Aporte de Eugenio María de Hostos
1.-que el país le debe al Sr. Hostos servicios que no le ha prestado
ningún dominicano de nacimiento o de adopción en el orden
intelectual, en el moral, en el social y en el político;
2.-que es evidente que antes de Hostos el dominio intelectual de los
dominicanos era poco mas o menos que el que correspondía a las
enseñanzas del antiguo Colegio de San Buenaventura y al Seminario
Conciliar, y que los hombres mas ilustrados del país
padecían de ignorancia constitucional (en el sentido patológico
de la expresión);
3.-que antes de Hostos, la Pedagogía, el Derecho Constitucional, el
Internacional, la Economía Política, la Sociología, la
Moral Teórica y Practica, independientemente de todo catecismo
eclesiastico, eran cosa desconocidas o menospreciadas por nuestros
sabios;
4.-que antes de Hostos y en el período de mayor esplendor de la
enseñanza clasica, la instrucción que se daba en el
país consistía, no en la adquisición de verdades, sino en
el aprendizaje de memoria de expresiones coordinadas en libros de
enseñanza, independientemente de todo propósito de
desenvolvimiento deninguna otra facultad intelectual que no fuera la memoria;
5.-que antes de Hostos la disciplina escolar resultaba de las recompensas no
siempre acordadas por justicia y del empleo de castigos corporales, muy propios
para preparar a los niños a ser esclavos: lapalmeta, el
latigo, la postración de hinojos:
6.-que el Sr. Hostos es aquí, y en cualquier parte del mundo, no
solamente un poseedor de vastos conocimientos científicos, un sabio
expositor de ciencias, sino un gran caracter, por todo lo cual es un
gran maestro.
OTROS APORTES
A las afirmaciones de estos dos periodistas dominicanos, les faltó la
consideración de lo que las mujeres dominicanas y latinoamericanas
consideramos como
el mayor aporte de Don Eugenio María: la educación de la
mujer.
Y digo mujeres latinoamericanas, porque Hostos no solo se abocó, junto
con nuestra poeta nacional y educadora Salomé Ureña, a la
creación en 1881, del primer instituto de formación de maestras
(del cual se graduó la primera generación de docentes
dominicanas), sino que llevó su apostolado a Venezuela, Perú y
Chile, donde convenció al gobierno de permitir la educación
científica de la mujer, motivo por el cual ellas le dedicaron su primera
graduación al ilustre puertorriqueño.
También faltó incluir, en la consideración de estos dos
periodistas dominicanos, la dimensión de Hostos como patriota y
propulsor de la idea de una Confederación de Las Antillas, quizas
su faceta mas conocida. Hoy voy a hablar de otro Hostos, en el
cual, que gracias a esta invitación y a la
naturaleza de esta reunión, me he adentrado en estos días. Se trata de Hostos el periodista.
Según Don Emilio Rodríguezdemorizi, la lucha de Hostos por la
libertad de nuestra media isla comenzó en 1870, cuando, por ese entonces
en Nueva York, Hostos combate el proyecto del Presidente Baez de anexar
la República Dominicana a los Estados Unidos.
Desde la gran urbe, Hostos escribe “largamente contra
el propósito de Baez (pag.15) y su voz alienta a los
patriotas que luchaban denodadamente por salvar la República.
Son la voz de Hostos, y la espada de Luperón en Puerto Plata, levantadas
contra la anexión, las que enarbolan el liberal Senador norteamericano
Summer y el General Grant, para oponerse al proyecto de anexión,
sentando las bases para la amorosa acogida al prócer puertorriqueño
en el corazón dominicano.
A finales de 1870 la revolución de Puerto Rico ha sufrido un nuevo
revés, con la fatal odisea de Luperón en el vapor El
Telégrafo, donde había cinco mil fusiles y seis cañones
destinados a la independencia de Puerto Rico que ulteriormente cayeron en manos
de Baez. En 1874, ya Baez ha sido
derrocado, y la guerra independentista en Cuba esta en pleno apogeo.
Hostos ha tomado parte en la frustrada expedición del
General Aguilera hacia Puerto Rico, por lo que en 1875 “recuerda en su
artículo “El Horizonte de Santo Domingo”, (Demorizi,
pag.16) sus luchas por la República Dominicana y hacia
alla encamina sus pasos de Sembrador, como lo bautizara Don Juan Bosch
“El infatigableperegrino, nos dice Demorizi, toma su bordón hacia Santo Domingo. Va a luchar, va a ganarse allí algunos de los mejores amigos
de su vida, y vivir sus mas tremendos días de periodista”.
LAS DOS ANTILLAS:
En Puerto Plata se encontrara Hostos
con Betances; conocera a Antonio Maceo y establecera una
relación con Luperón de quien dira: “Lo
conocí en 1875, puesto en contacto con él por su maestro,
guía y amigo, el noble y primer ciudadano de Puerto
Rico, el siempre desterrado Dr. Betances” (pag.18,
ibidem). En Puerto Plata el pensador Hostos le sirve de secretario
al guerrero y “fraternizan de tal modo que
éste le llama amigo de corazón y hermano”.
En la novia del Atlantico, nos cuenta Demorizi (pag. 19), la
llegada de Hostos fue un acontecimiento para aquella sociedad en que se
debatían, por medio de la prensa, con denodado ardor los intereses
mas opuestos, pero donde cubanos, puertorriqueños y dominicanos
estaban aunados contra el régimen colonial de España en las
Antillas.
En ese hervidero de ideas, iniciaría Hostos su
papel como periodista, asumiendo la jefatura de
redacción del periódico semanal
LAS DOS ANTILLAS, bajo la dirección del puertorriqueño Enrique
Coronado. Un periódico, a decir de
Demorizi, exclusivamente dedicado a la defensa y propaganda de los intereses
políticos de Cuba y Puerto Rico”. Pag.19.
No tardaron los periódicos ministeriales de Cuba yPuerto Rico y los
representantes de España, en protestar contra la campaña
periodística iniciada por Hostos y sobretodo contra sus
artículos, los cuales siempre tenían gran aceptación en
los periódicos dominicanos, simpatizantes en su generalidad con la causa
antillana.
Para evitar la censura y posible clausura del periódico, se tomó la
decisión de hacerlo aparecer como editado
en las Islas Turcas, aunque en realidad se editaba en la imprenta del puertoplateño
Don Manuel Castellanos. Esta medida no evitó que en san Juan,
Puerto Rico, elperiódico gubernamental BOLETÍN MERCANTIL, de
Pérez Morris, desatara una campaña de acusaciones contra Hostos,
ni que el gobierno español aumentara sus amenazas contra el gobierno
dominicano, obligando al entonces presidente Ignacio María
Gonzalez a dictar el Decreto del 28 de julio de 1875, suprimiendo LAS
DOS ANTILLAS.
Incansable e irreductible, Hostos reemplazó de inmediato el nombre LAS
DOS ANTILLAS por el de LAS TRES ANTILLAS, incorporando una isla mas a
las dos islas hermanas con la que pensaba formar la Confederación.
Otra disposición gubernamental suprimió LAS TRES ANTILLAS y el 12
de agosto, delmismo año, publicaba Hostos un nuevo periódico
llamado LOS ANTILLANOS, tan combatido y efímero como el primero.
No contentos con la clausura del
periódico el gobierno español exigió la expulsión del suelo
puertoplateño de los emigradoscubanos y puertorriqueños, medida
que encontró en Hostos y en Luperón su mas connotados
opositores y le valió a Luperón el asalto a su casa por un grupo
de soldados con orden de asesinarlo el 23 de enero de 1876.
La acción de Luperón de rechazarlos a tiro limpio, provocó
una reacción nacional y un levantamiento en Santiago, que Luperón
agradeció mediante un comunicado, fechado el 28 de enro de 1876, y
redactado por Hostos y cito:
“Para pactar con España, si efectivamente es necesario, empecemos
por anular el Tratado con españa. Y por afirmar ante Dios, ante
América y ante nuestra propia conciencia, que nunca cometeremos la
insensatez, que es hoy infamia, de ser dominicanos y no ser antillanos, de
conocer nuestro porvenir y divorciarlo del porvenir de las Antillas, de ser
hijos de la nueva idea y de abandonarla en Cuba y Puerto Rico”. (pag. 22, Ibid.).
CONFESIONES DE UN CULPABLE:
Cerradas las puertas del periodismo, retornaba Hostos a la forja de patriotas a
través de la educación y así, el 5 de marzo, abría
sus puertas la Sociedad-escuela LA EDUCADORA, de caracter doctrinario,
fundada por Hostos con el entusiasta apoyo del general Luperón. El
currículo incluía el conocimiento de las Constituciones
Americanas y en particular la dominicana y la difusión del pensamiento moral o social dirigido a armonizar los intereses generales de las tres Antillas
hermanas”.
Dije“cerradas las puertas del periodismo”, refiriéndome a
Hostos como responsable de un periódico, pero no como articulista, labor
que continua Hostos y que provoca los ataques, esta vez, del periódico
oficial dominicano la GACETA DE SANTO DOMINGO (pag.24, ibid.), en cuya
edición del 17 de febrero se acusa al prócer
puertorriqueño de “hacer un exagerado uso de la prensa”.
Hostos, rechazó valientemente estas calumniosas imputaciones en un
artículo intitulado “CONFESIONES DE UN CULPABLE”, publicado
el 5 de marzo de 1876 en el periódico EL PORVENIR, de Puerto
Plata. Y cito
“Es bueno entre los buenos todo aquel que teniendo por patria la
libertad, en cualquier parte ejercita ese augusto patriotismo. Que haya
habido un puertorriqueño decidido a ser útil en estos momentos, como en cualquier
momento, a este país, y que ese puertorriqueño
sea yo, no lo he ocultado, no lo oculto, no lo
ocultaré”.(pag.25).
Fiel a ese postulado, Hostos prosigue su labor de apoyo a Luperón,
invistiéndose como vocal de la directiva de la rama puertoplateña
de la LIGA DE LA PAZ, de la cual Luperón era presidente; y trabajando
con este en la Convención electoral de Puerto Plata, cuya plataforma
redactó.
Depuesto el Presidente Gonzalez, y electo el Presidente Espaillat, amigo
de Luperón, Hostos empaca sus valijas y en abril de 1876 se va a Nueva
York y de ahí a Venezuela, a iluminar con su sol lasoscuridades de otras
naciones de América. Se sucede la Paz de Zanjón en Cuba,
después de la guerra de los diez años y viendo su añorada
Confederación de las Antillas cada vez mas lejos Hostos comienza
a añorar las tibias aguas del mar de Puerto Plata, afirmando que
“Santo Domingo lo resume todo para mí”. (pag.28)
A nuestro país regresa Hostos el 3 de marzo de 1879, siempre en
primavera, para proponerle al nuevo gobierno de la República Dominicana,
entonces del General Césareo Guillermo, la creación de las
Escuelas Normales, proyecto que se convirtió en Ley el 26 de mayo de ese
mismo año, y en realidad cuando el General Luperón,
ascendió a la presidencia de la república, encendiéndose,
en palabras de Luperón, “un faro repentino en la larga noche de
nuestra profunda ignorancia”.
LA ESCUELA NORMAL DE VARONES
La apertura de la primera escuela normal de varones, en 1879, desató de
nuevo apasionados ataques de algunos sectores eclesiasticos a su
método educativo, lo que no impidió la asociación de
Hostos con la familia Henríquez y Henríquez-Ureña, ni su
encuentro con su alma gemela, la poeta nacional Salomé Ureña, con
quien tres años después habría de fundar la primera
Escuela Normal de señoritas de nuestra isla.
De nuevo la prensa juega un papel fundamental en pro y en contra de los
proyectos Hostosianos, a tal punto que Luperón, en carta pública
del 31 de marzo de 1882, dirigidaal director del periódico puertorriqueño
EL PROPAGADOR, decía
“Ayuden rigurosamente, con la prensa, a la Escuela Normal de
la capital, que prestara grandes servicios a la República, pues
de ese faro de luz saldran maestros practicos, no solamente para
los pueblos, sino para todos los campos”.
Esta concitación de Luperón a la prensa tenía como
objetivo no sólo proteger el proyecto Hostosiano de las escuelas
normales, sino proteger la propia vida del maestro, ya que ademas de que
el gobierno le retenía sus sueldos, provocandole todo tipo de estrecheces
materiales, hubo un atentado contra la vida de su suegro, el Dr. Ayala, en la
ciudad de san Cristóbal
“El despotismo español, le escribía
Luperón, es siempre implacable, feroz y odioso”.
La labor periodística de Hostos, abarcó varios períodos y continentes.
Le debemos al Dr. Emilio Rodríguez Demorizi la compilación de los
artículos del
maestro, en su libro: Eugenio María de Hostos:
Paginas Dominicanas. Por ese libro vamos rastreando el paso de
Hostos por diversos periódicos y redacciones, desde EL MUNDO
NUEVO: AMERICA ILUSTRADA, de Nueva York, donde escribe “Por el bien
de la República en el horizonte de Santo Domingo”, hasta el
periódico LA PATRIA, de Valparaíso, donde publica la serie de
artículos sobre “Quisqueya, su sociedad y algunos de sus
hijos”, entre agosto y octubre de 1892; artículos que
fueronreproducidos en Santo Domingo en EL ECO DE LA OPINIÓN, en
noviembre de ese mismo año. Pienso que un aporte del periodismo
puertorriqueño a la humanidad, podría ser rastrear los trabajos
periodísticos de Hostos en Venezuela, Chile, Perú y Nueva York,
labor que ignoro si ya se ha hecho.
Quiero terminar este tributo a la labor periodística de Hostos, con sus
propias palabras cuando dice:
“Para mí, que amo tanto a santo domingo como a mi propia Borinquen,
y que probablemente la elegiré como patria nativa de la mayor parte
de mis hijos, para residencia final y sepultura, empezar por la libertada
de Quisqueya es tan natural, que no hago con pensarlo y desearlo, mas
que un acto de egoismo paternal; porque, en el fondo de las cosas, es tan
esencial la libertad de Quisqueya para la independencia de Cuba y Puerto Rico,
que si acaso la de Cuba sobreviviese sin ella, lo que es la de Puerto Rico y la
Confederación, nó”.
EL IRREDUCTIBLE OPTIMISMO DEL
PERIODISTA:
Cuando esto expresaba, nos cuenta Demorizi, Hostos tomaba la pluma como si quisiera
liberarse de amarguras y de lagrimas, y escribía.
Escribía para los periódicos, artículos en que exaltaba
fervorosamente las virtudes y los méritos del desaparecido,
de los desaparecidosy sus esperanzas.
Como lo hacen ustedes hoy, hermanos periodistas
de Puerto Rico, como lo
hago yo, como
lo seguiremos haciendo todos nosotros.