AFRICANIA EN LA COSTA CARIBE
Es común escuchar la afirmación 'en el Pacífico es
facil que la población se identifique como afrodescendiente, pero en el
Atlantico no', su población reivindica la ubicación
geografica y prefiere ser reconocida como caribeña. De la mano de una
investigadora reconocida en el marco nacional e internacional como Nina S. de Friedemann[53]
encontramos, entre otras, las siguientes huellas de Africanía en el
Caribe:
a) El Carnaval de Baranquilla: El estudio del carnaval contemporaneo en Barranquilla, Santa Marta y Ciénaga,
ha permitido encontrar en el ritual una historia de su organización que
se remontan hasta los tiempos en que los esclavizados se organizaron en
Cabildos.
Las rivalidades tribales africanas que fueron estimuladas por la sociedad
esclavista de la colonia se plasmaron en Cartagena con identidades de memoria
africana - Carabalí, Mina, Mandinga, Congo, Arara - propiciando
una proyección cultural en el Carnaval que se arraigó en
Barranquilla: Los Congos, una danza de hombres. La danza ha llegado hasta
nuestros días como
un ritual de guerreros ataviados con colores fulgurantes enormes bonetes con
colas tapizadas de símbolos y el desafío de los sables que
alterna con el reto del
toque de tambor de cada grupo. Los recuerdos del habitat de la selva y de las sabanas
africanas aunados alambiente del
trópico suramericano se expresan en manadas de mascaras de
animales danzantes: Tigres, micos, pajaros, perros, toros, insectos
enmarcan a los congos
que danzan batallas alegóricas de defensa territorial en sus barrios.
Luego se desplazan en representación teatral por las calles
céntricas de la ciudad. El carnaval con el paso de los años y las urgencias de
afirmación de identidades regionales en el país, se ha
convertido, no sólo en un perfil del Caribe colombiano, sino que ha sido
adoptado como
uno de los símbolos de la nacionalidad cultural colombiana.
b)La música
costeña: Entre los ritmos musicales denominados costeños
estan la cumbia, el bullerengue, el chandé, el mapalé, el
abozao, la gaita o porro tapao, el vallenato, los cantos de zafra, de
vaquería y los cantos de Lumbalú.
La cumbia, una danza de hombres y mujeres, es otro de los símbolos
regionales de cultura negra que han sido adoptados como emblemas de
nacionalidad; empezó a configurarse en el ambito de la esclavitud
en Cartagena de Indias para las fiestas religiosas españolas de La
Candelaria:
'hombres y mujeres en gran ruedo, pareados pero sueltos, sin darse las
manos, dando vueltas alrededor de los tambores, las mujeres enfloradas la
cabeza con profusión Balanceandose en cadencia muy erguidas
mientras el hombre ya haciendo piruetas dando brincos, yaluciendo su destreza
en la cabriela, todo al compas
Bailaban a cielo descubierto al son del atronador tambor africano'
(Posado Gutierrez 1929)[54]
Con el correr de los tiempos, la cumbia definió sus perfiles, los
músicos se subieron a tocar en tarimas altas
alrededor de las cuales negros, mestizos y mulatos disfrutaron las fiestas.
Durante muchos años, antes de que las danzas populares fueran integradas
al carnaval de Barranquilla, allí los
grupos danzantes se reunían en barrios tradicionales como Rebolo a bailar
en sitios llamados cumbiambas. Este término produce la voz cumbia y a su
vez se relaciona con el vocablo cumbancha cuya raíz kumbaproviene del
occidente africano: es gentilicio mandinga, también el país del
Congo y su rey se llamó rey de Cumba. Ademas entre los congos el
término, significa gritería, escandalo, regocijo y nkumbi
es un tambor[55].
Se reconoce que la cumbia también tiene influencia de las tradiciones
indígenas por el uso de las gaitas y de la española por el
atuendo, pero su ritmo dominante es el de los tambores africanos, y la cadencia
del cuerpo evoca las danzas sagradas y guerreras de algunas tribus de la madre
Africa.
El Vallenato es una canción con ascendiente y presencia negra. Tiene sus raíces en los cantos de trabajo en las haciendas y
también en los grupos de bogas en la colonia. El
vallenatocanta y narra, es mordaz con humor y gracia, es crítico en la
política, la religión y el trabajo, gime con el amor y llora con
el desamor. Sus narrativas siguen viajando de pueblo en pueblo y son un
registro de leyendas, mitos, e historias en amplias regiones que son ganaderas
y estan pobladas por descendientes de 'cimarrones negros, de negros
libres y, desde luego, del resto de gentes que allí
confluyeron'[56].
Igual que en el caso de la cumbia, para ser
fieles a la investigación, es preciso reconocer la influencia de las
coplas españolas en la mayoría de los versos que hoy hacen parte
de la música popular en Colombia, no obstante vale recalcar que la
esencia narrativa del Vallenato, la expresión gestual de sus interpretes
y, por encima de todo, la intención de la canción es la entrega
de un mensaje. El cantor arruga el rostro, gesticula, se
comunica. El acordeonero es capaz de dejar el
instrumento para hablar con las manos. Aquí no se puede menos que evocar
la figura del griot de los territorios africanos del occidente, en el antiguo
Mali en el siglo XVI vestido con mascaras de pajaros recitaba la
historia, la leyenda, la genealogía, la sabiduría de la
artesanía y de la religión. Eran una especie de
casta de juglares, a la vez poetas y músicos encargados de preservar la
tradición.
Entre los instrumentos tradicionales con quese toca el Vallenato esta la
guacharaca, que es un instrumento de fricción,
hecho del
tallo de una caña a la que se tallan estrías. Con una costilla de
res o con un trinche se raspa la caña. La
guacharaca fue el primer instrumento que con voz similar a la de una pava
silvestre, que anuncia la lluvia, se unió a los cantos de
vaquería de donde saldría el vallenato. El acordeón es un instrumento típico de muchos puertos del mundo, que parece haber llegado a Colombia y al vallenato a finales del siglo XIX. La
trilogía basica la completa la caja, de clara estirpe africana,
con memoria de tambores, con un parche que inicialmente era de la piel del
buche del caiman, y después fue reemplazado por cueros de venado,
chivo o carnero[57].
Con el tiempo, al vallenato han ingresado otros
instrumentos y de él han surgido otros ritmos que lo han convertido en
un pozo de creatividad: Puyas, merengues, sones, paseos o tamboras, forman una
intrincada genealgía musical. Esta confluencia ha
contribuido a que el vallenato se haya constituido en otro símbolo de la
identidad cultural de Colombia.
Tiene la inagotable huella del
legado africano, no sólo en la conformación
socio-histórica del hecho
artístico, sino en la misma esencia del fenómeno musical.
d) Africanías en la obra de Gabriel García Marquez: El
premio Nóbel de Literatura, que constituyeuna gloria para Colombia,
construye una realidad fantastica ubicada en Macondo; este vocablo, en
la lengua bantú,designa al platano y
conlleva significados magico-religiosos. El autor De Granda afirma que
Macondo es un símbolo de 'la sociedad abigarrada, multirracial,
mulata, que describe García Marquez y que corresponde por entero a
la fisonomía de un territorio en el que indios, blancos, y sobre todo
africanos, han vivido juntos durante varios siglos'[58]. Este territorio
es zona de cultivos intensos de platano y, de acuerdo con García
Marquez, el nombre es una memoria de sus años infantiles y jóvenes
en las vecindades de Aracataca, donde existía una hacienda con ese nombre[59].
e) El Palenque de San Basilio: En las tierras de
platanos y de ganados, en las cercanías de Cartagena,
pervive hasta nuestros días huellas de la presencia africana en la vida
cultural y social del
Palenque de San Basilio. Dueños de una lengua criolla propia,
considerada como
una reliquia lingüística en América, tiene vocablos
bantúes de las hablas Ki-kongo y kimbundu.
AFRICANIA EN EL PACIFICO
a) Ombligados de Ananse o la practica de ombligar a niños y
niñas: En el Baudó existen dos rituales focalizados en el ombligo
del
recién nacido: El primero se celebra cuando alguien nace. La madre
entierra la placenta y el cordón umbilical debajo de lasemilla
germinante de algún arbol escogido por ella
y cultivado en la zotea desde que sabe que esta embarazada. En lugares del Alto Baudó, como Chigorodó,
las zoteas siempre tienen cocos en retoño con los cuales las madres
hermanan a su descendencia. Cada niño o niña distingue con el nombre
de 'mi ombligo' a la palmera que crece nutriéndose del saco vitelino enterrado con
sus raíces el día del
alumbramiento. Esta practica se extiende por casi todo
el Pacífico colombiano.
En Surinam los miembros del winti, una religión
emparentada con el vudú del
actual Benín, tienen ceremonias comparables. Sus practicantes femeninas,
no sólo toman los mismos baños rituales de las
afrobaudoseñas, sino que también entierran la placenta y sobre ese punto del
jardín plantan un arbol.
La segunda y última ombligada ocurre cuando es necesario curar la herida
que deja el ombligo al caer. Como en otros
lugares del Afropacífico, antes de realizar el
rito los padres tienen que haber escogido un animal, planta o mineral cuyas
cualidades formaran parte del
caracter del
niño o niña y las cuales iran siendo incorporadas a partir
de que se esparzan los respectivos polvos sobre la cicatriz umbilical. Por esta
razón es usual que, al observar a alguien la gente trate de inferir como fue ombligado[60]. Algunas referencias de ombligados pueden ser
con la hormiga conga,para que no sienta dolor si es picado por hormigas y para
que su saliva cure a quienes han sido picados, con la hormiga arriera para que
sean trabajadores, con mancua, para que sean muy atractivos y atractivas al
sexo opuesto, con araña o ananse para que sean astutos.
Jaime Arocha explica que Anansi es una voz del idioma akan, emparentada
con Kwaku Ananse, Annacy y Nansy, como muchos pueblos de la Costa de Oro del
Africa Occidental bautizan a una de las encarnaciones del creador del
caos. En Costa Rica, Belice, Nicaragua, Panama, Surinan y en las Islas
de Jamaica, Saint Vincent y Trinidad y Tobago tambien conocen al embaucador
Anansi, a quien ademas apodan Bush Nansi, Compé Nansi y Aunt
Nancy. En el archipiélago colombiano Anansy ha sido llamada Miss Nancy,
Gama Nancy y Breda Nancy.
La Ananse o araña es la encarnación de un
dios o diosa de los pueblos fanti-ashanti del Golfo de Benín. Es importante que donde todavía viven comadronas y parteras
que conocen estas practicas nos cuenten quien se las
enseñó y para que sirven.
b) Tradiciones del ritual mortuorio: El ritual mortuorio es uno de los sellos
mas visibles de la identidad afrocolombiana especialmente en la
región del Pacífico; por eso desde el CEPAC y la Sección
Pastoral de Etnias de la Conferencia Episcopal se motivó una
investigación desde cuatro dimensiones:Experiencia
de Dios, Experiencia de humanidad, Ritual en sí mismo y Perspectiva para
la pastoral afroamericana. A través de estas categorías se intentó
globalizar la experiencia de este ritual en la
relación de lo trascendente con lo inmanente. Se lograron sistematizar y
socializar, entre otras, las siguientes conclusiones:
La muerte se relaciona tanto con este mundo, como
en la vida del
mas alla. La persona muerta, vive y participa de todo lo que
esta sucediendo a su alrededor, no es una persona que se ha ido, sino un hermano o un amigo que sigue participando de la vida.
Los muertos viven en el corazón de todos los de la
comunidad. En las comunidades afrocolombianas del
Pacífico se demuestra el amor por los muertos, a través de
manifestaciones fuertes de llanto, de los cantos como los alabaos porque ante el dolor de la
muerte se canta y llora en un solo momento.
El camino del
difunto hacia la otra vida depende mucho de las actividades de los vivos. Un
ejemplo de esto es cuando un vivo, ofendido por el difunto cuando
todavía vivía, no quiere perdonarle ni aún después
de su muerte; esta actitud le retrasa la llegada ante Dios o al descanso al
difunto. Así mismo cuando alguien de la comunidad trabaja el día
de la muerte de otro miembro de ella, le obstaculiza
el camino del
difunto porque éste sigue al vivo.
Igual ocurre cuando undifunto ha dejado un entierro o
cualquier prenda donde no se den cuenta, él se manifiesta a alguien en
sueño para que mueva el objeto del
lugar en el que se encuentra, y así poder quedar libre, en paz con Dios
y descansar.
La relación de los vivos con los muertos es muy importante porque son
los vivos quienes le facilitan el viaje al difunto al cumplir todos los ritos o
creencias tradicionales. La no observancia de las tradiciones rituales
mortuorias, como
por ejemplo no hacerle el velorio al difunto hace que el alma reclame y se
aparezca, porque no llega al reino de los cielos. Lo que traería
ademas como
consecuencia, el rechazo y la crítica a la familia, por parte de la
comunidad.
Los vivos les ayudan a los muertos a disminuir sus penas
a través de los rezos y cantos. Por eso hay que rezar y cantar con mucho
respeto, y ademas sin equivocarse, y en caso de hacerlo se debe comenzar
a rezar de nuevo. También al rezar por un
muerto se le refresca, se les da agua.
Si se reza por los difuntos de igual manera en el momento de
la muerte propia, alguien rezara. En la relación entre
vivos y muertos, existe una experiencia de miedo que se calma ayudando en el
entierro del
difunto y participando en su novenario.
A través del
ritual mortuorio se presentan signos de libertad, ya que el difunto deja
atras toda una vida de lucha, deprivaciones, y se busca a través
de estos ritos, ayudarle a salvar el alma para la otra vida.
La muerte convoca mas que la enfermedad, porque en la enfermedad hay
todavía la esperanza de que la persona no
muera. Mientras que una vez muerto, ese día es
de él, ya que no va a estar mas con los vivos. Por
lo tanto se suspende toda actividad para dedicarle al día en despedida,
porque es lo último que se lleva la persona consigo.
De forma tal que la muerte congrega porque: Es el último servicio que se
le presta a la persona; por temor a lo desconocido, para evitar las posibles
venganzas del difunto, para asegurar la compañía en la futura
muerte, sea la de un familiar o la propia; para que los muertos sean los
aliados mientras se esta en esta vida, y ayuden a llegar a ver la cara
de Dios, cuando llegue el turno de cada uno. El fin de la vida en este mundo se vuelve un llamado de atención sobre la
forma de vivir.
Los muertos son intermediarios entre los vivos y el mas alla, por
eso es necesario ganarse los favores del otro mundo, preparando el
camino que cada persona debe recorrer. Y esto se logra a través del
rito mortuorio.
La muerte, al convocar a toda la familia y a la comunidad, ayuda a reforzar la
unidad y a superar los conflictos que se hayan presentado.
A través de la conservación de la tradición, se valora la
cultura como
fuerzade unidad, en donde la familia y la sangre o comunidad, ocupa un lugar
destacado, con la muerte se llega a la experiencia esencial de la vida.
La no observancia de las tradiciones rituales mortuorias, pueden producir
desgracias en la comunidad, porque el muerto queda resentido[61].
Analizando la influencia de tradiciones africanas en el ritual mortuorio es muy
significativo que en el libro 'Ombligados de Ananse', el autor Jaime
Arocha presenta una relación entre el moño negro en forma de
mariposa, que se coloca en la parte superior del altar donde se realiza el
velorio del difunto, y el hacha de Changó, a que hacen referencia los
pueblos afrodescendientes de Cuba y Brasil por efecto de la influencia Yoruba[62].
Forma tradicional de arreglar la tumba para la última noche del velorio,
en el Pacífico colombiano
En la situación actual estas tradiciones se conservan y aún
resurgen con mas fuerza, representan la valoración de la
identidad como pueblo afrocolombiano. Algunas comunidades y personas se ven
afectadas por la realidad del conflicto actual, los desplazamientos masivos, la
influencia de la sociedad de consumo que sólo valora lo que produce
ganancia y eficiencia y sobre todo el abuso extremo de actores armados que,
ademas de asesinar a los miembros de las comunidades, prohibían
recoger los cadaveres para sepultarlos.