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Auge del orden colonial - El mundo en el siglo XVII



SEGUNDO PERIÓDO: AUGE DEL ORDEN COLONIAL
El mundo en el siglo XVII
España un imperio en decadencia
Felipe II había heredado de su padre Carlos V imperio mas extenso de la tierra. Su poder había crecido gracias a la crisis de países rivales, como Francia, sacudida por las guerras de la religión, y Portugal que, sin sucesores a su Corona, paso a engrosar los dominós de Felipe II (1580). Sin embargo, poderío de España no acompañaba a su situación económica. Con la aspiración de crear un imperio universal, Carlos V malgasto la plata americana, que fue a parar a manos de banqueros alemanes, italianos y flamenco, quienes a su vez la pusieron en circulación favoreciendo e despeje capitalista del que quedo excluida España. Obsesionado por combatir el avance protestante e imponer la contrarreforma católica, Felipe II creó un gobierno centralizado, despótico e inquisitorial, que no necesariamente trajo la unidad de España. Aunque las navarras conservaron sus propias instrucciones y privilegios, perdieron autonomía bajo el dominio centralista castellano, lo que genero rebelones durantemente sofocadas. Felipe II arremetió contra los países bajos, y tener el avance turco. Logro notables triunfos como el de Lepanto (1571) pero sufrió una derrota cuando su “Armada Invencible” (1588) perdió frente a Inglaterra, que se consagro como nueva potencia marítima. Felipe II murió el año en el que falló su intento de avanzar sobre territorio Francés, de lo que acentuó la crisis. El mas lucido testimonio del doloroso transito de España al siglo XVII, fue DonQuiote de la Mancha, de Miguel de Cervantes. La maxima obra de literatura castellana es un vivido testimonio de las contradicciones históricas de España. De forma paradójica, las riquezas llegadas de América hicieron imposible en definitiva el despeje hacia una economía y una sociedad modernas. En el preciso momento en el que había que evolucionar hacia un sistema económico nuevo, se mantuvo el antiguo modelo medieval de los estados, concebidos dentro de una estructura rígida de castas, tal como la revela la famosa obra de Cervantes. Las fuerzas económicas en ascenso chocaron con una sociedad decadente, que intento mantenerse a toda costa. La crisis tuve múltiples expresiones: inflación por la circulación masiva de plata americana, abandono de la agricultura por efecto de la despoblación y a migración, multiplicación de servicios no productivos que aumentaron el parasitismo social. Con la subida de precios, la producción española perdió mercado. Durante el siglo XVll España se mantuvo como potencia mundial, pero sin hegemonía. Perdió sus territorios de Portugal, de los Países Bajos, Luxemburgo y varias posesiones italianas. Cataluña se reveló, comprometiendo a fragil unidad de la península y del poder central, amenazados ya por la corrupción y la intriga política.




*Decadencia española fue el proceso paulatino de agotamiento y desgaste sufrido por la Monarquía Hispanica a lo largo del siglo XVII, durante los reinados de los denominados Asturias menores(los últimos reyes de la Casa de Austria: Felipe III, Felipe IV y Carlos II); proceso histórico simultaneo a la denominada crisis general del siglo XVII, pero que fue especialmente grave para España, hasta tal punto que la hizo pasar de ser la potencia hegemónica de Europa y la mayor economía del mundo en el siglo XVI a convertirse en un país empobrecido y semi periférico. La decadencia se reflejó en todos los ambitos: demografico (recrudecimiento de la peste y otras epidemias, despoblación), económico (codificación de los problemas fiscales, las alteraciones monetarias, la inflación y el descenso de las remesas de metales preciosos de América), social (mantenimiento de la tensión religiosa e inquisitorial, expulsión de los moriscos, búsqueda de salidas escapistas como el ennoblecimiento, la compra de cargos, el incremento de la presencia de las órdenes religiosas y la picaresca), o político y territorial (iniciada con la tregua de los doce años y las maniobras del valimiento del Duque de Lerma, manifestada espectacularmente a partir de la denominada crisis de 1640, tras el intento de restaurar la reputación de la monarquía con la agresiva política del Conde Duque de Olivares, y posteriormente evidenciada con la Paz de Westfalia -1648-, el Tratado de los Pirineos -1659- y la patética situación de los últimos años del siglo, en que todas las cancillerías europeas anduvieron pendientes del incierto futuro del trono del rey hechizado, resuelto tras su muerte mediante la Guerra de Sucesión -1700-1715- y el Tratado de Utrecht -1713-, que dividió sus territorios entre Habsburgoy Borbones, con sustanciosos beneficios para Inglaterra). Por contraste, la decadencia española coincidió con las manifestaciones mas brillantes del arte y la cultura, en lo que se ha denominado Siglo de Oro Español. En muchas de esas manifestaciones artísticas culturales hay una verdadera conciencia de la decadencia, que en algún caso ha sido calificada de introspección negativa (Quevedo, los arbitristas). Concretamente, el Barroco español (el culteranismo o lo churrigueresco) ha sido interpretado como un arte de la apariencia, escenografico, que oculta bajo los oropeles exteriores la debilidad de la estructura o la pobreza del contenido. La interpretación historiografica de las causas de la decadencia ha sido uno de los asuntos mas tratados, y en muchas ocasiones se han atribuido a los tópicos que caracterizarían un estereotipo nacional español vinculado a la leyenda negra presente en la propaganda antiespañola desde mediados del siglo XVI: el orgullo de casta cristiano viejo, la obsesión por una hidalguía incompatible con el trabajo y propicia a la violencia en la defensa de un arcaico concepto de honor, la sumisión acrítica (por superstición o por temor mas que por fe) a un poder despótico, tanto político como religioso, adepto de la versión mas cerrada del catolicismo, que le abocaba a aventuras quijotescas en Europa contra losprotestantes y a una cruel imposición a los indígenas americanos de la evangelización y el dominio de los conquistadores. Una leyenda rosa alternativa, que atribuye a la fidelidad al catolicismo justamente los logros del Imperio español, esta en la interpretación de la historia propia de la vertiente reaccionaria del nacionalismo español, y que en sus casos mas extravagantes atribuye la decadencia a una presunta conjura internacional, en la que, a pesar de lo inverosímil de tales teorías de la conspiración, da un papel decisivo a los judíos y a las sociedades secretas que imaginan como antepasadas de la masonería (ademas de vincular a ambos poderes, según convenga, a protestantes y musulmanes).Desde puntos de vista mas desapasionados, la historiografía actual suele considerar a la monarquía autoritaria de los Habsburgo como un modelo de Estado en realidad de muy débil entidad y presencia efectiva, y desde luego con pretensiones mucho menos absolutistas que la monarquía absoluta que estaban desarrollando contemporaneamente los Borbones en Francia. No obstante, siguen considerandose las divergencias reales de los modelos socioeconómicos asociados al catolicismo y protestantismo de distintas partes de Europa (y sus numerosas excepciones), analizadas desde la sociología de Max Weber (La ética protestante y el espíritu del capitalismo, 1905).

LA ECONOMÍA COLONIAL

En sus inicios no fue particularmente facil la vida económica en las colonias, donde no existía la moneda como medio de pago, entre aborígenes y conquistadores., usandose prioritariamente el sistema detrueque. Luego se usaron ciertos productos como monedas. La vara de lienzo, por ejemplo, en Santa Fe, equivalía a dos reales. Los precios no eran iguales en un lugar que en otro.
La economía colonial fue, lógicamente, complementaria de la española, tendiente a satisfacer de aquellos productos que España no tenía, pero que a la vez pudieran soportar el largo viaje desde América.
La economía se basaba en casi todo el territorio en el trabajo indígena estructurado en el sistema de encomiendas, y la mita, que originaron abusos. Esto no sucedió en Paraguay, donde los indios se sometieron en forma voluntaria y gratuita. Por lo tanto no fue necesario el sistema de encomiendas.


La principal fuente de riqueza era la tierra y sobre ella, los conquistadores establecieron un sistema feudal. Primero, la propiedad de la tierra se obtuvo por donación de la Corona, y luego por compra., pero sólo podían convertirse en propietarios los conquistadores, los pobladores, los beneméritos de las Indias y sus descendientes.
En Buenos Aires y en el litoral, se estableció una zona para el pastoreo de ganado fuera del radio urbano. En salta surgieron “marquesados” como el de Yavi, cuyas riquezas provenían de la “invernada de mulas”. Para ello se repartieron indios y tierras. La excepción fue Cuyo, donde no existió el latifundio, ni el pastoreo de ganado, repartiéndose, mas indios que tierras.
No cabe duda, que el producto mas rentable eran los metales preciosos. Al principio, los conquistadores se apoderaron de ellos por trueque o saqueo. Luego los recolectaron naturalmente, donde lo encontraban,sobre todo en el cauce de los ríos, utilizando a los aborígenes para la tarea. A partir de 1560, nuevas técnicas permitieron organizar y mejorar la explotación minera de yacimientos, contando también para ello con la mano de obra de los pobladores originarios, mediante el sistema de la mita, copiado del sistema incaico, pero mucho mas abusivo. Se les exigía que extrajeran entre 20 y 25 kg. De plata diarios, en jornadas agobiantes.
Las minas de Potosí (Perú) se hallaban a mas de 4000 metros de altura, por lo que resultaba de muy difícil acceso para la recepción de productos de intercambio. Se tardaba aproximadamente un año en llegar allí para entregar alimentos, productos manufacturados o bestias de carga, a cambio de plata.


En América, los europeos hallaron especies novedosas para ellos: maíz, tabaco, cacao y papa, ademas de otros cultivos, como por ejemplo, tomate, maní, mandioca, pimiento y yerba mate. En cambio, el aporte indígena a la ganadería fue muy escaso. Los primeros equinos del Río de la Plata, fueron traídos por Pedro de Mendoza. El ganado ovino y vacuno provino del Alto Perú.
En el Río de la Plata y en Paraguay se organizaron en el siglo XVII, las vaquerías, ante la abundancia de ganado. Se hacían rodeos de hacienda cimarrona, para obtener cueros, astas y grasas, descartandose la carne, que era aprovechada por los pumas y caranchos.
Durante los siglos XVI y XVII se creó el sistema de flotas y galeones para custodiar el transporte de oro y plata que realizaban las embarcaciones españolas de los ataques de corsarios y bucaneros.
Las teorías mercantilistas,vigentes en Europa, sobre todo, a partir del siglo XVII, sostenían que la riqueza de un país se basaba en la cantidad de oro que acumulara, para lo cual el estado debía regular directamente la economía. Por ese motivo, España, trató de que el oro americano abultara sus arcas. En este siglo comienzan a desaparecer los sistemas de encomiendas, robusteciéndose la actividad comercial. Los indios se asientan en las reducciones y comienzan a dedicarse a tareas menores. Mientras tanto, los conquistadores amplían sus riquezas, sobre todo en ganado, en las pampas.


En Potosí decreció la actividad minera, y empezó a destacarse Oruro.
Desde el puerto de Sevilla, dos veces al año, partían dos flotas, controladas por la Casa de Contratación: una a Veracruz y otra a Portobelo. Allí se desembarcaban las mercaderías, que eran conducidas por vía terrestre hacia las costas del Pacífico (por el istmo de Panama). Desde allí se embarcaban hacia Perú..Los comerciantes intermediarios que llevarían los productos a Cuyo, Salta, el Alto Perú, Córdoba del Tucuman, e incluso al Río de la Plata, acudían al Perú para obtenerlos.
Este era el comercio legal, monopolista, que había establecido España para sus dominios coloniales, donde sólo estaba permitido el comercio entre América y España. El sistema no fue aplicado en forma rígida, ya que al margen de dicho sistema de concedieron permisos comerciales, sobre todo al Río de la Plata Pero, junto a él, surgió otro intercambio, ilegal, con otros países europeos. Desde Guinea, llegaban esclavos al puerto porteño, ademas de géneros y ginebras holandesasque se dirigían a Potosí, desde donde, a su vez llegaban a Buenos Aires, los cargamentos de plata con destino a Europa.
Para impedir el contrabando se creó una “Aduana Seca” en Córdoba, en 1622, que tenía como objetivo impedir la comunicación entre el Puerto de Buenos Aires y el norte colonial, que producía la entrada y salida de productos ilegales. Esa circunstancia hizo nacer una diferenciación. Entre Córdoba y Buenos Aires era facil contrabandear, pero no en el norte, por lo cual esa zona comenzó a desarrollar su producción industrial.
El territorio americano del norte, entonces, se autoabastecía. Los alimentos, ropas, movilidad y hasta artículos suntuarios, eran de propia fabricación. De España se importaba muy poco, ya que sus productos eran muy caros, aunque se llevaban demasiado, sobre todo, oro y plata. Esas industrias locales se desarrollaron por necesidad de satisfacer los requerimientos de la población, impedida de realizar contrabando. Tucuman poseía cereales, ganados y producción de mulas. Sus telares fabricaban tejidos de lana y algodón. En La Rioja se producía vino, en Córdoba harina, en Santiago, jabón. En esta dos últimas regiones también se fabricaban prendas de vestir y sombreros.
En el siglo XVIII, la base de la economía colonial lo constituyó la ganadería, con la venta de cuero, cebo y grasa, dando nacimiento al grupo económicamente poderoso de los estancieros, por lo general funcionarios o militares. Las mayores haciendas se concentraron en México y en el area andina. En agricultura, se exportaba trigo, lino y cañamo.
Es en este siglo cuandonacieron nuevas teorías económicas, en reemplazo del mercantilismo: la fisiocracia, donde nuevamente la agricultura cobró importancia en el ambito económico. Para estas ideas la riqueza de los estados se basaba en la tierra, y su explotación racional, con poca intervención del estado en el plano económico.


Desde España, y para estar de acuerdo con las nuevas ideas, mas liberales, el rey Carlos III, en 1765 autorizó a otros puertos españoles para comerciar con América (Barcelona, Alicante, Cartagena, Cadiz, La Coruña, Gijón, Santander y Malaga). Promulgó en 1778, el Reglamento para el comercio libre de España e Indias, donde se habilitó a trece puertos españoles y a veinticuatro americanos, entre ellos Buenos Aires, para comerciar con España. Algunos tejidos españoles fueron eximidos del pago de impuestos, mientras que otros productos abonaban el 3 %, contra un 7 % que debían pagar los productos extranjeros. Este Reglamento no eliminó el sistema de monopolio sino que habilitó mas puertos para el intercambio comercial.
Para recaudar los impuestos provenientes del nuevo puerto porteño se creó la Aduana de Buenos Aires. Para entender en los conflictos comerciales se fundó, en 1794, el Consulado. Tenía ademas funciones de fomento a la agricultura y la ganadería. Buenos Aires pronto se enriqueció, gracias a las ganancias aduaneras, y los pueblos del interior comenzaron un creciente período de retroceso económico.
El estricto sistema comercial impuesto por España, originó una de las principales reacciones contra el dominio español, constituyéndose en la causa mas elocuente de lasrevoluciones por la emancipación.
El principal propósito que animaba a los españoles a lanzarse a las empresas de conquista estaba basado en la idea de la existencia de inmensas riquezas en los territorios de América. Pero en casi todas las regiones conquistadas la realidad era otra, pues el botín que se lograba rescatar, casi nunca correspondía a los tremendos esfuerzos realizados y a la pérdida de vidas humanas.
Por esas razones, se fue operando una seria transformación en el aventurero español que, ante la imposibilidad de beneficiarse con grandes cantidades de oro, plata y piedras preciosas como había soñado, y no pudieron regresar a España sin fortuna, optó por dos soluciones diferentes: buscó convertirse en colono para entregar en posesiones de grandes extensiones de tierra que hacían cultivar gratuitamente por manos indígenas, o bien lanzarse a las empresas de exploración, con la esperanza de encontrar los sitios donde se suponía que existían tesoros fabulosos como la Reina California, El Dorado, las Siete Ciudades de Plata, Cíbola y Quíbira o la Fuente de la Juventud.

1. CARACTERÍSTICAS DE LA ECONOMÍA QUITEÑA
El imperio español en América se organizó a partir de las ideas mercantilistas dominantes, según las cuales el poder de los estados dependía de la riqueza que pudieran acumular. Al principio se pensó que lo importante era atesorar la mayor cantidad de metales preciosos, pero su limitada existencia llevo a la necesidad de contar también con el comercio, que permitía ganar jugosos excedentes, sobre todo si se compraba poco y vendía mucho, manteniendoel monopolio sobre los productos y cobrando impuestos por las aduanas. En el marco del mercantilismo, España convirtió a sus colonias americanas en fuentes de metales preciosos y, limitadamente, en mercados para sus manufacturas, entre las que se contaban principalmente telas, y vinos. España mantuvo la exclusividad del comercio, prohibiendo que las colonias comerciaran entre sí o con países europeos rivales. Paro la industria textil española no despuntó como se esperaba. España se limitó a conceder autorizaciones a Inglaterra y Francia para el suministro de telas lujosas.
Aunque carecía de minas, Quito poseía condiciones favorables para la producción textil gracias a la fertilidad de las tierras serranas, aptas para pastizales, y a la numerosa población indígena que habitaba en la región Sierra centro norte. Por ello, dentro de la organización económica del espacio andino, que giraba en torno a la economía minera de Potosí, a Quito le correspondió la producción y abastecimiento de textiles de amplio consumo, fabricados con lana de oveja (paños) y algodón (bayetas), que no competían con la manufactura europea.
La fuerza de trabajo necesaria para las actividades económicas se consiguió a través de un mecanismo de reclutamiento. Cuando la economía dejo de ser la fuente principal de la riqueza, la mita (tiempo, turno o tanda en quechua) se instituyó como forma generalizada de explotación del trabajo indígena. La mita existió ya en el mundo andino, pero fue trasformada en otros términos por los colonizadores españoles para facilitar la explotación colonial de la fuerza detrabajo. Era la obligación que tenían los indígenas de trabajar por un tiempo determinado en la actividad económica que las autoridades determinaran, a cambio de un salario, pero remunerado, que constituyo en la base de la economía colonial, y coexistió con las relaciones comunitarias indígenas y con el sistema esclavista al que fueron sometidos los esclavos negros.
Las comunidades indígenas de la Audiencia de Quito se vieron obligadas a enviar anualmente al Estado colonial o a los propietarios privados, la quinta parte de su población en edad de tributar, compuesta por los varones comprendidos entre los 18 y los 50 años. Estaban exentos de la mita los caciques, sus hijos, los artesanos y quienes aprendían a leer y escribir en castellano .La mita se dedicó a las actividades textiles y agropecuarias, a servicios como acarreo de leña, agua, y trabajo en obras públicas. Los mitayos recibían una paga que debía servir para cumplir con el tributo a la corona y adquirir productos de subsistencia. Esta inserción forzada de los indígenas en la economía colonial fue debilitando las formas de reproducción de las comunidades aunque la Corona siempre hizo esfuerzos por garantizar a cambio del tributo, la preservación de la propiedad e manos indígenas. Tal mecanismo no obstante descargaba en la comunidad el mantenimiento del trabajador “mitayo”.
El predominio de la economía obrajera se dio en el medio de situaciones económicas cambiantes que fueron desde etapas de auge, características de la primera mitad del siglo XVII, hasta la recesión que dominó susdécadas finales. La producción y comercialización de textiles permitió una acumulación de riqueza a favor de los propietarios de obrajes, circunstancia que fue el punto de despegue de la formación de poderosos grupos económicos que dominaron la sociedad colonial y se proyectaron a través de sus herederos hasta la República. Por calculos de la época se conoce que a fines del siglo XVII un obrajero promedio percibía por año unos 40.000 pesos, monto increíble comparado con los 35 pesos anuales que recibía de salario el indígena mitayo. El producto de la venta de los textiles dinamizaba la economía Quiteña y el consumo de productos importados como vino y telas extranjeras.
Los textiles quiteños se exportaban a la región minera de Potosí y a todas las regiones del virreinato peruano desde Chile y Alto Perú por el sur hasta Panama y Cartagena por el norte. La gran demanda de ropa abrigada para el frío de los Andes, la alta calidad de algodón y de lana. y el bajo costo de la mano de obra permitieron a Quito competir con los textiles extranjeros y también con los obrajes limeños, cuyos propietarios continuamente intentaron sacar la producción quiteña del mercado influyendo sobre los virreyes para que se incrementaran los impuestos sobre las ventas. Hay que tomar en cuenta que los obrajes no solo producían telas de gran variedad sino también alpargatas y sombreros.
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La élite quiteña de mediados del siglo XVIII, cuyo poder político se manifestó
en el cabildo, de ninguna manera puede ser considerada un grupo homogéneo.
Los miembros que la integraronpertenecieron, de un lado, a las grandes familias tradicionales “ennoblecidas, cuya característica económica fundamental fue la de ser propietarios de tierras; y, de otro a familias que, sin ser poseedoras de títulos nobiliarios, ingresaron en los grandes “clanes familiares” gracias a su riqueza económica –habida en otras fuentes productivas como el comercio o las minas-, prestigio social o poder político que poseyeron indistintamente. Mediante el establecimiento de relaciones de
Parentesco y compadrazgo, su ingreso a la carrera eclesiastica, servicio militar y la practica de mecanismos económicos como la compra y arrendamiento de tierras, estos grandes grupos familiares se convirtieron en el sector dominante de la sociedad cuyo sistema de funcionamiento se reprodujo constantemente.
Los verdaderos clanes familiares nacieron y se reprodujeron a partir de la
propiedad de la tierra y de los beneficios que de ella emanaron. En algunos
casos, dichos bienes integraron grandes vínculos que hicieron posible la
fundación de mayorazgos, los cuales inicialmente se comprendieron como una concesión real de villa o de título de nobleza, aunque también aparecieron establecidos sin fundación y con independencia de dichas mercedes. Como figura jurídica, que definió la propiedad señorial constituida en mayorazgo, apareció en la Edad Moderna introducido en virtud de “costumbre inmemorial “sin que ello signifique que dicho régimen fuera efecto de fundación particular.
En Nueva España, Con el mayorazgo una familia noble sentaba una base económica, la decoraba con lujo y la incorporabaen un sola herencia legal, por lo tanto, un mayorazgo era indivisible e inalienable y por primogenitura pasaba intacto de una generación a otra. El mayorazgo era un intento de asegurar a una familia la promesa de una opulencia perpetua. Los títulos de nobleza y el mayorazgo eran los símbolos mas distintivos del éxito en la sociedad colonial.
La mayor parte de la nobleza tuvo sus propiedades constituidas en mayorazgos y, si de ella se exceptuó algún sector (como el de los mineros en México), lo cierto es que los mas ricos pertenecieron a los nobles. Las peticiones de mayorazgos por parte de las familias se justificaban por el estatus y la lealtad, y se constituía en la solución para que no se desmembrara.
La base económica de la ciudad se sustentaba principalmente en los obrajes asentados en la región, cuyo producto se comercializaba en los circuitos que unían la economía local con el centro minero de Potosí.

Tras la decadencia minera y la consecuente ruptura comercial, sumado a la disminución de la demanda y los bajos precios de los productos textiles (acelerado por las políticas borbónicas de libre comercio), la producción de los obrajes entró en una crisis de la cual no se recuperara. Sus efectos fueron una desmonetarización, que afecto al comercio urbano, y aumentó las deudas de las elites (por su vinculo tierra obraje — comercio).

A pesar de tener la mayoría de sus actividades económicas en el area rural, la población  habitaba en los barrios aledaños a la plaza central, que actuaba como eje de las principales actividades de la ciudad.

Los Criollostenían  distintos grados de inherencia en las actividades económicas y cargos públicos y eclesiasticos, pero no participaban en altos cargos (como presidencia de la Audiencia u Obispo).

La participación de los mestizos en las actividades económicas urbanas  muestra el caracter de mestizaje cultural mediante el aprendizaje  de oficios manuales y el cumplimiento de un papel  auxiliar en  la administración pública, y se ocupaban como artesanos y  en servicios, comercio menor. La relación que tenían con las élites era de “dependencia”, por ejemplo en las artes para la adquisición de sus obras o por medio de mecenazgos. Su lugar de residencia era variable, pero por lo general habitaban y compartían los mismos espacios que otros grupos sociales.

Plaza de la catedral. En cuanto a las actividades económicas se realizaba la venta de una multiplicidad de productos en los bajos de los edificios, por ejemplo al lado derecho de  la catedral había una  cerería, una tienda de listones negros y tinta y al lado izquierdo de la catedral una tienda de ropa y mercancía. Debajo de la carcel una tienda y una confitería. Al Lado del cabildo una cerería. En los bajos del palacio arzobispal dos almacenes de ropa y una tienda de mercadería. Al lado del palacio arzobispal (donde fue el hotel Magestic)  en una  “casa llamada de la fabrica de la catedral” había una cerería  y una pulpería y en los bajos del palacio de la audiencia otra cerería. Caciques indígenas Se ha querido ampliar la noción de elite basandose en el sentido de prestigio y poder que muchos caciques indígenas tenían en sus propias comunidades y al  mismo tiempo muchos de ellos poseían muchas riquezas materiales, privilegios respecto a sus comunidades  y establecían alianzas con los peninsulares. Según Ibarra “la administración colonial impulsaba matrimonios entre blancos y caciques para consolidar el dominio colonial  sobre la sociedad indígena”

FUNCIONAMIENTO DE LO OBRAJES

Los primeros obrajes se remontan a 1560, cuando había despuntado ya la economía minera de Potosí y Quito contaba con un mercado seguro para sus textiles. Existían obrajes de comunidad (establecidos por el Estado cerca de las comunidades para poder contar con trabajadores) y de particulares (establecidos por personas privadas). Algunos de ellos poseían asignación legal de trabajadores mitayos pero otros se beneficiaban, de manera parcial o total, de trabajadores 'voluntarios' es decir, indígenas agobiados por las presiones coloniales que acudían a la contratación 'libre' con los dueños de obrajes. Con el tiempo, los obrajes de comunidad terminaron siendo arrendados a particulares, con lo cual se privatizó la producción textil. La Corona reservó para sí los obrajes de Otavalo y Peguche, que funcionaron con un esquema distinto, tratando de mantener equilibrios entre obraje y comunidad.
La prosperidad de los obrajes dependía del acceso facil a la mano de obra barata. Por ello, para mantener el mercado textil, siempre amenazado por factores externos, los obrajeros intensificaron la explotación de los trabajadores. Al final, la mita obrajera terminó siendo subsidiada por la propia comunidad, que también generó los recursos parael pago de tributos. Esto beneficiaba a los grupos dominantes en general. La Corona demostró un gran interés en fomentar la creación de obrajes y dinamizar el comercio de textiles por los impuestos que podía recabar. La Iglesia se beneficiaba de los diezmos sobre la producción. Buena parte de las ganancias de los obrajes de comunidad se destinaban a sostener la burocracia colonial. El presidente de la Audiencia comentaba en 1680 que, de lo producido por el obraje de comunidad, se descontaba el salario de los trabajadores y del cura doctrinero, el tributo, los derechos de escribano, corregidor, protector, administrador, la cuota de cera para el monumento de Semana Santa, el pago a los alguaciles y alcaldes de indios.
La gestión privada de los obrajes llevó a incrementar la sobreexplotación de los trabajadores indígenas, que laboraban de diez a doce horas diarias en condiciones deplorables. Los obrajes se convirtieron en verdaderas carceles y centros de castigo cuando no se cumplían las opresivas tareas. Los caciques, encargados de proveer los mitayos (indios de enteje eran apresados en los mismos obrajes cuando no satisfacían la cuota de trabajadores o el monto del tributo exigido. Con el tiempo, la mita dejó de ser trabajo temporal para convertirse en reclutamiento permanente a lo largo de todo el año, y terminó por absorber no solo a indios tributarios sino a numerosos 'muchachos de entero' que eran jóvenes y niños de ¡comunidades cuyo trabajo abarataba los costos de producción ya que casi no recibían remuneración. La dotación oficial de niños para trabajar en losobrajes quedó registrada en documentos como concesión de 'muchachos de merced' tendencia a eludir la mita dio paso al trabajo voluntario se convirtió mas tarde en 'concertaje'

Tan sangrientos y dolorosos como las mitas, los obrajes fueron otra forma de esclavitud que emplearon los españoles durante la colonia; los indígenas eran obligados a trabajar latigo en mano exigiéndoseles el maximo rendimiento, pero el pago que recibían era mínimo y casi siempre solo simbólico.
Fueron centros laborales dedicados a la manufactura de textiles e hilos de lana algodón y cabuya, en los obrajes se elaboraban piezas que muestran el avance que tenía esa actividad y también la elaboración de mantos, bolsas, redes.
Tipos de obrajes:
OBRAJES ENTEROS eran aquellos que podían operar mas de 12 telares
OBRAJES MEDIOS si no excedían los 12 telares
LOS CHORRILLOS contaban con seis telares o menos

En los obrajes trabajaban: indígenas hombres, mujeres y niños en un rígido y extenso horario de trabajo. Se trabajaban 312 días al año. La paga era muy baja, y para las mujeres y los niños, practicamente, inexistente. A través del concertaje, un convenio por el que se concertaba un trabajo, los patrones aseguraron la permanencia de la mano de obra forzando a esta a endeudarse de por vida con el obraje, que se convirtió practicamente en un lugar de reclusión perpetua, porque el indio jamas acababa de pagar su comida ni su tributo. Las deudas eran hereditarias. Sólo se les daba 35 días al año para trabajar sus tierras, lo cual era muy poco en el complicado sistema agrícola andino.


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