Los mexicas o mejor conocidos como aztecas, última cultura mesoamericana se dio
a conocer en el mundo gracias a su religión, política, conocimientos
científicos, guerreros y su cosmogonía, dado el ultimo me he interesado
(también por la buena exposición de Dimas) en conocer más acerca de su
cosmogonía, su forma de ver el mundo y así dar a ustedes lectores las
herramientas para comparar con lo actual.
Los mexicas tenían un principio muy importante la de una oposición dual de
contrarios que divide al universo y que explica lo diverso, el orden y el
movimiento, “La vida proviene de la muerte y de la vida se llega a la muerte”,
al inicio de la creación del mundo a cargo de los dioses Quetzacóatl y
Huitzilopochtli produjeron fuego y un medio sol, después crearon al primer
hombre y a la primera mujer Oxomoco y Cipactonal respectivamente, enseguida
crearon el calendario, a los dioses del inframundo, establecieron cielos y las
aguas y crearon al gran monstro Cipactli mismo que fue sacrificado para crear
la tierra, después bajaron de los cielos a la diosa Tlaltéotl y la depositaron
en el agua, transformándose en dos serpientes la partieron a la mitad y con la
mitad a las espaldas formaron los frutos de la tierra, flores, hierbas, pozos,
cuevas, valles y montañas. Pero al ver que no había espacio para los hombres
los dioses que vivían en el paraíso llamado Tamoanchan cortaronflores y las
ramas de un árbol prohibido para separar al inframundo
y cielo así creando un espacio entre estos donde los hombres podrían vivir y lo
seguimos haciendo hasta la actualidad.
Según la mitología hindú, cuando PrajApati nació nada existía, ni siquiera el universo. Este hecho le causó una pena tan grande y tan honda que comenzó a llorar
intensamente. No entendía qué hacía allí, el porqué de su existencia.
Pero he aquí que sus lágrimas, que brotaban en todas las
direcciones, fueron dibujando y materializando el cielo, el aire y a la Tierra,
hasta que todos estos elementos fueron formados. Creó también PrajApati
entonces a hombres y mujeres, a la noche y a la luna y
a las cuatro estaciones.
Se le ocurrió entonces a PrajApati que sería bueno tener
descendencia y así fue. De él nace su hija. Más tarde fecunda a su propia hija, y de ésta llegaron al mundo los
dioses.
Entonces PrajApati creó el día, con su amanecer y anochecer,
y se retiró a descansar.
Pero los dioses pronto comenzaron a reclamar más alimento, quejándose de
que los humanos no les ofrecían suficientes ofrendas, y PrajApati, ante el
temor de ver caer todo cuanto había construido, se ofreció a sus hijos como
sacrificio. Los dioses, tras haberse alimentado de su propio padre, vuelven a
darle vida entregando cada uno un poco de sí
mismo. Así PrajApati, el Progenitor, renace y se convierte a suvez, en
hijo de sus hijos.
El mito referido a la
creacion de los hombres es: Brahma y la divinidad del
hombre
Cuenta un viejo mito
hindú que en los albores de la humanidad todos los hombres que habitaban la tierra
eran dioses. Podemos imaginar como sería la vida para esos dioses
humanos que se divertían sin fin llegando incluso a abusar de su estrenada
divinidad. Tal fue el abuso que comenzaron a realizar el mal, algo ante lo que
Brahma (dios supremo) se vio obligado a reaccionar. Decidió que era necesario
hacer del
inmortal y divino hombre un ser mortal con cualidades limitadas. Así pues, el
don que se le había dado sería escondido en algún lugar donde
jamás pudiera encontrarlo.
Brahma se reunió con todos los dioses menores con el fin de buscar el mejor de
los escondites para la inmortalidad y divinidad del hombre. Pero el
gran problema se manifestó al darse cuenta de que era imposible dar con ese recóndito e inaccesible lugar.
Cuándo alguien dijo “Esconderemos la divinidad del hombre en lo
más profundo de la tierra” se dieron cuenta de que sería absurdo, el hombre
sabía cavar perfectamente así pues llegaría un momento en el que daría con
ella.
Propusieron entonces sumergirla en lo más profundo de los
océanos, pero Brahma no lo vio nada claro “tarde o temprano el hombre aprenderá
a sumergirse en el océano y también allí lo encontrará”.
La última de las propuestas de los dioseshablaba de la montaña más alta de la tierra. Pero al parecer Brahma
tenía muy claro que el hombre conseguiría subir a todas y cada una de las
montañas, por tanto también lo terminaría encontrando.
Los dioses estaban agotados, no sabían que hacer.
Empezaban a pensar que no había lugar en la tierra en el que pudieran esconder
la divinidad del
hombre. Pero justo en el momento en el que iban a tirar la toalla Brahma lo vio
claro “Escondedla dentro del hombre mismo; jamás pensará en
buscarla allí”.
Así pues ocultaron en el interior de cada ser humano su parte más divina, algo
que jamás encontraría a pesar de cavar hasta lo más profundo, recorrer el fondo
marino o subir a la montaña más alta de la tierra.
Algo que siempre llevaría consigo mismo sin notarlo ni
verlo.
Prajápati Brahma:
Es el dios más importante del
brahmanismo, nueva forma del hinduismo que se
implantó en la India con la
invasión del subcontinente del
pueblo ario, que habitaba en Asia Cent
ral.
Junto a Vishnú y Shiva forma la Trimurti, trinidad de
los dioses más importantes. Él es el creador del universo.
Los seguidores del
brahmanismo le consideran el dios supremo, y creen que todos los demás dioses
son sólo manifestaciones de Brahma.
La siguiente imagen representa el “Om” que es
uno de los mantras más sagrados de las religiones dhármicas. Si hacemos clic
sobre la misma podremos ver un resumen de estas religiones,en
las cuales esta incluido el hinduismo.
Otro Dios que no aparece en los mitos es:
Vishnú
Es el dios conservador del universo. Antes de las
invasiones arias era considerado tan sólo un dios
menor. Para cumplir su misión de igualar las fuerzas del bien y del mal y de ayudar a los hombres a
encontrar la salvación siguiendo determinados caminos de conducta cuenta con la
ayuda de sus avatares (enviados de los dioses que representan un aspecto de
ellos). En el caso de Vishnú sus avatares son sus
reencarnaciones. Los hindúes creen que Vishnú va
a reencarnarse diez veces, de las cuales ya se han producido nueve. Alguna de ellas fueron el héroe Rama (la séptima) o el dios Krishna (la octava). Cuando se produzca la décima
reencarnación, se acabará la era actual y comenzará un
nuevo mundo
Cosmogonía inca
2
Al igual que otras muchas civilizaciones, los incas trataban de explicarse el
mundo donde vivían y justificada por esta pretensión surgió su mitología, que
no resulta homogénea debido a la diversidad de leyendas.
Los incas, como
la mayor parte de las civilizaciones primitivas, eran politeístas, pero sus
dioses no se encontraban todos al mismo nivel. En la cúspide podemos encontrar
a Viracocha, dios creador, y a Inti, dios del Sol.
Tras ellos, aparecían divinidades de menor categoría representativas de las
fuerzas dela Naturaleza.
LA PRIMITIVA CREACIÓN
En una época muy lejana, cuando aún no se había iniciado el cómputo del
tiempo, sólo existía un dios innominado y tres elementos primordiales: tierra,
agua y fuego. El dios sintió el impulso de crear el universo y lo formó con los
tres materiales primigenios diseñando tres planos que constituían las partes de
un todo indisoluble.
El plano superior, llamado Janan Pacha, fue designado como morada de los
dioses, quienes eran brillantes y tomaron el aspecto del Sol, de la Luna, de
las estrellas, de los cometas y de todo cuanto luce en la bóveda celeste. En la
parte inferior de dicho plano
moraban los dioses del rayo, del
relámpago, del trueno, del arco iris y de todas las cosas que
únicamente los dioses pueden explicar.
El plano
intermedio, conocido con el nombre de Cay Pacha, fue ocupado por los humanos,
los animales, las plantas y, en general, por todos los seres vivos, incluidos
los espíritus.
El plano
inferior, cuyo nombre era Ucu Pacha, quedó reservado para los muertos.
Los tres planos estaban intercomunicados por medio de unas
vías especiales que permitían el acceso entre ellos. Al mundo superior
podía acceder el hijo del Sol, el Inca o príncipe, el
Intip churín. Desde el inferior se podía ascender al intermedio a través de
unas puertas especiales llamadas “pacarinas” que solían identificarse con los
conductos naturales por los que brotaban lasaguas, con las cuevas, grietas y
volcanes. Uno de los mitos relataba cómo por una de estas vías llegaron los
humanos, los gérmenes que dieron origen a los animales
y las semillas que hicieron brotar las plantas.
LA CREACION DE VIRACOCHA
La leyenda de la creación del Universo por Viracocha
era posterior a la primitiva y la sustituyó definitivamente. El nuevo mito
otorgaba al dios todopoderoso la facultad de crear todo lo visible e invisible.
La creación de Viracocha comenzó en Tiahuanaco, situada en las orillas del lago
Titicaca, donde fue tallando en piedra las figuras de los primeros seres
humanos y colocándolas en las correspondientes pacarinas para que, conforme les
iba imponiendo un nombre, fueran adquiriendo vida en la oscuridad reinante en
el mundo primigenio, en el que únicamente existía la luz procedente de Titi, un
animal salvaje y brillante que vivía en la cima del mundo. (Las
representaciones de este ser mitológico parecían una
mezcla del
jaguar con otros animales). El mundo estaba aún en tinieblas porque Viracocha
otorgó prioridad a la creación de los seres humanos sobre la luz.
Tras quedar satisfecho con la creación de los hombres, el dios prosiguió su
proyecto colocando en el firmamento el Sol, la Luna y las estrellas hasta
cubrir la bóveda celestial. Después, Viracocha abandonó Tiahuanaco y se dirigió al norte, camino de Cacha, para,
desde allí, llamar a su lado a lascriaturas creadas.
Al partir de Tiahuanaco, Viracocha había delegado las tareas secundarias de la
creación en dos dioses menores, Tocapu Viracocha e Imaymana Viracocha, quienes
emprendieron inmediatamente las rutas del Este y del Oeste de los Andes, para
dar vida y nombre a los animales y plantas que iban haciendo aparecer sobre la
faz de la tierra. La misión que les había encomendado el dios creador principal
terminaría cuando llegaran a las aguas del mar donde debían internarse
hasta desaparecer.
LA REBELION DE LOS HUMANOS
Los humanos, al igual que en otros muchos mitos, no se mostraron agradecidos
ante la bondad del
dios y desatendieron su llamada desde Cacha para que lo acompañaran. El dios, entristecido ante la desobediencia, decidió castigarlos
enviándoles una lluvia de fuego para purificarlos y recordarles quién tenía el
poder. La lluvia de fuego que salió de las entrañas de la tierra a
través de los volcanes de Cacha llenó de pavor a los humanos, quienes pudieron
contemplar como su torpe conducta había ocasionado la destrucción del
maravilloso entorno y puesto en peligro su propia existencia. Ante ello, se
arrepintieron de su pecado y solicitaron la clemencia del dios. Éste, con
gran satisfacción por el arrepentimiento de sus criaturas, se dirigió, junto a
ellos, a Cuzco donde estableció su reino delegando el poder en Allca Huisa, que
fue el primer Inca designado por la voluntad divina yel fundador de la estirpe
incaica.
LA CREACIÓN SEGÚN LA CULTURA DE TIAHUANACO
Pedro Cieza de León (s. XVI d. C), en su obra “Crónica del
Perú”, recogía las leyendas que le contaron sus guías aymaras sobre Tiahuanaco. Según éstas, la ciudad fue construida antes del diluvio en una sola noche
por gigantes que vivieron en la ciudad en palacios monumentales y que fueron
exterminados por el dios del Sol por no hacer caso a una profecía de los
adoradores del
dios.
Las leyendas contaban que
“En un principio no existía nada sobre la Tierra, pero un día llegó la vida
desde el cielo a bordo de grandes piedras humeantes que cayeron por toda la
superficie terrestre. La vida traía escrito en el lenguaje de los dioses los
seres que había de crear y esas criaturas ocuparon la tierra, el mar y el aire.
También apareció el ser humano con forma semejante al actual, pero con una
inteligencia muy limitada porque la vida había cometido un
error de diseño al no interpretar correctamente las instrucciones de los
dioses. Los humanos carecían de habilidades y vivían en
cavernas vistiendo pieles de animales y hojas de árboles. Todos los seres de aquel tiempo tenían grandes dimensiones.
Las divinidades contemplaron la creación y vieron que la obra, en general,
estaba bien concebida y realizada, pero no era perfecta debido a la escasa
inteligencia de los humanos y, entonces, decidieron enviar a
Oryana para corregirlos errores.
Oryana era una diosa que procedía de las profundidades del universo y se
asemejaba a las mujeres que poblaban la Tierra excepto en que tenía unas orejas
muy grandes y su cabeza era cónica. Para aumentar la inteligencia de los
humanos, cuando llegó a la Tierra, mezcló su vida con la de algunos terrícolas
y dio a luz a setenta criaturas, todas ellas con un cerebro idéntico al suyo,
capaz de aprender todo cuanto le enseñaran. Oryana enseñó a sus hijos a hablar
dándoles su lenguaje sagrado y comunicándoles que habían sido creados a
semejanza de los dioses y que debían conservar aquella lengua, el Jaqui Aru,
sin alterarla porque era común a todos y debía servir para utilizar la
inteligencia de la que ahora disponían.
Mientras enseñaba muchas cosas a sus hijos, ellos construyeron una ciudad a la
que llamaron Taipikala, imitando el modelo de la ciudad de donde procedía su
madre. Aprendieron a fabricar las bebidas procedentes de la fermentación de las
nuevas plantas que, como
el maíz, les había proporcionad Oryana y a obtener la miel producida por la
abeja, un insecto que también vino con ella. Del mismo modo les enseñó a trabajar los
metales, a hilar, a tejer, a estudiar el cielo, a
calcular, a escribir, etc. y cuando todo estuvo bien encauzado, la diosa se
marchó.
Transcurrieron los milenios y los descendientes de Oryana, u Orejona, como se la llamaba a causa
sus grandes orejas,poblaron el mundo construyendo
ciudades y estableciendo culturas por todo el planeta. Pasaron
muchas eras, pero el Jaqui Aru se conservó sin modificación alguna y todas las
civilizaciones sabían utilizar el poder que contenía. Sin embargo, con
el tiempo y a pesar del mandato de Oryana, fueron
apareciendo variaciones en lugares distintos que provocaron la incomprensión
entre los pueblos y la pérdida de los antiguos conocimientos. La humanidad, en
general, dejó de utilizar los poderes de su cerebro perfecto, aunque, en
realidad, nunca habían llegado a conocerlos en su totalidad. Pero en Taipikala
se mantuvo la lengua de Oryana y, por respeto, siguieron insertándose orejeras
de oro en los lóbulos y deformándose los cráneos hasta dejarlos en forma
cónica, como el de ella. Por ello la ciudad se convirtió en un
centro muy importante y los yatiris fueron los guardianes de la vieja
sabiduría.
En aquel mundo no había ni hielo ni desiertos, ni frío
ni calor, no había estaciones y el clima era siempre templado. Una cubierta de
vapor de agua envolvía a la Tierra y la luz llegaba de
forma amortiguada. El aire era más rico y las plantas crecían durante todo el año no siendo necesario sembrar ni cosechar
porque siempre había abundancia de todo. Y existían todos los
animales mucho más grandes que los actuales, al igual que las plantas.
Pero un día, siete enormes rocas se precipitaron desde
el cielo golpeandola Tierra con tanta fuerza que
se alteró el eje del
planeta y las estrellas cambiaron de lugar en el firmamento. Los
impactos de las rocas produjeron enormes nubes de polvo que oscurecieron el
Sol, la Luna y las estrellas quedando el mundo envuelto en una densa oscuridad.
Los volcanes entraron en actividad expulsando grandes
cantidades de humo, cenizas y lava, al tiempo que violentos terremotos
destruían las construcciones dejando todo asolado. La lava volcánica
teñía todo de rojo fuego provocando heridas que no cicatrizaban y envenenando
las aguas al contacto con los vapores tóxicos. El fuego
abrasaba los árboles y las hierbas y las aguas de muchos ríos se evaporaron
dejando secos sus cauces. Se desataron huracanes
ardientes que devastaban todo cuanto encontraban a su paso. Los humanos y animales buscaban refugio en las cuevas y en los
abismos, huyendo de la muerte, pero muy pocos lo consiguieron.
Unos días más tarde, sobrevino un frío intenso seguido
por abundantes lluvias que causaron inundaciones que apagaron los incendios. Y apareció la nieve. Y todo ocurrió tan rápido que muchos
animales quedaron enterrados en el hielo. Precedidas por un
tremendo fragor, las gigantescas olas marinas cubrieron la tierra arrastrando
hasta las cumbres de las montañas los restos de los animales muertos. Había
comenzado lo que los pueblos del mundo llamaron el diluvio.
Llovió durante casi un año sindescanso. A veces, cuando el frío era muy intenso, la lluvia se convertía en
nieve y, luego, volvía a llover y el agua seguía inundándolo todo. Desde
el día que había comenzado el desastre no había vuelto a verse el sol. Se perdió
el contacto entre pueblos y ciudades y no volvió a saberse nunca más de ellos,
como tampoco a verse a muchos animales y plantas que antes eran abundantes y
que se extinguieron en aquel período. Sólo quedó su recuerdo en algunos
relieves de Taipikala y los escasos supervivientes de la gran tragedia lo se
encontraban débiles, enfermos y aterrorizados. La Tierra había sido destruida y
se hacía necesario reconstruirla.
Pasado mucho tiempo, la nube oscura que cubría el mundo se
retiró y la cubierta de vapor de agua que cubría la Tierra desapareció.
Dejó de llover y los rayos del Sol llegaron entonces a
la superficie con toda su potencia, produciendo grandes quemaduras y desecando
el suelo hasta dejarlo yermo. Lentamente, los seres vivos se fueron adaptando a aquella nueva situación y la vida volvió a escribir sobre
lo que había quedado según sus eternas instrucciones. Sin embargo el cambio en
la inclinación del
eje de la Tierra había hecho que los años fueran cinco días más largos y que
aparecieran las estaciones obligando a sembrar y recolectar en épocas concretas
del año, lo que, a su vez, significó la
alteración de la forma de vida y del
calendario. También sereconstruyeron las ciudades, Taipika entre ellas, pero los seres humanos estaban muy débiles y el trabajo
resultaba agotador. Los niños nacían enfermos y con deformaciones, muriendo la
mayoría en los primeros años de vida. La Tierra se rehizo con relativa
facilidad y la naturaleza tardó poco en reconstruirse a partir de sus propios
restos, pero los seres humanos y algunos animales necesitaron siglos para
recobrar la normalidad, comprobando que, con el paso del tiempo, sus vidas se
iban acortando y que sus hijos y nietos no llegaban a desarrollarse con
normalidad.
Los yatiris tuvieron que asumir la responsabilidad, al menos
en su territorio, de recuperar la autoridad para acabar con el caos y la
barbarie en la que había caído la humanidad. Inventaron ritos y nuevos
conceptos, explicaciones sencillas para calmar al pueblo ya que sólo ellos
conservaban el recuerdo de lo que había existido antes y de lo sucedido.
El mundo volvió a poblarse, aparecieron nuevas culturas y nuevos pueblos que tenían que volver a empezar sin nada y luchar
duramente para sobrevivir. Los yatiris, y su pueblo, pasaron a llamarse los aymara, el pueblo de los tiempos remotos, porque sabían
cosas que los demás no comprendían y porque conservaban su lenguaje sagrado y
su poder. Hasta los Incap rúman, cuando llegaron a Taipikala
para unirla a Tiwantisuyu conservaban en parte el recuerdo de quienes eran los
yatiris y los respetaron.