EL
DESCUBRIMIENTO DE SEYFERT
En 1943, Carl Seyfert publicó un trabajo que no causó
mayor impacto en su tiempo, pero que hoy se considera memorable. En dicho
trabajo, Seyfert trataba sobre el descubrimiento de ciertas propiedades
peculiares de un grupo de galaxias espirales con un núcleo particularmente
brillante, tan brillante que, en exposiciones de corta duración, su luz
dominaba a la de todo el disco galático (Figura 8). Utilizando la técnica de la
espectroscopia —de la que hablaremos en el siguiente capítulo— con objeto de
analizar minuciosamente la luz proveniente del núcleo de dichas
galaxias, Seyfert encontró que en el núcleo había grandes masas de gas en
movimiento, con velocidades de varios miles de kilómetros por segundo unas con
respecto de otras. Este tipo de galaxias se conocen como galaxias Seyfert y de ellas nos ocuparemos
ampliamente, ya que constituyen uno de los temas centrales del presente libro.