Esta nueva reseña, esta dedicada
a la Exposición de Premio Andalucía de Arquitectura que visitamos
el pasado día 4 de Diciembre en el Convento de Santa María de los
Reyes de nuestra ciudad. Este premio, lleva dos convocatorias
y fue instituido por la Consejería de Obras Públicas y
Transportes de la Junta de Andalucía. Con estos premios, lo que
se pretende es otorgar público testimonio de la excelencia de la producción
arquitectónica en Andalucía y el reconocimiento de la labor de
personas e instituciones que hayan contribuido con su trabajo a su
engrandecimiento. El premio tiene caracter honorífico y anual y
se concede de forma alternativa a una 'Obra o Trabajo' y a una
'Trayectoria' de significado trascendente en el panorama
arquitectónico andaluz.
En la Primera Edición de este premio, realizada en el 2007
resultó galardonado Guillermo Vazquez Consuegra , en
reconocimiento de la dilatada trayectoria profesional del arquitecto y su
contribución a la arquitectura de nuestra comunidad. Se
destacó la calidad de su obra, su repercusión crítica y
prestigio social que traspasa las fronteras de Andalucía y de
España. De esta primera edición, tengo la experiencia de haber asistido a la exposición que tuvo lugar en el
Real Alcazar sobre la obra de este arquitecto galardonado.
Centrandonos en la segunda edición del premio, decir que a partir
de las 93 obras que representaron, ytras la selección de las 16 obras
que estan expuestas en la exposición que se mencionó al
inicio de esta reseña, ha destacado el proyecto de remodelación y
ampliación de la estación de ferrocarril de Basilea (Suiza), de
los arquitectos Andaluces Antonio Cruz y Antonio Ortiz, como obra merecedora
del galardón. Junto con las otras dos obras finalistas, la
remodelación de la Hacienda de Santa Ana como sede del Ayuntamiento de Tomares (Sevilla), de
Guillermo Vazquez Consuegra, y el Museo Arqueológico de
Almería, de Angela García de Paredes e Ignacio
García Pedrosa.
De la obra galardonada, la remodelación y
ampliación de la estación de ferrocarril de Basilea (Suiza), hay
que mencionar la adecuación de la obra al lugar en el que se emplaza y
cómo se constituye a modo de puerta de entrada y salida de la ciudad
(Basilea). A su vez, hay que destacar la confortabilidad interior de la
misma, la silueta quebrada de la cubierta, el dominio de la escala, la
impecable ejecución (reflejada en el vídeo que se podía
visualizar en la exposición) y la inserción urbana del edificio
en su totalidad. Todos estos factores, consiguen que se pueda admirar una
“arquitectura natural y equilibrada” y que gracias a estos dos arquitectos con una amplia proyección
internacional, se pueda dar a conocer el prestigio de la arquitectura andaluza,
e incluso fuera de nuestras fronteras.
Con respecto a una delos
dos obras finalistas, el Museo Arqueológico de Almería, destaco
entre la mucha información que se puede encontrar en cualquier revista
de Arquitectura, la incorporación del
proyecto a la creación de nuevo espacio público para la ciudad. El entorno con edificios de gran altura decidió el volumen
compacto de la edificación permitiendo liberar una plaza otorgando de
espacio público al denso ensanche de la ciudad de Almería.
Se crea así, un nuevo espacio para la ciudad,
abierto a ella y antesala del Museo. Otro aspecto que me resulta interesante es
la impresionante presencia de los frentes de las canteras almerienses
(utilizados como
material de las fachadas del
museo), que ha sido determinante en el proyecto de los despieces de los muros,
necesariamente opacos, del Museo. De una parte la privacidad de los espacios
interiores expuestos a las miradas indiscretas de los edificios circundantes y
de otra el control de la luz natural en los espacios
expositivos, han reducido al mínimo los huecos exteriores.
La otra obra finalista, la remodelación de la Hacienda de Santa Ana como
sede del
Ayuntamiento de Tomares (Sevilla) resulta muy interesante por tratarse
precisamente de una hacienda. Las haciendas de olivar,
sucesoras en el tiempo de las alquerías musulmanas y de las villae,
explotaciones agrícolas romanas, constituyen las construcciones rurales
de mayor interés arquitectónicodel Bajo Guadalquivir. La
rehabilitación de la hacienda de Santa Ana se produce a partir de un
conjunto de edificios en ruinas, alguno de los cuales había sido ya
parcialmente intervenido para su adecuación a servicios administrativos
del Ayuntamiento. Se decide demoler estas construcciones posteriores, y de la
misma manera que la nueva arquitectura propuesta mantiene un espíritu de
continuidad con el pasado parece igualmente importante el hecho de no
sobreestimar la relación antiguo-calidad, es decir la permanencia
indiscriminada de lo viejo y actuar decididamente demoliendo todos aquellos
elementos carentes de valor arquitectónico, constructivo o
histórico. De preservar solo la arquitectura de calidad con la voluntad
de introducir una nueva arquitectura que pudiera convivir pacíficamente
y con naturalidad con el edificio existente. Es, por tanto,
el viejo edificio, o mas bien sus restos, los que sugieren el camino a
seguir. Se trata, pues, de escuchar al viejo edificio.
Ademas de estas tres obras finalistas comentadas, me gustaría
hacer una breve mención a algunas de las otras
obras que se encontraban en la exposición y que me resultaron
especialmente atractivas.
Una de ellas, es, sin duda, la Ordenación del Borde
Marítimo de Vigo, de Guillermo Vazquez Consuegra. Lo primero que
hay que decir de esta obra es que es Premio de la Arquitectura Española
2005; y segundo,que gracias a esta intervención, lo que era un espacio
vacío de vida, ocupado por el transito de coches y areas
de aparcamiento, se convirtió en un lugar preferente para el disfrute
ciudadano. Un nuevo centro urbano asomado al mar que
ha servido de acicate para la remodelación de todas las calles
adyacentes. Y un aspecto importante que me ha llamado la atención de
esta obra, es que el túnel que se construyó previamente para
facilitar los trabajos posteriores, obra del ingeniero de caminos Marcos
Pantaleón, supuso una enorme descongestión para el trafico
rodado en el centro de la ciudad. Se puede decir que incluso las construcciones
realizadas para el proyecto, resuelvan los objetivos del mismo, aspecto
que se debería de tener en cuenta mas a menudo en los grandes
proyectos que necesitan gran despliegue. Por último, me gustaría
destacar una idea del
proyecto: la voluntad de ausentarse (de casi no ser visto) a partir de la
materialidad.
Por último, me gustaría hacer una breve mención a otra
obra expuesta, el Estadio la Victoria de Jaén, Pura García
Marquez, Ignacio Rubiño Chacón y Luis Rubiño
Chacón, donde cito palabras textuales de los arquitectos “…
nuestro principal aliado fue usar el suelo como material de proyecto”.
En resumen, una exposición para aprender y observar de nuestros
maestros, y merece la pena este tipo de eventos para
enriquecer nuestra experiencia.