Se conoce como la 'Década Infame',
en la Argentina, el período que comienza el 6 de septiembre de 1930 con
el golpe de Estado cívico-militar que derrocó al Presidente
Hipólito Yrigoyen y finaliza el 4 de junio de 1943 con el golpe de
Estado militar que derrocó al presidente Ramón Castillo. El
nombre le fue dado por el historiador José Luis Torres.[1]
Con el contexto mundial de la Gran Depresión, al comienzo, y luego la
Guerra Civil Española (1936-1939) y la Segunda Guerra Mundial
(1939-1945), la etapa se caracterizó por el fraude electoral
sistematico, la represión a los opositores, la
proscripción de la Unión Cívica Radical y la
corrupción generalizada.
En esta coyuntura, Argentina negoció el pacto Roca-Runciman con el Reino
Unido, que garantizó las exportaciones de carne, a cambio de importantes
concesiones económicas de parte de la Argentina, entrelas que se
destacó la concesión de todos los medios de transporte
público de la ciudad de Buenos Aires a una empresa britanica
denominada Corporación de Transportes. Por otra parte, el aislacionismo
comercial de las grandes potencias contribuyó finalmente a iniciar el
desarrollo industrial vía la sustitución de importaciones. La
política económica se volvió dirigista y se creó el
Banco Central de la República Argentina, junto a gran cantidad de
organismos estatales reguladores (Junta Nacional de Granos, Junta Nacional de
Carnes, etc.) y empresas públicas (Fabricaciones Militares, Altos Hornos
Zapla, etc.).
Durante este período también comenzó la migración
masiva del campo a la ciudad y de las provincias del norte hacia Buenos Aires y
el desarrollo del sector industrial que, en 1943, superaría al sector
agropecuario por primera vez en la Historia Argentina.