Cultura
Hispanoamericana
Una mirada retrospectiva al estudio de lenguas extranjeras nos revela que,
Mucho tiempo atrás, el objetivo de aprender un idioma extranjero consistía en
que el alumno fuera capaz de leer las grandes obras de la literatura de la
lengua en cuestión en su idioma original. Más adelante, cuando el
audiolingualismo se volvió dominante, la literatura fue extraída del
programa de estudios de lenguas extranjeras pues se le consideraba superflua en
el proceso de la adquisición de un idioma.
Actualmente, con la preeminencia de las posturas comunicativas, continúa la
polémica en cuanto al uso o no de la literatura en la
clase de idiomas.
Conviene examinar los argumentos en contra y a favor de la inclusión de la
Literatura en el curriculum. En primer lugar, se
sostiene que, como el
principal objetivo del profesor es enseñar la
gramática del idioma, la literatura contribuye
de modo muy limitado al cumplimiento del mismo
debido a su complejidad estructural y al uso particular que hace del lenguaje. Pero, de
hecho, la literatura es un medio ideal para
desarrollar la conciencia y la apreciación del
uso del
lenguaje en sus distintas manifestaciones, ya que aquélla presenta el lenguaje
en un contexto auténtico, en registros y dialectos variados, encuadrado dentro
de un marco social.
En segundo lugar, se argumenta que el estudio de la
literatura escasamente ayudará a los alumnos aalcanzar sus objetivos
profesionales o académicos. En realidad, si los textos literarios son
bien elegidos, pueden despertar en los alumnos la motivación para leer e
incluso mejorar sus destrezas de comprensión lectora, elementos que,
definitivamente, contribuirán a su desempeño como lectores de todo tipo de
textos.
Por último, se afirma que la literatura refleja una
perspectiva cultural determinada, lo que podría resultar demasiado complejo
para los estudiantes. Sin embargo, la inmersión en una cultura
extranjera a través de la literatura puede aumentar la comprensión que los
estudiantes tienen de la misma y ayudarles a desarrollar una 'conciencia
cultural' más amplia que les permita aproximarse a cualquier tipo de texto
e identificar y captar pistas que remitan a un marco cultural diferente al
suyo. Todo esto también contribuye a estimular la
imaginación e incluso puede llevar a la creación de textos propios.
En resumen, el reconocimiento de la importancia del contexto y del
estímulo lingüístico y cultural auténtico ha llevado a muchos profesores de
idiomas a revalorizar el papel de la literatura en la enseñanza de lenguas, y a
considerarla como
un recurso sumamente rico para sus estudiantes.
En esta comunicación nos proponemos destacar el potencial del texto
literario, ya sean sus objetivos comunicativos o académicos. Abordamos el
estudio de la literatura en relación a sus dos componentes básicos: la forma
(estructura de la obra, procedimientos y recursos expresivos, sintaxis y
léxico) y el contenido (núcleos temáticos engarzados con alusiones y
elementosculturales explícitos e implícitos).
Subrayamos la doble importancia del
contenido de la obra como herramienta de
acercamiento cultural y, al mismo tiempo, como
vehículo para el desarrollo de la interlengua. Es decir, el texto literario
funciona como estímulo que incita al lector a usar la lengua meta para
explorar, descifrar e interpretar el contenido y las estructuras lingüísticas
del mismo, evitándose así el vacío temático y la ejercitación del idioma en
contextos artificiales.
Por lo demás, si bien en los últimos años se ha escrito bastante acerca de la
Inclusión de la literatura en la clase de idiomas (en gran medida con respecto
al inglés y menos en relación al español), reiteramos que, a nuestro parecer,
no se la ha enfocado suficientemente desde la perspectiva de la enseñanza del español como lengua extranjera. Existe
cierta diferencia entre incluir la literatura en la enseñanza de una segunda
lengua o de una lengua extranjera. En el primer caso, tomando en cuenta
que la literatura refleja la cultura nacional, la lectura de obras literarias
escritas por autores del país donde los alumnos extranjeros están estudiando el
idioma puede familiarizarlos con los valores estéticos, morales y espirituales
del país, así como con la reglas de su sistema. Es decir,
puede llevarlos a una mayor comprensión de la cultura en la que fueron
producidos los textos literarios.
En cambio, en el caso de una lengua extranjera -y del español más específicamente-, el referente
cultural se amplía de manera significativa puesto que se trata del ámbito
hispanoamericano en su totalidad. Pruebade ello es el hecho de que América
Latina y su literatura están apareciendo cada vez más en los manuales de
estudio (por ejemplo, 1, 2 y 3), tal como señalara Dolores Soler-Espiauba en su
ponencia en el Congreso de ÁSELE en 1993. Estando este mundo hispanoamericano
'compuesto por un verdadero mosaico de dialectos y subculturas'
[Martínez-Vidal 1993, 82], y siendo la lengua española patrimonio de tantos
países y pueblos
[ibíd.], la literatura como
recurso se vuelve mucho más útil pues, dadas las circunstancias.
O más amplio posible en cuanto a variedad regional, temática, dialectal,
estilística y cultural. Por último, pero no menos importante.
La literatura en la clase de idiomas es que por lo menos al profesor, si no a
los estudiantes, le guste leer.
En nuestra opinión, el género del cuento corto es uno de los que
más se presta para la explotación en la clase de idiomas, principalmente por su
brevedad, la cual no desalienta al estudiante, quien ya tiene que lidiar con un
texto en una lengua extranjera. Por otra parte, la trama pica la curiosidad del alumno y le ayuda a
sobrellevar escollos estructurales o dificultades de léxico, asegurando por lo
menos una comprensión parcial del
relato. En tercer lugar, por virtud de constituir una unidad
independiente, el cuento corto invita a una segunda lectura, lo que permite
apreciar sutilezas de lenguaje y de significado que quizás pasaron
desapercibidas en una primera lectura [CoUie y Slater 1987]. Por último,
el cuento corto ofrece una mayor variedad temática y estilística que las
novelas por ejemplo, de modo que elprofesor siempre podrá encontrar algo que
enseñar y que atraiga o interese a sus alumnos (por ello es importante, dentro
de lo posible, escoger cuentos con una apertura cautivante [Spack 1985]).
Más importante aún es la sensación de logro que experimenta el estudiante, y no
menos el profesor, por haber comenzado, terminado,
comprendido e incluso disfrutado de un texto literario en la lengua meta.
También pequeños poemas, rimas, especialmente para niños, cartas y biografías
cortas, al igual que ciertas piezas dramáticas, han
obtenido buenos resultados en la clase de idiomas extranjeros.
El mundo hispanoamericano
Como mencionáramos anteriormente, 'la lengua que enseñamos no es el
Patrimonio de un solo país sino de muchos' [Martínez-Vidal 1993, 82] y por
ello, al seleccionar los textos literarios a trabajar con los estudiantes,
procuramos no descuidar a ninguno de los integrantes del mosaico
lingüístico-cultural hispanoamericano e intentamos cubrir la mayor gama posible
de textos de distintos autores procedentes de diferentes países de habla
hispana: América Latina y España. Esto nos permite desvelar a ojos del
estudiante de ELE el heterogéneo y variado mundo hispanoamericano a través de
su literatura.
De este modo, el estudiante se ve expuesto a diversas variedades dialectales,
distintos registros, diferencias léxicas y sintácticas regionales,
particularidades idiosincráticas, todo un repertorio surgido de una herencia
cultural común que comprende lo hispano y lo indígena a la vez. Al explicitarle
esta heterogeneidad al estudiante, contribuimos -esperamos- a disolverel
prejuicio tan difundido que considera al mundo hispanoparlante como un bloque
homogéneo. Insistimos, se trata de demostrar la relación dialéctica entre los
distintos caminos que han adoptado los países de
Hispanoamérica a partir de una misma raíz histórico-cultural común,
que les sigue uniendo y, en gran medida, continúa gravitando sobre su identidad
a pesar de la diversidad.
Nuestro público.
En líneas generales, los estudiantes israelíes de español
manifiestan de antemano una cierta inclinación por la cultura hispanoamericana.
A esto contribuye el hecho de que hay muchas obras literarias en lengua
española que se han traducido al hebreo, prueba del interés por ese
mundo cultural en la sociedad en general. Más aún, pueden
observarse afinidades de idiosincrasia entré el israelí y el hispanoamericano,
cosa que no sucede con el anglosajón, por ejemplo. A nuestro parecer,
todo esto incita un mayor interés por la literatura y
justifica, una vez más, el uso de la misma en los cursos de español. Por
último, el perfil multiétnico del país determina que el
estudiante esté más predispuesto a aceptar y a apreciar el valor de culturas
diferentes a la suya.
Conclusión.
Para resumir, reiteramos que la enseñanza de idiomas extranjeros a través de la
literatura en la lengua meta constituye, ante todo, un proceso interactivo de
comunicación (entre el autor, el texto, el lector y el profesor como mediador)
que puede contribuir al desarrollo de la interlengua y asimismo conducir al
acercamiento cultural.
Si partimos desde la premisa que la enseñanza de la literatura
esfundamentalmente un estudio del uso y manejo del lenguaje, podemos concluir
que el aprendizaje del lenguaje y la literatura son dos aspectos de una misma
actividad, la cual, por naturaleza, es esencialmente comparativa: a) cómo el
sistema lingüístico funciona para la comunicación en general; b) cómo se emplea
el mismo en distintas manifestaciones del discurso literario para transmitir y
comunicar un significado [Widdowson 1975]. Hemos comprobado que el texto sirve
de estímulo y vehículo para enseñar y practicar las estructuras y el léxico del
idioma en un contexto auténtico y variado, y para aprender cómo este lenguaje
-en nuestro caso el español- es hábilmente empleado, manipulado, maniobrado,
por distintos autores para comunicar mensajes y
Explorar y expresar realidades diferentes, características de sus culturas.
Se trata, pues, de un proceso conjunto de exploración,
identificación, negociación, interpretación, descubrimiento, aplicación, goce y
continuación. Profesores y alumnos, juntos y por separado, explorando los
textos, identificando símbolos, grafías, sonidos, vocablos familiares o
negociando escollos contextúales, sintácticos o léxicos; interpretando el
significado y la función de cada elemento dentro del contexto, descubriendo
nuevos horizontes y descartando viejas o equivocadas preconcepciones; aplicando
también el uso de las estructuras y vocablos aprendidos, pero, sobre todo,
enriqueciéndose compartiendo el goce de la lectura y saboreando el triunfo que
experimentamos al comprender, ya sea parcialmente, textos de otra cultura, con
y gracias a la lenguameta.
No proponemos aquí la enseñanza de la literatura como tal en la clase de
Lenguas extranjeras; el foco de la instrucción en la clase de idiomas debe
centrarse en cómo el lenguaje escrito es usado para explorar y comunicar
significado y, más específicamente para nosotros, cómo las estructuras
sintácticas y el léxico del español son usados para la comunicación. Si bien la
interpretación del significado dependerá en gran medida del lector y el mundo
cognitivo- afectivo que traiga consigo al proceso de la lectura, no cabe duda
que la enseñanza de la literatura ayuda a desarrollar la capacidad de apreciar
y responder al uso y manejo del idioma, tanto más si se lo emplea al mismo
tiempo para discusiones en la clase o en asignaturas escritas. El estudiante
aprende a pensar críticamente y a captar los distintos usos del lenguaje en
textos diferentes con y gracias a la lengua meta. Más aún, la exploración de
textos con lectores de otra cultura puede llevarles a desarrollar una
'conciencia cultural' que a su vez les permita juzgar la nueva
cultura en términos de la suya, es decir, un verdadero ejercicio de relatividad
cultural [Gajdusek 1988].
En muchos casos, la enseñanza de idiomas como segunda lengua se lleva a cabo
desde una perspectiva lingüístico-estilística o cultural exclusivamente
[Widdowson 1975]. Nuestra gran ventaja, dadas las circunstancias (el hecho de
encontrarnos precisamente en un país extranjero), podemos -quizás, incluso,
debamos- integrar ambos propósitos para asegurar el mejor logro de nuestros
objetivos: por un lado, enseñar cómo usar la lengua españolapara explorar y
transmitir significado (perspectiva lingüístico- estilística); por el otro, dar
a conocer a los estudiantes distintos modos de encarar el mundo que
caracterizan a las naciones y pueblos hispanohablantes (perspectiva cultural).
De cualquier manera, los profesores de idiomas seguiremos aspirando a
desarrollar y ampliar el repertorio lingüístico, intelectual y cultural de
nuestros estudiantes; aquí hemos intentando presentar un
posible modo de llevar esto a cabo.