ANOREXIA Y CAPITALISMO
(Ponencia en las I Jornadas sobre Mujer organizadas por la
Plataforma de Mujeres “2.000”)
(GRAPA, Grupo de Apoyo en Anorexia)
1.- Pedir un voluntario, que saque la lengua, que toque las heces de un gato
metidas dentro de una bolsa transparente. Que diga lo que
siente. Explicar que poco mas o menos es eso lo que sienten ellas al ver la comida. Que hay quien piensa que es
tontería, pues igual de tontería que comer eso… No son
caprichosas, es un trastorno.
Después, practicar con algunas de las preguntas y respuestas que forman
parte de la Unidad Didactica de GRAPA.
2.- Sintomatología de anorexia:
A grandes rasgos, para hacerse una idea, se puede apreciar que:
• No han alcanzado un 15% del peso teórico correspondiente a su
edad o han perdido ese mismo porcentaje del peso previo al trastorno.
• Presentan un miedo intenso a llegar a ser
obesas. No es un capricho, no es que digan “uy, pues me hago
anorexy… es un miedo intenso con sus
reacciones corporales como
siempre que hay una ansiedad patológica.
• En consecuencia hay un rechazo a mantener el
peso propio de la edad.
• Hay alteraciones perceptivas en la forma de ver su imagen corporal, de
atribuirse un peso o una talla. Es como si se vieran a través de un espejo del parque de
atracciones.
• También aparece, como una de las consecuencias
físicas que trae este trastorno, la pérdida de al menos tres
menstruaciones (es por poner un número para que todos usemos los
mismoscriterios).
• La bulimia es otro trastorno de la alimentación. Sus criterios son diferentes, aunque el transfondo, en mi
opinión, es el mismo. En este caso
aparecen períodos recurrentes de sobreingesta, atracones (con sensación
de pérdida de control) y unos mecanismos posteriores de
compensación (laxantes, diuréticos, gimnasia excesiva o
vómitos, por ejemplo).
Ahora bien, estos criterios son fríos y estan
asociados al modelo científico imperante. No tienen en cuenta
cómo interpreta la paciente la realidad, cómo ve su
relación con las demas personas y cómo se ve a sí
misma. Existe una clave en el entendimiento de este trastorno: preguntar
“para qué. Vale, no quieren estar
gordas, se ven inmensas, tienen ansiedad, no quieren comer… Pero, ¿para qué? Para estar delgadas y
conseguir así la aprobación externa, la aprobación de los
demas, porque les han enseñado que su
valor como personas depende en su mayor parte
tanto de los éxitos conseguidos como
de la aprobación externa que se da a esos éxitos. Y no es que
deseen, simplemente, el tener valor, sino que lo ven como imprescindible,
necesario, irrenunciable. Y si no lo tienen, mejor morir,
porque sería insoportable no obtenerlo. Resumiendo,
esbeltez para estar delgadas, porque necesito que me aprueben, porque eso me
hace mejor persona. Bajo mi punto de vista, eso es lo
crucial.
Salud mental y sistema productivo.
Bien, ahora que ya sabéis qué es lo que les pasa vamos a ver
cómo se llega a ello. La clave esta en
el sistema productivo.Cómo lo sabemos: en Japón, por ejemplo, la
incidencia de anorexia era mínima antes de la Segunda Guerra, pero se
dispara a partir de entonces. Estudiantes de países no industrializados
(que no desarrollados, desarrollo no es lo mismo que industria!) que se van a estudiar a un país capitalista tienen una
prevalencia (número de casos de personas con un trastorno en un momento
período dado) mucho mayor que la de las chicas que salieron a la vez,
pero hacia países no industrializados. Esto ocurre con otros muchos
trastornos, esquizofrenia, por ejemplo. La recuperación total o parcial
de sujetos con esquizofrenia ha dependido mas del momento que
viviera el capitalismo (crisis o no de sobreacumulación) que de
cualquier otro factor; farmacos incluidos. Un estudio de la OMS (no son
bolcheviques) indica que dos años después de aparecido el
trastorno un 58% habían evolucionado muy bien en Nigeria, un 50 % en la
India y un 8% en Dinamarca. Hay un “estudio que
estudia los estudios” relacionados con este asunto, y encuentra
relaciones significativas entre acontecimientos económicos negativos (y
sus consecuencias también negativas) y psicopatologías varias ya
en los años setenta y ochenta.
Bien; Partimos de esa presión sociocultural hacia la
esbeltez, la estigmatización de la obesidad. Esta
presión aparece, se consigue instalar en las mentes;
¿cómo? siguiendo una
visión marxista de entender al ser humano, de la siguiente manera (y
aquí vamos a ser un poco mas densos):
Las funciones psíquicas lasconsideramos como fruto de la materia organizada, pero
reconociendo la irreductibilidad de los fenómenos psíquicos a los
materiales. No se puede tener consciencia sin unas condiciones
biológicas previas. Por otro lado, contamos con la naturaleza social de
las reacciones humanas. La forma del
mundo externo y no del
propio cuerpo es la que determina funcionalmente al ser humano. Esta
determinación funcional se relaciona entrañablemente con las
formas que toma la relación productiva, por la cual el hombre transforma
la Naturaleza. Ya sabéis, las condiciones materiales que delimitan la
conciencia, pero no de una manera mecanica ni
directa. La posibilidad de transformar el mundo material mediante el empleo de
herramientas establece las condiciones para la modificación de la propia
actividad refleja y su transformación cualitativa en conciencia. Este proceso esta mediado por la construcción de una
clase especial de herramientas, las que permiten transformaciones en los otros
(también Naturaleza). A esas herramientas les llamamos
símbolos (como
parte fundamental, el lenguaje), y son proporcionadas esencialmente por la
cultura, por las personas que rodean y construyen al niño en desarrollo.
De esta forma, las fuentes de la actividad humana no
estarían ni en las cimas del
espíritu ni en las profundidades del
cerebro. La actividad, la interacción con otros humanos, va proporcionando simbólicamente mimbres con las que
construir una visión del
mundo y de uno mismo. Que sea necesario contar con la aprobaciónexterna
y que el valor de la persona sea variable dependiendo de los éxitos o
fracasos aparecen así instalados como esquemas en la manera de
construir y relacionarse con el mundo en el sistema capitalista. Hemos olvidado
los revolucionarios, en muchas ocasiones, que el Sistema tiene muchos entresijos
y medios; que, sin arrebatar de las mentes determinadas visiones de la realidad
con la que el individuo se relaciona (en la actividad), ya puede haber cambios
en el modelo productivo que la bazofia justificadora y útil para el
capital la tendremos en nosotros mismos para siempre, si no se modifica.
Bien. Una vez analizada la influencia crucial, como no
todos llegamos a este trastorno vamos a ver algunos condicionantes que se
suman: que quien se encargue de transmitir valores a la persona (núcleo
familiar, fundamentalmente) tenga asumidos previamente estos esquemas; que el
concepto de uno mismo sea negativo, la falta de habilidades para afrontar
situaciones difíciles, estresantes… Todo ello actúa como facilitador, pero es tan
sólo la punta del
iceberg. Así llega el capitalismo a producir
éste y otros trastornos. Personalmente, tengo bastante claro que
un modelo de ser humano en el que su valor no dependa de nada externo, en el
que se le dé valor a la persona por el mero hecho de existir, en el que
los éxitos (COMPETITIVOS, CASI SIEMPRE COMPETITIVOS, QUE BIEN LE VIENE A
QUIEN SE QUEDA CON LA PLUSVALÍA GENERADA) no determinan tu valor
predispondría en mucha menor medida a estos trastornos.
De ahíque nuestro modo de entender la salud, en
general, y cómo entendemos la labor de los servicios asistenciales es
radicalmente diferente a la de los capitalistas (liberales y
socialdemócratas).
5.- Visión comunista de la salud:
Para los comunistas, la creación de
instituciones protectoras, en cualquiera de sus formas, el Estado interventor,
no hace sino facilitar al capital tener mejor amarrados a los obreros. Nace
tras la Segunda Guerra en el marco de un pacto entre
capital y trabajo, bajo el farol que iluminaba en los países socialistas
y su presión y tiene dos objetivos: amarrar los cabos con paz social y,
sobre todo, facilitar la reproducción de la fuerza de trabajo: si no, de
qué.
Pero, como
decíamos mas arriba, si hay estudios que relacionan los efectos
de las contradicciones del
capitalismo y la salud mental, antes aparecieron los que los relacionaban con
patologías varias. Por lo tanto cualquier intento de asistencia
sanitaria que no tenga esto en cuenta no va al fondo del problema. Es la
desigualdad y no comportamientos poco adaptativos lo que esta en la base
del
problema. Para los comunistas la clave es la prevención, pero no la
prevención defensiva al estilo de las campañas defensivas de
educación para la salud sino entendida radicalmente y de forma
constructiva. En un Servicio Nacional de Salud
(modelo sanitario revolucionario), el funcionamiento armónico de los
diferentes subsistemas sociales (no sólo el puramente sanitario) exige
la transformación del
sistema social, modificarlas relaciones de producción, porque, si no,
nos quedamos en la experiencia de Gran bretaña o de Suecia. Buscamos la
salud social, un concepto que la Gloriosa Editorial Progreso de Moscú
nos trasladaba desde su autor, Venediktov: “la nueva totalidad de los
niveles individuales de salud en los miembros de la sociedad (…) debe
reflejar el grado de probabilidad de salud que cada miembro de la sociedad
alcance el maximo nivel de salud y capacidad de trabajo creador,
mediante la prolongación maxima de su vida individual; por otra
parte, debe caracterizar la capacidad de vida de toda la sociedad y su
posibilidad de autodefensa, de crecimiento ulterior proporcional y de
desarrollo socioeconómico, así como el empleo racional de los
recursos naturales y el mantenimiento del equilibrio ecológico y de
otros, con el medio natural y social”.
Ya no intentaríamos conseguir eso llamado aquí “calidad de
vida”, sino conseguir un “modo de vida” diferente, entendida
como conjunto de condiciones económicas, socio-políticas y
culturales de las formas características, repetidas y estables de la
vida cotidiana de las personas y de las colectividades.
Para ello, el Servicio Nacional de Salud,
requeriría añadir, a esa característica nuclear, las
siguientes características: ser único y participativo (en todos
sus niveles, en un dialogo de tú a tú entre profesionales
y colectivos
6.- El modelo capitalista.
Y qué hay aquí: pues un modelo asistencial, centrado en la
atención por consulta, no participativo,fragmentado
y sin prevención económica y social. Lo contrario, vaya. El PSOE
intentó desarrollar una cosa que llamó Sistema Nacional de Salud
(una mezcla de Servicio Nacional de Salud revolucionario y Sistema de Seguridad
Social típicamente capitalista) basado en la universalización de
la asistencia sanitaria, potenciación de la atención primaria,
reforma psiquiatrica…
Aquí paramos un momento: la reforma psiquiatrica consistió
en un intento de cierre de Hospitales Psiquiatricos, que habían
servido de mecanismo de control social, y disponer recursos de
rehabilitación psicosocial de las personas con, fundamentalmente, trastornos
mentales crónicos. Estupendo: se reduce el número de camas en
muchas Comunidades, pero no se dispone de servicios intermedios ni de las garantías que genera un concepto de
prevención completa. Así que se eleva el número de casos
en la calle, en familias que no saben como tratarles, entrando y saliendo
de los psiquiatricos por una puerta giratoria.
Sirva de ejemplo para explicar que, con buenas intenciones, sin el cambio de
relaciones productivas, el intento del PSOE se fue a
la mierda. Y la presión del capital fueron ellos los
primeros que la aceptaron, plasmada en la Comisión Abril. Qué se
puede esperar de un modelo en el que el 90% del presupuesto de investigación va
destinado al 10% de las causas de muerte
Llega un momento en que el PSOE y el resto de partidos
capitalistas defienden la entrada del
Derecho Privado en la gestión de la Sanidad Pública. Desde esemomento, el modelo capitalista en voga hace crisis.
NO porque sea verdad su falta de eficiencia, de consecución de
beneficios, sino porque aparece un grupo de expertos que cobra antes de opinar
y cuando opina, opina para joder, para contar mentiras, para que el capital
encuentre un nuevo espacio para conseguir incrementar lo que los marxistas
entendemos como tasa decreciente de ganancia; me explico, si en la
producción de mercancías es necesaria la obtención
exponencial de beneficio, existen dos maneras de obtener ese incremento: o
reduciendo costes (lo cual es una jodienda porque los obreros demandan menos),
ampliando mercados en otros países, eliminando a los competidores,
o… tatatachan: la globalización… transvasando
capitales a la economía financiera y determinando que la
dolarización apoye al rendimiento productivo, introduciendo empresas
yanquis en donde fuere. En total, jodióse la cosa… porque el pacto
social existente tras la S.G.M. ya no hace falta; porque no hay
oposición en el Bloque del Este y porque hay
una absorción de dirigentes previamente revolucionarios hacia el bloque
histórico del
capitalismo, en un proceso de Revolución Pasiva.
En las directrices del FMI y el Banco Mundial se exige que el capital,
fundamentalmente estadounidense, se vea apoyado por los gobiernos sumisos y
facilite la entrada de capital productivo en estas actividades que antes
encontraban rentabilidad social (porque en Sanidad, la no es la demanda la que
decide la oferta, es al revés, la oferta la que decide lademanda). Las
directrices de la OMC van en este sentido. Y mienten
con todo descaro, porque los gastos sanitarios administrativos en EE.UU. (sanidad típicamente privada) son de un 25% del gasto total,
mientras, en Canada, país poco sospechoso de bolchevismo, es de
un 10%. Es decir, para paralisis burocratica, la del
capitalismo.
Y las privatizaciones que empezó el PSOE y han
seguido PSOE, PP y demas no tienen otro objetivo que profundizar en
ello: Fundaciones Públicas Sanitarias, Institutos Públicos,
Consorcios… Todo son privatizaciones mas o menos
encubiertas.
Basura que hay en la CAM.
La asistencia hacia la Salud Mental de la CAM
no es precisamente esperanzadora. En España, el tiempo
medio destinado por consulta en Atención Primaria fue de 5.9 minutos.
En la UE, 12.43 minutos. Pero es que, como consecuencia,
en España se pierde una detección de dos tercios de los pacientes
que aparecen en atención primaria y luego resultan tener un trastorno
mental.
En la CAM, se va a
intentar implantar un modelo que incluya a tres administraciones (INSALUD, CAM
y AYTO.), un Consorcio. Ellos venderan esta tactica como un
intento de coordinación, pero en realidad incluira la posibilidad
de concertación con centros privados, de tener órganos de
gobierno propios e independientes de la organización de la que surgen,
capacidad de poseer patrimonio propio, personal laboral (si así lo
deciden) y régimen presupuestario, contabilidad y Convenio Regulador
propios (como expresa el Plan de saludMental). Y eso que la Consejería
de Servicios Sociales ya realiza contratas con empresas privadas para la
gestión de algunos centros (Rehabilitación Psicosocial, Rehabilitación
Laboral, Miniresidencias…). Aquí alguien pensara que no hay
mayor problema, ya que algunos de esos gestores son asociaciones sin
animo de lucro: pero es que al otorgar la gestión ya miran
cual es el proyecto mas barato! Para los trabajadores de
salud mental y para los propios usuarios, vamos jodidos.
Vamos a ver cómo esta la cosa en trastornos de la
alimentación: elegimos un area del que tenemos buenos
datos, el area 9 (Leganés, Fuenlabrada, etc….): hay 251
pacientes con un total de consultas ambulatorias de 2145, lo que supone 9
consultas por año! Así, vamos listos.
Y mas listos vamos a ir cuando se introduzcan
mas aún las formas privadas de gestión.
Según un Informe presentado recientemente por la Federación
Madrileña de Asociaciones pro Salud Mental (FEMASAM), de la que, por
cierto, ninguna asociación de trastornos de la alimentación forma
parte y sólo una lo ha solicitado con ciertos resultados favorables
(GRAPA) porque las demas consideran estos trastornos como separados de
los trastornos mentales (HASTA DÓNDE LLEGA EL ESTIGMA!), este Informe,
os decía, ha calculado que, manteniendo el actual modelo de asistencia
en salud mental (con el que nosotros nunca vamos a estar de acuerdo, es obvio)
haría falta contratar:
• 134 psiquiatras
• 216 psicólogos
• 333 titulados de grado medio
Así, vamos listos. Salud.