La lucha armada para la consecución de la
independencia de la Nueva España , se inició el 16 de septiembre de 1810, y por
eso Morelos quiso que este día se declarara como de fiesta nacional. Siempre le
tuvo culto y veneración al cura Miguel Hidalgo y Costilla y desde que se separó
de él, después de la única entrevista que los juntó, luchó por la misma causa;
con la ventaja de que el encargado de la conquista del sur y de la toma de
Acapulco, no sólo iba a ser su seguidor, sino el intérprete de su probable
ideario. Independientemente de la aportación de sus propias
ideas libertarias.
La independencia de los países hispanoamericanos respecto de la metrópolis fue un fenómeno complejo dado en la historia universal y
caracterizado por una serie de acontecimientos que si bien tienen antecedentes
relacionados o afines, todos se unifican en el colapso peninsular motivado por
la invasión napoleónica sobre España. Entonces nació el ambiente favorable para
poner en práctica las teorías exóticas, que ya no se consideraban perturbadoras
de la evolución y de la normalidad del mundo español cristiano. Por
eso los americanos que sabían pensar, se pudieron levantar por la independencia
de la colonia, tomando como base sus derechos de
'vasallos'. También con este fundamento, se
habían unido los peninsulares, para salvar el Reino contra elilegítimo rey José
Bonaparte. Sin embargo, esta oportunidad sólo la vieron unas cuantas personas,
y en verdad la masa del pueblo no conocía lo que
pasaba. La actitud libertaria adoptada por los precursores de nuestra
independencia, jamás se significó como
algo que iba contra el orden intocable de Dios y menos contra del rey, que estaba prisionero. Al contrario, tenía sentido cualquier movimiento que se intentara
contra Bonaparte, pues lejos de ser antipatriótico, representaba finalidades
redentoras para la humillada monarquía de España, que venía viviendo
precipitadamente su decadencia colonial, especialmente desde la época de Carlos
III. Éste, por el Pacto de Familia, imprudentemente
había sancionado en el tratado de París, la independencia de los Estados Unidos
de Norteamérica. El rey no atendió las advertencias de su ministro conde de Aranda. Desde entonces quedaron legitimadas las
armas como
medio apropiado para este tipo de luchas, y la actitud española dio a
Inglaterra razones suficientes para soliviantar las independencias de los
países hispanoamericanos, ya muy resentidos desde la expulsión de los jesuitas,
maestros muy respetados.
El primer tributo de sangre de gran valor cobrado por el movimiento de
independencia, correspondió a las cabezas colgadas en las cuatro esquinas del edificio de la
Alhóndiga de Granaditas;se pusieron para ejemplo y
escarmiento al pueblo novohispano. Empero, en vez de
amedrentarse la insurgencia, empeñó más su fuerza y espíritu para conseguir la
finalidad única. Por eso Morelos, al principio, con menos fuerza
material y menor prestigio que Rayón, que había sido el heredero directo de Hidalgo y Allende,
también pugnaba por buscar la felicidad de los mexicanos.
El más precioso momento de la vida de Rayón había sido el de encauzar el
movimiento libertario hacia el orden, demostrativo por sí, de que la lucha
tenía entre sus principales fines hallar la libertad política para un pueblo
oprimido y en desventaja respecto a España. Si bien era
cierto que los americanos habían tenido representación en las Cortes españolas
reunidas a raíz de la intervención francesa en la península, aquella
representación en realidad fue parcial pues no comprendió a todos los
habitantes de América. Y la actitud de Rayón lo distinguió como
el primero de los insurgentes formalmente interesado en concretar un programa a
realizar, para darle validez jurídica a la revolución. Por eso organizó la
Junta que tuvo más fuerza nominal que real, y a tal
grado fue esto cierto, que el propio Morelos se ajustó a ella. También lo hizo
con el objeto de mostrar que la insurgencia representaba un
frente compacto ante el enemigo. Sin embargo, cuandoMorelos notó que no había
armonía entre sus representantes, que inclusive llegaron a
insultarse, y cuando le pareció que los principios políticos que sostenía la
junta eran muy conservadores, decidió abandonarla.
Con un gran impulso y por su formación jurídica, el licenciado Rayón redactó
sus Elementos constitucionales en los que habló de independencia
'demasiado justa'; señaló el despotismo como razón para buscarla;
argumentó la nulidad de las 'órdenes' acordadas para Nueva España en
las Juntas de la Península ; procuró prestigiar a la insurgencia y orientar el
criterio para demostrar que aquello no iba a la anarquía, sino a 'fijar
nuestra felicidad'; e inteligentemente dejó la posibilidad de modificar la
Constitución de acuerdo con las circunstancias. Rayón también dejó a la
religión católica en forma intolerante y así, de este
modo, sostuvo al Tribunal de la Inquisición.
Ignacio Rayón, además de sostener la libertad e independencia de América y que
la soberanía dimanaba del pueblo y residía en Fernando
VII, señaló a cinco vocales con sus atribuciones para el Supremo Congreso. Creó
los despachos de Gracia y Justicia, Guerra y Hacienda, así como el cargo de
protector nacional; afirmó los tres poderes clásicos: ejecutivo, legislativo y
judicial; proscribió la esclavitud; hizo apreciaciones sobre los derechos
naturales paralos nacionales y extranjeros, y algunas otras consideraciones de
tipo comercial, militar, etcétera. Se amparó bajo el 'Dios de los
Destinos, que se ha dignado mirar por compasión de su pueblo'; y por
cierto, designó a Morelos como
cuarto vocal; también dejó a Morelos que sugiriera el nombramiento del quinto vocal.
Los Elementos constitucionales incluyeron: el resentimiento criollo que los
llevó a la independencia; la idea del orden dentro del aspecto no pacífico y de
lenta evolución para conseguirla; la condescendencia con el medio religioso de
su tiempo; una innovación de influencia prohibida en cuanto al origen de la
soberanía; un toque de precaución y al mismo tiempo tradicionalista al usar la
bandera del rey, mostrando a veces una sincera desconfianza al poder
concentrado en una persona, razón por la que llevó a cabo la creación de los
vocales de la Junta. Estos Elementos constitucionales dieron al movimiento
libertario un sentido de administración, con la
creación de los despachos previstos de acuerdo con las necesidades políticas
más inmediatas. En cuanto a la idea de un protector
nacional que debió captar Morelos para no caer en las garras del congresismo, que en buena parte lo
aniquiló, hubo un asomo al mundo prohibido de la Ilustración y especialmente a
Rousseau y Montesquieu.
Los Elementos constitucionales enparte dejaron satisfecho al
cura Morelos. Por eso mostró una parcial conformidad ante el cuadro
legalista de Zitácuaro; sin embargo, él estuvo decidido a romper y rompió los
lazos de dependencia política respecto a España. Desde
su propio ángulo patriótico, Morelos introdujo el orden dentro de la
insurgencia que pretendía la unión y tendía a
organizarse. Esto ocurrió cuando vio el peligro por las
rivalidades parlamentarias. Para lograr
su propósito, se apoyó en su talento y fuerza militar, con tal
éxito, que llegó al grado de convencer al propio licenciado Rayón para que
trabajara y aportara luces en el Congreso de Chilpancingo. El 25 de octubre de
1813 le había dicho: 'la falta de su persona en el Congreso, embaraza
resoluciones de trascendencia'. Fue entonces cuando empezó a ser temible
el movimiento insurgente, que estuvo precedido de la representación americana
ante las Cortes españolas, que en forma pacífica buscaba el mismo fin. Sin
embargo, por razones de método así como
por la desventaja y debilidad de su posición representativa, que sólo amparaba
al grupo privilegiado de la colonia y no de todos los pobladores de la Nueva España , fue ineficaz, y no tuvo los elementos necesarios
para conseguir la independencia. Inclusive la Constitución de Cádiz, que
dejaron como
herencia, sólo sirvió para alargar más la lucha armada.