M.I.T.
3º Ciencias Políticas
ANTÍGONA de SÓFOCLES
Sófocles ha sido considerado siempre como un
representante de la Atenas gloriosa y uno de los ejemplos mas
genuinos del
hombre clasico. Su gran
amor por dicha ciudad lo llevó a aceptar diversos
cargos en el gobierno, sin tener,
no obstante, ni ambición política ni vocación para este tipo
de actividad. En el año 443 a.C fue tesorero de la alianza atico-délica
y en el año 440 a.C fue estratega al lado de Pericles. Así pues, no es de extrañar que Sófocles reflejara en sus obras muchos aspectos
del mundo y del
pensamiento político
que inquietaban a los atenienses por aquel entonces.
Y precisamente uno de los temas que
alcanzó una gran difusión entre los atenienses
del siglo V fue la controversia entre naturaleza y convención, argumento central de Antígona;
que constituye la defensa del
rebelde, en nombre de una norma superior, frente a las convenciones
permanentes y las leyes existentes en la sociedad.
De alguna manera, Sófocles se enfrenta con las nuevas corrientes
de la primera sofística
que empezaban a extenderse por Atenas y que preconizaban
que el hombre era la medida
de todas las cosas. Sófocles, en cambio, deja claro
en todas sus tragedias que el centro del mundo
y la medida de todas las cosas es
la divinidad.
El tema principal de la tragedia es, pues,
el enfrentamiento de Antígona
y Creonte. Antígona
representa y defiendelas normas divinas
y no escritas, pero tradicionales y sempiternas, mientras que Creonte
defiende el orden humano, las leyes
de la ciudad, que emanan de
su poder como tirano. Se trata del enfrentamiento del orden divino y del orden humano, con el pretexto concreto del entierro y funerales de Polinices, hermano de Antígona, que había luchado contra su ciudad, Tebas, para conseguir
convertirse en rey, tal y como lo había
pactado con su hermano Etéocles, y a quien el tirano Creonte prohibe, a través de un decreto, enterrar como es
debido. Asimismo, todavía podemos distinguir otros dos temas diferentes: la cuestión propiamente del entierro,
tratado aquí como un tema
religioso, y el tema del sacrificio
de Antígona, heroína
tragica de la obra a
quien Sófocles atribuye todas las virtudes que
configuran el areté tradicional. Su caracter posee valor, nobleza, sentido del honor y muestra
en todo momento una voluntad fuerte
e inflexible. Sobre todo, cabe destacar que
sus quejas y sollozos ante su destino final no significan en ningún momento un arrepentimiento de lo que ha hecho, sino
que dan mas
valor a su sacrificio porque son una prueba de su gran
amor por la vida y, así pues, por la magnitud
de su sufrimiento.
Otro tema que subyace a la obra y que deja
entrever las convicciones políticas del autor
es la ridiculización
que se hace del tirano.
Sófocles, influenciado
por la etapa de esplendor y riqueza quevivió Atenas durante el siglo V y como ciudadano ejemplar de la polis, comprometido
con la comunidad y participante
activo en un mundo político que ensalzaba el régimen democratico, ridiculiza y castiga cruelmente a Creonte. Éste nos es presentado
como
el hombre que transgrede la
medida, el hombre que cae en la hybris y es, por tanto,
castigado por los dioses. Su personaje puede ser estudiado bajo dos aspectos: bajo el aspecto de hombre y bajo el aspecto de rey. Sin embargo, el autor considera
mas importante su función real; aspecto que le sirve para hacer
una crítica implícita e implacable contra el régimen
tiranico.
Creonte, como rey, considera que el interés público esta por encima de la amistad y piensa que los enemigos
de la ciudad (y cuando dice ciudad, quiere decir, en realidad, él mismo) son odiados por los dioses.
Tiene una idea arcaica de la ciudad, cree
que es puramente
un territorio y no una comunidad de ciudadanos y, por tanto, no es
extraño que considere que la ciudad es de quien manda
y nadie puede decirle lo que ha de hacer o cómo debe gobernar. Así pues, el patriotismo del que
presume en un principio es una simple tiranía. Sin
embargo, Sófocles no acepta
un mito en el que
la injusticia triunfa; cosa que ocurriría
si la historia acabara con el sacrificio y la muerte de Antígona. Es necesario, ademas, que el malvado, el injusto Creonte sea castigado de un modo ejemplar. El castigoque recibe Antígona, al fin y al cabo,
es humano: tan sólo deja la vida terrenal. El castigo de Creonte, en cambio, es infligido
por los dioses
y, por tanto, mas cruel: perderlo todo (a su hijo
Hemon, prometido de Antígona, y a su mujer) y ser considerado un cadaver viviente.
La obra también trata del papel
de la mujer en la sociedad ateniense y en el mundo antiguo en general. Cabe destacar la misoginia de los griegos, que
trataban a la mujer como
un ser inferior, desprovisto de toda
clase de derechos. Por lo tanto, resulta paradójico que sea precisamente una mujer la protagonista de muchas tragedias. Ademas, esto también refleja la paradoja de la democracia griega, aunque en este caso
se trate de una tiranía, de no conceder ningún
derecho a las mujeres y, sin embargo, estar sometidas a unas leyes y poder ser sancionadas si las infringen.
Por último y a modo de conclusión, es importante volver
a destacar toda la ideología de Sófocles,
claramente reveladora de las creencias y principios del
momento, esto es, la preocupación que ya en aquella
época existía
sobre la contraposición
entre leyes divinas y leyes humanas, tema tratado
ampliamente por diversas corrientes de pensamiento
posteriores. Así pues, Antígona
es quizas una de las primeras
advertencias en defensa de los valores absolutos,
universales, inmutables e iguales para todos,
opuestos al relativismo y
al laicismo de la primera sofística.