El nuevo sistema constructivo, eficiente y
ligero en su conjunto, permitió elevar los edificios hasta alturas
inimaginables, colmando una de las aspiraciones históricas tanto de la
arquitectura como
de la religión.
La estructura general interior de una iglesia gótica se infiere de todo
lo dicho sobre la planta, bóvedas y pilares, siendo de notar que el
paramento lateral en las grandes iglesias se halla dividido en siete zonas:
* la inferior consta de la arcada que separa las naves laterales o las capillas
* la media, formada por el triforio que en el estilo gótico es mucho
mas estrecho que en el romanico
* la superior que contiene los grandes ventanales, el clerestorio
* la media superior
* la media inferior
* la intermedia
* la continental.
Unas iglesias alzan todas sus bóvedas a
igual
altura (o al menos la nave central y laterales inmediatas) y otras
(lomas común) presentan mucho mas bajas las naves
laterales lanzandose por encima de éstas los arbotantes. El
exterior del edificio
suele acusar la estructura interna de modo que la fachada viene a ser como una sección
transversal de las naves. El imafronte se constituye por las tres hermosas
portadas correspondientes a las tres naves y entre ellas,
los contrafuertes que resisten el empuje de las arcadas. Encima
de las puertas corre una galería que responde a los triforios
interiores. Se abre mas arriba un
rosetón calado y remata el frontispicio en gablete o en atico de
hermosa crestería. Las empinadas torres, con
sus atrevidas flechas que terminan y guardan los costados de la fachada; los
pinaculos y doseletes que animan el contrafuerte; las estatuas y
relieves que pueblan las entradas y los tímpanos. Todo,
en fin, contribuye a causar la impresión de una religiosidad sublime.