Lorenza Villa Lever.
“Obligatorios y laicos”.

 
La educación que se daba en todo el país de aquella época estaba fracturada, puesto que los temas estudiados en el norte no cuadraban con los temas que

se daban en el sur (por mencionar un ejemplo), esto, ocasionado por el uso de libros de texto adquiridos de diferentes autores, es decir; en cada escuela del país, los maestros podían proponer al autor con el que querían trabajar (algunos incluso llegaban a exigirlos o a tomarlo como un negocio) y como era de esperarse, cada autor ponía en su obra los temas que él considerase mas importantes para el aprendizaje del alumno y eso no era todo, la mayoría de estos libros eran muy caros, sobre todo para las familias que tenían mas de un hijo en la escuela primaria, ademas; si una familia emigraba por motivos de trabajo (o los que fuesen), el tratar de acomodar a sus hijos en la “nueva” escuela resultaba complicado, debido a las diferencias de conocimientos que poseían los niños en comparación de sus nuevos compañeros.

Ocurría un desequilibrio, pues, una de dos; o el niño ya había visto los temas y no lo tomaban encuenta, o ni siquiera se los habían mencionado, entonces el alumno no podía ir a la par de los demas y eso traía consecuencias como la reprobación o la deserción (cosas que el Gobierno de ninguna manera quería que se presentaran). Fue por esos motivos que el Gobierno decidió introducir una nueva modalidad en los libros, la de hacerlos gratuitos y obligatorios (algo así como la educación primaria), de esa manera las familias no tendrían que pagar ni un sólo peso por los libros, sin importar los hijos que tuvieran en ese nivel de escolarización y el niño que tuviera que cambiarse de escuela recibiría los mismos temas que en la anterior. Al editar los libros se supone que los temas fueron seleccionados por expertos en la materia e incluso por algunos autores contratados para su colaboración en dichas obras, de esta manera se buscaba federalizar la educación y que así se cumpliera lo de “igualdad para todos”. Las diferencias radicaban en los temas relacionados con el estudio de la geografía del estado o región, pero se buscaba solucionarlo con las futuras ediciones de los libros. En la actualidad el libro de texto para la educación primaria sigue siendo gratuito y obligatorio, pero el problema ya no radica tanto en su contenido, sino en cómo lo utilizan los maestros.