se formaban charcas, lodazales, cuyos
Obstaculos impedían cualquier maroma. Hasta las
mulas, asnos y demas
Acémilas típicas de nuestra circulación citadina se
resistían. No
Eran tan “burros” para meterse, en el torbellino y quedarse varados
En camino, como
lo hacen ciertos buses y automóviles inconsecuentes
Y testarudos.
Gente había, sí, que seatrevía a
pasarlos, pero sufrían las
Consecuencias del caso. Muchas familias pudientes tenían que
Levantar los sardineles de sus casas solariegas, pues, crecía tanto
La corriente que se les metía el agua por los zaguanes, portones y
Ventanas de las que llamaban arrodilladas. Que eran muy bonitas, muy
Aristocraticas, pero, que, a la hora de los aguaceros se humillaban
Con el furor de estas cascadas, que, de paso, no venían tampoco muy
Limpias que digamos, ya que la gente resolvía convertirlas en carros
De basura gratuitos y echaban cuanto podían a la corriente.
Costumbre que no ha civilizado todavía a los vecindarios locales,
Porque aún vemos pasar muy orondos por la comarca: colchones
Averiados, zapatos viejos y montones de sacos de basura que, cuando
Se quedan por ahí atorados forman como una piramide de
“arte
Abstracto” digna del mas cotizado artista de moda.
Otra cosa que tenemos que acreditar de los arroyos son los nombres
Que tienen, como
los huracanes del Caribe. Son famosísimos, casi
Centenarios, el turbulento de “La Paz”, que lleva, por
ironía, este
Nombre tierno cuando es uno de los mas feroces y violentos. No menos
Del mismo
tenor, el fatídico de “Rebolo” que cobra víctimas en
todas
Las temporadas invernales.
El de la calle del
“Sello” monumental, pues, lo alimentan las aguas
Que bajan por los callejones del
“Progreso” y del
“20 de Julio” que
Se unen por los lados de la Universidad del Atlantico, foco
Arrollante también de tantos percances. El de “La
María” otrorael
Del viejo
callejón de “Las Tuzas” bañaba a todo el Barrio de
Abajo,
Punto final de su desembocadura en el caño de “Las
Compañías” y de
Ahí rumbo al mar. Otro de grande envergadura el precipitadísimo del
Viejo callejón del “Rosario”, que, ya
cuando se abrió la Avenida
“Olaya Herrera” le dio jerarquía de laguna artificial y
disminuyó su
Violencia. Así, como el de la calle de “La
Felicidad”.
Cuando empezaron a popularizarse los automóviles, ya corriendo la
Segunda década del siglo, se advertía a los motoristas que
tuvieran
Cuidado, pues, si se le medían a los arroyos el agua y la mugre
Podían afectar el motor y pararlos en la mitad de la corriente y
Entonces ahora a encomendarse a Papa Dios.
Muchos audaces trataron de enfrentarse a estos
fenómenos agresivos y
Sufrían las consecuencias. Como ocurriera
cuando ya bastante crecida
La ciudad y pavimentada — cosa que agradecieron los arroyos — se
Formó otro de marca mayor — el tremendo del “Country” que ya ha
Tallado varios epitafios en las tumbas de Barranquilla.
No han
Valido explicación, recomendaciones, observaciones y hasta multas.
Gentes, bien que estén bebidos o urgidos, que han
pasado al otro
Mundo por hacerse los maricas.
El único vehículo que sorteaba muy bien estas corrientes
Tradicionales era el Tranvía de Mulas. No obstante, muchas veces,
Las bestias olían el tocino y por mas que el conductor las
azotara y
Puyara se hacían las de la oreja gorda y no pasaban. Se
arranchaban.
El animal, en este caso, era elcochero.
Ya por la década de los años veinte, la empresa
de don Luís Pérez
Chacón introdujo las famosas “Brockway”. Buses con
capacidad para
Treinta pasajeros. La última palabra en este
tipo moderno de
Transporte colectivo. No obstante, quiso probar suerte creyéndose
Muy fuerte en su estructura, cuando tratando de pasar el arroyo de
“La Paz”
casi se voltea. Lo que, de inmediato, obligó a la Oficina
Del Transito Municipal clavarle una multa y suspender su trafico
por
Una semana.
La popular llamó a estos vehículos, graciosamente,
“Chivas”, por el
Sonido del “Claxon”, cual se conocía entonces el pito del
vehículo,
Que parecía el ñato de esos animalejos que también
todavía
Circulaban por las calles del poblado como si estuvieran en su
Propio rebaño.
Por la década de los treinta — y seguían los arroyos
mandando la
Parada — ya que ahora, con las calles y carreras
pavimentadas en su
Mayoría, los empresarios italianos señores Bassi Hermanos
Introdujeron otros vehículos aún mas modernos y vistosos.
Decían sus
Propietarios como
“reclame” de la empresa que ellos sí vadeaban
Arroyos y se le medían a cualquiera de los mas violentos de la
Ciudad. Hicieron la prueba, en un octubre de esos que
no para la
Lluvia a cantaros, y evidentemente, navegaban tranquilamente, y los
Pasajeros felices se sentían como
en Venecia. Por lo que la chispa
Popular, el ingenio gracioso del pueblo carnavalero nuestro,
las
Llamó en adelante “Góndolas”.
Por los años sesenta, un muy distinguido y recordadoarquitecto
Cubano radicado en la ciudad Manuel Carrera se interesó por los
Arroyos e hizo un profundo estudio de los mismos; abrió una
Exposición interesante que nosotros, como Director de Extensión
Cultural del Departamento le patrocinamos cual se abrió,
Precisamente, una noche toda llena de lluvia, truenos y centellas,
Como protesta celestial por semejante altanería del ingeniero; se
Abrió, repito, en la Base Naval. Allí se expuso por varios
días y se
Invitó de Alcalde y funcionarios para abajo dictando el mismo
Carrera charlas, dando explicaciones acertadas acerca de la manera
De acabar con este flagelo.
Los planos, observaciones y demas conclusiones las entregó a la
Alcaldía de entonces, y parece que, el arroyo de la indiferencia
Oficial, mas peligroso y tremendo que las mismas corrientes
Pluviales que tanto fastidian en época de lluvias y tormentas las
Archivó. O de pronto las tiraron al Arroyo para ponerle punto final
Al problema que sigue tan campante como hace cien años.
Ahora falta ver si el “Transmetro”, que, afortunadamente ya
aseguró
Su destino, y en un par de años tendremos airoso y orgulloso el
Mecanismo moderno luciendo las galas de su respetable empresa
Poniéndose a la altura no sólo de las necesidades sino de las
Prioridades que exige toda ciudad moderna y capacitada como
Barranquilla que ha visto de qué manera tan lenta se le resuelven
Unas veces, ciertos problemas vitales dignos de mejor suerte.
Ahora lo que falta, a partir de esta buena noticia del“Transmetro”,
Es crear conciencia del
servicio que va a prestar y orientar a la
Gente para que contribuya con su buena conducta a mejorar las
Circunstancias del transporte masivo.
Mientras tanto que llueva, que llueva Virgen de la Cueva, para ver
Ese colosal aparato elegante, airoso y servicial con el orgullo
Propio que justifica su prestancia de desafiar los arroyos
Turbulentos que seguiran muertos de la erré constituyendo como el
Carnaval otra tradición oral de la cultura vial de esta Barranquilla
Que sabe cantar bajo la lluvia y con el chisme disfrutar.
Y llamo “héroes” de estas jornadas catalépticas de
los caudales
Barranquilleros a los jóvenes y audaces “Transarroyos”
humanos que
Se ganan el día manejando los “puentes” y favoreciendo con
su
Servicio oportuno a la gente apurada que tiene que atravesar la
Acera y no lo puede hacer porque la corriente o los charcos se lo
Impiden. Bien por estos oportunos y habiles “transarroyos”
humanos
Que alla en la intimidad de sus reflexiones cuando empiezan a ver
Que se esta formando el tiempo rezan a la Virgen de la Cueva para
Que llueva.
EL ARROYO `' DON JUAN''
El “Don Juan” es un arroyo de
caracter temporal, que drena las aguas lluvias que escurren por la
superficie del suelo del sur de la ciudad fluyendo directamente
hasta el Río Magdalena. Desde su nacimiento a la desembocadura, las características
físicas del arroyo (anchura,
profundidad, naturaleza del
lecho o velocidad) varían y condicionan la vida animal y vegetal de sus riberas(incluido el hombre).
El arroyo nace en Galapa y fluye en dirección occidente-oriente, su
cauce sirve de límite natural entre la capital del
Atlantico y el municipio de Soledad.
En su recorrido, de aproximadamente 7500 metros de largo, atraviesa tramos
rurales y urbanos, con fracciones canalizadas y estrechas (Los aledaños
al Estadio Metropolitano), sectores sin canalizar (Frente de los condominios)
con laderas profundas altamente erosionadas y anchuras que oscilan entre los 3
y 27 metros y partes totalmente canalizadas como el tramo que va desde el
Barrio Simón Bolívar hasta su desembocadura.
El Don Juan es famoso por su fuerte caudal y la gran masa de sedimentos que
arrastra durante las tormentas que azotan a Barranquilla durante la
temporada invernal. Su fuerte pendiente, su rugosidad y los aportes que recibe
de un gran número de arroyos menores lo
convierten en uno de los mas peligrosos de la ciudad.
Por ser un arroyo temporal y por su impetuoso caudal
es difícil determinar su aforo. Sin embargo, algunos estudios han registrado caudales de mas de 100 metros
cúbicos por segundo. Con ese caudal el Don Juan
arrastra en un segundo un volumen de agua correspondiente al consumo
basico de 5 apartamentos en un mes. En dos horas deposita en el
Río Magdalena, un volumen de agua equivalente
al consumo diario de la ciudad de Barranquilla.
En algunos tramos la anchura del arroyo suele ser reducida y
pocas veces supera los 4 metros, en otros sectores, el arroyo se ensancha
registrandose valores cercanos alos 30 metros. De igual manera que la
anchura, la profundidad del arroyo varía
según el punto en que se mida. En algunos tramos la profundidad es
escasa, en otros, como
las zonas de caída rapida, se registran valores de hasta 6 metros
de profundidad. El tramo mas profundo y ancho esta localizado muy
cerca
De su desembocadura, en la que se registraron 8 y 34 metros de profundidad y
anchura respectivamente.
Como la mayoría de arroyos de la ciudad, el Don Juan, no fue
siempre peligroso. Antes del
acelerado crecimiento de la ciudad la vegetación que invadía casi
todos los barrios del
sur, era suficiente para “desgastar” el arroyo, por un proceso de
infiltración que repercutía en la disminución de su caudal
y turbulencia.
Hoy la mala planificación de la ciudad y la pérdida de
vegetación, transformó el flujo superficial en algo enteramente
diferente al que trazó la naturaleza. El incremento
continuado de la escorrentía superficial y el incremento de su caudal
modelan y transforman sus laderas.
El arroyo, ademas de recoger la escorrentía superficial generada
por la lluvia, recoge las aguas negras, los residuos sólidos y los
desechos de las urbanizaciones apostadas alrededor de sus riberas.
Uno de los problemas ambientales mas serios del arroyo, es sin duda, el manejo de los
residuos sólidos, muchos de estos se vierten al arroyo y a sus riberas,
se acumulan en vertederos clandestinos y producen un serio impacto sobre el
paisaje, la flora y la fauna del
lugar.
La carencia de un sistema completo dealcantarillado
que incluya la recolección, transporte y tratamiento de basuras, es
responsable de que se presenten situaciones sanitarias críticas en
varios sectores cercanos al arroyo.
Entre los tramos mas críticos estan: En el sector de Los
Girasoles, familias enteras evacuan sus desechos sanitarios directamente al Don
Juan, mientras que sus hijos juegan entre las aguas de este
arroyo. En el sector de los condominios, los carros de mula depositan toda
clase desechos sólidos al cauce del arroyo.
El barrio Brisas del Río, en donde se presenta
alta contaminación organica, derivada de los vertimientos de
alcantarillado al aire libre. Los niños del sector
estan en permanente contacto con esta agua, no tienen un sistema de
eliminación de excretas y las basuras se tiran al patio, al arroyo o al
río. A escasos 80 m de este lugar se e
encuentra la bocatoma de la Triple A, principal
Centro de acopio de agua de Barranquilla.
En el sector de los condominios, los carros de mula depositan
los desperdicios en lotes adyacentes al arroyo Don Juan, convirtiéndolo
así en foco de infección.
Algunos vecinos del Arroyo Don Juan manifiestan que
han tenido que soportar durante varios años un foco de infección
que les ha causado bronquitis, enfermedades de la piel y afecciones
gastrointestinales de tipo viral.
En algunos tramos del
arroyo se reproducen animales peligrosos tales como alacranes y culebras. Esta
situación es desesperada para las familias, ya que atenta gravemente
contra la numerosa poblacióninfantil.
IMAGENES DE LOS ARROYOS EN BARRANQUILLA
Algunos sectores tienen muros de contención
Aquí sobre la calle murillo el arroyo para
protegerse del
caudaloso arroyo
Don Juan se torna mas peligroso
Por su alta pendiente, anchura y y
profundidadhuaras
Durante varias administraciones se han construido varios puentes
que facilitan el paso durante las grandes tormentas.
ALTERNATIVA DE SOLUCION A LOS ARROYOS DE BARRANQUILLA
havila@uninorte.edu.co
La simple canalización es una alternativa insuficiente y altamente
costosa que no proyecta una solución óptima a futuro. La
ciudadanía puede contribuir a mitigar el problema, construyendo
mas jardines. El reto presente y futuro de los
arroyos, requiere mayor inversión en investigación y desarrollo.
Todos los barranquilleros hemos percibido el asombro de
quienes visitan por primera vez a nuestra ciudad cuando observan la
transformación de las vías principales en caudalosos y peligrosos
ríos. Realmente, después de darnos cuenta que hemos
convivido con ello mas de 50 años, siendo un
problema crónico que causa pérdidas humanas, impactos sociales,
daños ambientales y materiales y paralisis general de las
actividades productivas de la ciudad, reflexionamos y queremos actuar con
diligencia y prontitud. Y vemos, que mientras otros estan planeando el
futuro, nosotros aún estamos resolviendo nuestro pasado; por lo tanto,
los ciudadanos barranquilleros, en especial los directamente responsables del
desarrollo urbano de la ciudad, tenemos ahora dobleresponsabilidad, que nos
obliga a tomar decisiones coherentes, responsables y óptimas en el tema
de los arroyos.
La falta de alcantarillado pluvial es únicamente la punta del
iceberg en la problematica de los arroyos. Barranquilla presenta un
serio problema de deficiencia de areas permeables que ha venido
incrementandose desde hace 80 años debido al crecimiento urbano
propio de cualquier ciudad capital. Diversos estudios como el de Herbard &
Company Inc. en 1920, el de Town Planning Colaborative en 1956 y el de la
Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) entre 1984
y 1987 y otras evaluaciones de factibilidad y alternativas propuestas, al
parecer no han sido suficientes para abordar acciones de manera contundente.
Al conjugar areas de drenaje practicamente impermeables, lluvias
intensas y una topografía peculiar que identifica claramente a los
arroyos, Barranquilla se convierte en una de las
ciudades mas peligrosas del
mundo durante eventos de lluvia, debido a que practicamente el 80% del agua que cae no
alcanza a infiltrarse y escurre superficialmente por todas las calles.
Es suficiente con recorrer los barrios que aportan caudal a los arroyos Rebolo,
el Country, Felicidad, Calle 84, Don Juan, Hospital, entre otros y observar la
extensión de area pavimentada impermeable que no reduce la
cantidad de agua que escurre por las calles. Para tener una idea de la
proporción del problema que se esta manejando en Barranquilla, de
los 23 arroyos importantes inventariados, setienen 7 que paralizan totalmente
el trafico, de los cuales 4 son de alta peligrosidad (Rébolo,
Felicidad, Country y Calle 84). Se tienen caudales que llegan hasta los 150
m3/s (Arroyo Rébolo) y velocidades que superan los 6 m/s, capaz de
arrasar cualquier cosa a su paso. Aproximadamente las lluvias se presentan
durante 70 días al año, con intensidades entre 30 y mas de
100 mm/hr. Es decir, que el 20% del tiempo en el año algunas de las
principales vías de Barranquilla se convierten en arroyos, generando
riesgo, paralisis e impactos ambientales negativos durante y
después de las lluvias.
Manejo integrado del
drenaje urbano.
El manejo integrado del drenaje urbano se ha desarrollado en países como
Canada, Estados Unidos, Inglaterra y Japón, donde se proponen
nuevas metodologías para el manejo de los arroyos, aprovechando la
capacidad de infiltración y almacenamiento temporal en el sistema de
drenaje, articulando y aprovechando todos sus componentes desde la fuente hasta
la entrega en el cuerpo de agua receptor. Entonces, la canalización es
solo una parte y no la alternativa única. Algunas instituciones y
entidades locales han iniciado estudios e
investigaciones conducentes a plantear alternativas de solución
enmarcadas dentro de este nuevo concepto, que sugiere opciones
económicas y aplicables a mediano y largo plazo. Países como
Chile, Perú y Costa Rica, sufren la misma problematica en algunas
de sus poblaciones, por lo tanto es una situación donde debemos estar
involucrados todos los enteslocales y nacionales, puesto que el reto presente y
futuro de los arroyos, requiere mayor inversión en investigación
y desarrollo para generar y aplicar nuevo conocimiento en el ambito
institucional, técnico, ambiental, legal, económico, financiero y
cultural.
Para platear soluciones integradas en el tema
de los arroyos, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
1. Conocer antes de actuar.
A pesar de creer que se han hecho suficientes estudios
al respecto, esta es una de las principales falencias que se repiten, sobre
todo en cuanto a información basica hidrológica.
No hay un registro suficiente y confiable de la distribución espacial y
temporal de las lluvias en cada una de las cuencas urbanas de Barranquilla, ni
tampoco registros históricos cuantificados del comportamiento
hidrológico e hidraulico de los arroyos, o de la capacidad de
infiltración y almacenamiento temporal en la ciudad.
En administraciones pasadas se hablaba de una inversión en el orden de
100 millones de dólares para solucionar la problematica, una
cifra significativamente alta que sugiere una
inversión consciente y responsable en estudios y acciones, pues con
proyectos de esta magnitud esta en juego el desarrollo de la ciudad.
2. La solución va mas alla de la
simple canalización
Los arroyos de Barranquilla
son en esencia un problema de manejo de cantidad de agua. Por
lo tanto, la simple canalización sería una alternativa
insuficiente y altamente costosa que no proyecta una solución
óptima afuturo. Se requiere enfrentar el
problema de manera integrada desde la fuente.
Es decir, hay que incrementar estratégicamente el area permeable
de la ciudad y regular el uso del suelo, intensificando la construcción
de pavimentos permeables, aprovechando parques, parqueaderos, patios y jardines
de las viviendas como zonas de amortiguamiento y crear zonas de almacenamiento
temporal para reducir los picos de caudal y la cantidad de agua que requiere
ser canalizada. Todas las alternativas anteriores se apoyan, en el hecho de que
la mayor parte de nuestra ciudad, como pocas en el mundo, reposa
sobre un gran manto de arena de alta permeabilidad, condición que
debemos aprovechar.
3. Conciencia social y cultura ciudadana
Cualquier habitante que resida en la ciudad puede reducir su aporte de agua a
los arroyos, disminuyendo en algún porcentaje el area
impermeable, mediante la construcción de jardines que finalmente
embellecen su entorno y la ciudad en general.
Finalmente, el tema de los arroyos tiene solución y no debe ser visto
solo como un problema,
sino como un reto para todos los barranquilleros
y una oportunidad de ser una ciudad ejemplar en el manejo del drenaje urbano en el mundo.
CONCLUSION
Este trabajo se hizo con el fin de mostrarnos a los barranquilleros la
importancia que tiene conocer cada uno de los arroyos de nuestra ciudad,
ademas infundirnos un pensamiento critico al momento de reaccionar ante
esta problematica que tanto nos afecta.
BIBLIOGRAFIA