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ANALISIS: CIUDAD UNIVERSITARIA UNAM
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La UNAM. Una Arquitectura cósmica.
Recientemente el campus central de Ciudad Universitaria de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) fue reconocido por la UNESCO como “patrimonio
cultural de la humanidad”.
Tuve la suerte de visitar el campus en febrero del 2003. Y debo reconocer que contemplar su
hermosa biblioteca fue una experiencia algo conmovedora.
En muchas ocasiones, he leído y escuchado en los fundamentos de
diferentes obras, referencias a una suerte de “aspiración
cósmica”, de estas. Término, que la mayoría de las
veces, no pasa de ser una simple retórica, acuñada en las letras
de algún artículo de revista. Pero, si existe una obra que puede
despertar enel observador sensaciones que uno definiría en la sola
palabra “cósmico”, es el edificio de la Biblioteca Central
de la UNAM.
Diseñada por el arquitecto Juan O’Gorman, en asociación con
Gustavo Saavedra y Juan Martínez de Velasco, la Biblioteca Central de la
UNAM es uno de los edificios mas representativos de la Ciudad de
México. Fue construido entre 1950 y 1956; siendo sometido a un proceso
de remodelación a partir del año 2000 y que continúa a la
fecha.
Emplazado en uno de los bordes de una extensa explanada, este volumen (cuyas
caras muestran unos impresionantes murales), entra en una suerte de
consonancia con otros edificios cercanos, creando un espacio contemplativo de
gran tensión entre ellos. Y en verdad, uno al caminar entre los edificios…
o mas propiamente dicho, entre los murales de los edificios de la
Biblioteca y la Rectoría, pareciera que uno se situara en el centro de
todo.
El volumen de la biblioteca y sus murales (y a pesar de estar en un borde),
realmente lo concentra todo. Es el centro del espacio. Solitario,
increíblemente enigmatico y denso, es receptor de toda mirada y
desplazamiento por la explanada.
Y es que los murales de la biblioteca y de la rectoría, son murales que
tienen el don de salirse (literalmente) del muro, para saltar desde las
fachadas hacia el vacío interior de la explanada. Llegando, esta
proyección a ser tan fuerte, que no importando su orientación,
estos se vuelven hacia este espacio. Hacia el ojo del espectador.
Cuando se habla de lo“cósmico”, típicamente se
pretende apuntar al cielo. Como si existiera algo, alla arriba, que
estuviera en relación con un edificio. Nada mas falso, y
simulado. Lo “cósmico” de la biblioteca de la UNAM, es a mi
entender, ese imponente volumen en soledad, en que sobre cada una de sus caras
se despliega una suerte de lectura de fenómenos, cuya dimensión
es inabarcable: la historia, el tiempo, los dioses, etc. Un relato, cuyos
símbolos y dibujos, en sus disposiciones, relaciones y vínculos,
son “ORDENADOS” (de ahí lo cósmico) como si fueran
atrapados y comprimidos, desde sus múltiples dimensiones y mundos, para
que un ojo humano pueda leerlos. Y es que pareciera que los motivos de los
muros de la biblioteca fueran a estallar, como si el cubo del edificio fuera
una caja de Pandora.
Esa “contención y ordenamiento” que hace este edificio, de
toda esa “sobre dimensión” plasmada en sus murales, es algo
único. Algo que uno no esperaría ver en una construcción
de nuestra era. Sino que tal vez, en una ruina distante, de esas que ocultan secretos
milenarios.
La Ciudad Universitaria, conocida coloquialmente como 'C.U.' o
'CU' (pronunciada como 'cé-ú'), es el
conjunto de edificios y espacios que conforman el campus principal de la
Universidad nacional autónoma de México (UNAM), ubicado en el
Pedregal de san Angel, al sur de la Ciudad de México.
El 28 de junio de 2007 fue inscrita por la Unesco en el Patrimonio
Cultural de la Humanidad. Esta ubicada en una de las mas
privilegiadas zonas del país.
A principios delsiglo XX las escuelas, facultades y edificios administrativos
de la universidad estaban concentrados en el centro de la ciudad de
México, por lo que popularmente se conoce como 'Barrio
Universitario', sin mantener conexión entre los edificios
propiamente (entre otros, destacan los edificios del Antiguo Colegio de San
Idelfonso, del Antiguo Palacio de la inquisicion, la Academia de San Carlos,
del Templo de San Agustín y del Palacio de mineria), y varias veces se
conceptualizó un proyecto para relocalizar las mismas a un solo campus
que integrara la vida universitaria. De estos conceptos, quizas el
mas destacado fue una tesis profesional presentada en la Escuela
Nacional de Arquitectura en 1928, con el título 'Ciudad
Universitaria'.
En 1943, el gobierno federal expropió diversas hectareas de
terreno donde actualmente se encuentra Ciudad Universitaria, en aquél
entonces localizadas fuera de la ciudad de México; en
1946 éste fue entregado a la universidad para la
concretización de los muchos proyectos de reunir las instalaciones. El
11 de septiembre de 1946, el entonces rector Salvador Zubiran formó
la Comisión de la Ciudad Universitaria, formada por representantes
de la universidad y del gobierno. Esta comisión convocó a un
concurso arquitectónico, cuyos proyectos fueron entregados en marzo del
año siguiente, resultando ganador el de 2 alumnos de arquitectura
Integración del equipo de ejecución de la obra
Torre de Rectoría
Con el proyecto vencedor en manos, la comisión se transformó
enla Comisión Técnica Directora, presidida por el rector, e
integrada por funcionarios de la Universidad mas un representante de la
presidencia de la República. La comisión designó a los
arquitectos directores del proyecto: Enrique del Moral, MARIO Pani
Darqui, Domingo Garcia Ramos, quienes se encargarían de designar al
conjunto de arquitectos e ingenieros que participarían en la
ejecución del mismo, todos ellos mexicanos. Mas de cien
arquitectos e ingenieros de entre los mas destacados del país se
unieron a la obra. Resaltan los nombres de Luis
Barragan, Carlos Lazo Barreiro, Juan O'Gorman, Enrique
Yañez, Pedro Ramírez Vazquez, Enrique del
Moral, Enrique Guerrero Larrañaga, José
Villagran García y, como gerente de obras, Luis Enrique
Bracamontes. También participaron artistas como Diego Rivera y
David Alfaro Siqueiros.
La Ciudad Universitaria del pedregal de San Angel
El 5 de abril de 1956 la Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria
abrió sus puertas y puso en servicio sus colecciones para apoyar las
labores de una comunidad de estudiantes, docentes e investigadores, que
abandonaba los edificios del centro de la Ciudad de México, donde
había trabajado durante cerca de 50 años, para trasladarse al
sur, en una nueva etapa de vida de la institución de educación
superior
mas importante del país, la Universidad Nacional Autónoma
de México.
De esta manera se completó un ciclo de trabajo que se inició en
1943 con la elección de terrenos en el Pedregal de San Angel, y
la publicación de la Ley deFundación de la Ciudad Universitaria;
y mas tarde con el Decreto de Expropiación de 1946, mediante el
cual una superficie de seis millones de metros cuadrados pasó a ser
propiedad de la Universidad.
Un año después, en los espacios que muestran grandes manchones de
lava, producto de la erupción del volcan Xitle, empezó el
gran proyecto constructivo, resultado de un concurso convocado por la Escuela
de Arquitectura de la propia Universidad; con el diseño del Plano de
Conjunto, coordinado por Mario Pani y Enrique del Moral, dieron inicio los
trabajos de urbanización y edificación. En marzo de 1949 el
Pedregal de San Angel se convirtió en el mayor taller de
diseño y experimentación arquitectónica del México
moderno. Durante los siguientes tres años, la actividad de un nutrido
grupo de obreros, arquitectos e ingenieros, hizo posible el surgimiento de un
centro de docencia, investigación y difusión de la cultura, en el
hasta entonces arido paisaje del Pedregal de San Angel.
Una de las principales preocupaciones de los arquitectos y constructores fue la
aplicación del concepto de integración plastica. Para ello
se invitó a participar en el magno proyecto a algunos de los mas
notables artistas mexicanos de la época.
Una vez mas, como sucedió treinta años antes, cuando Diego
Rivera, José Clemente Orozco, Jean Charlot, Fermín Revueltas y
otros pintores, plasmaron en los muros del vetusto edificio de la antigua
Escuela Nacional Preparatoria, en el Centro de la Ciudad de México, el
sentir de larecién pasada revolución, la Universidad
brindó generosa sus muros a los artistas para que en ellos se continuara
una tradición plastica, que se remonta a varios centenares de
años, y que tiene algunas de sus mejores expresiones en las zonas
arqueológicas de Palenque y Cacaxtla.
Así surgieron los relieves de Juan O'Gorman en los muros bajos de la
Biblioteca Central, el mural inconcluso de Diego Rivera en el Estadio
Olímpico, y los grandes murales en diversas técnicas, de David
Alfaro Siqueiros en el edificio de la Rectoría, de José
Chavez Morado en el auditorio de la Facultad de Ciencias, de Francisco
Eppens en los muros de las facultades de Odontología y Medicina, y por
supuesto en la monumental ornamentación a base de piedra natural, del
mismo O'Gorman, en la Biblioteca Central.
El edificio de la Biblioteca Central
En el año de 1948 el arquitecto y pintor Juan O'Gorman fue invitado para
que proyectara, con los arquitectos Gustavo Saavedra y Juan Martínez de
Velasco, el edificio de la Biblioteca Central, al que se había concedido
una posición preponderante en el Plano de Conjunto de la Ciudad Universitaria.
El programa constructivo se basó en estudios hechos por el Mtro.
José Ma. Lujan del funcionamiento de las principales bibliotecas
universitarias del mundo, y a partir de ello se creó un edificio, dentro
de las corrientes funcionalistas dominantes en esos años, destinado a
almacenar un millón de libros; en él destaca una serie de
elementos distribuídos en dos volúmenes: unodesarrollado en
sentido horizontal, y el otro, superpuesto, en sentido vertical.
El cuerpo horizontal aparece tendido contra el desnivel del terreno, y en sus
fachadas alternan las fajas visibles de la estructura de piedra
volcanica, extraída del mismo suelo del Pedregal; a
continuación espacios ocupados por vidrieras, para terminar con grandes
superficies de ónix traslúcido de un hermoso color
ambar.
En determinados lugares los muros de piedra incluyen relieves del mismo
material, con motivos inspirados en la tradición del mundo
prehispanico. Las fachadas del gran cubo que forma el cuerpo vertical
muestran en la base una franja de vidrieras y muros bajos que corresponden al
piso abierto, después se despliegan diez pisos, con las composiciones
pictóricas que hacen de este edificio la construcción
emblematica de la Ciudad Universitaria, ya que en él se lograron
los mayores y mejores ejemplos de integración plastica.
¿Quien construyó la Biblioteca Central?
La mejor imagen de Juan O'Gorman, el creador de la Biblioteca Central, es su
autorretrato fechado en 1950, quiza la obra mas original e
imaginativa de la pintura mexicana de la primera mitad del siglo XX
.
Juan O'Gorman nació en Coyacan, D.F. el 6 de julio de 1905.
Estudió la carrera de arquitectura en la Universidad Nacional
Autónoma de México;aprendió pintura con su padre el
ingeniero de origen irlandés Cecil O'Gorman. Uno de sus primeros
trabajos de pintura mural fue la decoración, en 1925, de tres
pulquerías.
En 1928 inició laconstrucción de la casa estudio de Diego Rivera
en San Angel, años después construyó para el mismo
artista el Anahuacalli, edificio que resguarda la colección de figuras
prehispanicas que Rivera donó al pueblo de México. De 1932
a 1934 trabajó como arquitecto construyendo 35 escuelas primarias y
técnicas de inspiración funcionalista, para la Secretaría
de Educación Pública. De 1942 a 1948 hizo pintura de
caballete.
Entre 1949 y 1951 proyectó y dirigió la construcción de la
Biblioteca Central en la Ciudad Universitaria, edificio que recubrió con
un mosaico de piedras naturales, con una superficie de 4 mil metros
cuadrados.
En 1950 expuso en el Palacio de Bellas Artes 100 pinturas de caballete. Su obra
como muralista incluye, entre otros, los siguientes trabajos: la Biblioteca
Gertrudis Bocanegra de Patzcuaro, Michoacan; el Retablo de la
Independencia en el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec y la
Sala de la Revolución del mismo Museo; así como trabajos en Chile
y Estados Unidos. En 1972 recibió el Premio Nacional de Arte por su obra
pictórica. Juan O'Gorman murió en la Ciudad de México en
el año de 1982.
Creación del mural
Juan O'Gorman dejó el testimonio de su creación mas
importante, la Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria, estas son sus
palabras: “Desde el principio, tuve la idea de hacer mosaicos de piedras
de colores en los muros ciegos de los acervos, con la técnica que ya
tenía bien experimentada. Con estos mosaicos la biblioteca sería
diferente al resto delos edificios de la Ciudad Universitaria, y con esto se le
dio caracter mexicano.
Cuando traté el asunto con el arquitecto Carlos Lazo (gerente de
construcción del proyecto de la Ciudad Universitaria) se
entusiasmó con la idea del recubrimiento de mosaicos de colores y me
pidió que hiciera un proyecto. Dediqué dos días y sus
noches casi sin dormir y comer, haciendo los primeros croquis, para tener las
ideas someras de este mosaico enorme que debería recubrir los cuatro
lados de la torre de acervos del edificio, que ya se había comenzado a
construir y se terminaría aproximadamente en 1950.
Posteriormente, Carlos Lazo empezó a arrepentirse de haberme prometido
hacer este grandioso mosaico, pero a súplicas mías, me
permitió que se hiciera un ensayo en la parte baja de uno de los lados
de los acervos para ver cómo resultaba visto sobre el edificio.
Finalmente aceptó la idea de hacer los mosaicos de piedra, siempre que
el precio que yo cobrara fuera extremadamente bajo, porque no se había
previsto presupuesto especial para este recubrimiento, que debería
costar un poco mas que con vitricota u otro tipo de material. Ya
sólo tenía entonces un problema, el de la localización de
las piedras de colores.
Claro esta que para hacer los mosaicos era necesario obtener piedras de
todos los colores posibles. Para ello emprendí viajes por toda la
República Mexicana, después de haber consultado el caso con un
viejo ingeniero de minas, amigo de mi padre, quien me indicó los lugares
donde podríaencontrarlas. Visité muchos minerales y canteras para
recoger muestras de cada uno de ellos, haciendo una colección integrada
por aproximadamente 150 piedras de diferentes colores para seleccionar los que
tuvieran mayor coloración posible.
En el estado de Guerrero encontré los amarillos, los rojos y los negros;
varios colores verdes también los encontré en los estados de
Guerrero y Guanajuato. En Hidalgo encontré piedras volcanicas de
color violeta y dos calcedonias de color rosa. Nunca logramos encontrar piedra
de color azul, a pesar de que me habían indicado que podría
encontrar este color en Zacatecas, en una mina o sitio llamado Pino Solo.
Emprendí la expedición que requirió dos días, acompañado
por guías y provisto de mulas, hasta dicho sitio lejano, atravesando el
desierto de Zacatecas. Allí encontré efectivamente, una
calcedonia azul.
Finalmente seleccioné diez colores con los cuales podían hacerse
los mosaicos: un rojo Venecia, un amarillo Siena, dos rosas de diferente
calidad, una casi color salmón y la otra con tendencia al color violeta,
un color gris violaceo, el gris oscuro del Pedregal, obsidiana negra y
calcedonia blanca; también fue posible emplear el marmol blanco,
dos tonos de verde Para el azul empleé el vidrio coloreado en trozos
y después triturado como si se tratara de piedras, o bien, hecho en
placas para usarlo como se utiliza en los mosaicos de vidrio.
Con la gama de colores antes descrita, con esta paleta por decirlo así,
era posible hacer composiciones pictóricas alexterior de los edificios y
tener la certeza de que mientras perduraran las piedras colocadas en el muro en
forma de mosaico, perdurarían también los colores. Fue necesario recurrir
a las piedras de colores naturales porque no hay en ninguna parte del mundo
colores que puedan pintarse y que resistan la intemperie, los rayos solares,
las lluvias y los cambios de temperatura”.
Respecto a la técnica utilizada para realizar tan sorprendente trabajo,
señala el artista: “Por lo demas, la técnica con la
que se logró cubrir cuatro mil metros cuadrados es muy importante, pues
gracias a ella este gran mosaico se ha conservado intacto sin necesitar por lo
tanto la mas mínima intervención
restauradora”.
Continúa el texto de Juan O'Gorman: “Ordenamos hacer en una de las
bodegas de materiales de la Ciudad Universitaria, un gran tablero vertical de
madera sobre el cual se hicieron las plantillas, o sea el dibujo al
tamaño natural de los mosaicos. Decidimos hacer lozas precoladas de un
metro cuadrado, que podrían ser mas o menos manuables para su
colocación en el muro.
Sobre el gran tablero de madera, colocamos clavos exactamente a un metro de
ancho por un metro de alto, conseguimos rollos de papel grueso de un metro de
alto, de tal manera que las plantillas venían cortadas a la medida
necesaria. Colgamos tiras de papel entre los clavos y sobre ésta se
dibujaba el mosaico, comenzando por la parte inferior hacia arriba, de acuerdo
con los proyectos a la escala de 5 cm. por metro. Claro esta que en
elproceso de ejecución se hicieron muchas modificaciones al proyecto
original, de acuerdo con cambios que fueron a mi parecer necesarios para
mejorar el diseño y la composición. Al mismo tiempo que se
preparaban las plantillas y los dibujos, en uno de los patios cerca del taller
se almacenaban y se partían las piedras de colores, que, como dije
antes, logramos traer de diversos lugares de la República
A la vez se preparó en uno de los pisos de acervos del edificio de la Biblioteca
en obra, una mesa especial de todo el largo del acervo de 48 metros, para hacer
sobre ella los precolados de concreto armado. Me transportaba a la obra en
bicicleta a las 7 de la mañana, llevando mi comida para trabajar durante
todo el día, y terminaba generalmente a las 9 ó 10 de la noche.
Los domingos y días de fiesta también trabajaba el mismo
número de horas para acelerar la terminación del mosaico en el
menor tiempo posible.
Sobre cada plantilla se indicaban los colores de las piedras que tenían
que colocarse según el dibujo marcado. Cada plantilla llevaba un
número y letra que la situaba exactamente en el diseño
generalEl albañil encargado de hacerlas colocaba la pedacería
de piedras de colores sobre las plantillas y sobre esta pedacería de
piedra se hacía un pequeño colado de mezcla de cemento y arena
con un poco de agua, para que la mezcla fuera un poco dura, con el
propósito de que no escurriera ni manchara la parte visible del mosaico,
que llevaba el dibujo de la plantilla, tal y como aprendimosen el Anahuacalli
de Diego Rivera.
Este pequeño colado servía simplemente para detener las piedras
en su lugar y sobre ésta se colocaba la cuadrícula de fierro de
alambrón de un cuarto de pulgada, que servía de estructura del
precolado. Después se colaba el molde hasta llenarlo totalmente con
revoltura de cemento, arena y gravilla, y se dejaba que estos precolados
fraguaran perfectamente en el mismo sitio en que se hacían. Este sitio
estaba cerrado y sin ventanas al exterior, y era muy húmedo para que
fraguara el cemento con mayor dureza. A los dos días se levantaban los
precolados, se limpiaba la superficie de la piedra del mosaico y se almacenaba
en una bodega, listos para colocarlos en su lugar sobre los muros exteriores de
tabique de los acervos de la biblioteca.
El muro de tabique tenía una cuadrícula de varilla de fierro
anclada, para detener las placas de mosaico. Cada uno de los precolados se
llevaba a su sitio y se colocaba en cuatro anclas amarradas al fierro de la
cuadrícula del muro. Posteriormente se colaba el espacio entre el muro y
el precolado”.
Muro Norte: El pasado prehispanico
El lado norte contiene la mayor cantidad de motivos ornamentales:
próxima a la entrada de usuarios, esta una monumental fuente de
piedra volcanica, con una estilizada representación de
Tlaloc, el dios del agua de la cultura prehispanica. En el cuerpo
del edificio, en los niveles correspondientes a las areas
administrativas y de servicios, se observan tres franjas de murales que
alternancon vidrieras. La primera de ellas contiene, figuras de caracoles
marinos y círculos, que en la iconografía prehispanica se
denominan “chalchihuites” o piedras preciosas; la segunda franja
tiene como motivos ornamentales peces y signos calendaricos; la tercera,
de mayores dimensiones que las anteriores, presenta dos enormes serpientes a
los lados de un signo calendarico de fuego y agua. A partir del
siguiente nivel se despliega el gran cubo, que es la parte correspondiente al
acervo, y donde se concentraron los esfuerzos artísticos de Juan
O'Gorman.
El mural del lado norte esta dividido por un eje vertical al centro y
dos ejes transversales, marcados por corrientes acuaticas de color azul,
en las que aparecen canoas, peces, caracoles y culebras, elementos que hacen
referencia al caracter lacustre de la antigua capital mexica,
area que corresponde al actual Centro Histórico de la Ciudad de
México. En las partes terminales de estas corrientes estan los
jeroglíficos de las principales ciudades que bordeaban el lago de
México: Coyoacan, Churubusco, Iztapalapa, Xochimilco,
Azcapotzalco y Tacuba.
La escena que aparece en la parte central de la composición recrea la
fundación de Tenochtitlan, que tuvo lugar en el islote donde, de
acuerdo a una leyenda, la tribu nómada de los mexicas descubrió
un aguila posada sobre un nopal, que les hace entrega de la tierra,
simbolizada por una serpiente. Como testigos dos señores presiden la
escena, origen y esencia de la gran ciudad capital de los mexicas.Este momento
estelar de la tradición mexica es ademas presenciado por los
tlatoanis (reyes) de México-Tenochtitlan, que aparecen
distribuidos simétricamente a los lados, acompañados de sus
respectivos jeroglíficos. Un detalle significativo de la escena se
refiere al nopal en un cerro que lleva en su parte anterior el escudo de la
guerra, y se asienta sobre las fauces estilizadas del Cipactli, el monstruo de
la tierra.
Los espacios delimitados por unos ejes estan llenos de figuras
inspiradas en los códices nahuas, ordenadas según un orden
simbólico en dos campos, uno a la izquierda y otro a la derecha del eje
central. El del lado izquierdo esta dominado por el sol, Tonatiuh,
naturalmente aparecen deidades y escenas que en la mitología
prehispanica tenían relación, con los aspectos mas
luminosos y positivos de la vida; el del lado derecho pertenece a la luna, las
deidades y escenas que lo decoran representan al ambito de lo negativo y
tenebroso, la oscuridad y la muerte.
En la parte mas alta de la mitad izquierda, junto al sol, aparece el dios
benéfico Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, que lleva en su
cuerpo ondulante las mazorcas de maíz y las vírgulas enlazadas
que simbolizan el fuego, factores fundamentales en las culturas de
Mesoamérica. Por debajo del cuerpo de la serpiente se ven dos
divinidades mesoamericanas: Tlaloc, el dios de la lluvia, que hace acto
de presencia entre una planta de maíz situada a sus espaldas y un
manantial sobre la cabeza, para transformarse en Quetzalcóatl,en su
forma humana. En la parte media de esta mitad del muro norte, entre las
corrientes acuaticas superior e inferior, domina la escena
Tlazoltéotl, la “diosa del parto”, diosa también de
la agricultura, quien es escoltada por el aguila solar y el jaguar de la
noche, acompañados de sus respectivos símbolos. A su derecha
Ehécatl, dios del viento, sentado en el interior de un templo, sopla
vigorosamente a través de un caracol. La franja inferior del mural
esta ocupada por músicos y danzantes que acompañan a un
sacerdote principal en una ceremonia propiciatoria.
En el lado derecho, la representación de Quetzalcóatl en forma de
serpiente, equilibra la composición al enfrentarse con la del lado
opuesto, el dios lleva en su cuerpo discos de chalchihuites, -símbolo
del jade o piedra preciosa- y secciones de caracol, ademas se observa
una calavera que acompaña al dios Tezcatlipoca, el dios cojo, sembrador
de discordias, el invisible y omnipresente dios del mal.
Atras de él y un poco mas abajo, se observa a
Chalchiutlicue, diosa del agua, hermana de los dioses de la lluvia. En la parte
central del mural, entre las dos corrientes acuaticas se ve la figura de
Tlahuizoalpantecuhtli, el lucero de la mañana, Venus, una de las muchas
advocaciones de Quetzalcóatl, y que muestra su dual presencia –la
vida y la muerte- por el lado de su faceta vital levanta un bastón con
la figura de un mono (ozomatli, signo calendarico). A su espalda, el
jeroglífico de un cerro, rodeado de serpientes y fragmentos decuerpos
humanos, alude a diversos rituales magicos, importantes en la cultura
mesoamericana.
La decoración en la parte inferior muestra un conjunto de guerreros
cubiertos de pieles de animales y armados de macanas y “chimalis”
(escudos). El eje central esta constituido, de arriba hacia abajo, por
el sol, entre cuyos rayos inferiores unos discos sugieren un rostro de
Tlaloc; es decir, el calor y la lluvia, tan esenciales para la vida de
aquellos pueblos y la de todos. El sol toca con uno de sus rayos un enorme
cuchillo de sacrificio en el cual aparecen los dieciocho signos de los meses
del calendario nahuatl. De los extremos del pedernal emergen dos manos:
la de la izquierda lleva en la palma una simiente, una mazorca de maíz;
la de la derecha, el chorro de sangre del autosacrificio.
En este lado norte del gran mural aparece, en el extremo inferior derecho, la
firma del artista y la fecha de terminación de los trabajos: Juan
O'Gorman 1952.
CRITICA
EL PROYECTO DE LA CIUDAD UNIVERSITARIA, BUSCO IDENTIFICAR LA ARQUITECTURA DE
LAS CULTURAS MESOAMERICANAS EN MEXICO, DANDO UNA IDENTIDAD CON NUESTRAS RAICES,
LO CUAL FUE MUY CORRECTO EN SU EPOCA Y UN TANTO INNOVADOR.
LA IDENTIDAD SE LOGRA BASICAMENTE EN LOS MURALES Y EN EL USO DE MATERIALES
TALES COMO PIEDRA, ESTUCO ETC.
EN MI OPINION PERSONAL, ES UNA BUENA ARQUITECTURA, LA CUAL YO USARIA EN ALGUN
PROYECTO GUBERNAMENTAL YA QUE IDENTIFICA CLARAMENTE AL PAIS.
PERO TAMBIEN USADO EN EXCESO SE CAERIA EN LA EXAGERACION DE DETALLES