HERNANDEZ PALMA SANDRA
HIGGINS VILLANUEVA ENRIQUE
ROMERO CHOLES JAIRINA
PLATA YEIMY
ODONTOLOGIA IB
UNIVERSIDAD METROPOLITANA
BARRANQUILLA
¿Por qué se produce la violencia de género?
Hasta finales del
período de 1980 la violencia contra la mujer no fue un tema prioritario.
Los estudios realizados indican que se trata de una
problematica social que trasciende aspectos económicos, sociales,
psicológicos y culturales. Algunos modelos
aseguran que el ser humano es agresivo por naturaleza, pero cuando abordamos el
concepto de violencia no debemos omitir la carga social y cultural que influye
y actúa en el potencial de la agresión. Por esta
razón, la socialización y los constructos emergentes de
ésta adquieren un papel relevante en dicha
cuestión. Siempre que aludimos a la violencia contra la mujer nos
referimos a la violencia física, sexual y psicológica que se
produce en la familia, en la comunidad Colombiana y a todo tipo de violencia
tolerada por el Estado.
El modelo patriarcal ha influido sustancialmente en la percepción del
hombre y de la mujer en la sociedad actual. Así, a la mujer se le han atribuido funciones como el cuidado familiar y la crianza,
mientras que el hombre es el que mayor protagonismo ha tenido y tiene en la
sociedad, hecho que ha justificado la mayor asunción de
responsabilidades, pudiendo aspirar a puestos profesionales de mayorrelevancia;
son atribuciones y actitudes a las que no puede negarse el hombre. Desde esta estructura de sociedad las relaciones humanas que se
establecen son de poder, de dominio-sumisión y no igualitarias.
Junto a este modelo hay que destacar el concepto de socialización que se
desarrolla entre la cultura masculina y femenina, entendidas como modos de
vivir el mundo; son culturas en las que influyen los roles de género, es
decir, cómo se espera que socialmente actúen hombres y mujeres. Los procesos de socialización son diferentes para la cultura
masculina y para la femenina. Sin embargo, desde la estructura
patriarcal sólo existe un modo de ver el mundo
que es el dominante. Y por eso, al hombre se le educa para la seguridad, la
fortaleza, la autonomía, la agresividad, la actividad, la rapidez y la
valentía; y a la mujer para la debilidad, la dependencia, la ternura, la
inseguridad, la pasividad y la cobardía. Ademas, a cada uno se le
enseña a comportarse según los roles que deben desempeñar,
de tal manera que de la mujer se espera que sea madre y esposa, mientras que
del hombre se espera que sea el responsable del poder económico, social
y sexual; de hecho cuando un hombre es poco valiente, poco agresivo y poco
dominante, se dice que es poco varonil y lo mismo sucede con las mujeres que se
comportan con valores masculinos. En definitiva, lo masculino y lo femenino
construye la identidad del hombre y de la mujer
respectivamente. Comoconsecuencia de esta construcción de género,
el modelo de relación social se basa en la dominación en el caso del
hombre y en la sumisión en el de la mujer. Y el valor expresado por el
hombre se sustenta en relaciones de poder siempre con caracter violento
mientras que el de la mujer se focaliza en el mundo las emociones y relaciones
familiares. Son estas diferencias presentes entre hombres y mujeres las que nos
permiten concluir que se trata de un concepto construido socialmente y que por
lo tanto puede y debe ser cambiado, de modo que
“La violencia es aprendida socialmente, no es innata a la biología
o genética del
varón. Es una forma de ejercer poder mediante el
empleo de la fuerza física, psíquica, económica o
política. Necesariamente implica que existan dos pueblos o dos personas. Uno se encuentra
en una posición superior a la otra”. (RUIZ-JARABO y BLANCO,
2006:32)
Pero cuando aludimos a la construcción de género tenemos que
considerar también la influencia de los estereotipos, entendidos como guiones de conducta que
sirven para limitar los comportamientos diarios tanto de hombres como de mujeres,
reforzando los adecuados y eliminando los inadecuados. Parte de la
responsabilidad de las conductas violentas del hombre hacia la
mujer se sustenta en los estereotipos tradicionales, ya que son los que
mantienen las desigualdades y normalizan el dominio masculino sobre la mujer.
Así pues, un eje clave que justifica la
violencia contra lamujer es la construcción del género al fomentar las
desigualdades entre hombres y mujeres, y creer que el hombre es superior a la
mujer. De manera que cuando se habla de violencia contra la mujer hay que tener
en cuenta la construcción cultural por el cual hombres y mujeres se ven
sometidos a desempeñar unos roles concretos. La asunción de estos
roles permite un tipo u otro de socialización.
Y por eso nos encontramos con el ideal femenino que caracteriza a las mujeres como emotivas, sensibles y
dependientes, y a los hombres como
autónomos, fuertes y racionales. El modelo de masculinidad tradicional
hegemónica construye la identidad desde el modelo de hombre, relegando a
la mujer a un segundo plano. Es entonces cuando los hombres
interiorizan valores como auto-eficiencia,
conflictividad en el modo de resolver conflictos, autoridad sobre mujeres y
respeto a la jerarquía. Por eso, si pretendemos conocer las causas de la
violencia debemos recurrir a la influencia de los modelos patriarcales de la
sociedad, desde los que se han creado mitos y
estereotipos que han degradado a la mujer a una situación de
inferioridad. Simultaneamente lo que ha sucedido es que lo femenino ha
sido desvalorizado tanto en hombres como en mujeres, mientras que se
han sobrevalorado aptitudes y características masculinas. En todo este proceso parece que las mujeres han sido víctimas
de la sociedad patriarcal y los hombres se han sentido presionados a
desempeñar un rolestereotipado, alejado de la sensibilidad, el afecto y
el compromiso. De este modo cabe señalar que
“La cultura patriarcal ha establecido los roles esperados desde una
perspectiva jerarquizada según el sexo. Esto dio origen
a una repartición no equitativa del
poder, el cual posibilita el acceso a la libertad, la cultura, la
educación, la riqueza y la participación social activa.”
(CORSI, 2003:186-187)
La socialización del
rol de género se realiza a través del aprendizaje, siendo éste el medio
para transmitir valores, actitudes y reglas. En este
sentido, ya desde la infancia se desarrollan los estereotipos de género
y se cristalizan en el modo en que los padres consideran cómo debe
comportarse un niño o una niña; aquí el proceso de aprendizaje
juega un papel esencial. Desde la teoría cognitiva social se puede
afirmar que mediante el procesamiento cognitivo de las experiencias se
construye la identidad de género, se aprende sobre los papeles sociales
de cada sexo y se extraen las normas para dominar el
tipo de conductas propio de su sexo. Y es de este modo
cómo se actúa según el esquema preestablecido socialmente.
A lo largo del desarrollo evolutivo del niño se va desarrollando el rol
de género y los niños comienzan a imitar y a elegir modelos, de
manera que a los 5-6 años se ajustan a los tipos de masculinidad y
feminidad; a los 8 años la postura es mas liberal y a los 10
años las diferencias sexuales se acrecientan. Después,
en laadolescencia establecen una identidad personal y se aceptan los
estereotipos. Si diferenciamos por sexo podemos destacar, por una parte,
que las niñas, al encontrarse cerca de la madre, aprenden los rasgos de
personalidad, actitudes, valores y roles maternales relativos a lazos afectivos
y personales. Así, el rol de género femenino esta
constituido por los siguientes estereotipos: pasivas, tiernas, sumisas,
obedientes, vulnerables y dedicadas al cuidado de los demas. Las mujeres
que se adaptan a estos estereotipos perciben a los
hombres como signos de poder y autoridad, y el
niño desde pequeño se identifica con el rol y los rasgos del padre. La
masculinidad implica negar la relación con la madre y tener presente
elementos universales del rol masculino. El resultado es desempeñar roles sociales abstractos y
despersonalizados. Igualmente, los hombres se
asocian con los siguientes comportamientos estereotipados: agresivos,
competitivos, alto grado de exigencia de éxito, sabiduría, mando,
valentía y conocimiento. Es entonces cuando el hombre bien adaptado al
estereotipo de género percibe a la mujer como débil y
hostil. Por lo tanto, podemos concluir que, en la construcción del
género y en los procesos de socialización, la familia constituye
el referente con el que los nuevos miembros se van a identificar. Los adultos
pues influyen en los procesos de identidad tanto del niño como de la niña. Ya
desde muy pequeños los padres transmiten lospatrones de género y
tratan a los niños de modo diferente a las niñas. Sin
embargo, no podemos ignorar que existe otro factor de interés en este
proceso: los medios de comunicación que promueven la
configuración de los estereotipos de género, exponiendo tanto
imagenes que infravaloran socialmente a la mujer como imagenes
que refuerzan las cualidades de poder, el trabajo productivo, la toma de
decisiones y la autosuficiencia en los hombres. En definitiva, socialmente a
los hombres se les prepara para desempeñar un
rol dominante y si no lo con- siguen pretenden obtenerlo por la fuerza; para
ellos, la violencia es un medio de control a la mujer. La socialización
hace que los hombres tengan un papel basado en el
poder, en la autoridad y en el dominio; y las mujeres en roles puramente
femeninos como
la dulzura y la expresión de las emociones. Como afirma Pierre Bourdieu: “todo lo
que es valeroso, respetable, digno de admiración es de orden masculino,
mientras que lo débil, despreciable o indigno pertenece al registro
femenino”. (HIRIGOYEN, 2006: 95)
Actualmente podemos observar cómo los estereotipos estan
presentes cultural y socialmente, pues educan a la mujer para ser sumisa,
agradar, servir y obedecer y al hombre para no manifestar sus emociones ni afectos. Desde estos estereotipos ninguno es beneficiado
porque a la mujer se le atribuye una personalidad débil, fragil,
insegura y vulnerable, mientras que al hombre se le atribuye la
valoración dela persona según los logros. Éste es pues el
sistema de valores sociales que hemos heredado, de tal
modo que el género masculino ejerce dominio y control sobre el femenino
porque socialmente es considerado superior. Este tipo de relación se
traslada a las diferentes esferas: política, social, cultural y laboral.
Nos encontramos pues ante una dominación de género. Por consiguiente, podemos observar cómo los estereotipos
trasladados al maximo extremo fomentan que se produzcan conductas
violentas hacia las mujeres. Este tipo de violencia surge de un sistema cultural en el que se cree que los hombres son
superiores y tienen diferentes roles como
son el dominio, el poder y el control. Mientras tanto a la
mujer se la educa para atender las necesidades afectivas de la familia y su
éxito depende de su capacidad de tolerar y perdonar porque en definitiva
lo que debe de tratar es de mantener a la familia unida. Es cierto que
las cosas han cambiado, pero el rol de la mujer sigue
estando influenciado por los medios de comunicación y el ideal femenino
tradicional hace que la mujer tolere el maltrato. Este ideal o educación
tradicional de la mujer se caracteriza porque se nos responsabiliza del
bienestar de las relaciones.
Si analizamos el proceso del
maltrato o de violencia contra la mujer podemos decir que sucede del siguiente modo: ella
inicia una relación con un hombre violento que ha interiorizado el rol e
identidad masculina tradicional y quepuede interpretar el deseo de controlar a
su pareja es un signo de amor. La violencia entonces se inicia en el noviazgo y
puede continuar en el matrimonio; lo que espera el hombre es ser cuidado y
atendido, y la mujer siente obligación a cuidarle. A medida que la
relación avanza, el hombre quiere la total sumisión de la mujer y
para conseguirlo intenta aislarla de toda relación social, desvaloriza a
su familia y a ella mediante toda clase de
humillaciones. Por eso, aunque son diversos los modelos que explican la
violencia, creemos que el que mayor influencia tiene es aquel que afirma que la
violencia posee un componente social, y en consecuencia, los constructos
sociales que emergen en el proceso de socialización como son los
estereotipos o roles de género. Es posible que el
hombre sea mas agresivo que la mujer atendiendo a criterios puramente
biológicos, pero pensamos que los procesos de aprendizaje desarrollados
en toda cultura son mas relevantes, ya que pueden empujar a que la
predisposición a la acción sea o no una realidad.
Lamentablemente la mayor parte de la violencia que se ejerce contra la mujer ha
sido y es invisible e incluso esta normalizada y naturalizada por la
propia cultura; si deseamos mantener una sociedad en la que sea posible la
convivencia y la resolución de conflictos de modo pacífico
tendremos que promover todo tipo de acciones preventivas que vayan dirigidas a
la eliminación de los estereotipos y roles de género.