El presente tema hace hincapié en la construcción
histórica de Europa en sus vertientes política, cultural, económica y
educativa. En él se plantea cómo los intentos y deseos por
conseguir una Europa unida no son nuevos, sino que tienen una larga tradición.
Hasta el nacimiento de la Modernidad, a finales del siglo XV, la idea de Europa parece
presentarse como
un desideratum de unidad política, religiosa y moral ligado a la idea de
Imperio. La Modernidad transformará ese universalismo
en un mosaico de políticas nacionales, religiosas y mercantiles que dificultarán
en extremo los ideales de unidad medieval. Dos excepciones se produjeron en el
marco de esa fragmentación: una, procedente del campo cultural, protagonizada
por pensadores de la talla de Erasmo, Vives, Moro, Comenio, etc. verá en el
espíritu integrador y universalista de las humanidades una vía integradora de
cultura; la otra, protagonizada por pensadores como Dubois, Podiebrad, Crucé,
el Duque de Sully etc., propugnó un seudofederalismo
europeo que, a la vez que confirmaba la existencia irreversible de un orden
geopolítico nacional, preconizaba la idea de una Europa económica y cultural
común. La cultura contemporánea, iniciada simbólicamente con la convulsión de
la Revolución francesa de 1789, heredó el espíritu librepensador sembrado en lamodernidad,
rindió culto a la sensibilidad antropocéntrica, afianzó las diferencias como
signo de identidad y buscó en la sublimación del Estado nacional, en el
economicismo político y en la diversidad cultural las categorías rectoras del
nuevo orden. La consecuencia fue el debilitamiento de una Europa supranacional;
fenómeno que alcanzó su máxima expresión en la primera mitad del siglo XX con un
nacionalismo exacerbado que desembocó en dos guerras mundiales. Contiendas que
si por un lado revelarán el fracaso de las políticas
nacionales, por otro abrirán paso a modelos políticos, culturales y económicos
más amplios y comunes. La nueva Europa surgida tras la Segunda Guerra Mundial,
aunque inicialmente aparezca fragmentada en dos grandes modelos antagónicos: Europa
Occidental y del Este, pronto revelará –al menos en una de sus partes- el firme
deseo de un nuevo orden que superase los radicalismos
exclusivistas de antaño. La idea suponía un intento
nuevo de recuperar el sentido humanista y liberal de la vieja Europa; aquello
que lejos de fragmentar llevase a integrar y a ver lo común en la diversidad.
Este proyecto tomará cuerpo de naturaleza estable el 25 de marzo de 1957 con la
firma del llamado Tratado de Roma que dio lugar al nacimiento de la Comunidad
Económica Europea. Un nuevo Imperio de seis países: Bélgica, Holanda,
Luxemburgo, Francia, Italia y la República Federal de Alemania que, a
diferencia de la tradición, no surgía por la fuerza de conquista, sino por una
categoría nueva cargada de simbolismo y esperanza: la voluntad
librementeexpresada de convivir política y culturalmente en una realidad
supranacional superior que iba a tener como base el respeto a la diversidad.
Desde entonces, y hasta llegar al momento actual –una Europa de quince países y
pronto de veinticinco- no se ha cesado en el proceso de construcción progresiva
de un
Perspectiva internacional Ideal común por el que todos los pueblos y naciones
deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones,
promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y
libertades. La educación debería aparecer en la jerarquía de valores como el segundo de los derechos
inalienables del
hombre. La Declaración Universal de los Derechos Humanos en el artículo primero
proclama: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos, y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros”, y en el artículo segundo matiza “toda
persona tiene todos los derechos ylibertades proclamados en esta Declaración,
sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política
o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición. El artículo veintiséis declara: toda
persona tiene derecho a la educación la educación tendrá por objeto el pleno
desarrollo de la personalidad humana los padres
tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a
sus hijos.
El derecho-deber a la educación también ha tenido notable eco
en documentos eclesiales y más en concreto en documentos de la Iglesia
Católica. Perspectiva nacional Las discusiones sobre el derecho a la
educación no se plantean en el plano de los principios: puede
decirse que todos están de acuerdo con ellos. Se plantean en el plano
de las realizaciones prácticas por los intereses sociopolíticos que los
diferentes grupos y sectores ven en ello. La educación se plantea como
principio insoslayable e inexcusable de la vida social. Derecho
fundamental. Pluralismo educativo. LA FAMILIA COMO INSTITUCIÓN EDUCATIVA PRIMARIA La familia es en el
orden natural e histórico la institución social por excelencia. La
sociología es una vía importante para acercarnos a la dimensión entitativa de
la familia. En la cultura occidental hay que presentar
modelos alternativos de carácter más universal. Se
trata de verla especialmente desde dentro y más en concreto desde la
antropología o naturaleza humana. Existe una dimensión
ontológica y esencial de la familia porque existe unadimensión entitativa de lo
que es el hombre.
La vida es impensable sin relación, sin apertura y mucho más la esencia de la
vida familiar. Una vida que al ser la proyección de un
espíritu resulta una relación singular, única, íntima y privada. Responsabilidad en el mantenimiento de la especie. Mostrar la relación natural que debe existir entre nacimiento
biológico y socialización familiar. El hombre al nacer tiene una
identidad genética, pertenece biológicamente a una familia y a ella corresponde por orden natural el derecho y el deber
primario de socializarlo. Sin el compromiso de amor no hay
socialización familiar, no hay en definitiva familia. Serán
su complemento, su ayuda y su garante. Debe ser en la familia donde
deber sustanciarse el auténtico sentido de la educación personal, la escuela
más importante de la vida, el lugar donde siempre se vuelve. LA EDUCACIÓN
PERSONAL EN EL ÁMBITO JURÍDICO El marco internacional El análisis detallado del
contenido de los tratados y acuerdos jurídicos se sustancia especialmente en
cinco aspectos que para el ordenamiento jurídico internacional se consideran
insoslayables, recogiéndose directa o indirectamente en la práctica totalidad
de declaraciones y reglamentos internacionales: a. Reafirmar el derecho
preferente de los padres a la educación de los hijos. A nadie
se puede negar el derecho a la instrucción. b. Reafirmar la necesidad de
una protección jurídica y no jurídica que defienda el derecho a la educación
familiar. c. Subrayar que el niño es el depositario
radical y la fuente originaria de todos losderechos, deberes y libertades
educativas. d. El niño tiene derecho a una atención educativa integral y
armónica de su personalidad. e. El derecho a que se respete la identidad
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