Los españoles quedaron burlados. Violentamente
retrocedieron hacia Tunja por el camino principal de Paipa y luego trataron de
recuperar sus comunicaciones con Bogota. Al efecto el
7 de agosto en la mañana desfilaron a corta distancia al sur de Tunja.
Bolívar desde el amanecer desesperaba por atacarlos y cuando aparecieron
a su vista dejó pasar la vanguardia demasiado adelantada del cuerpo principal donde iba Barreiro. En el momento
apresuró la marcha de sus cuerpos y con gran sorpresa de los enemigos el
ejército independiente se presentó en columna sobre una altura
donde era facil dominar la posición de los españoles. El
batallón Cazadores atacó a un cuerpo de
la vanguardia de éstos y lo obligó a retirarse. Unas
compañías pasaron el puente y tomaron posición del otro lado, mientras las
restantes presentaban alguna resistencia.
La masa principal de los enemigos se encontraba en una extensa loma de corta
altura, a menos de un cuarto de legua del puente e intentó extenderse
hacia este último para apoyar a su vanguardia, pero el batallón
Rifles y una compañía de la Legión Britanica,
rechazaron la columna enemiga, mientras los batallones No 1 de Barcelona y
Bravos de Paez y el escuadrón del Alto Llano, al mando de
Rondón marchaban por el centro y atacaban convigor a los enemigos. Desde
los primeros momentos se empeñó la acción en todos los
puntos de la línea con igual vigor.
El Libertador dirigía el ataque y animaba a los batallones con frases
adecuadas. Anzoategui tenía a su cargo las operaciones del
centro y la derecha. De este lado destruyó un
batallón del
enemigo que trató de establecerse arriba de una cañada. En el centro se realizaron combates semejantes. El
Libertador logró que los cuerpos principales envolvieran a los enemigos
establecidos en el
centro y los arrojaran hacia atras. Los
escuadrones del Alto Llano, de Rondón e infante, cargaron con su
acostumbrado valor y desde aquel momento los esfuérzos del general
español fuéron infructuosos. Perdió su posición y
sus tropas no pudieron oponer desde ese instante
ninguna resistencia.
La infantería trató de rehacerse en la altura inmediata, pero
fué destruida después de una corta lucha. La caballería de
los enemigos, cargada por los llaneros, desapareció del campo de
batalla. El ejército español ya sin cohesión y dislocado
rindió las armas y se entregó prisionero. Casi
simultaneamente el general Santander,
encargado de las operaciones de la izquierda cargó con una
compañía del batallón de
Línea y los Guías de retaguardia, pasó el puente y
completó la victoria (24). Todoel ejército
quedó prisionero, incluyendo al general Barreiro.
El Libertador dirigía el ataque y animaba a los batallones con frases
adecuadas. Anzoategui tenía a su cargo las operaciones del
centro y la derecha. De este lado destruyó un
batallón del
enemigo que trató de establecerse arriba de una cañada. En el centro se realizaron combates semejantes. El
Libertador logró que los cuerpos principales envolvieran a los enemigos
establecidos en el
centro y los arrojaran hacia atras. Los
escuadrones del Alto Llano, de Rondón e infante, cargaron con su
acostumbrado valor y desde aquel momento los esfuérzos del general
español fuéron infructuosos. Perdió su posición y
sus tropas no pudieron oponer desde ese instante
ninguna resistencia.
La infantería trató de rehacerse en la altura inmediata, pero
fué destruida después de una corta lucha. La caballería de
los enemigos, cargada por los llaneros, desapareció del campo de batalla.
El ejército español ya sin cohesión y dislocado
rindió las armas y se entregó prisionero. Casi
simultaneamente el general Santander,
encargado de las operaciones de la izquierda cargó con una
compañía del batallón de
Línea y los Guías de retaguardia, pasó el puente y
completó la victoria (24). Todo el ejército
quedó prisionero, incluyendo al generalBarreiro.
Tal fué la jornada de Boyaca, coronamiento de la marcha militar
mas atrevida; obra de genio y de audacia imponderables, y cumplimiento
de una profecía dada en la proclama de 10 de agosto de 1818 de libertar
la Nueva Granada antes de un año (25).
Mientras tanto sus enemigos y envidiósos esperaban en
Angostura la noticia de una derrota para satisfacer el odió que les
inspiraba y aniquilarlo.
Los vencidos perdieron sus mejores jefes y oficiales. Tuvieron 210 muertos y heridos y quedaron en poder de los patriotas
1.600 soldados no heridos. Las pérdidas de los
patriotas se estimaron en el parte en 13 muertos y 53 heridos, pero seguramente
fuéron mayores (26).
La persecución se hizo con actividad extraordinaria. Bogota
fué libertada el 8 por el propio Libertador. De esta ilustre
capital, sin pérdida de tiempo partieron columnas con instrucciones de
no perder momento, hacia el Norte, al Magdalena, en dirección Noroeste
hacia Antioquia y al Chocó y al Sur a Popayan. En
pocos días quedaron libres estas provincias. El Virrey y los
principales funcionarios del Gobierno huyeron precipitadamente a Honda, camino
de Cartagena, con la Guardia de Alabarderos de 200 infantes y jinetes, mientras
Calzada llevaba corriendo a Popayan 450 soldados del Regimiento de
Aragón. Por su parte elvenezolano Nicolas López, uno de
los tenientes de Boyes, reunió en su fuga al Sur 683 hombres escapados
del campo de Boyaca; el español Antonio Pla, el mismo del
Rincón de los Toros acompañado de 300 hombres huía de los
Valles de Tenza hacia Popayan, y el gobernador Loño y el jefe de
estado mayor Esteban Díaz, escapados de Boyaca con 266 huyeron
hacia el Magdalena. Los gobernadores del
Socorro y Pamplona aterrados corrieron rumbo a Venezuela. En la
persecución de tropas se distinguieron el general Anzoategui y
los coroneles Ambrosio Plaza y José María Córdova.
La mayor parte de la Nueva Granada quedó libre y unida a Venezuela
formó la república de Colombia, creada bajo la inspiración
de Bolívar en el Congreso de Angostura, el 17 de diciembre de 1819.
Campaña de Boyaca
Concepción de la Campaña.
A fines de 1817 vinieron a Angostura de comisionados de Casanare los patriotas
Fray Ignacio Mariño, Antonio Arredondo y Agustín
Rodríguez, a solicitar de Bolívar armamentos de guerra, su
separación del gobierno de Paez, y el nombramiento de un jefe
superior si lo tuviera por conveniente. En aquella provincia granadina mandaban
guerrillas Juan Nepomuceno Moreno, Ramón Nonato Pérez y Fray
Ignacio Mariño, libertadores del territorio (1). Paez había nombrado comandante general a Juan Galea.