América Latina entró en la modernidad de la mano del comercio exterior, casi como producto de la
casualidad. Lo que Colón buscaba hace más de 500 años era una vía comercial rápida
que permita comunicar Europa con Asia, mas en el camino se encontró con un
continente desconocido para la civilización europea, al que se le denominó
América, en honor a uno de sus 'descubridores'. Y este
continente, transformado en terreno de expansión colonial de las potencias
europeas, fue integrado en la naciente división internacional del
trabajo capitalista como
productor y exportador de materias primas. Durante siglos,
los actuales países industrializados impusieron directamente sus intereses sobre
los países pobres y a partir de allí consolidaron su actual posición dominante
en la economía global.
La historia de América Latina, desde 1492, esté influida fundamentalmente por
sus relaciones económicas internacionales, aún en aquellas épocas -relativamente
cortas- en las cuales se pretendió impulsar una respuesta más orientada al
mercado interno. Más que en ninguna otra parte, la evolución
de América Latina y la misma constitución de sus actuales países no son
comprensibles sin tener en la mira esta realidad. Y si el comercio fue
entonces, durante la colonia (5), un mecanismo para
transferir riquezas y concentrar ventajas, lo sigue siendo en la actualidad,
aunque ya no a través del
colonialismo y la esclavitud.
Este proceso de internacionalización de las economíaslatinoamericanas se
aceleró en las últimas décadas como resultado de la influencia ejercida por la
actual fase de globalización en marcha y, por cierto, por efecto de las
políticas estructurales aplicadas, con las que se pretende acelerar el proceso
de inserción de la región en los circuitos productivos, financieros y
comerciales globales.
Como es obvio, las modalidades de inserción y los alcances de la misma
dependen de las diversas realidades nacionales, en una región caracterizada por
la heterogeneidad. Por eso los valores promedio de los
indicadores utilizados ocultan más de lo que revelan. En otras palabras,
hablar de América Latina como un todo es un ejercicio incompleto y hasta
falseador de una realidad regional, que resulta esquiva aún a nivel nacional:
Brasil en tanto síntesis de diferencias y desigualdades, como ejemplo de esta afirmación, nos conduce
a identificar condiciones tan diversas que limitan una lectura global de la
región en su conjunto.
De todas maneras, es innegable que la apertura comercial y la adopción de una
nueva modalidad de acumulación, basada mayormente en las exportaciones, han provocado un incremento acelerado de los vínculos
económicos de la región con el mundo. Esta vinculación, por otro lado, ha
incrementado la exposición de las economías latinoamericanas y caribeñas a los
vaivenes del mercado mundial, sea a través de los precios y de la demanda, o a
través de las variaciones en las tasas de interés y en los flujos
financierosinternacionales. Después del mercado financiero, el comercio
exterior, ha sido el campo en donde más aceleradamente se han
procesado estas transformaciones económicas, a través de las cuales de una
forma hasta idealizada se ha pretendido acelerar la inserción de un país en la
globalización.
Sin desconocer el dinamismo experimentado en el sector externo de América
Latina y su importancia para atraer inversiones, los cambios globales han sido insuficientes para producir transformaciones
profundas que permitan inducir un proceso de desarrollo sostenible. Las
tradicionales ventajas comparativas de la región se mantienen y la
incorporación del
progreso técnico no ha permeado amplias capas del aparato productivo, en donde, por el
contrario, parece que se ha profundizado la heterogeneidad estructural, con sus
consecuentes repercusiones sociales y territoriales. Aquí
surge, entonces, una de las manifestaciones de una globalización que integra y
a la vez desintegra, una globalización íntimamente vinculada a fenómenos de
exclusión. Se vive, entonces, un proceso que
globaliza algunos sectores y regiones, pero que des globaliza otros. Como lo anticipó Oswaldo Sunkel ya en 1971, esta estrategia aperturista
terminó por provocar una integración transnacional a costa de la desintegración
nacional. En realidad, como lo dijo Oscar Ugarteche (1990), se vive un
mundo caracterizado por 'una suerte de desintegración internacional, donde
los países capitalistas avanzados tienen unafuerza centrípeta que concentra la
dinámica del comercio, las inversiones, las tecnologías y los créditos;
mientras que una fuerza centrífuga tiene el efecto contrario en los países en
vías de desarrollo'.
En este contexto, es notable la ingenuidad de muchos grupos que han caído en la
trampa de creer que la simple apertura al mercado mundial es suficiente para
homogenizar las estructuras nacionales e inducir el desarrollo, desconociendo
que el proceso de globalización es parcial, incompleto y desbalanceado, más
todavía cuando los países subdesarrollados se integran pasivamente con países de
mayor desarrollo relativo, sin llegar tampoco a considerar las lógicas de las
empresas transnacionales. Por eso, esperar que la simple apertura de los
mercados de los países industrializados para productos provenientes del mundo subdesarrollado sea
suficiente para reducir la pobreza, es otra ingenuidad, lo que, sin embargo, no
minimiza la importancia del
comercio exterior y por cierto sus potencialidades.
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Autor y licencia de 'Retos de la glocalización para América Latina'
Artículo de Alberto Acosta . Extraido
de: https://www.lainsignia.org
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En el presente capítulo se analiza la evolución, estructura y dirección del
Comercio Exterior de América Latina y el Caribe tanto en términos globales, con
datos relativos a toda la región, como más detalladamente, en función de las
agrupaciones regionales que la componen. A tales efectos, la información
comprende las siguientes agrupaciones: ALADI (con análisis separados para el
Grupo Andino y MERCOSUR), el Mercado Común Centroamericano y la Comunidad del Caribe (CARICOM). El estudio permite observar la forma
en que la región se ha ido insertando en el comercio internacional; los cambios
en la composición de su comercio, tanto en término de exportaciones como
importaciones; su patrón de relaciones exteriores y el nivel de intercambio con
sus principales socios comerciales.
Un aspecto prioritario contemplado en este trabajo, tanto a nivel del conjunto
de los países que conforman la América Latina y el Caribe, como en el análisis
de la evolución del comercio dentro de los procesos de integración subregional,
ha sido la evolución del comerciointraregional, el cual es objeto de un
análisis especial al final de este capítulo.
Como punto de partida, es importante situar la
posición del comercio
de América Latina en el contexto del
comercio internacional de bienes. Lo primero que se constata, es que dicha
participación es discreta y también decreciente. Mientras en 1980 las
exportaciones totales de América Latina representaban un 6% de las
exportaciones mundiales, en el año 1992 apenas representan un 3.6%. Para
ilustrar esta situación de creciente marginalidad de las exportaciones del conjunto de países que
conforman la América Latina y el Caribe, vale destacar que el valor de las
mismas es actualmente del
mismo orden que el de las exportaciones de Bélgica y Luxemburgo. Los Países
Bajos exportan un 10% más, en valores, que las
exportaciones de toda América Latina y el Caribe. Corea del
Sur exporta actualmente un 60% del
total de las exportaciones provenientes de la región.
Las importaciones del conjunto de países de América Latina y el Caribe
representaron en términos de valores en 1992 el 3.3% del comercio mundial.
1.1 Evolución del comercio regional en América Latina y el Caribe
Durante el período 1975/1980, el comercio exterior de los países de América
Latina y el Caribe tuvo un extraordinario dinamismo, con exportaciones
creciendo en términos de valor a los ritmos más rápidos de la posguerra, como
aparece en el cuadro 3.1. Las importaciones crecieron también y, en muchos
países, a ritmossuperiores al de las exportaciones, registrándose así, durante este periodo, el mantenimiento de un déficit en el
saldo comercial, que se arrastraba desde principios de la década de los 70.
Cuadro 3.1. COMERCIO EXTERIOR DE BIENES DE
AMERICA LATINA Y EL CARIBE (Miles de millones de US dólares)
| 1970 | 1975 | 1980 | 1982 | 1985 | 1988 | 1991 | 1992 | 1993 |
X | 16.5 | 40.3 | 79.6 | 86.3 | 91.9 | 102.2 | 120.9 | 127.1 | 132.9 |
M | 16.7 | 19.6 | 81.3 | 76.7 | 58.5 | 75.5 | 111.8 | 137.2 | 147.7 |
S.C. | -0.2 | -9.3 | -1.7 | 9.6 | 33.4 | 26.7 | 9.1 | -9.9 | -14.7 |
X: Exportaciones M: Importaciones S.C.: Saldo comercial.
Fuente: Balance preliminar de la economía de América Latina y el Caribe; varios años - SELA,
Boletín Información comercial, mayo de 1981.
El rápido crecimiento del valor de las exportaciones
tuvo múltiples orígenes. En los países exportadores netos de
petróleo se originó en el incremento de los precios. En el resto de los
países obedeció a distintas circunstancias, debido a la evolución muy dispar de
los precios de los principales productos exportables; entre ellos vale destacar
desviaciones de producción previamente destinadas al mercado interno,
diversificación de la producción de productos básicos, mejor transformación
industrial de las materias primas exportadas y ampliación de las exportaciones
de manufacturas.
El crecimiento de las importaciones se deriva de un
aumento tanto de los volúmenes como de los
precios y responde básicamentetanto a procesos de inversión como
al crecimiento del
consumo y a políticas orientadas a la liberalización de las economías y a la
lucha antiinflacionaria.
El déficit comercial externo que se generó en el período, fue
financiado fundamentalmente por financiamiento externo, el cual era en la época
abundante en la región, siendo ofrecido por la banca transnacional con
intereses reales bajos. El elevado crecimiento del valor de las
exportaciones junto a tasas nominales de interés bastante menores, fueron
factores que sustentaron el mayor endeudamiento regional, pese a los peligros y
vulnerabilidad que ocultaba la persistencia del déficit comercial.
La evolución del sector externo se modificó drásticamente a partir de 1981 y en
particular en 1982, como resultado de la prolongación de la recesión económica
mundial; del cambio radical que se produjo en el nivel de las tasas de interés
en los mercados internacionales, que crecieron a niveles reales muy altos; de
la violenta caída de flujos de capitales hacia la región, y sobre todo por el
peso agobiador e insoportable que significaba el servicio de la deuda externa
regional. A esto deben agregarse los problemas
estructurales asociados al agotamiento del
estilo de desarrollo que había prevalecido en la región.
Como consecuencia de estos hechos, a los que se sumaron la caída de los precios
de muchos productos básicos y el recrudecimiento de tendencias proteccionistas
en países desarrollados, a la vez que se acrecentabanlas tasas reales de
intereses, la situación empeoró aún más en 1982, lo que forzó un severo proceso
de ajuste para las economías latinoamericanas.
La actitud restrictiva adoptada por la banca internacional frente al
otorgamiento de nuevos créditos, obligó a los países a generar, por la vía del
superávit comercial, el financiamiento requerido para hacer frente al fuerte
aumento que exigía el pago de los intereses de la deuda externa. Esto se
instrumentó a través de arduos esfuerzos dirigidos por un
lado a incrementar los volúmenes de exportación y por otro, a través de una
drástica reducción del volumen de las
importaciones, del
consumo y de la inversión interna.
Como consecuencia de las políticas de ajuste, las importaciones cayeron de 97
mil millones en 1981 y a 58 mil millones en 1985, produciendo en este período
una caída del 10% en el producto interno bruto per cápita de la región. No
obstante que las exportaciones tuvieron un incremento considerable en término
de volúmenes, esto no se reflejó en un aumento paralelo del valor de las
mismas, vista la contracción de la demanda en los países industrializados con
la consecuente pérdida de dinamismo en el comercio internacional, así como una
caída en los precios de los productos básicos. El saldo comercial reflejó esta
situación, revirtiendo la preocupante tendencia al déficit y arrojando
superávits a partir de 1982, con un saldo de 39 mil millones de dólares en 1984
y 33 mil millones en 1985.
A partir de1986 empieza un período de expansión de las
exportaciones con tasas de crecimiento del 12%
anual, mientras que se percibe el comianzo de una recuperación paralela de las
importaciones como consecuencia del incremento de la actividad económica y la reanimación
de la demanda, así como
el resultado de las políticas de apertura y liberalización aplicadas en la
región.
La recesión en los países desarrollados, particularmente en Estados Unidos,
Canadá y el Reino Unido, junto a la reducción en los ritmos de crecimiento de
Japón y Alemania, repercutieron en una desaceleración del aumento del valor de
las exportaciones en América Latina y el Caribe en el período 1989/1991. Este
desempeño desfavorable de los países industrializados profundizó el
estancamiento del
comercio internacional y la persistencia de precios deprimidos en el sector de
los productos básicos.
Paralelamente, el valor de las importaciones aumentó significativamente en el
mismo período, trayendo como consecuencia una reducción
considerable en el saldo positivo de la balanza comercial.
La fuerte expansión de las importaciones observada en 1991 se mantuvo e
inclusive se aceleró en 1992, favorecida por las liberalizaciones arancelarias
y los bajos tipos de cambio reales. El valor de las
exportaciones de bienes de la región creció moderadamente, y obedeció
exclusivamente al incremento de los volúmenes exportados, ya que los valores
unitarios volvieron a caer. Esto dio lugar a que, por primera vez en
diezaños, se registrara en 1992 un saldo negativo en
la balanza comercial de bienes.
Esta situación se mantuvo prácticamente sin cambio en 1993, con una expansión
moderada del
valor de las exportaciones, mientras que continuó la tendencia de las
importaciones a aumentar a ritmos mayores que el de las exportaciones. Esta
situación derivó en un aumento considerable del saldo negativo de la
balanza comercial de bienes, cuyo déficit alcanzó casi 15 mil millones de
dólares.
A grandes rasgos, las tendencias sobre la evolución del comercio
presentadas hasta ahora en esta sección, describen lo ocurrido en el período
1975 a 1993 en los diferentes países de la región. Es evidente, sin embargo,
que el comportamiento en materia de ajuste comercial al cambio de las
condiciones del entorno internacional, y el impacto e intensidad de la crisis
de la década pasada, puede haber variado según los países, grupos de países o
subregiones consideradas, en función de las características, perfil y
especificidades propias de cada uno de ellos.
Por estas razones, conviene dejar aquí el análisis global de las relaciones
comerciales, que abarca a todos los países de la región Latinoamericana y
Caribeña y abordar, a continuación, el estudio de la estructura, composición y destinos
del
comercio, según las diferentes agrupaciones que conforman los procesos de
integración subregional. El tratamiento homogéneo que se hace del tema en cada
uno de estos esquemas, da una visión más realista de loscambios que se han
registrados en los flujos y patrón de comercio de las distintas subregiones, y
permite, a su vez, un relacionamiento de los resultados con las políticas que
se adoptaron en los diferentes esquemas, y que fueron objeto de análisis en el
capítulo anterior.
1.2 ALADI, evolución y estructura del
comercio
ï‚· Evolución del comercio
En el cuadro 3.2 se presenta la evolución del
comercio exterior del conjunto de países que
conforman la ALADI; tanto en términos de exportaciones como de importaciones. Del análisis surge con claridad el impacto
de la crisis de la deuda de los ochenta sobre el comportamiento comercial. El
hecho de que, con excepción de México, los niveles de importación en todos los
otros países miembros, fuesen a fines de esa década inferiores a los observados
una década atrás, habla de la magnitud del choque externo que experimentaron
las economías latinoamericanas en aquellos años.
Cuadro 3.2 ALADI. Evolución del comercio total
1970/1993 (Miles de millones de US dólares y porcentajes)
| 1970 | 1980 | 1981 | 1982 | 1983 | 1984 | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 |
1990 | 1991 | 1992 |
Exportaciones | 12.6 | 79.6 | 83.7 | 79.2 | 82.1 | 91.6 | 89.2 | 71.9 | 79.8 |
92.0 | 101.9 | 112.7 | 110.9 | 115.5 |
% Tasa de crecimiento | - | - | -5.2 | -5.3 | 3.6 | 11.6 | -2.5 | -19.4 | 10.9
| 15.3 | 10.8 | 10.6 | -1.6 | 4.1 |
Importaciones | 10.7 | 83.2 | 89.9 | 70.2 | 51.9 | 54.2 | 54.1 | 55.8 | 59.2 |
63.3 | 71.9 | 83.2 | 100.9 | 124.7 |% Tasa de crecimiento | - | - | 7.9 | -21.9
| -26.0 | 4.3 | -0.2 | 3.1 | 6.3 | 16.9 | 3.7 | 15.8 | 21.3 | 23.6 |
A este drástico ajuste en los niveles de importación se sumó un esfuerzo
considerable por aumentar el nivel de exportaciones y conseguir superávits
comerciales para hacer frente al servicio de la deuda. En algunos países, este crecimiento del
valor de las exportaciones tuvocomo eje central una diversificación de la
oferta exportable con un aumento en la participación de las manufacturas en el
total de ventas al exterior. En otros casos, junto a
esta diversificación se suman incrementos considerables en los volúmenes de las
exportaciones tradicionales de materias primas, pese al deterioro de sus
precios en los mercados internacionales.
ï‚· Estructura del comercio.
En los cuadros 3.3 y 3.4 se presenta esquemáticamente la comparación de las exportaciones
e importaciones de los países de la ALADI, distinguiendo entre manufacturas y
productos primarios. Se ha tratado como referencia el tiempo 1979-81
(anterior a la crisis de la deuda) y el periodo más reciente para el que se
dispone de información armonizada (1988-90).
Hasta principios de la década de los ochenta los productos básicos (alimentos y
materias primas agropecuarias, metales y minerales) representaban el 40% de las
exportaciones totales de la región, los combustibles representaban otro 40% y
las manufacturas el resto.
En cuanto a las importaciones, cerca de un 70% eran manufacturas y el restose
dividía entre productos básicos y combustibles, con una relación entre ambos
que dentro de la década de los setenta varió en función de los precios del
petróleo en el mercado internacional.
Del análisis de los cuadros surge claramente
que la participación de las manufacturas en las importaciones de los países de
ALADI ha ido aumentando progresivamente y que representa alrededor del 90% del total. En cuanto a las exportaciones, si
bien se refleja una tendencia generalizada hacia un
aumento de la participación de las manufacturas sobre los productos primarios,
el cuadro no es tan homogéneo como
en el caso de las importaciones.
Hay que considerar que durante la década de los
ochenta en mucho países las exportaciones primarias se incrementaron
significativamente y a un ritmo mayor que las de las exportaciones
manufactureras, lo que explica la caída de la participación de las mismas en
las exportaciones totales. Esto puede estar escondiendo el comportamiento muy
dinámico que tienen las exportaciones manufactureras en dichos países, lo que
seguramente se verá reflejado en las informaciones relativas a los primeros
años de la década del
90.
De todas maneras, el cuadro sigue demostrando una dependencia
importante de la región de las exportaciones de productos primarios.
Cuadro 3.3 EXPORTACIONES
Exportaciones 1979-81 | ARG | BOL | BRA | COL | CHI | ECU | MEX | PAR | PER |
URU | VEN |
Productos Primarios | 38.8 | 60.6 | 17.1 | 67.8 | 21.3 | 84.2 | 74.1 | 56.0|
42.4 | 14.3 | 62.5 |
Manufacturas | 61.2 | 39.4 | 82.9 | 32.2 | 78.7 | 15.8 | 25.9 | 44.0 | 57.6 |
85.7 | 37.5 |
Exportaciones 1988-90 | ARG | BOL | BRA | COL | CHI | ECU | MEX | PAR | PER |
URU | VEN |
Productos Primarios | 22.1 | 71.7 | 31.8 | 70.2 | 28.3 | 87.6 | 40.8 | 70.1 |
37.0 | 18.6 | 47.0 |
Manufacturas | 77.9 | 28.3 | 68.2 | 29.8 | 71.7 | 12.4 | 59.2 | 29.9 | 63.0 |
81.4 | 53.0 |
Cuadro 3.4 IMPORTACIONES
Importaciones 1979-81 | ARG | BOL | BRA | COL | CHI | ECU | MEX | PAR | PER |
URU | VEN |
Productos Primarios | 12.7 | 4.5 | 50.3 | 10.7 | 24.4 | 13.1 | 12.3 | 16.8 |
10.5 | 31.0 | 6.1 |
Manufacturas | 87.3 | 95.5 | 49.7 | 89.3 | 75.6 | 86.9 | 87.7 | 83.2 | 89.5 |
69.0 | 93.9 |
Importaciones 1988-90 | ARG | BOL | BRA | COL | CHI | ECU | MEX | PAR | PER |
URU | VEN |
Productos Primarios | 13.4 | 5.4 | 37.8 | 6.9 | 14.7 | 9.1 | 9.7 | 12.4 | 11.1
| 18.7 | 9.5 |
Manufacturas | 86.6 | 94.6 | 62.2 | 93.1 | 85.3 | 90.9 | 90.3 | 87.6 | 88.9 |
81.3 | 90.5 |
Fuente: Patrones de comercio exterior y regímenes de política comercial y
cambiaria en América Latina.
ï‚· Destino de las exportaciones
En los cuadros 3.5 y 3.6 se presenta información para los países de ALADI, de
la composición de las exportaciones según su destino y de las importaciones
según sus orígenes para el período 1965 a 1991.
Examinando en términos globales, la posición relativa de los principales socios
comerciales de los países de ALADI no parece haber
cambiadosignificativamente desde 1965. La participación de los países
desarrollados miembros de la OECD ha decrecido en importancia, aunque la misma
se siga manteniendo alrededor de un 70%, tanto en
términos de exportaciones como
de importaciones. Se ha registrado un aumento de las
exportaciones provenientes de la región, así como de países en desarrollo no
latinoamericanos.
Durante todo este período, los Estados Unidos se ha
mantenido como el principal destino de las
exportaciones, así como el punto de origen más
importante de las importaciones del
conjunto de los países de ALADI. Debe precisarse que la situación varía
considerablemente en los diferentes países o subregiones que componen la ALADI,
como
podrá apreciarse en el análisis posterior.
Cuadro 3.5 ALADI. Composición de las exportaciones totales
según destino (Porcentajes respecto del
total mundial
Año | América Latina y el Caribe | CE | EE.UU. | Japón | Canadá | Resto OECD |
NICS | Otros | Mundo |
1965 | 11.2 | 28.5 | 33.2 | 3.2 | 3.3 | 3.7 | 0.4 | 16.5 | 100.0 |
1970 | 12.0 | 30.5 | 30.0 | 5.7 | 3.4 | 3.3 | 0.7 | 14.5 | 100.0 |
1975 | 15.4 | 21.7 | 28.3 | 4.6 | 4.5 | 2.4 | 0.4 | 22.7 | 100.0 |
1980 | 15.3 | 21.3 | 29.4 | 5.2 | 3.1 | 2.3 | 0.7 | 22.8 | 100.0 |
1985 | 9.2 | 19.9 | 40.2 | 5.7 | 2.0 | 2.1 | 1.6 | 19.3 | 100.0 |
1990 | 12.3 | 21.1 | 39.2 | 6.0 | 1.3 | 2.0 | 2.7 | 15.4 | 100.0 |
1991 | 14.4 | 24.1 | 35.3 | 6.1 | 1.4 | 1.8 | 3.2 | 13.7 | 100.0 |
Fuente: CEPAL; Comtrade, julio 1993.