La palabra moral proviene del vocablo latino
“mores” y significa costumbre. Fueron las primeras normas que conocieron los romanos, llamadas “mores
maiorum”, o costumbres de los antepasados. También distinguieron
el ius (derecho humano) del fas (derecho divino) pero no
estaban totalmente diferenciados, ya que el fas le otorgaba el contenido al
ius.
Como vemos, todo el sistema normativo, tiende a crear reglas de
conducta para que la sociedad funcione armónicamente. Es que las
reglas de conducta se crearon para eso, para que el hombre logre sus metas
particulares, teniendo en cuenta el fin social de sus actos, o por lo menos,
sin perjudicar a otros.
Desde que el niño nace se le va
enseñando ciertas conductas como
buenas o malas, valiosas o disvaliosas, y así las va internalizando,
cotejandolas con lo que observa. Si su padre es un
hombre trabajador, responsable, sin por eso dejar de preocuparse por su hijo,
el niño aprendera mas de verlo que de escucharlo, que ser
trabajador y responsable es bueno, y esa norma se incorporara a su
conciencia moral. Si alguien le dice “hoy no vayas a la escuela”
seguramente su conciencia se encargara de decirle: “Ve a la
escuela, pues es malo no asistir a clases. Tu padre siempre va
al trabajo, y te ha enseñado que es malo no cumplir tus deberes”.
Quien recibe una educación teórica y practica
valiosa,aprendera normas morales, que se instalaran en su
conciencia sin siquiera advertirlo, y ellas le indicaran “no
robaras”, “no mataras”, “no
discriminaras”, etcétera, pero puede suceder, que por
influencias extrañas al núcleo familiar, o por mala
conformación ética de sus propios progenitores, o por
patologías individuales, el ser humano no logre configurar una adecuada
conducta moral, y transgreda las normas que la mayoría de las personas
consideran éticamente correctas. En algunos casos, su
conciencia se lo reprochara, pues puede discernir entre el bien y el
mal, en otros casos, no.
La religión cumple una función similar en la formación de
la conciencia, pues la conciencia religiosa interactúa con la moral. Si
le decimos a un individuo que robar es malo, pero le
añadimos que si robamos Dios nos castigara, le agregamos a las
normas morales un nuevo ingrediente, el temor o la obediencia a un Ser Supremo.
Pero a pesar de todo, puede ocurrir que el hombre no escuche ni los llamados de
su conciencia ni los de su religión y viole dichas normas, poniendo en
peligro a la sociedad, y ahí es donde interviene el derecho, que
evidentemente se nutre de esas normas morales y religiosas, pues el legislador
que crea las normas jurídicas es un ser hombre con conciencia moral, y
en algunos casos religiosa. Esas normas
jurídicas que integran el derechoson de aplicación compulsiva: no
hay opción, hay que acatarlas, nos gusten o no, pues de lo contrario,
seremos multados, inhabilitados o iremos a prisión.
Generalmente, moral y derecho coinciden. Así la
moral nos dice que no debemos matar o robar, y el Código Penal sanciona
con pena de prisión a quien mata o roba. Por
esa causa, es común que las personas no conozcan el Código Penal,
y sin embargo no lo violen, pues actúan de acuerdo a su bien formada
conciencia (generalmente no se mata o no se roba, no por no ir a la
carcel, sino porque se siente que esta mal, y son conductas
éticamente reprobables) pero en otros casos, como la moral no es
única y puede variar de un individuo a otro, surgen dilemas. Los casos que planteamos son indiscutibles, nadie puede creer que
matar o robar no deberían ser conductas punibles, pero otra cosa sucede
si nos adentramos en legislar sobre el aborto o el consumo de drogas, o el
divorcio. Hay conciencias formadas por influencia de estrictas normas religiosas, que rechazan la despenalización de
tales figuras como
delictivas.
La moral evoluciona, pues como lo dice su etimología,
se integra por costumbres. Por ejemplo, la admisión del divorcio en la mayoría de los
códigos actuales fue un proceso lento de evolución moral, que fue
de la mano del avance del liberalismo.
Cuando una ley es injusta o inmoral,indiscutiblemente,
surge la discusión de si debe o no ser obedecida. La escuela
del derecho positivo, sostiene que una ley es ley, independientemente de
su contenido moral, mientras no se derogue, pues se crearía gran
inseguridad jurídica si las personas pudieran cuestionar y no cumplir
los mandatos del legislador. La escuela del Derecho Natural, sostiene
que una ley injusta no es ley, y que este Derecho Natural esta inscripto
en el corazón humano.
En conclusión sostenemos que el derecho no puede estar reñido con
la moral sino adecuarse a ella, y que una norma
inmoral debe ser cuestionada y lucharse por su derogación, pero mientras
tanto, cumplirse, siempre y cuando no agravie principios éticos
fundamentales, como
el derecho a la vida, a la dignidad o a la libertad. En esos
casos, se impone el deber moral, sobre el deber jurídico. Por
ejemplo, si nos obligan a concurrir a nuestro trabajo con saco
y corbata, aún en días de sofocante calor, podemos solicitar e
incluso exigir, el cambio del
reglamento correspondiente, y mientras tanto, obedecerlo. Otra cosa sucede
cuando hay valores en juego trascendentes. En las dictaduras militares se
dictaron normas que obligaban a los militares subalternos
a cumplir con órdenes totalmente inmorales, como matar, secuestrar niños,
torturar. Esas normas no poseen justificación
alguna de obediencia.