COMENTARIO DE LA OBRA: LAS MEMORIAS DE ADRIANO
(Marguerite Yourcenar)
INTRODUCCIÓN
Pocos emperadores y jefes de estado viajaron tanto como Adriano. Para este
héroe moderno del pasado clasico
el viaje era tanto, obligación de estado derivada de su condición
de emperador, como afición, entendida
ésta como
una búsqueda infinita de la identidad personal y espiritual. Por eso el
viaje de Adriano no es solamente un viaje físico-geografico, un peregrinar
por la Europa clasica sino a la vez, un viaje hacia el interior del alma
humana en busca de las mas profundas revelaciones sobre la vida y de la
muerte, de lo humano y lo divino, de lo justo y lo injusto, de lo particular a
lo universal
La obra se enmarca en un viaje por la historia del Imperio Romano del Siglo II, una indagación
sobre la intimidad y el destino del
hombre en su transitar vital. Se trata de un recorrido
expansivo a través del Imperio, y al mismo tiempo recorrido hacia el centro de su ser, un acto de profundización
hacia la intimidad del
ser humano que fue Adriano.
El punto de partida de la obra es un una
narración de situación del Imperio al fin de su mandato, la cual
a modo de reflexión personalísima, va dirigida a su hijo adoptivo
Marco, que pronto se constituiría en su legítimo heredero al
mando del
mayor imperio de la época.
Adriano es una leyenda, se constituye en héroe que se enfrenta a fuerzas
fabulosas aunque humanas; gana victorias decisivasen su vida y regresa con gloria
y fuerza para bendecir a los habitantes del imperio. Se cree
y es creído dios, y transformado en mito,
vuelve una y otra vez como
un hito de la cultura de los pueblos. Por eso el héroe muere siempre
para renacer, en un ciclo infinito, y esto es reflejado
magistralmente por M. Yourcenar en la personalidad de Adriano, como un héroe símbolo de lo
divino o mítico y restituido a la vida.
LOS VIAJES DE ADRIANO
La larga carta que Adriano dirige a su heredero Marco es en esencia una
reflexión, unos recuerdos, que conforman una simbiosois entre dos
espacios de la existencia del emperador: uno interior, con sus reflexiones
sobre la vida y la muerte y la esfera de relación con los demas,
que cobra una dimensión exterior que se va a ver reflejada en dos viajes
paralelos por su vida: uno externo, hacia fuera, abierto a la colectividad; y
otro interior e íntimo.
El viaje de Hispania a Roma, su educación, su carrera política y
militar, el asesinato de sus enemigos, sus viajes por el Imperio, el regreso a
Roma y a su villa de Tíbur, el escoger a su heredero, constituyen el
largo camino de pruebas que atraviesa el héroe en su viaje por la vida.
La muerte de Antínoo, la vejez, la enfermedad, sus enemigos, la soledad tras el
fallecimiento de su amante, el intento de suicidio, la muerte, conforman un
camino de desafíos que precipitan un transito emocional.
Los viajes de Adriano comienzan cuando su tutorAtiano, a los dieciseis
años, decide enviarlo a Atenas para
“(…) equilibrar mediante el estudio aquellos meses de vida ruda y cacerías
salvajes (…)” en la región de la España Citerior.
Sin embargo, la vida de Atenas, muy alejada de Roma cuando se trataba de
alcanzar el poder, el dinero y la gloria, hacen que Adriano regrese a Roma, con
objeto de ocupar ya un cargo de responsabilidad estatal.
La ambición del
héroe, su deseo innegable de poder, dinero y gloria, tal el llamado a la
aventura que siente estando solamente en Atenas permiten su regreso a Roma.
Sin embargo, ese deseo de poder y la gloria, no lo
desea Adriano para satisfacer su ambición personal, sino que es sentida como una posibilidad para
mejorar la vida de sus habitantes contribuyendo de esta manera a la felicidad
de su pueblo.
EL ACCESO AL PODER
Era muy común en aquellos tiempos que el emperador, antes de su muerte, designara
un heredero mediante la institución de la
adopción. Trajano sería quien en definitiva, escogería a
Adriano mediante la adopción como el emperador llamado a
sucederlo.
Trajano, el emperador-soldado tal como lo llamaba Adriano, no confiaba demasiado
en él. Veinticuatro años mayor, era su primo y
su co-tutor a la muerte de su padre.
Todas las circunstancias estaban dadas para que Trajano no
nombrara su sucesor; tampoco el propio sucesor parecía desearlo, por esa
natural desconfianza que sentía hacia Adriano. Pero era evidente
que elhéroe reunía un importante
instrumento a su favor: el profundo cariño de Plotina, esposa de Trajano
y emperatriz, que cumplió un papel determinante en aquella misteriosa
adopción.
Cuenta Adriano que en trance de muerte de Trajano, el hombre de confianza de
Plotina, habiendo partido para Selinunte en Sicilia, lugar donde había
sido desembarcado enfermo Trajano, recibió un correo que le
anunció oficialmente el deseo del emperador
La adopción, acto definitivo que contó desde el principio con la
inestimable colaboración de Plotina, la emperatriz esposa de Trajano,
una amiga única y fiel hasta su muerte.
LA EDUCACIÓN DE ADRIANO
Adriano nació en Italica (sur de España), fue educado en
la escuela de Terencio Scauro, en Roma, apenas muerto su padre y arrancado del
lado de su madre, a quien no volvera a ver nunca mas.
Recuerda deficiente y nada satisfactoria preparación recibida
allí, aunque quedó gravada en su memoria la intolerancia y el
despotismo de los maestros hacia los alumnos.
La única experiencia satisfactoria de aquella época fue que el
mismo Scauro quien lo inicia en el aprendizaje del griego a temprana edad
Su interés y admiración por la helenidad no lo abandonara
mas; y si bien reconoce la belleza de la lengua del imperio, el latín, admite que
pensó y vivió en griego.
Acilio Atiano que era su tutor, fue quien persuadió a Scauro para que
fuera enviado a Atenas como
alumno del
sofista Iiceo a los dieciséisaños
Adriano aprendió allí dos pilares morales basicos que
marcarían su vida: aprendió a ser libre y sumiso a la vez.
LA CARRERA MILITAR
Después de los años de aprendizaje en Atenas, Adriano
reingresó al ejército; institución que consideró como su salvación
ya que ello le supuso la posibilidad de viajar
Adriano rechazó la guerra “por gusto y por política”;
y sin embargo se ve inmerso en ella.
Llega a protagonizar situaciones heroicas para atraer la atención y
adquirir fama de modo que pronto adquiriría un
gran renombre en Roma.
Años mas tarde fue designado al frente de la Legión
Minervina, la mas gloriosa de todas.
Protagoniza la batalla por la ciudadela de Sarmizegetusa, durante
la cual muere el rey Decebalo. Al finalizar la batalla, Trajano le pone al
héroe el anillo de diamantes que recibió de Nerva, como señal de distinción
reconocimiento y respeto del
mismísimo emperador.
Mientras tanto, Plotina, su queridísima amiga y confidente y a la
sazón esposa de Trajano, arregla el casamiento del
héroe con su sobrina-nieta, Sabina
Adriano reinventa un nuevo concepto de guerra: una guerra cuya finalidad
sería el aseguramiento y mantenimiento de la paz
y la estabilización de las fronteras del imperio.
Los grandes conflictos bélicos e incursiones militares
de aires expansionistas no tenían cabida en la mentalidad
política de Adriano.
La campaña parta que culmina con la conquista de Arabia,
acarreó al impero grandesproblemas y declives económicos. Y
Licinio Sura, el mas liberal de los consejeros del emperador y que se
oponía a proseguir con esa guerra, murió en esas circunstancias;
para Adriano, eso fue como “una batalla perdida.”
De un lado cada vez mas, aumentaba el grupo de
sus partidarios, pero en la misma medida también se veía
incrementado el número de sus enemigos: Lucio Quieto, un romano
mestizado de arabe, fue uno de estos últimos.
LA CARRERA POLÍTICA
Durante toda su vida Adriano contaba con la ayuda de una gran protectora: ella era Plotina, la emperatriz esposa de Trajano.
En su ascenso al imperio, fue nombrado Arconte de Atenas;
también gobernador de Siria. Fue huésped
de Plutarco, en Atenas; y sublimando la cultura griega, quería helenizar
a los barbaros y atenizar a Roma.
Sin embargo, sus enemigos trataban de alejarlo del poder, de
Trajano, entre ellos Celso. Pero Plotina lo desplaza como consejero y lo
ubica allí a Atiano, el tutor de Adriano.
Variadas y múltiples eran las amistades de Adriano: desde
filósofos e historiadores, pasando por médicos, artistas,
secretarios, ayudantes de campo y hasta esclavos y sirvientes. A ellos amaba correspondiéndoles a su fidelidad y los
protegía en todo momento. Hombres de letras eran
Flegón, su secretario, Floro, Suetonio apodado Tranquilo, Favorino de
Arlés, Eudemón. El filósofo
estoico Eufrates, quien le solicitó autorización para suicidarse
cuando se sintió enfermo, yDemonax. El actor
cómico Aristómenes. Su médico
Hermógenes. El filósofo Chabrias del que
sólo la muerte lo separó de Adriano. Euforión, su
valet, que ademas se encargaba de llevar las estatuas de Antínoo
que acompañaban a Adriano en sus viajes. Su
secretario Onésimo, joven que asume ser su amante a la muerte de
Antínoo, aunque nunca sera amado por
Adriano. También eran sus amigos Celer, su ayudante de
campo y Diótimo de Gadara, entre muchos otros.
Sobre todas esas amistades sobresalía sin duda la estrechísima
relación mantenida durante toda su vida con Lucio, joven patricio romano que incluso lo lleva a adoptarlo y erigirlo en su
sucesor. Sin embargo Lucio, consagrado luego como Elio César, muere de tisis antes de
ser coronado
emperador.
Llama sucintamente la atención que los mas
acérrimos enemigos de Adriano fuesen personas ajenos al imperio, al
esplendor y cultura de Roma y sometidos a su imperio. Al contrario, los
enemigos de Adriano pertenecían a su mismo entorno, muy cercanos a la
actividad política del
futuro emperador de modo que siempre trataban de desplazarlo del
favor de Trajano o del
poder.
Contaba entre éstos a Celso, Palma y Nigrino, antiguos enemigos que
formaban parte del Consejo y dominaban el estado mayor:
Otro de sus importantes enemigos era Lucio Quieto, a quien el emperador Trajano
había encomendado el castigo de los pueblos sublevados; estaba incluso
dispuesto a suicidarse antes de caer bajo laautoridad y yugo de su enemigo.
Pero también los mas cruentos enemigos del héroe se
sitúan en su entorno familiar; así uno de los peores era su
cuñado Serviano, esposo de su hermana Paulina.
Siempre había intentado llegar al poder con mucha paciencia y prudencia,
ayudado por su hermana Paulina, a quien consideraba también su enemiga.
Serviano era mucho mayor que el héroe, pero su
avanzada edad le hacía valorar la posibilidad de alcanzar sus objetivos,
aún después de conseguirla muerte de Adriano.
Prueba de este profundo odio, Serviano en una
oportunidad, había mandado a matar a Adriano. Pero no
sería esta la última vez que intentase una nueva acción
homicida.
Serviano tratara de matarlo nuevamente en ocasión de una
ceremonia religiosa, ésta vez Adriano, al enterarse, decide matarlo, y
también a su nieto Fusco:
incluso su esposa Sabina lo terminó odiando, llegando a decir que se
regocijaba de no haberle dado hijos ya que se parecerían a él y los acabaría odiando de la misma
manera.
EL EMPERADOR VIAJERO
Adriano realizaría multitud de viajes a lo
largo de su vida por todo el imperio.
Lo hace condicionado por las continuas guerras que mantenía el imperio
en sus fronteras o para acabar con las insurrecciones de los pueblos sometidos,
pero al mismo tiempo sentía un fuerte placer en
realizarlos ya que se sentía atraído por la sensación de
descubrimiento, del
encuentro con lo extraño o lo ajeno.
Relata susexperiencias en el gran país sitiado entre las bocas del Danubio. Soñaba adentrarse en
las estepas. Visita Odessos. Pasa en Asia Menor el verano que
siguió al tratado con Osroes. Se detiene en Bitinia,
en Nicomedia.
Se instala en la casa de Cneio Pompeyo Próculo Viaja con Erasto de Efeso
hacia Oriente: Rodas, Delos, Dodona,
Sicilia (Siracusa, ascendiendo al Etna), a Frigia. Con Antínoo viaja a Africa y en Atenas consagra el Olimpión.
Pasa un año en Germania
llegando a la desembocadura del Rin por las praderas belgas y batavas.
También transcurre un año en la isla de
Bretaña. Visita la Galia,
Mauritania y
las montañas Atlas en Africa, lo propio hace con España.
Reconoce que “(…) Pocos hombres aman durante mucho tiempo los
viajes, esa ruptura perpetua de los habitos, esa contínua
conmoción de todos los perjuicios (…) Conocía cada milla de
nuestras rutas, quiza el mas hermoso don que ha hecho Roma a la
tierra. (…) Algunos hombres habían
recorrido la tierra antes que yo: Pitagoras, Platón, una docena
de sabios y no pocos aventureros. Por primera vez el viajero
era al mismo tiempo el amo, capaz de ver, reformar y crear al mismo tiempo.
Allí estaba mi oportunidad (…)”.
Adriano confiesa que “(…)jamas tuve
la sensación de pertenecer por completo a algún lugar, ni
siquiera a mi Atenas bienamada, ni siquiera a Roma. Extranjero en todas partes,
en ninguna me sentía especialmente aislado (…).”
LA MUERTE DE ANTINOO
Adriano presenta aljoven Antínoo como su favorito; la persona que le
va a proporcionar paz y felicidad emocional por un tiempo bastante amplio, a la
vez que marca definitivamente su vida. Conoce al joven durante
un viaje a Bitinia (Asia Menor), oportunidad en que se instala en la casa del procurador de la provincia, Cneio Pompeyo
Próculo, en Nicomedia.
Allí se realizaban reuniones literarias en honor al emperador, a la que
acudían numerosos sofistas, estudiantes y aficionados a la literatura.
No obstante, a pesar de todas las atenciones que Adriano proporcionaba al
joven, éste decide acabar con su vida, ahogandose en las aguas del
Nilo durante un viaje a Egipto. De esta manera relata Adriano la profunda
tristeza y aflicción que aquella muerte le provocó:
“(…) Aquel cuerpo tan dócil se negaba a dejarse calentar, a
revivir. Lo transportamos a bordo. Todo se venía
abajo; todo pareció apagarse. Derrumbarse el Olímpico, el Amo del Todo, el Salvador
del
Mundo, y sólo quedó un hombre de cabellos grises sollozando en el
puente de una barca (…) la hora y el día de aquel final
coincidían con el momento en que Osiris baja a la tumba.”
La muerte de Antínoo, su favorito, constituyó, el mas duro
golpe que Adriano tuvo que soportar sobre el cual reflexiona: “(…)
Antínoo había muerto. Me acordaba de los lugares comunes tantas
veces escuchados: se muere a cualquier edad, los que mueren jóvenes son
los amados de los dioses. Yo mismo había
participado deese infame abuso de las palabras (…). Antínoo
había muerto.”. “(…) el peor de los males era el perderlo (…). Las lagrimas cesaron
(…). La muerte es horrorosa (…) Resistí. He luchado contra
el dolor como contra
una gangrena (…) mi memoria (…) recreaba aquel pecho alto y combado
como un escudo.
A veces la imagen brotaba por sí misma; volvía
a ver un huerto de Tibur, el efebo juntando
las frutas otoñales en su túnica recogida a modo de cesta.”
Adriano asiste a la apoteosis de su favorito y a su entierro cuyos preparativos
él mismo supervisa, cuidando de que recibiera los mas altos
honores y cuidados dignos del mas grande
faraón.
El joven de Bitinia sería encumbrado a la divinidad por el propio
Adriano, convertido en el mito y plasmada su efigie una y otra vez en estatuas,
templo, monedas y hasta en el nombre de una nueva ciudad fundada por Adriano:
Antinoe, donde se celebrarían toda clases de honras en su nombre.
Arriano de Nicomedia, el mejor amigo de Adriano, llegó a comparar la
relación de éste y el joven Antínoo con la de Aquiles y
Patroclo, describiendo la historia de Bitinia en un
dialecto jonio.
Después de la muerte de Antínoo, Adriano
jamas se recuperara sentimentalmente.
Se convierte así en una dura experiencia vital para el héroe, la
vida sin su ser amado
Adriano cae sumido un mundo de recuerdos en torno al ser querido y que
había decidido abandonarlo en la vida, intentando desesperadamente hacerlo
renaceren la piedra encargando a los artistas la realización de
innumerables estatuas
LA DIVINIDAD
Adriano sera llamado a ser divino, a convertirse en mito para volver a
su pueblo deificado y purificado.
Adriano era consciente de que mas se desarrollaba el Estado, el pueblo
comenzaba a sentirlo como su protector a aquel que los
conducía.
También su afición a la astronomía lo
hacían incursionar por el mundo de lo divino
Pero el ser deificado, lejos de hacerlo prepotente, creaba en él
mas obligaciones frente a sus súbditos.
En Roma recibió el título de Padre de la
Patria. En Atenas lo condecoraron con títulos y honores:
Evergeta, Olímpico, Epifanio, Amo del Todo,
“y el título mas hermoso, el mas difícil de
merecer: Jonio, Filoheleno.”
Las gentes creían firmemente que Adriano era un
dios e incluso muchos lo tocaban para lograr de ese contacto un milagro.
Se lo compara a Marte Gradivo, dios de las largas campañas y la austera
disciplina, y al grave Numa, inspirado por los dioses.
EL FIN
La enfermedad se convierte en una durísima lucha para Adriano, que
paulatinamente lo va apartando física y
emocionalmente del
deseo de vivir. Le viene así a la memoria el permiso
que hacía unos años había concedido al filósofo
Eufrates para quitarse la vida. Así, habría decidido lo
mismo para sí: suicidarse.
Sin embargo, Adriano sabe que como noble emperador le esta
prohibido suicidarse, salvo por razones de Estado. Un
emperador debevivir hasta el último momento de su vida pese a todo. Y si había sobrevivido al dolor por la muerte de
Antínoo, debía, pues, seguir haciéndolo bajo cualquier
circunstancias, aún padeciendo una terrible enfermedad que
irremediablemente lo llevaría a la muerte. Obviamente el hecho de
ser emperador le hacía asimilar su calidad de enfermo a un prisionero; y si intentaba suicidio y fracasaba, pronto
recibiría socorro de quienes lo rodeaban y acompañaban día
y noche.
En ese intento, trata de convencer a Mastor, su
montero mayor, a quien le solicitó lo matara con su espada, pero el
joven que lo creía un dios, enloqueció. Luego intentó
seducir a Iollas, joven médico alejandrino que
conocía profundamente la preparación de venenos en la corte de
Cleopatra. Si bien en principio se negó fundado en su
juramente hipocratico, luego prometió al emperador que buscaría
la mortal poción. Pero al día siguiente
Adriano se enteró de que el médico se había suicidado,
habiendo sido encontrado con una ampolla de vidrio en la mano.
Fue Antonino, quien lo amaba y cuidaba profundamente, quien lo hizo desistir de
la idea del
suicidio, solicitandole que lo aconsejara y lo instruyera de cuidados y
recuperación.
La muerte de su favorito Antínoo lo lleva a sentir tan cerca y tan
profundamente el dolor frente a la muerte, que reflexiona sobre ella intensamente. Sobre los argumentos que los hombres
desarrollan frente a la muerte, considera dos líneasargumentativas: la
primera la presenta como
un mal inevitable “(…) recordandonos que ni la belleza, ni
la juventud, ni el amor, escapan a la podredumbre, (…) por lo cual es
preferible perecer que llegar a viejo(…)”.
La segunda línea de argumentos contradice la primera: “(…)
ahora ya no se trata de resignarse a la muerte sino de negarla. El tratado
sostenía que sólo el alma contaba; arrogantemente daba por
sentada la inmortalidad de esa vaga entidad que jamas hemos visto
funcionar en ausencia del
cuerpo(…).” Pero Adriano concluye en que
la muerte termina con el ser amado, definitivamente: “(…) Aquella
muerte sería vana si yo no tenía el coraje de mirarla cara a
cara, de abrazar esas realidades del frío, del silencio, de la sangre
coagulada, de los miembros inertes, que el hombre cubre tan pronto de tierra y
de hipocresía(…).”
Adriano, que reflexionó mas que ningún otro emperador
romano sobre la vida y la muerte, se entrega a la muerte con estos bellos
versos:
“Animula vagula, blandula,
Hospes comesque corporis
Quae nunc abibis in loca
Pallidula, rigida, nudula
Nec, ut solis, dabis iocos…”
P. Aelius Hadrianus, Imp
“Mínima alma mía, tierna y flotante,
huésped y compañera de mi cuerpo, descenderas a esos
parajes palidos, rígidos y desnudos, donde habras de
renunciar a los juegos de antaño. Todavía un
instante miremos juntos las riberas familiares, los objetos que sin duda no
volveremos a ver… Tratemos de entrar en lamuerte con los ojos abiertos…
CONCLUSIONES Y OPINIÓN PERSONAL
Este libro me ha parecido muy enriquecedor y la considero como una obra de muy agradable lectura.
Me ha llamado la atención la importante labor de documentación
realizada por la autora, hecho que se plasma en la minuciosa descripción
de ciertas escenas o detalles que aparecen en la obra.
La autora plasma con una gran sutileza, ideas y aspectos vitales que merecen la
mas profunda reflexión, como por ejemplo la idea de la
fragilidad de la vida humana o la idea de la volatilidad de la belleza.
Estas reflexiones de naturaleza trascendental me han
llamado mucho la atención porque observo que son cuestiones que se han
mantenido perennes a lo largo de casi 2000 años de existencia y
aún hoy mantienen su caracter esencial en la reflexión y
experiencia humana actual.
Entiendo que son dignas de apreciación las
descripciones de ambientes, las percepciones sensitivas, los sentimientos, y
los sueños porque son realizadas de una manera sencilla y de
facil comprensión, pero a su vez son detalladas y rigurosas.
De este modo casi podemos estar en condiciones de
poder admirar la grandeza de a ribera y el valle de Egipto, el esplendor de la
gran Alejandría e incluso podemos llegar a sentir el rubor del sol de Bitinia,
admirar la trasnparencia de los estanques de villa Adriana o asistir
contemplativos ante la belleza fragil y melancólica de Antinoo
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