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ARTE RUPESTRE DE LOS ABRIGOS DE LA COMARCA DE ALBARRACÍN (TERUEL)
El Parque cultural de Albarracín.
En ciertos abrigos de la Comarca de Albarracín en los términos
municipales de Ródenas, Pozondón, Albarracín, Bezas y
Tormón, se recoge una de las mejores manifestaciones del llamado
“arte levantino” de la Península Íberica. Esta
muestra de arte rupestre posee una indudable personalidad y rasgos propios bien
definidos. Dichas pinturas, algunas conocidas desde 1902, fueron estudiadas por
el profesor Martín Almagro, quien realizó mas
descubrimientos hasta un total de diecinueve conjuntos.
El conjunto de arte rupestre levantino del
'El Parque Cultural de Albarracín' es, sin duda, uno de los
mas importantes de España debido a su alta densidad de abrigos
con gran variedad de figuras y estilos. El Gobierno de Aragón,
consciente de su alto valor cultural, lo incluyó en el conjunto de
Parques Culturales de Aragón según ley 12/1997 de 3 de diciembre.
Así mismo fue declarado Bien de Interés Cultural del Patrimonio
Histórico Español con categoría de Monumento, de acuerdo
con lo establecido en los artículos 9.1 y 12.1 de la Ley 16/1985, de 25
de Junio del Patrimonio Histórico español y el artículo 21
de RD 111/1986, de 10 de Enero modificado por el RD 64/1994, de 21 de Enero y
teniendo en cuenta el artículo 40.2 de dicha Ley. La UNESCO (en 1998) lo
declaró Patrimonio de la Humanidad incluyéndolo dentro del
ArteRupestre del Arco Levantino.
Este conjunto presenta una serie de particularidades propias que le confieren
una singularidad indiscutible, caracterizada por el empleo exclusivo en algunos
abrigos del color blanco frente al rojo característico, la existencia de
grabados autónomos, técnica rara en esta región y lo poco
abrupto de su terreno.
Cada uno de los diecinueve abrigos posee características particulares y,
aunque estilísticamente se acercan a los levantinos, presentan grandes
diferencias que los individualizan. La variación existente en cuanto
naturalismo y esquematismo de un abrigo a otro, indican en cierto modo una
evolución desde los mas antiguos, con una concepción
mas naturalista, a los mas recientes caracterizados por la estilización
de las figuras.
Los conjuntos de Arte Rupestre que existen en la Comarca de Albarracín,
unidos entre sí por la carretera que va de Albarracín a Bezas y
desde allí por pista a Tormón, de entre todos ellos estos son los
mas interesantes y los mejor documentados:
Abrigo de los Toricos del
Prado del Navazo. Citado ya por E. Marconell en 1892, junto con el Abrigo de la
Cocinilla del Obispo, se reconoce científicamente como levantino a
partir de 1911 con la publicación de H Breuil y Cabré, y que
según el profesor Antonio Beltran pueden ubicarse en la III fase del
mismo. Constituye uno de los conjuntos mas importantes del Parque
Cultural, facilmente accesible, sobre un friso rocoso de4 m se aprecian
19 representaciones; en su mayor parte toros, caballos, otros animales menos
reconocibles y cinco arqueros agrupados, de muy pequeño tamaño; y
dispuesto en el centro del panel dentro de una pequeña oquedad natural.
[pic]
Todas las figuras estan pintadas en blanco lechoso con técnica de
tinta plana muy espesa, notandose algunos trazos rojos que en ocasiones
pueden ser provocados por los tonos rosados de la arenisca. En cualquier caso
si que parece estar claro que el color blanco correspondería a la fase
mas antigua del
arte levantino. Los grandes toros, parados y estaticos aparecen de
perfil con los cuernos y las pezuñas en perspectiva torcida. Los
animales pequeños son levemente posteriores, a juzgar por uno de ellos
que se superpone a otro de mayor tamaño y estarían relacionados
con una figura humana que marcha hacia la izquierda, sin arco ni flechas. Los
humanos parecen estar escondidos en una grieta. Hay que destacar el distinto
tratamiento que el arte levantino, en su fase naturalista, da a los animales y
a los hombres, hecho que se nota extraordinariamente en este abrigo y que
resulta inexplicable.
Abrigo de la Fuente del
Cabrerizo. Esta localizado junto al barranco Arriuelo y en su
confluencia con el río Guadalaviar bajando del Navazo. En este abrigo
existe un grabado de équido según Breuil, hemión para
Obermaier o caballo para Hernandez Pacheco, de 50 centímetros de
largo, realizadomediante una incisión profunda y ancha,
marcandose las crines y el pelo del interior del cuerpo con
líneas cortas y superficiales, resultando muy rudo, sobre todo las patas
y la cola que estan reducidas a simples trazos.
De mejor calidad técnica, pero con notable desproporción entre
cuello y cuerpo es el grabado de un ciervo de 14 centímetros de altura,
de surco fino y cortas astas. Para algunos
autores estos grabados han resultado un tanto sospechosos, y de
cronología cuestionable.
En cualquier caso no resulta facil buscar argumentos de congruencia
puesto que no existen grabados en el arte levantino. Suponiéndolos
auténticos, según el profesor Beltran, serían
mas o menos contemporaneos de la fase de grandes animales escasamente
movidos o estaticos.
Abrigo de la Cocinilla del
Obispo. Esta localizada en el Prado del Navazo o Callejón del
Plou según Cabré. Contiene un friso con una serie de seis toros
que cubre cuatro metros de largo, los dos de la izquierda girados hacia su derecha
y los restantes hacia la izquierda. Todos de caracter naturalista,
cuatro de ellos parados y los otros dos en actitud de subir una fuerte
pendiente o de arrancar a correr. Los colores utilizados son el blanco y el
rojo claro, y se advierten unas manchas blancas que podrían indicar que
inicialmente todas las figuras fuesen blancas y repintadas posteriormente en
rojo, muy claramente en los dos toros de laderecha, de los cuales uno tiene el
ojo y la nariz negros y el otro todo el ojo rojo oscuro. Todas las figuras
tienen el perfil sutilmente grabado, lo que en un principio hizo que se le
asociase al ciclo del Magdaleniense, y los cuernos en perspectiva torcida de
tendencia liriforme. La cronología relativa daría como mas antiguas
las manchas blancas, seguidas de las figuras rojas claras, las de rojo oscuro y
los repintados negros. En este lugar también fueron hallados por Almagro
útiles epipaleolíticos que sirvieron para concretar su
datación.
Abrigo de Doña Clotilde. Se halla situado cerca de la masada de la
Losilla. Ofrece un conjunto de pinturas que oscilan entre el seminaturalismo de
los animales y la estilización de los humanos destaca sobre todos los de
la región. En una excavación en la base del
abrigo M. Almagro halló industrias mesolíticas y neolíticas
y, desde luego, estilísticamente nos hallamos frente a un arte muy
evolucionado, que no introduce las novedades esquematicas, pero que
dista muchísimo de las figuras animales o humanas del arte levantino clasico. Las
figuras son de color rojo claro advirtiéndose en dos o tres lugares
repintados de color rojo oscuro. En total se cuentan 41 figuras, entre ellas un
arbolito con pequeños frutos ovalados que ha sido interpretado como un pino y que, y que
solo tiene paralelismos con el arbol de la Sarga. Aparece también
un hombre de cabeza poco marcada que porta delronzal un extraño
cuadrúpedo doméstico, probablemente un équido, similar al
localizado en Selva Pascuala y que parece corresponder a una
representación neolítica de domesticación. Hay
ademas seis hombres muy estilizados, con un sombrero o montera
horizontal semejante al que se aprecia en Dos Aguas, en representaciones
mas naturalistas. Aparecen signos serpentifornes y líneas
sueltas, en color roo claro o anaranjado.
Cabe destacar que dentro del esquematismo hay
distintos grados muy apreciables, por lo que este abrigo es fundamental para
establecer una evolución de la fase final del
arte levantino, de acuerdo con el final de la ocupación del covacho ya en el
Eneolítico. Los animales son bastante difíciles de identificar y
corresponden a una etapa en la que la individualización de las especies
importa poco, cosa que no debe atribuirse a la mera simplificación de
rasgos, pues en el arte esquematico, con muy pocos trazos se diferencian
toros, ciervos, cabras y équidos.
Abrigos de la zona de la Losilla, camino del Arrastradero. Comenzaron a ser
descubiertos en 1971. Han proporcionado un buen número de pinturas de
caballos, animal desconocido hasta entonces en las pinturas rupestres de
Albarracín. Ademas de lo anterior también han aportado
nuevos estilos y colores. Los abrigos de esta zona son los que se relacionan a
continuación. Presentan la peculiaridad de presentar escasísimos
toros, que era el animal predilecto de lospintores de Albarracín,
predominan los ciervos y las cabras y aparecen con cierta insistencia los
caballos, ausentes en las pinturas hasta entonces conocidas. La
estilización humana es muy acusada.
Abrigo de los Callejones Cerrados. En él halló Almagro un arquero
aislado en una pared lisa de arenisca. Representa un hombre bastante
esquematico, de 19 centímetros de longitud, tendido en el suelo,
en actitud de disparar el arco, única postura hallada en todo el arte
levantino. Aparentemente el arquero esta desnudo, tiene una
anómala cabeza y quizas es un cazador emboscado esperando la
presa. A su alrededor aparecen ademas, otras figuras humanas y animales
(toros, cabras y caballos) pintadas en color blanco amarillento localizadas por
un equipo del CEARA gracias a la luz halógena.
El abrigo de las Figuras Diversas. En él vemos utilizado el color rojo
claro, lo que desmiente la hipótesis de que las figuras blancas
aparecieron por la imposibilidad de pintar con visibilidad en rojo claro sobre
el rosado de las areniscas. Los animales son: un ciervo naturalista y
estatico de 22 centímetros de largo, un toro de iguales
características pero mas pequeño y en color rojo
violaceo, una figura humana filiforme y sin brazos, en el mismo color, y
otra de color anaranjado con el sexo muy marcado y la terminación de su
cuerpo en una especie de bucranio sobre el que Beltran no arriesga a
interpretarlo con unhechicero con mascara bovina similar al de El Cingle
de Gasulla o el del Raco Molero.
El covacho del Ciervo. Nos presenta un ciervo de 30 cms. de largo en tinta
plana roja, aparte de manchas correspondientes a otras figuras. Al igual que
las figuras del abrigo de las Figuras
Diversas, deben ser incluidos en la fase III, pues en esta zona las figuras
arcaicas blancas y rojas debieron provocar imitaciones como estas.
El abrigo del
Medio Caballo. Conserva cuatro figuras en rojo vinoso entre las que destaca
medio caballo naturalista, con excelente pintura de la mitad delantera sobre la
que destaca su cabeza. Peor conservados estan los dos toros enfrentados
en color muy oscuro, casi negruzco, y los restos apenas visibles de un
cuadrúpedo de color blanco, sin que por desgracia haya superposiciones
que nos confirmen la secuencia blanco, rojo vinoso, rojo oscuro. En la parte
derecha del
abrigo, aunque poco visibles, se aprecian tres ciervos en rojo y en el techo
numerosas figuras humanas de color rojo vivo claro, cabras y un grupo de
caballos, todos en técnica de tinta plana en los animales y de pincelada
gruesa en los hombres.
El abrigo de los Dos Caballos. En él pueden contemplarse dos caballos de
color rojo claro y tintas planas uno de ellos de factura mas tosca. En
una oquedad en la parte superior se encontró en el año 1986 un
toro negro.
Abrigo del Arquero. Esta aislado y presenta la figura de un arquero de
trazomuy esquematico.
Abrigo del Arquero Negro. Presenta la figura aislada de un hombre corriendo,
con las piernas dobladas, portando un venablo en su mano y un angulo
negro detras de él.
La covacha de las Figuras Amarillas. Fue descubierto por I. Aparicio en 1978 y estudiada
por Octavio Collado. Presenta tres figuras humanas en color rojo muy claro y
sumamente estilizado, remotamente emparentadas con las de la cueva de
Doña Clotilde.
El abrigo del
tío Campano. Descubierto por Tomas Collado Villalba y publicado
por F. Piñón. Presenta pinturas de animales cuadrúpedos en
color rojo castaño. Entre ellas se distinguen: un cérvido, la
cabeza de otro y un équido. Así mismo existen otros abrigos
inéditos como el del Mojón con un toro negro y el de
Lazaro con figurillas rojas de un estilo muy diferente al de los
restantes abrigos de la zona.
El abrigo la Ceja de Piezarrodilla, junto con el de las Olivanas permite
establecer una cronología relativa de los colores en la secuencia
blanco-rojo claro, rojo castaño o vinoso, negro rojo y rojo muy oscuro,
aunque no documentan cambios estilísticos consiguientes a ellos, salvo
los cuernos ovales sustituidos por los abiertos o liriformes, en los toros. La
frecuencia y el repintado de ciervos sobre ellos y la escasez de otros animales
ofrecen un aspecto particular de estos abrigos.
Abrigo de las Cabritas Blancas. Se halla situado cerca de los dos abrigos
anteriores. Estaconstituido por un conjunto de capridos blancos
de un estilo muy diferente al de las grandes figuras blancas de la sierra.
Abrigo del Barranco del
Pajarero. Este pequeño e interesante grupo de figuras fue descubierto
por Almagro en 1959 y contiene cinco figuras en dos grupos en las que se cree
ver una danza agrícola, que se relaciono en su memento con la danza de
Cogull pero que el profesor Beltran identifica con labores
agrícolas. Las figuras, muy torpes de realización, aunque no
esquematicas, miden, la mayor 13 centímetros, y tres de ellas son
mujeres con una falda de bordes rectos. Una de ellas, encorvada sobre el suelo,
lleva en una de sus manos un pico angular.
Abrigo de las Olivanas. Es de los mas importantes de la sierra de
Albarracín y aporta soluciones a algunos de los problemas
cronológicos del
arte levantino en general. Sus pinturas fueron recogidas por el P.
García en 1926 y publicadas por Breuil y Obermaier. El gran friso
pintado sobre la arenisca triasica a lo largo de 9 metros y contenie 33
figuras en rojo vivo oscuro, en negro y, probablemente, en una primera fase
blanca sobre la que se repintó en rojo. De ser así
tendríamos rojo sobre blanco, negro sobre rojo y, por consiguiente una
cronología relativa de los tres colores. Por otra parte también
existen copias exactas de figuras en el mismo color u otro.
Describiendo el friso de izquierda a derecha tenemos en primer lugar un grupo
de variasesquematizaciones humanas, una de ellas de apenas 3 centímetros
de altura, dentro de una pequeña depresión de la pared,
repitiéndose así la utilización de grietas como
escondrijos, tal como ocurría en el Prado del Navazo.; esta
minúscula figura es de color rojo carmín y las restantes de color
rojo claro.
A la anterior le sigue una bellísima figura de color rojo vivo
representando un ciervo de 36 cm de largo con nacientes astas que, como las
pezuñas, se representan en perspectiva torcida; hacia él camina
un arquero de 13 cm., con sombrero alto y pecho triangular, cintura muy
estrecha y piernas muy detalladas. Mas hacia la derecha otro ciervo
igual tanto en color como en estilo y forma,
pero con la zona delantera del
cuello grabada. El grupo central esta dividido en tres fajas
horizontales: la superior formada por cuatro animales vueltos hacia la
izquierda, con cuerpo de cérvido, pero con atributos de bóvido,
lo que indica claramente que fueron repintados; aquí la tintura visible
es la negra, muy difuminada, con la línea de perfil muy marcada, cuernos
semilunares y medidas entre 34 cm. el mayor y 28 el mas pequeño.
Las patas delanteras abiertas para abrevar o pacer son propias de los ciervos,
así como la delgadez de las extremidades y los cuartos traseros; por
otra parte el perfilado y el modelado de la cabeza y el cuello y lo tenue de la
tinta plana evidencian una sucesión de técnicas acomodadas a los
modelos originales.La zona intermedia es aún mas interesante,
pues se cubre con dos toros, uno vuelto hacia la izquierda y el otro hacia la
derecha y adosados, que responden a la técnica y características
citadas con anterioridad, pero con una corrección del par de patas
delantero que deja al animal con seis patas, unas que parecen las mas
antiguas en posición de reposo y las otras dos de marcha; las mas
modernas han sido reforzadas en sus extremos con color rojo castaño,
circunstancia que se repite en las patas posteriores de 45 cm. de largo. Cola
con cola, otro toro del
mismo estilo y pequeños cuernos semilunares que tiene una tercera pata
delantera; ambos parecen tener un fondo rojizo artificial que se nota en el
contorno, por lo que debe suponerse que fueron pintados en color rojo claro,
repintados en negro y retocados posteriormente en rojo oscuro.
En la zona inferior del
grupo central se observan dos hervíboros mal conservados en negro
modelado y frente a ellos un arquero de color rojo castaño. Debajo otras
dos figuras humanas en color negro, incompletas, una de un hombre con un tridente
en la mano y otra que podría ser una mujer, portando entre ambos un
pequeño cuadrúpedo, escena muy interesante aunque no se ve con la
suficiente claridad, pero sí lo suficiente para comprobar que el animal
de rojo claro fuese pintado superpuesto a las dos figuras humanas, mas
pequeña la de la mujer y con falda corta.
En la parte derecha delabrigo hay también tres filas paralelas de
figuras de animales; arriba una gran figura de toro negro de 60 cm de largo, de
aspecto semejante a los del Navazo, cuerpo largo, cuernos ovalados junto con
pezuñas en perspectiva torcida, acusado morrillo, perfilado fuerte y una
tercera pata en el par delantero que denota un repintado que, por algunos
detalles, parece de negro sobre rojo; inmediatamente delante hay un toro
mas pequeño y de otro estilo, con la cornamenta muy abierta,
contorneado por una línea roja, salvo en la papada y las patas
delanteras. Junto a estos animales había un hombre del que se conservan solamente las piernas.
La fila intermedia contiene un bello
toro negro, en el que se aprecian algunos toques de blanco que evidencian una
superposición, y lo propio ocurre con un équido negro incompleto
frente a él. Mas a la derecha un ciervo también negro y a
sus dos lados restos de dos toros en silueta en color rojo y algunos restos de
pintura. En la fila inferior hay una decena de figuras blancas que no responden
al estilo ni tamaño de las arcaicas de Albarracín; los
demas animales son bóvidos, algunos con el cuerpo rayado
verticalmente, aunque la defectuosa conservación impide precisar
mas sobre estas pequeñas figuras.
Por último, en el extremo del friso hay dos figuras en color rojo
castaño de excepcional interés, separadas una de otra por una
amplia zona sin pintar y no obstante formando escena; se trata deun gamo
muerto, con el cuello colgante y las patas flexionadas; hacia él y
marchando a grandes zancadas, con los brazos caídos, llevando en la mano
un gran arco de una sola curva y un manojo de flechas, un arquero que va a
cobrar la pieza que ha matado. Se adorna con un sombrero de alta copa en la
cabeza, del que se advierte una pequeña visera; se detallan la nariz
saliente y la boca, con el cuerpo desnudo sobre el que se han tatuado o pintado
líneas horizontales; no debe tratarse de vestiduras, pues se advierte claramente
el sexo ademas del abombamiento del tórax y el vientre.
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https://www.terueltirwal.es/teruel/arte_rupestre_turolense.html.