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El Saber sobre los indígenas - la telaraña - la noción de Dispositivo




La telaraña
“Bebeagua, sacerdote de los Sioux, soñó que seres jamas vistos tejían una inmensa telaraña alrededor de su pueblo. Despertó sabiendo que así sería, y dijo a los suyos: cuando esa extraña raza termine su telaraña, nos encerraran en casas grises y cuadradas, sobre tierra estéril, y en esas casas moriremos de hambre”.

Relato indígena precolombino recogido por Eduardo Galeano en Memorias del fuego I


Introducción

Michael Foucault (1999) concibe a la historia de una forma particular, como una disciplina que no intenta tanto hacer aparecer la verdad de nuestro pasado sino el pasado de nuestras verdades. Para lograr esto su metodología de investigación se apoya en la diversidad y la discontinuidad: el señalamiento de las singularidades, la multiplicidad de registros y de formaciones, la búsqueda de fisuras, el recorrido transversal de los conceptos, etc.


Intenta analizar cuestiones como los límites y las formas de decibilidad: de que se puede hablar, cual es el ambito constituido del discurso, de que se ha querido hacer una ciencia descriptiva, etc.
También tiene en cuenta los limites y las formas de conservación: los enunciados que pasan sin dejar huella, los que forman parte de la memoria colectiva (por efecto de rituales, pedagogía, enseñanza, publicidad, etc.) que se registra, porque ambitos circulan, cuales son reprimidos y censurados.
Que enunciados son reconocidos como validos, discutibles o inservibles, que relación hay entre los enunciados pasados y los actuales. Quediscursos de culturas extrañas o épocas anteriores se intentan retener y valorizar, a que transformaciones son sometidos, que lugar se les otorga.
En suma su metodología apunta a develar que enunciados han funcionado como efectos de verdad (saber), que es lo que los ha hecho posible (poder) y cuales son las formas de subjetivación producidas (practicas sociales).
El presente trabajo partira de esta concepción de la historia intentando realizar un analisis del lugar de los indígenas en nuestra cultura actual. Para ello utilizare como herramienta de analisis el concepto de Michael Foucault de dispositivo.
Intentara aproximarse a generar visibilidad de las redes establecidas entre los diferentes elementos de nuestra sociedad que constituyen nuestras subjetividades.


Qué papel ha jugado la arqueología, el discurso oficial, la institución educativa, la legislación en la producción de nuestra idea de lo indígena o en mejores palabras nuestra falta de idea de lo indígena. Estos elementos son solo algunos de los tantos que conforman el dispositivo, imposible de abarcarlos todos en tan reducido analisis.
Pretendera acercarse a dar una respuesta del porque en el día de hoy nuestra identidad carece de la presencia de los pueblos originarios del territorio y como llegamos a negar un pasado que nos pertenece, generando un vació identitario en nosotros mismos.
La complejidad del tema hace imposible que sea abarcado en su completud en estas pocas paginas pero si espero que pueda por lo menos aproximarse a entender que fue lo que genero la ausencia de nuestra prehistoria, la ausencia de lo indígena en nuestraidentidad.


La noción de Dispositivo
La noción de dispositivo como elemento de analisis es creada por Michael Foucault y desarrollada en varias de sus obras.
Un dispositivo es un conjunto multilineal compuesto por líneas de diferente naturaleza que tienen direcciones distintas y forman procesos en desequilibrio.
Cuando alguna de estas líneas entra en crisis es cuando se hace visible.
Es un conjunto heterogéneo conformado por lo dicho y lo no dicho, es una red compuesta por discursos, instituciones, leyes, objetos arquitectónicos, reglamentos, medidas administrativas, enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales y filantrópicas. Se refiere entonces a las relaciones que se establecen entre las practicas discursivas y no discursivas.
Esta red puede estar conformada para ocultar o justificar una practica, para crear un nuevo campo de racionalidad y o para cambiar posiciones.
El dispositivo es creado en un momento histórico determinado para responder a una urgencia.
Para Foucault un dispositivo puede ser tanto un concepto general como un objeto determinado: una institución como el estado, la carcel, la escuela, etc.; un elemento arquitectónico como el panóptico; un discurso; un reglamento o también una forma de subjetividad por ejemplo el dispositivo de la sexualidad.
Los discursos se hacen practicas, los dispositivos van produciendo formas de subjetividad, van construyendo a los sujetos inscribiendo en ellos un modo y una forma de ser. Inscriben un conjunto de praxis, saberes, instituciones con el objetivo de administrar, gobernar, orientar y dar un sentido que sesupone útil a los comportamientos, gestos y pensamientos de los sujetos.
Los dispositivos no son abstractos, en tanto constituyen una red de saber y poder, se conforman en determinado momento histórico y social respondiendo a un acontecimiento. Modifica el campo de las relaciones de poder (poder en términos relacionales como lo concibe Foucault). El dispositivo no es externo a la sociedad, ni la sociedad al dispositivo.
La red establecida genera determinados efectos y no otros para lograr un objetivo político. La relación que se quiere establecer es la de un poder que dispone y que necesita para funcionar de una determinada manera, un orden específico y un conjunto de saberes que describen, legitiman, explican y respaldan la autoridad de ese poder.
Un dispositivo es entonces una red de relaciones en la que esta implicada una forma determinada de ejercicio del poder y de configuración del saber que hacen posibles determinados efectos de verdad y realidad.
Es un espacio de saber/poder donde se procesan las practicas discursivas y no discursivas. Crea las formaciones discursivas que producen los objetos de los que se hablan, los regímenes de enunciación organizan las posibilidades de la experiencia en función a las condiciones de historicidad del acontecimiento que le dio origen al dispositivo. Saber y poder son elementos que constituyen las practicas sociales.
Deleuze (1990) siguiendo la línea de Foucault define al dispositivo como una maquina para hacer ver y hacer hablar que funciona acoplada a determinados regímenes históricos de enunciación y visibilidad. Estos regímenes distribuyen lo visible y loinvisible, lo decible y lo no decible al hacer nacer o desaparecer al objeto que no existe fuera del dispositivo.

La relación poder – saber
El poder para Foucault (1977) se define como la acción sobre las acciones eventuales o actuales, futuras o presentes. Deleuze (1992) plantea que una lista posible de relaciones de fuerzas o relaciones de poder son aquellas que se expresan en verbos o conceptos como: incitar, inducir, desviar, facilitar o dificultar, ampliar o limitar, hacer mas o menos probable.
El poder para Foucault es una relación de fuerzas, una situación estratégica en una sociedad en un momento determinado. Es omnipresente y el sujeto esta siempre atravesado por esas relaciones de poder, poder que no solo reprime sino que produce, produce saber y efectos de verdad.
Hay determinados discursos que constituyen determinadas subjetividades, producen instituciones que hacen que algunos sujetos dejen de existir para nosotros, por ejemplo el loco y el preso son excluidos y silenciados pero para que eso suceda se necesita de ciertos saber que constituyan al loco y al preso como tal, el poder se organiza siempre en un saber, el poder se complejiza en un saber.

El dispositivo indígena
Claro esta que nuestro país ha intentado con acciones conscientes e inconscientes borrar a los indígenas como parte de nuestra prehistoria y de nuestra identidad. Se ha referido a la prehistoria con la absurda idea de que en los 10.000 años antes de la llegada de los europeos nada ha ocurrido.
Cabrera (2005) plantea que la concepción que una sociedad tenga de su pasado subyace en la legislación y en la investigacióncientífica. Una sociedad puede enfatizar su pasado arqueológico como fundamento para construir una identidad nacional o puede ignorarlo y desvalorizarlo para encubrir una parte de su historia, justamente esto último ocurre con la cultura aborigen en nuestra región.
La desvalorización de nuestro pasado es producto de un complejo entramado de relaciones entre instituciones, discursos y saberes que producen una subjetividad particular en nuestra sociedad: una sociedad que se identifica como europeos trasplantados y niega al indígena como parte de nosotros. Parte de este entramado es el que intentaré desarrollar a continuación.


El comienzo del dispositivo.
Todo dispositivo es creado para dar respuesta a una urgencia en un contexto histórico social determinado. Se crea a partir de un acontecimiento.
En 1831 uno de los primeros actos de gobierno de la Republica fue el extermino indígena en nuestro territorio, lo que la historia denomino después “la matanza de Salsipuedes”.
Uruguay se instaura como el primer país de América Latina en “superar el problema indígena”, exterminando al Charrúa en la misma época que se establece cómo República independiente.
Los indígenas eran acusados de ser los responsables de los conflictos en el medio rural. La independencia necesitaba “pacificar los campos” mediante el ordenamiento jurídico y administrativo que contemplara las propiedades y heredades del anterior régimen. El indígena fue ubicado como el responsable de la anarquía en los sistemas de producción por los caudillos, estancieros y gobernantes. La manera de lograr entonces la “pacificación” era el exterminiodel Charrúa.
Este acontecimiento es el punto de partida de un dispositivo de la cultura hegemónica de la época que quiere dar una imagen al mundo de país civilizado, sin indígenas, y que empieza a auto considerarse como un país europeo trasplantado en América. En un momento político mas que particular en el que se esta conformando la identidad de un país que esta comenzando con su independencia.
Sin dejar de considerar los dispositivos ya presentes de Europa en América con el desembarco en 1492. La “conquista”, la búsqueda de civilizar lo que no es considerado cultura, y en algunas partes ni siquiera humano. La ausencia de considerar la diversidad cultural y la distinción entre civilización y barbarie presentes en América con el impuesto del ideal de la civilización europea.
Cristina Heuguerot (2007) analizando la conformación de la identidad uruguaya con documentos que rondan el 1880 identifica las acciones de generar la identidad nacional en nuestro país. A diferencia de los países Europeos en América latina el Estado es anterior a la Nación, por lo cual se pueden visualizar en nuestro pasado mecanismos intencionales y conscientes para impulsar al desarrollo de un sentimiento nacional. Este sentimiento en nuestro país surge con las luchas por la independencia a principios del siglo XIX y luego busca consolidarse con discursos escritos y visuales oficiales.
Se crea la imagen de héroe nacional, la plaza independencia, la unidad de los inmigrantes dandoles el estatuto de ciudadanos, la idea de Montevideo como progreso de la civilización, la homogeneización de costumbres, de idioma, etc. Se toma elmodelo europeo para conformar la identidad nacional, en la que el indígena no formaba parte.


El Saber sobre los indígenas
Que pasa y que ha pasado en nuestra sociedad con el saber sobre los indígenas. En el ejercicio del poder de la ideología dominante ha hecho menos probable, negando la financiación o haciendo difícil la viabilidad de las investigaciones arqueológicas, ya que se trata de estudiar un sujeto que es negado, que no puede interferir con los conceptos que tenemos sobre él y sobre nuestra propia identidad.
Cabrera plantea que el pasado indígena forma parte para los intelectuales de la historia como una historia natural y/o como una introducción a la historia que comienza con la llegada de los europeos. Lejos estan los indígenas entonces de la construcción de héroes nacionales y de relatos que se construyen para conformar la identidad nacional.
Mario Consens (1986: 82) plantea que “los indígenas que surgen en la bibliografía parecen ser los mas muy recientes invasores de este territorio, o resultan ser grupos supérstites del contacto europeo, compuestos por individuos provenientes de distintas etnias, aculturados en lenguaje, vestimenta, habitos de asentamiento y medios de subsistencia”
Parece ser que la prehistoria abarcara solo el tiempo de contacto entre el indígena y el europeo. No deja de ser esto una forma en el que el saber nos dice que nuestra historia empieza con la llegada del europeo y lejos esta nuestra identidad o nuestros orígenes de los primeros pobladores de nuestro territorio.
Se conforma la idea de la barbarie en el periodo indígena que es vencido por la civilizaciónque nos permite alcanzar un mayor desarrollo social. Por ende dentro de la arqueología antes de 1980 no se buscaba construir una historia de nuestro pasado sino rarezas exóticas coleccionables.
Carmen Curbelo plantea que las primeras producciones de conocimientos estaban conformadas por lo que ella clasifica como conocimiento autoritario, ya que se trataba de las elites políticas, intelectuales y/o económicas importantes que por fuera de lo académico generaban conocimientos que les daba un estatus social, organizados por ejemplo en la Sociedad Amigos de la Arqueología, en la Sociedad de estudios Antropológicos, etc.
Los grandes exponentes entonces de la ideología dominante del estado, eran los que creaban conocimientos con escaso fundamento teórico ya que cualquiera podía hablar de los indígenas sin tener que formarse para ello. Una manera de desvalorizar el saber sobre las poblaciones aborígenes y seguir sosteniendo así la condición de otredad lejos de ser una construcción de nuestra historia.
En 1976 se crea la Licenciatura en Ciencias Antropológicas en la Facultad de Humanidades y se comienza a producir el conocimiento científico.
Los resultados contradictorios de las investigaciones arqueológicas en Brasil con Uruguay dejan de manifiesto como el presente llega a determinar la construcción de nuestro pasado. Los factores históricos ideológicos intervienen en las investigaciones académicas, ya que se utilizan determinadas corrientes teóricas que son impuestas por la academia. Modelos teóricos que son exitosos en determinados contextos, en nuestra región aplicados sin reflexión alguna no funcionan.La legislación
En cuanto al marco jurídico, las leyes en nuestro país es otra expresión del dispositivo creado para negar lo indígena como parte de nuestra identidad.
El marco legal que protege el patrimonio es uno de los peores del mundo.
El patrimonio cultural uruguayo y principalmente el arqueológico esta desapareciendo sin ser investigado. Según Consens (1986) para evitar que los restos materiales perturben los conceptos que hemos creado sobre los indígenas.
Cabrera (2005) plantea que la destrucción de los materiales arqueológicos en América Latina es consecuencia de la negación de la cultura aborigen en la dinamica social, es una manifestación de la ideología Latina que niega la creatividad y la validez de los pueblos autóctonos. No hay un marco legal claro que proteja este patrimonio y evite la destrucción.
La pérdida del material histórico y prehistórico, se debe también a la falta de información que la comunidad maneja haciendo que estos sean poco valorados y cuidados. Los investigadores profesionales necesitan acentuar la divulgación de los resultados de las investigaciones para revertir esta situación.
Jameson plantea que los arqueólogos tienen la responsabilidad social de preservar el pasado y hacerlo accesible. El interés sobre las investigaciones arqueológicas esta puesta en el circulo académico pero no en la población en general.

El discurso oficial
Mario Consen (2003: 18) plantea que “El discurso oficial del Uruguay respecto a su prehistoria es así, siempre históricamente imperialista al exponer su visión monotética de un imaginario país previamente vacío, fraccionado de suverdadero entorno geografico, con una profundidad temporal que apenas puede alcanzar hasta los escritos bíblicos, y que es social y racialmente diferente al resto de América. Solo así es posible generar la utopía que atesoramos de ser un país étnicamente limpio y culturalmente univalente”.
Las concepciones políticas ideológicas generadas en el surgimiento de nuestra nación independiente tenían por objetivo reducir la compleja transformación política, cultural y social de América en dos bandos, por un lado los extranjeros de Europa que traían la única forma de civilización viable y por el otro los extraviados indígenas que se negaban a aceptar esta civilización.
Desde ese entonces y hasta el día de hoy hemos aceptado esta idea de pasado de forma acrítica con ideologías europeizantes que determinaron los valores culturales que debemos imitar.
Todas las acciones e inacciones políticas de nuestros gobernantes y del sistema hizo que los uruguayos tomemos como modelo de país el no ser americanos en América, nos sentimos orgullosos de ser “La Suiza de América”.
Nuestra memoria abarca solo doce generación, ya que proclamamos no poseer pasado prehispanico, lo anterior al surgimiento como nación no es un legado sino algo que afirmamos que no nos pertenece. Nuestro pasado esta extraviado pero también es repudiado.
Ademas existe muy arraigado el concepto de evolucionismo lineal, en el que se plantea un paralelismo entre el desarrollo biológico y el de las conductas sociales.
Este concepto justifica la desaparición inevitable de la cultura aborigen en función del progreso natural de la sociedad, ademas de negartodas las dinamicas culturales y sociales que se pudieron dar dentro de dicha cultural.


Las instituciones de enseñanza
En Uruguay la escuela primaria sigue siendo la institución productora de subjetividad por excelencia, todos los niños y niñas con mayor o menor excito transitan por ese espacio en un periodo de su vida en el que se estan conformando como seres sociales y culturales. En cualquier rincón del país, por mas alejado que se encuentre de alguna cuidad, siempre hay una escuela a la que concurrir.
La enseñanza primaria en sus programas educativos, trasmite la idea de un pasado plagado de silencios y reproduciendo imagenes estereotipadas de indígenas europeizados.
Los calificativos a los indígenas en la actualidad son los mismos con que los europeos los calificaron en el siglo XVI.
En encuestas realizadas sobre el sistema educativo (Consens, 2003) los ciudadanos declaran ignorar la prehistoria nacional y conocer fechas y practicas sobre Egipto, Roma, Grecia, Edad Media, etc.
Los aborígenes para los niños que asisten a la escuela primaria son “lo exótico”, una idea intangible que encarnan en objeto de consumo que puede ser desde una marca de café a un cuadro de fútbol.
Dos recientes libros de primaria sobre los indígenas del Uruguay explican los cambios en las culturas aborígenes como un producto únicamente dado por el ingreso al territorio de nuevas “razas”. Esto genera en la subjetividad de los niños y niñas una visión del pasado que justifica el concepto de superioridad racial.
En los dibujos del pasado, los niños y niñas realizan animales mas que humanos. Las veces que aparecenindígenas lo hacen relacionado a sus armas o muertos, lo cual da cuenta como para ellos el pasado indígena esta muerto biológica y culturalmente.
Reflexiones finales

Una vez analizadas las verdades de nuestro pasado, dilucidando mas que nada las carencias de información que tenemos sobre nuestra prehistoria y los conceptos errados que la conforman, nos queda volver a definir que entendemos por pasado y que entendemos por indígenas para volver a llenar de sentido estas palabras con contenidos erróneos. Pero tal vez lo mas difícil de todo es volver a construir una identidad que contemple todo lo que somos y no solo una parte.
Los dispositivos se pueden visualizar cuando una o unas de sus líneas entra en conflicto, es evidente que las incongruencias con los descubrimientos arqueológicos, el sentimiento de vació identitario, los conflictos con una América latina a la que pertenecemos generan cuestionamientos en la sociedad en general y en la rama intelectual especializada en particular, lo cual conforma un gran punto de partida para poder repensarnos y conocernos como sujetos históricos mas completos que mutilados.
Largo es el camino porque no solo implica el esfuerzo contracorriente de los arqueólogos que con el tiempo van logrando mayor viabilidad en su trabajo, sino que también un cambio cultural que involucra las mas duras de las instituciones como son las educativas, legales e incluso hasta económicas entre otras.
Sin dejar de considerar las resistencias que nos genera cuestionar una identidad que ha sido conformada desde hace ya doscientos años. Cuestionar quiénes somos y quienes fuimos no es una tareaque sencillamente estemos dispuestos a enfrentar.
Largo camino nos queda, en esta carrera contra el tiempo por la destrucción de nuestro patrimonio y por ende de nuestra fuente de información pero con la esperanza de saber que hemos empezado a notar las fisuras de nuestras verdades, a cuestionar nuestras certezas y ese es mas que un comienzo para poder reescribir nuestra historia.

Bibliografía
Cabrera, L. (2005). Patrimonio y arqueología en el sur de Brasil y región este de Uruguay: los cerritos de indios. En: SALDVIE Nº5.: 221-254.

Cabrera, L. Barreto, I. (2006). El ocaso del mundo indígena y las formas de integración a la sociedad urbana montevideana. En: TEFROS Vol. 4 Nº2.

Consens, M. (1986). Situación actual de la Prehistoria Uruguaya. En: Hoy es Historia. Año III, Nº 15:80-94. Montevideo.

Consens, M. (2003). El pasado extraviado. Prehistoria y arqueología del Uruguay. Montevideo, Linardi y Risso

Curbelo, C. (s/d) Reflexiones sobre el pensamiento teórico en la arqueología uruguaya.
En: Teoría arqueológica en América del sur. Serie Teórica Nº3, INCUAPA.

Deleuze, G. (1990) “¿Qué es un dispositivo?”. En Varios autores. Michael Foucault filosofo. Barcelona, Gedisa.

Deleuze, G. (1992) Foucault. Buenos Aires, Paidós.

Foucault, M. (1973) La verdad y las formas jurídicas. Barcelona, Gedisa.

Foucault, M. (1977) Vigilar y Castigar. Nacimiento de la prisión. Buenos Aires, Siglo XXI

Foucault, M. (1999) La arqueología del saber. México, Siglo XXI.

Heuguerot, C. (2007). Uruguay: identidad y nación en construcción. Estudios Ibero-Americanos, XXXIII Diciembre-Sin mes, 76-89.


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