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Arquimides - resumen del video arquimides
resumen del video arquimides
El video relata un poco mas sobre la vida de arquimides sus anecdotasa
lanécdota mas conocida
sobre Arquímedes, matematico griego, cuenta cómo
inventó un método para determinar el volumen de un objeto con una
forma irregular.
De acuerdo
a Vitruvio, arquitecto de la antigua Roma, una nueva corona
con forma de corona triunfal había sido fabricada
para Hierón II, tirano gobernador de Siracusa, el
cual le pidió a Arquímedes determinar si la corona estaba hecha
de oro sólido o si un orfebre deshonesto le
había agregado plata.4Arquímedes tenía que resolver
el problema sin dañar la corona, así que no podía fundirla
y convertirla en un cuerpo regular para calcular su densidad.
Mientras tomaba un baño, notó que el
nivel de agua subía en la tina cuando entraba, y así se
dio cuentade que ese efecto podría usarse para determinar
el volumen de la corona. Debido a que la compresión del
agua sería despreciable, la corona, al ser sumergida, desplazaría
una cantidad de agua igual a su propio volumen. Al dividir la
masa de la corona por el volumen de agua desplazada, se podría obtener
la densidad de la corona.
La densidad de la corona sería menor si
otros metales mas baratos y menos densos le hubieran sido
añadidos. Entonces, Arquímedes salió
corriendo desnudopor las calles, tan emocionado
estaba por su descubrimiento para recordar vestirse, gritando
'¡Eureka!'
RESEÑA CRITICA SOBRE EL VIDEO
El video esta muy entretenido me gusto bastante bueno describe otra pate de la
historia de arquimides y o otra parte de su descubrimiento de arquimides en la
densidad aunque est algo bastante largo me gusto
Unos años más tarde se sorprendió a un viejo y encantador habitual
del departamento de
moluscos («un caballero muy distinguido», me dijeron), introduciendo valiosas
conchas marinas en las patas huecas de su andador. -No creo que haya nada aquí
que no codicie alguien en algún sitio-me explicó Richard Fortey con aire
pensativo, mientras me guiaba por ese mundo seductor que es la parte oculta
del museo.
Recorrimos muchos departamentos, donde había gente sentada a grandes mesas
haciendo tareas de investigación que exigían intensa concentración con
artrópodos, hojas de
palma
y cajas de huesos amarillentos. Había por todas partes un ambiente de
meticulosidad pausada, de gente consagrada a una tarea gigante que nunca podía
llegar a terminarse y en la que tampoco había que precipitarse. Yo había leído
que el museo había publicado en 1967 su informe sobre la expedición de John
Murray, una investigación que se había hecho en el océano Índico, cuarenta y
cinco años después de que la expedición hubiese concluido. Se trata de un mundo
en el que las cosas se mueven a su propio ritmo, incluido un pequeño ascensor
que Fortey y yo compartimos con un anciano con aspecto de científico, con el
que Fortey charló cordial y familiarmente mientras subíamos a una velocidad
parecida a la de los sedimentos cuando se asientan.
Después de que el hombre se fue, Fortey me dijo: Es un tipo muy agradable que
se llama
Norman y que se ha pasado cuarenta y
dos años estudiando una especie vegetal, el hipericón. Se jubiló en 1989, pero
sigue viniendo todas las semanas.
sCómo puedes pasarte cuarenta y dos años con una especie vegetal? -pregunté.
Es tremendo, sverdad? -coincidió Fortey; se quedó un momento pensando y
añadió-: Parece ser que es una persona muy concienzuda.
La puerta delascensor se abrió revelando una salida tapiada con ladrillos.
Fortey pareció sorprenderse: -Qué raro -dijo-. Ahí detrás era donde estaba
Botánica… Pulsó el botón de otro piso y acabamos encontrando el camino que nos
llevaría a Botánica, a través de unas escaleras que había al fondo y de un
discreto recorrido por más departamentos donde había investigadores trabajando
amorosamente con objetos que, en otros tiempos, habían estado vivos. Y así fue
como fui presentado a Len
Ellis y al silencioso mundo de los briofitos… musgos para el resto de nosotros.
Cuando Emerson comentó poéticamente que los musgos prefieren el lado norte de
los árboles («El musgo sobre la corteza
del
bosque era la Estrella Polar en las noches oscuras») se refería en realidad a
los líquenes, ya que en el siglo XIX no se distinguía entre unos y otros. A los
auténticos musgos no les importa crecer en un sitio u otro, así que no sirven
como brújulas naturales.
En realidad, los musgos no sirven para nada. «Puede que no haya ningún gran
grupo de plantas que tenga tan pocos usos, comerciales o económicos, como los
musgos», escribió Henry S. Conard, tal vez con una pizca de tristeza, en How to
Know the Mosses and Liverworts [Cómo reconocer los musgos buenos para el
hígado], publicado en 1956 y que aún se puede encontrar en muchas estanterías
de bibliotecas como casi la única tentativa de popularizar el tema.
Son, sin embargo, prolíficos. Incluso prescindiendo de los líquenes, el reino
de las briofitas es populoso, con más de10.000 especies distribuidas en unos
700 géneros. El grueso e imponente Moss of
Britain
and
Ireland
[Musgos de Inglaterra e Irlanda] de A. J. E. Smith tiene 700 páginas, e
Inglaterra e Irlanda no son países que sobresalgan por sus musgos, ni mucho
menos.
En los trópicos encuentras la variedad4 -me explicó Len Ellis.
Es un hombre enjuto y calmoso, que lleva veintisiete años en el Museo de Historia
Natural y que es conservador
del
departamento desde 1990.
En un sitio
como
la selva tropical de Malasia, puedes salir y encontrar nuevas variedades con
relativa facilidad. Yo mismo lo hice hace poco.
Bajé la vista y había una especie que nunca había sido registrada. -sAsí que no
sabemos cuántas especies hay aún por descubrir? -Oh, no. Ni idea.
Puede que te parezca increíble que haya
tanta
gente en el
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