DESARROLLO
DEL SER HUMANO
Juan Vidal Bota
Buscar el propio desarrollo intelectual, moral y personal es una tendencia
innata del
ser humano. También la sociedad se orienta en este
sentido y encuentra su razón de ser en su capacidad para facilitar el
desarrollo de cada uno de los individuos que la integran. Pero, sen qué
consiste y cómo se manifiesta este desarrollo?
I. Crecer en inteligencia
En su dimensión intelectual, el crecimiento se manifiesta en un
proceso de progresiva comprensión de la realidad7. El conocimiento de la
realidad se inicia ya antes de nacer con las experiencias sensoriales
intrauterinas del
embrión y del feto, y prosigue mucho más
deprisa después del
nacimiento. A medida que el sistema nervioso gana en complejidad, el niño mejora el conocimiento de si mismo y del entorno, siempre y
cuando disponga de una oferta suficiente de estímulos sensoriales y afectivos.
Desarrollo del sistema nervioso
A lo largo de la tercera semana del embarazo se forma la placa neural en la
superficie del ectodermo del embrión, la primera estructura específica y
exclusiva del sistema nervioso, de la que surgirán en seguida dos nuevas
formaciones: el tubo neural, queoriginará el sistema nervioso central, y la
cresta neural, que dará lugar al sistema nervioso periférico. A partir de este momento, el sistema nervioso irá perfilando nuevas
estructuras e incrementando su masa.
Hacia la mitad del
embarazo las células transmisoras del
impulso nervioso (neuronas) comienzan a cubrirse de una grasa denominada
mielina. Este proceso, llamado mielinización, proseguirá a lo largo del
primer y segundo año de edad. Posteriormente continua a buen
ritmo el crecimiento de las prolongaciones neuronales (axones y dendritas) y la
elaboración de interconexiones entre las células nerviosas (sinapsis).
Maduración neurológica y dominio del cuerpo
El conjunto de esos cambios hace posible lo que conocemos como “desarrollo
sicomotor”, es decir, la capacidad del niño para elaborar reacciones motoras
progresivamente más adecuadas, en respuesta a los estímulos que percibe,
gracias a su dominio cada vez más preciso de la unidad funcional formada por el
nervio y el músculo. Esta destreza en los movimientos creciente se aprecia
inicialmente en cabeza y cuello, y prosigue en dirección descendente: cintura
escapular (brazos, manos), columna, cintura pelviana
(caderas), y finalmente piernas y pies.
En el niño pequeño puede determinarse la edad promedio aproximada para cada uno
de los avances: al mes devuelve la sonrisa, y sonríe de forma espontánea a los
3 meses a los 3 meses observa sus manos; juega con sus pies a los 4-5 meses a
los 3 meses mantiene la cabeza y la levanta activamente a los 4 meses se apoya
sobresus antebrazos a los 3 meses; sobre sus manos a los 6 meses permanece
sentado apoyándose por delante en sus manos (6 m); se sienta sin apoyo a los 8
meses se pasa un cubo de una mano a otra, asiéndolo primero con toda la palma
(6 m); más tarde sólo con algunos dedos (8 m); finalmente de forma correcta (12
m) gatea a los 10 meses camina como un oso sobre la suela del pié y sobre las
manos (1 año) camina agarrado de la mano (1 año); camina solo a los 13 meses
corre a los 2 años Este orden descendente refleja el de la propia maduración
neuronal. Dentro de cada área anatómica, el progreso motor sigue una secuencia
fija.
El niño no puede andar antes de aprender a sentarse, ni
puede sentarse antes de dominar la musculatura del cuello. A pesar de seguir un orden fijo,
la velocidad con que van apareciendo las nuevas adquisiciones puede variar de
un niño a otro, en dependencia de diversos factores: la inteligencia innata (en
general, cuanto más elevada, más rápido el desarrollo)patrones familiares; en
algunas familias son frecuentes los retrasos para empezar a andar, para hablar
o para controlar el esfínter urinario factores ambientales (la ausencia de una
estimulación adecuada puede impedir un desarrollo normal)factores físicos, como
la sordera o la hipotonía (tono muscular disminuido). Gracias al dominio cada
vez más preciso de la motricidad relacionada con la mímica, el desarrollo
neurológico permitirá la expresión cada vez más detallada de los afectos y de
la emoción, pasando de las expresiones generalizadas (como losmovimientos
amplios de todo el cuerpo para manifestar contento) a respuestas específicas
(como responder con cambios limitados a la mímica facial).
Interacción con el entorno
Cuando más tarde el niño finaliza su maduración
motora, y siguiendo una tendencia innata, desplaza su aprendizaje hacia el
exterior, hacia fuera de sí mismo. Va tomando poco a
poco conciencia de la realidad en un radio cada vez más amplio, siguiendo un
proceso rápido de incorporación de nuevos conocimientos teóricos (imágenes,
experiencias) y prácticos (maneras de enfrentarse al entorno, destrezas). Este aprendizaje, que al principio es predominantemente pasivo, le
exigirá cada vez más su colaboración activa.
El niño progresa en conocimientos y adquiere destrezas y aptitudes,
produciéndose los adelantos con diferencias poco marcadas de uno a otro. Una vez completada la maduración neurológica, el niño sigue aprendiendo y continua aumentando su capacidad
de comprensión de la realidad y su aptitud para interaccionar con ella,
aspectos diversos de la inteligencia. Cualquier individuo dotado de buena salud
y en situación familiar y social de normalidad consigue finalmente un nivel aceptable de desarrollo intelectual que le permite
integrarse en la sociedad, desempeñando un rol profesional, familiar y social
adecuados. La cuestión acerca de si este nivel de
inteligencia depende más de la herencia (los genes) o del ambiente estimulación, salud, nutrición)
ha sido debatida. En cualquier caso, parece claro que, en las fases iniciales, el niño desempeña un papelpredominantemente pasivo en su
propio desarrollo intelectual. Más adelante el desarrollo de la inteligencia
dependerá también del
esfuerzo del
propio individuo, el cual puede aprovechar mejor o peor las oportunidades que
se le presenten o que él mismo provoque. Eso quiere decir que puede desarrollar
más su inteligencia si hace un uso mejor de su
libertad.
II. Desarrollo moral y personal
Las primeras etapas
Es un hecho que todos tenemos conciencia del deber, de aquello
que hemos de hacer en cada momento para obrar de forma correcta. Sin embargo,
esta conciencia del
deber no existe desde el nacimiento. Durante los primeros años, el niño es esclavo de su propia inmadurez corporal y de las
propias necesidades y tendencias instintivas. Podríamos afirmar que en los
momentos iniciales se va consolidando la estructura
biológica y psicoafectiva más básica del niño,
se desarrolla como un “sí mismo” (Polo), como individuo. Aprende
después poco a poco a interaccionar con el entorno
tratando de influir en él y de dominarlo. Primeramente intenta adquirir un cierto dominio sobre el propio cuerpo; más tarde busca
extender su influencia a las cosas del
entorno. Así se va formando su conciencia, el ego, el
yo. En este proceso, la actividad del niño se agota en él mismo, en el propio
sujeto: es un período egocéntrico. El crecimiento personal
Si al principio el niño procura disponerlo todo de acuerdo con su propio
interés, en etapas más avanzadas de maduración (y de manera definitiva en
laadolescencia) el ser humano se interesa por los otros, ya sea en tanto que
personas individuales o como colectividad. Entonces deja de contemplar a los
demás como
meros instrumentos para beneficio propio, para considerarlos valiosos en sí
mismos, dignos de estima.
El individuo comprende por fin la conveniencia de renunciar a un ideal egoísta para dar entrada a los demás en la propia
existencia. Es un momento de exigencia, un reto
importante y decisivo que ya no ve resuelto por las fuerzas innatas de la
evolución psico-biológica, sino que depende plenamente de la libertad. El
descubrimiento del
otro comporta también un nuevo descubrimiento: el del deber moral de la solidaridad y de la
justicia en las relaciones con los demás. La respuesta que el chico o la chica den a esta nueva exigencia
impulsará un proceso de alejamiento del
egocentrismo y de consolidación del
ser personal.
De hecho, no todos decidirán seguir adelante en esta línea de
desarrollo. Algunos volverán a etapas anteriores.
Sin embargo, sólo una respuesta positiva hará posible que la
persona se dirija hacia el desarrollo moral completo. La conducta
egocéntrica inicial dará paso a una conducta personal, caracterizada por una
actitud de respeto a la dignidad de cada ser humano y por la aceptación de las
exigencias éticas que de esta actitud se deriven.